Lay acepto, -Yo voy por leña para hacer la fogata y a conocer el terreno..... Por cierto alguien trajo equipo de acampar
Off, que tienen de equipo y armas?
La decisión del grupo fue la que yo esperaba ahora había que acampar y reponer energías —Si Ley, comamos algo. Preparemos rápido el campamento y acordemos las guardias—digo mientras voy sacando de bolsa lo que considero necesario para pasar la noche en aquella zona peligrosa.
Creo estos elementos serviran
saco de dormir; yesca y pedernal; maza y cincel, 10 piquetas
Leyacar, haz una tirada de Supervivencia para ver si encuentras refugio o un lugar adecuado para acampar. Recuerda: se tira 1d6, si sacas 1-2 pasas la tirada. Si tienes que preguntar algo fuera de la partida, inclúyelo en la cajetilla «Notas» (una como esta misma).
Los demás podéis intentarlo tirando 1d10. Un 1 es un éxito.
Recordad que esta acción consume tiempo. Que el campamento sea adecuado repercute en vuestro descanso y en cómo rendiréis al día siguiente. También en las posibilidades de ser atacados.
Me quedé observando los alrededores mientras los demás opinaban. La sugerencia de Dasig me sacó una pequeña sonrisa. Busqué una piedra lo suficientemente alta para sentarme y le respondí.
-"Querido Dasig, ten fe. Si nuestro compañero Lay dice que este es el camino, es porque hay que dar un rodeo para salir de este bosque e ir hacia nuestro objetivo. No va a ser todo el camino en línea recta hacia el este, ¿no?" Dije divertido.
Dejé mi cayado a un lado y me froté las manos. Las ampollas me dolían y no quería ni mirarme los pies. En cuanto hubiéramos acampado tocaría quitarme las botas y ver el panorama, que pintaba poco halagüeño.
-"Tienes toda la razón hombre pío, mantener el fuego siempre encendido sirve para espantar a muchas bestias, pero también para atraer a otro tipo de peligros durante la noche. De todas maneras, prefiero tener un fuego que me caliente los huesos. A lo de las guardias, si queréis yo haré la última."
Motivo: Supervivencia
Tirada: 1d10
Resultado: 4 [4]
En la parte superior derecha de la caja de mensajes hay un icono de un dado. Pulsa sobre él. Te saldrá un menú en el que tienes que poner:
Motivo: Supervivencia
Cantidad: 1
Caras: elige d6
Modificador: nada esta vez
Sacar: elige «igual o menos que»
Dificultad: 2 (para que éxito sea igual o menos que dos)
Pulsa el botón «tirar»
Motivo: Armar campamento
Tirada: 1d10
Resultado: 10 [10]
Motivo: Supervivencia
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 1 (Exito) [1]
Motivo: Supervivencia
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 4 (Fracaso) [4]
Motivo: Supervivencia
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 3 (Fracaso) [3]
Motivo: Supervivencia
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 1 (Exito) [1]
Motivo: Supervivencia
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 2 (Exito) [2]
Tras un rato de búsqueda, vuestro explorador encuentra un abrigo en el barranco que resulta de lo más apropiado, pues aparte de protegeros, os proporciona visibilidad ante cualquier ataque enemigo. Pese a que un fuego discreto para calentaros habría sido bien recibido, la madera está demasiado húmeda como para que os proporcione calor. Dais cuenta, sin embargo, de las provisiones generosas que os ha proporcionado el curandero, las cuales os reconfortan. El haberos desviado no ha ensombrecido vuestro ánimo, la noche estrellada invita a contar viejas historias sobre viajeros que llegaron hasta tierras lejanas y regresaron a su aldea cubiertos de oro y gloria, que fundaron reinos y recibieron la bendición de los dioses.
Os turnáis para la guardia. La madrugada trae consigo una brisa fría y húmeda que huele a tierra, musgo y matorral. Paz y silencio reinan durante el descanso. Emprendéis de nuevo la marcha, totalmente descansados y dispuestos a cumplir vuestra misión. Seguís la dirección del sol naciente y os internáis de nuevo en el bosque.
Tirada oculta
Motivo: Encuentro
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 3 (Fracaso) [3]
Dasig escucha pacientemente al hechicero, pero toda su contestación es un encogimiento de hombros. Después se marcha a buscar leña para poder mantener un fuego encendido durante la noche. Por desgracia, en este pantano todo parece húmedo y encontrar leña seca se antoja una tarea imposible.
Cuando vuelve, Dasig se postra para hacer sus oraciones del ocaso, rogando a los dioses guía para el día siguiente.
