Partida Rol por web

Las palabras de Kurt calaron hondo. Tenía razón, no sabíamos si estaba en la sala de máquinas o no, pero yo iba a aferrarme a la idea de que siguiese vivo en la nave. No podría soportar pasar por esto nuevamente. Mejor sufrirlo ahora, que no en la colonia. Si es que llegamos a ella...

Me dolía en el alma cada vez que hablaban del teniente en pasado. Noté la mano de Kurt en mi hombro, eran ciertas sus palabras. Una vida es menos valiosa que la de toda la unidad, aunque esa vida si era más valiosa para mi que la mía propia. Y mal que bien, todos sabíamos donde nos metíamos al entrar en el cuerpo de marines. Todos salvo el cabo médico, que aun parecía necesitar sus propias medicinas para poder reaccionar.

El dolor no me cegaba, o quizás si, pero era lo que me había abatido, junto con la impotencia de no poder hacer nada por él. La rabia, oculta bajo el dolor, esperando abrirse camino junto con la ira y la cólera, esas si serían peligrosas y esperaban pacientes su oportunidad de salir.

Noté un leve toque a la par que una amistosa voz me invitaba a continuar. Me aferré más a mi misma, encogiéndome más, tratando así de ocultar mi vulnerabilidad, tal y como haría un armadillo en peligro.

No quería ir a ningún lado, me sentía perdida y por primera vez en mucho tiempo, terriblemente asustada. Deseaba que todo fuese una de esas pesadillas tan frecuentes en mi y que realmente estuviésemos aun en el criotubo, durmiendo congelada en esa semana de viaje hacia la colonia.

Levemente, comencé a balancear el tronco, alante y atrás, alante y atrás.... 

La descompresión de la sala de maquinas fue un hecho y con un tono fiiiiiiiiuuuuu. Se llevo a cabo. Las puertas selladas os protegieron de cualquier mal.

Empezaron a sonar las alarmas y en las pantallas de la nave se visualizo el canal de emergencia.

“¿Y ahora qué?” Desde luego ese viaje era mucho más movido de lo que cabría esperar.

¿Todos bien? ¿Qué coño está pasando? Mi tono ya era el de enfado y la vena del cuello comenzaba a hincharse. Lopez, cuando todo esto pare tendremos una jodida charla. Sentencie y lance una mirada asesina hacia ella. Pero no había tiempo que perder.

Mire y me fije que pasaba. Rápido busquen un lugar donde sujetarse rápido, me temo que esto se va agitar más que una maldito garbanzo duro en la boca de un viejo. Despues desmontare a un hojalata. No olvidaba lo de la bodega de carga y no lo olvidaría.

Ayo, al ver que López caminaba como un zombi, la chafó literalmente contra una puerta, agarrándose con los dos brazos a la manivela de acero, de manera que Sandra quedaba entre sus brazos.

Cuando notó que la nave perdía el contról habló al oído de su compañera, primero flojito y luego bien fuerte.

-Quiero verte agarrada como una lapa López. ¡Te juro que no voy a permitir que te mueras! ¡Despierta de una puta vez, ESTAMOS VIVAS! ¡IGUAL DENTRO DE UNOS SEGUNDOS BRINDAREMOS CON TU  PUTO TENIENTE DE MIERDA! ¡PERO MIENTRAS TANTO AGÁRRATE Y DISFRUTA DE LA CAÍDA!
 

Me había levantado, de alguna manera había pensado que todo había pasado ya y que sólo quedaba ese dolor que me ardía en el pecho. Entonces se dispararon la sirenas descubriendo que no había sido así, que esta pesadilla se repetía. Que volvía a desgarrarme por dentro. Esta vez, herida de muerte grite un NO que sonó como un estruendo, rindiéndome al dolor y pensando en que esto no acabaría nunca.

Noté el enfado del sargento en sus palabras, y su agresividad cuando me indicó que hablaríamos... Pero me daba igual. Ya todo daba igual. En un segundo, toda mi vida se había consumido y evaporado. Notaba como me marchitaba por dentro. La nave comenzó a vibrar y noté como Ayo me embestía contra la puerta, simplemente me dejé llevar, mientras se producía la sacudida.

Las palabras de Lovejoy me hicieron abrir los ojos de nuevo, devolviéndome a la cruel y dura realidad de nuevo. Alcé la cabeza y vi como un vehículo de escape era expulsado de la nave. La sangre me hirvió, lo que más temía ocurrió, el dolor dejó pasar a la rabia, que se apoderó de mi cuerpo. No era suficiente con matarle... No... Tenía tambien que ponerlo en las pantallas de la nave. Teníamos que verlo. Tenía que verlo.

Mi cuerpo comenzó a temblar por la ira contenida en él. Me quito a Lovejoy de encima sin lastimarla demasiado, estaba tan centrada con empujar hacia la puerta que me escapé por debajo de su brazo.

HIJO DE PUTA. VOY A SACARTE LOS INTESTINOS Y HACERTELOS COMER. Fue un murmuro rabioso, mi rostro estaba desencajado, mi mirada casi perdida, pero era obvio que sabía perfectamente a donde iba a ir y que hacer. Sin dar tiempo a nada más, salí corriendo hacia el centro de control de la nave, con cara de loca psicópata y no cargada de buenas intenciones.

