Partida Rol por web

Apenas había podido decir nada cuando Nasim le cerró la puerta en las narices. Perpleja, Claire se quedó un par de segundos delante de la puerta sin hacer nada. Sacudió la cabeza y se dirigió a su casa.

Cerró la puerta tras de sí, bloqueándola desde dentro, y suspiró. Había sido un día de lo más extraño y sólo pensaba en darse una larga ducha caliente. Fue quitándose la ropa a medida que caminaba hacia el baño, como si dejara migas de pan tras de sí, cual cuento de los Hermanos Grimm. Ventaja, o desgracia según se mire, de vivir sola. Cuando llegó a la ducha y abrió la mampara, ya estaba completamente desnuda. Se soltó el cabello, hasta ahora recogido en una coleta y entró.

Apoyando ambas manos en la pared, dejó que el agua caliente cayera por su espaldqa, acariciando su tersa piel hasta morir en sus pies. El calor y el vapor, eran de agradecer. Se permitió dejar la mente en blanco durante casi una hora que duró la ducha. Al salir, envolvió su cuerpo con una toalla y se dirigió al pequeño salón. Al ver el televisor apagado, frunció el ceño y se acercó a un escritorio. De un cajón, sacó un pequeño estuche y lo abrió. Acarició el contenido mientras sus ojos zafíreos se humedecían. Una lágrima se deslizó por su mejilla.

Estabas con los anillos cuando tocaron la puerta.

pom pom. Sono con fuerza. Era raro que llamaran con la mano en lugar de dar al timbre.

¡¡Hola!! Soy Johnson.  Soy ingeniero. Por lo que me han dicho usted es mi jefa. Quería presentarme.

Harker se sobresaltó al escuchar a alguien al otro lado de la puerta. Dejó los anillos sobre la mesa, cerrando el estuche. 

-¡Un momento...!- exclamó al ver toda su ropa desperdigada por el suelo. Rápidamente, comenzó a recogerla, amontonándola de tal modo que casi se le cae la toalla en la que envolvía su cuerpo. Corrió a la habitación, dejó la ropa en una esquina, lejos de la visión de la visita y se puso un albornoz, dejando caer la toalla al suelo.

Llegó hasta la puerta y abrió.

-Perdona- comenzó a decir con voz entrecortada -, me pillas saliendo de la ducha... una sonrisa inocente se dibujó en sus labios. Extendió una mano para estrechar la del hombre -Ingeniera C. Harker. ¿Te han asignado bajo mi responsabilidad?

Cuando saliste con el albornoz de la ducha y con esa sonrisa inocente.

​Eeee. Hola. te dio la mano. Si me han asignado debajo de... digo bajo...Vamos que estoy a sus ordenes. A lo que quiera mandar.

Desvió la mirada mientras mi sonrisa se ensanchaba al ver la expresión del hombre y el titubeo de sus palabras. Sus mejillas se sonrojaron levemente cuando alzó de nuevo la vista hacia él y se aclaró la garganta, cubriéndose la boca con el puño mientras se serenaba poco a poco.

-Pasa, por favor y... perdona el desorden- dijo, extendiendo un brazo hacia el sofá tras apartarse a un lado e invitarlo a entrar -. Toma asiento.

Fue hacia el sofá y se detuvo. No sabía si Johnson miraría en el caso de irse a cambiar. Bloquearé la puerta... por si acaso. Finalmente, desechó la idea. Pero no se sentó, sino que cruzó los brazos sobre su pecho y miró al ingeniero.

-Bueno, imagino te habrán informado de que mi trabajo está especializado en la ingeniería mecánica. Básicamente, pasaremos mucho tiempo entre los vehículos terrestres para su mantenimiento. Si se da el caso, colaboramos con los ingenieros aeroespaciales en la reparación o puesta a punto de naves de transporte, como transbordadores y pequeños vehículos aéreos- Claire escrutó el rostro del hombre, esperando que digiriera sus palabras. Había sido breve y concisa, pero seguro que Johnson tenía preguntas relacionadas con el trabajo. Involuntariamente, se humedeció los labios -. ¿Dudas?

