Partida Rol por web

Bree en apuros

II. Una casa en las afueras

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16/03/2020, 10:13
Ruby Moss

Sorprendidos por la rápida aparición de Bradoc y la bestia alada, sin darnos tiempo a reaccionar. Casi como un gesto reflejo, saco rápidamente su daga del cinto para tirársela. Realmente solo esperaba que la daga les proporcionará el tiempo suficiente para huir de aquella bestia. Estaba claro que era momento de poner pies en polvorosa.

Justo después de lanzar la daga intento retroceder para poner la máxima distancia entre el y la bestia. Miro alrededor para ver cual puede ser la mejor vía de escape que nos proporciona aquella cabaña. Ya se enfrentarían fuera a los enemigos si era necesario. 

 

- Tiradas (2)

Motivo: Lanzar Daga

Tirada: 1d100

Resultado: 12(+46)=58 [12]

Motivo: Critico

Tirada: 1d100

Resultado: 95 [95]

Notas de juego

Lanzo mi segunda daga.

Me parece que lo llevamos claro.

Falta la penalización por desenfundar y disparar.

He tirado el critico, por si acaso. He desperdiciado una tirada jejeje.

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16/03/2020, 14:11
Director

Notas de juego

Disculpa el retraso, Öter. Estaba esperando a que tirara el último PJ del otro grupo para dar poder resolver el asalto. 

Puedes irme declarando a quién pegas (tienes a los 3 humanoides a tiro)...piensate bien a quién puedes sacar más rédito en caso de que consigas herir y justifícamelo.

NOTA: Aranuir como has deducido está preparando un conjuro, en el próximo asalto (si lo lanza) se resolvería antes el conjuro que el combate cuerpo a cuerpo, según el reglamento.

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16/03/2020, 14:25
Director

Los tres aspirantes a héroe habían perdido los cabales con la aparición de la bestia. Como bisoños aprendices desplegaron una temblequeante defensa basada en el golpeo y la huída, pero su ejecución fue lamentablemente pobre: Una flecha vacilante salió con timidez del arco de Mithgannel, que en su vuelo errático no llegó ni a clavarse en la madera de la pared; el hobbit lanzó su daga sin pensar, sin calibrar previamente el peso como solía hacer en los golpes afortunados, al bulto y sin potencia alguna. Pasó de largo a través de la puerta y la oscuridad del exterior la engulló; Bradoc, el aguerrido dunlendino, confiando en su cayado transformado en espadón tan ciegamente que cual ciego pegó, vio con terror como el mandoble se escurría de una de sus manos, se salía de la órbita prevista e iba a golpear contra la pared. Por suerte, al sujetarla con la otra mano y ser un arma mágica y de extraordinaria resistencia, se conservó entera, cosa que no se hubiera dado por sentada en cualquier otra circunstancia. 

La bestia, por su parte, ya se había arrellanado con comodidad en la alacena y, viendo las acrobacias de aquellos peleles a su alrededor, tuvo tiempo para escoger, entretenida: el mequetrefe del espadón era su favorito. Con un impetuoso salto hacia la posición de Bradoc, sin apenas desplegar las alas por lo reducido del espacio, se abalanzó con un cabezazo brutal contra la pierna del guerrero, quien retrocedió contra la pared. Bradoc se retorció de dolor, agachándose y a duras penas sosteniendo el espadón. Mithgannel y Ruby asistían espantados a aquel colapso, con ambos pies en posición de huída pero con el corazón estremecido por la suerte del dunlendino. 

De pronto un grito corto, como una seca instrucción, llegó desde el portón abierto de par en par, mientras la noche se encendía: un resplandor de llamas llenaba de claridad naranja el umbral del portón. La bestia, dando una serie de brincos hacia atrás con las alas replegadas, se escurrió a través de la salida y desapareció de vuestra vista.

Bradoc sufría encogido en un rincón. En una de las esquinas de aquel almacén, en el punto donde se encontraba la pared con el techo, asomaron unas lenguas de fuego. 

