Partida Rol por web

[Ars Magica] Arcanogonia

La Arcanogonia

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20/05/2020, 16:22
Tetis

PRIMAVERA 1215: Favores pagados

 

Tan pronto como fue posible se reunió con Constans en solitario. No solía andarse por las ramas pero esta vez se tomó algo de tiempo para explicar a Constans como había huido con la ayuda de Okeanos y su promesa a este.

—... y he de mantener mi palabra. El templo que tengo en mente será más bien humilde en sus orígenes, aunque lo ampliaré si ello no interfiere con mis deberes para con Aeaea. He pensado que la localización perfecta ser junto a la playa. A fin de cuentas, es del creador de los mares de quién hablamos. 

La maga Jerbitón escuchó con atención asintiendo a las explicaciones que la maga le proporcionaba sobre las tretas de Julian ex Merinita así como la indispensable ayuda de Okeannos en todo el trance.

Añadió algunos detalles más acerca de los elementos y decoraciones que deseaba incluir antes de entrar en la parte más espinosa de la solicitud.

—Entiendo que un proyecto como este es costoso. Estoy dispuesta a trabajar duro y a compensar lo invertido en esta empresa con creces. Antes de que toméis vuestra decisión, hay otra cosa que necesito de vos: ayuda para construir un Laboratorio propio. Entiendo que los ya existentes han sido ocupados por mis amici y a la larga necesitaré de un espacio propio para seguir desarrollando mi magia. Para beneficio propio —sería un insulto hacia la inteligencia de Constans no reconocerlo, pensó—, de Aeaea y de todo el Tribunal. ¿Hay alguna estancia que pudiera tomar?

Entendía que su petición no era irracional. A fin de cuentas la Alianza contaba con muchas habitaciones; una de ellas habría de bastar para instalarse. Hacer de ella un Laboratorio era otro cantar y Tetis podía percatarse de que ambos proyectos requerían una cantidad de tiempo y recursos valiosos que Constans podría no ver con buenos ojos. Estaba preparada para renunciar al Laboratorio (de momento) pero de un modo u otro se aseguraría de que el templo fuera construido.

La dama constans sacudió la cabeza No hay ninguna estancia disponible para ello dentro del ala interior de la Alianza. Cuando este edificio se concibió no pensamos en un número tan grande de magos ni en tanto interés por la investigación. Por mi parte siempre he considerado que hay cosas más interesantes incluso que las Artes dijo con una sonrisa Lo que se puede hacer es anexionar el laboratorio al templete de Okeannos. En efecto sufragaré esa construcción. Lo que pediis no será barato y requerirá no solo piedra si no artesanos que lo decoren dignamente. Al final del otoño puede que esté listo. O quizás a principios del año que viene. Dijo mientras calculaba en su mente costes y beneficios. A cambio me guardo el derecho de exigirios, a titulo personal hasta dos estaciones de trabajo. No os molesteis en negociar, vos necesitais ese templo querida y esta es mi isla. 

Con una sonrisa y un gesto de la mano indicó que la audiencia había terminado.

Durante las semanas siguientes eso si la maga vió como Constans cumplía su palabra. Recluida en la biblioteca estudiando el Arte de Rego de un precioso volumen pudo ver llegar un barco de fondo plano del que descargaron grandes bloques de mármol. En sus descansos pudo pasear y ver como en un promontorio, algo alejado de Aeaea propiamente dicho pero con buenas vistas al mar, se levantaban ya los cimientos, la base y dos muros del templete. Una pequeña construcción rectangular que habría de tener una pequeña pronaos de cinco columnas, dos salas interiores y adosado al lado oriental una habitación de forma cuadrada donde instalar el laboratorio de Tetis.

Notas de juego

Ganas 23px en Rego, pierdes 4 peones de tu reserva de vis personal.

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20/05/2020, 16:33
Gargouille

PRIMAVERA 1215: Limpiando los trapos sucios de Vocatrix ex Bonisagus

 

Hay escritos que, aunque no digan realmente lo que quieren o en qué se respaldan, se sienten malignos. Aquel escrito de Monorchis ex Tremere era de aquel tipo. Pero la lealtad a su mater y el temor a represalias hacia él o sus compañeros le movieron a iniciar el viaje hacia Gigas. Y dejó tanto la epístola como sus reflexiones al respecto en su sancta, con indicación a su aprendiz de que si no volvía, debía hacerles saber de su existencia. Sólo si no volvía para otoño. ¿Sería capaz aquel muchacho de respetar sus deseos durante tanto tiempo?

Mientras emprendía el viaje caviló sobre lo dicho, y especialmente lo callado, en esa carta. Los Tremere habían contratado a su mater para algún proyecto pero su mater o bien los había defraudado o estafado. O ambas.

En cuanto el viaje en barco fue posible, aprovechando el viaje hasta Ingasia de la Tritón como inicio de su andadura. Luego comenzaría su largo periplo a pie, acompañado siempre por un can (Convocar Sabueso) y por su fiel dragontópodo Dytwin (entre cuyos poderes se encontraba la invisibilidad). Un viaje discreto eludiendo todo contacto prescindible, haciendo uso de Aura de Líder y Baile de Máscaras para parecer un viejo envuelto en ropas de viaje, acompañado por su fiel perro. Y de esta guisa pensaba llegar hasta el Épiro y, siguiendo las instrucciones de Monorchis, buscaría en Kruje, en el Principado de Arbanon, a Mikel Dustekios, su agente. Él le llevará a Gigas, con el negociador.

Tal y como prometía la carta el agente estaba en el lugar indicado. Tras presentarse ante el mago le consiguió como transporte un carruaje sorprendentemente cómodo en el que partieron hacia el norte. En ese momento cayó el Bonisagus que partiendo desde el norte de Epiro y siguiendo siempre hacia el norte mas o menos en paralelo de la costa adriática uno habría por fuerza de salir del Tribunal de Thebas y entrar en Transilvania. La patria de la Casa Tremere.

El viaje fue sin incidentes. Pero todos los detalles revelaban un siniestro orden. Las posadas siempre tenían la habitación de Gargouille preparada al llegar. Su cena era servida en su habitación sin ni que la pidiera y una serie de hombres en armaduras de cuero negras guardaban siempre su puerta durante la noche.

Para su llegada a la Alianza del Tremere Gargouille y Dytwin habían trazado un plan. Se presentaría como un fiel y responsable ex-aprendiz de su mater, ayudándola a superar el bache aportando algunos recursos y/o tiempo, siempre que fuera algo que no le inutilizara como mago durante un largo tiempo. Dytwin le obligó a ensayar el discurso, a preparar las poses, a entender los mensajes ocultos del cuerpo y postura corporal del Tremere. Aquel hombre quería "sacar tajada" del filius de la maga a la que le habían encargado tareas (y sufragado costes, era de imaginar), reponerse de los malos resultados. Esa postura era razonable, pero no así el beneficiarse a costa de su aprendiz, un mago que, además, ya era mago de pleno derecho y sin ningún vínculo o juramento respecto de Vocatrix, su mater, más allá de haber compartido 15 años de enseñanzas. Le debía su instrucción, pero nada más. Era un vínculo exclusivamente afectivo.

Acompañado de Dytwin, siempre susurrándole a su oído, negociaría. Pronunciaría las palabras que querían oir y también las que no. Limpiaría el nombre de su mater, evitando de paso las consecuencias de su mala cabeza, encarnando un papel de bonachón al que no estaba demasiado acostumbrado. Tal vez Dytwin mismo avalaría sus capacidades, que entrarían también en la negociación, por si el trabajo que hubiera empezado su mater lo pudiera acabar él. Y con ello, según la propia misiva de Monorchis, recuperaría los textos de laboratorio de Vocatrix. Quien sabía, tal vez tanta molestia tuviera un pago, aunque fuera menor al deseable.

