Partida Rol por web

Después de ver el vehículo activo la radio.

​Aqui Call. Vehicle- HH- 927 en transito.  ¿Me ollen?

Harker ajustó la radio al escuchar las interferencias cuando estaban cerca de la colonia.

-Aquí vehículo HH -927, os recibimos alto y claro- miró a Nasim, mucho más relajada. Conducir le había sentado bien, incluso se atrevió a sonreír. Sostuvo la mirada del indio, dejando que el silencio hablara por ellos. Sabían qué era lo que debían hacer. Al principio Claire había dudado, mas ahora estaba de acuerdo con el ingeniero -. Nos aproximamos a la colonia, llegaremos en pocos minutos.

Vamos de a alejarnos de la Colonia para tratar de captar una Señal extraña.  La recibimos durante unos segundos y después se corto. Creemos que sin las interferencias de las transmisiones generales podremos captarla mejor.

¿Si quieren acompañarnos?

Nasim se apresuró a responder de manera tajante a la proposición de la ingeniera Call. Su voz parecía lejana y algo acelerada a través del comunicador, pero al menos sus palabras eran concretas y sin sus típicas vacilaciones. 

- Ingeniera Call, lamento decirle que sólo estamos probando la nueva dirección y ya debemos retornar a base para verificar el estado de la reparación. Le deseo suerte a usted y al señor Haddad. ¡Cambio y fuera!

Recibido. fue la respuesta de la Ingeniera.

Escucho atentamente la comunicación que tiene lugar entre Call, Harker y Nasim. Estoy a punto de hablar para reforzar la sugerencia de Annalee de que los dos ingenieros del otro vehículo nos acompañen en nuestro reconocimiento, pero entonces, Nasim responde de un modo apresurado que me hace enarcar una ceja, extrañado. Me inclino hacia delante para pulsar el interruptor del transmisor.

—Nasim, Harker. Soy Faisal. —«¿Pasa algo?», es la primera pregunta que me viene a la mente, pero decido descartarla y sustituirla por algo más sutil—. ¿Qué tal? Por casualidad no os habréis topado con nada fuera de lo normal mientras estabais de paseo, ¿no?

Suelto el interruptor, esperando la respuesta mientras miro a Call con expresión de anticipación.

La verdad es que la respuesta de Nasim me a resultado muy seca. ¿no?

- ¡Oh, qué raro! El señor Haddad fisgoneando en asuntos ajenos... - Bromeó con su compañera, asegurándose primero de que las comunicaciones estuvieran cerradas. Claire parecía más distendida ahora, lo cual ayudaría en la minuciosa tarea de mantener la mentira andando. - Responda usted, si lo desea. Diga algo así como que los pronósticos de tormenta inminente me tienen un poco nervioso, je.

Claire usó el comunicador.

-Señor Haddad, aquí Claire- dijo -. Hemos sufrido un contratiempo con la hidráulica y hemos tenido que repararla in situ. Nuestro regreso inmediato se debe a la amenaza de tormenta, ya que si volviera a fallar la reparación nos encontraríamos atrapados por ella.

Espero un rato y repitió de forma resumida.

-Repito, no queremos que nos alcance la tormenta en caso de que falle la reparación el vehículo. Cambio y corto.

Harker se aseguró de que no los escucharan por el comunicador y miró al indio.

-Tenías razón- una sonrisa se dibujó en el rostro de la mujer -, Haddad desconfía. Quizá mejor él que nosotros para comunicar el hallazgo... si es que la tormenta no los alcanza antes, esperemos que no sea así.

Miró por el parabrisas de la cabina, ya vislumbraban los focos de la colonia. En breve, estarían en casa.

-Nasim, si vamos a hacer esto... debes tranquilizarte- giró el rostro para enconrarse con la mirada del ingeniero -. Debemos autoconvencernos de que era una señal falsa ocasionada por las interferencias de la proximidad de la tormenta eléctrica. No hemos estado en los restos de ninguna nave. No hemos visto nada relacionado con la compañía, ¿me comprendes?- puso una mano en el hombro del indio, un gesto consolador -No te preocupes más, ¿okay?

Entonces, mientras a lo lejos veían el otro vehículo salir de las instalaciones, Harker rió a carcajadas. Hacía tanto que no escchaba su propia risa, que casi se había olvidado de lo encantadora que resultaba para otros. 

-Y pensar en lo eufórico que estabas ante aquel hallazgo...- dijo, sacudiendo la cabeza, como si no se creyera el cambio de actitud de su compañero.

Asiento al escuchar la explicación que me da Harker. De repente se me ocurre otra pregunta.

—Harker, ¿sois vosotros quienes habéis mandado una señal de emergencia? Si no es así, creemos que ahí fuera hay alguien aislado a merced de la tormenta... —Hago una pausa, pensativo—. Alguien a quien deberíamos ayudar. Las tormentas de por aquí... No son nada que uno debiera tomarse a la ligera...

Suelto el botón de transmisión, esperando la respuesta de Claire. Empiezo a preguntarme si habremos hecho bien saliendo en estas condiciones... Pero entonces, me digo a mí mismo que si yo tuviera una emergencia ahí fuera, nada me alegraría más que ver que alguien se toma la molestia de ir a rescatarme.

Harker miró la radio.

-No, Haddad, no hemos sido nosotros. Percibimos una señal similar a la que describís cuando salimos de la colonia para probar el vehículo, pero la perdimos a los treinta kilómetros- hizo una pausa y añadió: -. Luego sufrimos la avería y decidimos regresar en cuanto la reparamos. 