La casa estaba en llamas. 

     

- Tiradas (4)

Motivo: Bestia ataca a Ruby (01-33) Mith (34-66) o Bradoc (67-99) o no ataca (00)

Tirada: 1d100

Resultado: 70 [70]

Motivo: Ataque con garras y dientes

Tirada: 1d100

Resultado: 27 [27]

Motivo: Critico

Tirada: 1d100

Resultado: 79 [79]

Motivo: Critico secundario

Tirada: 1d100

Resultado: 27 [27]

Notas de juego

Ruby, no te descuento el -30 BO de tu tirada por desenfundar porque te había dado tiempo anteriormente de ponerte en guardia y sacar la daga para efectuar un ataque de oportunidad, mientras la bestia derribaba la puerta. DE TODAS FORMAS VUESTROS ATAQUES HAN SIDO UN COMPLETO DESASTRE, PANDILLA DE.... XD. Pensad que a todas vuestras tiradas les he restado el BD de 50 de la bestia...

La bestia os ataca con una Embestida de 90 de BO, que se resuelve en la tabla de ataques de Agarrar y Desequilibrar, según su perfil. Aplico la misma probabilidad de ser atacado a cualquiera de los tres PJ, pues los 3 os encontráis en un radio de 3m de sus fauces, y aunque alguno de vosotros habéis declarado que se retira, la retirada se resuelve después del ataque de la bestia. Ha tocado recibir a Bradoc pero la bestia también ha sido torpe con el embiste, afortunadamente para Bradoc. Debe estar aún atolondrada tras reventar la puerta a golpes... Aún así las consecuencias son serias para Bradoc: 27 + 90 BO - 20 BD = 97. Son 10 PV y un Crítico T de DESEQUILIBRIO. La tirada del crítico es 79-50 (por crítico muy débil T)= 29: Golpe en la pierna, si no se lleva armadura en las piernas, pérdida de 7 PV adicionales y aturdido durante 1 asalto. No hay crítico secundario.

Habéis perdido la oportunidad de salir indemnes (Bradoc lo ha sufrido en sus carnes) aunque después del ataque parece que la bestia recula...¿por qué? ¿acaso hay tiempo para preguntárselo? ¿Qué hacéis?

Podéis tantearme.

 

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16/03/2020, 16:36
Oter, hijo de Hreimdar
Sólo para el director

¡No te preocupes, máster! Lo lógico es que ataque al que va de negro. No sé si el mago lanzará el hechizo al que va de negro o a la criatura. 

No obstante, el más peligroso es el que va de negro, así que iré a por él, más que nada porque enfrentarse con la criatura es mala idea. Después ya con los guardias vemos qué hacemos.

Una única pregunta, ¿a quién marco el turno? Porque no sé si estamos juntos ya o en este turno seguimos separados.

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16/03/2020, 18:18
Director

Oido! Solo postea a Rowen, el resto siguen dentro. Puedes hacer la tirada. Tienes +35 por ataque por la espalda. 

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17/03/2020, 03:07
Oter, hijo de Hreimdar

Öter escuchaba sus pesados pasos mezclados con un alboroto al otro lado de la casa. Avanzó todo lo sigiloso que pudo rozando casi el muro sur de la pared. Cuando fue llegando a la esquina de la misma, bajó el ritmo y respiró un par de veces con los ojos cerrados. Asomó la cabeza y vio como los dos guardias que habían salido de la casa junto al jinete les daban la espalda.

- "Maldita sea - pensó - ¿estarán los otros bien?"

Con un rápido vistazo al anciano, el enano confirmó que todavía preparaba un hechizo. La bestia alada rugía con fuerza y no veía a sus compañeros por ninguna parte.

- ¡Por todos los Valar! - se dijo en voz baja y atacó con toda su fuerza al jinete.

Esperaba que la suerte y la sorpresa estuvieran de su lado, aunque fuera para poder escapar todos de una pieza de allí.