Así, habiendo endurecido su mente y su espiritu, ensayado los argumentos y las réplicas y tratado de preveer cualquier argucia. Pero lo que encontró fue realmente sorprendente. En primer lugar casi toda la Alianza estaba habilmente escondida en el subsuelo de un falso pueblo de campesinos. Cada casa disponía de una trampilla por la que descender a un enorme túnel circular del que iban saliendo pasadizos que supuso irían a los sancta y estancias. Siempre escoltado, guiado y vigilado por Mikel Dustekios fue llevado a una sala de reunión. Esta era una sala de forma heptagonal excabada en la roca viva. Una mesa redonda presidía el centro y sentado a ella había un único mago. Un hombre de unos cuarenta años, vestido con el severo rigor y decoro de la casa Tremere.

Salve sodal y sed bienvenido a Gigas. Os agradezco que hayais hecho el largo viaje. Soy como supondreis Monorchis, de la Casa Tremere. dijo el hombre en un sorprendente y fluido latín. Como conozco que aun no dominais la lengua griega tengamos esta conversación en latín. Lamento que no hayais traído a vuestro aprendiz para poder conocerle. Añadió, quien sabe si para dejar claro que tenían información de primera mano sobre los asuntos del Bonisagus. Lo invitó a sentarse y Gargouille reparó que frente a él el mago Tremere tenía un fino librito y encima de este una Tesela del Tribunal.

Sin más cortesías pasó a exponer la situación. La mater de Gargouille se había comprometido a realizar un proyecto para los Tremere. Se le había pedido que estudiase y desarrollase una serie de hechizos para asegurar la fertilidad de las criaturas mágicas. Y aunque habían sufragado su laboratorio, el traslado a Transilvania y le habían entregado cuarenta peones de vis la maga había desaparecido hacía dos estaciones llevandose la vis y material de laboratorio de gran valor. No había sido un accidente pues había robado también unos caballos, borrado toda conexión arcana y matado a un par de grog que trataron de retenerla. Había sido vista por última vez en Ragusa donde se le había perdido la pista. 

Como comprendereis la mala fe de vuestra mater y el daño a mi Casa deben ser reparados. Lamentaríamos tener que lanzar una acusación y una cacería por toda Europa. El oprobio sería terrible para todos aquellos que alguna vez se relacionaron con ella ¿no creeis? Además que la resolución sería desagradable para todos los implicados. Dijo dejando las palabras en el aire unos segundos. ¿Supongo que podría pediros que ayudaseis al Tribunal permitiendo que os usase como conexión arcana para encontrarla? dijo en ese tamborileando los dedos encima de la tesela ¿No? Como deseeis dijo al ver la dura expresión del Bonisagus.

Os propongo un trato. Aquí están encuadernadas las notas que recuperamos de vuestra mater. Os serán interesantes pues hacen referencia a la convocación y mejora de bestias mágicas. Algo que sabemos es también vuestra pasión. Tomó la tesela y empujó el librito hacia Gargouille Si jurais actuar como colateral os las entregaré. Son vuestras. A cambio acabereis su trabajo. Si lo lograis en menos de cinco años recibireis la parte del pago que hubiera sido para ella: tres torres. Si fallais en ese momento pagareis las cuatro torres que vuestra mater adeuda.

Se levantó dando por terminada la entrevista. En gesto de buena voluntad he organizado vuestro traslado de vuelta a Aeaea. Cuando llegueis ahí dadle una respuesta a mi agente. Espero que sea...positiva para todos.

Y sin haber tenido apenas tiempo de ver nada de la Alianza se encontró Gargouille de vuelta a las carreteras, traqueteando en carretas, siempre bajo los ojos atentos de sus protectores vestidos de negro. Repasó el librito que le habían entregado, en un gesto propio de eficiencia Tremere las notas habían sido encuadernadas en un librito de tapas de madera y páginas en blanco añadidas tras cada página de notas de Vocatrix para añadir comentarios y notas propios. Alguién con una letra regular y cuidada había empezado a traducir los textos de Vocatrix. Pero haría falta dedicar unas cuantas jornadas a romper y traducir su criptografía. Pero en las partes que habían sido ya traducidas parecía claro que su maestra había estado forzando los limites de la mágia hermética. Y andaba cerca de lograrlo.

Notas de juego

Ganas 2px en Conocimiento Orden de Hermes.

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20/05/2020, 18:30
Parzival

PRIMAVERA 1215: El último trabajo de Purphoros

 

 

Sería una buena primavera y bastante tranquila. Navegar otra vez, pero sin tener que estar al mando de la nave, sólo aprendiendo de la labor del nuevo capitán para ver las diferencias respecto a un esquife… aunque en el fondo, un barco es un barco. Madera, remos, cuerdas y velas. No le veía tanta complicación.

Claro está que había un mundo entre el esquife y la Tritón. Ni que fuera por que a bordo del trirreme navegaban casi doscientas personas. Comandarlo era no solo un desafío marinero si no que a veces se parecía mucho as er el capitán de una tropa. Una tropa que por el momento no parecían muy contentos con el extraño personaje que les habían asignado como pasajero.

Al par de días ya le había cogido el punto al Tritón, por lo que su interés decayó y se volvió a encerrar en su camarote más tiempo para estudiar los papeles de Purphoros, aunque sin mucho esmero. Si Constans ya los había repasado y no había encontrado los medios de activación, dudaba que él lo lograra en tan poco lapso de tiempo salvo que tuviera un golpe de suerte, que era lo que en verdad esperaba al repasarlos.

Así que como aquello tampoco era terriblemente entretenido, volvió a salir más a cubierta y repartir su tiempo más equitativamente entre ambas tareas. Incluso me entretuve en tallar algunas imágenes de madera del Tritón con un aguerrido hombre a sus mandos, uno lo suficientemente indefinido para que pudiera pasar por Purphoros, de cuyo aspecto en verdad no tenía ni idea. Sería mi regalo a Ingasia.

Una vez en la Alianza me despedí de la tripulación con la que había compartido canciones y vino los últimos días, algo que había ayudado a hacer más soportable el tedio, pero que realmente no se podía asemejar a las fiestas cuando se está en tierra firme y no hay obligaciones que cumplir.

Así llegó la nave sin percances hasta Ingasia. Situada en la idílica isla de Lemnos Parzival disfruto de un paseo entre suaves laderas cubiertas de campos donde el trigo verde empezaba a despuntar. Ingasia era un conjunto de funcionales estructuras de piedra alrededor de las cuales se afanaban decenas de grogs transportando materiales, cajas e ingenios más fantásticos.  Tras pedir a uno de los atareados grogs que lo anunciasen un hombre de edad avanzada, escasos y blancos cabellos y andando apoyado en una vara rematada en un ingenio de misterioso propósito. Aparte de eso su aspecto era el de un capataz anciano pero atento. Saludó con cortesía y se presentó como Stouritus ex Verditius. En ese momento Parzival practicamente tuvo un sincope, ese tranquilo y modesto hombrecillo no solo era el Princeps de Ingasia si no el Primus de la Casa Verditius.

En Ingasia presenté mis respetos. Entregué los papeles de Purphoros y ofrecí humildemente mis tallas como regalo. Dejé que me guiaran por la Alianza y me mostraran lo que mostrasen a los visitantes.

El primus miró con interés las tallas e incluso las alabó de forma educada y seguramente sincera. Hizo sentarse a Parzival en una recia mesa de madera donde comieron frutos secos y bebieron de un recio vino tinto. Al saber que Parzival venía como emisario de Aeaea se interesó por la salud de Constans ex Jerbiton y por si había habido noticias de Purphoros.

Primero cumplí respondiendo a sus preguntas y repitiendo el relato de cómo llegó el Tritón a la isla de Prota y como acabó la vida de Purphoros, según yo mismo había aprendido de la tripulación. Por supuesto, atento a las reacciones de mi interlocutor para ver hasta que punto le sorprendía el muro de agua que relató la tripulación. Si veía la oportunidad, metería figuradamente los dedos para obtener más información al respecto, quizás quisiera compartir conmigo sus dudas o sospechas, quizás una copa de vino ayudase a aflojar lenguas; esa era una propiedad casi universal del vino.

