Partida Rol por web

Antichrist

Prólogo - Bienvenidos a Riverside Motel

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27/09/2019, 21:26
Narrador

24 de Noviembre de 1994. Ginebra, Suiza.

 

Hacía frío, mucho frío.

Daba igual las cantidades ingentes de ropa que llevaras encima, que estuvieras dentro de un vehículo con la calefacción funcionando o que acabaras de salir de unas cálidas termas. El viento soplaba con fuerza, colándose a través de las ventanas y clavándose en los huesos de aquellos que, a esas horas, seguían circulando por las desoladas carreteras de Ginebra.

Todavía no había caído la noche. Quedaban apenas unas horas para que el sol se escondiera en el firmamento dejando paso a una oscuridad cubierta de nieve y farolas tintineantes, pero las noticias sobre la tormenta habían protagonizado gran parte del camino. Sí, las noticias lo llevaban anunciando largo rato, una extrema caída de temperaturas que ahora mismo notabas y el cielo cubierto de nieves, dejando en esos momentos un leve granizo que posiblemente más tarde se convirtiera en tormenta. ¿Te daría tiempo a llegar a tu destino?

Tal vez lo mejor sería no arriesgar y dejar atrás las huellas en la nieve, aquellas que se borraban al cubrirse casi de inmediato eliminando todo rastro.

Tal vez ya no debería importarte esas pequeñas cosas.

Tal vez no haya un próximo “tal vez”.

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27/09/2019, 21:26
Narrador

Puede que hubierais sido los más previsores o teníais la mira en el hotel desde hace tiempo, pero la cuestión es que fuisteis los primeros en adentraros en los terrenos que correspondían “Riverside Motel”.

El lugar a primera instancia parecía desolado, incluso alguno podría pensar que estaba abandonado si no fuera porque a través de las ventanas se vislumbraban algunas luces y movimiento en el interior anuncio que, en realidad, había gente viviendo dentro. Pero si eso era cierto estaba claro que el lugar necesitaba una reforma si no quería venirse abajo: El cartel de entrada estaba desconchado y con una letra con la pintura destrozada, prácticamente leyendo “Motei” en vez de “motel”.

Los alrededores, aparte de estar cubiertos de nieve y dificultar su paso, estaban rodeado de un bosque que posiblemente en otra época dibujaba un hermoso paisaje verde aunque ahora los árboles estuvieran secos con hojas muertas.

Luca y Catherine tampoco tenían tiempo de quedarse inspeccionando demasiado el interior, notando una fuerte corriente de aire que les produjeron un escalofrío a ambos, puede que un estornudos, obligándolos a adentrarse a la puerta principal.

Al entrar encontraron una pequeña recepción donde apenas cabrían más de diez personas esperando auunque, en esos momentos, sólo encontraron dos.

En el mostrador había un hombre de avanzada edad y aspecto, dando ligeros golpes a una radio vieja que sostenía entre las manos.

En uno de los sillones había una niña pequeña que no tendría mucho más de diez años. Abrigada con un grueso jersey, jugaba con dos figuritas de plástico de cebra entre sus manos, entretenida moviéndolos de un lado a otro de sus piernas como si estuvieran caminando. Detuvo su juego cuando ambos entraron, guardando los juguetes y saliendo corriendo de la recepción por una de las puertas.

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27/09/2019, 21:27
Calvin Faure-Dumont

Oye mocosa, ¡vuelve al cuarto y enciende el calefactor que hace un frío de un par de cojones! – Grito con una áspera voz grave, denotándose que había un largo trayecto de fumador en sus pulmones.

El hombre se levantó de su asiento de mala gana, tirando la radio a un lado al desistir, momentáneamente, que funcionaba para atender a los nuevos clientes… o eso pensaba. Miró a ambos alternando la mirada como si de un partido de tenis se tratase, sopesando si eran dos críos con ganas de buscar una habitación de motel para sus “intimidades” o sólo venían a fastidiar. En cualquier caso, podían ser clientes.

Bienvenidos a mi motel, ¿buscáis una habitación? – Estaba claro que no tenía un don de gentes ni parecía el hombre más simpático y educado del mundo, volteando el rostro para tirarse un sonoro eructo.- Joder, por fin sale. Bueno, como decía.- Del cajón sacó dos cosas: Lo primero era una libreta donde llevaba la cuenta de todas las habitaciones del motel, una especie de agenda en la que organizarse; lo segundo era un pequeño mapa del lugar.- Tenemos habitaciones individuales, de matrimonio, especiales…- Levantó la mirada del mapa para echarles otro rápido vistazo.- Si queréis echar un polvo os recomiendo una de matrimonio.- Sonrió, dejando entrever algunos dientes amarillos por la nicotina.- Están ocupadas la 102, 108, 209, 304, 503, 504, 114, 216, 219, 310 y 317.- Confirmó el número de habitaciones ocupadas pasando un bolígrafo por las páginas de su agenda.- En las habitaciones especiales tenemos la habitación Cleopatra, Nero, Lucretia, Pink Moon, King o Pink, pero estas suben el precio. Bien, ¿cuál queréis?

Un fuerte golpe se escuchó fuera, en la entrada, como si hubiera habido un accidente a pocos metros de distancia.