Ni miro el desorden. La verdad es que no te quitaba ojo. Tal vez esperando que la bata resbalara un poco.

Se sento en una silla y sonrio.

Si se cual es tu trabajo. He oido que eres buena y eso nos viene de perlas. La verdad es que ultimamente estaba hasta arriba. Y sus manos me vendran muy bien... Vamos que hay mucho trabajo. 

Y yo no tengo ninguna duda. ¿ Y tu?

Y sonrio cuando te pregunto a ti.

Harker no podía contener mucho más tiempo su sonrisa. Quizá fuera la ducha caliente, o puede que fueran los nervios por la previa aproximidad de Nasim, pero sentía que el aire le faltaba cada vez que miraba fijamente a Johnson. Cuando sus ojos azules se cruzaban con los de él, era como si dos mares entrechocaran, mezclando las aguas zafíreas de sus miradas  y provocando una corriente de sensaciones que recorrían el cuerpo de la mujer.

Ante el comentario del ingeniero, Claire asintió con un movimiento de cabeza.

-Me alegra ver que has hecho los deberes- su sonrisa se ensanchó y finalmente se sentó, con cuidado par que el albornoz no dejara ver demasiado, juntando las rodillas y con las manos en su regazo, para mantener su tez desnuda oculta bajo la prenda. Luego, Johnson dijo algo que la cogió desprevenida: "Yo no tengo ninguna duda. ¿Y tú?".

Claire lo miró con curiosidad, ladeando la cabeza. Finalmente, bajó la mirada y sonrió, antes de volver a mirar a Johnson -. No... ninguna duda.

Se quedó un instante en silencio, escrutando el rostro del ingeniero mientras los pómulos de Harker se marcaban intentando contener su sonrisa. 

-¿Te apetece tomar algo?- preguntó, incorporándose y dándole la espalda a Johnson mientras se acercaba a la nevera. Al abrir el frigorífico, sacó una cerveza y se la mostró al hombre -¿Quieres una cerveza o prefieres agua mineral?

Yo siempre hago...mis deberes. Y te dedico un amplia y bonita sonrisa.

Una cerveza estaria genial la verdad. ¿ y como es que has terminado aquí? por que en mi caso es fácil. Soy un inútil y aquí no molesto.comento en broma.Pero en tu caso una ingeniera guapa y con talento. ¿que has hecho para terminar aquí?

Harker sonrió y sacó una segunda cerveza del frigorífico. Cerró la puerta y regresó junto al ingeniero, ofreciéndole una de las cervezas antes de abrir la suya.

La pregunta de Johnson la cogió por sorpresa, lo que se reflejó en su rostro. Tomó un sorbo de cerveza y dejó la lata sobre la mesa, antes de sentarse, intentando, con ayuda de sus manos, que el albornoz nose abriera demasiado.

-Es... complicado- dijo, mirando de soslayo hacia el lugar donde tenía la cajita con las alianzas -. Llevaba dos años trabajando para la Compañía en la Tierra...- no sabía cómo continuar, pero era consciente de que en su expediente aparecía su estado civil como "viuda", de modo que no era ningún secreto -Mi marido era especialista médico, pero falleció hará cosa de un año y, como no tenía nada que me atara, decidí aceptar una oferta de traslado de Weyland Yutani para continuar mi trabajo en esta colonia...- bajó la mirada, apretando los labios, antes de mirar al ingeniero a los ojos -Necesitaba empezar de cero.

Bebió de su cerveza y poco a poco recuperó su sonrisa, aunque sus ojos azules reflejaban el dolor que aún la atenazaba por dentro.

-Dudo mucho que seas un inútil... estás aquí, ¿no?- su sonrisa se ensanchó -Creo que eso dice mucho de ti y, perdona, pero una carrera de ingeniería no es moco de pavo.

