Partida Rol por web

"Ah, cabrona...", grita el saboteador callendo al suelo estrepitosamente. Desde ahí alza la pistola, pero al ver salir a Smile desde el agujero, al ver al viejo Freeman recuperándose y al ver a Lisa apuntándole, decide no suicidarse y la suelta tirándola con fuerza al suelo.

Lisa, en ese momento, camina hasta él y golpea la pistola con la bota, haciéndola volar por el aire lejos de él, y sentándose sobre su estómago.

- Muévete, va, te reto. Comprobaremos si los psicólogos de Sunshade se equivocaban o no respecto a mi moralidad-

El hombretón alza las manos, haciendo una mueca por el dolor de su pierna. "Joder, me he rendido, no dispares", dice con los ojos engrandecidos por el miedo.

(Sigue...)

Freeman se recupera de su caída con toda la rapidez y dignidad que le permite tener el cuello como el muelle de un Jack-in-the-box, y se dirige hasta el caído arrancándole el micrófono con auricular y dándole una palmadita en la espalda a la guardia medio desnuda, que no parece preocuparse demasiado por el pálido pecho que le asoma por encima del sostén.

El empresario de la industria de las armas se pone el aparato en la cabeza, y comienza a hablar;

"Todo esta bajo control. La situacion es normal. He sufrido un desperfecto en el arma. Ya no hay problemas. Estoy bien gracias. Y ustedes?"

(Sigue...)

Al otro lado se escucha una voz extraña, nasal y aguda, que sólo dice; "¿Eh?, ¿cómo?, ¡qué tontería de conversación!", antes de colgar.

(Sigue...)

Mientras, las cosas se están caldeando en la sala de control. De hecho, "control" es una palabra bastante alejada de lo que está sucediendo. Vince le dice una bonita frase a Ross, y de repente proyecta su rostro y besa sus duros labios, dejándola completamente pasmada y con los ojos como platos. "Pe.. pe..".

Acto seguido, el valiente técnico se lanza al interior del pasillo lanzando lo que debería ser un golpe tremendo, pero que es bloqueado por las manos podridas del zombie de las vistosas encías. El gordo y la ejecutiva se dirigen hacia él, dispuestos a merendárselo.

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Afortunadamente, Richard está allí para ayudar. Primero, asoma la cabeza en el balcón en el que Tales está acuclillado con el culo en pompa debajo del panel agujereado, y le pega cuatro gritos bien dados. El gordo chilla y se levanta con tanta velocidad que se golpea la cabeza en el panel, y termina vagando por el fondo de la habitación, chillando, buscando algo que hacer y frotándose el chichón en la cabeza. "Vamos a moriiiir".

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Richard, tras el rapapolvo, se encamina con decisión hacia la puerta y levanta la pata de la silla descargándola sobre la cabeza del zombie gordo de las gafas. Con un sonido crugiente, como el que hace una sandía reventándose con el suelo, la cabeza del monstruo se deforma horriblemente. Sus gafas vuelan por el aire y uno de sus ojos sale de su cuenca como si fuera yo-yo, de forma absolutamente asquerosa.

¡Pero no cae!. La criatura, con su nuevo y horrible complemento colgando de la cuenca ocular, se lanza contra Richard manoteando y gimiendo, apartando a Vince con la masa de su barriga podrida y agitando sus garras frente a la cara del campeón del botox, pero sin conseguir alcanzarle.

Vince, por su parte, está ahora haciendo frente a los mordiscos y golpes de los otros dos zombies, aunque por ahora consigue zafarse, forcejeando con ellos.

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Ross parece recuperarse de su ojiplatismo después del morreo que le ha cascado Vince, y levanta la pistola con su última bala, mientras sus manos tiemblan por el nerviosismo de la situación. "¡Joder Richard, no puedo disparar contigo en medio, agáchate!", grita intentando disparar a alguno de los monstruos.