- Tiradas (2)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d100

Resultado: 27(+103)=130 [27]

Motivo: Ataque

Tirada: 1d100

Resultado: 32(+103)=135 [32]

Notas de juego

1.- La segunda tirada es por posible crítico, que he dejado sin querer todas las opciones de antes. Sería 32 + la letra correspondiente.

2.- 103 = 68 Bo + 35 modificador espalda.

3.- Según como se resuelva el siguiente turno decido a quien ataco y si paso algo de BO a BD, ya que estoy enfrente de varios enemigos.

4.- ¡Qué mala suerte, se ha salvado!

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17/03/2020, 09:33
Director

Rowen apretaba con fuerza el saquito con los huesos que habían encontrado en el cadáver del esterlinga, aquella superstición absurda que le había dado a examinar el enano antes de que todo se desencadenase, mientras miraba con creciente preocupación todo lo que estaba sucediendo a su alrededor. La mirada del maestro Aranuir, en la distancia, justo antes de ponerse a mover las manos, le parecía estar diciendo que su papel estaba ahí, junto al sendero, defendiendo la vía de escape. Öter volvía a preparar otro de aquellos golpes sorpresivos, esta vez parapetado por la fachada sur de la casa. Si todos caían y ella se salvaba, ¿iban a ser aquellos huesos repugnantes el único y macabro recuerdo de aquella noche? Más valía caer con todos, si era eso lo que el destino les tenía reservado. 

En medio de aquellos pensamientos, Aranuir pronunció una palabra en una lengua desconocida, y de pronto, en la fachada oeste, un muro de llamas emergió del suelo, rozando a las tres figuras y levantándose hasta sus cabezas. A partir de ahí todo se sucedió muy rápido: La figura de negro emitió una orden corta y seca, y la bestia salió de la casa con un movimiento extraordinariamente ágil. Alzó el vuelo con un rápido batir de alas, lo justo para saltar el muro de llamas y situarse junto a las ruinas. 

En aquel momento Öter salía de su subterfugio balanceando su martillo de guerra en el aire y en pos de aquella ominosa figura de negro. A distancia, sus torpes ojos no habían sido capaces de identificar al guerrero que estaba al lado del de los hábitos oscuros, y lo habían tomado por otro esterlinga. Pero no, ahora lo veía claro. ¡Era Ossandrei! El traidor, el segundo de Meneldir, capitán de la guardia de Bree. Sin poder permitirse un sólo pensamiento más, y sintiendo de repente en la cara una vaharada de calor procedente de aquel muro de llamas al otro lado de los enemigos, descargó contra la figura oscura su martillo.

En aquel momento, el esterlinga que quedaba más a la izquierda de Öter fue envuelto en el fuego. Los alaridos de dolor llenaron la escena de forma espeluznante, mientras que Ossandrei daba un paso hacia atrás, en dirección a la bestia, llevándose la mano a los ojos, cegado por un humo ardiente. Mientras, el martillo de Öter erraba su objetivo - la figura oscura y encapuchada había percibido su presencia en el último momento y con un rápido movimiento reflejo había esquivado la masa de hierro del arma. Ahora el enano observaba maravillado cómo las llamas rodeaban a la figura oscura por un instante, pero no prendían en ella.

Öter creyó ver dos ojos refulgiendo bajo la capucha que se clavaban en los suyos; después, con rápidas zancadas, la figura oscura avanzó hacia la bestia alada, cogiendo al anulado Ossandrei del brazo y tirando de él hacia la monstruosa montura, que ya batía las alas con intención de alzar el vuelo. Con un brinco formidable, la figura encapuchada agarró a Ossandrei por la cintura y ambos alcanzaron la grupa de la bestia. Justo cuando el fuego se propagaba a la casa, el monstruo y sus jinetes se alzaban ya por encima del claro, vacilaban un momento en el aire - lleno aún de los alaridos del esterlinga en llamas - y desaparecían en la negrura de la noche.

