Partida Rol por web

El profesor hace un repaso a las creaciones de los niños y parece llegar a la misma conclusión, o eso creo. En cualquier caso, la inexistencia de coincidencia entre los diferentes dibujos da que pensar y es un indicio.

- Exactamente, no vieron lo mismo. - asiento a eso - Una maniobra de distracción, es lo que me parece... - añado, hablando algo más quedo. - Y como cualquier hilo nos sirve, creo que deberíamos hacer una pequeña incursión a la casa de la Señora Brown ¿usted la conoce? - le pregunto al profesor. 

-Oh, puedo sentarme.- responde Nadeem mientras rápidamente se acomoda en la silla junto a Kyran, se endereza y observa muy atentamente a Deanna, como esperando que aquello fuera suficiente.

-¿Mr. Hoggs? Es el profesor de proyectos- dice el pequeño. -Nos enseña a hacer cosas molonas. Es la clase favorita de Alice, dice que quiere inventar muchas cosas. Mr. Hoggs la invita a su oficina y ella dice que tiene muchas máquinas interesantes. Yo sólo he estado una vez, pero no me parecieron tan interesantes. Pero Alice dice que es porque no veo la potencia de las máquinas. No entiendo bien que quiere decir...- dice el pequeño y luego se queda en silencio un momento, escuchando a la gata.

-¿No sabes quien es Jarvis? Jarvis es la armadura de Ironman. Tony Stark le habla y él hace todo.- explica, y se mueve un poco impaciente, como esperando que la gatita se acomodara en su regazo. De repente los ojos de Nadeem se fijan en Kyran durante un instante y finalmente dice.

-¿Está Alice bien? ¿Son sus familiares?- dice en un instante de sinceridad mientras su expresión se vuelve algo menos entusiasta y parece genuinamente curioso y preocupado.

-Eso es lo que parece sí- dice el Troll serio. -Alguien se cuidó de no dejar testigos- musitó seriamente, pensativo.

A la pregunta, el troll asintió. -Sí. Por la seguridad de los niños, la baronesa ha investigado a los vecinos del instituto. Nunca se es demasiado precavido. La señora Brown es una viuda humana, no tiene nada de especial. Su banalidad puede resultar algo incómoda, pero es inofensiva. Joy es quien más se trata con ella- responde Cid. -No veo como pudiese estar implicada, pero es como decís, cualquier pista podría ser de ayuda- 

Al ver que el chiquillo se impacientaba mientras Deanna seguía acomodándose en su regazo, el sátiro le dio un toquecito en el lomo con un dedo. 

—Venga, Lady Deanna. No te hagas de rogar ahora que Nadeem se ha sentado. Siempre puedes volver después a mi regazo —agregó, afilando su sonrisa con picardía—. El peso no será problema. Y las uñas tampoco. 

El señor Hoggs, otro profesor. Y así los dibujos de Alice parecían no ocultar ninguna pista, lo cual era bueno por un lado, pero malo por otro. Asintió con la cabeza mientras el niño explicaba eso de los inventos, pero estaba algo distraído con sus propios pensamientos. Al menos hasta que el niño demostró que efectivamente podía entender parte de los maullidos de la pooka.

—Claro, Deanna. Un Jarvis, el de Ironman. Lo sabe todo el mundo —dijo, con algo de retintín.

Luego llegó la última pregunta del crío y Kyran lo miró, adoptando una expresión más seria. Era listo, demasiado para su propio bien, seguramente. Podría haberle mentido, haberle dicho que Alice estaba bien y que enseguida volvería, contarle cualquier trola... Pero Kyran no creía en suavizar el mundo, ni siquiera para un niño. De nada le iba a servir vivir entre algodones. Cuanto antes supiera que era un lugar oscuro y peligroso, mejor para él, así estaría preparado como no lo había estado él mismo a su edad. 

—En realidad no sabemos si Alice está bien —dijo, negando con la cabeza—. Es lo que estamos intentando averiguar, dónde está y si está bien. Esperamos poder encontrarla viva, sana y salva, pero deberías estar preparado para lo peor, por si acaso. 

