Partida Rol por web

Inclino la cabeza ligeramente cuando veo que no se ponen de acuerdo con el supuesto “dragón”. Eso quiere decir que habían visto algo pero no lo mismo.

^{_{-Esto es muy raro}}- le digo a Neakail, con cierta preocupación.

O que alguien les había hecho creer que veían algo…

No sabía lo suficiente sobre lo que podían hacer otros, pero eso parecían ilusiones, en los que cada niño había visto o creído ver una cosa. Como si les hubieran puesto una cortina delante de lo que ocurría realmente y ellos hubieran proyectado sobre ella lo que habían querido, como en el cine.

_{^{-¿Ninguno vio el mismo dragón?}}- pregunto a los niños para confirmar, las cosas se complicaban más allá de “un dragón”. -_{^{¿Tenía al menos la misma forma? ¿Seguro era un dragón?-}} me acerco más al grupo de niños que discuten. –_{^{Oh, purpurina, ese es ultra bonito tan brillante.}}

Leonore parecía muy extrañada con lo que estaban presenciando, pero a Neakail más que extraño le parecía lo esperado. A saber cómo habían conseguido hacerlo, pero habían creado ilusiones para con los niños, para distraer o cualquier otra razón. De ser el mismo dragón, real, estarían plasmando cosas parecidas. 

- Parece que no hubo tal dragón... - le contesta a su compañera, y ve como esta se aproxima a los niños para tratar, con su voz casi inexistente, de comunicarse con ellos. La deja que trate de expresarse y luego traduce sus palabras en un tono de voz dentro del espectro audible para todos - ¿No habéis visto el mismo dragón? Mi compañera quiere saber, ella nunca vio un dragón. - la señala - ¿Qué hizo el dragón? ¿de dónde vino? ¿le seguísteis? - añado yo, en un intento de sacar más información acerca de la supuesta aparición.

La sonrisa de Kyran se amplió un poquito al ver cómo Deanna se dejaba acariciar. 

—Le caes bien —confirmó—. De no ser así no te dejaría tocarla. Es una chica con mucho carácter, ¿sabes?

Los ojos del sátiro iban contemplando los dibujos de Alice, buscando en ellos algo que pudiera tener algún significado. Asintió a la oferta del chiquillo, aunque su atención estaba más en los dibujos que en él. 

—Claro. Nos lo podrías enseñar luego —propuso—. ¿Sabes si Alice pintaba sus sueños alguna vez?

Vio entonces que el profesor se acercaba a ellos y alzó la mirada para escuchar lo que explicaba. Dejó la libreta sobre la silla, al alcance de Deanna, y extendió la mano para tomar el libro gordo que les traía el troll. 

—Certeza como tal no tenemos —dijo, frunciendo los labios en una leve mueca—. Pero si hubiera alguna pista aquí... podría ser un buen punto de partida. Luego pasaremos por el patio donde tuvo lugar el suceso. 

Empezó a pasar las páginas del libro recopilatorio, empezando por el final y yendo desde ahí hacia atrás, para ver lo más reciente primero. 

- ¿Mucho carácter? ¿Eso piensas?- maulló, dedicándole una lánguida mirada entrecerrada, y emitiendo un suave ronroneo, interrumpido por el sonido lejano de unos pasos que retumbaban como los de alguien que poseía considerable planta y gran tamaño. 

Deanna dedicó un breve vistazo al Troll, al notarlo tan cerca. Desde su nueva perspectiva, Cid Bulderfist resultaba alguien enorme, y aquella percepción provocó que su pelaje se erizase levemente, hecho que hizo que se removiese entre las manos de aquel crío para hacer entender que aquella reacción era fruto involuntario de sus caricias. 