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- Tiradas (3)

Motivo: Critico Calor

Tirada: 1d100

Resultado: 69 [69]

Motivo: Critico Calor

Tirada: 1d100

Resultado: 96 [96]

Motivo: Tirada abierta alta critico Calor

Tirada: 1d100

Resultado: 30 [30]

Notas de juego

El golpe de martillo no tiene efectos (BD de la figura oscura es 65), se entiende que la ágil figura lo esquiva.

Aranuir ha efectuado el hechizo "Muro de Llamas", de nivel 4, generando un crítico A de Calor en los impactados (salvo en la figura oscura, que como veis es respetada por el fuego). El crítico más bestia ha envuelto en llamas al esterlinga, el más leve ha cegado temporalmente a Ossandrei y le ha provocado 12 PV de daño.

Öter, el fuego actúa ahora sobre tí como un elemento disuasorio. En el punto donde estás ya sientes un calor insoportable, la cara te hierve. Por suerte, parece que el esterlinga en llamas se las va a arreglar él solito...

 

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17/03/2020, 18:56
Oter, hijo de Hreimdar

En lo que el enano tardó en dar un paso, la bestia alada saltó por encima los tres individuos y un muro de fuego se levantó antes de que pudiera aterrizar en el otro lado del claro. Una nube de humo y polvo se desprendió del suelo, haciendo que un calor abrasador cegara al enano, mientras su martillo fallaba en el impacto del encapuchado. Su agilidad fue sorprendente: no era un esterlinga más. El crepitar del fuego se mezclaba con los aullidos de dolor de aquel guardia. Un humo negro hacía de chimenea en la noche.

Quien tampoco era un esterlinga más era el individuo que lo acompañaba. Era una cara era conocida para el enano, aquel hombre Ossandrei, la mano derecha del capitán de la guardia de Bree.

- Maldito bastardo... - dijo casi gruñiendo el enano. El fuego se hizo insoportable, haciendo que tuviera que retroceder unos pasos hacia atrás - ¡fallar a tu propio pueblo! - y las llamas se hicieron más intensas, obligando a Öter a que tuviera que echar la cabeza hacia un lado, cubriéndose la cara con el antebrazo.

Cuando a los pocos segundos pudo recuperar la postura, el encapuchado había cogido a Ossandrei y se lo llevaba a lomos de la bestia alada, que volaba en la negra noche.

- ¡Nos volveremos a ver! - le dijo el enano con una voz quebrada por la rabia - Te lo aseguro.

El otro esterlinga, en graves problemas ardía por sí mismo gracias al fuego del mago y no suponía ninguna amenaza. Lo que realmente le preocupaba eran sus compañeros, por lo que evitando el fuego, intentó rodear el peligro para entrar dentro de la casa.

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17/03/2020, 19:11
Mithgannel

–¡Bradoc!– gritó la sinda cuando vio como la bestia alada embestía a su compañero. Se fue acercando al tiempo que la montura iba reculando, vigilando el largo cuello del salvaje enemigo –Ruby, la casa está ardiendo, ¡ayúdame por los Valar!–. Mith se colgó nuevamente el arco, tomó al dunlendino por el hombro y tiró de él hacia el interior –Vamos, hacia la puerta principal– Esperaba que ese fuego fuera provocado por sus compañeros a modo de distracción. Esperaba que ellos se encontraran bien, quizás ya de camino a Bree. Esperaba... no tener que enfrentarse al encapuchado oscuro en estos momentos.

 

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17/03/2020, 21:38
Director

- ¡Eh! ¡Aquí están! - gritó Rowen desgañitándose por hacerse oír por encima de los alaridos del esterlinga en llamas. Por suerte Öter lo escuchó justo a tiempo, pues su tenaz sentido de la responsabilidad lo estaba llamando de inmediato a rodear el muro de fuego y entrar por el portón del lado oeste, que ya era casi por completo pasto de las llamas. 

