Partida Rol por web

Esta amplia sala situada en el tercer piso de la zona reservada a magos de la Alianza de Aeaea es un amplio espacio diafano iluminado con luz natural a través de un techo hechizado para hacerse transparente a voluntad. Las reuniones y debates de la Alianza se realizan aquí reclinados en comodos triclinium mágicos que pueden convocarse mediante un ingenioso efecto de Rego. El suelo está cubierto por un enorme mosaico que representa el Egeo.

Tras despedirse de Constans, Parzival cogió su copa, una jarra generosa, uvas y queso para seguir comiendo y bebiendo mientras hablaban.

- Necesitaremos un barco. Imagino que podremos fletar uno por unos días en el puerto. Con uno pequeñito nos valdrá. – calculando lo que necesitarían de provisiones para unos días de viaje para todos – Una vez lo localicemos puedo encargarme de arreglar la madera y el metal para que sea navegable de nuevo. – comentó tranquilamente dando un trago y comiendo otra uva.

- ¿Quiénes vendréis a esta aventura? Por supuesto que yo iré, no habré de faltar a mi juramento – añadió divertido.

Anguis hizo un gesto con la mano pidiéndole prudencia al Mercere.-Primero deberíamos hablar con los moradores de la Alianza, no veo descabellado que guardasen algo de madera de un barco tan importante. Si lo hubiera construido yo me hubiera guardado una conexión arcana para poder ubicarlo en todo momento ¿para que buscar en tres islas cuando podemos saber donde está antes de partir? Por otro lado, no debemos caer en la obvio, este Tribunal nos ha tendido una trampa a nosotros y a Aeaea; nos echarán sin dudarlo ante cualquier pretexto. Debemos recordar siempre el Areté, si nos limitamos ha hacer lo que se nos pide jamás medraremos en este Tribunal, es una prueba dentro de otra prueba, no solo consiste en pasar el reto sino que hay que demostrar implicación y ganas de echar raices. El Tritón no vale nada, barcos se pueden hacer los que se quieran, la prueba dentro de la prueba es averiguar que ha sido de Purphoros y traerlo de vuelta si es posible. Recordemos que el código nos impide espiarle a él, pero no buscar el trirreme o a su tripulación de la cual seguro que habrá conexiones arcanas en este lugar. Si de sesenta remeros puedo obtener veinte conexiones y de ellos con suerte dar con cinco podemos pisar sobre seguro antes de partir, incluso con algo de suerte averiguar que les ha sucedido. De observar a los marineros puedo encargarme perfectamente, incluso podría llegar hasta ellos y volver con un solo chasquido.-el Tytalus sonreía complacido con sus artes, el Corpus era su dominio y no tenía rival en ello. Los hechizos mencionados eran un mero juego de niños de para él.

El niño quedó atónito con la fantástica animación que se produjo bajo sus pies. Aunque no fuera la primera vez que presenciaba efectos mágicos de tal magnitud, sí reconocía no haber visto nunca antes hechizos capaces de reproducir cosas tan bellas. Stavros se acuclilló para poder ver al detalle aquel mosaico y no tardó en comprobar si, además de hermoso, era interactivo.

El chaval no se sentía incomodo en compañía de aquellas personas. No eran especialmente atentos con él, pero que, por el momento, no le hubieran juzgado por su comportamiento o su aspecto le reconfortaba y hacía que viera en ellos gente en las que, llegado el momento, quizás poder confiar. No obstante, pese a esos sentimientos, el niño todavía no se veía con la confianza suficiente como para dirigirse al grupo. Con lo cual, tras escuchar a los dos hombres hablar, dio un leve tirón a la manga de Gargouille y le explicó lo que pensaba al respecto.

Pieri es un pueblo de pescadores y marineros, ¿verdad? Seguro que allí conocerán esas tres islas y nos podrán hablar sobre ellas. Incluso es posible que alguien sepa algo sobre dónde se encuentra el barco de la señora. Los barcos son grandes y es difícil esconderlos. Además, como dice el señor del pájaro, allí podríamos buscar una forma de desplazarnos por mar.

El niño miró al señor de poco pelo y continuó hablándole a su mentor.

