Partida Rol por web

No... estas... heridas no sé exactamente por qué las tengo. Aunque...

Aaron daba visibles muestras de dolor. Al fin y al cabo estar a las puertas de la muerte y "renacer" no es un proceso que no deje secuelas. Pero, gracias a la súbita confianza que había adquirido con Xerine, siguió hablando.

Aunque tiene un dibujo muy extraño, y muy parecido al del interior de la cueva que había al lado de mi cuerpo cuando me despertaste. ¿La has investigado?

Aaron miró su pecho, además de la herida con forma de hombre cuervo estaba el colgante que había recogido del interior de la caverna.

Y... bueno, estaba esto. Acarició la piedra verde con sus dedos. No sé muy bien qué función tiene pero no pude resistir la tentación de cogerlo, y colgármelo.

Xerine observó la piedra durante unos instantes

¿Es algo mágico? Si no sabes lo que es, mejor que lo dejes aquí. Podría atraer a otros brujos, o quién sabe a qué más

Luego reflexionó sobre las otras palabras del chico

Respecto a la cueva... No, no la investigué. Pero si no sabes como te hiciste esas heridas, y antes no tenías ese tatuaje, entonces está claro que alguien ha hecho algo con tu cuerpo mientras estabas inconsciente. Quizás Emil... No sé. Pero puede tratarse de alguna clase de ritual o ceremonia

No lo dijo, pero cada vez se sentía menos segura al lado de Aaron. La idea de que el chico fuera un barril de pólvora a punto de explotar comenzaba a convertirse en una posibilidad a considerar

¿No recuerdas nada más, no?

Ante la negativa de Aaron, se mantuvo un rato en silencio, mirando al vacío. Al final, cuando dicho silencio comenzaba a ser algo incómodo, volvió a hablar

Supongo que deberías saber porque estoy aquí, y no con Emil y su amo No le  miró mientras hablaba No sé que clase de poderes poseen esos dos, pero, desde luego, tienen que ver con algo oscuro que no estoy segura de querer averiguar. El Marqués quiso someterme, pero logré escapar. Ahora me buscan, y no pararán hasta dar conmigo

Volvió a mirar a Aaron, esta vez algo más seria

Por ello, necesito tu ayuda. Dentro de una semana, en teoría, viene un barco que viaja al continente. Hasta entonces, nos esconderemos, pero luego necesitamos una manera de colarnos sin que nos descubran. Quiero saber si puedo contar contigo

Necesito que me ayudes a escapar de esta isla, Aaron

El chico se quedó perplejo ante las palabras de Xerine. En ese momento no era de ninguna ayuda, solo era un estorbo, por lo que ayudarla a escapar era algo que estaba fuera de sus posibilidades... quizá cuando mejorara un poco...

¿Ayudarte a escapar?... Sí... claro... es lo más lógico, salir de aquí.

Aaron se quedó pensando un momento, parecía que quería decir algo pero no se atevía, o no encontraba la mejor manera de decirlo. Después de darle vueltas un rato, se decidió por soltarlo de manera directa, al fin y al cabo, ese era su estilo.

¿No crees que deberíamos encontrar a Faliar y a Quint? Ellos podrían ayudarnos también. ¿No?

Aaron se tocó el pecho.

En cuanto al colgante, tiene algo escrito, es curioso y la verdad es que me llamó la atención. Puede que más tarde sepamos cual es su utilidad, pero algo me impulsó a cogerlo.

Aaron mostró el colgante a la chica y se pudo ver, como grabado en la piedra, estaba escrito con letras pequeñas:

Para F.E. mi leal soldado.

Xerine evaluó la posibilidad durante unos segundos

Faliar y Quint... El primero tiene la sutileza de un orangután. El segundo probablemente quiera matarte. ¿O no te acuerdas de su advertencia en la playa? No me parece una persona demasiado abierta al diálogo...

