Partida Rol por web

Sí, fuera estaba el exterior, al menos se veía luz natural y entraba aire fresco, pero... el hueco era demasiado pequeño, no podía casi meter ni siquiera la cabeza, el cuerpo entero no podría caber.

La piedra de alrededor parecía dura, sería dificil tratar de romperla sin ninguna herramienta.

Pero... si conseguía llegar al otro lado sería libre...

o eso parecía...

Quint no pudo gritar sobresaltado al ver la desaparición del fantasma.

-¡Las hojas de papel! ¡Fue él!

Avanzó un par de pasos para intentar atrapar alguna, a pesar de que sabía que sería imposible.

-¡Ha estado siguiéndonos todo este tiempo!

Aaron se tranquilizó un poco... tenia que salir de allí y por lo menos ya habia visto una salida. Entonces pensó en que si usase su "poder" podria salir, pero para eso necesitaria romper ese sello de su pecho que sangraba.

Entonces se le ocurrió una idea. Se tumbó en el suelo y dejó gotear cera caliente encima de su herida... doleria mucho, pero la cera se efriaria y podria tapar la hemorragia y al caer caliente causar una pequeña quemadura que desformase el dibujo... las dos formas que se le ocurrian de romper ese sello que le impedia usar su poder...

No, la cera caliente no era ni siquiera dolorosa. Cuando entraba en contacto con su piel se solidificaba al instante y ni siquiera causaba quemadura en el cuerpo de Aaron. 

Y, realmente dudaba que eso pudiera romper el sello. Solo un poder enorme, o alguna técnica arcana de alguien que conociera la confección del sello o quizá... el mismo señor de los cuervos.

Catherine se quedó mirando a Quint con los ojos muy abiertos.

¿Qué quieres decir con las hojas de papel? ¿Quién os ha estado siguiendo?

Por supuesto, por mucho que tratara Quint coger cualquier hoja de papel, estas o bien se deslizaban por su mano sin hacer el más mísero contacto, o se movían demasiado rápido. O bailaban en el último momento para no dejarse coger.

Su plan habia salido mal... pero tenia que salir de allí, la pregunta era ¿como lo haria? Sabia donde estaba la salida, solo era muy pequeña, y ese sitio estaba lleno de magia...

Quizá esa "persona" que está colgada tiene que ver con la magia que hay en el ambiente... sea parte de un ritual o algo, si dice no estar vivo, quizá solo es una especia de "sombra" del propio ser, eso tendria sentido asi que probablemente le haria un favor quitandolo de hay

-Oye tu, respondeme ¿por que estás aqui? ¿que sabes de la magia que hay en el ambiente?

No hay respuesta...

Aaron se estaba volvia a agobiar, ya no aguantaba mas, agarró al hombre que estaba colgado del techo y tiró de él sin pensarselo dos veces con tuda su fuerza con intención de arrancarlo si fuese necesario...

Luego se arrepentiria de hacerlo, solo fué un ataque de ira por el agobio.

Aaron agarró el cuerpo con fuerza, y tiró de él hacia abajo. Sus músculos se tensaron y las venas de los brazos se marcaron en el joven convocador. Tirando con toda su energía, parecía que empezaba a ceder el cuerpo, pero las argollas que lo sujetaban mantenían firmes sus muñones.

Más... en un instante...

¡¡¡¡¡Crack!!!!!

El cuerpo se fragmentó, quedando colgado el torso por un lado, y la cadera por el otro cayendo las tripas por encima de Aaron, que se cayó de culo con el estómago del ser en sus manos.

- ¿Él? ¿Te refieres a...?

Faliar de repente recordó aquella voz que le habló cuando creía estar muerto. ¿Era posible que el sacerdote los estuviese protegiendo? ¿Y la mujer a la que se refería...?

