Partida Rol por web

Todo está saliendo al revés de como quería. Malditas bolsas y maldita comida...
-¡No os preocupéis! -grito hacia Rob y Harry-. ¡Los demás os buscarán! -no existen 'los demás', nadie nos buscará si nos matan y abandonan nuestros cuerpos en un túnel, pero estos ladrones de mierda tal vez se lo piensen dos veces antes de pegarnos un tiro si creen que tenemos un grupo detrás.
Los sigo con la mirada mientras se alejan. Seguramente no volveré a verlos, pero ya basta de preocuparme por ellos. Mi situación es incluso peor que la suya: tengo que seguir adelante con la mentira, pero, ¿adónde demonios llevo a este saqueador? ¿Cómo me deshago de él? Y si descubre que todo es una fasa, ¿cómo podré evitar que me mate o algo peor?

En ese momento lamenté no haber cogido algo para defenderme en caso de que fuera necesario.

Kaleb, ¿no tendrás otra por ahí no?

Mi cerebro intenta pensar con la mayor rapidez posible.

Buscad en la pared..a veces hay conductos de respiración o huecos. Podemos escondernos ahi.

Nacer levantó las manos despacio y se las puso sobre la cabeza. Lo había hecho muchas veces con anterioridad, no eera la primera vez que se las veía con la autoridad.

- Llevo una navaja en el bolsillo del pantalón - dijo con calma

Como si llevas 15 kilos de explosivos, hijo de puta, tirala al suelo y ponte contra la pared. -Ahora apuntar a Viktor, no le gusta que alguien se haga el héroe de una manera tan gilipollas- No me hagas dispararte. No volveré a repetirlo, alejate del  niño y contra la pared.

Aún estaba dándole vueltas a si Warsong me había mentido al ver que ese tipo desenfundó.

Al escuchar la detonación cubrí a Zoe con mi cuerpo, por acto reflejo, y la insté con el brazo a colocarse tras de mi.

¡¡Qué cojones está pasando ahí!!

Miré a los ojos de la chica intentando insuflarle seguridad, aunque mi propia cara reflejaba tensión absoluta.

Entonces miré a Ray mientras acercaba mi dedo a la nariz. Nos convenía pasar desapercibidos y guardar silencio. Pero no pensaba quedarme quieto esperando a que nos cazaran como ratas.

Me agaché levemente encogiendo mi silueta y me llevé instintivamente la mano a un bolsillo interior, esperando sacar de ahí mi 9 mm, pero pronto me di cuenta de que no la llevaba encima. Maldita jugarreta del destino.... sonreí ácidamente.

Kaleb había empezado a avanzar en silencio.

Parece que no queda otra que trabajar juntos...

Le seguí de cerca y sin mencionar palabra saqué mi inseparable navaja de 7 muelles del bolsillo de mi pantalón.

Cómo trate cualquier pendejada o sea una trampa le rebano el puto cuello.

A cada minuto que pasaba César me sorprendía más. Ahora me salía con una vena protectora que no le pegaba ni con cola. En otros momentos seguro que le hubiera pegado un buen corte pero tal y como se estaba poniendo la situación, incluso me alegré de poder contar con él.

Al ver como el chicano tenía la intención de ir tras Kaleb, me quedé mirando a Raymond para saber qué intenciones tenía. No me hacía ninguna gracia meterme en medio de a saber qué cosas raras, pero menos gracia me hacía quedarme allí sola y sin ningún tipo de protección. Le hice un gesto con la cabeza indicándole que, por mi parte, iría detrás de aquellos dos, aunque a una prudencial distancia por si las cosas se complicaban.

Me estoy desangrando joder, no lo ves?.-Viktor se arrastró por el suelo con la espalda mientras se agarraba como podía la herida del brazo y del estómago.

-Baja un poco el arma, pasando al lado de Viktor, lo mira con mala cara- ¿Puedes levantarte?

Veo que todos los demás avanzan detrás de Kaleb. Zoe es la última por lo que acelero el ritmo para ponerme a su lado.

Kaleb, ¿ves algo?.

Nacer tiró la navaja al suelo y se puso pegado a la pared. Miro a Viktor, que tenía una herida fea.

- Necesita ayuda - le dijo al soldado - No somos el jodido enemigo, solo un par de chavales supervivientes.

aun puedo agarrarme las tripas solo y hacer que el brazo no se me separe del codo, no me ves por dios?.-Viktor miraba al tipo con la misma expresión, ceñudo y expectante.-Nacer, cuando el soldado tenga la amabilidad de dejar de apuntarme a la cara...ayúdame a levantarme y salir de aquí...necesito a un medico y con urgencia.-Viktor se miraba las heridas con sudores fríos recorriéndole el cuerpo, estaba tendido en mitad de la mierda de un túnel y era probable que alli afuera no quedasen hospitales para salvarle la vida o al menos el brazo¨En serio voy a morir aqui por culpa de un puto soldado loco?¨ pensó con rabia mientras recordaba la de cosas a las que había sobrevivido en menos de dos semanas junto con Nacer.