Notas de juego

El mapa podéis verlo en la escena correspondiente de "Ambientación - Riverside Motel". Podéis coger la habitación que queráis menos las que ha dicho, eso sí, ninguno tenéis en vuestra ficha nada de recursos así que no podéis costearos ninguna de las habitaciones (normales o especiales). Es cosa vuestra ver cómo lo afrontais ;)

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28/09/2019, 18:21
Narrador

Marc estaba cansado. Todo lo que había construido parecía que se estaba derrumbando y, para colmo, su compañero había aprovechado un momento de fragilidad para propiciarle tal puñalada que apenas sabía si lograría mantener a flote el negocio.

Necesitaba descansar unos días, puede que una única noche lejos de las llamadas de empresa, de números rojos, de mercado de valores o encuestas de negocios en quiebra que ahora asolaban a los empleados. Necesitaba escapar de eso un par de horas.

Así acabó en mitad de la carretera sin rumbo, dejando que las luces de las farolas guiaran su camino aprovechando que todavía no había caído la noche. Miró por los alrededores pero todo parecía un extenso campo blanco con árboles, habiéndose encargado la nieve de tapar partes de carreteras o calles, sin saber si bajo un cúmulo de nieve había un coche o un cubo de basura.

No fue hasta que cruzó una bifurcación cuando vio un extenso cartel anaranjado con las letras algo derruidas, pudiendo leerse “Riverside Motei” al tener la “L” casi inservible. No estaba demasiado lejos, a un par de kilómetros siguiendo las indicaciones, el tiempo justo al comprobar que la gasolina de su coche casi había llegado a la reserva. ¿Le daría tiempo a llegar antes de quedarse parado en mitad de la nada?

Mientras se hacía esa pregunta, se fijó una figura femenina pegada a la acera que, al ver las luces del coche, se adelantó un par de pasos hacia la carretera para hacer autostop.

La chica parecía muerta de frío, y no era para menos teniendo en cuenta el temporal que se venía encima, cubriéndose el cuerpo con un grueso abrigo blanco mientras estiraba las manos, esperando que la viera.

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28/09/2019, 19:03
Narrador

El grupo al completo estaba cansado. Habían tenido un bolo en un antro bastante cutre donde apenas acudieron veinte personas pero eh, las bebidas eran gratis y lograron algunos seguidores que alabaron las canciones… o a la desinhibida cantante, depende de cómo lo mires.

Ahora ponían rumbo al siguiente concierto al saber que el tiempo que tenían era escaso, apenas tendrían tiempo de reponer fuerzas a descansar antes del próximo show y, para colmo, la tormenta no había favorecido al grupo. La mayoría de las carreteras estaban cortadas por la nieve y prácticamente las vías principales eran intransitables, teniendo que tomar acceso por carreteras secundarias que añadirían minutos extra a su tardanza.

Así acabaron en una extensa calle blanca iluminada únicamente por varias farolas tintineantes, aunque gracias a la luz natural todavía poder verse más allá de un par de metros a distancia.

En el interior de la furgoneta iban la mayoría de los integrantes.

En el asiento del conductor, controlando la música y encargado de que no sufrieran un accidente, estaba el baterista Marco. A su lado la única integrante femenina del grupo, Lys, situada en la parte del copiloto.

En los asientos traseros estaba Matthew en solitario.

El frío era palpable para todos, sobre todo porque el calefactor de la furgoneta hacía semanas que se rompió y, ahora, su único abrigo eran las mangas o chaquetas que llevaran consigo, a no ser que quisieran abrazar a uno de los integrantes de sangre caliente. El único que parecía sufrir en sus propias carnes el temporal era un serio Lars, quien sujetaba con firmeza los manillares de la moto a un par de metros de distancia del vehículo.

No fue hasta que cruzaron una bifurcación cuando vieron un extenso cartel anaranjado con las letras algo derruidas, pudiendo leerse “Riverside Motei” al tener la “L” casi inservible. No estaba demasiado lejos, sólo a un par de kilómetros de distancia siguiendo las indicaciones, el tiempo justo antes de congelarse el culo.

Notas de juego

Os juro, por lo que más queráis, que he buscado en todas vuestras escenas el motivo de ir al motel y no lo he encontrado. Me he repasado todas las escenas 4-5 veces (las privadas, el off y la de la banda) y nada, así que os puse un bolo y el frío. Si está mal lo siento, pero realmente que me he tirado un buen rato buscando.

Para el post, tirar Percepción + Alerta Dific 6

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28/09/2019, 19:12
Narrador

El grupo al completo estaba cansado. Habían tenido un bolo en un antro bastante cutre donde apenas acudieron veinte personas pero eh, las bebidas eran gratis y lograron algunos seguidores que alabaron las canciones… o a la desinhibida cantante, depende de cómo lo mires.

Ahora ponían rumbo al siguiente concierto al saber que el tiempo que tenían era escaso, apenas tendrían tiempo de reponer fuerzas a descansar antes del próximo show y, para colmo, la tormenta no había favorecido al grupo. La mayoría de las carreteras estaban cortadas por la nieve y prácticamente las vías principales eran intransitables, teniendo que tomar acceso por carreteras secundarias que añadirían minutos extra a su tardanza.

Así acabaron en una extensa calle blanca iluminada únicamente por varias farolas tintineantes, aunque gracias a la luz natural todavía poder verse más allá de un par de metros a distancia aunque, en el caso de Lars, seguía tranquilamente la destartalada furgoneta de cerca.