Maulló, sin más, haciendo oscilar su cola frondosa, y se concentró en husmear alrededor del diario literario, y del cuaderno que contenía las obras de Alice, mientras dejaba que el sátiro respondiese al profesor, centrándose en observar cada uno de los dibujos a medida que Kyran pasaba las páginas, mientras mantenía a Nadeem tranquilo y distraído en medio de aquella conversación que poseía mayor importancia de la que el niño podía reconocer. 

Los chicos parecieron animarse por la pregunta a hablar.

-Nuuh, ella lo está haciendo mal. Yo lo vi- dice el chico que se paró de primero. -Era como un robot. Era grande y volaba y lanzaba fuego y chispas- dice mirándoos fijamente, y haciendo movimientos grandes y mecánicos con sus manos, a manera de enormes alas, mientras hace gruñidos.

-Tú siempre dices mentiras, Jim. No le mientas a los invitados, es de mala educación- dice la chica que había sido interrumpida originalmente. -Era un dragón hermoso. Yo he visto dibujos y era tal y como en los dibujos. Más bonito. Era brillante y elegante, y no de metal. Era una dragona noble- dice la pequeña explicando.

María hala la camisa de Neakail para llamar la atención. -Disculpe señor. Yo también lo vi.- dice mostrando su dibujo aún incompleto, que era rojo, y tenía fuego. -Era grande y daba miedo. Mi hermano tiene cartas con dragones. Daba miedo. Era como pufff y pufff lleno de fuego- dice haciendo el gesto de llamas saliendo por todas partes.

La chica de la purpurina a su vez le responde a Leonore. -¿A que sí? Todos dicen que no era así. Pero era brillante y tenía como un arcoíris, pero de un sólo color. Y cantaba- dice la chica mientras sonríe y ladea la cabeza, mientras comienza a cantar una canción -Somewhere over the rainbow, Way up high, And the dreams that you dream of Once in a lullaby- va tarareando.

Las siguientes preguntas hicieron que Jim, que estaba de pie respondiera. -Nu-uh. Estaba sobre la reja hacia allá-dice mientras señala hacia el tablero y luego duda. -¿O hacia allá?- dice señalando hacia el lado opuesto a las ventanas. -Era... sobre la verja, sobre la casa de Max. No podíamos seguirlo.- explicaba.

-Ellos no saben quién es Max- le responde la chica.

-Cállate Sarah- Responde Jim

-Cállate tú- replica Sarah.

El maestro está hablando y entregándole un pesado libro a Kyran y a Deanna en su forma de gato, y no parece percatarse de lo que sucede.

-Max es un perrito que siempre está en la casa del lado y juega con nosotros. A veces le traemos comida y pelotas. Pero como está lejos, Miss Blythe le lleva la comida que le traemos- explica Sarah.

Nadeem observa a Kyran y responde encogiéndose de hombros y enunciando un simple -no sé- mientras observa silenciosamente el intercambio entre el troll y el sátiro.

El Troll asiente solemnemente ante la respuesta de Kyran. -Me parece bien. Desearía poder hacer más, pero la prioridad ahora mismo es cuidar a nuestros estudiantes- dice mientras acaricia con suavidad el cabello de Nadeem y le dedica una sonrisa. -Os agradezco sinceramente vuestra pronta asistencia- añade con sinceridad en sus palabras. Se gira y nota que los chicos comienzan a ponerse inquietos, levantándose y tratando de hablar con Leonore y Neakail. -Iré a darles una mano- comenta Cid en voz alta y se dirige hacia allí.

La última página del recopilatorio tiene varias figuras en origami, incluido un cisne y un gatito, que están aseguradas sobre la página de forma precaria, y cuyos dobleces no son exactamente los más precisos. La siguiente tiene lo que parecen varias máquinas, pintadas con colores gris, con botones rojos y brillantes, muchas tuercas y engranajes. -Oh... Alice estaba diseñando su mega-asistente automatizado. Dijo que quería llamarlo Jarvis, como en la peli... la peli de Thor.- comenta Nadeem con algo de orgullo.

