Partida Rol por web

Estaba sólo a unos segundos de decidir que quería marcharme de aquí cuando apareció ése Teniente. Me limito a permanecer en silencio, poniendo los ojos en blanco en sus gilipolleces más grandes y admitiendo mentalmente que ya me gusta más que la Sargento Detective.

Si quiero estar en las calles prefiero que me cubra el culo un capullo con demasiada boca que una mujer que hay que impresionarla tras una mesa. ¡Y sin desnudarla! Frígida. Sólo puede ser éso. ¿Por qué todos los jefes son siempre tan 'malfollaos'?

Sigo esperando a que se acabe toda ésta parafernalia y poder decidir qué hacer.

La cara de Evans se enrojece hasta el punto de que parece una olla a presión a punto de reventar, y casi podéis ver el humo que sale de sus orejas. Durante un instante estáis seguros de que se va a lanzar sobre Douglas, pero algo atraviesa su mente cuando parece a punto de lanzarse a hacer una barbaridad y se queda en su sitio. Algo mas calmado aunque igual de malhumorado continúa.

- Vaya, tenemos un gracioso en el grupo. Fantástico, siempre me han gustado los chistes. Pero a no ser que seas el ventrílocuo del grupo, esperaba la respuesta del resto.

Nahhhh, jamás me ha interesado el bello arte del ventrilocuus*. Como máximo podría llegar a ser su representante sindical, si me lo propusiera le suelta Douglas con una sonrisa calculada, nombrándole a la bicha de todo oficial con un carácter semejante

Me apuesto doble contra sencillo a que su historial está plagadito de anotaciones e incidentes relativos a su mal carácter. Puede tener galones, pero ésta es la forma más rápida de perderlos o de acabar en un destino administrativo, si le empiezan a llover quejas de futuros subordinados...

Además, entre los entrevistados no veo dummies** para practicarlo. Y estoy seguro que ellos saben hablar solitos. Sólo es cuestión de preguntarles de la forma adecuada El CSI continúa controlando las reacciones del teniente, sus dedos jugueteando casualmente alrededor de la empuñadura de su bastón

Me yergo con firmeza, mirando hacia los protagonistas de la escena, pero sin intervenir aun.

Continúo observando la situación.

- ¿Preguntar de forma adecuada? Claro, como no me he dado cuenta antes

Da la impresión de que se le están inflamando las amígdalas según te oye, como si fuese a reventar. Se gira dejando de encarar a Douglas para dirigirse al resto de los presentes con tono cínico.

- Claro, tenemos un grupo de flores delicadas recién llegadas al cuerpo. Quizás no os he dado tiempo de quitaros las legañas, y no he tenido la delicadeza de ofreceros café. Puede que dentro de un rato quieran acudir al Jacuzzi de la segunda planta, y enviaremos unas masajistas para que les relajen la tensión. Y despues, si os apetece ¡PODEIS RESPONDER DE UNA PUTA VEZ!

No pude evitar quedarme algo ausente al salir del despacho, repasando la entrevista palabra por palabra. Suelo hacerlo bastante, también; pensar y rectificar cosas que ya he dicho, y considerar las posibles consecuencias de cada una de mis palabras.

Es una tarea un tanto absorbente, y aún así me las arreglo un poco para oír de vez en cuando cosas sueltas de los demás. Alguien vuela, creo que el de la melenita...Qué bien. A mí me hubiera gustado volar.
También oigo mencionar una capitana...¿la mujer de dentro del despacho era ella? ¡Dioooos!
Y...¿he oído algo de un ascenso a detective? ¡Si, por fin!

Pero lo que me hace reaccionar unos segundos al fin es la entrada de ese hombre cuarentón que parece cabreado. Teniente Evans, así se presenta. El Megalómano me parece una forma de clasificarle bastante más acertada; sólo por ese addendum a su presentación.
...el teniente de la unidad, sencillamente brillante. Ya estaba bastante inquieta antes, cuando llegó a mi cerebro lo del ascenso a Detective.

No estoy acostumbrada a que se me hable así. Y desde luego, no a que se me llame soma de esa misma manera. Y según se cabrea es peor, porque da la impresión de que estallará. Suerte que, por como nos ha llamado, puedo estar tranquila: no estallará literalmente.

-Está bien; creo que me va a tocar disculparme por no contestar de forma correcta y completamente sumisa a una amenaza gratuita de un superior...-hablo suave, así que tengo que acercarme unos pasos a los demás.-Así que mis disculpas, teniente Evans, pero no se me escapa que quizá usted necesite que le ofrezcan un café.-sonrío ampliamente, sin cortarme por los colmillos. Tengo que empezar a hacerlo más a menudo.-Yo lo hago.