De reojo, Claire vio cómo la pantalla del ordenador parpadeaba. Había recibido un mensaje -Disculpa un momento...- se incorporó y caminó hacia el monitor, inclinándose ligeramente hacia adelante para leer le mensaje. Era de Nasim. Giró la cabeza hacia Johnson y sonrió. Ya contestaré luego, pensó, regresando junto al ingeniero.

-No es nada- de pie, frente a Johnson, miró el reloj, antes de clavar sus ojos azules en los del hombre -. Si esperas a que me cambie e ropa, podemos ir a echar un vistazo a nuestro lugar de trabajo, ¿qué te parece?

Cuando comentaste lo de tu marido se llevo la mano a la cabeza un poco desorientado.

Vaya...yo...lo siento...¿ves? Por cosas como estas he terminado aqui.

Pero bueno este sitio no esta tan mal. La cerveza es gratis. Intento bromear para salir del paso.

Bueno igual falsifique el titulo. respondio divertido cuando le dijiste que n oera moco de pavo.

Como si son tres...susurro.

Si claro espero espero. Ese atuendo aunque muy sex....comodo. No es el apropiado. La seguridad primero. ¿no Jefa? Por mi perfecto.

La mujer apretó los labios mientras fruncía el ceño, pues no se esperaba aquella reacción por parte de Johnson. En cierto modo se sintió culpable, pero ¿por qué? Ni ella misma sabría decirlo.

-No... no te preocupes- dijo mientras sonreía con timidez para quitarle importancia -. Son cosas que pasan, no tienes que disculparte.

Cogió su cerveza y bebió un trago largo, quizá para escapar de sus abrumadores pensamientos, quizá para relajarse y dejar el tema a un lado. Aquel hombre la desconcertaba y no sabía muy bien qué hacer o decir... aunque una parte de ella no podía evitar fantasear. Claire... céntrate. Es tu subordinado, se dijo mentalmente, pero no podía obviar que el ingeniero despertaba algunos instintos... primarios, en ella. 

-Humm... falsificado, ¿eh?- dijo con sorna -Entonces eres bastante polivalente, eso me gusta...- abrió mucho los ojos al darse cuenta de sus palabras y se ruborizó -Quiero decir... que tiene su utilidad, que...- suspiró, no lo estaba arreglando, así que apuró la cerveza y se dio la vuelta para ir a la habitación -Mejor me callo y me cambio- añadió.

Johnson añadió algo sobre su atuendo y Claire se quedó perpleja, deteniéndose en el sitio y girando la cabeza con una ceja arqueada. No obstante sonrió. ¿Está... coqueteando conmigo? Pensó, pues no había estado con ningún otro hombre desde antes de casarse, por lo que estaba desentrenada y no estaba segura de cómo tomarse las miradas y, lo que parecía ser, el flirteo del ingeniero.

-Por supuesto, no quiero que te lastimes- sin saber muy bien lo que hacía, le guiñó un ojo. Luego entró en su habitación y cerró la puerta. Su cabeza luchaba contra sus deseos, por lo que, antes de vestirse, apoyó un intante la espalda contra la puerta cerrada y suspiró. Se dio cuenta de que estaba nerviosa, no podía pensar con claridad.

En un intento por recuperar la compostura, sacudió la cabeza de un lado a otro y respiró profundamente. Más relajada, se acercó al armario y cogió un mono de trabajo limpio, ropa interior y una camisa de asillas negra. Se vistió, aunque sólo subió la cremallera del mono hasta la mitad del pecho. Tenía calor y si la subía del todo, se asfixiaba.

Tras ponerse las botas de trabajo, y recogerse el cabello en una coleta baja, salió de la habitación y se acercó a Johnson. Lo miró fijamente mientras se aproximaba. No podía negar su atractivo, como tampoco aquella mirada de niño travieso. Quizá no fuera capaz de reconocerlo, pero le encantaba.

-Lista- dijo sonriendo, de pie frente a él. Sus ojos recorrieron al ingeniero de arriba a bajo -. Cuando quieras.