Le dio un par de palmaditas al muchacho en el hombro, como consuelo por lo que acababa de decirle. 

—Como sea, no puedes contarle esto a nadie, ¿eh? Cuanta menos gente sepa lo que hacemos aquí, mejor. Como si fuésemos investigadores secretos, ¿vale?

Aunque parecían que habían investigado a esa señor, como decía Cid, no estaba demás asegurar el único hilo que teníamos acerca del asunto.

- ¿Y Max? El perro ¿habría forma de que sea otra argucia...? - pregunto en voz alta, para Leonore y Cid. No sabía si estaba diciendo una tontería, pero no estaba demás dudar de todo. Además de que no dejábamos de ser novatos, no conocíamos todo. - Hablaremos con la señora - asiento.

- A veces puedes ser un completo idiota, Kyran. Claro que lo sabe todo el mundo.-dijo, aún reticente a moverse, aparentemente sin volver a dar una respuesta a sus pícaras palabras, procediendo a lamerse una pata mientras escuchaba la conversación que tenía lugar entre el niño, que en efecto entendía alguna de sus palabras, y el sátiro, deteniéndose en seco al escuchar su última pregunta, sin poder evitar mirar a Kyran con cierta sorpresa, y luego al chico, con preocupación.

- Qué remedio...-bufó, antes de dar un pequeño salto, y posicionarse sobre el regazo de Nadeem, antes de que este pudiera responder. 

Nadeem tragó saliva y observó atentamente a Kyran, Sus ojos parecieron humedecerse y su mirada bajó. Incluso le tomó reaccionar un momento cuando Deanna se acomodó en su regazo y llevó casi que distraídamente una mano a su cabeza para acariciarla tímidamente. Se le notaba triste.

Tardó unos segundos en hablar. -Vosotros... vosotros sois especiales también, ¿no?. Alice dice que los profes son... mágicos. Yo creo que a veces lo puedo sentir también. ¿Haréis todo lo posible para encontrarla, verdad? Y si está en problemas, la ayudaréis, ¿cierto?- dice tomando la manga de Kyran y observándolo con sus ojos suplicantes. Su voz guardaba de alguna manera esperanza y sus pupilas parecían reflejar los rasgos cargados de glamour del sátiro a su lado. -Si guardar el secreto ayuda, guardaré el secreto. Nadie se enterará- susurra mirando a ambos lados.

No muy lejos de vosotros, conferían Neakail, Leonore y Cid. Los tres parecía tener rostros pensativos, mientras que el Troll asentía y hablaba en frases cortas, sin usar su característica voz profunda. Los pequeños parecían haberse ajuiciado con su cercanía, y podéis percibir al concentraros como el glamour fluye en sus creaciones, como el aire parece cargado de chispas, de sabores, de emociones que vibran eléctricamente  llenan de un delicioso aroma el salón.

-¿Otra argucia cómo cuál?- pregunta Cid con su expresión reflexiva. -¿Pensáis que alguien pudo haberlo transformado?... eso no explicaría por qué todos parecen haber visto una criatura diferente- dice lanzando un vistazo general alrededor y deteniéndose a contemplar algunos de los dibujos. Guarda silencio largamente antes de volver a comentar. -Si créeis que es prudente, adelante. El tiempo apremia y cada minuto que desperdiciéis podría hacer la diferencia- dice con gesto grave y observando fijamente al Nocker.

No muy lejos de allí, podéis ver a Kyran y Nadeen conversando. El primero parece algo triste mientras hala un poco la manga del sátiro. Deanna está, en su forma gatuna, sobre su regazo. Los pequeños parecían haberse ajuiciado con la cercanía del maestro, y podéis percibir al concentraros como el glamour fluye en sus creaciones, como el aire parece cargado de chispas, de sabores, de emociones que vibran eléctricamente  llenan de un delicioso aroma el salón.

