Partida Rol por web

- es una buena explicació - pensó Jaycee por ambos - entonces - se aventuró a decir Ilify - ¿como sabes a ciencia cierta que aquella Zmiy es falsa? Si eres yo, sólo deberías tener dudas sobre su autenticidad, no saberlo, pues yo, no lo sé. Sabrías que mientras no mancille el nombre de Zmiy con malos actos, no me importará que posea esa forma. Te doy la razón en que dudo, no creo tener que recibir felicitaciones, y no me importa en exceso mi propia persona, aunque el motivo por el que me refleje en Zmiy, sólo puede deberse a que estaría orgulloso de seguir sus pasos - levantó su mano.

- pero no creas que los seguiré sin más, hace tiempo que camino por mi mismo, mis temores se han reducido, aunque nunca se irán todos ni quiero que se vayan, mis temores son los que me permiten avanzar sin ser excesivamente descuidado, son los que me advierten de que puedo herir a quien no quiero dañar.

Sonrió, Jaycee supo que ver de tan cerca a Zmiy le permitiría avanzar sin remordimientos - se por que te tengo ante mi, siempre he deseado, darte las gracias y pedirte perdón, gracias por los buenos momentos y por haber sabido dar vida a este tozudo dragón, gracias por enseñarme a no ser arrogante, gracias por quererme por ti y por mí. Perdón, por no saber cómo salvarte, por haberme enamorado cuando pensé que nunca lo haría tras tu muerte, y añadiré un perdón, por permitir que una entidad de dudosa procedencia desesperada por salvarse utilizase tu aspecto, prometo que si sobrevivimos me haré cargo junto a mi otra mitad de que esa Zmiy, falsa o real, tenga una vida lo más normal posible.

Estiró su brazo hacia adelante bajando la temperatura del lugar, esperando que el vaho helado, empañara y bloqueara el reflejo, si era un espejo debería funcionar...

Nereida creyó por un momento que estaba teniendo un deja vu.

Esos ojos... de donde los conozco?

-Oye -dijo finalmente- nos conocemos? Me pareces familiar... 

-Mi objetivo es la sala del trono de la Reina del Mal... y su cabeza, toda mi mente y mi poder están dirigidos ahí...- Jadeaba cansada, mis extremidades ya me ardían del acido lactico... me había quedado sola y aquella presencia era medio conocida y sobre cogedora a la vez... mascullaba nerviosa para mi... -... tranquila Angel, esto es solo una ilusión, es como el escenario de Titiritera... es solo una ilusión... no confies en tus ojos...- y decia en voz alta... -maldita titanide... ¿Acaso quieres burlarte de mi?... a mi no me engañarás...- y ante esa presencia que me intenta atormentarme le grito envalentonada blofeando... -HAHAHA... ¡Intimidación y amenazas, siempre amenazas! ¡Titiritera también me amenazó, y está muerta! ¡ESA ES LA SUERTE QUE TE ESPERA!...-

-¿POR QUE TE ESCONDES COBARDE TITAN?...- Camino con pies pesados pero seguros hacia aquella presencia conocida e intimidante... yo tenía mucho miedo, pero tambien sentía ira, ya que sentia la burla y el acoso del enemigo sobre mi... yo ya era presa de la desesperación... -NO ME VAS A INTIMIDAR... ¿POR QUE TE ESCONDES DE MI?... ¡DA LA CARA MISERABLE! ¡¡TEN EL VALOR DE ENFRENTARME!!...- tensa, agresiva y muy nerviosa, estiré mis manos con fuerza con la intensión de alcanzar a mi enemigo...

Al verse allí a si misma Chiaki se sorprendió, no se esperaba verse a sí misma en aquel lugar, aunque en cierta forma allí podría encontrar cualquier cosa y esperarse cualquier cosa. Durante unos segundos se queda observando en silencio y finalmente dice:

¿Qué eres? Porque apareces ante mi…  revela tu autentica forma

Estaba claro que no podía ser ella misma, ella estaba allí, sin duda debía ser alguna clase de engaño o treta de la reina oscura.

Los ojos fueron dando a una figura y mientras te acercabas, viste la cara de terror de tu madre.

- ¡Espera! ¡Espera! ¡He escapado y trato de salir! - era tal y como la recordabas el día que se marchó, hermosa, elegante, tu madre...

Las pesadillas eran recurrentes y era algo que siempre te tocaba, y aunque tenías aún muy presente la muerte de Arjimae, esto te dolía muchísimo. Era tu madre quien estaba frente a ti, y todo era ella: su aroma, su tacto, todo.

La tú frente a ti sonrió y dijo - Soy tú, Chidori. Al menos la tú que siempre has querido ser. Sin temor, aceptada, fuerte - abrió sus brazos y mostró su figura sin ninguna duda.