Si Richard hace caso de su grito, una bala bien dirigida se mete limpiamente en la frente del gordo, que tras un gemido triste y patético se derrumba inmóvil como una ballena varada en la playa.

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Es en ese momento cuando aparece Blind, saliendo del conducto de ventilación. Aquellos que están en la sala de control no saben qué es lo que ha pasado con el resto del grupo, pero parece que también debe haber tenido problemas. Sin embargo, el hombre mayor no debía estar haciendo nada de provecho, y se ha dado la vuelta.

Tras entrar en la sala de control se asoma al pasillo, mirando con asco las criaturas muertas vivientes. "Oh... nunca en mi vida había visto algo así", exclama asqueado.

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Tenemos la siguiente situación.

Por una parte, en la sala de calderas, Lisa está sentada sobre Hammer mientras Freeman intenta ponerse en contacto a través del micrófono, aunque todo da a entender que han cortado las comunicaciones al otro lado. Smile está asomado por el tubo de ventilación, con la pistola lista.

Por otra, en la sala de control, Blind acaba de bajar del conducto. Vince está metido en el pasillo, lidiando con dos zombies, mientras Ross acaba de disparar y Richard está frente a un zombie agujereado. Tales sigue chillando afeminadamente.

En ese momento, se escuchan las voces de megafonía, teñidas por un sonido de alarma tan fuerte que os hace saltar a todos en vuestros sitios; "Aroooga, Aroooga", mientras las voces hablan apresuradamente, "Ésto no es un simulacro. Repito; ésto no es un simulacro. Sigan los protocolos de evacuación por contaminación biológica, por favor. Ésto no es un simulacro".

¿Qué haréis con Hammer?. ¿Qué haréis con los zombies?. ¡Es vuestro turno!.

Vince no puede perder mucho tiempo con esas bestias, mientras mas se retrase mas probabilidades de no detener el tren. Tiene que llegar cuanto antes a donde estan las piezas y volver con ellas. Pero no puede dejar solo a Richard, el enorme empresario se esta enfrentando con una pata de mesa a estas cosas devora carne.

-Tales, rapido, busca las piezas, no tendras que luchar con estas cosas, pero si no te apresuras juro que dejare que te coman- pensaba que confiar su vida en el cobarde, lloron e inutil Tales era lo mas estupido que hizo. Bueno lo segundo, lo primero era haberse conseguido ese trabajo de mierda-. Las piezas estan en una caja- esquiva una mordida que estuvo a punto de llevarse su mejilla-. Dice repuestos panel de control, parecen placas de circuitos, con muchos cables y cosas negras- no tenia una forma mejor de describirlo.

Trata de estampar la cabeza del zombi contra la pared, pero esta suena como si fuera un pelota de baloncesto. Quizas al estar podridos la piel se ponia mas gruesa, por los gases y demas. Aunque no tenia idea de porque estaban podridos despues de tan poco tiempo.

-Vince, no pienses idioteces, trata de que no te coman...

Al ver a la morocha apuntandole al gordo descerebrado, Richard se agacha y un sonoro POWWWM retumba desde la sala de control.
El zombie pierde ahora mucho más que sus gafas, y la cabeza le estalla como un melon sobrecalentado al microondas, empapando a los otros dos zombies y a las paredes del fondo de sesos olorosos.

Richard, con los oidos zumbandole a pesar del botox, se arroja al frente y taclea desde atras a uno de los zombies que intenta morder a Vince.
El empresario, recordando sus años en el equipo de fútbol americano, alza la mano en algo esgrimiendo el palo, y golpea con furia las piernas de la ejecutiva de verde, quebrandoselas con un sonoro y seco "crack".

La mujer zombie, sin embargo, se arrastra por el suelo con sus manos marchitas y ajadas, como las de cierta "conductora" de almuerzos en tv, y las lanza a una velocidad sorprendente para su edad directo al cuello del ricachon!

Richard salta a un costado y con un golpe de su pata de palo logra desviar a la ejecutiva, y se pone de pie de un salto tratando de alejarse de sus oscuras zarpas.