- No lo explicaría, pero no digo que sean lo mismo. Está claro que cada niño imaginó un dragón tal cual dibuja su mente, cada cual a su manera. El perro sería otra cosa, no se qué, pero otra cosa. Quizá estoy diciendo estupideces, pero de momento es el hilo que tenemos. - le digo, sosteniéndole la mirada en modo respeto. Conocedor de la responsabilidad que reposa sobre sus hombros, la misma que me da vértigo si me paro a pensar todo lo que dependía ahora de nosotros, en parte. - Gracias por ayudarnos con los niños, sino no hubiéramos podido apaciguarlos... - le digo asintiendo un poco, y es cuando me fijo en el sátiro y la gata.

A la vez soy consciente del glamour que nos rodea, y no puedo evitar aspirarlo y paladearlo. La sensación es embriagadora y única. Pero hay que seguir con el cometido.

- Si me disculpa un momento... - le digo a Cid, alzando un poco el dedo y acercándome a Kyran.

- Somos los primos hermanos del hada de los dientes. Que por cierto, es amiga mia.-dijo, emitiendo un leve bufido, y ronroneando, mientras recibía aquellas caricias tímidas- No nos queda otra, chaval. Hemos firmado con plumas de oca vieja y tartamuda nuestra sentencia en este asunto. Tenemos que ayudar a tu amiga o se nos comerá un sapo gordo y feo al otro lado del espejo.-dijo, haciendo oscilar nuevamente su cola, lentamente, mientras observaba distraídamente a Neakail, Leonore y el profesor Cid. 

- Tienen pinta de estar pasándoselo bien. Quizá deberíamos enterarnos del motivo por el que tienen esas caras de jolgorio.-dijo, dedicando un vistazo a Kyran- Y yo me llevaría el dibujo de ese paisaje de ensueño que dibujó Alice. Para decorar la pared, y quizá preguntar, de paso, por él. 

Kyran esbozó una sonrisa de ánimo para el crío, pero no se arrepintió ni por un instante de haber sido claro con él. Asintió con cierta complicidad a su primera pregunta y volvió a asentir de nuevo a las siguientes, esta vez con más seriedad. 

—Si puedes sentirlo es porque tú también tienes un poco de magia —le dijo entonces—. Y puedes estar seguro de que haremos todo lo que podamos por Alice. Hemos dado nuestra palabra y cuando uno da la palabra tiene que cumplirla. —Sobre todo cuando había un juramento mágico detrás, claro—. Así que cuenta con nosotros. 

Con las palabras de la pooka su mirada se desvió del chaval hacia el lugar donde el maestro hablaba con sus dos compañeros. No parecía que hubiese mucho más que sacar del niño o las creaciones de Alice, así que empezó a ponerse en pie. 

—Bueno, Nadeem. Ha sido un enorme placer conocerte —Mientras hablaba desataba la lana que sujetaba los trabajos de la niña, para llevarse el dibujo que había indicado Deanna—. Si te enteras de algo, o recuerdas alguna cosa que creas que puede ayudarnos a encontrar a Alice... Avísanos, ¿vale? Y ahora ve a pintar con tus compañeros, anda.

En cuanto estuvo listo dejó la mochila de nuevo sobre la silla y se puso en marcha. Esperó, sin embargo, hasta que el niño se alejó antes de hablar hacia la gata*. 

—¿Qué te parece? ¿Tienes el rastro? —preguntó mientras caminaba hacia los otros. 

Nadeem asiente y camina, se puede ver que está algo pensativo. Pasa junto a Neakail y Leonore que están caminando hacia donde está Kyran y Deanna en su gatuna forma. El profesor Cid se queda en su sitio, observando los dibujos e intercalando algunos comentarios con los pequeños velando por el orden general del salón. El troll, con su gracia y su tamaño, era respetado por los jóvenes estudiantes y se notaba que su liderazgo para mantener cierta dosis de disciplina y liderazgo no iba en detrimento de la creatividad de los chicos, como podría pensarse.