El siguiente trabajo era a base de acuarelas, y contenía un paisaje, pero el esquema de colores era cuanto menos... original. El cielo era rosa, las colinas azules, y los árboles parecían espirales al viento. Había dos enormes soles en el cielo, uno amarillo y el otro naranja. Por alguna razón os resulta algo familiar aunque no estáis seguro de por qué o de haber estado allí antes.

La página a continuación tiene un dibujo de dos personas: una niña junto a alguien que tenía cierto parecido con Neakail: cabello blanco, rostro blanco, espirales bajo los ojos. Pero éste tenía una barba, era más robusto y tenía un mameluco azul. Alrededor había grandes cilindros con tornillos, botones y tubos que silbaban. Esta obra estaba coloreada con lápices.

Luego, en la otra página hay un dibujo con escarcha azulada que muestra a un hombre alto y azulado con dos cuernos y una capa, una mujer blanca con un vestido azulado rodeada de escarcha blanca y de largas orejas, y una mujer de cabello azul rodeada de escarcha multicolor. Todos sonríen y detrás de ellos se puede ver una casita con varias ventanas que guarda cierto parecido con el aspecto exterior del instituto.

Kyran no respondió al maullido de Deanna, al menos no con palabras. Su sonrisa se ladeó con una pizca de picardía al mirarla por un breve instante, antes de prestar su atención al troll. 

Asintió con la cabeza, mostrando su acuerdo sobre los estudiantes. Sin duda alguien tenía que cuidar al resto de niños, incluso vigilarlos, y al fin y al cabo, para eso habían ido ellos allí. Cada cual tenía su papel. 

—Es una emergencia para todos —respondió—. Todos los pequeños son valiosos. 

Siguió la mirada del troll y echó un vistazo hacia el lugar donde se encontraban sus dos compañeros más jóvenes. Luego asintió, esta vez de forma distraída, para volver a poner su atención en las obras de la chiquilla. Sin duda esa niña veía más allá, a juzgar por sus dibujos. 

—Vaaaya, un Jarvis —comentó, sin tener mucha idea de qué hablaba el niño—. Oye, ¿y esta es Alice? —preguntó al llegar al dibujo de la niña junto a una figura que parecía representar a un nocker—. ¿Y sabes quién es él? ¿Es alguien real? —Echó un ojo a la siguiente página. Podía imaginarse quiénes eran las dos primeras figuras, pero no la tercera—. ¿Y esta de aquí? —agregó, poniendo el dedo sobre la mujer de cabello azul. 

Cada niño da su opinión mientras el nocker se termina de dar cuenta de lo que ha pasado aquí. Cada cual ha imaginado un dragón según rezan su imaginación. Una de las niñas llama su atención con tironcitos de su camisa y él baja la mirada hacía la pequeña muchacha.

- Oh ¿así es como era? - dice, tratando de ser delicado con ella, mirando su dibujo incompleto - ¿También estaba en la verja de Max? ¿se fue para allá? - le añade, preguntando sobre la última información dada. 

El perrito bien podía estar en el ajo, no siendo un perro como tal, sino otra cosa enmascarada. Quizá también debían hablar con Miss Blythe.

Confirman lo que pienso, que alguien les ha hecho ver lo que querían ver. Algo sin especificar, como decirle a un niño que pinte un dragón, nunca lo harán parecido si no vieron uno hace poco.

^{_{-¿Dónde está casa de Max-}} miro a los niños con interés. Luego doy otro par de toquecitos a Neakail. ^{_{-¿Oíste eso? No vieron lo mismo. Alguien les hizo ver cosas, deberíamos ir a casa de ese perro Max. Vamos, miramos a ver. Quizás cayó algo por ahí.}}

Deanna pareció relajar la postura, tras empezar a contemplar las obras de Alice, percatándose de sus gustos por el bricolaje, y la continua referencia a esas espirales que también llevaba Neakail en las mejillas. Casi incluso parecía decepcionada, a juzgar por lo mucho que se había desinflado su pose, si es que aquellas cosas podían percibirse en un animal. 