El crío, Michael, desoyendo las órdenes de Anastazy se acerca a Viktor y trata de ayudarle para que se levante, aunque no puede con él -Por favor, él es bueno, me va a llevar con mi papá.

Kaleb niega con la cabeza ante la pregunta de Raymond con respecto al arma -No, la otra arma la tiene Jack.

Caminando lentamente y tapando la luz del móvil con la linterna el hombre de la chaqueta avanza lentamente, procurando no hacer ruido. Parece que se le da bastante bien el moverse con sigilo.

Justo cuando llega a una esquina veis como la luz se detiene y, tras alumbrarse a si mismo, os hace un gesto para que os detengáis -Veo una luz al fondo. Si, parece que hay un hombre armado, apuntado a alguien -os informa. Por las voces que escucháis sin duda hay más de una persona en ese túnel

El hombre te mira de arriba a abajo con curiosidad. Ahora que estás más cerca puedes ver su rostro, iluminado por la linterna que lleva. Su cara parece una máscara de puro odio, surcada de cicatrices profundas que le dan un aspecto aún más intimidador. El olor que desprende es muy fuerte, una mezcla de sudor y suciedad que inunda tus sentidos.

Bien, ahora que estamos solos podemos hablar tranquilamente. Dime la verdad, pequeña ¿no existen esas bolsas de las que hablabas? Si me haces perder el tiempo o intentas algo te mato. Si tu respuesta a la pregunta es que no podemos ir a ver al Jefazo para que decida que hacer con vosotros -te pregunta amenazador -no suele matar a nadie que no trabaje para el gobierno. Aunque todo depende del humor que tenga...

Tras tus palabras José María parece pensarse mejor lo de salir al exterior él solo. Busca con la mirada el apoyo de alguno de los presentes, saltando de los ancianos a la joven. Finalmente da una patada al suelo y se apoya en la pared.

Antes de que pueda quejarse escucháis el eco de unos aullidos por el túnel, algo a lo que no estáis acostumbrado. Los animales escasean en las ciudades actualmente y solo los más ricos se pueden permitir mascotas.

El hombre trata de obligarte a desprenderte de los pantalones pero el dolor es tal que, finalmente, opta por rajarlos de lado a lado. Ves que tienes la pierna con grandes morados de color oscuro, en total tres grandes grupos, dos en el cuadriceps y otro en el tobillo. Es en este último en el que se detiene el Enterrador

Ufff, esto de aquí tiene mala pinta. Te has tenido que joder bien el tobillo, no se como has llegado hasta aquí andando. Puede que tengas una esguince de las buenas, tal vez algo peor. No tengo ni idea, no soy médico. Pero tengo claro que hay que inmovilizar, darte calmantes, antiinflamatorios y unas muletas -te diagnostica y receta el hombre -o al menos eso te podrían dar en un hospital. Por aquí solo puedo darte dos antinflamatorios al día y agenciarte unas muletas artesanales que el viejo hizo hace un tiempo.

Bajo la vista al suelo para evitar su odiosa mirada. No sé qué hacer. Si sigo adelante con la mentira lo más probable es que acabe con un tiro en la frente, pero me cuesta rendirme. No sé de dónde estoy sacando el valor para enfrentarme a unos tipos que hace un año me habrían dado miedo incluso en una película... Debería hacerme un ovillo y llorar suplicando por mi vida, pero supongo que cuando todo se vuelve en tu contra y tienes que luchar incluso por comer, cuesta más aceptar que te quiten lo que es tuyo.

Sin embargo no sé adónde me llevaría seguir mintiendo. Él es quien tiene la pistola, yo sólo tengo un embuste que ya no me sirve.

-No existen esas bolsas -admito por fin levantando los ojos hacia él.

Veamos si con el 'jefazo' consigo otra oportunidad.

Seguí a Kaleb de cerca, pisando dónde él pisaba. En aquél momento, las preocupaciones que habían estado rondando mi cabeza hacia ese extraño tipo quedaron en un segundo plano.

Se oía claramente más de una voz. El tono no parecía amable y Kaleb lo confirmó al describir la escena que estaba viendo. Agudicé el oído para tratar de discernir la edad, el sexo, el tono de aquellas personas. 

Yo mismo me había visto abocado a ejecutar decenas de personas poco tiempo atrás. Todo eso pesaba sobre mis espaldas y, con el tiempo, mi alma había empezado a pedir redención por esos pecados que me habían condenado prematuramente al infierno. Paradójicamente, ahora me veía reflejado en aquella cruel escena. 

La seguridad con la que antes había podido sesgar una vida estaba ahora creándome una enorme confusión. En cualquier caso, aquél tipo no era yo. Por lo menos no ahora. 

- Debemos acercarnos wey. Órale. 

Insté a Kaleb a recortar algo la distancia para poder tomar una decisión. Fuera cuál fuera, probablemente no sería la acertada. Estaba acostumbrado a que esa Ley rigera mi vida.