Pongo los ojos en blanco, descruzando las piernas en el sillón, sin apartar la atención del teniente.

- ¿Es que quiere que le digamos todos a la vez dónde está el despacho?

Bufo por enésima vez y me levanto.

- Si quiere le hago una visita guiada -Comento con toda la tranquilidad del mundo, incluso con seriedad-. Ahí, la puerta por donde ha entrado está la salida. La que todos querríamos que no hubiese abierto con todos ésos gritos y medidas de quién la tiene más grande -Señalo la puerta de la SD-. Y ahí, como ya le han dicho, el despacho que busca de donde, por cierto, salió la dueña y le dijo si quería algo. ¿Busca algo más? ¿Un besito en la frente, tal vez? ¿Llamo yo a la puerta por usted?

Me hago a un lado y le hago una medio reverencia, dejándole libre el paso para la puerta de la Sargento Detective.

El teniente permanece en silencio mientras escucha a Heaven y después a Stinson, y cuando este termina suelta una risotada, que no resulta en absoluto contagiosa.

Bueno, al menos tenéis sangre en las venas. Estoy seguro de que nos llevaremos muy bien, porque no me gustaría tener una unidad de animadoras cobardes incapaces de decirle a un superior por donde puede meterse sus ideas. Ahora esperemos a que la Sargento termine con de jugar a los médicos con vuestro compañero, y con un poco de suerte podré enseñaros todo antes de que me jubile.

Douglas se limita a enarcar una ceja ante la reacción del teniente y regresa al lado de Diane, poniendo los ojos en blanco cómicamente cuando da la espalda a Evans

La que nos faltaba... Ya no es aquello del poli bueno y poli malo de las pelis, el capullo este es capaz de hacer ambos papeles a la vez él solito...

Esperaremos ansiosos que que usted nos guíe durante la visita... señor contesta una vez vuelve a darle la cara, con una suave sonrisa en el rostro

Desde que habia salido de su entrevista Andrew estaba aun mas enrarecido. La cosa no habia ido mal del todo pero le aterraba la idea de haber dado una imagen de pusilanime a la sargento. Sinceramente no creia que hubiese sido asi pero nunca se podia asegurar. Mas bien habia encontrado una mujer comprensiva y sensible con la problematica que acRrea un poder mutante. Ella parecia haber sufrido en sus propias carnes la cara negativa del don... En cierta manera le parecio empatica y agradable.

Claro que otros de los candidatos parecian mas bien escaldados con la entrevista... Quiza era una mujer fria y calculadora que simplemente se habia limitado a ofrecer al agente la cuerda con la que el solito debia ahorcarse. Tocando una simples teclas este se habia desmoronado como una torre de naipes.

Y luego estaba el Teniente... Que solo queria medir el aguante de su unidad y al cual Andrew le habia mostrado una actitud totalmente sumisa incapaz de responderle como los demas.

Pruebas dentro de las pruebas... Mal asunto.

Los candidatos se acababan. Pronto sabrian el resultado y todo apuntaba a que Andrew quedaria fuera.

Hasta el niñato le habia echado pelotas.

Me gusta lo que acaba de suceder. Por lo que veo mis compañeros no tienen pelos en la lengua y no pierden el culo por lamérselo a su inmediato superior. Y eso que aun no sabemos quien está dentro y quien está fuera.

Me gusta y me sorprende, porque en mi unidad lo único que había era lameculos e inútiles que se creían algo por llevar un uniforme, sin tener idea de lo que llevarlo realmente significa. Eso ha sido el cincuenta por ciento de lo que me movió a salir de allí, en el otro cincuenta prefiero no pensar.

Creo que esto me va a gustar... si me seleccionan.

Me adelanto hacia donde está el Teniente Evans, para preguntar algo con sentido práctico.

- Quizá usted sepa de cuantas plazas constará esta unidad, señor. - Le espeto directamente - Creo que hablo por todos los aquí presentes si digo que estamos bastante... inquietos... por saber si habrá descartes o está previsto que entremos todos.

El Teniente parece ahora algo mas relajado, aunque con su cara de pocos amigos es dificil saberlo, y cuando responde su tono sigue sonando como si estuviese enfadado, asi que quiza es su estado de animo normal.

- Si, lo se. La cuestion no es el numero de plazas, que son suficientes, sino mas bien si la Señorita Pepis cursa un informe negativo de alguno. Personalmente 8 somas me parecen demasiados para una misma ensalada, pero como sera la sargento la que os aguante, tampoco voy yo a poner ningun limite.

