Partida Rol por web

SUT avanza por el pasillo y al llegar al final del mismo revisa uno de los paneles secretos de control. ¡No responde a su activación! Los efectos del pulso EMP siguen estando activos. Maldice su suerte por tener que tomar una decisión a ciegas: ¿hacia los gimnasios donde va la mujer que parece liderar el grupo o hacia la zona de laboratorio donde va el otro grupo y seguramente se encontrará Kaliópolis?

Los bomberos aparcan un camión y una furgoneta al lado del ITAK. La Llama no los pierde de vista. Dos de ellos bajan del camión para hablar con los policías, pero al parecer les están indicando que deben esperar. Puede ver la expresión de sorpresa de los bomberos cuando la policía les prohibe siquiera usar su manguera para apagar los fuegos. El resto del operativo desciende de los vehículos y se reunen a discutir con los policías. Son en total seis bomberos. Uno de ellos retrocede acompañado por uno de los inspectores de policía de paisano para utilizar la radio del camión cisterna. Mientras tanto uno de los SWAT de la furgoneta de comunicaciones acaba de salir de la misma y contempla sorprendido la ausencia de la antena de comunicaciones mientras mira confuso alrededor.

Mascullando algo ininteligible entre dientes, deja el maldito panel y sigue adelante, hacia el laboratorio.

No cree en Dios, pero, reza. Reza para que su deseo se haga realidad, y los SWAT hayan venido a liquidar al Super Villano....

La Llama no se decide a pasar a la acción por el momento. Con tanta gente sería un suicidio intentar nada, así que la cautela seguía siendo su mejor baza. Es altamente posible que SUT la necesitara, pero no veía cómo iba a poder ayudarla dejando que la capturasen o, con mayor probabilidad, que la matasen.

Aprovechando de nuevo las sombras de la noche, la Llama se acerca lo máximo posible al bombero y el policía que se separan del resto, para ver si puede escuchar lo que tengan que comunicar por radio.

El amanecer ya está diluyendo las últimas sombras de la noche, pero pese a todo la habilidad de la Llama para pasar desapercibida permite todavía que pueda aproximarse entre los matorrales del campus a un punto desde el cual alcanza a escuchar al bombero y al policía.

- Señor, la unidad policial me está indicando que no debemos entrar en el edificio. Hay peligro de derrumbe y hay varios SWAT en el interior... Nuestro parecer es que es peligroso y debería ser evacuado cuanto antes.- dice visiblemente enfadado el joven policía.
- Negativo Johnson. Acabamos de recibir órdenes directas del alcalde. Nos dice que asume toda la responsabilidad sobre lo que suceda. Sigan las indicaciones del sargento Malcovich. Si quieren jugarse el cuello que se lo jueguen...
- Señor,- insiste el bombero - hay más gente ahí dentro que el equipo de SWAT... ¿Vamos a permitir que su riesgo sea asumido por la policía?
- Johnson, no insista. Las órdenes vienen de muy arriba... Si cree que no puede seguir mis órdenes abandone el lugar y dele el mando de la unidad a Valento.

La comunicación se corta. El bombero está visiblemente frustrado. Como si quisiera aliviar su pesar el policía de paisano que le acompaña - la Llama sospecha que es el tal Malcovich - le pone una mano en el hombro:

- No se preocupe. Esa gente que permanece dentro lo hace por su propia voluntad. Ellos también asumen el riesgo. Además existe un complejo subterráneo que según nuestra información no se verá afectado por el derrumbe de la estructura exterior. Y hay más salidas del mismo.

El bombero, furioso, aparta la mano del agente y vuelve con sus hombres. El tal Malcovich permanece un momento al lado del camión de bomberos encendiendo un cigarro. La Llama lo observa: es un tipo de unos cuarenta años, con pelo escaso y despeinado, asomo de barba. Parece el típico poli duro cuyos ojos han visto mucho de las calles. El apellido no le suena, quizás sea nuevo en la ciudad.

Por el micro escucha la respiración controlada de SUT. Sea lo que sea que está haciendo al menos no supone un esfuerzo físico.