Una vez está desarmado y aún en el suelo, me levanto. No dejo de apuntarle en ningún momento, pero doy un par de pasos hacia atrás para poder, con una mano, comenzar a abrocharme la ropa. Me sonrojo involuntariamente al darme cuenta de que, jesús, iba con un pecho al aire. No me importa demasiado que lo hayan visto, pero... bueno, da igual. Me centro en el grandullón.

- ¿Se puede saber por qué has activado el tren? ¿Tienes idea de lo que éso supone? Tal vez no has visto de lo que son capaces de hacer ésas cosas, pero nosotros sí. ¿Sabes, siquiera, qué va a pasar? Acabas de condenar al mundo y a la humanidad a la desaparición. Espero que te hayan pagado muy bien, te servirá de mucho cuando todo el mundo esté muerto -Gruño con ironía.

Aunque sus ojos se centran en mi pistola, sé que me está escuchando y sé lo poco que parece importarle. Éso hace que vuelve a hervir mi sangre, con lo que sin ningún tipo de miramiento vuelvo a apuntarle agresivamente, directo a la cabeza.

- Hijo de puta mal nacido. ¿Quién te ha dado la orden de activar el tren? ¿Cómo lo paramos? Como no me digas algo que me guste, como crea que no me cuentas todo lo que sabes, te vuelo la cabeza ahora mismo. Un muerto más o uno menos, nadie se va a dar cuenta y mis compañeros no dirán nada al respecto. Así, ¿qué va a ser? ¿Me lo vas a contar todo o decoro el suelo con tus sesos?

Pongo el dedo en el gatillo, aunque aún no lo presiono. Aún.

John se acaricia el cuello dolorido mientras se quita el auricular.

Sigue ordenes del cientifico loco que llevaba esto. Es el que estaba al otro lado de la linea.- dice respondiendo a Lisa

Se acerca al ascensor viendo como baja hacia ellos. Tienen que mantener el ascensor abajo para poder huir pero hay que saber lo que hay arriba. O como no dejar que nos paren el ascensor a la mitad. Pero claro, de eso John no tiene ni idea.

Smile, Lisa tiene esto controlado. Vete a por Vince, le necesitamos para ver si podemos controlar el ascensor.

Se para un momento y guarda la pistola. Mira al gordo- Mira imbecil. El mundo se divide en dos categorias: Los que tienen una pistola y los que hablan. Tu, hablas. Y no, no te preocupes, mi compañera no te disparara. Perder una bala por un tipo como tu es innecesario. Lo que haremos sera llevarte a rastras hasta la sala principal y soltarte con todos los infectados - John deja un segundo para que el hombre se de cuenta de lo que esta escuchando. - Quien te ha dado las ordenes de mover el tren? Sunshade o el cientifico? Hacia donde va el ascensor? Quien esta esperando arriba? Tienes exactamente 10 segundos para empezar a hablar. Y empiezan ahora.

Turno 16. Integrantes del grupo: John, Lisa, Richard, Vince, Ray Blind, Tales, Ross, Hammer y el Agente Smile.

Vince sigue forcejeando con el zombie sin encías, y agarrándole la cabeza la hace rebotar contra la pared como si fuera un juguete de goma. A parte de dejarla pringada de sangre y fluídos asquerosos, el monstruo no parece afectado por los golpes. Debido a lo pringoso de su cabeza, el zombie consigue desasirse del agarre, y comienza a chasquear los dientes frente a la cara de Mazzaro sin mucho éxito.

Mientras tanto, Richard lanza su arma improvisada contra las piernas de la ejecutiva, cuyas tibias de doblan hacia atrás con un sonido entre húmedo y crugiente. Sin embargo, desde el suelo, el monstruo sigue intentando mordisquear al noble empresario.