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Con la tez ennegrecida y tosiendo sin parar aparecieron los rostros enrojecidos de Mithgannel, Ruby y Bradoc por la puerta principal, la del lado sur, y miraron desconcertados a los lados. Ni rastro del enemigo, excepto por unos espantosos alaridos que llegaban del lado oeste. A Rowen le dio un vuelco el corazón cuando vio aparecer a todos ellos aparentemente enteros, si bien su mirada se fijó casi exclusivamente en Bradoc. Parecía herido, pues cojeaba considerablemente, aunque ello no le hacía ser más lento que sus compañeros cuando cruzaban apresurados el claro en dirección a Rowen. La dúnadan sintió un súbito e inexplicable acaloramiento al ver emerger a su compañero, tan visiblemente herido, porque a sus ojos no podría parecerle más apuesto.

Por fin los alaridos habían cesado. Öter corrió también, con su inseparable martillo echado a la espalda, hacia la posición de Rowen y así volvieron a estar los cinco de nuevo, y se diría que casi felizmente, juntos. Pero había alguien más con ellos, para sorpresa de los tres aventureros recién salidos de la casa:

- ¿Estás bien, joven? - Aranuir miró a Bradoc a los ojos, y de ellos a la pierna que cojeaba. Bradoc por un momento temió que aquella mirada - de una profundidad inabarcable - estuviera reprochándole no haber cuidado suficientemente de Rowen, pero una sonrisa, en el último instante, del anciano le despejó las nubes del pensamiento. Parecía aprobar, al menos, que hubieran salvaguardado a su alumna de entrar en aquella casa, que ahora mismo crepitaba y empezaba a dejar caer grandes pedazos de techo y paredes. 

- ¡Maestro Aranuir! - exclamó Rowen, que aún no había podido dirigirse a su maestro, con gran excitación - ¿qué benéfica casualidad, qué afortunado giro del destino te atrajo a este claro, para nuestra salvación?

El anciano respondió con gesto humilde:

- Tuve un presentimiento...aquel pergamino que me enseñasteis, la extraña cita... Por suerte tengo buena memoria para los mapas. Por otra parte, esa presencia desconocida en torno a mi casa, no deja de perturbar mi mente. Hoy la volví a sentir, más impertinente que nunca... Ignoro si tiene algo que ver con todo lo que está pasando aquí, que de por sí no es poco, o si por el contrario significará nuevos peligros. 

Por primera vez os pareció ver cruzar su rostro una sombra de preocupación. Y tratándose del imperturbable y sabio Aranuir, eso no podía significar nada bueno. La casa entera ardía como una inconmensurable hoguera. La linde del bosque, como un silencioso centinela alrededor del claro, la observaba consumirse irremisiblemente, y ni una chispa de aquella colosal pira alcanzaba las copas de las primeras filas de árboles.

Poco más que una sombra en la inmensidad de la noche, la extraña comitiva - caballo y esterlinga inconsciente incluidos - se deslizó hacia dentro la de espesura y tomó esta vez un camino alternativo, guiados en la oscuridad por el paso frágil pero decidido del maestro Aranuir.

 

 

Notas de juego

Tras postear vuestra intención (Ruby y Mith) de ayudar a Bradoc, le habéis evitado el crítico de calor y habéis conseguido llegar sin complicaciones a la puerta del lado Sur. Öter, si tu noble intención era meterte por el portón oeste (la boca del lobo) para salvar a los PJs, Rowen te lo ha ahorrado elegantemente.

Varias cosas:

- La escena II termina aquí, mi próximo post narrativo ya aparecerá en la escena III, que os adelanto arrancará en la morada de Aranuir, hacia donde os dirigís momentáneamente guiados por el mago para poner un poco de orden en vuestras cabezas. Si entretanto tenéis algo más que postear, podéis hacerlo en esta misma escena II. 