Neakail tenía un aire pensativo y Leonore, que parecía silenciosa, trata de esconder que está en proceso de comerse un pastelillo desde hace un buen rato, evitando que los otros pequeños se enteren. Estando de frente a sus compañeros y de espalda al salón, es menos discreta. Deanna observa con atención al Nocker y a la Sluagh acercándose y el Sátiro se había puesto en pie para acortar la distancia y caminar hacia el resto de su cuadrilla. Todos parecían tener cosas que decir...

Se acercó a sus compañeros, dejando atrás a Cid y su buen hacer con los niños, que ignorantes de lo que pasaba seguían su día como si nada. Observó a Deanna engatada y, por ultimo, posó su mirada en el sátiro, que compartía con él el aire pensativo. Se aproximó lo suficiente para poder hablar con ellos con privacidad, sin invadir espacios vitales, reparando entonces en la recaida de glotonería de Leonore.

- ¿No crees que no es momento ni lugar? - le reprocha, negando. Aunque a esas alturas la daba por caso perdido, así que acaba por volver al sátiro. - ¿Y bien? ¿tenéis algo? - preguntó, ávido de poder hallar respuestas - Nos hemos dado cuenta de que ningún niño vio al mismo dragón, que cada uno lo imaginó según el concepto de dragón que tienen en su mente... Ergo, los engañaron para distraer....

Me había perdido en mis pensamientos, unos en los que corría junto a Sarah por el campo que había cerca de casa. A Sarah le gustaba mucho correr y jugar y hacer la croqueta en el jardín. Me preguntaba en esos momentos cómo se llevaría con el tal Max, o con aquellos niños. Seguro que aquellos niños le gustaban, quizás debería volver para que los conociera. A Sarah le gustaba mucho conocer gente. Quizás si Neakail conociera a Sarah se pondría más contento, o quizás era de esa gente que no le gustan los perros y ponían caras cuando se les acercaban.

¿Cómo es posible que a alguien no le gusten los perros? Es como que no te gusten las galletas o el helado…

Y tras perderme en mi disertación sobre Sarah y los largos paseos con ella, que ese día iba a ser nocturno por lo que me estaba tomando de estar fuera de casa. Escucho que llegan a la misma conclusión que yo, que alguien les hizo ver lo que querían ver a los niños. Yo no pienso que le hayan hecho ver a Max como un dragón, pero sí que quien se había llevado a la niña podría haberles hecho ver algo así. Como un espejo que reflejara lo que su imaginación proyectaba, sí, algo así. ¿Pero existe algo así? Yo no sabía mucho de eso, quizás debiera buscar en libros para estar al tanto. La directora me había dado luz verde para ello, aún sentía la emoción de pensar en todas las cosas que podía leer.

Pensar me daba hambre, así que había aprovechado mi momento de reflexión para dar cuenta de la merienda que había guardado para mí. Neakail no parece de acuerdo.

-^{_{Necesito azúcar para pensar}}- le digo de vuelta a Neakail. ^{_{–Creo que quien se llevó a la niña debía tener un espejo de imaginaciones o algo. Sí, eso, un espejo de imaginaciones}}- aseguro sin saber bien si es posible. ^{_{–Entonces cada niño vio lo que quiso ver, cuando en realidad había otra cosa.}}

Kyran asintió, pensativo, a la información que traían sus dos compañeros. Una ilusión había sido una de las ideas que habían valorado un rato atrás, así que sus ojos ambarinos se fijaron en Leonore y asintió de nuevo con la cabeza. 

—El crío, el amigo de Alice, no sabía mucho, pero entre los trabajos de la niña hemos encontrado esto. 

Extendió el brazo mostrando un dibujo a base de acuarelas que contenía un paisaje, pero el esquema de colores era cuanto menos... original. El cielo era rosa, las colinas azules, y los árboles parecían espirales al viento. Había dos enormes soles en el cielo, uno amarillo y el otro naranja. 

—Además de eso tenía varios dibujos de profesores con su verdadera forma —explicó, refiriéndose a la faz feérica—. Así que creemos que este paisaje podría ser algún lugar del Ensueño. Nadeem no sabía de nadie que pudiera estar siguiendo a Alice o acechándola para trabar amistad con ella antes de secuestrarla. 