Aaron se asustó e intentó quitarse los restos de encima, colocandose en un rincón de la habitación algo traumatizado por lo que acababa de pasar

cuando se tranquilizó un poco comenzó el ritual del Hierofante, se tomaria su tiempo, esa marca le molestaba y no estaba el loco para ayudarle

(si aparece)

-Hierofante, usa deshacer en la roca que rodea ese agujero para que pueda salir de aqui.

De pronto, a Aaron le embargó su poder. El sello era fuerte, pero el invocador era poderoso y aún así podía usar su magia para escapar de allí, o al menos es lo que intentaba.

Con unas palabras arcanas, y usando la sangre derramada por el suelo para hacer un círculo de invocación, Aaron atrajo al hierofante hasta su presencia.

Con un brillo blanco, apareció delante de él, mirándole perplejo.

-¿Pero... no acabo de venir ahora mismo?. Luego miró al extraño hueco en el techo.- Ah... vale, ya entiendo.

Cerró sus manos delante de su pecho, y las abrió súbitamente. Entre ellas apareció un hilo rojo que cogiéndolo por un extremo azotó las rocas que rodeaban el orificio, haciéndolas desvanecerse con cada golpe. 

Después de eso, y de la misma manera que había venido, desapareció.

Ahora, el espacio era mucho más grande, suficiente para que el cuerpo de Aaron pudiera salir, solo que tendría que trepar, había una distancia de unos 3 metros entre el exterior y él, y la pared no parecía muy estable en este momento para poder agarrarse.

Pero el cielo se abrió ante sus ojos, estaba mucho más cerca... mucho más cerca...

¿no parecia estable para trepar? Aaron no se paró a pensar en eso, en cuanto vió el agujero y el hierofante se fué, se acercó y comenzó a trepar

Un poco mas y lo habré conseguido...

Aaron empezó a subir, con cuidado para no caerse, pero con mucha prisa, pero la pared era difícilmente escalable. Además, su cuerpo magullado hacía difícil la tarea.

No llegó a la cima, y aunque vio como al subir algunas piedras caían, la pared se mantuvo firme, pero cuando estaba casi a un palmo, su mano no llegó a agarrarse, y cayó de culo contra el charco de sangre que se había convertido en ese momento la pequeña cueva.

El chico comenzó a oir, a lo lejos, un caballo al galope. Que al parecer, se dirigía al lugar dónde se encontraba. ¿Quién podría ser? ¿Quien vendría por ahí? ¿Estaría por alguna casualidad en algún lugar transitado? ¿Se habrían dado cuenta de la desaparición de la tierra?

Tantas preguntas, y tan pocas respuestas.

Aaron se pegó a la pared de la cueba y epseró para ver que pasaba... ¿quien iria en el caballo? ¿su captor? Tendria que esperar mas si queria saberlo, y eso haria.

Aaron esperó. Más o menos cinco minutos hasta que el caballo se detuvo. Según podía oir por el sonido de la respiración de la montura, habían parado muy cerca. Sospechosamente cerca.

Escuchó como un hombre desmontaba del caballo. Sin duda la visión de aquel lugar le había hecho detenerse.

Aaron continuó esperando un poco mas, a ver si se acercaba... pero decidió dejar de esconderse, se colocó debajo del agujero y grito

-¿hola? ¿Hay alguien ahí?

¿Qué? ¿Qué es lo que has hecho, monstruo?

La voz de Émil se distinguió claramente a traves del orificio, ahora ampliado. Al parecer el que estaba ahí arriba, el que ahora sabía que estabas ahí, el capitán de la guardia... estaba parado encima del lugar donde te encontrabas.

Aaron realizó un gesto de relajación

-Menos mal que aparece alguien, no se que ha pasado ni se donde estoy... ni si quiera quien soy, lo que se es que me desperté en un sitio oscuro por un ruido muy fuerte, encontré una trampilla y atravesarla aparecí en esta habitación con todo esto lleno de sangre y ese agujero del techo. ¿me ayudarias a salir por favor?