Las palabras de Parzival parecieron herir con fuerza a Stouritus. Su labio tembló y dejó caer la taza de terracota que se estrelló contra el suelo. ¿Muerto? Devorado por los ciclopes, sin poder despedirse de amigos y sodales. Oh dioses vuestra crueldad. Solo el mismo Poseidón podría haber levantado tal ola que hubiera acabado con el Tritón. Sacudió la cabeza tratando de serenarse. 

En el tiempo subsiguiente iría sacando otros temas de conversación sobre el Tribunal para conocer más la opinión de aquellos magi sobre nuestra presencia, su animosidad hacia nosotros o su buena predisposición, y que información al respecto podrían tener sobre los otros miembros de Thebas, con un interés especial en saber como poder abordar a Iustino del Jardín de Moreo sin que trataran de acabar con nosotros nada más vernos o como averiguar que tarea impondría para entregar la Tesela.

Ello nos llevaría al tema de las Teselas que hablaría con mis anfitriones tan largo y tendido como quisieran ayudarnos.

Por último, abordaría el último tema y el más importante para mí en este viaje, quizás con excepción de las Teselas, y esto era el Tritón y como descubrir los poderes que escondía y sus activaciones, que serían una pena que no volviesen a brillar con luz para mostrar las grandes capacidades de la muy honrada Casa de Verditus, y de forma tangencial hablar sobre Memnos y la mejor forma de conseguir su apoyo, además de acabar con la amenaza pirata en la que pensaba participar a bordo del Tritón.

No, no hablemos de política. No hablemos de hombres encegados en guardar un pasado imaginado. Dijo interrumpiendo en seco a Parzival. Respetad el dolor de un anciano que ha perdido a alguien muy querido. ¿Veis ese estudio? dijo señalando uno de los edificios Ahí fue donde trazó los primeros planos de la Tritón. ¡Ah Constans nos devuelve sus textos! La dama Constans siempre considerada. Ojalá más siguieran su ejemplo. Dijo ojeando los textos de laboratorio que le tendía Parzival. ¿Podría haberselos quedado sabeis? Podría haberlos vendido a buen precio. Y en vez de eso me los devuelve. Transmitidle mi agradecimiento. Parecía claramente emocionado. 

Ah, pretendeis capitanear el Tritón. Id con cuidado es una bestia peligrosa. Dejad que os explique algunos de los trucos que el buen Purphoros hiló en las tablas. Y procedió a explicar y anotar los mecanismos de activación.  Si, ya le gustaría a Memnos poder construir una nave como esa. Creo que incluso planea algo al respecto, había enviado a un agente a comprar cedros del Libano incluso. Pero no he oido nada al respecto ¿sabeis si la ha recibido y se ha puesto a ello?

Decidle a la dama Constans que yo también tengo un regalo para ella. Y del bolsillo frontal de su mandil sacó una Tesela del Tribunal. Una Tesela, planeaba entregarsela al malogrado Purphoros. Pero ahora los ojos del anciano se nublan Haced una cosa a cambio de la Tesela. Si Purphoros murió como deciis lo hizo sin los ritos funerarios adecuados. Ahora su alma languidece a orillas de la Estigia sin moneda con la que cruzar junto a Caronte hacia el descanso. Sacó una moneda de plata y la dejó en la mesa. Os lo ruego, navegad por el Aqueronte hasta la laguna estigia. Si es necesario buscad a uno de los miembros del Orfechiridion pedidle que sea vuestro guía. Siempre los hay en las cercanías de Glyjy en Euboea. Encontrad a Purphoros y dadle la moneda para pagar al barquero. Hacedlo y no solo os daré la Tesela si no mi gratitud para toda Aeaea.

Tras eso el anciano se retiró pidiendo a Parzival que considerase su petición y lo dejó al cuidado de Timeo un grog quien le enseñó un poco de la Alianza. El taller de la maga cosntructora de mosaicos encantados Euxisdua ex Verditius donde esta estaba construyendo con la ayuda de cinco grogs un inmenso mosaico que representaba un mapa de Asia Menor. Señaló el taller de Gemma y Bobila ex Verditius que por el momento permanecía cerrado a visitas. Le enseñó también los objetos a la venta, armas encantadas, arcos que disparaban sin flechas, cascos que volvían invisible al portador...

Tras descansar unos días en un pueblecillo cercano a esperar al Tritón fue recogido por la nave y pasó el resto de la estación patrullando junto a ellos. En un par de ocasiones parecieron avistar velas genovesas pero no lograron realizar captura alguna.

Notas de juego

Puedes coger 5px en Profesión: Marinero o 2px en Conocimiento de la Orden de Hermes

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20/05/2020, 19:50
Anguis

PRIMAVERA 1215: Devoto de Asclepio

 

 

Ciertamente sus pesquisas con los piratas no eran su mayor apetencia, aunque Anguis no era de dejar tareas a medias Parzival le había dado la excusa perfecta. Durante la primavera él se ocuparía del Tritón y de compartir a los piratas protegiendo las cicladas, tal vez el le diera el relevo en verano, pero por ahora la invitación al desafío que le había lanzado Kleon le llamaba mucho más la atención.

Embarcaría junto con Parzival recordándole a este que le trajera cuanta conexión arcana segura pudiera de los puertos que visitase. Esperaba que este le pudiera dejar cerca de Priene, allí buscaría al magnate strategos Sabas Asidenos presentándose voluntario para tratar su herida.

Navegó en el Tritón hasta Ikaria donde se separó de Parzival y el resto para proesguir el viaje por sus propios medios. Navegando de ahí a Samos done pasó una semana y finalmente en un esquife de mala muerte hasta la costa asíatica donde caminó unos cuantos días más hasta el principado de Priene.

Ahí no tardó en ser aprehendido por una patrulla del strategos. Solamente su condición de mago le salvó de que le robasen ahí mismo, si no algo peor. Llevado a la corte fue presentado ante el strategos, un hombre grueso con varias cicatrices en la cara poco amistosa. Se reclinaba en un lujoso y pesado lecho colocado en el centro de una sala con suelos de marmol y vistas al mar rodeado de toda su corte. Ya pudo ver claramente Anguis que estos eran gentes sin escrúpulos, duros mercenarios y guerreros que se habían cortado para si mismos una parte del Imperio. Y que el strategos era el más salvaje de todos.

Incluso postrado Sabas era un hombre imponente, fuerte como un toro y con un brillo malvado y astuto en la mirada. La herida, a la vista de todos, era una enorme llaga que cubría toda la pierna izquierda entre la rodilla y el empeine. Supuraba una pus apestosa cuyo hedor no disimulaban los braseros con hierbas aromáticas. Además venillas negras se extendían desde la herida dando la impresión de un mal que se extiende.

Al ver a los aprendices aparentaría sorpresa, les avasallaría con preguntas sobre magia y medicina fuera de sus alcance, humillándoles de una forma tal que le recordasen por el resto de sus vidas. Efectivamente, si eran una panda de ceporros le recordarían por los insultos, pero en el futuro como el mago que les había salvado el cuello.

Fueron traidos los aprendices, un niño de apenas once años y una muchacha de veinte. No parecían haber sufrido daños físicos pero estaban claramente asustados. Al ver a Anguis y reconocer su medallón se alegraron creyendo que su rescate estaba cercano. Pero rapidamente esa esperanza se fundió como las nieves del pasado invierno. Pues tras la retaila de insultos, que levantó risas contra los aprendices y contra el acento de Anguis. Incluso algún gracioso propuso arrojarlos a los tres por la ventana a ver si el Maestro enseñaba a los aprendices a volar.

Una vez hecho esto se se ofrecería ante el magnate para curarlo. Él aceptaba ese desafío, él haría sanar algo que nadie más había podido y tan seguro estaba de si mismo que si no lograba sanarlo Anguis compartiría su destino. Una lenta y dolorosa agonía hasta la muerte. Incluso lo juraría por Asclepio si los dos aprendices eran liberados de inmediato.

