Partida Rol por web

Nathalie miró de soslayo al perro de Mike y después a su dueño.

-Podemos ir en mi coche si hace falta. Tu guias Mike, ¿no deberíamos ir a la escena del crimen primero, ya que estamos aqui?-le preguntó.

En breves segundos luego de llegar, un ruido en la puerta del Burger Prince llama la atención de Ian. Allí, un perro de raza dudosa ingresa al establecimiento metiéndose con Mike.

-Anda, que el cabrón trajo a perro.- musitó el fotógrafo. Le tenía cierto pánico a los animales. En experiencias pasadas habría sido atacado por estos caninos al ingresar a establecimientos de forma poco legítima a realizar su trabajo.

Al escuchar su gruñido, no puede evitar soltar otro comentario. -Esa animalia.

Estaba absorbido en lo que veían sus ojos, hasta que el hombro de Nathalie entrando en su campo visual le recordó dónde estaba. Al escuchar la sugerencia de la periodista, sin embargo, su postura cambió. -Oh, ¡sí! ¿Ya iremos a la escena del crímen? Estoy ansioso por tomar fotos de Gata Azul. Quiero que sea conmemorada por el mundo como la valiente heroína que ha sido.- No faltaba decir que sus palabras no solo cargaban entusiasmo sino dolor y sentido del deber por aquella mujer valiente que a sus ojos habían captado tiempo atrás. Coincidentemente, poco después del desastroso evento que le trajo a esa ciudad.

-Eso sí, a mí no me sientan al lado de esa bestia.

Tomó la media hamburguesa que le quedaba y se levantó de la mesa, ligeramente desilusionado por no poder seguir molestando a la periodista, aunque su cabeza iba a agradecer el paso a un lugar más silencioso. Devolvió la sonrisa a la camarera y le hizo una media reverencia, sacandose el sombrero. La atención de ese tipo siempre era apreciada.

Al salir su sonrisa se ensanchó al ver a su querida Winona, y le sacó el papel a la comida, antes de tirarsela, observando como el animal la atrapaba en el aire, y la devoraba casi de un bocado. Hubiera sido muy divertido ver al fotografo retorcerse por su cachorro, si no fuera porque la gente con miedo era estúpida...  y los estúpidos era peligroso. Encendió otro cigarro con la colilla del anterior y la tiro al suelo, dandole un pisotón.

-Caminaremos, chico bonito - Le informó dando una pitada y empezando a andar hacia el lugar, con Winona trotando junto a él.

En pocos minutos hacen el recorrido a pie, apenas intercambiando algún otro comentario. Mientras se acercan se hace mucho más evidente que ya la policía forense ha terminado con el lugar, y la gran afluencia de curiosos ha ido bajando hasta quedar sólo unos pocos. De no ser por la cinta amarilla que cubre puertas y ventanas alrededor de la casa, habrían podido jurar que se trataba de cualquier otra casa de suburbio dejada al abandono.

A uno de los costados de la casa se encontraba la alta cerca que, Mike sabía, daba hacia la alberca vacía donde se había encontrado el cuerpo. Al final de esta cerca se ve un pequeño callejón que separa las casas, con un árbol frondoso cubriendo parte de la tapia. Del resto la casa se ve silenciosa y poco llamativa en comparación a como se encontraba hacia una hora.

No es el primer reportaje sobre un crimen que hacen, por lo que saben cuales son los procedimientos que realiza la policía. Es por esto que saben que el cuerpo de la Gata ha sido llevado a la morgue del hospital más cercano para poder realizarle la autopsia, que en este caso sería al Hospital Sunrise.

Aún cuando tomar unas fotos de la escena del crimen podría ser interesante, la verdadera noticia para el periódico sería descubrir quién era la mujer detrás de la máscara de latex. 

Nathalie sonrrió al ver la escena. Tenían un par de localizaciones estupendas para hablar sobre lo sucedido. Esa misma noche iba a escribir a su jefe, se llevaría la portada seguro.

-Ian, empieza a hacer fotos. Quiero fotos tanto de la piscina como del edificio y sobretodo de su habitación cuando entremos a ella-dijo con una enorme sonrisa de satisfación a su compañero mientras empezaba a tomar notas sobre lo que estaba viendo.

Llegando a la escena del crímen, Ian sujeta su cámara con ambas manos, lleno de pasión. Lo primero a lo que sacaría foto sería a la fachada del edificio. Lo que sería un tanto curioso sería su manera de tomar las fotos... Ian salta al suelo rodando en una voltereta coloca su cámara en posición y comienza. -Vamos bonita, que bien te ves hoy.- *click* *click* -Vamos hermosa, tú puedes, posa para la cámara.- *click* *click* -Muestra todo lo que tienes.- Por más que el objetivo de sus fotografías se trataba de un objeto inanimado, parecía que dar esa clase de diálogos al objeto de sus fotos estimulaba sus capacidades fotográficas. Y no se podían quejar, pues con sus excentricidades, terminaba haciendo siempre un buen trabajo.

