Partida Rol por web

Bree en apuros

V. Rumbo a las Quebradas del Sur

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26/11/2020, 12:39
Mithgannel

Mithgannel siguió al líder orco con la mirada. Altiva y orgullosa hacía parecer, aunque por dentro estaba muerta de miedo por el posible destino de sus amigos.

–Ni se te ocurra moverte, enano –dijo con gravedad al acalorado naugrim–. Ninguno, quietos.

«Por favor, no rechistes, no respondas, no hagas nada», pensó al tiempo que miraba de reojo a Öter.

La joven elfa resopló por dentro con cierto alivio, al ver que su farol había resultado. No era lo mejor, y al principio no tenía claro si había obrado bien, pero viendo la segunda partida de jinetes pensó que finalmente había sido una decisión acertada. Ahora debía continuar la función y sólo deseaba que sus compañeros pudieran entenderla, no hacer ninguna tontería, y perdonarla.

Mithgannel hablaba en alto, como si quisiera que sus palabras quedarán en el aire resonando, tratando de hacer ver que tenía autoridad y al mismo tiempo que sus compañeros comprendieran que era todo un improvisado papel.

–Bien. Pero la mujer de mi sobrino también irá con nosotros, ¡desatada! –respondió al orco con severidad mientras señalaba a la asesina–. No os atreváis a tocarle un pelo. Y mi sirviente debe llevar el caballo, que es muy asustadizo. Y no le gusta el hedor que desprendéis.

–Ruby, ¿Estás bien? Vamos, mueve el culo y pon mis pertenencias en el caballo –dijo con el ceño fruncido y un simulado desprecio, sin saber que el mediano se encontraba herido.

Notas de juego

Perdón, creo que la estoy liando parda xD. Sigo apretando, a ver hasta dónde llegamos jajaja.

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27/11/2020, 08:09
Leah

Al principio Leah no comprendía lo que pasaba. Después de su último ataque, verdaderamente torpe, la refriega se había detenido súbitamente. A raíz de un grito estremecedor del capitán orco, todos los combatientes bajaron sus armas y volvieron su atención hacia él, expectantes ante lo que fuera a decir o hacer. A partir de lo que fue sucediendo entonces, la confusión de la asesina se tornó en perplejidad. Inesperadamente Mithgannel la elfa parlamentaba con los orcos, en una situación por completo surrealista. Y lo más sorprendente es que quizá tuviera éxito, o al menos las siniestras criaturas parecían avenirse a seguir sus indicaciones.

¿Pero qué estaba pasando aquí? ¿Cómo había conseguido que se detuviera el ataque? ¿Qué poder tenía Mith para convencer a estos seres? ¿O qué secretos ocultaba? ¿Quién era en realidad?

La asesina presintió que las explicaciones tardarían en llegar, así que optó por dejarse llevar a ver como discurrían las cosas.

Se puso tensa cuando se mencionó que tendrían que atarlos. ¿Cómo iban a librarse de esta? Luego se relajó un poco al oir la petición de su compañera respecto a ella: “si al menos no voy atada ya es algo” pensó.

La preocupaba también que la despojaran de sus armas, no sabría que plan de fuga se podría llevar a cabo sin sus dagas. E inconscientemente palpó su diario, asegurándose de que permanecía bien oculto entre sus ropajes.

Mientras se organizaba la puesta en marcha del extraño grupo se acercó a Öter y le susurró:

- ¿Qué coño está haciendo Mith?

La cosa se ponía seria de verdad.

Notas de juego

 No sé si tendrán intención de desarmarnos. Lo dejo en el aire, por si acaso.  

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27/11/2020, 09:29
Ruby Moss

Rubby boqueba incapaz de articular palabra por la traición con mayúsculas que parecía rodearlos. Sigmund pase, era un bandido, aunque le siguiera doliendo el haber compartido una comida con él. ¿Pero Mith? ¡Aquello era demasiado! ¿Los había estado engañando todo este tiempo? No podía ser, habían combatido juntos demasiadas veces y ella siempre se había arriesgado por ellos. Y sin embargo ahora eran prisioneros de los orcos. Mientras todos daban órdenes trató discretamente de esconder los huesos mágicos y el slota en el forro interior de su chaleco.

