Partida Rol por web

Tu madre sabe mis sentimientos por ti querida sobrina, o por lo menos los intuye, a la vez, tu madre puede ver, por experiencia, peligros en la corte que a ti, sin embargo, te pasarían desapercibidos.

Ya se que no hace falta que os lo diga, pero, os lo diré de todas formas. Nunca desconfiéis de vuestra madre, pero dudad y desconfiar de todos en la corte. Todos querrán algo de ti, todos querrán aprovecharse de tu estatus, todos querrán sacar provecho y enriquecerse, llenarse los bolsillos aunque exploten del peso y tengan que arrastrarse cuales serpientes para recoger las monedas del frío y asqueroso suelo de un pantano. Hago una pausa breve para tomar aire. Cierro unos segundos los ojos antes de seguir, había que advertirla antes de que fuera tarde.

Nuestra familia va a sufrir pérdidas querida sobrina, estas pérdidas traerán consecuencias para todos, la corte es un lugar que tu adoras porque no has visto más que lo bueno, chicos apuestos, damas amables, sirvientes que satisfacen cada cosa que les pides, sin embargo, cuando vas madurando y creciendo en ella te encuentras la verdadera situación de frente. La corte es un lugar sucio y depravado en el cual para que uno sea feliz otro no puede serlo, para que uno viva otro debe morir, sin embargo, pese a todo esto puedes decidir como quieres ser, ¿Serás indulgente o severa? ¿Egoista o desprendida? ¿Feliz o infeliz?

Al notar que mi discurso era desagradable para mi sobrina por la situación de mi hermano, su padre, intento calmar sus sentimientos hacia lo que yo creo que es inevitable. 

La muerte, amada sobrina, es sólo una pausa en el camino, no hay que temerla, sólo hay que hacer que espere cada día un poco más, yo tengo mis demonios dentro, digo señalando mi cabeza, pero creo firmemente en que Dios nuestro señor será indulgente con mi alma, no por las batallas que he luchado en su nombre. Sino porque intento, cada día, no causar sufrimiento a los demás, impartir justicia a los inocentes y caer sobre los culpables. 

Señalo el cabecero de mi cama, pone grabado de forma tosca y rudimentaria (como si hubiese sido grabado con un cuchillo de forma burda): "Carpe diem, memento mori".

¿Sabes lo que quiere decir esa frase en latín Clara?

Espero un rato después de que el padre se marche con Dionís.

Mi señora, creo que vamos a tener problemas con el padre Rodrigo, hay algo en el, que me hace pensar que dará problemas.

No digo de tenerle vigilado o encerrado, pero habrá que tener algo de cautela, sobre todo usted mi señora. Me ha dado la impresión de que no le gusta que usted este al mando en ausencia del varón.

- ¿Sentimientos? ¿Tan malos son los sentimientos de querer protegerme y estar a mi lado de mi propio tío? No lo entiendo... ¿Qué hay de malo en esos sentimientos de ti hacía mi? Para mi siempre habéis sido alguien muy cercado y querido, tío... Si, madre conoce la corte mucho más y mejor que yo... Por eso siempre me ha estado instruyendo en la manera correcta de comportarme en ella... Jamás desconfiaría de madre... Conozco el peso que lleva sobre sus hombros y entiendo el motivo por el cual no puede dedicarme las mismas atenciones ni conductas que a mis hermanos... ¿Tan maliciosa puede ser la gente de la corte? No la entendía así, la verdad... Gracias, tío. Sí, sé que la muerte es algo natural y que a todos nos ha llegar... No temo a la muerte, sino a las consecuencias de ésta... Cuando padre falte madre estará apenada y con mayores responsabilidades hasta que Joan asumiera su puesto y su responsabilidad... 

Miro hacia la cabecera de la cama

- Si tío, sé lo que quieren decir y lo que significan esas frases... Yo las interpreto como que debemos aprovechar cada instante, cada día que Él nos ha concedido porque, en cualquier momento, cuando Él decida nos volveremos a reunir con él... Polvo eres y en polvo te convertirás... ¿No dicen eso?

Sonrío a mi tío y me lanzo sobre él a darle un abrazo - Gracias... - Le digo con una sonrisa y beso suavemente su mejilla - De veras, gracias...

Me retiro algo avergonzada y mirando que nadie me hubiese visto

- Lo... Lo lamento, tío... 