De nuevo risotadas surgieron de todos lados y solo un bramido de dolor del strategos puso fin a las burlas contra la presunción del italiano que pretendía jurar por los dioses paganos el poder obrar milagros. Anguis se asomó a mirar la herida arrugando la nariz ante el hedor. Los aprendices fueron llevados a algún lugar desconocido y se le dejó bien claro que si intentaba algun truco lo pagarían con sus cuellos.

Con esto presente empezó a examinar la herida para tratar de realizar un primer diagnostico, tratando que la había causado y como. De ahí ya tendría algo con lo que empezar a trabajar.

El chambelán del strategos le reconvino sobre hacer esas preguntas y le dijo que aplicase su ciencia y callase. Anguis miró la herida y no fue capaz de reconocer que pudiera haberla causado. Ningun arma o mal que el conociera podría causar eso. Probó durante los siguientes días con sus emplastos y medicinas. Sin éxito. Luego con hechizos, también sin éxito. Algo sobrenatural había en esa herida. Algo que superaba al menos de momento la ciencia de Anguis. Fue encerrado en una habitación espartana pero suficiente y se le alimentó correctamente. Pero aparte de salidas para ver a Sabas no tenía libertad de movimientos. Y cada día el dolor del strategos era mayor y los murmullos de acabar con los magos más estridentes.

Por el momento la mezcla de esperanza en sus Artes y miedo a su Orden protegían a Anguis. ¿Pero por cuanto tiempo? ¿Y como recuperaría la libertad?

Notas de juego

Puedes escoger 6px en Griego, 5px en Conocimiento del area o 5px en Medicina.

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01/06/2020, 15:11
Parzival

VERANO 1215: En el Averno

 

Parzival tomó prestado una vez más una generosa porción de las monedas de Aeaea. Era una Alianza que luchaba por sobrevivir, por lo que era mejor darle buen uso a las monedas que llevárselas a la tumba si fracasaban.

Dio instrucciones a los grogs para buscar un carnero sin mácula que ofrecer a Hermes, mientras él se aventuró en la Regio de Circe. En el pasado ella guió a Odiseo, su antepasado. Como es su costumbre llevó un presente en forma de madera tallada representando una de las fiestas con las ninfas y los sátiros. Confiaba en que agradara a la titanesa.

Con mucho respeto lo depositó a sus pies postrándose cuando la encontró y esperó pacientemente a que ella le diera la venía para levantarse y hablarle.

Oh, gran Circe, os presento mis más sinceros respetos y ruego perdonéis a este pobre mortal que os interrumpe. – comenzó con su tono zalamero habitual de cuando quiere algo, pero que no dejaba de rebosar sensualidad – Me hayo en el tris de comenzar un viaje al inframundo en busca del pobre Purphoros para entregarle una moneda con la que pagar al barquero y que su alma no languidezca más años a las orillas del Estigia. Oh, disculpad mi osadía al pediros vuestro consejo, mas se de vuestra inmensa sabiduría y que en el pasado tuvisteis a bien guiar a mi antepasado Ulises. Os imploro vuestro consejo, de la misma forma que él hizo.

La titanesa dejó sus labores y escuchó con atención al Mercere. Vuestra petición es razonable mago, así que habré de atenderla. Además me alegra ver que por una vez os guía la voluntad de obrar correctamente y nos los mandatos de Dionisio o Afrodita. Añadió con una media sonrisa. El descenso al inframundo es peligroso, especialmente si se espera volver a salir de él. Por suerto para ti mago solo irás hasta la antesala de los dominios de Hades, aun así atiende a mi consejo. 

En primer lugar recuerda que no debes  permanecer en el reino de los muertos más tiempo que el imprescindible y que no debes tomar ahí ni bebida ni alimento. En segundo lugar no te acerques al barquero ni a la riba de la Estigia, aquellos quienes contemplan sus aguas se sienten poderosamente llamados por la otra orilla. 

Finalmente lleva contigo un frasco con sangre de algun animal. Si los espíritus de los muertos turbados quisieran retenerte en el inframundo arrojales la sangre pues para ellos es un manjar.

Recibido el consejo se despidió igualmente zalamero de la titanesa y decidió no tentar más su suerte molestándola más.

Los siguientes tres días los pasó en la biblioteca informándose sobre cómo realizar correctamente un sacrificio a los dioses, más concretamente uno a Hermes, quien bien podría ser su patrón junto a Dionisio. Fueron los mismos días que los grogs tardaron en dar con un carnero digno.

Congregó a los grogs en el puerto junto a la nave que lo llevaría hasta Epiro. Delante de él estaba el carnero nervioso por su presencia.

Oh, Hermes, patrón de los mensajeros, de los ladrones y los viajeros, ante estas personas aquí congregadas te entrego la vida de este animal puro como ofrenda a tu grandeza y las dones que nos otorgas. Que tu nombre se oiga del uno al otro confín y sea alabado con la gloria que merece el más astuto de los dioses. – cortando el cuello del animal dejando que su sangre se derramara por el suelo, el mar y la nave, e incluso él mismo.

Mañana partiremos en busca del Inframundo para encontrar a un hombre justo a quien entregarle la moneda con la que pagar al barquero y que su alma pueda proseguir hacia lo que nos aguarda más allá en el reino de Hades. Te pido protección sobre mí y la tripulación que me llevará. Humildemente te imploro tus bendiciones y tu guía para llegar hasta mi destino y cumplir con el noble propósito que guía mi expedición. Si tienes a bien dar oídos a mi petición, os ofrezco mis humildes manos para ejecutar la tarea que estiméis digna como agradecimiento a vuestra divina ayuda. – concluyó alzando las manos al aire. Confiaba en que Hermes le escuchara. Estaba seguro de que él también disfrutaría con sus aventuras como lo hacía Dionisio.

Durante unos segundos no pareció haber ocurrido nada. Algun murmuro se levantaba ya entre los gogs cuando una ráfaga de viento levantó polvo hasta cegar a los presentes así como revolver sus ropas y sus cabellos. Tu humildad es tan falsa como la moneda de un alcahuete muchacho. Dijo una voz de muchacho y entreabriendo los ojos Parzival pareció ver una figura que moviendose a gran velocidad corría entre los presentes. Pero eres de la estirpe de mi buen Mercere así que no me verás negarme a tu petición. La voz parecía moverse alrededor de los congregados, sonando ahora a la diestra, ahora detrás, ahora cerca, ahora lejos. Arrojad el carnero que me habeis sacrificado a las llamas de la pira sacrificial. Cuando solo queden los huesos arroja una costilla por encima de tu hombro izquierdo y en la dirección que apunte deberás andar hasta encontrar una mata de madroño con una rama de oro. Lleva esa rama contigo al Inframundo y su luz te marcará el camino así como alejará todo mal de ti. No la pierdas o no podrías volver a la luz del día. ¡Ala ya está hecho! Recibirás noticias mías con lo que ahora me debes. Y con una risa tan pronto como empezó el vendaval cesó y todos cayeron en la cuenta que bien debiera ser el polvo de Hermes corriendo más rapido que el pensamiento con sus sandalias aladas. Cumplieron sus instrucciones y en efecto para maravilla de todos uno de los matojos en una ladera de la isla tenía una rama hecha de oro puro. Quebrandola el mago la tomo para consigo.

Antes de partir se aseguró de dejar instrucciones a los grogs para que consiguieran madera de cedro del Líbano o que como mínimo averiguaran quien podía traerla y por qué precio lo haría. Esa petición fue rapidamente desestimada por la gobernanta señalando que tal empresa comercial era de un coste astronómico y no algo que pudiera hacerse sin permiso de la dama Constans. Murmuró algo sobre el desperdicio de los magos con más poder que seso.

A otros dos grogs les encomendé la tarea de partir a Keos para investigar con sumo cuidado al león de piedra de allí y poder reportarme cuanto hubieran podido averiguar cuando me reuniese con ellos, previsiblemente al final del verano cuando regresara de mi viaje al Inframundo.