Pero a pesar de que era claramente más cómodo viajar solo y en moto, el temporal no ayudaba en el camino. El frío era palpable, tanto que tenía las manos entumecidas y notaba el moco colgandero cuando el viento golpeaba su costado.

No fue hasta que cruzó una bifurcación cuando vio un extenso cartel anaranjado con las letras algo derruidas, pudiendo leerse “Riverside Motei” al tener la “L” casi inservible. No estaba demasiado lejos, sólo a un par de kilómetros de distancia siguiendo las indicaciones, el tiempo justo antes de congelarse el culo.

Notas de juego

Tírame para tu próximo post Perc + Alerta, dif 6 :P

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28/09/2019, 19:37
Berto Benedetto

Felony se encontraba a pocos kilómetros del motel. Había sido convocado por uno de sus mejores clientes, el reverendo Berto Benedetto, un hombre de sacra educación pero perversa conducta que aprovechaba los días bisiestos para dejarse tentar por el mismísimo demonio.

Y así, aprovechando que la tormenta de nieve iba a arreciar pronto a Ginebra y que tendría tiempo de sobra hasta que el tiempo amainara, buscó el lugar más apartado y de bajo precio en el que perderse con el estrambótico Felony.

Ya llegamos, feligresa.- Depositó una mano en su pierna, acariciando el muslo sin demasiada sutileza antes de ponerla sobre el cambio de marcha, aminorando la velocidad al ver de lejos la fachada del motel.

El lugar a primera instancia parecía desolado, incluso alguno podría pensar que estaba abandonado si no fuera porque a través de las ventanas se vislumbraban algunas luces y movimiento en el interior anuncio que, en realidad, había gente viviendo dentro. Pero si eso era cierto estaba claro que el lugar necesitaba una reforma si no quería venirse abajo: El cartel de entrada estaba desconchado y con una letra con la pintura destrozada, prácticamente leyendo “Motei” en vez de “motel”.

Los alrededores, aparte de estar cubiertos de nieve y dificultar su paso, estaban rodeado de un bosque que posiblemente en otra época dibujaba un hermoso paisaje verde aunque ahora los árboles estuvieran secos con hojas muertas.

Condujo hacia la parte lateral, un parking por el que apenas se podía pasar y que, en esos momentos, sólo habían ocupadas un par de plazas. Aparcó el vehículo con dificultad, quitándose el cinturón de seguridad mientras echaba una sugerente mirada cargada de vicio a Felony.

Espero que tengas ganas de rezar…- Prácticamente nada más bajarse del coche escucharon un fuerte sonido a pocos metros, viendo un coche estrellarse contra el cartel que, ahora, había terminado por descolgar la “L” quedándose en un “Mote”.- Por los clavos de Cristo, seguro que esto es culpa de los nintendos.

El coche había quedado completamente incrustado en el soporte del cartel dejando el capó siniestrado, una rueda reventada y uno de los faros rotos. En el interior había soltado el airbag, pudiendo verse únicamente la figura de un chico con la cara incrustada en el blandito volante.

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28/09/2019, 19:57
Narrador

A pesar de que en el exterior hacía un frío glacial, dentro del vehículo de Andrea hacía calor aunque, en realidad, no sabía si era cosa de la calefacción o de la decena de copas que había consumido en Berna.

Notaba sudores fríos y le costaba ver la carretera a pesar de que prácticamente era una fina recta cubierta de nieve, incluso las luces de las farolas, a pesar de estar tintineando, le molestaban produciéndole un leve dolor de jaqueca.

Por culpa de la juerga que había corrido ahora le costaba mantener el vehículo sin formar pequeñas eses que, por la nieve, iban abriéndose cada vez más y más. Aparte su móvil sonaba pero, ¿dónde lo había dejado? Tenía pequeños olvidos de lo sucedido por la noche o dónde había dejado las cosas, pero no dudaba que en la pantalla saldría el nombre de su padre, siempre lo hacía.

Desde que lo mandó a Ginebra prácticamente cada noche le llamaba por teléfono para saber si estaba haciendo lo correcto, hablándole sobre la importancia de madurar y ser un hombre de provecho para el futuro.

Puede que fuera por sus problemas o que sus conexiones nerviosas no pudieran seguir concentrándose en la carretera pero al primer giro Andrea notó que perdía el control del volante.

Lo que vino a continuación lo recordó por pedazos: El sonido fuerte de un volantazo en el asfalto, derrapando por culpa de la nieve resbaladiza; Ver un poste de un cartel al que no le dio tiempo de leer el mensaje; notar un tirón en su cuerpo cuando se precipitó hacia delante, salvándose gracias al cinturón de seguridad; que el airbag de su coche se activara, depositando la cabeza sobre la superficie mullida; el humo que salía del capó, ahora incrustado en el poste; y dos personas borrosas que habían visto el accidente en primera fila.

Andrea acababa de tener un accidente de coche, uno que bien podría haber acabado en tragedia. Estaba conmocionado pero podía moverse, notando únicamente una pequeña herida en la frente que ahora sangraba.

Cuando alzó el rostro pudo leer, por fin, el contenido del cartel:

Bienvenidos a Riverside Mote.