No creo que alguien de esta Alianza sepa algo al respecto. Se supone que esta gente también tiene con la señora... ¿Concordia? - Stavros pronunció titubeante la palabra demostrando que todavía desconocía su pleno significado - y, de tener una información tan relevante, no habrían tardado en ofrecérsela, ¿no?

Conexiones arcanas. No era un mala idea aunqe no creía que fuera a tener éxito. Cualquier trozo de madera sobrante ya habría sido empleado en otros menesteres y encontrar una conexión para los marineros que fuese funcional a estas alturas... a pesar de todo, si tenía suerte, ahorrarían mucho tiempo. Valía la pena trabajar en ello.

—Contad con mi ayuda, sodalis Anguis. Puedo visitar a las familias de los marineros y ver si conservan ropas u otros efectos que pueda utilizar en sus hechizos. Por otra parte —se giro hacia Parzival— después de conseguir un barco necesitaremos tripulación y un capitán que sepa guiarnos a través del Egeo. Quizás ya haya alguno dispuesto para tal travesía. 

Mientras hablaba observó que Stavros comentaba algo con su maestro y se acercó al pequeño, sonriendo y poniéndose en cuclillas para estar a su altura.

—¿Tienes ganas de empezar esta aventura, hombrecito?

Asintió ante el ofrecimiento de ayuda de Tetis.-De todos modos creo más oportuno que alguien sin el Don se ocupe de las cuestiones más mundanas. Seguro que Pantheia sabrá indicarnos quien de entre los integrantes de la Alianza será el más indicado para realizar tales pesquisas con las familias de los, llamemosles por el momento, desaparecidos.- luego negó hacia la mujer.-Precisamente desearía primero hacer las averiguaciones que propongo antes de conseguir una tripulación o fletar un barco, dependiendo de la situación tal gasto podría ser evitado.-el Tytalus era cauto a la hora de usar los recursos, no quería gastarlos de no haber necesidad.

Por último miró al aprendiz levantando una ceja.-Regla numero uno en la Orden de Hermes, nunca des nada por supuesto, todo el mundo tiene algo que esconder y no todo el mundo pensará igual que tú. Por tanto nunca confíes en nadie, bajo esa premisa nunca serás decepcionado.- un genérico consejo para un anodino aprendiz que todavía debía demostrar su valía.

Stavros sonrió tímido ante las palabras de la mujer mientras afirmaba levemente con la cabeza. Le gustaba la señora del parche en el ojo. Le recordaba a una intrépida pirata y eso le daba seguridad. Hacía un rato, había defendido a la mujer de la playa y eso impresionó al muchacho. El recuerdo de aquel momento hizo que la imaginación del niño se disparase y, entre ensoñaciones, albergara la esperanza de que si conseguía ser su amigo, ella también le protegería de cualquiera que le intentara poner la mano encima.

Y entonces, aunque yo no sea muy fuerte y no pueda protegerla, sí encontraré algo qué hacer para ayudarla en lo que ella necesite. - el semblante del niño quedó pensativo -¿Acaso será eso la Concordia?

El muchacho escuchó el consejo del señor de poco pelo y reconoció en este la forma en la que había estado viviendo desde que tenía uso de razón hasta que, por fortuna, conoció a Gargouille. Y entonces, sintió miedo al pensar que la vida le fuera nuevamente a condenar con una existencia tan sumamente cruel y solitaria.

- Bien, bien, bien, ya somos 3 y el muchacho parece también con ganas de aprender a ser un grumete. ¿Qué decís vos? – preguntando en dirección a Gargouille.

- Yo no desdeñaría al Tritón. El trirreme de un Verditus debe ser una obra digna de ser admirada y de buen seguro que no le faltaran efectos útiles. Si encontramos a Purphoros, mejor que mejor, por supuesto – con otra sonrisa brillante.

- No habréis de preocuparos porque se encargue alguien sin el don – le quitó importancia al hecho – Yo mismo conozco algunos trucos para que los mundanos no se sientan incómodos en mi presencia – sin ellos no entraría en tantas alcobas – y seguro que Tetis conoce otros tantos o no se ofrecería. – apoyándola con otra sonrisa optimista.