SUT se dirige hacia el laboratorio. Al menos, se consuela, el laboratorio es la zona más grande del UnderITAK. Los SWAT tendrán que dividirse si quieren rastrearlo todo. Cuando alcanza la zona de entrada al pasillo principal comprueba que los SWAT, de hecho, ya se están dividiendo por las distintas salas para registrarlo todo. ¿Estará solo el Doctor?

En ese momento algo sorprende a SUT: las luces de emergencia se apagan y vuelven a activarse las luces normales. ¡Ha vuelto la energía! ¡Y con ella tienen que estar activos los sistemas de alarma y comunicación interna! Hay diversos paneles de control ocultos en las paredes de todo el complejo para mantener en orden los autómatas del lugar.

Rápidamente me dirijo a la consola más próxima que me garantice discreción, y la activo, escaneando todas las cámaras del lugar una tras otra (tengo todas las claves de acceso, naturalmente). Busco a Kal, pero también busco al SuperTipo, y a la mujer. Estoy tratando de pensar una estrategia coherente y efectiva. Y activo la alarma, eso alertará al enemigo, lo sé, pero pondrá sobre aviso a quien aún no esté al corriente del personal del UI. De hecho, no sé nada de Liu, o de Brenda y Fargo. Y son cerebros que saben pensar, y músculos que saben luchar...

SUT se aproxima a la primera consola que encuentra. Antes incluso de que pueda encenderla las alarmas ya están sonando por todo el complejo. Los propios sistemas automáticos han detectado la intrusión por la fuerza.

Tras teclear el código de seguridad SUT accede a todas las cámaras y sensores de movimiento. Un contador parpadeante llama su atención. ¡El código de autodestrucción! ¡Kal ha puesto en marcha la autodestrucción de la base! Si en 10 minutos no se introduce el contracódigo la base entera volará en pedazos. Es un sistema de seguridad que jamás habían pensado que se tendría que utilizar. Pero el profesor está en la base: SUT lo ha localizado en el Control Central, al fondo de todos los laboratorios. Es una cámara sellada de alta seguridad desde la cual se puede controlar todo el complejo. Con él están Liu y Brenda. Falta Fargo. El profesor parece que también está programando sus defensas.

SUT pone el mosaico de cámaras. En varias salas puede ver como los SWAT van entrando en parejas para asegurar las posiciones. La mujer está en la zona principal del gimnasio. Parece que está intentando comunicarse con el exterior pero algo le falla. ¿Quizás la señal no le llega a una zona tan subterránea?

La última cámara muestra la posición del supertipo. ¡Está llegando al Control Central! Pero... ¿qué es eso? Al final del pasillo hay una figura metálica, de enormes dimensiones. ¡El exoesqueleto! Es un proyecto del doctor Kaliópolis para crear una armadura de combate de alto rendimiento. Daría a su piloto una fuerza inigualable y autonomía en ambientes hostiles. Sería una gran herramienta para trabajar en lugares de riesgo y en labores de rescate. ¡Pero todavía es un prototipo! Sin embargo ahora avanza pesadamente hacia el supertipo... Su piloto no puede ser otro más que Fargo.

La Llama observa cuidadosamente a Malkovich. Está en el lado de la cabina del camión de bomberos. Toda la atención de la gente se centra en el edificio en llamas y en las ambulancias donde se están recuperando los dos paisanos con aspecto de ser del FBI. Si actuase rápido podría reducirlo y arrastrarlo hasta su escondite.

Pulso rápidamente el comunicador con el Control Central.

-¡Kal! ¿Cómo estáis? Estoy en el pasillo del laboratorio, ¿puedes verme?

No hay un segundo a perder, así que soy concisa:

-¿Alguna indicación? Estoy viendo a Fargo. Iré a por tí, aprovechando que esa cosa está con él. ¿Sabes si los SWATs están con ese SuperTipo?

La voz de Kaliópolis suena seria, muy seria:

- SUT... Gracias a dios que estás bien. Vienen todos juntos. He conectado el procedimiento de autodestrucción. He recibido un mensaje de Quest por la línea abierta advirtiéndome de lo que iba a pasar... Él también estaba en peligro. Esto es demasiado para nosotros: tenemos que evacuar. Fargo ha hecho una locura intentando enfrentarse a ese tipo con el exoesqueleto...

