Partida Rol por web

Katherine tosió un poco y muy a su pesar, debe reconocer que aún le queda bastante por aprender y mejorar en el idioma nipón.

-Sí... a pesar de que estaba estudiando este idioma en mi país natal, llegar aquí fue... un gran choque cultural, por decirlo así. Eso me motivó a tratar de enriquecer mis conocimientos y aquí me tienes, con la capacidad de asistir a clases y salir por mi cuenta. Sin embargo, sé que me queda un gran recorrido.

La pelinegra escuchó atenta lo que Kuroryuu le decía acerca de su experiencia en ese incidente y su opinión del manejo de las noticias. No bebió sorbo de su té hasta que ella terminó, así que prosiguió a ingerir el liquido para humedecer sus labios y relajarse.

-Jaycee fue muy valiente... ¿Sabes? Con él fue el primero con quien hablé al llegar al gimnasio y me cayó muy bien. No he sabido nada de él... espero que esté bien-observó el humo proveniente de la taza y suspiró-. Nosotros éramos cuatro: la señorita Irisu, Tsukaima, Reimu y yo. Estuvimos deambulando hasta que vimos a dos integrantes de los Red Stones. Reimu atendió al baterista herido, Tsukaima llamó a la ambulancia e Irisu y yo luchamos contra esos zorros... -le dio un calosfrío recordar eso-. No se que habría pasado de no ser de las ideas de la vicepresidenta y de no llevar mi carcaj ese día.

La ojiazil levantó la vista hacia la joven y sonrío con afabilidad.

-Te refieres a Chi... Chidori, ¿verdad? Reimu me comentó* que está muy preocupada. Ambas son amigas y... no es culpa de nadie. No sabíamos que iba a ocurrir y lo mejor es esperar a que todo se solucione... Or that blonde finds before something serious happens to them.

La última frase la dijo en voz baja, casi para sí misma. Katherine suspiró de nuevo y se alivió un poco con el cambio de tema. Asintió para dar a entender que sí comprendió lo que le dijo.

-Lo mismo me dijo. Tan solo es ser pacientes a un aviso oficial de la escuela. No va a ser lo mismo... Sin embargo, sé que todo debe salir bien. 

Al terminar agarró un bocadillo para morderlo cuando ve una mariposa sobrevolar una de las flores del jardín. Se le quedó viendo unos segundos para notar que se parecía mucho a la que está cerca de su casa. Por un momento pensó que tal vez la había seguido, mas deshecho la idea de inmediato y se limitó a seguir mirándola mientras esperaba respuesta.

Después de dos dias durmiendo como un lirón, y apenas moverse de casa, Shiro decidió volver a la actividad. Estaba llena de fuerzas y aunque le encantaba, le resultaba algo vergonzoso que su padre le llevase el desayuno a la cama.

Definitivamente tengo que volver a mi rutina.

En cuanto oyó a su padre los primeros pasos sobre la tarima de madera, se despertó de un salto y fue hacia la cocina con los primeros calentamientos.

- ¡Buenos dias!, parece que estás mejor ya. - dirigiendole una calida sonrisa.

- Sí, papá, y tengo que recuperar lo que he perdido. ¡Hoy me tiro toda la mañana en la pista de atletismo!

- Me parece bien, pero tómatelo con calma. Si en cualquier momento te encuentras mal...¡ah, y llevate algo para comer y beber!

Tras un sabroso desayuno se dirigió en bici hasta el centro deportivo. Dejó la bici aparcada y la mochila en una taquilla. Con los calentamientos pertinentes hechos, se puso a correr. A mitad de vuelta, pasó por el campo de tiro con arco. Allí vio a Katherine con otra chica -¿mujer?- practicando.

Vendría bien charlar un poco con una cara conocida.

Shiro se acerco a trote hacia ellas hasta paulatinamente fue andando.

- ¡Katherineeee!, ¿qué tal todo? - dijo con una amplia sonrisa. De repente le dio un poco de corte haber entrado así, pues se dio cuenta de que podría ser su madre o su tía.

Katherine sonríe cuando Tsukaima le dice su nombre. <<Mamoru means guardian or protector ... seems appropriate for him>>. Pero continúa prestando atención y le sorprende la visión del chico respecto a la rubia que fue ayudarles.

