Partida Rol por web

VERANO 1215

Un último vistazo al templo, cuyo hermoso trabajo sea hacía más y más palpable cada día. Esa fue la imagen final que grabó en su mente antes de embarcar en el puerto. Acordados todos los detalles del viaje con Constans, se sentía bastante tranquila. A pesar del incierto final en su viaje, se sentía mejor preparada que nunca: la última Estación había servido para pulir sus Artes y se emocionaba con la idea de salir al mundo y ponerlas en práctica. Además, esta vez dejaba un seguro, un mechón de su pelo a disposición de sus amici con el cual podrían localizarla y rescatarla si no había vuelto a finales de Otoño. Tetis había previsto ese margen en caso de que el encargo fuera difícil de cumplir.

Así, con perlas de espuma salpicando el barco y su cabello, llegó hasta Polyaggios para entrevistarse con Ioannes ex Bonisagus.  No era parada necesaria pero entraba dentro de la ruta fijada y las atenciones favorables del magus habían supuesto el descubrimiento de muchas de las Teselas, cosa que deseaba agradecerle en persona. No era el único motivo, claro. En sus charlas preguntó sobre Celaena ex Bonisagus, queriendo confirmar la información dada por Constans y recoger aquella que se le hubiera escapado.

—¿Qué Artes domina Celaena? ¿Es versada en la política, cuenta con muchos contactos? ¿Tiene algún enemigo o rival?

Asimismo preguntó que opiniones estaban suscitando sus acciones y las de sus amici en sus intentos por verse favorables ante el Tribunal.

Aquella reunión duró unos pocos días y pronto marchó de nuevo, no queriendo que la Estación se le echase encima. Con sus más y sus menos arrivó en Hedyosmos, lamentando dejar los mares atrás, sin saber cuando volvería a ellos. Una tela cubría el presente que había preparado, veneno de pez piedra con el que esperaba crear un ánimo favorable en los magi que habrían de recibirla.

El texto ya estaba más arriba, les voy a poner una etiqueta o algo para que no te líes. He añadido preguntas concretas y lo del veneno.

PLANES PARA OTOÑO DE 1215

-Ir a Polyaggios y avisar a Ioannes de lo ocurrido con Constans. Preguntarle por enemigos en el Tribunal que tengan poder para hacer tal acto. Invitarlo a Aeaea, si le apetece ir en persona. Aprovechar el viaje para ver si conoce algún entendido en persa antiguo, mundano o mago. En caso de que no, pedirle que use alguno de sus contactos para localizarlo.

-Por cercanía entiendo que el viaje no sería muy largo, así que el resto de la estación me gustaría intentar convencer a los habitantes de la isla (y mis compañeros magos, si se dejan XD) para que vengan al nuevo templo de Okeanos y celebrar una fiesta en su honor (mi intención es ganar un bono ahí para volver a pedir ayuda más adelante). 

-Si esto se considerase Aventura (y por tanto incompatible con lo expuesto en el primer párrafo) entonces Tetis aprovechará para explorar los fondos alrededor de la isla para conseguir Conocimiento de Área). Ahora que el templo está construido es hora de ir pensando en conseguirle un Familiar ;P

Y hablar con Circe, por descontado, que lo voy a hacer ahora mismo.

Notando el inmenso poder que guardaba el aura de aquel lugar, Tetis esperó a que la propia Circe le diera permiso para traspasar sus dominios y poder hablar con comodidad. Las grutas la impresionaron mucho y esperaba que su dueña le dejase visitarlas más a fondo en días menos aciagos.

—Aún tengo mis dudas de que sea cosa de los vuestros pero si así lo fuera, ¿qué podríamos hacer nosotros? —las manos de Tetis se revolvieron, dejando ver su inquietud— Yo solo soy una humilde sacerdotisa de Okeanos y mi patrón poco tiene que aportar en este asunto, si se lo comunicara. Vuestras artes serían de indudable ayuda, sean cuales sean.

-Por cercanía entiendo que el viaje no sería muy largo, así que el resto de la estación me gustaría intentar convencer a los habitantes de la isla (y mis compañeros magos, si se dejan XD) para que vengan al nuevo templo de Okeanos y celebrar una fiesta en su honor (mi intención es ganar un bono ahí para volver a pedir ayuda más adelante)

Ok, como mínimo a unos cuantos grogs los engañas seguro. Al resto planteaselo en el Sympossium.

Por lo dema´s recibirás respuesta de Circe al acabar la estación 

OTOÑO DE 1215

Algo melancólica, su mente deambulaba entre los recuerdos de Aeaea mientras sus pies daban cortos pasos sobre la arena, a la sombra de los muros de Polyaggios. Duras y sombrías, las palabras de Circe se mezclaban con el semblante pálido de Constans y le revolvían el estómago y más. Algo atenazaba su columna, una punzada incrustada en los recovecos más profundos de su esqueleto. Había surgido el día que zarpó y ahora se hacía cada vez más fuerte, flagelando sus sentimientos sin piedad. La inevitable e ilógica sensación de que, ya en estos momentos, Constans ya viajaba con el barquero hacia la morada de Hades. El presentimiento, casi febril, de que al volver encontraría como sus enemigos habían atacado Aeaea, dejando solo cenizas y muerte a su paso.

Justo como la última vez.

Por suerte su buen raciocinio venía a resolver esas dudas, empujando aquellos desvelos y sumergiéndolos en rincones donde no molestasen a la maga. No de día al, menos. Por eso, cuando fue recibida por Ioannes, su sonrisa lograba ser sincera. Sin andarse con cortesías, abrazó al magus y le comentó los pormenores de su último viaje. No habló de Circe ni de Constans, no al principio. Eran noticias que debían prepararse con cuidado. Mostró el texto que debía ser traducido, bien envuelto entre múltiples capas de ropa vieja. El resto de regalos de Celaena permanecía en Pieri,a buen recaudo en su sancta.

—Entiendo que es una petición complicada. No sé cuantos eruditos sabrán de persa antiguo en este Tribunal pero espero que podáis iluminarme un poco. Había pensado que Constantinopla pudiera ser un buen sitio donde comenzar...

Finalizadas sus preguntas, se tornó seria.

—Me gustaría hablaros de algo privado. ¿Es segura esta sala? No quiero que nadie oiga esta conversación.

Sabía que aquello sonaría enigmático, quizás perturbador, pero no quedaba otra. Tras asegurarse de que nada ni nadie los espiaba, soltó la retahíla de acontecimientos que habían ocurrido.

—... y así están las coas, me temo. Aun no tenemos claro si son los enemigos de Circe o los de Constans a los que hemos de temer. Quizás ambos, los dioses no lo quieran. Aeaea va a necesitar toda la ayuda posible. ¿Podemos contar con vos? Entiendo que os ponemos en un compromiso y os pedimos disculpas. Vuestra constante ayuda ya debe haberos costado relaciones tensas con los demás magi. En cualquier caso os animo a visitar Pieri. Nuestra Princeps agradecería mucho vuestra presencia, estoy segura.