Toma aliento:

- Todos los pasillos de acceso al Control Central están bloqueados durante el proceso de autodestrucción. Si no puedes retroceder tienes que intentar llegar hasta nosotros a través del pasillo principal. Los SWAT no son un problema...- mientras dice esto SUT ve en los distintos monitores como las trampas aturdidoras hacen caer a los intrusos - pero ese tipo parece inmune a todo... Maldita sea... Se van a perder tantas vidas...- la voz de Kaliópolis duda - SUT, creo que debemos rendirnos...

Liza comprende la duda del profesor: si continúan con el proceso de autodestrucción de la base todos esos SWAT que ahora están cayendo inconscientes perecerán en la explosión. Pero si dejan toda la tecnología del profesor aquí... ¿quién sabe en manos de quien caerá? ¿Son estos intrusos gentes del gobierno? ¿Agentes locales? ¿Gente que va por libre?

Mientras observa a Malcovich la Llama escucha la voz de SUT por el micro:

-¡Kal! ¿Cómo estáis? Estoy en el pasillo del laboratorio, ¿puedes verme? ¿Alguna indicación? Estoy viendo a Fargo. Iré a por tí, aprovechando que esa cosa está con él. ¿Sabes si los SWATs están con ese SuperTipo?

Una voz masculina, de anciano, suena muy seria en la distancia, como a través de un sistema de comunicaciones:

- SUT... Gracias a dios que estás bien. Vienen todos juntos. He conectado el procedimiento de autodestrucción. He recibido un mensaje de Quest por la línea abierta advirtiéndome de lo que iba a pasar... Él también estaba en peligro. Esto es demasiado para nosotros: tenemos que evacuar. Fargo ha hecho una locura intentando enfrentarse a ese tipo con el exoesqueleto... Todos los pasillos de acceso al Control Central están bloqueados durante el proceso de autodestrucción. Si no puedes retroceder tienes que intentar llegar hasta nosotros a través del pasillo principal. Los SWAT no son un problema... pero ese tipo parece inmune a todo... Maldita sea... Se van a perder tantas vidas... SUT, creo que debemos rendirnos...

Mientras hablan se oye de fondo un sonido continuo de alarmas.

-Esto es una guerra, Kal. Y no la hemos empezado nosotros. Siento que haya bajas, pero, la ciudad, la gente de la calle, nos necesita. Si nos entregamos, ¿qué esperanza les queda...? ¿de qué habrá servido la muerte de Wolf, quien evitará que se repita algo como lo de Teo...? No, no nos rendiremos. Y ahora, corto. No hay tiempo. Voy a ayudar a Fargo.

Un segundo de silencio, quizá menos, un gesto de salir corriendo, que se queda en un esbozo, congelado. Vuelve al micro.

-Y Kal... gracias. Te quiero, viejo. Suerte.

Y ahora sí, el rostro completamente endurecido por la decisión, sale corriendo hacia el Monstruo, preparada para ganar, o morir.

La voz de SUT contesta:

-Esto es una guerra, Kal. Y no la hemos empezado nosotros. Siento que haya bajas, pero, la ciudad, la gente de la calle, nos necesita. Si nos entregamos, ¿qué esperanza les queda...? ¿de qué habrá servido la muerte de Wolf, quien evitará que se repita algo como lo de Teo...? No, no nos rendiremos. Y ahora, corto. No hay tiempo. Voy a ayudar a Fargo.

Un segundo de silencio, quizá menos.

-Y Kal... gracias. Te quiero, viejo. Suerte.

Y ahora sí, el rostro completamente endurecido por la decisión, sale corriendo hacia el Monstruo, preparada para ganar, o morir.

SUT desconecta de la terminal, desconecta de Liza. Sus miedos, sus dudas, sus limitaciones... Liza se quedó arriba, despojada de la máscara. En un mundo hostil el último golpe deja tan solo a la heroína, a la vigilante capaz de soportar el daño, el dolor, el sufrimiento, tomando la carga que Liza sería incapaz de llevar sobre sus hombros.