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28/09/2019, 20:52
[Lars Landvik]
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

1 puto éxito... XD 

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29/09/2019, 13:54
Catherine

Tiritando entré al motel seguida de "Luca", al cual llamaría así por ahora para esta pequeña incursión, sin poder creer como el tiempo arreciaba en aquel momento cuando hace pocos días, aun con algo de frio, permanecía más calmado. - Brrr - me quejé un poco acercandome a mi querido amigo y compañero intentando así que se me pasara parte del frio, aunque obviamente necesitaría algo más que solo el aproximamiento físico.

Viendo aquel lugar me sorprendió ver a una cría tan chiquita por allí - Oh ¿se habrá escapado de casa? Que mona, aunque dudo que sea un objetivo a priori. - no paraba de pensar mientras me introducía al sitio hasta que la voz del recepcionista me confirmó que aquella cría solo era parte de su familia.

-¿Cómo no hemos visto ver la tormenta? - le pregunté por lo bajo a Luca mientras le guiñaba el hojo para que me siguiera el juego - Suerte que hemos encontrado este pequeño milagro ¿Verdad? - y aquellas últimas palabras las subí un poquito más de tono para que se me hiciera notar. No obstante el recepcionista ya estaba prejuzgando antes de tiempo, cosa que no vi hasta que empezó a decirnos habitaciones y las aconsejables para nosotros

Fue entonces al ver a Luca de nuevo y mirarle al hombre, que me reí suavemente como una dulce joven - Oh, por favor. Me agrada que nos vea como pareja, señor. De hecho es cierto, amo mucho a Luca, por algo somos hermanos. Pero creo que acostarnos sería muy mal visto, no solo ante los ojos de la gente - Si algo me ha enseñado vivir en un maldito orfanato con gente que creía en la religión, era para usar esta baza algún día -, sino ante los ojos de Dios.

Tras aquella aclaración pensando que podría haber despejado no solo una duda, sino un camino hacia la culpabilidad del que estaba tras la mesa de recepción, no paré de sonreir viendo que no me había afectado mucho aquello, ya que era normal pensar así - Queremos una habitación si, y creo que nos apañaremos con una sencillita, incluso con cama de matrimonio si es necesario. A fin de cuentas ya dormimos juntos cuando eramos niños - Y no tan niños - La cosa es que... Ibamos camino a casa de nuestra madre, que la pobre está enferma y no puede vernos tanto como desearía por la universidad, y nos ha pillado de golpe la tormenta. Iba a sacar dinero con la tarjeta de credito para pagarle pero... La maquina se la ha tragado, y no me ha dejado sacar dinero. Iba a llamar al servicio tecnico, pero debido a la hora y al frio de fuera, vinimos corriendo a refugiarnos aquí.

-Igualmente no se si vendrían ahora aunque no se haya acabado el día... Pero habiamos pensado que igual, apelando a su buena voluntad - Me fui acercando inocentemente para que se centrara en mis palabras y un pequeño trato que iba a proponerle - Podría darnos una habitación sencillita y, mañana, le pagaramos un plus por ella y por las molestias. A fin de cuentas, parece usted muy buena persona, como para dejar a dos jovenes a la suerte del frio nocturno. - Con el pie mientras hacía que se fijara en mi, golpeé muy levemente la pierna de Luca para que el también intentara "apelar" a su buena voluntad, o simplemente me siguiera el juego

- Tiradas (1)

Notas de juego

-2 dif por voz encantadora

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29/09/2019, 16:41
[Lys]

"Oh, la nieve. Que bonita."

"Puta mierda de nieve de los cojones, frío de mierda, nos va a joder el bolo, no va a venir ni dios."

"Necesito una rayita.

"Se me ha acabado el esmalte negro. Puta mierda. Me cago en la puta mierda de este puto sitio en casa Cristo, me cago en Suiza, me cago en los suizos francoparlantes y en toda..."

"Bolo, bolo, bolo, bolo... Lo voy a petar esta noche."

Todos estos pensamientos rondaban la mente de Lys mientras la furgo recorría aquella carretera de mala muerte, mientras el sol se extinguía en el horizonte, mientras la noche (el momento del día favorito de Lys) todavía peleaba por llegar. La muchacha estaba apoyada contra la puerta de la furgoneta, con los pies descalzos encima del salpicadero, doblada en una incómoda posición en la que insistía en permanecer para pintarse las uñas de los pies. Pese al frío, se había arriesgado a sobrevivir con la calefacción del coche y solo llevaba unos short vaqueros, sus gafas de pasta (pasaba de lentillas al viajar) y una camiseta de tirantes de Motörhead. Por no llevar, no llevaba puesto ni el cinturón de seguridad. Colgado del asiento, eso si, estaba su fiel abrigo de invierno rosa, que contrastaba con todo el resto de su vestimenta, en especial con su cinturón de pinchos y todos los otros muchos punzantes abalorios. Pero a Lys le molaba el abrigo rosa, era muy calentito, y tan largo que llegaba hasta casi los pies, y estos estaban bastante resguardados con las botas militares que tenía ahora mismo tiradas en el suelo del coche. 

- Down bitch, down to me... - ronroneaba la muchacha ajena a la música del coche, recordando la letra de una de sus canciones, con la cabeza pegada a la ventanilla de la furgoneta. Esa la había compuesto Lars. Su voz podía sonar dulce y suave, o grave y atronadora, según lo necesitase, pero cuando tarareaba atolondrada sonaba mucho más cercana a la niña que todavía era que a la mujer que aparentaba ser. 