- Si tenemos suerte con las conexiones arcanas, que también buscaré en el Laboratorio de Purphoros – que entiendo que me he quedado porque Constans no rechazó mi petición – y mientras que estén vivos seré capaz de ubicarlos en un mapa. – reveló con absoluta falta de modestia – Tened cuidado en saltar a una localización desconocida, buen amigo – a Anguis – Podéis acabar apareciendo en el fondo de la mar oceana o en algún sitio peor. Por no hablar de que estar en el lugar, no os dirá el nombre de la isla ni garantizará que podáis ubicarla después en el mapa al regresar. – agregó divertido con la idea – Pero, si finalmente lo hacéis, os pediría un cabello vuestro, para poder rastrearos a vos. – con el mismo tono divertido – Con mi más solemne juramento de usarlo solo para auxiliaros. – añadió con una leve reverencia y totalmente serio.

- Podemos partir con una tripulación mínima. Yo mismo sé navegar y los vientos y olas ayudarnos a regresar. Desde luego no pienso partir con una tripulación completa para impeler un trirreme. Brrr. – se sacude como si hubiera tenido un escalofrío – Organizar el alimento para 200 hombres, más los que han de llevar nuestro barco, es un dolor de cabeza y lleva semanas de trabajo. – añade con tono hastiado y una sonrisa un trago de vino. – Prefiero viajar ligero. Un esquife, unos pocos marinos que conozcan la zona y que no se extrañen de nuestros portentos y confiar en nuestras habilidades. Esa es mi apuesta. – concluyó con seguridad.

El Tytalus asintió con una sonrisa a las palabras de Parzival.-¿Quien ha dicho que yo vaya a ir?Por el momento estamos barajando opciones y preparando el acercamiento, me parecería muy arriesgado que nos expusiéramos más de uno o dos. Entiendo que tengáis buenos trucos para "amortiguar" los efectos del Don, sin embargo jamás podréis llegar a anularlo. Planteados la siguiente cuestión, ¿quien será más eficaz?Vos con el Don "amortiguado", o un mundano al que hayáis encantado con vuestras artes. Mínimo riesgo máximo beneficio sodales, usemos lo que tenemos al alcance de la mano y cuando no dispongamos de los medios necesarios ya improvisaremos. Apelar a la fortuna siempre debería ser la última opción.

En ese caso dado que ambos podemos localizarlos bastará con que uno lo haga.- con gesto sobreconfiado refutó el argumento del Mercere.-El salto no sería un problema siempre y cuando exista una conexión arcana estoy totalmente seguro de mi éxito sodales, aunque solo saltaría en caso de extrema necesidad. Como bien decís no gano nada estando allí, si he conseguido saltar hasta allí es probable que conozcamos la localización de antemano, de no ser así ya había tenido en cuenta el hecho de que pudierais localizarme.-aquello no le hacia ninguna gracia, y aunque hubiera juramentado por Concordia siempre habría otras opciones.- También podríamos hacerlo al revés o llevaros conmigo, si es para auxiliarme no le daréis uso entonces.-el orgullo de la casa siempre patente marcaba casi de antemano la respuesta del Tytalus.- Incluso podría llevar a una tripulación entera hasta el barco. Siempre con los ojos vendados o adormilados para mantener su cordura intacta, lo que tengo es mente es algo digno de un genio, aunque poco convencional.-la propia idea del Tytalus le había hecho gracia hasta a él.-Entonces si vos pudierais llegar hasta el barco y una mínimo de la tripulación hubiera sobrevivido ¿podríais traerlo de vuelta?Eso serían todo ventajas.-el Tytalus se mesaba la barba complacido, dándole vueltas a las múltiples posibilidades que cruzaban por su cabeza.

─Imagino que Aeaea dispone de más transporte que un único barco de gran tamaño, así que estoy con vos, ¿Parzival? ¿De dónde dijisteis que erais? En todo caso, la ayuda de un Mercere en un asunto como este es de valor incalculable. Por otro lado, mi aprendiz está en lo cierto, en Pieri seguro que pueden hablarnos de las islas a las que debemos dirigirnos y, a las malas, allí podríamos procurarnos un transporte hacia las islas. Sería conveniente llegar físicamente al lugar donde esté la nave, sin magia, por precaución -comenzó a divagar el Bonisagus respecto del inicio de aquella curiosa misión.