No hubo precisamente voluntarios para acudir a atacar al leon Petrino, la terrible bestia hecha de misma piedra, pero al final a las tabas se sortearon dos voluntarios. Estos se despidieron de sus amigos y familiares mientras pidieron a San Jorge que los auxiliara frente a ese monstruo.

A la mañana siguiente partió con la carta de Constans en busca de Doukas ex Criamon en las afueas de Glyjy en Euboea. En el camino talle una madera para representar una escena de un alma atormentada languideciendo en la orilla del Estigia mientras el barquero se mantenía lejos y el Cerbero protegía la puerta del Inframundo. Sería mi presente para Doukas.

El resto del viaje lo pasó aprovechando el tiempo en cubierta practicando sus habilidades marinas, algo a lo que le estaba cogiendo el gusto. Se podía ver a si mismo pasando largos años surcando las aguas del Egeo viviendo aventuras sin fin que contar más tarde.

El camino a pie se hizo más pesado cuando desembarcaron, pero no era cuestión de desfallecer casi al principio de su misión.

Preguntando se llega a todas partes y así fue parando en cada sitio que pudo para preguntar por las indicaciones que necesitaba para llegar hasta Glyjy, auxiliado por su Aura de Líder que ayudaba a mitigar los peores efectos del Don en los mundanos.

Por el camino aprovechó también para buscar otro carnero que ofrecer de sacrificio a los muertos. Confiaba en que en aquellas tierras también hubiera animales aptos para el sacrificio; traerlo desde Aeaea parecía algo innecesario.

Frente a Doukas presentó su regalo y la carta de Constans, hizo una reverencia y esperó educadamente a que se le permitiera hablar. El regalo fue recibido con poco entusiasmo pues Doukas era ciego, dos cuencas vacías ocupaban el lugar donde debieran estar sus ojos. Todo el mago daba un aire de siniestra determinación y aunque vestido con harapos y atendido por un muchacho con gesto miserable Parzival pudo percibir una buena cantidad de poder en el extraño mago.

Oh, sodale, navegante de los misterios de la muerte, yo, Parzival ex Mercere os suplico vuestra ayuda. – depositó la talla a sus pies – Esta imagen representa al desgraciado Purphoros ex Verditus, el cuál murió sin un entierro digno y ahora languidece en las orillas del Estigia sin poder pagar su viaje al Barquero. Yo y mi muy estimada Princeps Constans – dijo entregándole al carta de Constans – os solicitamos vuestra ayuda para guiarme hasta el pobre Purphoros y entregarle esta moneda de plata que me entregó el propio Stouritus ex Verditus para que pueda pagar al Barquero y continuar su viaje en el reino de Hades. He traído este carnero como sacrificio para las almas en pena.

Guardó silencio esperando su respuesta y el precio que exigiese por su ayuda. Todo tenía un precio y nadie hacía nada gratis, pero se había comprometido a cumplir con esta aventura y no se echaría atrás, aunque no dejaba de ser irónico que para cumplir con una petición se hubiera de endeudar con un dios y con un Criamon.

El Criamon escuchó con silencio. Pasó lo que parecieron larguísimos segundos en silencio hasta hablar con un hilo de voz. Os guiaré hasta la riba de la laguna Estigia. No me hago responsable de que salgais con vida de ahí, o con vuestra cordura. Pero vuestro motivo es noble, areté en esta Tierra y en el Pais de la Sombras sodale. Nada pido pues nada ambiciono.

Cuando Doukas aceptó guiarlo lo siguió en silencio si así se lo pedía o interesándose por sus estudios sobre la muerte, si es que le placía conversar, opción que le era más querida a Parzival. La muerte no era un tema que le apasionara, pero el conocimiento no ocupaba lugar (salvo en las bibliotecas, claro) y todo podía resultar útil en algún momento.

El parloteo del Mercere fue ignorado por el Criamon. Este hablaba poco y normalmente en monosilabos. El muchacho que le servía de lazarillo bien podría ser mudo.

Siguió las indicaciones que Doukas le diera para viajar por el Aqueronte hasta la roca sacrificial. Siguiendo al mago descendieron primero en un pequeño bote por el rio. Entre estrechos y sombríos cañones fueron dejando atrás cualquier traza de civilización y los ruidos del mundo de los vivos hasta que los propios pajaros enmudecieron. Atracaron en la boca de una oscura cueva donde el rio se adentraba en las profundidades de la tierra y siguieron a pie. Rapidamente se hizo la oscuridad pero la rama que Hermes entregara a Parzival parecía brillar con luz propia lo que le evitó dar un traspiés. Pareció entender ahora por que el Criamon había renunciado a la vista, tan poco util aquí. Descendieron durante lo que le parecieron días y aunque pudo ver en varias ocasiones fuentes de agua fresca brotando de las paredes y el rumor del Aqueronte incitaba su sed recordó el consejo de Circe y bebió Parzival solo de su cantimplora. Asimismo cuando varios fantasmas turbados, muertos que sin los debidos ritos nunca podrían cruzar la Estigia, se acercaron la luz de la rama y la sangre bastaron para disuadirlos de acercar sus frías y fantasmagóricas manos al Mercere.

Finalmente la cueva dió paso a una enorme sala, el techo perdido en las subterraneas alturas, las paredes tan lejanas que pareciera que estuvieran otra vez al aire libre, un aire libre sin sol alguno, donde solo unos pocos rastrojos crecína y donde una interminable procesión de fantasmagóricas siluetas avanzaba lentamente hacia la ribera de la laguna. 

Dibujó un círculo para protegerse de los fantasmas y guardar el sacrificio de las demás almas en pena hasta que llegara Purphoros, momento en el que podría romper el círculo y dejarle avanzar. En ese momento por fin Doukas abrió la boca para reclamar la moneda que Stouritus le entregara a Parzival. Levantandola pronunció un conjuro y una de las figuras abandonó la multitud expectante para acercarse a la pareja de magos. Stouritus ha sido astuto, esta moneda tiene algún significado para el mago que buscais sodale. Ved como a través de esta conexión arcana llamo a su fantasma para que se acerque a nosotros. Cumplid ahora vuestra misión.

El fantasma que se acercaba con paso resuelto era el de un hombre en apariencia de treinta años, larga barba y una incipiente calvicie. Sus ropas parecían manchadas de sangre y uno de sus hombros estaba hundido como si hubiera recibido un terrible mazazo.

Oh, noble encantador de barcos, Purphoros ex Verditus, tomad esta moneda de plata que os envía el mismo Stouritus ex Verditus para que podáis pagar vuestro viaje al Barquero, – dijo haciéndole entrega de la moneda – que yo Parzival ex Mercere, factótum de Aeaea, orgullosamente he aceptado traeros.

Escuché la historia de vuestro final de boca de vuestra tripulación a quienes pude rescatar, al menos a bastantes antes de que los cíclopes se los comieran, así como el Tritón. Oh, noble Purphoros, ¿quién podría haberos deseado la muerte y haber enviado esa ola gigante contra el Tritón? ¿Quién podría desearos tanto mal? – le preguntó deseando encontrar alguna pista más que seguir sobre su muerte.

