Partida Rol por web

Sonrió.

-Seguro que no.

Se giró para mirar a Alice a los ojos.

-No tenía ninguna pregunta en mente, simplemente quería hablar.

Alice asintió. Si le creía o no, no llegó a decirlo

No sé a qué atenerme contigo Continuó, hablando en un tono algo neutral, como si estuviera comentando el tiempo que hacía A veces me recuerdas a ese chico insensato de la isla de Corvinus, pero otras eres un completo extraño. Es como si alguien se hubiera metido dentro de tu cuerpo e intentara imitar a tu antiguo yo, pero sin saber nada de él excepto trazos fragmentados del guión

Aaron no dejó de mirar a Alice.

-¿Y qué te hace pensar eso?

No sé, es una impresión general. Olvídalo

No volvió a abrir la boca

Aaron volvió a soltar una carcajada.

-Primero sueltas la pulla y después te callas, ¿Verdad? Eso ya lo has hecho antes y es de muy mala educación.

Se giró para tenerla completamente de frente. Todavía sonreía.

-Ahora no puedes dejarlo. ¿Qué te hace pensar eso?

¿Ves? A eso me refería. El viejo Aaron nunca habría hablado de la buena educación. Sus modales brillaban por su ausencia, y no conocía límite alguno. Y, sin embargo, al mismo tiempo has demostrado que aún mantienes su falta de perspectiva, al acusarme de faltarte al respeto mientras te dedicas a acosarme con preguntas incómodas que muchos ni siquiera se replantearían responder. Es solo un ejemplo de los muchos detalles que muestran la contradicción. Puede que al perder la memoria hicieras tabula rasa, pero no has dejado atrás su esencia

Era curioso que se refiriera al antiguo Aaron en tercera persona. Como si no estuviera presente, como si fuera un difunto

Si no te hubiera conocido de antes, no tendría ningún problema con ello, porque no me esperaría nada de ti. Pero cuando estás tiempo con alguien acabas por etiquetarle, como has hecho tú conmigo ahora mismo. Le reduces a unos canones, crees que le conoces y preves sus futuros movimientos, pero luego cambia de rumbo y te sorprende. Antes jugaba con esa realidad, usándola a mi favor para salir adelante. Puede que por eso me resulte tan duro admitir que últimamente no hago más que caer en ella, como una novata

Volvió a mirar el paisaje, algo distante. Parecía que sus propias palabras le estaban dando en qué pensar. Solo pronunció una última frase, en un tono algo más bajo

No era una pulla

Aaron suspiró y se giró para observar el mismo paisaje que miraba Alice.

-Si, lo que dices es cierto, todos nos dedicamos a etiquetar a la gente. Lo necesitamos, nos hace sentir más seguros y esa es la base de la confianza.

Aaron desenfocó la mirada.

-Si lo que contáis que pasó en la isla es cierto no me extrañaría que eso marcara un antes y un después en mi vida. No se...supongo que somos conscientes de una parte de nuestra forma de ser, pero como contrapartida también hay una parte que no podemos controlar. Quizás la isla me enseñase cosas que no recuerdo pero que quedaron grabadas a fuego en mi alma, y quizás las cosas que recuerdo y las que no estén luchando de alguna manera. No lo se, es sólo una suposición.

El chico parecía sincero.

-No me gusta no saber quien soy-Dijo en un tono algo más bajo-¿A ti te ha pasado algo parecido? ¿Tu también has cambiado?

Alice asintió, sin añadir nada a lo que había dicho Aaron

Aaron asintió a su vez. Se hizo un ovillo y siguió mirando el exterior de la carreta. No añadió nada más.

Quint avanzaba a paso rápido entre la maleza, sin desviar la vista del frente. No estaba de humor para nada, solo quería alejarse de todo aquello y dejar atrás Koven y a Xerine antes de perder por completo el control y con ello la posibilidad de salvar a Selten.

-No os rezaguéis.

Tras unos minutos de silencio, en los que solo se oía el ruido de las ruedas traqueteando contra el camino, Alice se giró de nuevo hacia Aaron

Dime, Aaron... ¿Has oído alguna vez hablar del dilema del erizo?

Asintió.

-Si, la eterna duda entre querer o protegernos.

Calló, escuchando lo que Alice tuviera que decirle.

