Partida Rol por web

-Si la verdad es que no le hizo mucha gracia... - me rio recordando aquellos momentos. Cuando tira de mi me quedo mirandolo a los ojos, aunque incoscientemente la mirada iba a sus labios de vez en cuando.

Tenerlo tan cerca me ponia un poco nerviosa, no sabia porque habia estado con muchos hombre, y sabia que le gustaba pero aun asi los nervios me invadian, tras sus palabras solo pude decir - Tu me guias...

-Vamos, entonces.- dice girándose sin soltarte la mano.

Llegais a una pequeña taberna de marineros. Alejandro coje una mesa, dos jarras de cerveza y una baraja de cartas muy usada.

-Y bien, señorita. ¿Qué apostamos hoy?.-

En la taberna casi estais solos, la mayoría del pueblo está disfrutando de la fiesta.

Doy un largo trago a la cerveza y despues paso la lengua por los ñabios para quitarme la espuma, miro atenta sus manos como baraja - Pues como no apuesta mi cuerpo poco voy hacer jajaja - Lo dije bromeando pero a la vez me di cuenta que siendo el el comentario era bastanta inapropiado - Tengo que ir mañana a ver mi herencia.

Se pone colorado ante tu sugerencia, pero cambia de tema en cuanto hablas de la herencia.

-¿Quieres que te acompañe?. No creo que sea fácil para tí. Vamos juntos y despues podemos ir a comer fuera. Yo invito. Entonces... ¿no apostamos nada?.-

Lo miro con una sonrisa en la cara - ME parece bien, depende de lo que me dejara el viejo invito yo- por un momento mi mirada se perdio pero al instante volvio a el - Mmmm... Que te parece el que gane tres de cinco podra pedirle lo que quiera al otro? Y si vamos a estar en el mismo barco puede ser muy interesante...

-Me parece, señorita, que juegas con fuego.- dice sonriendo.

Reparte las cartas, mientras no te quita el ojo de encima.

-Te he dicho ya que hoy estas preciosa, ¿verdad?.-

Le da un sorbo a la cerveza, mientras sus ojos te atraviesan, una vez más.

-Sabes que me gusta correr riesgos - digo sonriendo picaramente - Pues no, hoy aun no me lo hbaias dicho - Le echo la lengua burlonamente mientras cojo las cartas, tras dar un trago de cerveza.

Por que seguia estando nerviosa? Seria por la espera?

-Primera mano para mí, poker de ases. Repartes tú.Iré pensando que es lo que quiero.- dice intentando picarte.

Te cede la baraja de cartas.

- Sabes que no es honrado hacerle trampas a una dama, verdad? - Me gustaba eso, aunque perdiera esta muy a gusto jugando con alejandro.

-No necesito hacer trampas para ganarte. Y recuerda, lo que yo quiera.-

Se pasa la lengua por los labios para limpiarse el resto de espuma.

-Ahora vamos a por el premio de consolación, la cena.-

Alejandro te lleva a la zona de los puestos de comida. Se para en uno que tiene mesas y bancos de madera. En el puesto tienen un poco de todos, verduras,  pescado, patatas, carne asada... todo lo que te apetezca.

-¿Qué te apetece comer?. Puedes pedir lo que quieras.-

No sabes como, pero ya lleva dos jarras de cerveza.

Mmmmm.... optare por la carne, que despues en el barco sera lo que menos coma... - Me sirvo un poco de carne estofada.

Despues lo miro arqueando una ceja - Si prentendes emborracharme necesitaras algo mas fuerte jajaja O tu cartera temblara.

-Como si no nos conociésemos de sobra.- dice sonriendo.-El alcohol fuerte lo dejamos para el baile.-

La carne es de vaca, y está muy buena, tierna y jugosa.Es de mejor calidad que la del bar de tu tío. Cuando acabais de comer, Alejandro te arrastra hacia el baile. Hay una banda de gaitas tocando alegres melodías.

La gente empieza a bailar por parejas, Alejandro se acerca a tí, cogiéndote de la cintura, y marcando el ritmo. Baila muy bien.

Saboreo la comida y la disfruto, hacia mucho que no comia algo tan bueno, la verdad es que la ultima temporada mi alimentacion dejo mucho que desear, fue raroq ue no cayera enferma.

Ya te he dicho lo bien que te queda lo de ser capitan - paso mi mano por su espalda dejandome llevar por el - Aunque creo que te prefiero de rufian - le guiño un ojo picaramente.

El ritmo de la música se acelera cada vez más. Alejandro sigue bailando, acercándose cada vez más a tí.

La canción termina, pero no te suelta. Comienza las siguiente pieza pero Alejandro no empieza a bailar. Te aprieta contra su cuerpo y te besa de forma exigente. Sabe a sal y a cerveza.

La gente baila a vuestro alrededor, pero el mundo se ha detenido para vosotros dos.

Por el momento y la sorpresa los primeros segundos me quedo atonita y quieta, no pense que fuera a besarme ahora. Me pego a el cuanto pueda mis pulsaciones se aceleran un poco y mi lengua busca la suya. Sabia a lo que era y me encantaba, era un sabor familiar.

Acaricie el pelo de su nuca mientras mi otra mano apretaba su espalda.

La música sigue sonando mientras os besais.

-Ven conmigo, vi algo esta mañana y quiero comprobarlo contigo.- te lleva de la mano.

Empezais a caminar hacia las afueras de la ciudad. De vez en cuando se para para volver a besarte,cada vez con mas pasión. Despues de un largo paseo, llegais a lo alto de Carleon. Desde aquí se domina todo el pueblo, con el puerto incluído.

En lo alto sólo hay un árbol solitario. Alejandro te apoya contra él, besándote con más intensidad, buscando tu piel por debajo de la ropa.

Apretando mi cuerpo contra el y el arbol le quito la chaqueta dejandola caer, mis manos buscan su cuerpo bajo su camisa mietras una de mis piernas se coloca entre las de el para comenzar a contonearme rozando su entre pierna.

Lo beso apasionadamente y muerdo su cuello, para despues ir hacia su oreja y mordiendole el lobulo despaci, mir palabras salieron como un ronroneo - Te ha costado 20 años decidirte...

-Y no sabes lo mucho que me he arrepentido todos estos meses.- dice empezando a quitarte el corpiño.

Por un segundo, parece que se acuerda de algo, y te separa un poco de el.

-Espera sólo un minuto, venimos aquí para que vieses algo. Fíjate en Avalon.- dice dándote al vuelta.

Y tiene razón, hay algo distinto en la tierra, algo que la hace distinto. Los prados parecen más verdes, los campos más productivos y el mar mucho mas azul. Aún a la luz de la luna, ves claramente que algo que está cambian.

Avalon parece más hermosa. mágica y amenazadora de lo que lo ha sido en siglos.

-¿Lo ves?.-

Arqueo las cejas abriendo bastante los ojos - Que demonios... - no podia dejar de contemplar las vistas, era precioso a la vez que intimidante.

Deje caer mi corpiño, y coji una de sus manos acariciandola- Estos meses? - pregunte curiosa .

Te da la vuelta, otra vez, hasta dejarte contra el tronco. Apoya su cuerpo contra el tuyo, besándote. No contesta a tu pregunta.

Levanta la falda para empezar a acariciarte los muslos, arañándote un poco mientras empieza a recorrer tu cuellos con sus labios, mordiéndote suavemente.