Hizo una breve pausa. Luego suspiró

Además... ¿Para qué les necesitamos? Cuantos más seamos, más difícil será colarnos en el barco. Hasta entonces, y siempre que no nos encuentren, podemos mantenernos vivos, ocultos en el bosque. Yo te mantendré hasta que te recuperes. Y si nos encuentran... Bueno, eres un brujo, ¿No? Seguro que puedes improvisar algo sobre la marcha para sacarnos del aprieto

Esbozó una sonrisa irónica

La única razón que se me podría ocurrir para querer encontrarnos con ellos sería la de quitarnos al Marqués de en medio... Y no es tan sencillo. Tiene guardias a su servicio, y, aún en el hipotético caso de que lo consiguiéramos, aún quedaría el hecho de que pertenece a la nobleza. La gente del pueblo nos delataría, y sus familiares del continente pondrían un precio a nuestra cabeza. Nos convertiríamos en fugitivos

Para más inri, aún se te olvida el detalle más importante: No sabemos donde están. Y acercarse al pueblo para investigar puede ser peligroso, con Emil y sus perros vigilando cada resquicio. No, estamos solos en esto

En cuanto a ese colgante Señaló al objeto, que parecía brillar con luz propia Si no sabes lo que es, déjalo aquí. No llevaré un objeto como ese con nosotros, y más teniendo en cuenta en que situación te lo encontraste

Quint intentó dismular una mueca con la mano. Habría sido mucha suerte atar cabos desde cero, y precísamente de suerte andaba escaso últimamente.

-Y.. ¿Recuerdas si alguien tenía razones para entrar en la iglesia tras el accidente del padre? ¿O si tenía algún enemigo en la isla? ¿O alguien al que le contara algo de su "trabajo"?

Venga... ¡Tienes que saber algo!

¿Acercarse al pueblo peligroso? Es posible que esté Émil... pero por la noche no estará. Y quizá sea mi única oportunidad de supervivencia. Es cierto que ya no estoy inconsciente, pero estars heridas pueden infectarse, y no sé si tendrás conocimientos necesarios para curarme. 

No creas que no confío en tí. Has hecho mucho más por mí que cualquier otro... me has salvado la vida... pero, no puedo dejar de pensar en Faliar. Él sí que estuvo a mi lado... quizá... y solo quizá... pudiera hacerle llegar el mensaje a él y sólo a él.

¿Qué te parece?

Mientras Aaron hablaba, jugueteaba con el colgante entre sus dedos. Estaba claro que no quería separarse de él, había algo en él atrayente, que evitaba que se lo quitara. De hecho, ni siquiera lo había mencionado en su réplica...

-No... al menos no lo sé. Ya te digo que desde hacía unas semanas me mantenía lejos. Lo siento.

Catherine volvió a juntar su cuerpo con el de Faliar, pues era el único que le ofrecía confianza en ese lugar, además parecía que no le rechazaba, y esa sensación le era bastante nueva, había pocas personas en la aldea con las que gustara de relacionarse y Faliar le había caído en gracia.

Faliar no se soltó del abrazo de Catherine, pero se sintió un poco avergonzado; intuía que Quint empezaba a sentirse desplazado, y lo cierto es que si querían salir vivos de allí, tendrían que permanecer los tres juntos.

- Bueno.... está claro que tu padre sabía algo de lo que ocurre aquí... Tal vez en la iglesia podamos averiguar algo más

Una idea se le pasó por la cabeza

- Oye Catherine... si conseguimos solucionar algo de esto... ¿Te gustaría venir conmigo.... digo.... con nosotros?

Catherine enrojeció. Las palabras de Faliar le habían llegado hondo, era un hombre que le ofrecía compañía, cariño... lejos de esa aldea de paletos que no la entendían. Catherine deseaba ver el mundo exterior, pero no se lo decía a nadie, solo había una persona en el pueblo que lo sabía en ese momento, tras la muerte de Scot.

Miró a Faliar a los ojos, ignorando premeditadamente al chico rubio, y le dijo. 

-Yo... estaría encant... apartó la vista. Mejor solucionamos esto primero... ¿de acuerdo? Luego ya hablaremos del futuro.