Cuando Mith le ordenó cargar el caballo con sus cosas obedeció en silencio, con una mirada de desconfianza. Discretamente, deslizó su daga familiar entre las pertenencias de Mith antes de que los orcos se la quitaran. El brazo le dolía horrores, pero el miedo a una muerte inminente y ser devorado por orcos le distraía del grueso del dolor. 

Cargó con todos los trastos y trató de acomodarlos en Calcetines sin dejar de lanzar miradas furtivas alrededor. 

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30/11/2020, 12:43
Director

Notas de juego

jejeje como ya habéis podido deducir, el jefe orco ha confundido a Sigimun con Bradoc, el aventurero que empezó la aventura pero la dejó para escoltar a la Reina de Arthedain hacia el Sur. Además se descubrió que Bradoc (para los que no estábais al principio de la aventura), es el hijo de Azaroth, vuestro archienemigo y hermano de Mithgannel caído en desgracia...ahora sirve al Rey Brujo de Angmar. 

Esperamos un día más y mañana reanudamos.

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30/11/2020, 17:16
Oter, hijo de Hreimdar

- ¡Vamos, perros orcos, pelead! - decía el enano jadeando, presa de la adrenalina - ¡Qué hacéis!

Öter no entendía lo que pasaba. Había dejado de recibir golpes de repente. Su cuerpo empapado en heridas y sangre intentaba recobrar el aliento ante la confusión del momento. 

- Qué ocurre...- decía de refilón mientras miraba a la elfa y alternando la vista entre los enemigos.

El enano, a pesar querer aplastar la cabeza de aquellas criaturas de Mordor, tragó saliva durante un segundo mientras apretaba con fuerza los labios por la ira y el odio. Por un segundo se calmó y el dolor de las heridas se apoderó de él, pero se mantenía en pie y orgulloso.

- Pero... - decía por lo bajo para sí mismo después de ver la situación - No puede ser...

Como vio que el señor Moss, Leah y los demás hobbits y humanos no actuaban, se mantuvo quieto, calmado... expectante de la situación y de aquella extraña conversación que Mith estaba teniendo con aquel jefe orco, aparentemente engañado.

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02/12/2020, 09:13
Director

Parecía que el jefe orco había mordido el anzuelo. Aunque siempre quedaba la duda de que estuviera haciéndoles creer a Mithgannel y a los suyos que había mordido el anzuelo, para en realidad llevarles a una trampa todavía más mortal...¿era una mente orca capaz de tanta astucia? Sólo el tiempo lo diría.

En cualquier caso, todo el grupo de aventureros parecía haber entendido que, una vez elegido esta estrategia, era necesario hacer el paripé y seguir hacia adelante hasta e. Incluso los bandidos, los exploradores hobbits y Asianne se doblegaron a esta interpretación y colaboraron silenciosamente en todas las disposiciones que el contingente orco hizo con ellos. 

- La hembra caminará sin ser atada, pero la escoltaremos de cerca - dijo con mal disimulado disgusto el jefe orco refiriéndose a Lèah, la supuesta mujer del supuesto Bradoc - en realidad el bandido Sigimun - Y el ...duende, que lleve el caballo, pero será atado a la línea de esclavos, al final de la fila. 

Así es como, con una diligencia impropia en los integrantes de esta raza, el séquito de orcos se afanó en gestionar la línea de cautivos. Sigimun, prudentemente callado por una vez en su vida y tal vez disfrutando de su papel de estrella, se colocó junto a Mithgannel, ambos libres de ataduras pero vigilados férreamente por orcos armados. Algunos metros detrás, también libre aunque flanqueada por dos jinetes orcos, Lèah en su papel de consorte. Más atrás una robusta cuerda a la que se fueron uniendo los cautivos con las manos atadas a sus espaldas. 

