Partida Rol por web

-¿Trabajar?- mascullo. Apuro mi cerveza.- ¿Nos vemos al alba en las puertas de la ciudad?

Entro en la Posada oteando a todos los presentes, algunos parecen del tipo que estoy buscando, puede que haya sido una buena idea venir aqui despues de todo -en cualquier caso necesito ser prudente, vere si puedo obtener algo de información- pienso mientras camino hacia la barra donde apoyo mi codo metalico y llamo la atención del posadero.

- Saludos buen hombre, necesitaria un lugar donde pasar la noche y algo de información, ¿sabeis de algun grupo de aventureros que pueda reclutar?

Tras terminar de hablar vuelvo a mirar de reojo a todo el mundo en la posada, tentado de lanzar un conjuro de detectar el mal e imponer la justicia sagrada, giro mi cabeza de nuevo y clavo mi mirada en el tabernero.

- Luhana asi se esta muy comodo cuando querais marchamos. 

Echo mis manos hacia atras posandolas en las caderas de Luhana palpando divertido.

Cuando veo al caballero bruñido en armadura se me frunce el ceño.

Kallpa se dirigió a la taberna que le indicó el guardia. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de la taberna, observo que iba ingresando un hombre de gran armadura -Vaya! espero que ese tipo sepa luchar, así tendré con que entretenerme después de que aya comido algo- Kallpa, había tomado como afición, retar a cuanto guerrero se le cruzara en su camino, nadie de caracter oficial desde luego, no queria tener demaciado lio con la autoridad local, al menos no por ahora, apenas y recien llegaba a la ciudad, conocerla un poco mas le era preciso.

Finalmente entra a la taberna buscando con la mirada al guerrero que había ingresado hace unos momentos. No pudo evitar notar la presencia del Elfo y del tipo pelirojo, el primero porque le guardaba cierto respeto a los de su raza y al segundo porque parecía digno de una buena batalla, aunque al mirar al elfo, el vestuario y las proporciones de la mujer que estaba cerca a él, le sacudió un poco.

Camina sin darle mayor importancia al grupo que se encontraba dialogando, se acerco a la barra, aquí se encontraba aquel caballero interrogando al posadero. Como estos estaban ocupados hablando, solicitó la atención de la mesera -Algo de comer y una cerveza- seguido de un por favor forzado. Mientras la mesera le traía lo que pidió, se dedico a observar y escuchar aquella conversación entre el guerrero y el posadero, aunque parecía mas estar evaluando al primero de ellos.

- Veamos -dice el posadero a Yenros- Depende de que tipo de tarea os interese, pasan muchos aventureros por esta ciudad ya que esta cerca de todo.En cuanto al lugar en que pasar la noche son dos monedas de oro una habitacion, comida y bebida no incluidas.

Mientras Yenros habla con el posadero la mano de Luhana se desliza hasta el antebrazo del elfo y cogiendolo lo lleva fuera de la taberna, de camino hacia su casa.

Como si no me interesara mucho lo que me esta comentando el posadero saco 2 monedas de oro y las pongo sobre la mesa, dejandoselas ver al posadero para luego taparlas con mi mano.

- ¿Que me puede costar ponerme en contacto con un par de rastreadores?

Noto algunas miradas sobre mi, no es nada nuevo para alguien como yo en un sitio como este, mientras mi espada y mi dios esten conmigo no tengo nada que temer.

-Un tipo con suerte- digo al ver marcharse a Luhana con el elfo.- Buenas noches- añado para despedirme de Alfhiari.
Ya se había acabado toda la diversión. ¿O quizás no? Un caballero de brillante armadura hablaba con el mesero. Miré en derredor por si encontraba alguien curioso en la taberna.

Kallpa, dejó de concentrarse en el interrogatorio para empezar a comer lo que le trajo la mesera, los ojos en la comida y el oído en la conversación -Rastreadores mmm... eso me suena a problemas, parece que habrá algo de diversión por estos lugares despues de todo jujuju- no puedo contener su risa, aquella fue suave pero el tono oscuro.

Aun mantenia su mirada en el plato y la cerveza, aunque ya le faltaba poco para acabar su alimento, era de los que comía tan rápido como podía, sin dejar de lado en buen porte en la mesa.

Tras despedirme de mis futuros compañeros con un asentamiento de cabeza me dejo guiar por Luhana contandola alguna historia de los bosques para hacer mas ameno el viaje, aparte de admirar su belleza y elogiar sus encantos.

El posadero mira a Yenros

- Por desgracia poco puedo hacer por ti,pocos aventuraros estan aqui el tiempo suficiente como para que sepa que tan buenos son y parece que necesites gente muy cualificada, solo conozco a la Banda de los cuatro magos y Argos el Cambiaformas que ahora mismo esta de mision en el sur.

Solo a la chica que os ha estado observando toda la partida en un ricon

A nadie

Niego con la cabeza tras las palabras del posadero y le doy cinco monedas de oro -tendre que ir solo a esta misión- tras darselas le explico el trato.

- Alquilare una de vuestras habitaciones y comere en ella la ración normal, el resto del dinero es por vuestros servicios ya que quiero que me envieis a cualquiera capaz de moverse bien por los bosques y que sepa no ser visto.

Asiento con un ademan y acerco las monedas al posadero arrastrandola por la mesa, mis palabras podian sonar duras pero pese a mi semblante el tabernero en ningun momento noto amenaza o violencia en ellas. El tiempo apremiaba y no habia sitio para los adornos.

Echo un ojo al caballero de brillante armadura, que busca exploradores para una misión (recuerdo el rumor sobre el dragón blanco caído). No me interesa, aunque podría resultar beneficioso.
-"Los dragones tienen tesoros en sus guaridas"- dice Dúraan. Sin querer he puesto mi mano sobre la empuñadura y he abierto la comunicación.
No me voy a meter con un dragón. Le tengo suficiente aprecio a mi vida, aún.
Sigo mirando la sala y me detengo en un siniestro hombre que engulle con avidez su cena. Entorno los ojos, ¿será algún matarife? Tengo que cuidarme de él. Aún debo mucho dinero allá en casa.
Al final mis ojos se detienen en una mujer que observa en un rincón. Lleva allí mirando toda la noche. Me intriga. Me acerco a la mesera y dejando mi jarra de cerveza en la barra, le pregunto en un susurro.
-Aquella mujer- la señalo con un leve movimiento de cabeza,- lleva observando toda la tarde. ¿Quién es?

- Es Rhonda-  te dice la mesera- Al igual que los dos que has conocido hoy es una integrante de la Banda de los cuatro magos, es su experta en trampas y cerraduras ademas de una reputada ilusionista.

Rhonda es una chica joven, poco mas alta que Lucian y bastante mas baja que tu,delgada de pelo negro y ojos azules.

Va vestida de cuero y lleva un estoque en el cinto.

Me gusta el cuero.
-Experta en trampas y cerraduras, ¿eh?- murmuro.- Gracias- le sonrío a la mesera.
Me acerco a Rhonda con cautela, si estaba sola no querrá que la molesten; pero tengo curiosidad. Con todo el cuidado del mundo me acerco y me apoyo en la pared a su lado.

Rhonda no parece percatarse de tu presencia,seguramente este en la inopia.

Ahora que estoy cerca me fijo bien en ella. Veo un estoque en el cinto, atuendo de cuero...