A medida que avanzaban por la carretera, sus pensamientos iban entrando y saliendo, causando reacciones acordes a lo que proponían. Hubo un momento que volcó un poco de cocaína sobre el salpicadero, la esnifó de una tacada, lanzó un largo: "AHHH" y luego, tras mirar hacia Marco y lanzarle un beso y un guiño, señaló el salpicadero.

- ¿Te hago una? - propuso. 

Luego su humor se agrió un par de veces, se animó otras tantas, y al final era difícil predecir como se encontraba. Era obvio que no tenía ninguna gana de hablar con Matthew, no por nada distinto de otras veces. Había días que se cabreaba con uno, con otro, dependiendo de la última tontería que hubiese pasado. Aquella vez, simplemente el muy soplapollas se había creído que podía meterle mano sin preguntar, y aunque había tenido ganas de agarrarle los huevos y apretar, Lys se había mostrado comedida por una vez y simplemente se había cambiado al asiento del copiloto en la última parada.

- Marqui Mark, ¿falta mucho? - le preguntó al conductor, bajando el pie derecho desde el salpicadero hasta el brazo del conductor, y frotándole el brazo para que le respondiera-. ¿Eh? Me estoy cagando, Marqui, písale - le cuenta, en un maremagnum de seducción y palabras muy poco seductoras. 

Es en ese momento cuando levanta la vista y observa el cartel del motel, y la carretera. 

- Hostia, pavos, mirar - sonríe, empujándole a Marco la cara con suavidad con el pie, entre juguetona y divertida-.  Vamos, venga, que me cago. ¡Bolo, bolo, bolo! Vamos a petarlo hoy, tíos. ¡¡VAMOS A PE-TAR-LO!! - repite con voz atronadora, mientras observa su destino con una alegría palpable.

Tiene muchas, muchas ganas de liarla esa noche. Más de lo normal. Quizás porque ese reconcome que siempre la sacudía cuando no estaba muy borracha o colocada empezaba a resurgir y le apetecía apagarlo cuanto antes. O quizás porque en la nieve y el frío se hacían muchos amigos. Probablemente era una mezcla de todo.

En todo caso, poco importaban las razones, lo único que sabía es que esa noche sería suya. Fuese como fuese. 

- Tiradas (1)
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30/09/2019, 08:45
[Andrea Sarkov]
Sólo para el director

Creo que lo que me despertó fue el propio dolor de cabeza. Me dolía con intensidad y de forma muy localizada. 

La tormenta continuará durante las próximas horas. Se esperan grandes precipitaciones en forma de nieve. Se recomienda a toda la población no salir de sus casas y no utilizar, en forma alguna, su vehículo. La práctica totalidad de las carreteras se encuentran cortadas, existen proble....

 

El rumor del sonido de la radio me llegaba como con cierta distancia. Poco a poco despegué mi cabeza del airbag y del volante, mientras intentaba, con todas mis fuerzas, abrir los ojos... me apoyé en el cabecero y me toqué la herida que podía averiguar en mi frente...

Un rastro de sangre se pegó en mis dedos...

Joder....

Me esforcé por enfocar la vista en el exterior del vehículo. Sentía frío.... Normal, el puto motor se había jodido, consecuencia, sin duda del fuerte golpe: Resumen: el coche a tomar por culo....

Coño, lo que me faltaba.....

Un ruido desvío mi atención... el puto móvil seguía dejando escapar su tono: "El padrino". Había asociado aquella melodía al número de mi padre. Me pareció que ni pintado. Así sabía cuando, simplemente, debía de ignorar la llamada o mandarle a a la mierda.

Pero dónde coño estaba el móvil?

Rebusqué con mi mano por el suelo del coche hasta que lo localicé debajo de mi asiento. Corté la llamada y lo guardé en el bolsillo de mi gabardina.

Lo único que me faltaba era tener que contarle a mi padre que había estrellado su BMW... por segunda vez...

Vislumbré una luz a pocos metros.

"MOTEL RIVERSIDE"

Joder, un puto antro. 

Pero mejor un puto antro que nada.

La puerta se había atascado, producto, sin duda, del golpe. 

Mierda!, mierda! Mierda!

Cambié al lugar del copiloto y, afortunadamente, ésta se abrió sin problemas.

Joder, si el frío dentro del coche era insoportable, el de fuera era indescriptible.

Avancé hasta el maletero. Allí había dejado una pequeña bolsa de viaje que, si no recogía ahora, nunca lo haría, porque no estaba dispuesto a salir de mi futura habitación hasta que aquella tormenta de los cojones estuviera, como mínimo en otro país.

Avancé hasta la que se adivinaba como la entrada del motel. No estaba seguro de encontrar alguien en recepción.

Abrí la puerta y entré.

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30/09/2019, 13:24
Marco Hegg

Mientras sonaba la canción, Marco tamborilleaba con sus dedos en el volante, concentrado en manejar. También pensaba en todo lo que tendrían que hacer, como afinar los instrumentos, las pruebas de sonido, pelear con ciertas personas sobre qué temas debían tocar, como que finalizar el show. Le daba vueltas a una canción que estaba escribiendo, tributo a Cobain. De momento estaba seguro que la idea de Lys de nombrar al tema “Disparo a la cara” no era una genialidad.