- Imposible que esa pueda ser Miss Blythe -dijo, sin haber perdido el porte orgulloso del todo- Vale que tiene... Un "azulejo" mágico, pero, ¿por qué iba a tener eso algo que ver?-expuso, como si aquello fuese una obviedad, restregando ahora los bigotes por el jersey del crio. ¿Lo notaría la tal Miss Blythe? ¿Tenían buen olfato los azulejos? No lo sabía, pero ahora ese jersey era más suyo que de Nadeem. Y si tan sólo no fuese tan tremendamente enorme el señor Boulderfist...

- Estás muy fuera de onda para todo lo que te va la marcha, ¿eh? Todo el mundo sabe lo que es Jarvis. -añadió, irónica, girando levemente el rostro para observar el hacer del profesor y de sus compañeros- Neakail se lo tiene que estar pasando en grande. 

El pequeño se acerca y observa atentamente. -Creo que sí- dice mirándola. -Tiene su mismo cabello.- dice tímidamente, observando de reojo al profesor, como si su valor y soltura hubiese dependido un poco de la presencia del Troll. Estaba claro que se había puesto algo más nervioso.

-¿Ese? hum... Alice colorea rara a la gente- dice mientras mira detenidamente. Se queda silencioso unos minutos. -El cuarto se parece al del señor Hoggs. Tiene máquinas y cosas en su oficina, pero sí que lo ha pintado raro.- dice el pequeño rascándose la cabeza algo confundido. -¿Quizás sea su padre? O alguien de algún cuento. Sí, seguro es de algún cuento- dice más convencido de esta opción.

-Esa es Miss White- dice señalando a la obvia Sidhe en el dibujo. -Alice dice que cuando sea grande quiere ser como miss White.- revela el chico, al parecer tomando algo más de valentía por su lado. -Ese señor es tan grande como Mr. Norton. Pero Alice siempre lo pinta azul, me lo ha dicho. Y con cuernos.- dice y mira finalmente al dibujo que Kyran ha señalado. -Pues... no lo sé. ¿Miss Blythe? Se parece, es más pequeña. no parece miss Abigail...- dice haciendo memoria. -o miss Helena.- responde indeciso. -Pero ninguna tiene el cabello azul-

-Oh... yo he entendido. Ha dicho ¡Jarvis!- dice mirando a Deanna con una sonrisa. -¡Y quiere que la levante!- dice el pequeño, que sin esperar más, pone sus manos alrededor de la Pooka para intentar levantarla del suelo.

La pequeña asiente tímidamente a la primera pregunta de Neakail. Pero a la segunda niega rápidamente. -Paso de allí para allá- dice señalando el cielo y un índice, llevándola de un lado al otro. -Y voló hasta irse- finaliza encogiéndose de hombros.

-Sí, voló un momento en círculos y se fue. Daba algo de miedito- dice Sarah con seguridad.

-Nu-uh. Era un Dragón bueno. Seguro que estaba cuidando la casa. -contradice Jim -La casa de Max está cuando sales, y giras hacia la izquierda- responde.

-Es la derecha, siempre te haces un lío- dice Sarah

-¡No es cierto! ¡Es esta mano!- dice levantando la mano derecha

-¡Esa es tu derecha, tú eres tonto!- replica la niña

En ese instante la figura de Cid irrumpe en aquella conversación, su altura, imponente, no parece intimidar a los chicos quienes están más ocupados tratando de resolver aquella disputa.

-¿Está todo bien? ¿Le estáis dando problemas a nuestros visitantes?- pregunta con su voz profunda y los chicos interrumpen y niegan con tranquilidad. El Troll les devuelve una sonrisa.