-No dudo que una persona así sería de mucha ayuda para la sociedad actual con toda la delincuencia y actos delictivos en general que suceden en todas las ciudades y pueblos... Pero entonces sería desconfiar en la propia humanidad. Recuerdo ver series donde los héroes o heroínas no son típicos humanos... sino de otro planeta, afines a la magia o... ¿espers? ¿Así se dice?

Después la pelinegra mira a ambos y suelta un suspiro. Miró de reojo a la entrada del local por si su madre salía y no hacerle esperar.

-Sea lo que fuese... fue tan extraño que en las noticias ni siquiera dijeron la verdad. En estos momentos si no fuera porque vengo acompañada, ni me atrevería a salir.

La madre de Katherine se retira esbozando una sonrisa cálida y saludando a modo de despedida a la recién llegada, sabiendo que debían conversar ellas dos. La figura materna se aleja a trotar mientras Katherine le mira hasta que desaparece, después mira a Shiro y le sonríe.

-Hola, Kasumi, por cierto, la que acaba de irse es mi mamá. ¿Cómo has estado?

Acto seguido, toma su carcaj para colocarlo en su espalda e indicar a la joven que caminaran juntas.

-Supongo que viniste a despejar un poco tu mente, ¿no es así? ¿Has sabido algo de la escuela?

Irisu asiente ante ambos comentarios, de algún modo se sentía mejor al ver que no era la única que sufría de aquellos episodios existenciales.

Es raro… ahora que lo mencionan, que falten compañeros y al mismo tiempo aparezcan estos “sentai” o “magical girls”, si fuera uno de los programas de la TV, pensaría que los desaparecidos tienen mucho que ver o son los mismos extraños.

Igual que ustedes dudo de lo que informan los medios, es muy extraño todo esto.

Cavila un poco sobre lo ocurrido, hasta que cansada por su chaqueta negra cuyo color tan peculiar ahuyenta gente y absorbe el calor, les pide a los chicos.

¿Podemos ir a un lugar con sombra? Estoy cansada de estar aquí parada. Y me apetecería sentarme.

Coloca en sus caderas las manos, adoptando una pose despreocupada, algo atípico de su comportamiento escolar.

Aun que me alegra poder compartir mis dudas con ustedes ¿No quieren hacer algo normal? Pensar demasiado las cosas suele complicarlas. 

Mamoru no entendia a Katherine, ella parecia estar tan confundida como el o la presidenta y aún así no desconfiaba en lo mas minimo de la chica magica.-Quizas ella es de las que confia antes de desconfiar, no seria nada malo si es que no te han traicionado antes-Penso. Mamoru agradecio al cielo que todavia existieran personas como Katherine en el mundo que creen en los demas. Luego escucho la palabra "espers" con un acento un tanto forzado en japones. Katherine debia ser del extranjero, Mamoru queria preguntarle a Katherine sobre esto pero no la conocia lo suficiente como para hacerle una pregunta personal como esa. Si que era muy extraño todo el asunto de la desaparición de los compañeros de la escuela, con todo y la aparición de la chica magica, ¿que clase de sueño habian tenido todos para ver eso?, era posible que todo fuera como en un sentai como decia la presidenta, cosa de los espers como decia Katherine o fuera un misterioso experimento loco del gobierno según una ocurrencia paranoica que Mamoru acababa de tener. Miro a ambas chicas y dijo:

-Si Katherine-san, lo dijiste bien. Es igual, no sabemos de donde vino todo esto, puede que todo ni siquiera fuera espers o cosa de un manga de chicas magicas, tal vez sea un experimento del gobierno y ni siquiera lo sepamos. Es extraño que en las noticias no mencionen nada de lo que paso realmente, solo "histeria colectiva" o cosas así.

Mamoru tenia muchas dudas, las chicas debian tenerlas tambien. Pero el tiempo parecia hacer caso omiso a eso y pasaba tranquilamente mientras todo el asunto se iba calmando y de los estudiantes parecia que seguirian como personas desaparecidas y eventualmente serian olvidadas, Mamoru no podia sentirse mas impotente por esto. Luego escucho los comentarios de la presidenta y les dijo a ambas:

-Yo iba de camino hacia un parque infantil que esta cerca de aqui, siempre esta fresco por que tiene varios arboles que hacen sombra aparte a estas horas ya no hay nadie. No se a que te refieres presidenta con hacer cosas normales, yo cada vez que voy siempre juego con los columpios y me quedo ahí para pasar el rato. Si quieren podemos seguir hablando ahi.