-¿Qué?- miró de reojo a la cantante, llegándole algo tarde su pregunta-. Luego, cuando lleguemos. Necesito algo de inspiración-  otra vez sus ojos fueron hacia la carretera, donde intentaba ver algo a través de la nieve. Quedarse en el camino era difícil. Entonces pareció caer en algo, girando su cabeza hacia Lys-. ¡Hey! Cúbrete la garganta. No quiero que cojas un resfriado- lanzó un bufido, teniendo que estar siempre detrás de todos ellos. Lo que le hizo mirar por el espejo retrovisor, para notar las luces de la moto de Lars-. Solo espero que si le tenemos que cortar algo por el frio sean sus huevos, solo necesitamos que pueda seguir tocando- la idea de cortarle los huevos le hizo sonreír-. Falta poco, pero si seguimos dando rodeos no vamos a llegar más- odiaba llegar tarde, eso precipitaba todo y uno tenía que improvisar. No era algo malo a veces, pero la banda era bastante caótica si se le daba trabajar libremente.

A lo lejos vio luces, mostrando tímidamente un hotel la nieve cubría de a poco. La verdad que no se perdería nada si lo cubriera totalmente, así uno pensaría que habría algo bueno debajo. Los pies fríos de Lys le tocaron la cara, apartándose el cabello y lanzando un mordisco a la joven. Era una de las pocas a las que concedía buena parte de sus caprichos, después de todo era una pieza fundamental del grupo. Bueno, todos lo eran, pero a algunos los cambiaria si encontrara a alguien mejor.

-Mejor parar- estuvo de acuerdo, sobre todo porque la caravana empezaba a irse de lado cada vez más-. ¡Matt! ¿Estas despierto? Vamos a detenernos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Creo que no lo dijimos, pero es todo culpa de Lars

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30/09/2019, 21:21
Luca

Hacía frío y la verdad, el dinero no daba a suficiencia nunca como para comprar un abrigo de calidad por lo que entraron arrimados el uno al otro para poder calentarse un poco con el contacto aunque no era muy efectivo en ese momento, algo hacía. Aquel clima no les dejó tiempo ni de pararse a pensar si sería un buen lugar donde robar, se frotó los brazos y luego la nariz enrojecida por el aire frío, le abrió la puerta a su compañera para que entrara primero y se quedó atrás, observando en silencio a la niña y al hombre el cual parecía ser el padre y también quien llevaba el motel. 

Completamente calmado miró a la chica y negó ligeramente ante su guiño y comienzo de conversación, haciendo así su parte. - No es difícil llegar a la conclusión de que el tiempo a veces es impredecible... Se supone que hoy no debía nevar con tanta fuerza, pero aquí lo tienes. Se quitó el guante izquierdo y le puso la mano sobre la cabeza, sonriendo ligeramente ante la conclusión a la que había llegado a pesar de saber que lo decía para distraer de la realidad al hombre que los atendía.
- Esperemos que lo sea, Cat. 

Se fijó en el hombre y un leve sonrojo apareció en sus mejillas, completamente involuntario y causado claramente por haberlos confundido con una pareja y más aún, sugerir algo tan íntimo de forma tan soez. Estaba por replicar cuando se le adelantó su compañera haciendo que simplemente sonriera con cierto alivio de ver que se desenvolvía, como siempre... -Mientras podamos descansar en el calor de una habitación será suficiente... Se quedó callado, escuchando a Gabi hablar sin parar y con una soltura increíble, realmente tenía un carisma especial, algo de lo que el carecía, no era capaz de hablar bien con desconocidos pero ella suplía esa debilidad y lo transformaba en un trabajo de equipo pues el lo único que debía hacer era reafirmar su historia, siendo simplemente el. Terminó de quitarse ambos guantes y entonces le puso una mano en el hombro a la chica, colocándose a su lado y suspirando. - No puedes pedirle algo así sin más...  me ofrezco como garantía de pago, si no llega el dinero a tiempo... Podría trabajar para usted gratis hasta saldar la cuenta. Sabía que el dinero llegaría de un modo u otro así que no le preocupaba, tampoco estaba mintiendo en lo que decía, si por cualquier razón debían quedarse más de lo debido en ese lugar, trabajar y enterarse de cualquier cosa sería lo mejor además de que adentrarse en las habitaciones para poder hurtar mientras simplemente pagaba con trabajo su propia estancia. No parecía mal trato y posiblemente a Gabi tampoco le pareciera mal.

Notas de juego

No tiro subterfugio ya que no está mintiendo, si debo tirar algo no sé qué es :/

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30/09/2019, 23:06
Matthew Pretty

Desde que la temperamental y alocada Lys decidiese pasarse al asiento del copiloto, molesta sin razón alguna porque Matt le manoseara el culo y tratase de besarla, cuando había sido ella la que había estado calentándole una y otra vez desde que acabasen el bolo, insinuándole al oído que quería hacerle de todo y casi desvistiéndolo, el joven australiano se había tumbado de parte a parte del asiento posterior, con una almohada en la cabeza para estar más cómodo, en silencio y visiblemente molesto, pasando de todo y percutiendo rítmicamente los pies en una de las puertas. Le repateaba que la fémina tuviese esa marcada bipolaridad enfermiza, y que si en un momento dado era capaz de desear abrazarle y besarle, al momento actuase como si le diese asco y tuviera la peste. 