SUT no piensa en eso ahora mismo. No tiene tiempo. Corre por el pasillo principal segura de que los SWAT no serán un inconveniente. La alarma de autodestrucción sigue sonando. El viejo Kaliópolis también ha tomado su decisión. Por primera vez no ha sido él quien guiaba a la niña perdida. Ha sido la mujer quien ha impuesto su decisión. SUT no piensa en ello. No piensa en nada más que en que un oponente desconocido ha entrado en su base. Alguien que ha matado a gente que quería. Ya no hay vuelta atrás, es el momento de devolver los golpes.

Al llegar al laboratorio principal se encuentra con todo destrozado. El tipo de blanco está peleando con Fargo, peleando a lo grande. Al otro lado del laboratorio se encuentra la puerta de metal que conduce al Control Central. Está cerrada por el protocolo de autodestrucción. No se abrirá salvo que Kaliópolis detenga el contador de tiempo, que según los altavoces va en 9 minutos y contando...

La batalla entre Fargo y el supertipo parece desigualada. El exoesqueleto le permite a Fargo golpear con la fuerza de una apisonadora, pero el tipo se mueve muy rápido. Cada vez que encaja un golpe que podría derribar una pared saltan chispas alrededor de su cuerpo, como si un campo de fuerza detuviese parte de ese impacto. Por contra Fargo es más lento. El exoesqueleto no está pensado para ser ágil, sino fuerte. Por suerte la propia armadura está preparada para aguantar derrumbamientos en los procesos de rescate. Los golpes que da el supertipo son igual de fuertes que eso. El exoesqueleto resiste pero a duras penas...

Sin embargo SUT se fija en una cosa: el campo de energía del supertipo parece activarse solo con los golpes más fuertes. Cuando retrocede luchando y choca con una mesa de metal a la vez que Fargo le golpea en el pecho parece como si el golpe del pecho fuera detenido pero el de la mesa no, ya que SUT ve como la esquina se clava en su espalda provocándole un gesto de dolor. Poco a poco la mente analítica de SUT comprende como funciona ese campo de fuerza: probablemente debe tener que concentrarlo en una intensidad determinada para detener los golpes que superen ese umbral, con lo cual los que sean de una intensidad inferior pueden traspasar la protección. El profesor Kaliópolis estuvo trabajando en un chaleco protector de ese tipo. La idea es conservar el máximo de energía mediante un solo control de umbral(1) de forma que no se malgaste energía adicional por tener controles adicionales. Es una ventaja porque la protección dura más tiempo al no haber malgaste de energía, pero provoca una vulnerabilidad si los ataques son realizados con la intensidad mínima.

La única oportunidad de SUT sería golpear a ese tipo a baja velocidad, buscando dejarlo inconsciente... Pero el riesgo es alto: el hombre se mueve a una velocidad de rayo y parece haberse dado cuenta de la presencia de la vigilante. Si falla el golpe podría arriesgarse a que el superhombre la golpease con sus puños, y ella no tiene el exoesqueleto de Fargo...

Apenas un vistazo, un rápido flash para evaluar la situación. El imponente coloso de blanco se mueve a una velocidad aterradora; y Fargo, con su exoesqueleto, parece un gigantesco y torpe insecto, letal, pero completamente a merced de su poderoso oponente.

Los ojos acostumbrados a componer una fiel imagen de la escena, escaneando los más mínimos detalles; y su mente, más rápidamente aún, entrenada a evaluar las probabilidades y a decidir la mejor entre ellas, le ofrece una posibilidad. El escudo de energía que lo rodea tiene una puerta trasera, una fisura. Se puede penetrar con un movimiento activamente lento, un movimiento que quedando al mínimo de velocidad, cargue con toda la fuerza.

Algo muy difícil. Una sola oportunidad. Además, me ha visto. Bien. Que se gire, que me ataque. Sí...

-Aquí me tienes, hijo de puta. Ven a por mi...

Afianzó sus piernas, atacaría sin desplazarse, para hacer aún más lenta su acción. Dejaría que el monstruo llegara hasta ella, lo haría corriendo, pero ella le estaría observando con detenimiento, para girar todo su cuerpo cuando él estuviese encima de ella, esquivando sus puños, y al mismo tiempo sincronizándose con él. Coseguir moverse a su misma velocidad, si lo hacía, en paralelo, el movimiento de su bastón hacia su cabeza partiría de una aceleración cero... y penetraría el campo, lentamente, implacable su trayecto hasta la sien... sólo cabía mantenerse fría, calcular... actuar...