Aparte de pensar en la colocación del torneo, también se os ocurre que deberíais intentar atajar el problema de bandidos del valle para que no importunen a tus valiosos invitados...

No había habido ningún ataque a ninguna caravana como el último... básicamente porque ninguna otra caravana se había atrevido a ir a Alós desde Portbou. Pero de vez en cuando aparecían algunos viajeros cerca del camino de Portbou, y cuando aparecían...

Los sentimientos son extraños en algunas ocasiones Clara, y quizás, sólo quizás mucho más complejos de lo que puedas apreciar ahora mismo.

¿Tan maliciosa puede ser la gente de la corte?

Sonrío de forma cortés ante la inocencia de mi sobrina. Nadie da nada por menos de lo que vale. Todos intentan sacar lo máximo, la corte sólo incrementa esas ganas del ser humano, todos queremos más... felicidad, por decirlo de alguna manera. Algunos sucumben a avaricia y quieren cada vez más riquezas, otros a la gula y comen hasta estar gordos como cerdos, algunos ven en la guerra una forma de desatar su ira, muchos no quieren más que descansar y son perezosos, en cambio, otros como tu propio tio, sucumbimos a los amores imposibles. La miro fijamente, como intentando dilucidar si me entiende.

Sin embargo, continúo, todos sucumbimos en algún momento, tarde o temprano, a la envidia. La envidia es el peor pecado Clara, la envidia lleva a todos los demás. Cuídate de ella más que de cualquier otra cosa en este mundo

Si tío, sé lo que quieren decir y lo que significan esas frases... Yo las interpreto como que debemos aprovechar cada instante, cada día que Él nos ha concedido porque, en cualquier momento, cuando Él decida nos volveremos a reunir con él... Polvo eres y en polvo te convertirás... ¿No dicen eso?

Si, sobrina, dicen eso exactamente. Una sonrisa aparece de lado a lado de mi cara, pero tienes que pensar también en lo que hay detrás de la frase, el escrutinio de Dios nuestro señor después de la muerte será para todos. Da exactamente lo mismo que seas campesino o el rey. No te fíes de nadie de este mundo terrenal ni siquiera de la iglesia pues los hombres son fácilmente corruptos por los pecados, ya sean sacerdotes o cualquier otro. Lo verdaderamente importante sobrina es que hagas las paces con tu alma, ella es la que realmente importa, si estás en paz con tus actos porque consideras que Dios los comprenderá, lo demás poco importa.

Al recibir el abrazo y el posterior beso en la mejilla los correspondo con un abrazo fuerte y un pequeño beso en la mejilla contraria, no te preocupes Clara, no lo lamentes, yo... estaba deseando también poder abrazarte, Joan y Vincent son demasiado parecidos a mi a su edad, mi esperanza es que tu llegues a algo mejor que nosotros, a algo más grande. Al ver que observa a su alrededor, sonrío un poco. No tienes nada que temer aquí sobrina, si estas paredes hablasen... Yo... hace mucho que no estaría en este mundo.

Me cayo unos segundos y pienso en silencio otros pocos.

Piensa lo que he dicho y mañana hablaremos otra vez, quiero que me cuentes tu, saber lo que opinas de todo lo que hemos hablado y de todo lo que ronda tu cabeza, conocer lo que piensas para poder hacer mi papel de consejero de forma correcta.

Tal y como se están desarrollando las cosas, la animadversión de María d'Olot, el cariño que tengo por clara... Mi pregunta es:

¿Puedo ser su verdadero padre?

Sería algo que podríamos preguntar al jugador que lleva a María d'Olot, sería interesante tener ese "vínculo" que provoca esa fricción entre los dos y ese cariño entre clara y Manel..

Podemos preguntarlo, si quieres. Yo había interpretado la animadversión hacia Maria porque, cuando volviste de la batalla de las Navas, viste que ella y tu hermano habían derrocado a tu otro hermano, Gerard. Siempre pensaste que esa jugada había sido más una obra de Maria que de tu hermano... (Sabías de sobra que Gerard era un tanto "especial", por no decir cruel, pero siempre te pareció mal)

Clara es más joven que eso, con lo que sería algo extraño que después de todo ello Maria y tú hubieseis tenido algo. ¿Quizá es sólo el cariño de un hombre que se nota viejo (sobre todo en esa época) y que aún no ha tenido descendencia? ¿La hija que nunca tuviste?