En un momento en que Cormac, el jefe de los bandidos, estaba siendo atado a la linea de esclavos, quedando cerca de la posición de la elfa Mithgannel, le musitó al oído las siguientes palabras, utilizando un rudimentario sinda para no ser entendido por los orcos:

- Acércate discretamente a la hoguera y lanza dentro el collar de mithril. La plata verdadera no sufrirá ningún desperfecto en el fuego, y siempre podrás recuperarlo más adelante. Eso si no quieres que te lo confisquen, pues tal vez este orco no es más que un cobarde súbdito de otros a los que seréis conducidos, y que no dudarán en registrar vuestras pertenencias...No creo que tengáis nada entre vuestro equipo que les interese más que eso.

Dicho esto, fue apartado de un empujón e integrado en la fila de cautivos. Ésta estaba compuesta, finalmente, por: Öter, Cormac, Bit, Zoz, Asianne, Ruby Moss, el Caballo de múltiples nombres y, atado a una argolla de la montura por un cabo más largo, de unos dos o tres metro, el gran lobo de Forodwaith, al que previamente y con brutalidad habían atado el morro con cuerdas de cuero a modo de bozal.

Esta extraña comitiva, rodeada por los diez jinetes orcos de babeantes huargos, se puso en marcha en la oscuridad de la fria noche.

Notas de juego

Por mi parte, en principio este sería el último post de la escena. Si hacéis o decís o pensáis algo más que deba entrar en esta escena, antes de que la comitiva se ponga en marcha, sentíos libres de postear y la alargamos lo que sea necesario. 

A modo de puntualización:

- No habéis hecho sonar en ningún momento el cuerno de aviso al otro grupo, el de Roywill Galeof y compañía.

- No habéis pedido a los orcos que os dejaran dormir algunas horas antes de poneros en marcha. 

No digo que esté bien o esté mal, simplemente lo comento. 

Grandes interpretaciones por parte de todos! mis enhorabuenas!

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03/12/2020, 13:10
Oter, hijo de Hreimdar

La violencia de los ataques había cesado con las palabras de Mithgannel. Sabía que no podíamos fiarnos de una elfa... ¿nos habrá vendido a las huestes orcas? Öter sacudió la cabeza, deshaciendo esa idea pero no confiado del todo. Quizás, todavía el efecto de las setas y el dolor de las heridas le estaba confundiendo.

Poco a poco, los orcos comenzaron a amordazar a los allí presentes. El enano colocó en su cinto el martillo y se echó el escudo a la espalda. Y ahí se quedó, con las manos tras la espalda, orgulloso, mientras entendía poco a poco que la situación era la que era y tendría que ceder ante tal falta de respeto: dejarse apresar por un sucio orco.

Uno de ellos se acercó al enano medio cojeando. No era mucho más alto que él, pero sí más delgado y terriblemente feo. Öter permaneció delante de él unos segundos, sonriendo, mientras los salpicones de sangre cubrían su cara y su cuerpo. El orco lo volvió violentamente y lo ató: el enano no opuso resistencia.

Una vez que todos estuvieron controlados, excepto Mith, Leah y Sigimun comenzaron una marcha hacia no se sabe donde. Öter, que encabezaba aquella fila de apresados, comenzó la marcha mientras seguía a Mith con la mirada durante unos segundos con rostro serio.

Ya nos explicarás qué es esto, elfa, ya lo harás...

- Hay heridos aquí, tened cuidado con ellos, es lo único que os pido... - soltó Öter al aire, sin mucha esperanza de que aquellas criaturas trataran bien a sus compañeros.

 

Notas de juego

- No habéis hecho sonar en ningún momento el cuerno de aviso al otro grupo, el de Roywill Galeof y compañía.

Ahí tienes razón, vaya liada xD :( 

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04/12/2020, 17:14
Mithgannel

Me parece bien –respondió Mith al líder orco.

Las palabras del bandido hicieron dudar a la elfa. ¿Cómo se habría percatado del collar si lo tenía siempre escondido, pegado a su pecho y bajo los ropajes? ¿Habría tenido el descuido de mostrarlo en público, o quizás al acostarse? Fuera como fuere, no se iba a deshacer de él. En esos momentos era lo más preciado que tenía, más incluso que su bello arco familiar. Y esperaba poder usarlo para sacar a sus compañeros del atolladero donde se habían metido. 