El fantasma extendió la palma en silencio y tomó la moneda. Esta no cruzó su eterea forma si no que fue retenida en su palma. Como quien está en un sueño respondió con mucha lentitud. No podeis imaginar sodale la bondad que me haceis ¿cuanto tiempo he aguardado? ¿Han sido días, años o siglos? Es dificil saberlo aquí. Ahora por fin podré cruzar la Estigia y descansar. Dijo con voz cansada. ¿Así que recuperasteis mi Tritón? Otro motivo de agradecimiento. Es un buen barco, yo mismo lijé sus tablas y até su timón. Id con cuidado eso si, hay que calafatear a menudo. Una pena que no pueda volver a ver un amanecer desde su cubierta. Pareció animarse Si, ninguna tormente me hubiera mandado al fondo del mar. Ninguna tormenta me hubiera hecho encallar. Así que creo que es claro que esa ola no fue una ola natural. Mucho me temo que Poseidón ha declarado la guerra a Aeaea. El señor de las olas no es amigo de Circe pues esta auxilió a Odisseo. Tampoco le gusta que los venecianos, quienes desposan ritualmente a la misma Anfitrite dominen ahora las olas. Además si para recuperar el Tritón dañasteis a los ciclopes tened a buen seguro que tampoco os tiene en estima. Miró por encima del hombro hacia la Estigia y soltó una risa. Debeis preparaos para darle una buena lección al viejo barbas de espuma me temo. Es cabezón y necesitareis darle una tunda que no olvide o los mares os serán hostiles siempre. Buscad otros inmortales para que os ayuden en esta lucha así como golpead a aquellos quienes le sacrifican. Andaba siguiendo la pista de un terrible pirata genovés a quien llaman el Gavilán creo que ha alcanzado algún pacto con el señor de las olas.

Ahora debo marchar, noto como la laguna me llama. 

Seguiré vuestras indicaciones y haré cuanto esté en mi mano el traer justicia a vuestra muerte. – le prometió.

Oh, Purphoros, ¿queréis que le transmita algún mensaje vuestro a Constans u algún otro sodale? – le pregunté tanteando indirectamente si me quería decir que Constans no era de fiar.

Mis disculpas a Constans. Le prometí que regresaría y no podré cumplir mi promesa. Decidle que saludaré a Sergestus y que junto a este y su marido la aguardaremos en el Eliseo. Volveremos a estar todos juntos bajo el sol. Agradeced también a Stouritus esta moneda que siendo la primera es la última. Sonrió mientras su figura se difuminaba como la niebla llevada por el viento de la mañana.

No os deseo molestar más Purphoros, pero si me pudierais indicar las activaciones de la magia del Tritón, os estaría muy agradecido, o cualquier otra información que consideréis que pueda serme de utilidad para avanzar en nuestro noble objetivo de conseguir todas las Teselas del Tribunal. – deje mi petición para el final. Stouritus ya me había indicado muchas activaciones del Tritón, que esperaba fueran todas, y dudaba que Purphoros pudiera darme nada más que nos ayudara en nuestra misión, pero nunca estaba de más pedir.

Las palabras de Parzival fueron vanas pues el fantasma ya liberado del hechizo de Doukas se había desvanecido, seguramente para cruzar la Estigia rumbo al descanso merecido.

Tras despedirlo en paz me alejé de aquel lugar junto a Doukas, a quién acompañé hasta su cueva, para al día siguiente encaminarme de vuelta al navío que habría de llevarme de vuelta a Aeaea o, mejor, a la isla de Keos dónde me esperaba un león al que cazar.

Así pues tras despedir al mago Criamon, quien rechazó cualquier pago ni que fuera monetario a pesar de su clara pobreza, el Mercere volvió rumbo a Keos sabiendo que había cumplido su tarea. Ojalá cuando llegara el momento no le faltara a él la moneda.

Notas de juego

Ganas 2px a escoger en Profesión: Marinero, Conocimiento de Area: Grecia o Conocimiento Feerico.

Pierdes un Punto de Confianza.

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01/06/2020, 15:59
Tetis

VERANO 1215: La muy curiosa Celaenea

 

Un último vistazo al templo, cuyo hermoso trabajo sea hacía más y más palpable cada día. Esa fue la imagen final que grabó en su mente antes de embarcar en el puerto. Acordados todos los detalles del viaje con Constans, se sentía bastante tranquila. A pesar del incierto final en su viaje, se sentía mejor preparada que nunca: la última Estación había servido para pulir sus Artes y se emocionaba con la idea de salir al mundo y ponerlas en práctica. Además, esta vez dejaba un seguro, un mechón de su pelo a disposición de sus amici con el cual podrían localizarla y rescatarla si no había vuelto a finales de Otoño. Tetis había previsto ese margen en caso de que el encargo fuera difícil de cumplir.

Así, con perlas de espuma salpicando el barco y su cabello, llegó hasta Polyaggios para entrevistarse con Ioannes ex Bonisagus.  No era parada necesaria pero entraba dentro de la ruta fijada y las atenciones favorables del magus habían supuesto el descubrimiento de muchas de las Teselas, cosa que deseaba agradecerle en persona. No era el único motivo, claro. En sus charlas preguntó sobre Celaena ex Bonisagus, queriendo confirmar la información dada por Constans y recoger aquella que se le hubiera escapado.

—¿Qué Artes domina Celaenea? ¿Es versada en la política, cuenta con muchos contactos? ¿Tiene algún enemigo o rival?

Asimismo preguntó que opiniones estaban suscitando sus acciones y las de sus amici en sus intentos por verse favorables ante el Tribunal.

El Bonisagus recibió amablemente a la maga en la Alianza de Polyaggios y una vez más demostró que bien merecía ser contado como el más próximo de los aliados de Aeaea. Empezó detallando que el hecho de que hubieran conseguido ya tres teselas había causado cruce de cartas por todas las tierras que bordean el Egeo. A grandes rasgos dijo que había tres grupos de magos en relación a su opinión de Aeaea. En primer lugar aquellos como él y para su sorpresa Lucian ex Merinita que defendían que ese grupo de latinos se estaba ganando su lugar con un compromiso constante con la Areté. Luego estaban aquellos que aun recelosos decían que si bien era cierto que habían hecho algunas tareas meritorias ¿no sería por puro egoismo? ¿Acaso no eran estos magos desposeidos sin ningún lugar a donde ir? Recomendó que los magos de Aeaea pensaran con algún don que entregar al Tribunal cuanto antes y que siguieran dejando que sus actos fueran su mejor presentación. Finalmente un tercer grupo denunciaba a Aeaea como meros oportunistas e invasores. Por el momento el primer y el tercero de los partidos eran minoría pero a medida que siguieran ganando fama probablemente la virulencia de sus opositores creciera.

Sobre Celaena le informó que era una especialista en Mentem, centrada en los fantasmas. Se preciaba de ser una historiadora pero creía que los textos y ruinas antiguos eran facilmente confundidos y sus interpretaciones vagas. Por ello solía buscar directamente fantasmas y espiritus de tiempos pasados con los que conversar. En ocasiones esto la había llevado a prácticas peligrosas como profanar tumbas y necrópolis que le habían valido las censuras de la Eklesía. No le conocía interés político más allá de algunas opiniones peregrinas como el supuesto origen asiático del culto de Hermes y Mercurio.

Aquella reunión duró unos pocos días y pronto marchó de nuevo, no queriendo que la Estación se le echase encima. Con sus más y sus menos arrivó en Hedyosmos, lamentando dejar los mares atrás, sin saber cuando volvería a ellos. Una tela cubría el presente que había preparado, veneno de pez piedra con el que esperaba crear un ánimo favorable en los magi que habrían de recibirla.

El paraje donde se encontraba la Alianza de Hedyosmos fué la primera sorpresa. En las laderas del Monte Minthe en Elis una serie de profundos pozos daban paso a un dedalo de pasillos excavados en la roca donde los magos de Hedyosmos habían prohibido toda luz y sonido en esas cavernas y la maga creyó oir voces susurradas llamandola desde las sombras mientras ocn la ayuda de un grog navegaba esa negrura. Juraría incluso que había oido las voces de su pater y algunos de sus antiguos compañeros de Alianza. Estos la increpaban llamandola traidora y le recordaban que su alma estaba anotada como a deber en las cuentas del Infierno. Fue un alivio cuando cruzando una puerta de piedra entró en las camaras de Celaenea.