- Creo que sabes por qué aparezco ante ti, Chidori. Piensa en lo que sabes de Kal'Ahd y sabrás por qué estamos aquí -.

La mirada aquella se iba transformando en una figura y entonces, pudiste ver un cabello blanco, una mirada dulce que le acompañaba. La mirada de Kenta Kitsune, el presidente de la clase que estaba muy enfermo, que luego supiste que se trataba del mismo Arjimae.

Estaba allí, de pie mirándote - Nereida... Lamento no haber podido estar contigo en tu despertar - su cara parecía realmente apesumbrada -, pero he encontrado una forma de llegar hasta ti -.

La Zmiy escuchó tus palabras y sonrió un tanto más complacida. Al ver cómo desplegabas su hielo en ella, te miró sorprendida y ofendida.

- Lo has comprendido todo mal. Soy la parte de ti que sabe que es falsa y ahora me atacas. ¿Te atacas a ti mismo por dudar? ¿Sientes remordimiento por dejarme morir, pero me atacas sin preguntar? - viste cómo una luz salía de sus manos, una luz que luego se convirtió en llamas.

- Temes pensar que has llevado a un titán a la tierra, lugar donde nuestros gobernantes querían que tuvieran una vida tranquila, pero que agoniza por la magia de la Reina oscura. ¿Y aún así me atacas? - un fuego de color azul, característico de Zmiy, resonaba con sus ojos y la cubría. El hielo que habías enviado a su alrededor se derritió velozmente.

- ¿Quieres matarme tú, Ilify? - no se movía con intenciones de pelear, pero sus llamas la rodeaban agitadas.

Te fuiste acercando despacio y pudiste ver cómo la figura se aclaraba. La vista de esa figura hizo que tu corazón latiera a gran velocidad, mientras que una parte de ti no podía creerlo. Era tu hermano Ephorus quien estaba parado frente a ti, sin decir una palabra.

-Aaaahh...- OnO salto de la impresión... quedo en completo shock y no me puedo mover... me daban en mi punto debil... y caí...

Y de la furia sin control que sentía... paso a un gesto desencajado que se dibuja en mi rostro... tiemblo y grito sin querer, la suelto de inmediato... y con la boca abierta, doy un paso hacia atrás... -...No... no... es imposible...- de inmediato bajo la guardia y me destransformo, y vuelvo a ser Hikaru Misaki... la miro... -¿Ma-mamá?...-

-Mamá...- Y de pronto... me olvidé de todo... -soy-soy yo, Hikaru... mírame...- temblando empecé a caminar hacia a ella... me tapé la boca... paso por paso iba... las piernas me temblaban de la ansiedad... -mamá... ¿En verdad eres tú?...- me movia vacilante... pensaba que era una ilusión... 

Y sin vacilar más, me arrojo hacia ella con los brazos extendidos... -MAMAA...- Y la abrazo, en un abrazo tierno, fragil y suave... -Mamá... mamá... mamáaa... aaaaaaaanh...- y comienzo a llorar sobre su cuello...

Jaycee sonrió dentro de Ilify pensando algo que el dragón escuchó perfectamente - si dice que quieres matarla con eso, creo que quien no te conoce es ella, ¿seguro que es parte de ti? - miraron las llamas, era tan raro,...

- sólo he bajado la temperatura, esperando empañar el supuesto reflejo, por un motivo simple, no es normal que tu estés aquí. Tú eres una clara manipulación Titán, la otra Zmiy sólo posible. Odio que pongan en mi boca cosas que no son correctas a mis pensamientos, NUNCA he tenido la certeza de que la otra Zmiy sea falsa, sólo es una probabilidad más que por cierto, "no me importa". He pasado muchísimo tiempo odiando a los titanes, odio que he decidido dejar atrás. No me importa si viven en la tierra, tampoco es mi planeta y sin embargo vivo en el, sólo me preocupa que la reina lo destruya y aquí estás haciéndome perder el tiempo, para que el fin del planeta llegue sin ocasión de haber contado con quien lo proteja porque un supuesto reflejo de quien debería luchar se ha encaprichado de hacer saber al original lo que piensa o deja de pensar; no se si eres consciente de que ya cuento con un alter ego, no muy hablador, pero que dice las cosas muy claras.

Miró a Zmiy con una gran sonrisa, a menudo no estar seguro de algo era más agradable.

- Nunca dudé de la otra Zmiy, y la duda de si es ella o no proviene del humano con el que comparto entidad, por lo que a mi respecta, si tiene los recuerdos de Zmiy, y se comporta como Zmiy, ES Zmiy, tal como te he dicho, para asegurarme de que no daña la memoria de una magnífica Dragona, primero debo volver con vida, y procurarle una vida normal. Y si tal como afirmas no es ella, siento un gran orgullo de que un titan la escoja a ella, siendo una clara muestra de lo increíble que fue.