Su mirada permaneció sobre los ojos de Cormac durante unos instantes, tratando de ocultar sus pensamientos, y esbozó una mueca de molestia mientras apartaban al bandolero para atarlo. El enfriamiento de su cuerpo daba paso al recordatorio de la dentellada.

La elfa se acercó a su "nuevo" sobrino y le pidió que se mantuviera como hasta ahora. Mejor sin decir palabra. Luego se giró hacia la asesina y le explicó brevemente lo que ocurría.

Mi hermano es el líder de estos orcos. Creen que Sigimun es mi sobrino y tú su consorte. Confía en mí, por favor, y no permitas que se hagan con tu libro –le dijo entre susurros, cerca de su oído.

Aparta, escoria –ordenó luego en lengua negra al orco que tenía al lado, al tiempo que lo apartaba de un manotazo.

De acuerdo a lo que conocía de los orcos y las veces que los había podido estudiar in situ, le parecía que ellos mismos actuaban e interactuaban de una forma tan brusca como la propia lengua que le habían impuesto. Y ella pensaba que actuando de la misma forma le daría más credibilidad al personaje.

Mithgannel caminó con paso lento por la improvisada cola de prisioneros, con un rostro imperturbable ante lo que estaba sucediendo. Cuando llegó hasta el enano se agachó ligeramente y se acercó a su cara mientras revisaba sus ataduras.

Lo siento, no había otra forma. Confía en mí. Dame la carta y el libro –murmuró mientras palpaba las vestiduras del naugrim.*

Mith esperaba que no la registraran. Ni a ella ni a los otros dos "liberados". Por eso había intentado proteger a la asesina. Pero como el bandido había dicho, a sus otros compañeros seguramente los despojarían de todo. Y aunque Azaroth ya supiera que ellos estaban tras su pista, y aunque tal vez ya no tuvieran interés en la tumba de Valandur al haber saqueado su interior, Mith pensaba que ese escrito podría aún tener algo de importancia. Por otra parte, el libro de los túmulos resultaba esencial para conocer la zona y el contenido de las tumbas. Por suerte ella había garabateado algunos mapas de su interior y había incluido algunas notas con información relevante. ¿Pero qué pasaría si los orcos se hacían con él? ¿Sería mejor quemarlo y perder esa pieza tan importante de la historia de la humanidad, para evitar que el enemigo dispusiera de esa información? ¿O intentar guardarlo por si salían con vida y necesitaban de los conocimientos plasmados en él?

Tú, ajústale los correajes a éste enano, que es muy terco –ordenó a uno de los orcos que estaban amarrando a los prisioneros, mientras seguía su recorrido por la fila.

La sinda luego pasó al lado de los dos exploradores sin prestarles aparente atención, hasta llegar a la vera de su compañero de exploración. Allí continuó con su particular teatrillo.

¡Ruby! ¿Ésto qué es? No has equilibrado la carga de las alforjas. ¡Eres un inútil! –gritó mientras se acercaba a él y le tiraba de una oreja.

¿Estás bien? Por todos los Valar, ¿Y ese brazo? –susurró luego al hobbit.

Alto. Desatad a la sureña. Me cuesta andar con el mordisco de esa bestia. Ella me remendará para poder partir cuanto antes. Y a este mediano también. Con el brazo en ese estado no puede tirar del caballo. Como pierda uno solo de mis esclavos, juro por Azaroth que os lo haré pagar de la forma más dolorosa.

Notas de juego

Ya hemos llegado al nuevo hogar. Ahora falta organizar todo, ordenar los enseres, etc. Y lo de la mudanza aún no lo tenemos.

Disculpas por el tocho. Muchas cosas pasando y quiero interactuar con todos xD.

Os juro que había pensado en lo de pedir un descanso. No sé por qué finalmente no lo añadí en el mensaje. En fin... Ahora ya parece inevitable que nos movemos. A ver si al menos podemos sacar ese remiendo.