Diane observó la escena en total silencio. Odiaba a los matones. En el instituto, antes de la gripe, era uno de los objetivos favoritos de los matones por ser doble minoria, que se supiese en público: mujer y geek. Había tenido que aguantar muchas novatadas de tipos que la trataban exactamente como el teniente gritandola y tratandola como basura.

En el MIT la cosa mejoró, marginalmente. Allí solo era tratada de manera distinta por ser mujer, y por ser muy joven para según que cursos. Y luego en el laboratorio... nadie lo decía en voz alta, pero muchos se imaginaban que era una mejorada y eso la convertía, a los ojos de algunos, en un objetivo. No lo diría en voz alta, era demasiado introvertida para ello y estaba acostumbrada a sufrir en silencio (por mucho que se quisiese ser políticamente correcto lo cierto es que a la gente le da igual lo que le pase a las minorias... total, no son como ellos, ¿verdad?), pero uno de los principales motivos para buscar este trabajo era no sentirse un objetivo.

Suspiró.

Si esto va a ser nuestro día a día... tal vez sea mejor si me quedo en la oficina del forense. Total, allí se limitan a tratarme como si fuese imbecil, pero no me lo gritan a la cara. pensó.

- Aunque no me resulta personalmente ofensivo, le agradecería que no utilizara términos despectivos como "soma" para referirse a los mejorados. Dejando aparte que alguien pueda sentirse insultado, no es la mejor manera de que el resto de la UIMB nos acepte...y supongo que si usted va a estar al mando le interesa que esto salga bien, teniente.

A Darrell no le molestaban esos términos despectivos pero en estos años la mayoría de mejorados con los que había tratado se sentían lo suficientemente aislados como para que se lo recordaran a cada momento y él intentaba potenciar la idea de la integración.

El Teniente miraba hacia el despacho de la Sargento Tesla con rostro impaciente cuando Darrell le hablo. Se volvió con gesto de prepotencia hacia el agente de antivicio para responderle.

- Gracias por el consejo, Soma. Tomare buena nota. Por otro lado la UIMDB esta llena de Somas, y además me importa un carajo la integración de los Somas. Si me importase lo mas mínimo seguramente no estaría aquí, Soma.

- Entonces humano, no te debo respeto alguno, contesta Darrell con su mejor sonrisa.

- Tampoco lo he pedido, Soma, pero para ti soy Teniente, Teniente humano si quieres.

- Por supuesto, Teniente humano.

- Teniente capullo -Murmuro yo, al pasar por su lado y volver hacia mi asiento-. Ten cuidado no vaya a ser que uno de éstos jodidos somas decida que ya está bien y te meta un palo por el culo hasta que parezcas un helado de cinco centavos, teniente. Al fin y al cabo puede que padezcamos ceguera y no veamos la agresión.

Haya paz, haya paz... tercia Douglas con una sonrisa de oreja a oreja Al fin y al cabo, el teniente nos ha hecho una magnífica demostración de como repetir una misma palabra en una tirada de frases... Sinceramente, a mí me costaría igualar o superar eso. Diferentes esquemas mentales y más amplia variedad de léxico harían que me costara ponerme a su nivel

Douglas mira a todos los presentes un instante, para volver a centrar su atención en el teniente

Vamos a ver. Estamos entrando en un jardín que estoy seguro que nadie en esta sala quiere pisar. Por lo visto, a usted, teniente, los mejorados no le caen bien. Y pudiera ser que para alguno de los citados a la entrevista usted tampoco fuera santo de su devoción...

Sin embargo, y dejando de lado las posibles consecuencias legales que podría tener que un teniente de la policía de Boston se dedique a insultar públicamente a un grupo de personas -estén o no bajo su mando- yo creo que aquí el quid de la cuestión es de simple respeto. El tono que emplea el CSI es el mismo que usaría un profesor: didáctico, calmado y sin implicaciones personales

Usted, teniente, pide los presentes que cuando estén bajo su mando Douglas recalca claramente esas palabras le muestren un alto grado de respeto,. lo cual es hasta cierto punto lógico. Pero, por otro lado, los aquí presentes también merecen un respeto por su parte. Es algo muy sencillo de entender y no hace falta recurrir para ello a las más viejas tradiciones policiales... es simple lógica de trato. Un quid pro quo* o tal vez mejor definido como do ut des*

Seguro que hasta alguien como el teniente es capaz de entender algo así, ¿verdad, señor? la sonrisa final de Douglas es casi lobuna, sus ojos clavados en los de Evans esperando su reacción

Vamos a ver lo que ha pillado de todo esto el cavernícola y qué dice al respecto...