Animae no sabía bien a qué atenerse y más por la debilidad en su cuerpo que la envolvía. ¿Qué era lo que no alcanzaba a distinguir? ¿Una trampa? ¿Una jugarreta del enemigo? ¿Un aliado en su mismo estado de confusión? Era algo real, pero no podía distinguir de qué se trataba hasta que la figura se esclareció y la guerrera paró en seco sin poder creer lo que veía.

-¿E... Ephorus? ¿Eres... eres tú?

Una mezcla de alegría, miedo, alivio, sorpresa... tantos sentimientos se arremolinaban en su corazón que la confundían y solo podía percibir bien que quería correr a abrazarlo. Ella vio claramente cómo moría frente a ella en esa cruel batalla sin que pudiese hacer algo. ¿También había revivido? ¿Por qué aparecía hasta ese momento? No... no era un sueño... era él.

-¿Ephorus? ... ¿Realmente...?

La chica se quedó extrañada ante lo que le decía su doble, pero recordó lo que sucedió hacía ya algún tiempo, la mira fijamente a los ojos y dice:

No… esta vez no me vas a poder engañar con tus palabras… no voy a volver a caer en la trampa que me tendisteis hace algún tiempo, no traicionare a nadie…

Nereida se alegró de encontrar una cara amiga en medio de tanta oscuridad.

-Oh, tu... eres Arjimae, verdad? Que bueno verte! -y negando con la cabeza- No te preocupes. Mi despertar fue un poco desordenado, pero ya me repuse a eso. Lo importante es que estas aquí ahora. Dime, sabes como podemos reunirnos denuevo con los demás? Este lugar parece empeñarse en separarnos y necesitamos estar juntos para afrontar el peligro.

- Hikaru... ¿qué... qué haces aquí? ¿Por qué estás aquí? -  le dijo tratando de tranquilizarla un poco, aunque en el fondo también se sentía bastante asustada.

No veía a su hija en tantos años que no sabía cómo reaccionar. La abrazó simplemente sin dejar y no con mucho entusiasmo, más bien temor.

- ¿Entonces es por ti que me trajeron? -.

Zmiy sonríe de una manera que no lo ha hecho hasta ahora y entonces, su figura va cambiando hasta volverse Scarlet Bat, quien parecía alejarse unos cuantos pasos.

- De acuerdo, de acuerdo. Dragón listo. Por eso eres mi favorito - se lamió los labios y luego dijo -, me descubriste, pero ahora ¿qué harás? - rió y viste a Animae inconsciente atada de manos a lo que parecía una cruz colgando. Se veía realmente malherida. Su rostro se movía, casi como si estuviera viendo una pesadilla.

- ¿Yo te tendí una trampa? Pero si tú te entregaste libremente, Chidori. Tú fuiste quien entregó su alma a la reina, yo nunca te dije que lo hicieras - se cruzó de brazos mientras se acercaba, te tomó la barbilla y a tan solo unos centímetros de tus labios, recreando el momento en que habías decidido entregarte a tu oscuridad, dijo con una voz seductora.

- ¿O acaso ya lo olvidaste? ¿Olvidaste ese momento? - suspiró cerca de tus labios y se quedó ahí, expectante.

Su mirada era vacía, no parecía identificar tu posición claramente, pero reaccionó al escuchar tu voz y se giró hacia ti con rostro de pánico al ver tu figura.

- ¡NO! ¡SOLO ERES UNA ALUCINACIÓN MÁS! ¡QUINIENTOS AÑOS HE PASADO POR ELLO! ¡ALÉJATE DE MÍ! - aquel valiente soldado parecía consumido por sus propios temores, alcanzado por la ira y el dolor de aquel que está condenado a ver su muerte una y otra y otra vez.

Arjimae la miró triste y le dijo a la guerrera del agua.

- Sí... Debes... Debes matarme, Nereida - desenfundó su espada y fijó su mirada con la tuya.

- Kal'Ahd es un planeta inteligente que te hace combatir contra ti mismo antes de darte batalla. Dependiendo del tamaño de tus dudas es tu castigo. ¿Tienes dudas, Nereida? -.

- salvarte - dijo - ¿no hay nada en la tierra que ames? Sabes que pasará si queda destruida ¿verdad? ¿Tu también posees un alter ego? ¿O solo te disfrazas? ¿Quieres otro mundo como este en el que no puedas hacer nada? Incluso quien desea destruir un mundo necesita poseer un substituto a menos que quiera perecer con él.

Miró a la titán, sabía que la reina carecía de corazón, pero no el resto, bueno o malo algo tenían que sentir.

- ¡Animae! ¿¡Te dejarás engañar!? ¡No me importa el pasado! Solo el futuro, y sin tí, quien enderezaría a un dragón descarrilado? Deja la negatividad para mi, después de todo, la oscuridad y la luz no son una gran diferencia para mí. ¡Brilla! Brilla como solo tú puedes...