Hace tiempo una persona me explicó en que consistía, e insinuó que esa era la razón por la que me cierro a los demás. He pensado en ello desde entonces, y creo que, aunque en gran parte erradas, sus conclusiones guardaban cierta verdad, aunque una verdad difícil de admitir. Ahora, sin embargo, veo en ti la sombra del mismo dilema, pero no sé si es solo mi imaginación o una realidad

Hizo una pausa, y acto seguido se incorporó. Un instante más tarde, estaba sentada junto a él, mirándole fijamente

Déjame elucubrar: Hasta hace poco estabas solo, y no tenías a nadie. Ahora has encontrado a personas que parecen conocerte, que parecen saber más de ti que tú mismo. Personas que quieren estar contigo, que quieren ayudarte. Personas que te necesitan, y a las que necesitas... Pero aún no confías en ellas. No te atreves a abrirte, porque has sufrido mucho y crees que te pueden estar engañando. Aún queda una sombra de duda, una pequeña posibilidad de que todo sea mentira, de que te estén utilizando, y por eso te inmunizas ante ellas, incapaz de sentir apego al saber que en cualquier momento la ilusión puede hacerse añicos. Dime... ¿Qué tal voy?

Quint no parecía estar de humor; eso ya lo daba por supuesto. En realidad él tampoco estaba precisamente de buen humor; ya no solo era la preocupación y la ansiedad por encontrar a Catherine, además seguía cabreado con la actitud de Xerine, y el hecho de que tuviese razón le cabreaba más aún, aunque no sabía decir bien si con ella o con el mismo. Sabía que ella tenía derecho a no querer saber nada de él, pero no era necesario que fuese así de cruel e insensible (puro teatro, por otra parte), y que además pareciese que encontrase divertido provocar a Quint cuando el rubio estaba pasando por un momento tan malo. Ninguno de los dos se habían llevado bien nunca; de hecho en Corvinus llegaron a pelearse. Pero las cosas habían escalado ahora a un punto en el que en cualquier momento podrían estallar, y Faliar no dejaba de tener la impresión de que, en cuanto cruzasen las puertas de Ark, Quint se lanzaría a por Xerine, o tal vez esta decidiese atacar primero por precaución. Era normal tanta suspicacia; a fin de cuentas, ¿que buscaba ella en Ark? Todos habían expuesto sus motivos salvo Xerine y Aaron. Aaron le intrigaba, pero lo que realmente le preocupaba era lo que estuviese buscando Xerine, y además, aquella voz... Habló de una "mujer de ojos verdes". ¿La estarían esperando?

Recordó las palabras exactas de Xerine durante aquella conversación: "Quizás los dos encontremos la redención en este viaje". ¿Que otra redención quedaba para personas como ellos dos, que no fuese la muerte?

Saliendo de su ensimismamiento cuando Quint les dijo que no se demoraran, Faliar se acercó a su hija lo suficiente como para que pudiera oirle susurrar. No le había dicho algunas cosas, y pensó que debía saberlo.

- Hablé con Conrad, y por lo que me dijo, estoy ya casi seguro de que Xerine es... tu hermanastra.

Aaron estaba mirando fijamente a Alice cuando, un segundo después, se dobló sobre su tronco con un grito de dolor. Tuvo que apartarse en el último momento para no darle un cabezazo, quedando así agachado a su lado.

-Vas demasiado bien-Dijo con voz ronca, y cuando se incorporó recibió a la morena con una media sonrisa y el labio inferior cubierto de sangre. En el suelo que había estado bajo su cara también había un pequeño charco carmesí.

-Os he visto en algún otro momento de mi vida y ahora lo se, pero en esencia seguís siendo unos desconocidos.

La sonrisa se congeló en su rostro mientras se llevaba las manos a la cabeza y torcía el gesto. Le dolía.

Alice no se apartó cuando Aaron comenzó a toser, pero sí endureció su expresión

¿Hace cuánto tiempo te ocurre esto?

Aaron dejó caer la cabeza en la madera de la carreta que tenía detrás y cerró los ojos.

-No estoy seguro...creo que desde hace más o menos tres años.

Desde que recuperaste la memoria, pues. Eso no nos dice mucho. Ven, todavía tienes sangre en la barbilla

Cogió uno de los pedazos de tela que le habían sobrado de la ropa de Mani y lo acercó a la boca de Aaron para limpiar los pocos rastros de sangre que aún quedaban. Cuando este abrió los ojos, vio que ella le estaba mirando fijamente, seria y... ¿Preocupada? No, sería imposible adivinarlo. En sus ojos no se leía ninguna emoción

Y supongo que ha ido empeorando con el tiempo, ¿no?

Su rostro estaba relativamente cerca, aunque ella no daba muestras de advertir ese hecho