Aquello le había hecho recordar a Klara y le dolía no haberle dado un respuesta clara. Aunque para el resto del grupo la respuesta fuese bastante obvia, no pudiendo nadie negar que Lys era mucho mejor cantante y tenía más presencia en el escenario que Klara, para Matt, quién tenía intereses y una relación que le unía en cierta medida con la ex cantante del grupo, todavía tenía serías dudas al respecto sobre su futuro. Siendo objetivos, Matt había conocido al grupo años atrás gracias a Klara,.. ella les había presentado y ayudado a que se integrara, le había dado alojamiento en su apartamento durante todo el periodo de intercambio por un más que módico precio, y posteriormente, viviendo de gratis y manteniendo una relación en una delgada línea entre lo que se consideraría amigos con derecho a roce y novios, difícil de concretar. Prácticamente la batería nueva de Matt había sido pagada por piezas por la joven a modo de "regalos", e incluso la ropa que llevaba había sido comprada y elegida por la joven. ¿Estaba siendo un cretino y vil traidor por no posicionarse en su favor, defendiéndola frente al grupo en lo referente a ser sustituida por Lys? 

Klara había sido muy concisa y directa antes de que se fueran. Era ella o la banda, y si no se posicionaba en su favor y la defendía frente al resto, amenazando con largarse y dejar de ser el baterista, habían terminado lo que fuese que tenían entre los dos, y eso incluía buscarse un apartamento nuevo donde quedarse. Matt estaba librando una guerra interna y tenía sería dudas de cuál sería su decisión final. ¿Debería encontrar un momento propicio para abordar el tema, que sin duda traería controversia y complicaciones?

Sumido en sus pensamientos estaba, casi sin prestar atención a lo que hacían aquel par ennla parte delantera de la flagoneta, como le gustaba llamarla, cuando Marco lo sacó de su ensoñación.

- ¿Qué? Ah, si claro. Si que estoy despierto... Parece que cae una buena y no se ve una mierda, ¿Donde piensas detenerte?  - comentó en tono neutro, sin dedicarle si quiera una miradaa a Lys por ser una ingrata, y solo dirigiéndose a Marco. ¿Es eso de allí un cartel anaranjado? Mira a ver si puedes encontrar un camino para acercarte y encontramos algún refugio. Hace un frío de cojones...

- Tiradas (1)
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01/10/2019, 09:55
Narrador

La calle parecía estar completamente vacía de transeúntes, algo lógico teniendo en cuenta que el temporal estaba cada vez más agresivo y apenas se podía pasear fuera sin pescar un resfriado.

La nieve impedía ver más allá de unos palmos a distancia, dificultando la marcha, aunque eso también supuso una ventaja a la hora de poder “admirar el blanco paisaje”. Y eso fue lo que hizo Lars aprovechando ese lento viaje, oteando a sus alrededores para fijarse en algunas casas circundantes que debían de tener personas dentro al estar las luces encendidas.

Sin embargo, a medida que seguía conduciendo se fue fijando en una serie de rasgos curiosos. Muy pocos intrépidos se habían atrevido a salir para colocar cosas en los nevados jardín aunque, ¿en pleno noviembre? ¿No era demasiado pronto para la decoración navideña? No fue hasta que giró en una de las curvas cuando vio que uno de los vecinos, un hombre de mediana edad con una túnica negra, colocaba en mitad de su jardín una gran cruz de madera al lado de su puerta, clavándola con tornillos y ayudándose del martillo.

Parecía ser algo curioso, tal vez de algún devoto que esperaba así bendecir su casa, pero en el trayecto llegó a ver hasta tres casas distintas seguían el mismo patrón.

Notas de juego

Todo tuyo

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01/10/2019, 11:10
[Lars Landvik]
Sólo para el director

La nieve y la ausencia de gente en la calle no hacía sino acentuar el ruido de mi vieja moto y el frío se filtraba a través del casco, la chupa, la bufanda y los guantes, pero sobretodo dolía en las pocas zonas de la cara donde tenía la piel al descubierto. Aunque crecí en Noruega y estoy acostumbrado al frío no implica que sea inmune a él.

- Se me van a congelar los huevos, pero mejor eso que aguantar al capullo de Marco y al hiperactivo de Matthew, haciendo esos putos solos en cualquier superficie... idiotas...

Me gusta viajar solo por la carretera, aunque siempre voy siguiendo a la destartalada furgoneta del grupo y vigilando que el remolque con todos los instrumentos no decida irse por su cuenta. Me da una paz que dentro de la furgoneta no tengo y eso es lo que me permite aguantar a la mayoría de componentes del grupo. Esta vez no es diferente y me mantengo lo suficientemente alejado para verlos incluso con el temporal, pero no para comerme el puto humo del motor de ese trasto con ruedas.

Veo algunas casas con luces y las chimeneas echando humo a destajo y me imagino delante de una hoguera calentándome las manos y bebiendo una buena cerveza cuando veo un cartel... ¿"Riverside Motei"? Espero que sea Motel y sólo está a 2Km, mejor parar ahí antes de que nos quedemos atrapados en un temporal de hielo... Era duro, pero no tanto.

De camino me fijo que algunas casas han clavado o están clavando cruces de madera en el jardín, nunca entenderé a esa gente religiosa que cree que por clavar algun simbolo, un ente superior va a protegerles... ¿de que iba a protegerles? ¿del tiempo? ¡vaya gilipollez!

- Menudos gilipollas... ¡USA LA MADERA PARA CALENTARTE IMBÉCIL! - Le grito a un tipo vestido de negro que estaba clavando una de ésas cruces en el jardín mientras paso con mi moto a toda la velocidad que me permite la nieve y la furgoneta con el resto del grupo.