- Ahora ya desvelaré a todos los PJ los posts de vuestras andanzas por separado, ya que se entiende que os vais poniendo al corriente por el camino o en cuanto llegáis a la casa de Aranuir... ¡Leedlo todo con atención!

- Recuperación de PV: Bueno, ya tenemos un par de PJs heridos... Os interesará saber que el reglamento indica que se recupera 1 PV por cada 3h (o bien 1 PV cada 1h en reposo). Iré haciendo seguimiento de los PV de cada uno por mi parte.

- Puntos de Experiencia: Después de dos escenas es momento de hacer una primera entrega de Puntos de Experiencia (PEX). Os daré puntos de experiencia grupales indicandoos los méritos realizados en equipo y luego individualmente a cada PJ.

BUEN TRABAJO DE TODOS!!!

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18/03/2020, 08:54
Ruby Moss

Ruby se vio sorprendido por la llegada de Bradoc y la bestia alada. Apenas le dio tiempo a lanzar su daga y ver como la bestia descargaba su garra sobre el recién llegado. Aunque su intención era huir tras lanzar su daga, no podían dejara Bradoc atrás y fue a ayudarle.

Por suerte cuando estaban los tres a merced de aquella bestia se retiro y emprendió el vuelo con su amo a bordo. Esto les permitió salir de la casa con la única amenaza del acechante fuego. Al salir fuera de aquella cabaña no solo encontraron a sus compañeros sino también a un viejo con larga capa, posiblemente el sería el culpable de aquel muro de fuego. Bradoc le dijo que era Aranuir el hermano del maestro de Bradoc que habían visitado en su casa.

Por desgracia no vio por ningún lado al traidor de Ossandrei y sus compañeros le confirmaron que había huido en la bestia alada junto con su amo. Podían confiar en el capitán de la guardia y contarle aquello o también estaría involucrado en aquella traición. No tenía sentido que les mandará a investigar y supiera lo que pasaba, o quizá si para mantener las apariencias y por eso sacrificaba a unos viajeros y no a sus propios hombres.

Ruby recogió todas sus cosas y emprendió el camino hacia la casa de Aranuir. Por el camino iba pensando en todo lo que había vivido en las últimas horas. Sin duda no esperaba nada de aquello cuando salió de su amado hogar. Como estarían su esposa e hijos, esperaba que se encontrarán bien. Tenía que tener cuidado, todavía no sabía en quien podía confiar. Nadie era quien decía ser y no era fácil averiguar en quien podía confiar a primera vista. Por suerte tuvo suerte en encontrar a estos compañeros en aquel cruce de caminos.   

Notas de juego

Ha sido frenético, ahora después de releer todo empiezo a ubicar todo lo que ha pasado. En juego he ido a remolque.

¿He podido recuperar mi daga?

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18/03/2020, 10:32
Director

Notas de juego

Hola Ruby, imposible recuperar la daga, se la tragó la noche. Tenías que elegir entre ir tras ella o socorrer a Bradoc. Por suerte, era tu segunda daga ;) no la principal que tiene el bonificador +15.

Puedes dártela de baja en tu ficha, sección equipo.

Para Bradoc y Mithgannel, tema flechas: pudisteis recuperar aquellas lanzadas a los esterlingas en el primer combate, pero no la que habéis lanzado a la bestia. Hay que ir haciendo recuento de las flechas en la ficha de Equipo.

 

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18/03/2020, 10:40
Ruby Moss

Notas de juego

Perfecto, ya esta eliminada.

Sospechaba que esto podría pasar, huir y dejar atrás la daga. Mejor no lanzar la daga familiar a una bestia voladora. 