El individuo sonríe ante el desafío de SUT, pero contra lo que ella espera no se gira y ataca. Su voz tiene un tono fanfarrón mientras golpea nuevamente a Fargo:

- No mereces mi atención pequeña aprendiz de heroína... Primero destrozaré a tu amiguito enlatado y luego tendré tiempo de retorcer tu cuello antes de tirar abajo esa puerta de acero para detener la autodestrucción del lugar. Ya lo hice otras veces cuando luché contra el Destructor de Mundos en su base espacial de marte.

¿El destructor de mundos en su base espacial de marte? Parece el título del maloso de un comic barato de superhéroes. Sea como sea el plan de SUT no ha tenido efecto por el momento, ya que el supertipo se dedica a machacar implacablemente al pobre Fargo. De vez en cuando el valiente muchacho logra encajar un puñetazo demoledor, pero aunque el coloso se resiente no parece suficiente como para detenerlo...

Bien, el Super Tipo la ignora. Y habla. Pero ella lo ignora también. No tiene tiempo de pensar más allá de lo que va a hacer a continuación. Quizá más tarde pueda hacerlo, o quizá ya no haya ocasión, pero ahora debe actuar, o todo se acabará.

Entonces SUT, con el coloso dándole la espalda, se acerca corriendo y se detiene en el último segundo. Flexiona las piernas, y hace un salto exactamente igual que cuando tenía que tirar un mate en baloncesto. Prepara su bastón, y cuando su inercia la deja a la altura de la cabeza del tipo, con las piernas rodea su cuerpo y se queda agarrada a él, montada encima. Entonces descarga la furia de su bastón, lentamente pero con toda su fuerza, en la nuca expuesta del gigante...

La infravalora. En otros tiempos Liza se ha sentido muchas veces infravalorada, pero Liza ha muerto. Ahora es SUT quien aprovechando que el gigante no ha sido capaz de calibrar su peligrosidad se abalanza sobre él.

Cuando Fargo lanza uno de sus poderosos puñetazos contra el supertipo SUT ya está a su espalda, lista para golpear. Por un momento teme que el grandullón se de cuenta del peligro porque se gira de medio lado observando la llegada de la heroína. Sin embargo confía en exceso en su campo de fuerza. Ignorando a SUT interpone su brazo en el golpe de Fargo. ¡Exacto! Es el momento. El campo de fuerza redirige su umbral para detener un daño masivo y SUT golpea al mismo tiempo casi como una caricia en comparación. Pero es un golpe muy bien encaminado, hacia una zona de nervios que al ser impactada provoca la falta de consciencia. Un golpe maestro aprendido tras innumerables lecciones de karate en el gimnasio del UnderITAK, del laboratorio que ahora ha sido profanado totalmente y condenado a la destrucción.

El gigante parece confundido por un momento. En sus ojos se lee el desconierto. Y luego la neblina que precede a la pérdida de consciencia. ¡Cae! El viejo cuento de David contra Goliath nuevamente reeditado.

SUT no tiene tiempo para celebrarlo. El exoesqueleto de Fargo está en las últimas y el propio joven está muy malherido. Aún así tiene tiempo de sonreirle a la heroína:

- Has podido con él, chica dura...

La voz de Kaliópolis resuena en los altavoces justo en el mismo momento que se detiene la alarma de autodestrucción:

- Chicos. ¡Rápido! Entrad en la Sala de Control... He detenido el proceso de autodestrucción y los sistemas de seguridad vuelven al estado normal. Les daremos quince minutos a los que se encuentran arriba para que evacúen los heridos y luego volaremos todo esto por los aires.

- Señor... Este hombre se recuperará pronto y es muy peligroso... - dice el magullado Fargo mientras se libera del destrozado exoesqueleto - No tenemos manera de retenerlo y puede reventar sin problemas los paneles de acero...

Lo que Fargo propone queda pendiente en el aire...