Esta era ciertamente...peculiar. En contraste con las oscuras cavernas varios cientos de velas iluminaban sus estancias. Las paredes parecían recubiertas de metal bruñido y las habitaciones mismas estaban llenas de una abigarrada mezcla de mobiliario y estatuillas de personas con cabeza de animal. La maga iba vestida de forma estrafalaria y cuando Tetis se presentó solicitando la Tesela parecía no tener interés en ello si no en el extraño veneno que esta le había traido. Siguieron algunas de las horas más extrañas de la vida de Tetis. Celaenea cambiaba de tema de forma caótica y hablaba de forma sobrexcitada sobre los temás mas variados. Parecía bastante claro que no estaba en sus cabales, que creía ser una princesa del antiguo egipto y que afirmaba que hablaba de forma constante con el mismo Hermes de quien afirmaba que era en realidad un dios con cabeza de pájaro.

Finalmente tras mucho ir y venir logró sacar algo en claro.

Quiero que traduzcais un libro para mi. Es muy sencillo, necesito el libro en Griego y ahora está escrito en otro idioma. En persa antiguo concretamente.

Dicho esto la maga se levantó y marchó a su sanctum dejando a Tetis con la palabra en la boca. Un sirviente, que miró a Tetis con cierta solidaridad, guió a la maga por las tenebrosas cavernas y le entregó las riendas de un borrico. En la alforja de la derecha encontrareis en un arcón el texto a traducir. En la izquierda algunos regalos de la ama. Os deseamos todos lo mejor, ha estado dando la tabarra durante meses con esto.

Revisando las alforjas en efecto Tetis encontró el arcón con un texto escrito en un idioma desconocido. En el otro varios objetos, un libro escrito por la propia Celaenea, una tablilla con la que lanzar un potente hechizo para convocar fantasmas y..la Tesela del tribunal ¿era un error o una prueba adicional?

Notas de juego

Escoge 2px en Griego o 2px en Conocimiento Orden de Hermes: Thebas

Consigues dos estuches de pergamino que contienen el tractatus El Nacimiento de Toht-Hermes (Teoría Mágica Calidad 11)

Consigues un estuche de pergamino con el texto persa y una tableta de un solo uso del hechizo Convocar a los Muertos (ReMe 40)

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01/06/2020, 16:39
Gargouille

VERANO DE 1215

La Retractación de Higio de Samotracia

Gargouille había vuelto de mal humor de su viaje primaveral. Parecía, si cabe, más decidido todavía a hacer lo que quiera que tuviera en mente (seguramente relacionado con algo grande, mágico y con escamas). Para llevar a cabo sus planes necesitaba toda la ayuda posible y eso, en aquellos momentos, pasaba por recuperar el uso del laboratorio de Sergestus.

Sito en el regio de Circe, el lugar más mágico con diferencia de la isla, el laboratorio del difunto Sergestus supondría un considerable refuerzo a las ya considerables capacidades del Bonisagus normando. Y cuando se hablaba de niveles superiores a la décima magnitud, cada ayuda, por pequeña que fuera, podía suponer ahorrarse numerosas estaciones de trabajo.

Así las cosas, Gargouille primero se entrevistó con Constans para averiguar qué era aquello por lo discutían Higio y Sergestus. Algo básico. La maga suspiró y refirió como desde hacía años ambos magos habían reñido a raiz de la forma de interpretar ciertos pasajes de varios libros escritos por otros Bonisagus sobre la história del culto de Mercurio. Los tecnicismos de la discusión eran arcanos, enrevesados y en opinión de Constans pueriles. Pero ambos magos habían dedicado mucho tiempo a insultarse, difamarse y hacer correr rumores sobre su rival. Obviamente por motivos claros Circe estaba a favor de Sergestus y no pensaba dejar que ni la muerte ni el Crepúsculo permitireran a Higio tener la última palabra. Armado con esa información, el Bonisagus de Aeaea trazó un plan con la inestimable ayuda de Dytwin.

Lo siguiente sería, lógicamente, el viaje hasta Samotracia, en el que, siendo verano, no esperaba ninguna complicación. El viaje estaría sufragado por las ricas arcas de la Alianza y no supondría verdadera carga para sus finanzas. Además aprovechó para leer las notas de su mater. Estas revelaron, por suerte conocía el cifrado de Vocatrix, que su maestra seguía en la senda de tratar dedesfermar los más terribles y primigenios seres del reino mágico en el plano material. Al parecer había  sido requerida por los Tremere para asegurar que aumentaba el numero de lobos mágicos en sus territorios. Lo que los Tremere no sabían es que el proyecto de Vocatrix iba más allá. Planteaba lograr la manera de que lobas normales gestaran no lobos mejorados magicamente si no la idea platónica del lobo. Describía sus experimentos para lograr conectar con esa idea, así como ciertos circulos de protección para eliminar de un area los inlfujos de los otros reinos y asegurar que solo el Reino Mágico pudiera afectar a sus objetivos. Dichas ideas podrían ser utiles para Gargouille para traer a este mundo su propia idea fetiche: el dragón.

A continuación, la entrevista con Higio. Trataría de convencerlo de encontrarse con él en algún lugar cercano, donde había acampado antes de llegar a Samotracia, alejado de la vista de los mundanos, puesto que sin invitación al Aegis su dragontópodo Dytwin no podría entrar y Gargouille nunca se separaba de él. Si aceptaba encontrarse fuera de la Alianza, el lugar de acampada, escogido previamente con bastante mala fe, sería el lugar donde le emboscaría.

En cambio, si accedía a extenderle una invitación al Aegis, entraría acompañado de Dytwin y tendría una entrevista para tratar de convencer a Higio de retractarse de su opinión, ofensiva a la memoria de Sergestus, el protegido de Circe. Si se trataba de un tema de Teoría Mágica, no sería de extrañar que la visión portentosamente clara de Gargouille alejara toda duda de la corrección de los argumentos de Sergestus. Si era algo más visceral, siempre cabía la posibilidad de abogar por buenos sentimientos hacia alguien que ya no podía defenderse e incluso convencerlo de que escribiera unas palabras de consuelo a su amada Circe (poderosísima bruja capaz de maldecir e invocar los poderes de los dioses si así lo deseaba, lo que, evidentemente, no debería darse, por el bien del maldito, dicho sea todo de paso). A las malas se verían obligados a robar algo del laboratorio de Higio, tal vez un objeto menor de ayuda en el laboratorio, tal vez algún papel, aprovechando que Dytwin podía hacerse invisible.

De una u otra manera Higio acabaría o bien al abasto de Gargouille lejos de la protección de la Alianza de Samotracia, o bien convencido. Y aún durante la emboscada trataría de convencerlo de que recapacitase. Si no lo hacía, bueno, entre sus fieles perros y la ayuda de algún animal que lograra reclutar para la causa (naturales, no mágicos), le daría una buena paliza, algo que no olvidaría pronto. Y le amenazaría: escribiría una carta de disculpa, retractándose de su opinión, o lo próximo sería un Certamen, y lo siguiente una Guerra de Magos. Y para cuando llegara la Guerra de Magos, haría bien de ser capaz de acabar con un Dragontópodo de decimoprimera magnitud...

Rapidamente Gargouille recibió en Samotracia una buena y una mala noticia. La buena era que Higio era un hombrecillo realmente cargante, prepotente y con una cara que ni una madre querría lo que explicaba por que vivía solo y no como parte de una Alianza. Realmente, pensó Gargouille, los magos de Thebas vivían en un ambiente más civilizado y tranquilo que no el estado de guerra constante de Normandía. La mala es que al oir mentar a Sergestus a Higio pareció darle un sincope, cubrió a Gargouille de insultos, lo tachó de aprendiz sin luces y lo echó de su cada con MUY malas maneras. Pero la inquisitiva y analítica mente de Gargouille había medido ya la disposición del lugar, su ausencia de medias de defensa, los dos pobres criados del mago y en general el convencimiento de que la lista de enemigos del abrasivo Higio debía ser larga como su brazo.

A las malas habría de ser.

Tras lograr un alojamiento dedicó unos cuantos días a hechizar a cuantos animales salvajes pudo. Acabó con media docena de perros, dos jabalies y media docena de gaviotas. La estrella de su tropa era un novillo que alquiló por unas monedas a un sorprendido labriego. Así pues como un general que comanda a su variopinta tropa esperó y a primera hora de la mañana los lanzó contra Higio y su servidumbre. Mientras el mago tomaba su desayuno en la era de su patio la hueste animal hizo su entrada.