»En cualquier caso, aunque el disponer de una Conexión Arcana me parece una idea magnífica, no me lo parece tanto entrar en el laboratorio de un mago sin su permiso. Muchos magos ponen trampas en sus sanctas. Pero si logran evitarse, bien podría merecer la pena. Incluso sin teletransportarse hasta el lugar donde se halle el propietario de que se tiene la conexión arcana, ubicarlo en un mapa me parece una ventaja formidable -concedió- También deberíamos preguntar a nuestra anfitriona si hay conexión arcana del bajel. Y ya puestos, si la tiene, por qué no ha hecho nada al respecto.

Gargouille, aunque estaba hablando y no con poca claridad expositiva¹, en realidad estaba considerando en su mente otras opciones mientras hablaba. Cuestiones importantes que no tardó en compartir con sus nuevos compañeros.

»No obstante, creo que se os está escapando la visión global del problema que tenemos entre manos: 24 teselas a conseguir. Os expondré los números para que los podáis tener en consideración. 24 teselas a conseguir durante 7 años, de los cuales hay que descontar todos los inviernos (sólo los locos viajan en invierno, ni qué hay que decir de navegar). En total, 21 estaciones disponibles. Somos 4 magos, así que las estaciones disponibles, si nos dividimos, serían 84. Eso nos deja 3 estaciones y media por mago para encargarnos de conseguir cada tesela. No obstante, primero deberíamos saber dónde se encuentran dichas teselas, por lo que deberemos viajar hasta cada rincón del Tribunal para hablar con cada mago del mismo, averiguar si tiene o no tesela y qué quiere que hagamos para dárnosla.

El razonamiento planteado por el Bonisagus con ínfulas de estadista era la exposición de la necesaria distribución del tiempo de los magos, un cálculo nada sencillo sin ayuda siquiera de una simple tablilla de cera o de un ábaco². El resumen era que o bien iban de dos en dos o bien de uno en uno, pero que había que dividirse o difícilmente conseguirían todas las teselas. Para la división haría falta más de un barco. Y todavía quedaba algo más por organizar.

»Lo que nos lleva de vuelta a la localización del Tritón. Me parece de importancia caudal llevar a buen término y cuanto antes la misión de recuperar dicho trirreme. Una vez dispongamos de él, emplearía primavera y verano de cada año para viajar a cada Alianza y lograr nuevas teselas. Según os parezca más productivo, se podría hacer de uno en uno o de dos en dos (magos), pero todos a cada lugar no daremos abasto. Más allá de eso, a parte del Tritón necesitaremos más medios de transporte, para poder ir a varios sitios a la vez (al menos dos cada primavera y verano). Y por último, también hay que considerar que que los magos en posesión de las teselas del Tribunal estarán en las Alianzas del Tribunal de Tebas, pero desconozco si hay un número significativo de magos libres, fuera de las mismas. En cualquier caso, sugiero emplear el primer año para averiguar qué magos tienen tesela, dónde y sus condiciones para obtenerla. A partir de ese momento sabremos la naturaleza de los problemas a resolver y asignarnos los "trabajos" que mejor y más sencillo pensemos que podemos resolver. Creo que eso es todo.

El Tytalus hizo un pequeño inciso al final de la exposición del Bonisagus.- Es mejor ponerse en lo peor, pero recordemos que eso sería suponiendo las veinticuatro teselas en juego, la estimación media nos es más favorable. Aunque siempre es mejor ponerse en lo peor.

Debemos tener en cuenta que las teselas no tienen porque revelarse hasta un año antes del Tribunal, por eso mismo si visitamos a las Alianzas ellas sencillamente podrían denegar nuestro ofrecimiento gentilmente; esperando al último momento. Eso nos haría perder mucho tiempo y recursos ¿tal vez dicha gestión pudiera hacerse a través de la Casa Mercere?Por correspondencia imagino que contando aquí con uno de sus miembros podremos solicitar un buen trato. Recordemos también que nuestra princeps cuenta con aliados en Polyagios, yo empezaría por ahí.

Respecto a indagar más en Pieri, imagino que nuestra princeps, quien es la principal interesada en recuperar el Tridente, habrá puesto toda la información disponible a nuestro alcance. Mucho antes que acercarme a los mundanos recurría a los habitante de la Alianza como "mediadores".