Mamoru dijo esto con un ligero sonrojo en sus mejillas, nunca habia invitado a una chica a algún lugar y menos a su escondite personal donde podia relajarse y descansar despues del trabajo. Ya sabia que hacer si lo rechazaban pero si aceptaban ¿que deberia hacer?, ¿deberia invitarles una bebida o algo? ¿de que hablarian ademas del incidente?. Mamoru hizo cuentas en su cabeza para ver si alcanzaba a invitarles una bebida caliente sin estirar demasiado su presupuesto. Su tio el otro dia le habia hablado por telefono muy preocupado por el incidente de la escuela y le habia enviado un dinero extra para emergencias pero el no debia bajar la guardia. Ademas de los gastos Mamoru queria comprarse ese adorable peluchito de "Vivie la Kitzune magica"* que habia visto en el centro comercial el otro dia y debia ahorrarse cada centavo si queria tenerla.

- Yo viví mucho tiempo en Escocia y apenas vuelvo a Japón, así que comprendo por lo que has pasado - sonríe y continúa escuchando tu historia.

Parecía bastante impresionada, a medida que escuchaba todo por lo que habían pasado - Vaya, tuvieron bastantes problemas. Afortunadamente, pudieron salir de ellos - rió y cuando mencionaste a Chidori una vez más, su expresión se volvió triste.

- Es inevitable lamentarlo después de tanto tiempo sin noticias de ella. Su familia debe sentirse terrible, pero bueno, esperemos que regresen pronto porque dudo que esa chica de cabello azul simplemente desaparezca -.

Habían pasado ya unas semanas desde el incidente en el colegio, y aunque no había visto a nadie, sí que había conseguido ponerme de acuerdo para quedar con Katherine  e ir al cine. La verdad es que me hacía ilusión salir a alguna parte, desde que me dieron el alta en el hospital me había pasado todos los días en el internado y necesitaba cambiar de aires y sobretodo, necesitaba poder hablar con alguien de lo que había pasado.

Salí con tiempo de sobra del internado, me había puesto un tejano azul oscuro y una blusa negra a juego con mis converse, aunque esta vez y para variar un poco, llevaba mi pelo suelto.

Al llegar al parque, Katherine ya había llegado así que aceleré el paso todo lo que pude u moví la mano efusivamente para que me viera mientras sonreía al avanzar – Hola Kath, ¿Qué tal estás? – le pregunté después de abrazarla cuando llegué a su altura.

-Una hora sera mas que suficiente para llegar. Confirmo Reimu casi sin dudarlo, agradecía el poder salir y mas el tener algo de compañía. No era mala relacionándose con los demás, pero su sonrisa siempre le había traído mas de un problema, ademas de solo acercarse por motivos poco honestos. -Te esperare en la entrada, llevare el móvil encima, ya tienes mi numero. Hasta ahora Katherine-san. Colgó y dejo el móvil a un lado.

Tenia tiempo de sobras, pero no perdió tiempo. Toda chica tarda en arreglarse, aunque sea para salir a un parque. En aproximadamente 50 minutos ya se encontraba en el parque, vestida de forma casual y como siempre con su fiel peluche en un hombro. No llevaba bolso alguno para ocultarlo, la cara de la gente al verla le hacia bastante gracia. Una novedad en el día a día, quitando los sucesos. Claro que el uniforme de Katherine reposaba en una bolsa de papel. Reimu no se encontraba inquieta, pero llegar tarde no era su fuerte. Se quedo esperando a que la chica apareciera antes de saludarla con la mano para indicar donde se encontraba.

- Ya decía yo, habré quedado como una tonta. Pues muy desconectada, mi padre ha desenchufado la tele en casa, no me deja ver nada. Pero bien, descansando. ¿Tú qué tal?

Mientras me pongo andar casi de forma inconsciente junto a Katherine, prosigue:

- Por eso motivos no he sabido nada de nadie, ni de la escuela. ¿Crees que estarán bien?

Shiro empieza a ejercitar las piernas, arriba, abajo, arriba, abajo, de forma muy rápida.