Los criados huyeron y el mago, más acostumbrado a la exégesis y la redacción de sesudas disquisiciones que a usar su magia para salvar la vida poco pudo hacer. Dejó fuera de combate a los perros pero se fatigó y no tardó en ser volteado de malas maneras por el novillo y en recibir varios desagradables mordiscos. Hecho una piltrafa fue objeto de algunas atenciones más de Gargouille en forma de patadas para remarcar los puntos más sutiles sobre la retractación a redactar.

Quizás no fuera el agil intercambio de ideas del ideal de los Bonisagus pero mientras procuraba leer sin marearse en el viaje de vuelta a Aeaea los textos de su mater el mago normando no pudo evitar sonreir al recordar lo más rastreros pasajes de la carta de retractación y disculpas que había obligado a escribir a su correligionario.

Notas de juego

 

Car y Hab Obj / hechizos Vir / Def Otros  Tirada Confianza Total
Inteligencia (+5) Intriga (0) Dytwin (+3) N/A   14 N/A +22
Comunicación (+2) Teoría Mágica (+5) N/A   N/A 3 N/A +10
Presencia (+1) Liderazgo (Intimidar) (0)   N/A Trabajo previo y superioridad numérica (2) 18 (+3) +24

Aventura de dificultad Facil. Logra dos éxitos, recibe 2px

  • Beneficio 3px adicionales 

 

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01/06/2020, 17:49
Anguis

VERANO 1215: La ira del dorado Apolo

 

Aquella situación era cuanto menos curiosa, el chambelán podía decir misa, pero aquella herida no era algo fortuito o un mero accidente. El strategos Sabas podía ser muchas cosas, pero como todo hombre tenía miedo a la muerte, y el Tytalus aprovechó ese miedo para sus fines. En una de sus salidas para atenderle pidió atenderle a solas, sin su hombres ni chambelan, al fin y al cabo si el mago intentaba alguna tontería poco provecho podría obtener más que la muerte de los aprendices. Entonces se acercó al hombre de guerra, se sentó a su lado mirándole a los ojos para hablarle con total sinceridad, al fin y al cabo esperaba que el rudo hombre apreciara eso.

Fue muy claro, Anguis bien sabía que el strategos no había retenido a los críos porqué sean médicos, sino porqué albergaba la esperanza de que su magia pudiera salvarle la vida. Los sueños de las últimas noches no habían pasado en absoluto desapercibidos para el mago, sin embargo lejos de amedrentarse ante el que hiere de lejos Anguis le estuvo dando vueltas a la situación. 

El Tribunal estaba claramente vinculado a los clásicos, y las Alianzas se regían por sus patrones entre sus lealtades y conflictos; escoger un patrón les posicionaba eso era innegable. Por tanto Anguis debería estudiar la relación que pudiera existir entre la titanesa y el Dios olímpico, pero eso ahora era un lujo que no se podía permitir. Igualmente las visiones le indicaban que la ofensa del strategos muy posiblemente estuviera relacionada con el que hiere de lejos, aunque al Tytalus no le gustaba que le "obligasen" a actuar bajo la persuasión todavía no estaba tan loco como para enfrentarse a una deidad.

Con eso en mente e intuyendo las posibles faltas del strategos el Tytalus insinuó que los consejos que había seguido habían sido desacertados, o que no le habían revelado todo. Había ofendido al mismísimo Apolo y sin su perdón dicha herida no sanaría jamás. Si quería vivir debía seguir las indicaciones de Anguis en busca del perdón de la deidad. Arrinconado y asustado por las palabras del mago el strategos reveló la verdad.

Al parecer fue aconsejado por unos magos de Nicea que se hiciera con un poderoso arco mágico que estaba en una isla cercana. Fué ahí con sus gentes y encontraron un pequeño templo en ruinas y un arco que parece hecho de oro e incluso brilla en la oscuridad. El arco estaba ya tensado con una cuerda dorada y todo.

La primera vez que lo disparó la flecha fue tan potente que hizo estallar una de las columnas de piedra del templo. La segunda vez lo usó para matar a un hombre a mil pasos de distancia. Pero cuando quiso dispararlo una tercera vez la cuerda se rompió y le golpeó en la pierna produciendo la hedionda herida.

Entonces el mago se puso manos a lo obra, bajo el sol de mediodía en lo alto de la torre del strategos dedicaría la estación a preparar el lugar para tal ceremonia, pidiendo la gracia de Apolo para levantar la maldición que atormentaba a Savas. Un acto solemne ante un reducido numero de mundanos de confianza del chambelan y aunque no fuese otoño o una festividad consagrada al Dios del sol el mago dispuso que se sacrificase un buey y se compartiera un modesto puanopsion; la llamada a Apolo no era por sus dotes curativas sino por triunfo sobre la perfidia y los enemigos. Apelando a las dotes de guerra del stratego, aceptando este su error para que su propio valor le salvara, permitiéndole al humilde médico realizar su trabajo. Tras ello devolverían lo que fue sustraído a su lugar de origen como parte de la redención de Sabas.

Los rezos de Anguis no parecieron tener efecto. La ira y el enfado del dios arquero deberían ser enormes pues ni tan siquiera cuando se devolvió el arco al templo hubo señal alguna. ¿Aceptaba Apolo la disculpa? ¿O solo había transferido su enfado?

Si la bendición surtía efecto Anguis se limitaría ha hacer su trabajo, pero sin más pistas o sin la mediación de alguien que retirase el influjo sobrenatural el mago poco más tenía que hacer. Al parecer su penetración no podía rivalizar con el poder de la criatura que había causado la herida, y eso hasta cierto punto molestaba al Tytalus al igual que le llenaba de curiosidad. Algo había cambiado pues con paciencia y emplastos, combinando ciencia y magia poco a poco la herida fue cicatrizando. Por fin la herida sanó y el strategos decidió liberar al mago y a los dos aprendices. No había agradecimiento en ese gesto, solo la voluntad de poner fin a la larga pesadilla. Y la propia angustia del mago fue disipandose, había tenido un roce con uno de los principales dioses del Olimpo y había salido con bien. Ahora solo debía volver a Epidauros para reclamar su Tesela.

Así pues navegando con la brisa a favor todos los miedos parecían quedar atrás. Con las manos en el rail de la borda del pequeño navío mercante Anguis contemplaba las olas. Cuando con terror descubrió que no podía levantar las manos del rail, trató de abrir la boca para gritar sin poder hacerlo. A su alrededor los marineros y los dos aprendices permanecían quietos como estatuas, congelados en sus expresiones y gestos. Unos pasos sonaron a la espalda del Tytalus y una voz le susurró en el oído No vuelvas cruzado. No vuelvas, nunca.

Durante un agónico minuto permaneció inmobilizado hasta que de golpe el mundo pareció recuperarsu ritmo. El resto de pasaje no recordaba nada pero la potente magia y el intranquilizador mensaje permanecieron en la mente del Tytalus hasta llegar a Grecia y poner rumbo a Epidauros.

Notas de juego

Aventura
Tipo: Arcana y Social
Set 1 Exitos:     Fallos:  
Objetivo: Curar al Stratego
Acción Car y Hab Obj / hechizos Vir / Def Otros  Tirada Confianza Total

Tirale de la lengua al Stratego para que cuente como se hizo la herida usando su miedo a la muerte.

Com+3/Liderazgo (Intimidación)+3   +3 Don para Intimidar   14   23
Invocar el favor de Apolo para eliminar la influencia sobrenatural. Com+3/Con.Magia +0       8   11
Curar la herida una vez eliminado el influjo sobrenatural. Int+5/Medicina+9 +6 Burlar a la Parca +2 Ligadura
+3 Cataplasm of Mandrake
  2   27

Aventura Dificil. Dos éxitos, 2px

  • Beneficio: Dos candidatos a aprendices acompañan a Anguis de vuelta a Aeaea