Por precaución y por tener más libertad de movimiento, os solicitaría a todos los que viajéis donde fuera que al volver me trajerais un conexión arcana de dicho lugar. Si en el futuro deberíamos volver con premura, siempre podría darme "un salto".-Anguis parecía levemente complacido con la sagacidad del Bonisagus, aunque le faltaba algo de cultura por la chabacana verborrea y la carencia de vocabulario con la que se expresaba. Pero ese era el problema de su aprendiz, no él suyo.

Buaaaahhhhhh – vostezó ostensiblemente el Mercere aburrido de tanta chachara y tanta posibilidad. Como si pudieran controlarlo todo o prepararse para todo. Los magi eran todos igual de aburridos. Bueno, casi. No todos. Allí estaba él para demostrar la excepción.

- Decidido entonces. Iré a hablar con Constans. Confirmaré que tenemos su venía para explorar el laboratorio de Purphoros, le preguntaré por donde localizar a las familias de los marineros del Tritón y si tuviera alguna Conexión Arcana del navío.

- Confirmada su venía, exploraré el laboratorio. Si alguno me quiere acompañar, bienvenido será. No se diga que privo de la diversión a mis sodales.

- Iré a hablar con las familias y si Tetis lo desea, entre ambos cubriremos más terreno. Si entretanto queréis avanzar algo de ese camino con un custos, no tengo inconveniente. – mientras comía algunas uvas tranquilamente sin llegar a mostrar la comida en su boca.

- No le veo sentido a elucubrar sobre las Teselas. Hay 24. Necesitamos la mayoría en 5 años. Estamos en el 1214 y el Tribunal será en 1220. Eso significa que para garantizar que ganamos necesitamos 13. Obtener menos es dejarnos a Fortuna y que salieran menos en la elección. Todos sabemos que Fortuna ayuda a los que se ayudan a sí mismos – sonrió dando otro trago de su copa que ya estaba medio vacía – Todo lo demás no nos ayuda.

- Yo por mi parte seguiré viajando por el Egeo de una forma u otra las próximas estaciones y cuando los vientos me crucen de nuevo con Aristides le preguntaré que nuevas tiene del Tribunal. Preguntaré por las Teselas, pero quien mal nos quiera no tiene obligación de decírnoslo hasta un año antes del Tribunal, así que no pongáis vuestras esperanzas en que ello nos simplifique la tarea. – un poco de queso por aquí.

- También es bueno que nos turnemos para realizar las tareas y tener tiempo para nosotros, nuestros estudios o perseguir nuestros propios proyectos. Así que ahorremos energías. Será una maratón, no un sprint. – apuró su copa.

- Así mis buenos sodales, os dejo elucubrando más opciones, posibilidades, contratiempos y eventualidades que se nos puedan presentar. Estoy seguro de que no me necesitaréis para llegar a múltiples, sesudas y bien consideradas conclusiones. – dijo con una sonrisa sincera y una reverencia despidiéndose de todos en el dintel de la puerta con clara intención de ir a cumplir con lo que había dicho.

─Esperadme sodalis Parzival.

Definitivamente le gustaba el estilo de Parzival. Atrevido sin resultar ofensivo, entusiasta sin pecar de necio, aquella energía que desprendía la hacía sentirse libre, dueña de su destino. Los otros dos... quizás porque su mente no era tan brillante pero los derroteros de aquella conversación la estaban aburriendo y no quería seguir oyendo. Además, las palabras de Anguis la habían molestado. ¿Cómo podía decirle eso a un niño? Era cruel y no lo ayudaba en lo absoluto. ¿O sí?

Tal vez estaba dolida porque era cierto. Las marcas de la espalda le ardieron por un instante. Eran la prueba absoluta del precio que se paga al cerrar los ojos e ignorar las señales a favor del sentimiento ciego. La razón estaba con Anguis pero el corazón... si no podía confiar en sus sodales, ¿en quién pues? ¿Habría de vivir con miedo constante a la traición? ¿Medir sus palabras, ocultar sus intenciones y tapar todas sus ideas para no comprometerse? Ni hablar. Caminaría por el borde del acantilado y si caía, lo haría con orgullo, con sus convicciones intactas.

─Aunque estoy de acuerdo con vos, creo que deberíamos dejar reposar a la dama Constans un poco más. Si os place podemos dar un paseo alrededor de la isla y conocernos mejor. A fin de cuentas ahora somos amicus, ¿cierto? ─completó con una sonrisa.