Mientras sus... compañeros, se entretenían, Mike se dedicó a husmear. Aún con todas las contras que tenía tenerlos a esos dos de compañeros había que reconocer que recorrer la escena del crimen sin el ojo vigilante de la policía, era algo bastante estimulante. Camino con cuidado asegurandose de no pisar nada importante, y fijandose en cada hoja suelta. ¿Quién había sido capaz de cumplir el sueño de casi cada rata de callejón de la ciudad? Y más apremiante aún, ¿Volvería a lidiar con algún cabo suelto? Digamos, ¿ellos?

Las pantomimas del fotografo lo distrajeron de sus elucubraciones, y se entretuvo mirando al muchacho un rato. Si hubiera entendido algo de fotografía quizás le habría causado admiración, pero en ese momento solo se parecía a su sobrino pequeño cuando descubrió su pequeña reserva de whisky.

-Procura no despertar al personal, muchacho - Mencionó dando una mirada a las casas vecinas, estudiando que luces estaban prendidas aún.

Efectivamente, el hecho de que la policía ya se haya retirado no quiere decir que el sitio esté por completo vacío. Por suerte para el trío, parece que esa no es la única casa que se encuentra abandonada, pues de uno y otro lado de la calle se puede ver el descuido de los jardines o el desconchado de las fachadas. Lo único que los separa de la escena del crimen es la cinta amarilla que pone -ESCENA DE CRIMEN, NO ENTRAR-, la cual pueden pasar sin problemas. La puerta no tiene seguro.

Se trata de una casa de tipo veraniego, un solo piso. Posiblemente vio mucha acción en los años 80 y 90 por el tipo de decoración, muebles y cuadros colgados en la pared. En los cuartos no parece haber vivido nadie en los últimos años. Guiados por Mike llegan a la piscina vaciada desde hacía mucho tiempo, como evidencian los graffiti y las marcas de monopatín que pueden ver en todo el espacio donde debería haber agua. Mike señala el sitio donde fue encontrado el cuerpo, al fondo de la piscina. Mirando hacia allí no parece haber mucha sangre.

Luego de intentar encender la luz del lugar sin éxito, y revisando a conciencia el sitio, llegas a la conclusión que aquel lugar no les dirá nada respecto a la Gata Azul. Lo cierto es que ni siquiera parece haber sido usada como refugio secreto, la nevera está vacía y apagada, los gabinetes sin artículos de cocina. No hay nada en el baño ni en las habitaciones. Al llegar a la zona de la piscina, ves que hacia el fondo, donde está el árbol frondoso que da con el callejón, hay algunas botellas vacías.

Mirando con más detenimiento, y con ayuda del flash de tu cámara, ves que a unos pasos de la piscina, en el camino de césped que va desde la casa hasta allí, confundida con la hierba hay una gran mancha de sangre y unas colillas apagadas con prisas.

Notaste una cosa más, quizás por tu obsesión con aquella justiciera que te hacía buscar en cada rincón extraño cualquier cosa fuera de lo común, y es que en el mueble de la sala por cuyas puertas se va hacia el patio y la piscina parece que los cojines se han movido muy recientemente, como si alguien hubiera estado descansando allí y se hubiera levantado de pronto.

Luego de intentar encender la luz del lugar sin éxito, y revisando a conciencia el sitio, llegas a la conclusión que aquel lugar no les dirá nada respecto a la Gata Azul. Lo cierto es que ni siquiera parece haber sido usada como refugio secreto, la nevera está vacía y apagada, los gabinetes sin artículos de cocina. No hay nada en el baño ni en las habitaciones. Al llegar a la zona de la piscina, ves que hacia el fondo, donde está el árbol frondoso que da con el callejón, hay algunas botellas vacías.

Luego de intentar encender la luz del lugar sin éxito, y revisando a conciencia el sitio, llegas a la conclusión que aquel lugar no les dirá nada respecto a la Gata Azul. Lo cierto es que ni siquiera parece haber sido usada como refugio secreto, la nevera está vacía y apagada, los gabinetes sin artículos de cocina. No hay nada en el baño ni en las habitaciones. Al llegar a la zona de la piscina, ves que hacia el fondo, donde está el árbol frondoso que da con el callejón, hay algunas botellas vacías.

Mirando con más detenimiento, y con ayuda del flash de la cámara de Ian, ves que a unos pasos de la piscina, en el camino de césped que va desde la casa hasta allí, confundida con la hierba hay una gran mancha de sangre y unas colillas apagadas con prisas.

Nathalie tomo varias notas, pero estaba claro que en aquel sitio no vivia nadie. O la gata solo lo usaba como refugio o alguien la había llevado alli por que precisamente estaba vacio. Pero no les servía para nada. Empezaban a pensar que el dinero que le habían dado al cabron estaba siendo un desperdició cuando vio algo.