Miró a Nasim con gesto de preocupación. Haddad y Call iban derechos hacia la tormenta.

-Faisal... no os recomiendo que continuéis con esto, la tormenta parece de las gordas. Dad media vuelta y esperad a que se calme... es un consejo. Cambio.

Las palabras de Claire no son sino un eco de mi propia preocupación. No, preocupación se queda corto. De mi miedo. Miro a Call, sin poder ocultar la aprensión de mi rostro. Mi mente empieza a buscar toda suerte de excusas para dar media vuelta y regresar: «Seguramente los colonos en apuros habrán encontrado ya un refugio... Si no lo han hecho, no hay nada que podamos hacer... Tal vez la señal fuese un error...».

Sacudo la cabeza. He venido a ayudar a estas personas. Si ahora huyo con el rabo entre las piernas, ¿qué sentido habrán tenido los intercambios de amenazas con la Compañía, las tres semanas de viaje hasta esta roca?

—Gracias por tu preocupación, Harker. Créeme, me encantaría volver... —Pero no estoy solo. Annalee Call viaja conmigo, y no puedo elegir por ella—. Call, ¿qué quiere hacer? Entendería que quisiera regresar...

La coartada que Claire transmitió a los ingenieros en el otro vehículo fue suficiente para tranquilizar a Nasim, que escuchaba todo con ansiedad, al borde de su asiento. Por un momento, se sintió afortunado dentro de su desgracia, ya que sabía bien lo incompetente que era con las palabras en momentos de tensión como ese. Pero allí estaba Claire otra vez, para alejar a los buitres y salvar el día.

- Ah, sigo pensando que debería haberme golpeado  en la cabeza, señora Harker... - Suspiró finalmente y luego de permitirse un poco de distensión.- Al regresar, nos bombardearan con preguntas, terminaré estropeándolo. Además, hubiera tenido una excusa para ver a la doctora, je.

Sacudió la cabeza sin borrar la sonrisa.

-Ay, Nasim... eres un bribón- dijo cuando el indio mencionó a la doctora -. Siempre podéis alegar un fuerte dolor de cabeza y dejame a mí las respuestas. Suelo ser sincera, pero también soy leal para con aquellos que lo son conmigo- lo miró de soslayo -. Me va a resultar difícil, no lo niego, pero la tormenta es una buena excusa. Lo que me preocupa, es que Hadda encuentre algo que nos sitúe en el lugar... ojalá la tormenta les impida continuar y den media vuelta antes de que sea tarde- abrió los ojos al darse cuenta de lo mal que sonaban sus palabras -. Me refiero... me refiero a que no continúen con el rastreo de la señal, no a que les suceda nada malo, por supuesto.

Al cabo de unos minutos, el vehículo había atravesado la entrada a la colonia. Claire dirigió el transporte hacia el hangar de mantenimiento.

Bueno si la tormenta es tan fuerte supongo que no merece la pena. Iremos mañana por la mañana si a disminuido.

Visteis como el vehículo daba la vuelta y volvía a la base con vosotros.

Las palabras de Call me producen un alivio que no me hace sentirme nada orgulloso. Por un lado, desearía ir a rescatar a los colonos que están en peligo, pero por otro, no puedo poner en peligro la seguridad de Call sin que ella esté completamente convencida. Y sin embargo, si es así...

—De acuerdo. Demos media vuelta, entonces. Volveremos mañana a primera hora. Será lo mejor.

Si es así, ¿por qué me siento tan culpable, tan... cobarde? No puedo por menos de sentir que me he agarrado a un clavo ardiendo para evitar una situación potencialmente peligrosa. Siempre consigo decepcionarme a mí mismo. Me cruzo de brazos y permanezco en silencio, aliviado y enfadado al mismo tiempo.

- Hmm, al parecer sus palabras terminaron por convencer a la ingeniera Call. Eso es bueno, supongo...- Señaló el indio al advertir en el radar cómo el otro vehículo cambiaba de rumbo. - Solamente espero que no se pongan muy pesados. Ha sido un día largo y por demás perturbador.

Ya de regreso en el hangar, se apresuró a bajar del vehículo y simular que realizaba controles sobre la dirección del mismo, siguiendo así con la historia que había inventado junto a Claire. Sólo necesita que Haddad y Call lo vieran "trabajar" un poco y luego podría irse a casa al fin, quitarse todo el aceite de encima y descansar un poco de tanta tensión y revelaciones oscuras.

Frunció el ceño.

-Mejor así... si hubieran descubierto el origen de la señal... espera- miró de pronto al ingeniero, con rostro de preocupación -. Nasim... ¿desconectaste la baliza?

Un escalofrío recorrió su espalda mientras miraba al indio. ¿Habría sido una señal distinta la que seguían Haddad y Call antes de dar media vuelta y regresar a la colonia? O, peor aún... ¿"Algo" o "alguien" estaba en esa nave y reactivó la baliza cuando ellos se marcharon?

Detuvo el vehículo en el hangar y susurró: Si hay una próxima vez, mejor revisamos el vehículo antes de partir- su mirada de reojo hacia el otro vehículo terrestre, era más que suficiente para que Nasim comprendiera a qué, mejor dicho quién, se refería. El indio había dado razones a Harker para desconfiar de Faisal...

Claire descendió del vehículo y se limpió las manos con su pañuelo, situado en el bolsillo trasero de su mono de trabajo, y comenzó a ojear en la caja de herramientas, disimulando.