Antes de marcharse se acercó a Stavros y quitándose el parche se lo entregó con las siguientes palabras.

─Esto es algo importante para mí. Necesito de alguien honrado y valiente que pueda guardármelo, ¿puedo confiar en ti?

─Aunque mis capacidades defensivas son limitadas¹, la verdad es que gustaría echarle un vistazo a todos los laboratorios disponibles, incluido, claro, el de Purphoros. Si ha abandonado la Alianza y no va a volver o ha muerto, sería un desperdicio no utilizarlo. Tal vez podría ayudar a explorarlo mandando una creación mía. Tengo el hechizo para crear un perro (que me es naturalmente fiel y con el que me puedo entender²)... y la capacidad de convertirlo en humano, de manera que podríamos probar las posibles defensas con él. Me cansaré, eso seguro, pero puede merecer la pena y salvarle la vida a un grog... ─expuso el Bonisagus─ Lo mismo sería aplicable a los laboratorios de Glauco, fallecido compañero, fundador de esta Alianza y pater de Constans, y de Sergestus. Me interesa particularmente el de Sergestus y no me desagrada nada la posibilidad de hablar de nuevo con Circe. Creo que podríamos llegar a buenas relaciones. Sí, creo que eso haré, revisaré los laboratorios y trataré de llegar a un acuerdo con Circe. Stavros, acompáñame, esta estación será interesante...³

Una vez se fueron Parzival y Tetis Anguis se quedó charlando con Gargouille.-A mi entender la mejor defensa es aquella que no hay que usar nunca. Coincido en que debemos prepararnos para lo peor, adecuar los laboratorios a nuestras necesidades debería ser algo prioritario. Salta a la vista por el ímpetu de nuestos sodales quien va a realizar el trabajo de campo y quien usará la cabeza, no tiene nada de malo; lo mejor es que cada uno pueda desarrollar su especialidad con eficacia.- luego sonrió levemente ante las propuestas de Gargouille.-Por supuesto que podemos trabajar juntos a la hora de explorar dichos laboratorios, siempre y cuando respetéis mi vez a la hora de hablar con la titanesa. Me extrañó mucho que no os pronunciarais ante Constants al referirme al laboratorio de Sergestus.

Si me permitís el consejo, aunque estoy casi seguro que lo desestimareis, yo encargaría a mi aprendiz la exploración de los laboratorios. Es la mejor manera de curtirlo, de todas maneras como bien os he formulado es solo mi humilde consejo.-los Tytalus eran reconocidos por ser unos desalmados, sin embargo Anguis creía fervientemente en sus palabras. No tenía problema alguno en colaborar, el cumpliría a rajatabla su juramente, pero el Bonisagus pretendía lanzar la piedra y esconder la mano en cuanto al preciado laboratorio. No le pondría eso tan fácil.

Stavros tomó atónito el parche en sus manos sin poder quedar embobado en la cicatriz que la ausencia de este acababa de descubrir. Sin decir nada, asintió y la mujer se marchó sonriendo junto al señor del pájaro.

Después, Gargouille y el señor de poco pelo empezaron a hablar nuevamente de cosas que escapaban a su comprensión y, aunque en ocasiones hicieran referencia a él, Stavros prefirió volver a centrarse en el mosaico que cubría el suelo y que seguía moviéndose al ritmo de la brisa y el oleaje del Egeo, sin poder dejar de preguntarse si su magia alguna vez sería capaz de crear algo tan bello como eso.

Al atardecer del día siguiente Anguis se volvió a reunir con sus sodales, para informarles de algunas nuevas. Parecía que Constants no necesitaba de sus servicios como Magister, ni de sus rituales. Por tanto tras una breve charla le había indicado que se dirigiera a visitar la Alianza de Polyaggios. Al parecer una de las teselas se encontraba allí, y tal vez Ioannes ex Bonisagus sepa algo más.

Cuanto menos el Tytalus prefería mantener informado a sus sodales, recordándoles a Parcival y Tetis que le trajeran de vuelta alguna conexión arcana de las islas que visitasen y a Gargouille algo cercano al laboratorio si es que la Titanesa le permitía acercarse lo suficiente. Quien sabía cuando podrían serles necesarias dichas conexiones.