-Ian, ven y haz fotos de esto-dijo señalando un charco de sangre y unas colillas. Mientras su compañero hacia las fotos Nath se puso de cuclillas y las inspecionó sin tocarlas.

Contento con sus fotografías del frente de la casa, procedió a tomar otras del jardín donde se había encontrado el cadáver. -Oh, sí sí, así estás muy bien...- Todo iba bien, tomando imagen de la piscina grafiteada y del árbol rodeado de botellas vacías. Al examinar sus fotos, nota una pequeña mancha roja, al tiempo que Nathalie le señala el lugar de la imagen. Se trataba de un charco de sangre.

-Muy bien, aquí voy. Posa para mí, preciosa.- Ian toma una foto directa del lugar indicado y otra con acercamiento a los cigarros. Se nota en esta última que se usaron recientemente.

-Dudo que la Gata Azul fuera la que usara estos cigarros. Podría ser de los policías... Pero imagino que no fumarian en la escena del crímen. ¿Quizás podamos llevarnos una muestra para estudiarla?- La decisión la dejaría en manos de Nathalie. Ella era quién dirigía la investigación, él sólo era el acompañante.

-¿Sabés? Me pareció ver que los cojines del mueble en la sala estaban hundidos; como si hubiesen sido usados recientemente. Quizás, tratándose de la Gata, algún criminal se encontraba aquí descansando, fumando un cigarro, cuando fué sorprendido por la Gata. En ese caso, quizás encontremos rastro de ceniza en la habitación. También, podríamos ver si hay vidrios rotos en algún lugar. Una botella rota podría ser el arma homicida.- Al retirarse de la mancha de sangre, comienza a observar incómodamente al Cabrón.

Observando todo y con los sentidos alertas en busca de una pista o de alguna presencia inesperada, se alejó del grupo hacia el interior de la casa, salió casi de la misma manera que entró. La casa no parecía tener nada de especial más que el cuerpo que habían tirado allí. Hacia el fondo, sin embargo, alguien había tirado unas botellas. La casa estaba demasiado abandonada y el vidrio no había juntado la suficiente tierra como para estar a juego. Se acercó a inspeccionarlas, y saco un pañuelo de su bolsillo, para tomar una y acercarla al halo de luz que brindaba la farola de la calle.

-Quiero pensar que no murió de una forma tan patetica - Comentó aún observando atentamente la botella - La casa esta limpia

Nathalie nego con la cabeza. 

-No creo que la mataran con una botella rota, de todas formas eso es trabajo de los policías que llevan el caso, no nuestro-Nathalie torció el gesto mientras pensaba. No era su trabajo, pero su trabajo pasaba por descubrir lo que había ocurrido y allí no parecía que hubiese nada que les fuese de ayuda-. Quizás tengamos que ir a ver a la Gata y asi al menso sabremos como murió y en que estado está. Eso siempre llama la atención de los lectores-dijo algo desanimada.

Las botellas no están rotas, y están vacías. Se tratan de botellas de cerveza, de las más baratas que se consiguen en el mercado. Hay varias, algunas tienen muestras de llevar unas cuantas semanas en el lugar mientras otras no deben tener más de dos días allí; consigues también una bolsa de papel marrón vacía debajo de ellas. Lo reconoces como algo usual entre los pandilleros que no tienen edad aún para beber: pagan a alguien mayor para que compre el licor y lo esconden en bolsas de papel para que la policía no los detenga en el camino.

De pronto te fijas en un punto del tierra cerca del muro, detrás de un arbusto. Ves un par de huellas muy recientes, de alguien que pasó un largo rato en ese lugar. Las huellas son pequeñas. Winona, que te sigue por todos lados, la olfatea y comienza a gruñir y ladrar con fuerza, como hace cada vez que te cruzas con asiáticos. O tipos como Ian.

Ian revisa la memoria de la cámara y se da cuenta que la mayoría se ven bastante borrosas; quizás la sobrexcitación que está sintiendo por encontrar algo relacionado con la Gata Azul le haya afectado al momento de tomar las fotos.

De pronto escuchan como la perra de Mike, que está con su amo al fondo del patio, comienza a gruñir y a ladrar insistentemente. 

Ian observó exaltado el comportamiento de Winona. Sus poderosos ladridos se debían a un problema en cuestión, pero él no quería acercarse. ¿Cómo saber que no se molestaría y le daría una mordida sorpresa? Así que volteó la mirada a Nathalie y solo comentó: -Creo que le ocurre algo a su perra...

Una vez comentado, esperó a que reaccionaran.

-Hey chico bonito, ven aquí! - Grito desde donde estaba, alzando una mano para que lo vieran, sin quitar su mirada del barro. Sacó el celular de su bolsillo y lo uso como linterna, acuclillandose junto a las huellas para examinarlas mejor.

-Alguno de tus amiguitos de los skates es oriental de casualidad? - Preguntó señalando las marcas de zapatos - Alguien parece que paso un buen tiempo oculto detrás de ese arbusto