*Si Öter lo permite, intento sacar la carta y el libro disimuladamente y meterlos bajo la capa.

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05/12/2020, 17:04
Ruby Moss

Moss estaba apunto de protestar por el tirón de orejas cuando los susurros de Mith le rebelaron la verdad de sus intenciones. Al tratar de ajustar las alforjas dejó caer algunas cosas intencionadamente para ganar unos segundos con Mith.

Estaré bien, pero si llegamos a ese campamento estamos fritos —susurró mientras recogía enseres en medio de desesperadas y ruidosas disculpas—. ¡Lo siento su magnificencia, soy una defecación de mosca! ¡Enseguida lo arreglo, no me matéis por favor! —se lamentaba mientras recuperaba disimuladamente su daga y deslizaba por su hoja la dosis de slota que guardaba bajo el chaleco. Secretamente se la pasó a Mith en medio de aquella comedia entre el lacayo y su señora— Es slota, un corte profundo, con eso basta —volvió a susurrar.

No tenían tiempo para más, los orcos empezaban a mirarles demasiado. Moss acabó de recoger los que se había caído y lo devolvió a las alforjas entre exageradas disculpas.

Notas de juego

Daga humana (+15 filo y arrojadiza)
Slota: ."..la víctima caerá en una parálisis que le torturará durante un día entero, lo justo para confesar su criminal difamación, la que ha utilizado con mi hijo para encubrir sus oscuras fechorías. Después morirá". Para que este veneno sea efectivo, debe haberse causado un crítico con el arma embadurnada, y la víctima debe haber fallado la correspondiente tirada de resistencia a venenos. Una vez aplicado en el filo o punta del arma, permanecerá durante una semana o hasta que golpee a un objetivo.

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06/12/2020, 16:42
Director

Las últimas exigencias de la elfa fueron recibidas por el orco de un tal modo que el semblante del malvado ser no dejaba lugar a dudas. Farfullando en un dialecto que ni siquiera Mithgannel era capaz de descifrar, dio unas secas órdenes a su séquito y la dulce Asianne fue desatada de la línea de esclavos y llevada junto a la elfa a punta de cimitarra. Para seguir el papel a la que la elfa le había arrojado, la danzarina haradrim se aplicó en buscar en sus bolsas alguna sustancia balsámica para aplicarle a la herida de Mithgannel. Hecho esto, el jefe orco volvió a dar secas órdenes y la haradrim fue brutalmente reintegrada a la línea de esclavos. Luego se acercó a la elfa y le dijo, desafiante:

- El duende podrá tirar del caballo con el otro brazo, ¿no crees? - y tras esto lanzó un grito de arreo al aire y todo su séquito se puso en marcha, estirando de la línea de presos y cerrando filas alrededor de los que, a pesar de no estar atados, se mantenían repulsivamente cercados por aquellas criaturas del mal.

Notas de juego

Pagina 6 de esta misma escena, turno de Mithgannel:

–Muy bien. Os creemos, Cormac, porque su historia aclara muchas sombras de la nuestra. Pero hay algo que no me queda claro... Entiendo que usted se encargaría de proporcionarles cobijo y salvoconducto a los gonnhirrim mientras ellos trabajaban sus artes de modo seguro en los túmulos. ¿Sabe qué es esto? –dijo la elfa mientras sacaba uno de los colgantes protectores de los enanos–. ¿Se los dio usted? ¿Sabe usted qué contenían exactamente los barriles enanos? ¿Cómo hacían sus hombres para viajar con seguridad por estas colinas? 

así que tu misma le enseñaste a Cormac el colgante de mithril ;)

¡De nuevo, grandes interpretaciones! No pongo objeciones al tráfico de objetos que queráis hacer entre vosotros.

No pasa nada por no haber tocado el cuerno. Tal vez hubierais atraído a más orcos en mitad de la noche, o tal vez esta situación actual os consigue llevar más rápido hasta el túmulo de Valandur, ¡escoltados incluso por vuestros propios enemigos!. Lo que no sabemos es qué pasará una vez lleguéis allí...