Cambió de tema bruscamente.

¿En la iglesia? ¿No hemos estado ya allí? No sé porqué pero tengo el presentimiento de que la respuesta está mucho más cerca de lo que pensamos. Las palabras de Scott, no dejo de pensar en ellas...

Sé lo suficiente como para darte unos cuidados mínimos. Apenas son unos conceptos de primeros auxilios, pero si tu cuerpo es fuerte, y no tenemos muy mala suerte... Además, aunque vayamos al pueblo, es dudoso que haya alguien con conocimientos de medicina. Y nos arriesgamos demasiado. Emil no es tonto: Puede ser orgulloso, pero no ha llegado a ser capitán de la guardia por nada. He tenido tiempo de observarle, y, aunque pasional e impulsivo, también es astuto y calculador, en cierta medida

Apretó los labios, poco convencida

Ahora, piensa en la situación. Somos dos fugitivos, y nuestra única forma de subsistencia, teniendo en cuenta que ellos no esperan mis conocimientos sobre supervivencia, es el pueblo. Cualquiera con dos dedos de frente sabe que el mejor momento para robar algo de comida o buscar algún refugio contra las bestias es por la noche. Por tanto, si yo fuera Emil, habría puesto incluso más guardias a esa hora

Decidió cambiar de tema. No estaba acostumbrada a dar tantas explicaciones, y tampoco tenía ganas de discutir sobre algo que, desde su punto de vista, era bastante evidente

En cuanto a Faliar, puede que te ayudara... Pero la última vez que le vi estaba a los pies de Emil, moribundo y herido. Probablemente no se haya recuperado del todo, si es que aún sigue vivo, y sería más una carga que una ayuda. Puedo hacerme cargo de ti, pero más responsabilidades solo nos dificultaran la tarea. Y bueno, aunque no fuera así... Por lo que he visto, no es alguien demasiado sensato. Demasiado temperamental, y muy egocéntrico. Seguro que piensa antes con el corazón que con la cabeza. Y eso es justo lo que no necesitamos en este momento

Su tono era frío y tajante. No se veía signo de arrepentimiento en sus ojos, a pesar de que estaba hablando de abandonar a una persona a su suerte, lo que implicaba una más que probable defunción, a la larga

¿¡¡¡¡!¿!¿!Qué Faliar estaba... como!!!!!?!?!?

Aaron no se esperaba esa respuesta de Xerine. ¿Moribundo y herido? ¿Qué significaba eso?

Puedes contarme qué pasó cuando el cuervo... bueno... ya sabes lo que hizo.

El chico elevó su mano hacia su cara, palpando el lugar donde hasta hacía poco se situaba su ojo derecho. 

Yo me desperté allí, en la cueva, sin saber nada más, pero tú estabas allí... dijo recordando un poco lo ocurrido antes de su desvanecimiento- ¿qué es lo que pasó después de mi desmayo?

Xerine se encogió de hombros

Después de tu escenita con los cuervos, Emil quería llevarte con él. Tanto Quint como Faliar salieron en tu defensa, pero el capitán les derrotó sin muchos problemas. No sé que ha sido de ellos, pero no te voy a mentir: Probablemente ya estén muertos. Y si no lo están, poco les falta

Luego Emil me llevó a la mansión, y, por el camino, se detuvo unos minutos para llevarte con él al bosque. Creía que te había rematado, pero parece que ese tipo tiene más secretos de los que aparenta. En fin

Volvió a fijarse en el colgante, y, con un tono que no daba lugar a réplicas, cambió bruscamente de tema

El colgante. Quítatelo, y déjalo en el suelo

Quint permaneció en silencio durante unos minutos, intentando recordar las palabras del difunto Scott y darles algún sentido en su cabeza.

-¿No lo veis?...

Se detuvo un segundo.-La salvación... Nuestra condena..