- Empezaba a vagear en casa, lo necesitaba.

La joven de cabello negro  trataba de escuchar con atención lo que comentaban sus compañeros respecto a la difusión de los hechos. No tenía nada que aportar, pues las palabras ya fueron dichas y lo que más le gustaría era cambiar de tema. Se alivió cuando se sugirió ir a un parque, al menos eso los distraería de aquellos recuerdos. 

-Me encantaría ir a los columpios, no he usado una desde hace un par de años. Dejen le aviso a mi madre.

Katherine camina rápido hacia la tienda y entra resuelta, y varios minutos después sale con una sonrisa de satisfacción y un destello en sus ojos azules.

-Podemos ir un ratito. No quiero que mi madre prepare la cena sola, pero dice que hará otros pendientes y pasará por mi a al parque, incluso si ustedes gustan que los lleve a su casa. 

Por ahora, la ojiazul esperaba alguna respuesta para ir a ese sitio.

Katherine tardó un poco en ubicar a la joven que mencionó Kuroryuu. No fue sino unos segundos después que la recuerda y lo reflejó abriendo la boca para cerrarlo rápidamente. La joven torció los labios y observó de nuevo su taza, notando que estaba a punto de acabarse el té.

La pelinegra dejó escapar un suspiro y da el último sorbo. No sabía los modales acerca de esos momentos: si hacerlo ella misma, la anfitriona o el mayordomo, así que optó por no hacer nada.

-Esto parece una ... nightmare... night...-recordó su traducción al japonés e inclinó la cabeza a modo de disculpa-... pesadilla, me gustaría despertar y que aún estoy en casa sana y salva.

Sus ojos se entristecieron por un momento; sin embargo, apareció un brillo en ellos y en su rostro inglés parece querer formarse una sonrisa.

-¿Escocia? Yo visitaba ese país a veces en vacaciones familiares. ¡It's beautiful! ¿Visitaste "Saint Andrews"? Es una ciudad antigua que aún posee edificaciones que proceden de la Plena Edad Media (siglo XI al XIII) o ya derrumbadas, lamentablemente...

Aunque pareciera un cambio brusco de emociones, Katherine se alegraba descubrir que ella había visitado la isla donde ella había habitado y que se cambiara el tema, pues a ambas les afectaba rememorizar lo acontecido.

Al notar que Naoko se acercaba, Katherine alzó la mano y le tomó por sorpresa el saludo inesperado de la chica, pues no creía que llegara a abrazarla. No le molestó, pero era evidente que eso la sorprendió un poco.

-Hola, Naoko- notó que no dijo su nombre completo, pero no pensó mal de ello-. Estoy bien. He salido bastante en estos días y el aire fresco me ha ayudado mucho... Además que me he enterado que dentro de poco regresaremos a la escuela, ya no nos retrasaremos.

Sin poder evitarlo, la pelinegra miró por unos breves momentos el tobillo que la pelirrosa se habia lastimado. Después alzó la vista y se encogió.

-I am sorry, pero no pude evitar ver donde estaba tu herida... ¿cómo estás?

Cuando la llamada terminó, Katherine se cambió rápidamente de ropa eligiendo unos vaqueros azules, zapatos de suela delgada, una blusa de manga larga café ligera y se sujetó su cabello en una coleta a la altura de su nuca. Bajó a despedirse de su madre y ésta sonrió alegre porque su hija tuviese la iniciativa de salir. 

La pelinegra caminó hasta una parada a unas cuadras y tomó un camión que hacía trasborde a otro y así llegar a la estación. Llegó faltando cinco minutos para la hora y vio a Reimu a lo lejos esperándola, por lo que aceleró su paso a encontrarla. A escasos metros alzó la mano y al estar a su lado, la joven sonríe.

-Hola, Reimu-miró al peluche y lo saludó con su mano-. Hola. ¿Cómo están? ¿No me esperaron mucho tiempo, verdad?

Katherine ríe un poco por el comentario de Kasumi debido a la resolución que tomó su padre, percatándose que no mencionó a su madre o al menos no la escuchó. <<Possibly she mentioned her mother, but I did not understand. I still need to learn the Japanese language*>>. Después miró hacia arriba como si quisiera recordar algo.