Al cabo de unos minutos llego al motel, no ha sido tan difícil y parece que llego justo a tiempo para no congelarme el culo.

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01/10/2019, 13:24
Felony

A pocos kilómetros del motel, se encontraba Felony, en el coche de uno de sus más devotos clientes, el sacerdote Berto Benedetto. No era Bill Murray, ni Harrison Ford ni ninguno de esos grandes actores a los que el peculiar prostituto solía mencionar entre sus conquistas de juventud, pero era un hombre con dinero y para Felony aquello era suficiente. Nunca le hacía ascos a nada.

Felony se había preparado especialmente para la ocasión. Llevaba puesta una peluca negra y rizada, las cejas pintadas, la sombra de ojos coloreada, los labios rojos de un intenso rojo carmín, colorete en las mejillas e incluso se había pintado un lunar negro sobre el lado derecho del labio. Además, había decidido llevar un vestido rojo demasiado ceñido para su gordura y bastante hortera, que le hacía parecer una prostituta de western.

Cuando el padre Benedetto deposita una mano sobre la pierna del prostituto, Felony sonríe con una mezcla de picardía y malicia. Pese a que no le atraen los hombres mayores con sotana, es toda una experta a la hora de fingir, por lo que posa una mano con uñas postizas sobre la mano del sacerdote, instándole a que dejase la mano sobre su pierna.

-No se corte -le dice el prostituto, con su mejor tono provocativo. A Felony no le disgustó el aspecto del motel. Algunos de sus clientes le habían llevado a lugares en los que directamente el techo se caía a pedazos-. Siempre tengo ganas de rezar, especialmente cuando tengo pensamientos impuros con un hombre atractivo. ¿Es grave, padre?

Felony puso morritos y se disponía a darle un beso en los labios al religioso cuando, de pronto, tuvo lugar el accidente de aquel coche que acababa de estrellarse contra el cartel del motel. El prostituto solo pudo pensar en lo inoportuno de la situación, y observó que había un muchacho con el rostro incrustado en el airbag del volante.

-Habrá que ayudar a ese pobre joven -dijo Felony, agarrando bien su bolso, en cuyo interior portaba una pistola cargada con balas de fogueo. El arma no le servía de nada, con eso no podría matar ni a una mosca, pero para el prostituto era la herramienta perfecta para intimidar a las prostitutas callejeras que trabajaban en su misma zona-. Es nuestro deber como buenos cristianos.

Por supuesto, Felony no descendió del coche para acudir en ayuda del muchacho, aguardando a que fuera su cliente quien se adelantara para hacerlo. No porque fuera una mala persona, que lo era, sino por el hecho de que Felony era ante todo una diva.

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03/10/2019, 20:12
Narrador

24 de Noviembre de 1994. Ginebra, Suiza.

 

Hacía frío, mucho frío.

Daba igual las cantidades ingentes de ropa que llevaras encima, que estuvieras dentro de un vehículo con la calefacción funcionando o que acabaras de salir de unas cálidas termas. El viento soplaba con fuerza, colándose a través de las ventanas y clavándose en los huesos de aquellos que, a esas horas, seguían circulando por las desoladas carreteras de Ginebra.

Todavía no había caído la noche. Quedaban apenas unas horas para que el sol se escondiera en el firmamento dejando paso a una oscuridad cubierta de nieve y farolas tintineantes, pero las noticias sobre la tormenta habían protagonizado gran parte del camino. Sí, las noticias lo llevaban anunciando largo rato, una extrema caída de temperaturas que ahora mismo notabas y el cielo cubierto de nieves, dejando en esos momentos un leve granizo que posiblemente más tarde se convirtiera en tormenta. ¿Te daría tiempo a llegar a tu destino?

Tal vez lo mejor sería no arriesgar y dejar atrás las huellas en la nieve, aquellas que se borraban al cubrirse casi de inmediato eliminando todo rastro.

Tal vez ya no debería importarte esas pequeñas cosas.

Tal vez no haya un próximo “tal vez”.

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04/10/2019, 19:19
Narrador

Mel estaba cansada.

Conducía hacia ninguna parte repleta de recuerdos de una época gloriosa donde su rostro estaba en todos los carteles de la ciudad y su nombre se coreaba en las calles. Ahora sólo eran sketch de una película que nunca saldría a luz, olvidando la cinta en el trastero de algún viejo cine de barrio.

Así acabó en mitad de la carretera sin rumbo, dejando que las luces de las farolas guiaran su camino aprovechando que todavía no había caído la noche. Miró por los alrededores pero todo parecía un extenso campo blanco con árboles, habiéndose encargado la nieve de tapar partes de carreteras o calles, sin saber si bajo un cúmulo de nieve había un coche o un cubo de basura.

No fue hasta que cruzó una bifurcación cuando vio un extenso cartel anaranjado con las letras algo derruidas, pudiendo leerse “Riverside Motei” al tener la “L” casi inservible. No estaba demasiado lejos, a un par de kilómetros siguiendo las indicaciones, el tiempo justo al comprobar que la gasolina de su coche casi había llegado a la reserva. ¿Le daría tiempo a llegar antes de quedarse parado en mitad de la nada? ¿También su coche se encargaría de que la olvidaran en plena tormenta?