A pesar de que compartía las ganas de destripar a ese hojalata, no podía dejar que Lopez se comportara así. Por lo que adivinando su movimiento trate de placarla y reducirla. Me lance como cuando jugábamos en el campamento al futbol. En aquello de placar y tumbar al otro era verdaderamente bueno, si no hubiera sido un poco bala perdida habría tenido posiblemente alguna carrera deportiva.

Una vez conseguido, me puse encima dejando a Lopez boca abajo y haciendo una llave para contenerla, aunque con mi peso casi sería suficiente, por muy en forma que estuviera Lopez.

Lopez cálmese, hablaremos con el hojalata. Pero yo soy su sargento y yo seré quien hable. Dije en tono enérgico, eche un vistazo a Eraser a Reagan, por lo que parecía, la conocían mejor y podrían convencerla de no tratar de seguir con aquello. Y tranquila el teniente esta hecho del material mas duro del universo. Seguro que esta con vida y jodiendo a los mamones que le hayan molestado. Lo lamento por ellos.

No habia arrancado a correr cuando note como alguien me placaba y acababa en el suelo, reducida. Aun asi trate de zafarme, pero sin exito. Mi corazon latia con fuerza y yo gruñia siguiendo su ritmo, pero entre la luxación y el peso de Hammer me tuve que rendir.... Al menos hasta que me liberase.
No es hablar lo qye quiero hacer precisamente gruñi con rabia volviendo a revolverme para nada.
En cuanto menciono al teniente de esa manera, mi corazon dio un vuelco. Por que el? Por que el? preguntaba llorosa mientras golpeaba mi cabeza contra el suelo.

Lopez piense que opinaría el teniente si la ve hacer esto ¿Como cree que le sentaría? Creo que ambos sabemos la respuesta a esa pregunta. Susurro al oido a Lopez para que entre en razón. Podía entender perder la razón por lo que sentía, en cierta manera sabía que yo haría algo parecido si otra persona estuviera en riesgo. Pero ahora hablabamos de ella "Consejos doy que para mi no quiero" Ese refran que escuche a un viejo en su dia, cobraba mucho peso en este caso.
 

Hammer me susurro unas palabras al oido, las cuales me hicieron parar de golpearme y relaje mi postura. Lo.... Lo siento. Nunca antes habia sentido nada igual por alguien. Nada tan fuerte... Y... Perderlo asi... Nunca imagine que fuese tan doloroso.
Mi pulso temblaba mientras murmuraba mis disculpas. No sabia durante cuanto tiempo podria controlarme, pero tendria las palabras de Hammer grabadas en mi cabeza, las cuales me ayudaran a mantener el control... O eso esperaba.

Bien voy a soltarte. Digo mientras me levantaba y ofrecía mi mano para ayudar a Lopez a incorporarse.

Mire luego a todos. Está bien Doc, tome a los heridos y vayan a la enfermería, parece que podrá tener tiempo ahora para hacer mejor las curas. Entonces mire a los que mostraban signos de heridas. Da igual lo que opinen, irán con Fritz a la enfermería y dejaran que les cure en condiciones. Es una orden. Cuando esten remendados pueden dirigirse a la sala de control Sentencia ya que una herida podía infectarse y convertirse en un serio problema, había visto alguno de los tipos más duros sucumbir por una infección.

El resto iremos a la sala de control. Lopez usted vendrá con nosotros. Era una idiotez mandarla a la enfermería y era mejor tenerla controlada. En marcha. Dije para encaminarme hacia la sala de control. Tome a Daisy en mi mano.

Cassidy vamos hacia allí. Digo por el intercomunicador para que este informado.

Me aferre a su mano con fuerza y tras levantarme, me abracé fuertemente al sargento. Gracias le dije antes de soltarle.
Prepare mi arma y me posicione tras el sargento, autorrecordandome lo que me habia dicho minutos antes.

El sonido de la presurizacion me hizo respirar tranquila al ver a todos dentro.

López se batía en duelo contra emociones, y no pude sentirme más identificada con ella. Yo también perdí a un ser amado en batalla. Sin embargo, tal como me dijeron a mi, las cosas en el Ejército se hacían de otra manera y Hammer se lo recordó de la mejor manera posible dado el descontrol emocional de López. 

Tuvo suerte. Si hubiera sido otro quizá le hubiera roto alguna costilla.

No dije nada, para eso está Hammer. Y aunque hubiera podido no creía poder aplacar la furia de López. Malditos humanoides...

-Bien, chicos. El que este herido con Fritz. Los demás en formación detrás de Hammer.-  Dije poniéndome en marcha y vigilando de reojo a López.

-Hammer, toma... El rifle de Fisher. Por si las moscas... -  comente al sargento dándole el arma. Mejor ir preparados.

No sabía el porque, pero me temía que el androide no tenía demasiado que ver en eso. Si el era el traidor ... Era como señalar al elefante rosa de la habitación y decir que lo no mis. Absurdo y demasiado evidente. 

-Chase, aquí Jordan, vamos para allí. Que Rita no deje de vigilar a David.Corto-

A la orden Sargento.

Viendo que todos estaban mas o menos bien, me dirigí con el Sargento y con Lopez. Una vez me dirigí a Lopez poniemdome a su lado y una mano en su hombro.

- Mejor aquí, que en el campo de batalla. Creeme, se de lo que hablo. Se por lo que estás pasando. Es otro de los motivos por los que no ascenderé nunca.

Salisteis todos de la Sala de maquinas y os dirigisteis a la bodega de carga.