Miró hacia abajo, hacia la gata, y la comisura derecha de sus labios se curvó durante un instante, con cierta picardía. Fue sólo un instante fugaz y después se rascó la barba antes de hablar.

—Deanna tiene el olor de Alice, podríamos salir ahora al patio donde desapareció para que intente rastrearlo. 

Neakail se fijó en el dibujo que mostraba el sátiro, estudió aquel paisaje, por si alguna vez podría haber estado allí buscando materiales. 

- Eso es buena idea - dijo, refiriéndose a que Deanna rastrease - Aunque yo creo que esto es muy buena pista - señaló el dibujo - Si damos con el lugar, quizá la encontremos allí...

- Para nada.-respondió a Kyran, con suficiencia, antes de llegar junto al resto, dedicando una última mirada de soslayo al crío que había hablado con ellos- Estará bien, ¿verdad?- dijo, antes de prestar atención a Leonore y Neakail.

- Hemos descubierto que sirven unos nuggets de pollo tremendos en el comedor del colegio.-dijo, casi sin pensarlo, antes de que hablase Kyran, contando lo que habían encontrado, acompañando sus palabras con un suspiro gatuno- ¿Al patio? Con lo bien que se está aquí con tantos niños. -dijo, procurando encontrar una posición segura entre las piernas de sus acompañantes- ¿Creéis que ese "despiste" escondía lo que realmente se llevó a la niña?- preguntó- ¿Y qué hablábais con el profesor? ¿Os contaba que la directora le da escalofríos?

El sátiro asintió a las palabras de Neakail. 

—La baronesa habló de una puerta al Ensueño en la parte trasera del patio —recordó—. Deberíamos echar un vistazo aunque las quimeras guardianas no hayan visto nada, para comprobar si ese fue el paisaje que dibujó la niña. Eso significaría que ha estado allí alguna vez.

Tras decir aquello se quedó pensativo un instante. Algo en las palabras de Deanna le hizo esbozar una sonrisa socarrona que iba creciendo milímetro a milímetro. 

Asiento un poco y tomo el dibujo con una sonrisa amplia, quitándoselo de las manos a Kyran.

^{_{-Nunca estuve en este Ensueño, ¿tiene estos colores?-}} digo abriendo los ojos y mirando con ilusión al resto. -^{_{¿Cuándo vamos entonces? Está claro que tenemos que ir ya. Pero ya, ya. Vamos a hablar con Orsi, él estará de acuerdo-}} miro a Neakail, que en realidad no quería que Orsi viniera al viaje.

Si el Ensueño es tan guay no entiendo porque Neakail no quiere que Orsi venga, que aburrido y gruñón.

Acabo sacándole la lengua a Neakail y vuelvo a mirar el dibujo.

-_{^{Yo creo que se la llevaron e hicieron algo para que no lo vieran, como un espejo de imaginaciones}}- asiento un poco sin levantar la vista del papel. _{^{–En lugar de verle a él, vieron lo que querían ver. Un espejo de imaginaciones de dragón, cada uno vio el dragón que quiso, pero un dragón. Ojalá yo pudiera hacer algo así, estaría divertido.}}

Miro a Kyran cuando dice que hay una muerta trasera, a la que yo iría corriendo ahora mismo.

^{_{-¿Y no le decimos antes a Orsi...?}}

Se queda algo traspuesto cuando Leonore le saca la lengua, siguiendo un hilo argumental que él no acababa de captar. Aunque lo cierto es que no sabía de que se sorprendía si esa muchacha siempre había estado un poco tocada del ala, como todos los Sluagh. Así que se le queda mirando alzando una ceja, pero luego vuelve al tema que se atañe.

- Yo creo que deberían saber que nos aventuramos al Ensueño, si. Al menos Lady Ban y Orsi. Para que estén apercibidos, por si las cosas.... no salieran como planeabamos... - asiente un poco.