Con horror, los dos valientes pueden ver cómo al final del pasillo se asoma un cuarto zombie; un guardia de seguridad que gime y arrastra los pies patéticamente, entrando en el pasillo. Detrás de él, pero mucho más atrás, un nutrido grupo se asoma atraído por la pelea.

Llegarán al pasillo en un par de asaltos, y ése es el tiempo que tienen nuestros héroes para entrar en la sala de repuestos, recoger las piezas y volver a atrancar la puerta con la silla como estaba antes. Vince grita a Tales para que pase a través de los dos zombies y se dirija a la puerta de mantenimiento, pero al ver al guardia de seguridad zombie paseando por el pasillo niega con la cabeza y chilla detrás de Ross, haciendo movimientos similares a los de Chiquito de la Calzada.

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"IIIII"...chilla agudo,  "Noo... ¿¿¿hay un zombie ahí, es que no lo veeeis???", exclama mientras realiza convulsos movimientos hacia adelante y hacia atrás, como en una lucha entre su cobardía y su valentía. Desgraciadamente, su cobardía es del tamaño de un rinoceronte y su cobardía del de una gallina con disentería, así que se queda donde está.

(Sigue...)

"A la mierda", exclama Ross dándole la pistola a Blind, que acaba de llegar. Luego saca la caja de balas que ha encontrado, y se las tira mientras pasa entre vosotros dos su enjuto cuerpo. "¡Blind!, ¡cárgala!, ¡voy a por esas piezas!", grita corriendo hasta la puerta.

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Apartándose de vosotros y poniéndose en frente del pasillo para tener mejor ángulo de tiro, Blind comienza a cargar la pistola con las balas que ha conseguido Ross. "Un momento... un momento... yo no soy muy buen tirador, pero intentaré alcanzar a esas... a esas cosas...", exclama.

(Sigue...)

A Ross no le es difícil pasar junto a Richard, saltando a la zombie que se arrastra por el suelo, y luego Vince aparta de un empujón a "encías" para que ella pueda pasar. La mujer suspira el llegar a la puerta, pero cuando pone la mano sobre el picaporte éste gira normalmente, y la puerta se gira sin problemas. Luego desaparece dentro, encendiendo una luz y dispuesta a buscar entre la marabunta de cajas, piezas y cables que hay atestando el pequeño habitáculo.

El pasillo se abre al fondo a una gran sala, en la que una marabunta de monstruos no muertos se acercan lentamente. (Dos asaltos). Y un guardia de seguridad zombie, presente ahora en el pasillo, se acerca a la puerta de mantenimiento, dispuesto a entrar a por Ross.

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Mientras, en el otro lado, Smile se da la vuelta en el conducto ante las palabras de Freeman. "¡Tranquilo abuelo, voy para allá!", grita mientras desaparece en la oscuridad.

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Con Lisa apuntándole a la cabeza, Freeman gritando que van a arrojarle a los infectados, y la pierna echando chorros de sangre como un surtidor, parece que Hammer se decide a hablar.

Primero gira la cabeza hacia Lisa; "¿Que qué va a pasar?, ¿y a mí qué?, ¡yo estaré bebiendo piña colada en una isla de Sumatra!, ¡esas mierdas no saben nadar!", dice justificándose y removiéndose, intentando poner la pierna en una posición más cómoda.

Luego mira a Freeman negando con la cabeza, "¿Sunshade?, ¿qué científico?, a mí me contrató un pirado con mucho dinero, no sé más... sé que trabaja aquí, porque me dijo cómo entrar y qué era lo que tenía que hacer. Trabajaba con los ratones, dijo que usaría una versión más agresiva de la sustancia para que el bicho atacara al científico durante la demostración, y no hacía más que decir que sería glorioso, y que seguro que podía afectar a humanos... no sé quién coño era, sólo que parecía un alucinado o alguna mierda así, como si estuviera obsesionado con el mutágeno... me ha pagado un pastizal... ¡puedo compartirlo con vosotros, mirad, ahí viene el ascensor... incluso entre tres seremos ricos!".

(Sigue...)