Parecio mas aliviado cuando dijiste que eran cosas que pasaban.

Pero sonrio con picardia cuando dijiste que era polivalente.

No sabes cuanto. Pero se encogio de hombros cuando dijiste que te cambiabas.

Seguridad ante todo.Aunque te dio un mas que generoso repaso cuando saliste con el mono de trabajo.  Bien jefa. tu decides. ¿ a donde quieres ir? Soy todo tuyo.

Y te guiño el ojo

Harker arqueó una ceja antes de bajar la mirada para intentar disimular la sonrisa tonta que se dibujó en sus labios.

-Esto...- se llevó el puño cerrado a la boca para ocultarla mientras se aclaraba la garganta -Iremos al garage donde están los vehículos, así te familiarizas un poco con todo el equipo del que dispondremos, además de con nuestros "pacientes"- bromeó, aunque en cierto modo, un ingeniero era el cirujano de las máquinas.

Cogió su tarjeta identificativa y se dirigió a la puerta. Tras tocar el panel, se abrió y esperó a que Johnson saliera primero. Luego ella hizo lo propio y bloqueó la puerta de su casa.

-Parece que acabas de llegar a la colonia, ¿o es que estabas asignado a otro departamento?- preguntó mientras emprendía el camino hacia el garage.

Se rasco la cabeza con una sonrisa.

llevo unos meses aqui. La verdad es que conozco esto bastante bien. Habia venido para ayudarte a que te familiarizadas con todo.Igual no me explique bien. No se. Supongo que he despistado... Pero oye que quieres revisar todo para que lo vea no tengo inconveniente. sonrio. La verdad es mucho mas entretenido estar contigo viendo todo que cualquier otra cosa. Ademas como he dicho tu mandas jefa. Mis manos tus deseos.

De pronto, fue Claire la que se sintió estúpida. Por cómo hablaba Johnson, no se imaginaba que llevara tanto tiempo en la colonia. Sus ojos danzaban de un lado a otro, evitando la mirada del hombre mientras sus mejillas se enrojecían.

-¡Ah! Vale...- intentó salir del apuro, disimulando -Pues... esto...- se cubrió la boca con la mano mientras pensaba qué decir -Podríamos... no sé- se apoyó de espaldas en la pared del pasillo. Se veía a una legua que estaba nerviosa -. Perdona, me he abrumado con este malentendido...

Sonrió de forma encantadora. No encontraba palabras, ni sabía qué hacer o decir en ese momento. Sin borrar la sonrisa, bajo la mirada y sacudió la cabeza. Idiota... pensabas que tenías que hacerle de guía, pero es él quien ha venido a familiarizarte con todo esto.

Alzó la vista muy despacio, encontrándose con los ojos claros de Johnson. Una locura se pasó por su cabeza y, de soslayo, miró involuntariamente hacia la puerta de su casa. No, Claire... no lo hagas.

Se apartó un mechón de cabello hacia detrás de la oreja y musitó: -Qué... ¿Qué propondrías tú?

sonrio divertido por tu reacción. 

No hay nada que perdonar. No pasa nada. Como he dicho eres lo mejor que he visto desde que llegue. Quiero decir. Vamos que la vida aqui es una mierda. Muy aburrida.

¿que se me ocurre? Bueno como yo se de mi trabajo y tu dado que eres mi jefa esta claro que sabes del tuyo. ¿Te apetece cenar? Hago un Caiman rebozado al estilo Cajun de morirse. Eso unas cervezas y un poco de charla.

No es que te este pidiendo salir ni nada por el estilo.  Es solo una cena entre dos adultos respon...un adulto responsable y su mecanico esbirro para que este le cuente un poco como es la vida en esta apasionante colonia.

¿Te apetece?

La propuesta de Johnson la hizo sonreír.

-Suena delicioso... me encantaría probarlo.

Con el día que había pasado, la oferta del ingeniero era un soplo de aire fresco, y Harker agradecía poder distraerse un rato y olvidarse de todo.