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19/03/2020, 18:37
Oter, hijo de Hreimdar

- ¡Por el martillo de Aulë! - gritó de alegría el enano camino a donde se encontraban sus compañeros - ¿Estáis heridos? - preguntó sin haber visto como Bradoc se dolía de un golpe en la pierna - Bradoc, ¿cómo te encuentras? - el guerrero se dolía pero no parecía que fuera a tornarse más grave - ¿Y el señor mediano? - dijo poniéndole las manos sobre los hombros e inspeccionándolo como una madre a su hijo - Menos mal... - suspiró aliviado, mientras dirigía su mirada a Mithgrannel, receloso - Veo que tú también te encuentras bien... - dijo perdiendo fuerza, haciéndose el despreocupado.

Une vez comprobado de que todos estaban bien, Rowen conversó con aquel anciano, su maestro. Había hablado del él una vez que llegaron al pueblo pero no había podido pensar que era él. Öter se acercó agradecido.

- Señor Aranuir, ¡gracias por su ayuda! - exclamó contento el enano - aunque ya tenía la situación controlada. Al verme huyeron despavoridos ¡ha, ha! - se reía, apretando su puño fuerte en señal de victoria - ¿Habéis visto quién estaba con la figura encapuchada? Aquel condenado, el segundo del señor de la guardia de Bree... Ostan... Osanle... ¡Ossandrei! Teníais que haber visto la cara que se le quedó cuando me vio ¡ha,ha! ¡Le temblaban las piernas! - arqueó su cuerpo hacia atrás con las manos en la panza, producto de la risa - Aquel malnacido se las verá conmigo pronto.

Mientras ayudaban a Bradoc a incorporarse y a recoger el equipo que habían dejado escondido, el grupo intercambió lo que habían vivido y las sorpresas no fueron para menos, siendo Mithgannel y Bradoc los más implicados en todo el asunto. Öter escuchaba alternando la vista entre unos y otros, como si un chiquillo quisiera enterarse de una conversación de adultos.

- Hmmm - gruñó frunciendo el entrecejo, mientras se daba la vuelta con sus compañeros, partiendo hacia la casa del maestro Araunir - elfos y magos... todo son problemas - se susurró bajito con la cabeza gacha, mirando con los ojos hacia arriba para no ser escuchado.

Las llamas devoraban la casa en un intercambio de naranjas, rojos y amarillos acompañados del crujir de los cimientos de madera de la misma. Aquel sitio había sido el inicio de un cambio en el viaje de los aventureros. Por suerte, todos estaban bien.

Notas de juego

¡Öter es así! jajaja ¡gran capítulo, nos vemos en el siguiente!

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19/03/2020, 21:50
Mithgannel

Mithgannel se alegró enormemente de ver que el resto estaba bien –Yo también me alegro de veros entero, maese enano– respondió al guerrero mientras éste le tomaba el relevo al hobbit para ayudar a Bradoc. Agradeció a sus compañeros y al mago por ayudarlos a salir de aquel berenjenal en el que estaban y escuchó con algo de recelo al hijo de Hreimdar pavonearse de haber espantado a los conspiradores, pensando que el descubrirse de esa forma podría tener sus consecuencias más tarde.

Durante el camino a casa del erudito la sinda volvió a revivir mentalmente aquella conversación de Ossandrei con su señor, mientras a ratos echaba sutiles miradas a uno de sus compañeros. Nuevas preguntas la torturaban. En algún momento tendría que hablar con él, a solas. ¿Pero cómo explicarle, si ni siquiera ella se creía lo que había escuchado? Quizá debiera mandar un mensaje a Naurdhôl, avisar a su hermana. Pero si sus padres se enteraran de esto, ¿Qué harían? ¿Terminaría de marchitarse el arpa de Lhûn?

Muchas incógnitas, muchas alternativas, muchos planes que tramar... De momento, debían llegar a lugar seguro, reordenar sus ideas y madurar lo que habían obtenido hoy. Ya no estaba sola en este asunto, ni era algo que le incumbía sólo a ella. Su pequeña historia de dolor y soledad se había visto arrastrada por una mayor, que podría llevar a la ruina a todo el Oeste de la Tierra Media. Ahora sentía que tenía en quien confiar, y también a quien proteger.