-¿Por qué estáis discutiendo ahora, Jim, Sarah?- replica el Troll mirándoos de reojo, como esperando también que le ayudarais a mediar. -Espero que no os estéis llamando malas cosas... ¿eh?- dice poniendo cara seria y ambos pequeños se sonrojan avergonzados.

Alzó una ceja al escuchar a Deanna presumiendo de saber lo que era un Jarvis. Eso era lo que pasaba por rodearse de niños y adolescentes, pero tomó nota mental de preguntarle a Orsi cuando estuvieran a solas. Estaba seguro de que él tampoco sabría lo que era.  

Las respuestas del niño parecían indicar que aquellos eran profesores de Goldtree. Estaba dentro de lo esperado, pero les dejaba sin mucho a lo que agarrarse por ahí. Tal vez cuando pudieran revisar el patio la pooka fuese capaz de encontrar el rastro de la pequeña. Llevó la mirada hacia los otros dos, intentando ver por sus rostros si estaban satisfechos o decepcionados. 

Volvió a mirar lo que tenía al lado cuando el crío dijo que había entendido los maullidos de Deanna. Podría haber intervenido para evitar que la cogiese, claro, pero en lugar de eso una sonrisa afilada perfiló sus labios. Después de su ironía de instantes atrás, tendría que apañarse sola, o dejar que la levantasen.

—¿Puedes entenderla? —preguntó al niño, con tono impresionado, apartando un poco la pierna para facilitarle el acceso hasta la gata—. Oye, Nadeem, ¿y qué es eso del azulejo mágico de miss Blythe? ¿Cómo funciona?

Los niños no cesan de enzarzarse y Cid acude en su ayuda. Entre los toquecitos de Leonnore y el frustrante debate infantil, Neakail da gracias por su socorro. El Nocker de tiene los toquecitos de su compañera y mira al troll, que parece infundirles respeto. 

- Los niños nos hablaban sobre la casa de Max, un perrito que es amigo suyo y juegan con él. No se aclaraban sobre donde queda exactamente su casa - le digo al profesor, que seguro él no aclara un poco todo este batiburrillo de informaciones. 

Deanna escuchó las palabras del niño, primero un tanto sorprendida, ya que, sí, había hablado del Jarvis, y acto seguido absolutamente aterrorizada. ¿Levantarla? ¿A ella? ¿Un crío? ¿Y qué demonios hacía ese sátiro idiota y ridículamente atractivo facilitándole el acceso a sus manos ridículamente pequeñas y torpes, y dejándola en peligro? ¡Pero si ya le había dicho que los niños le daban alergia!

La Pooka reaccionó un tanto a destiempo, de pura indignación. Y sólo cuando sintió que el niño comenzaba a intentar levantar su peso, se revolvió sobre si misma y dio un salto, zafándose de sus manos para trepar, con habilidad, y esta vez sin tener cuidado de mantener a raya sus uñas, por el pantalón de Kyran, hasta enroscarse sobre su regazo, dedicándole una mirada de ojos entrecerrados mientras se acomodaba sobre sus patas, sin haber retraído sus pequeñas y felinas garras, ronroneando de nuevo, y sintiendo el tacto áspero de la tela del pantalón vaquero y del pelaje de las patas del sátiro bajo sus almohadillas- Vaya, ¿te he hecho daño? Lo siento. Es la alergia.-dijo, sin molestarse en ocultar el verdadero tono de sus palabras, con las orejas tiesas y el rabo ondulante, retrayendo finalmente las uñas. 

- ¿Quién es el señor Hoggs? ¿A tí te suena?- preguntó finalmente, volviendo a observar a Nadeem desde su posición. 

El Troll asiente comprendiendo. -Sí, es la casa a la derecha del instituto. Pertenece a la señora Brown.- explica el maestro sin más. -¿Tiene algo que ver con... lo que sabéis?- pregunta curioso.

Los pequeños aprovechan la oportunidad para mostrarle sus dibujos al profesor, mientras Cid pone atención y asiente, dejando cumplidos a cada uno. 