Cruzó los brazos sobre su pecho como si fuera un cadáver, y continuó. En ese momento, las luces de la iglesia parecían iluminarlo solo a él creando un juego de luces y sombras que hacían de sus palabras algo muy especial.-La verdad... las tinieblas... Todo. Todo está aferrado por estas manos...

¿No lo veis? ¿El qué? Ahora mismo no vemos nada. Ni siquiera estoy seguro de por donde empezar a buscar el qué.

La salvación... Nuestra condena... Nuestro nuevo quebradero de cabeza. ¿Podría referirse a alguna pista? ¿Algo que descubrió en lo que fuera que estaba trabajando?

La verdad... las tinieblas... Todo. Todo está aferrado por estas manos...

-Mmm... Me parece que tengo algo...  Alegrad esa cara, porque creo que vais a poder contarle vuestro plan de iros juntos de la isla al mismo padre Scott.

- ¿Y como lo encontramos? Fue el fantasma el que decidió venir a nosotros

Como respuesta a la pregunta de Faliar, Quint se limitó a señalar con el dedo hacia el suelo.

- ¿No pretenderás abrir la tumba?

-No. No voy a dejar el colgante en el suelo. Tiene algo... ¿sabes? algo mágico. Y si soy capaz de obtener algo más de información sobre él puede ser que nos sea de utilidad. Sinceramente, ese lugar era muy extraño, y esto fue lo único que no me dio mala espina de allí dentro. Es cierto, no tengo claro para qué sirve, pero tengo el presentimiento de que nos será útil.

Aaron volvió a agarrar el colgante, estaba muy agradecido a Xerine de que le hubiera salvado la vida, pero no le apetecía dejar atrás lo único de valor e interesante que había visto ahí abajo.

-Respecto a Faliar... me da pena. Fue el único que en la aldea se mostró amigable conmigo, iba a acompañarme cuando saliéramos de aquí, ayudarme en mis viajes. Tenía buen corazón... Ahora empiezo a entender por qué Émil vino a buscarme esta mañana...

Xerine se armó de paciencia. Lo único que la separaba de cortarle la garganta a ese chico y dejarle colgado de un árbol como aviso a posibles perseguidores era la posibilidad de que, efectivamente, su magia pudiera servirles en un futuro próximo. En su opinión, el hechicero conocía demasiados detalles de ella, detalles que nunca deberían ver la luz... Si bien no era el único que, aparentemente, tenía dicho conocimiento. Por esa misma razón debía encargarse primero de escapar de la isla: Deshacerse del chico sería su siguiente paso

Sin embargo, su aparente rebeldía comenzaba a ser como poco molesta. Era fácil darse cuenta de que, a pesar de haberle salvado la vida, el chico no terminaba de confiar en ella. Era algo obvio, por otra parte: Había mostrado demasiado, más de lo que estaba habituada a mostrar. Y nadie que pudiera entrever la verdadera naturaleza de Ghost Note se fiaría de ella, eso era algo más que evidente. Sin embargo, la negativa del chico la ponía en una molesta encrucijada: Perder aún más confianza por parte del chico, o arriesgarse a que lo que fuera esa cosa en realidad volviera su poder contra ellos

Por enésima vez durante ese día, se replanteó si estaba haciendo lo correcto

Tendría buen corazón, pero eso poco importa ya. Arriesgarnos para salvar lo que quede de él sería la cosa más estúpida que podríamos hacer, y más cuando nuestra propia supervivencia prende de un hilo. Debemos de ser consecuentes; El mundo no es justo, por mucho que nos duela admitirlo

Clavó sus ojos en los de Aaron, y su expresión se volvió más seria si cabe

En cuanto al colgante... Si tantas ganas tienes de quedártelo, allá tú. Al fin y al cabo, tú eres el experto en magia, y no yo. Pero ten clara una cosa: Si resulta ser peligroso, lo dejaremos atrás. Si en algún momento se vuelve contra ti, no cuentes con mi ayuda. Y, por último, si me veo forzada a deshacerme de él... Lo haré, con tu consentimiento, o sin él

No era una petición, ni una pregunta. Era simplemente la confirmación de algo obvio