Motivo: Buscar leña para el campamento
Tirada: 1d20
Dificultad: 1-
Resultado: 11 (Fracaso) [11]
Motivo: Buscar leña para el campamento
Tirada: 1d10
Dificultad: 1-
Resultado: 9 (Fracaso) [9]
Perdón tiré inicialmente 1d20, así que volví a tirar un 1d10.
Tras pasar la noche sin percances y repuestas las energías continuamos nuestro viaje. Espero que sigamos la dirección correcta ésta vez. Voy fijándome en todos los detalles del bosque. Al parecer nadie pasa por aquí desde hace mucho tiempo pero no está de más ser precavidos.
-Estad atentos, no quiero volver a perderme. ¿No debe faltar mucho para llegar, verdad?
Me pregunto qué aspecto tendrá ese Árbol Esmeralda. ¿Sabremos reconocerlo?
Recogí los implementos usados para montar el campamento, luego de comer algo tomé posición para partir nuevamente hacía el lugar indicado, confiado en las habilidades del amigo montaraz.
—llegó la mañana y con ella nuestras energías se han visto reparadas —les digo para animar la vuelta al ruedo—, la noche fue calmada y las guardias sin sobre salto. Ahora a seguir en nuestra misión.
Emprendemos el camino y me mantengo alerta, los bosques siempre esconden sorpresas no muy gratas la mayoría de veces.
- Continuemos nuestra marcha sin aflojar el paso. Cada hora que pasa alguien muere por esta terrible aflicción.
El camino de regreso al punto en el que os desviasteis es relativamente sencillo con la ayuda de vuestro montaraz, que ahora tiene claro el rumbo. Os internáis más y más en la espesura hasta que empezáis a vislumbrar el agua. Primero unos pocos encharcamientos que podéis bordear y luego cada vez más, hasta el punto de que avanzar de forma penosa con ella hasta las rodillas resulta la única manera de continuar en según qué tramos, tratando de apartar además la maleza llena de pinchos.
De pronto, oís un zumbido. Es fuerte, potente, como el batir de alas de un enjambre de insectos voladores, pero de un tono tan elevado que resulta ensordecedor. No parecen insectos normales, si es que es eso lo que son. Y suena cerca. A no mucho tardar os toparéis con ellos.
Tirada oculta
Motivo: Encuentro
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 1 (Exito) [1]
Tirada oculta
Motivo: Tirada en tabla
Tirada: 1d6
Resultado: 1 [1]
Tirada oculta
Motivo: Cantidad
Tirada: 1d6
Resultado: 4 [4]
Al despuntar el alba, el montaraz tuvo que reconocer que se había equivocado de camino. Después de recoger el campamento dimos media vuelta y volvimos sobre nuestros pasos. Habíamos andado de más y mis pies doloridos me lo recordaron a cada momento. Me había fiado de su instinto y había fallado, por lo que lo tendría en cuenta en el futuro. Después de andar bastante distancia, nos adentramos en lo peor del pantano, teniendo que penar lo indecible para avanzar cada metro. Al cabo de un buen trecho recorrido, con todos los ropajes empapados y oliendo a cieno, un zumbido se escuchó más adelante. Algo o varias cosas de tamaño grande se aproximaban y por el sonido parecían insectos.
-"Compañeros, será mejor que nos ocultemos hasta ver qué es lo que se aproxima. Quizá podamos ver de qué se trata y que pase de largo." Dije en voz baja pero audible.
Y así lo dije, traté de mirar a mi alrededor para ver dónde podía ocultarme.
Para mí no sería problema ocultarme así que haciendo caso a Medianoche busqué con la mirada un lugar para esconderme. Aquel zumbido sospechoso parecía dirigirse en dirección a nosotros. Preparé mi honda en caso de que fuera necesario defenderme.
Alertado por mis compañeros me puse en guardia. No había escuchado nada al principio pero ahora sí. Era como un zumbido de muchos insectos. ¿Cómo voy a defenderme con una lanza? Busqué un lugar para ocultarme.
-Que no nos vean. Por el ruido debe haber decenas de insectos.
Me oculté y recé para que pasaran de largo.
- Es difícil ocultarse al sentido de los insectos... Busquemos agua donde podamos sumergirnos hasta que pasen de largo. - Dice Dasig quedamente, y para dar ejemplo, se mueve hacia un de las charcas de aguas estancadas. Deja su mochila colgada de la rama de un árbol y se queda atento, listo para sumergirse si ve aparecer una nube de insectos.