-¡Imponente!-
-Buenos colores-
-¡Feroz! No quisiera encontrármelo-

y cada chico parecía contento con el comentario, sonriente. Incluso Sarah y Jim parecían haber olvidado su disputa, y cada uno estaba ahora en su puesto trabajando en su dragón. El Troll vuelve a observaros.

-He notado que no hay dos dragones iguales...- dice cambiando su expresión a una de seriedad. -... no han visto la misma criatura- concluye y parece que aquello lo pone a pensar.

-Awww- dice Nadeem algo decepcionado al ver que Deanna se apartaba rápidamente de él. Su entusiasmo se evaporó rápidamente y se quedó allí un rato mirando a la gatita antes de responder.

-Es el amigo de miss Blythe. A veces nos cuida cuando estamos afuera. Si nos portamos mal, le dice a miss Blythe. Es bonito, aunque pequeñito y tiene unas bonitas plumas azules- dice tratando de describirlo y usando sus manos para tratar de describir el tamaño. -Cuando canta, a veces dice cosas. Así como su gata. Alice entiende mejor lo que dice y dice que habla como miss Blythe- comenta pensativo.

-Señor. ¿Podría cargar un ratito a su gata?- pregunta tímidamente el chico.

A Kyran se le escapó una amplia sonrisa al ver cómo Deanna escapaba por los pelos de las manos del pequeño. Vale que no estaban en una situación divertida precisamente, con la niña desaparecida y rodeados de críos, pero ese pequeño desquite le supo bien durante el instante que duró. Al momento sintió las uñas afiladas de la gata y la miró frunciendo el ceño, pero la sonrisa no desapareció sino que se ladeó, afilándose un poco con un aire entre malicioso y juguetón que parecía prometer una revancha.

—Voy a tener que cortarte esas uñas, Lady Deanna —dijo, al tiempo que ponía una mano sobre su lomo para acariciarla—. Creo que las tienes demasiado largas.

Escuchó al niño y asintió, creyendo comprender la naturaleza de aquella profesora. Se quedó pensativo un instante mientras llegaba la pregunta de Nadeem y se rascó la barba antes de responder. 

—Eso depende de ella, Nadeem. Es un poco gruñona a veces, ¿verdad? —Empezó a rascarle detrás de las orejas mientras hablaba—. Pero si te sientas en una silla como yo puede que la convenzamos para que se tumbe sobre tus piernas. Oye, ¿y quién es mister Hoggs? ¿Es un profesor también? ¿Alice se lleva bien con él? 

- ¿Demasiado largas? En absoluto. Si ni siquiera me las afilo...-respondió, notando cómo se le erizaba el pelaje y se le escapaba un ronroneo al notar cómo la rascaba de nuevo entre las orejas- Sí, que se siente en una silla, claro. Eso lo volverá todo completamente diferente...-bufó, enroscándose, acomodándose sobre el regazo del sátiro, dejando que su cola frondosa oscilase lentamente, complacida, notando el mullido pelaje bajo su cuerpo- Creo que podría acostumbrarme a esto. Quizá luego vuelvo a probar eso de sentarme sobre tu regazo... Aunque puede que pese sólo un poquito más que ahora... Pero me puedes seguir rascando entre las orejas... Si quieres... Y prometo no sacarte las uñas, claro.-dijo, con aparente tono indiferente antes de volver a prestar atención a Nadeem y a lo que Kyran le preguntaba.

- Vaya... ¿Crees que de verdad puede escucharme a medias?- preguntó, con curiosidad. Al fin y al cabo sí que había adivinado alguna palabra de lo que había dicho- A ver... Probemos... - dijo, fijando la mirada heterocroma sobre el rostro del crío-  Jarvis, jarvis, jarvis, jarvis....- maulló varias veces- Uno por uno uno, dos por uno dos, tres por uno tres...