Odiaba tener que perder la estación con viajes de un talante tan "mundano", pero por el momento no tenía otra opción. Sin mucho más se dispuso a emprender su viaje para poder entrevistarse con los habitantes de Polyaggios.

El verano empezaba en el Egeo dando paso a nuevas oportunidades y con ello nuevas reuniones para discutir las formas de actuación. Una vez de regreso a la Alianza lo primero que hizo el Tytalus fue entregar la carta de Ioannes ex Bonisagus a su princeps. Luego había compartido con sus sodales los descubrimientos obtenidos tanto en Polyagios como en Favonius, para poder entre todos organizarse las tareas de la manera más eficiente.-Bueno sabíamos de antemano que las peticiones de la Titanesa no iban a ser sencillas, no es que me sorprenda ¿alguien sabe a qué Alianza pertenece Higio ex Bonisagus y alguno de los pormenores que le llevan a ensuciar la memoria de Sergestus?Al menos considero que informarnos sobre el tema no nos hará mal alguno.*

Sobre las teselas esta claro que Iustino ex Jerbiton esperará al último año para asignarnos una tarea la cual posiblemente sea irrealizable. Tenemos dos opciones, realizarla y hacer que se trague sus palabras con los riesgos que ello comporta o anunciar ante todo el Tribunal que se puede meter la tesela por la cavidad corporal que más satisfacción le otorgue.

De todos modos a mi entender es un problema menor que ya solucionaremos a su debido momento. Ahora deberíamos dividirnos en rescatar el Tritón, expulsar a los sátiros, visitar la Alianza submarina de Aegea, librarnos de los piratas genoveses y tantear a Celaena ex Bonisagus.

Al menos no podemos decir que sea un viaje aburrido¿verdad sodales? Cinco tareas para cuatro magus y un aprendiz, una buena proporción.-sonrió con perfidia aunque complacido.- Yo podría encargarme de los piratas si no se me requiere para otra tarea.-la maquiavélica mente del Tytalus ardía en deseos de hacerle tragar sus palabras a ese obtuso y corto de miras de Memnos. No, no el Tytalus no se conformaría con hacer algo, lo haría TODO, todo lo que ellos en su incompetencia no habían podido realizar.-Sugeriría enviar a Stavros a Hedyosmos, los enajenados y los niños tienen mucho en común, incluso un extraño don para la verdad. Puede sonar arriesgado, pero lo mejor para el Tribunal es su futuro, un aprendiz en ciernes es el mejor símbolo que podemos exhibir. Además de un gran gesto de confianza.

Todo son conjeturas, pero algo me dice que Tetis sería nuestra mejor opción para visitar la Alianza submarina después de lo que me habéis contando sobre su actuación en la isla de Prota. Nos quedarían pendientes los sátiros y las ménades, debo admitir que me intriga en sobremanera lo que podría pasar si enviásemos a Parzival, pero creo que perderíamos por siempre jamás a nuestro sodales en una eterna francachela.- dijo en un afable tono humorístico ante los continuos alardes del Mercere sobre sus conquistas.

Todo esto no son más palabras al aire, lo único seguro es que debemos organizarnos para abarcar lo mejor posible las tareas que se nos presentan. Me gustaría invitar a Ricard a esta reunión para que nos de cuantos más detalles mejor sobre la situación en la isla. Quizás él pueda confirmarnos o desmentir la muerte de Purphoros.- esperó a que sus sodales dieran paso a sus ideas y argumentos. Agradeciéndole a Pazrival la entrega de la conexión arcana con la isla de Prota, si es que el Mercere se había acordado de obtenerla.

En varias ocasiones, Stavros dudó de las palabras que sus oídos percibieron durante la charla entre magos. Aunque se le hubieran dado bien las clases de latín recibidas la pasada primavera, era consciente de que todavía no dominaba la lengua y al hacer uso de ella todavía se sentía inseguro. Fue por ello que, cuando escuchó que en la isla en la que se encontraba el barco de la señora Constans había cíclopes, no pudo dar crédito a sus oídos. El chico siguió el relato de Tetis y Perzibal con una mezcla de inquietud y fascinación. Si bien era cierto que, a estas alturas, ya había tenido más de una demostración de que en el nuevo mundo al que se acababa de asomar cualquier cosa era posible, su capacidad de asombro todavía era capaz de sacudirle ante una nueva muestra de lo fantástico.