-Se me ha dado mi espacio porque sabían que debía recuperarme, pero mi madre me retó a que viniese-ahora su sonrisa se volvió levemente más grande-. Me ha servido retomar el tiro con arco.

Al escuchar la respuesta de la chica acerca de la escuela, la joven asintió y trató de adoptar un semblante más sereno.

-Hace poco contacté con el presidente. Me dijo que en unos días ya avisaría el regreso a clases, lo cual será pronto. Y respecto a nuestros compañeros, he visto a algunos y parecen estar bien...-su mirada se volvió más seria y su sonrisa se apagó-. Pero no se ha sabido nada de los desaparecidos, espero que estén bien.

Ver la energía de Kasumi le contagiaba cierto optimismo, pues lo mejor era salir adelante. No siguió su rutina, se limitó a observarla y recargarse en una pared para no interrumpir su calentamiento.

-A todos nos vendría bien un poco de fuerza.

- Bueno, lo estás, es solo que la experiencia fue real - notó que habías terminado con tu té e hizo una señal al mayordomo, el cual tomó la tetera con sus guantes blancos y sirve más té con delicadeza.

Al mostrar tu entusiasmo por Escocia, se sorprende y sonríe amablemente - Bueno, lo conozco y es un lugar fascinante, aunque me trae recuerdos poco agradables - admite con tristeza.

- Mis padres murieron allí y ahora yo me encargo sola de los negocios de mi familia. Por eso estoy de vuelta. A pesar de ello, sí es un hermoso lugar - sonríe para quitarle seriedad al comentario y luego te mira.

- ¿Qué tal tú? ¿Por qué estás en Japón? -.

Esa última frase apagó a Shiro un poco de su fogosidad.

- En mi opinión...si quieres fuerza, solo tienes que ir y cogerla. En pocas ocasiones te prestarán una mano, aunque estaría bien que fuese más a menudo, ¿verdad? - Terminó dirigiendo una sonrisa a Katherine. - Venga, muestrame como tiras, ¡tengo curiosidad!

-Perdona que .... I am sorry, Kuroryuu.

Katherine asintió a modo de disculpa, pues revivir temas incómodos no es algo que le gustase hacer. Quería recordar buenos en tiempos en tierras que al parecer ambas compartieron, pero parece que no lo hizo bien.

Agradeció con un gesto de su cabeza al mayordomo cuando sirvió el té. Tomó un bocadillo y después un sorbo, su garganta se relajó e inspiró hondo.

-Espero que esa nueva responsabilidad la sobrelleves. No dudo de tus capacidades, por supuesto. Aunque...

Sin saber qué decir, la pelinegra guardó silencio. No quería desanimar más el asunto, por lo que contestó rápidamente a la pregunta hecha por ella.

-Mi mamá trabaja en regulaciones jurídicas internacionales. Tenía una sede en Londres, ciudad donde nací y me crié, pero cuando le surgió la oportunidad de trabajar en Japón, lo aprovechó y... aquí estamos.

Sonrió de forma educada, esperando a que su anfitriona dijese algo.

Al notar el desánimo de la chica, Katherine abrió un poco la boca e hizo una leve reverencia a modo de disculpa.

-Lo siento. Lo que quería decir era energía para hacer actividades y salir adelante a pesar de todo. No he mejorado mucho en mi japonés.

La petición de Kasumi le levantó el ánimo, por lo que la guió hasta el campo de prácticas. Esperaron el turno de la ojiazul y al tocarle, se colocó el equipo necesario, calibró su arco y apuntó a la diana. Inspiró para concentrarse y exhaló para destensar los músculos; se concentró en el centro y disparó. La flecha fue cortando el aire girando sobre sí misma y a gran velocidad, fallando hacia la pared.

La pelinegra sonrojó apenada y se viró hacia Kasumi, como si no lograra creer lo que ocurrió.

-No debí estar concentrada...

Shiro escucha tus palabras y surge algo de duda en su rostro. No sabía bien cómo interpretar tu reacción y más el hecho de que no terminaras la oración. Trata de continuar con el tema propuesto por ella misma.

- Que interesante. ¿En qué trabaja tu padre? - no dijo mucho más antes de tomar un sorbo de té y pedir al mayordomo que llenara su taza también. Tras un asentimiento cortés, añade - No te cortes, ¿Qué querías decirme? -.