— ¿Los... los cíclopes existen, Maestro? — dijo el niño con cara de preocupación.— Si es así, creo que, antes de nada, deberíamos ir a salvar a los marineros, porque de lo contrario ¿quién traerá el barco de vuelta?

La conversación continuó y las desconexiones debidas al poco manejo del latín siguieron produciéndose. Además, la cantidad ingente de nombres propios, lugares y tecnicismos que exponían aquellos cuatro adultos acabó por aturullar al niño e hizo que su concentración fuera disminuyendo poco a poco. No obstante, cuando Anguis pronunció su nombre, su atención emergió. El señor de poco pelo lo proponía para ir a hablar con una mujer llamada Celaena ex Bonisagus que, por lo visto, estaba enajenada. Inmediatamente, los ojos del niño se entornaron y sus labios se apretaron mostrando inconformidad.

— Yo no quiero ir solo a hablar con locas, Maestro.

Entonces, la mirada del niño se cruzó con la de Tetis y pensó que, aunque no le hiciera gracia tratar con aquella mujer loca, si lo hacía junto a la valerosa pirata, de la que todavía guardaba su parche, no tendría inconveniente.

Parzival escuchó todos los relatos con deleite mientras comía uvas, queso y nueces (¿se alimentaría solo de eso? ¿Lo reservaría como su comida tradicional para el symposium?), que había pasado con un par de copas de vino y ya comenzaba con la tercera. A la par había estado moviendo en el aire pergamino y pluma sin tocarlos, por supuesto; necesitaba las manos para comer.

Al acabar todos, espolvoreó un poco de arena sobre los pergaminos para secar el exceso de tinta y se los presentó a los demás haciéndolos flotar por la sala hasta cada uno.

- No es mi obra más bellamente ilustrada, pero servirá. – dijo apartándose una pequeña mota imaginaria.

- Comenzaré exponiendo mis dudas.

- ¿Tiene Memnos alguna Tesela o vuestra visita fue meramente para establecer contacto? – preguntó a Anguis transmitiendo mera curiosidad.

- ¿Alguno sabe que es un rusticani? – preguntó en general con el mismo tono de curiosidad.

Dio otro trago dando por concluida la parte de las preguntas.

- Higio pertenece a Samotracia, pero no sé si se refiere a la isla o a una Alianza que no conozca. Independientemente, suscribo lo de informarnos sobre él y su animosidad hacia Sergestus. Si espera hasta el final o no dará lo mismo. No tenemos que cumplir con todos los encargos, solo con la mayoría. Centrémonos en las demás. – propuso pragmáticamente.

- Suscribo la propuesta de que Tetis sea la responsable de visitar Aegea y solicitar la Tesela de Lucian, no sólo por ser capaz de respirar bajo el agua y que sea su elemento afín, sino porque imagino que Lucian será más proclive a alguien de su misma Casa. – añadió con un ligero brindis al aire en dirección a Tetis.

- Me parece bien que os encarguéis de tratar con Celaena y de los piratas. A ser posible os pediría intentar recuperar parte o la totalidad del botín que tengan esos piratas. Algo de fondos extra nos vendría muy bien para sufragar nuestras expediciones. – con otro brindis al aire en dirección a Anguis.

- No enviaría a un aprendiz a tratar con un sodale. Fácilmente se lo tomaría como un insulto y la predispondría en nuestra contra. – antes de masticar una uva dejando un pequeño silencio antes de proseguir.

- Personalmente me encantaría encargarme de tratar con esos sátiros y ménades – con una sonrisa amplia y un brillo especial en sus ojos antes de dar otro traguito – Oh, no solo por disfrutar de la francachela – levantando las dos manos en gesto de inocencia, pero dejando que la copa flotase a su lado antes de recuperarla -, que lo haría, sino por descubrir que les interesaría a los sátiros y ménades para trasladar su fiesta a otro lugar y conseguir parte de su vino faerico para usarlo para dormir a los ciclopes y rescatar a los marineros entre tanto. Personalmente, creo que reparar el barco no me supondría problema y algo improvisaría para moverlo de vuelta hasta el agua.