Todos estos pensamientos y emociones de repente. Necesitas estar tranquila, pero no hay manera de estar tranquila en el castillo, sobre todo ahora que se está preparando el torneo.

Ojalá hubiera un lugar en paz cerca, en el que poder sentarte a descansar, rodeado de estos bosques que tanto amas y donde nadie, nadie viniera a molestarte. Quieres descansar y pensar.

Tras acompañarlo a su habitación para que deje sus bártulos, guías a Rodrigo hacia la capilla. No puedes evitar sonrojarte de vergüenza al comprobar que el eclesiástico notaba que no había sido abierta en todo el invierno. Rodrigo callaba, pero su silencio era de desaprobación.

-- Veo que habéis estado muy ocupados este invierno. La verdad es que ya me avisaron en el Obispado de que habíais sufrido ciertos ataques de bandidos últimamente.

Casi los habías olvidado. No había habido ningún ataque a ninguna caravana como el último... básicamente porque ninguna otra caravana se había atrevido a ir a Alós desde Portbou. Pero de vez en cuando aparecían algunos viajeros cerca del camino de Portbou, y cuando aparecían...

El padre Rodrigo te salvó de los recuerdos.

-- Ven, hijo. Arrodillémonos para rezar. El invierno es frío, y el alma a menudo puede olvidarse del calor de Su amor.

Se arrodilló cerca del altar en el que se encontraba la cruz.

-- Pero no temas. La primavera está cercana.

- Supongo... No lo sé... Nunca he sentido nada por nadie... Salvo respeto o admiración... ¿Amores imposibles? ¿Por qué están prohibidos o porque la persona a la que se ama es inaccesible? No me gustan que existan amores imposibles... Las personas deberían poder estar con quienes amen, ¿no? Después de todo Él nos enseña que el amor por los demás es importante... ¿no?  ¿Envidia? ¿Por qué deberían envidiarme? Sólo soy una simple muchacha sin mucho en lo que destacar... No me distingo ni por una hermosa voz ni por saber tejer... Siempre me han gustado más los libros... Aún recuerdo lo poco que le agradaba a madre que padre me enseñase a cómo utilizar un cuchillo... Recuerdo que me decía... "Aunque no seas un hombre, no quiero que mi pequeña se vea nunca indefensa... Una pequeña daga puede ser mucho más efectiva que cualquier espada..." - Río un poco por lo bajo - Viendo como me mostráis la corte creo que no estará de más que porte alguna escondida, ¿no? - Miro a las paredes - Seguro que estas paredes contarían aventuras mucho más interesantes que las mías... Las mías sólo hablarían de vestidos y libros... - Ríe divertida. 

Su expresión se torna algo más seria

- Tío, para mi será todo un honor contar con tu guía y consejo... 

Hago una ligera reverencia

- Ahora, si me disculpáis... No quiero robaros más tiempo... Seguro que estáis muy ocupado con los asuntos del torneo... Espero poder conocer en breve quienes participarán y vendrán... 

Me despido de mi tío y salgo de su habitación con expresión calmada y tranquila. Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro. 

Al salir de los aposentos de mi tío mi cabeza no cesa de dar vueltas a todo lo hablado... ¿Qué sentimientos escondía el tío Manel que tanto temía? ¿Era la corte tan malvada cómo decía? ¿O no eran más que los pensamientos de alguien que había tenido malas experiencias?

Con disimulo, como hacía en contadas ocasiones me dirigí hacia las cocinas para ver qué estaban preparando, con la excusa de ver si podía coger un mendrugo de pan dulce intentaría salir al exterior... 

Me encantaría poder salir de las paredes del castillo pero sabía que sería una ardua tarea... Si lo conseguí me arriesgaba a que me amonestaran y sermonearan por salir sola del castillo y si no lo conseguía lo harían por intentarlo... Y, si saliera... ¿Cómo iba yo poder protegerme de cualquier peligro?

Caminando tranquilamente me dirigí a la parte más alejada del castillo pero aún dentro de sus muros... Me senté a la sombra de un árbol y me puse a pensar... 

La otra idea que tenía en cuanto a todo lo que pasa con María, clara y mi hermano era más oscura y más acorde con todo lo que comentas así que por mi todo perfecto.

Esa sonrisa final me ha destrozado, ya no sé que ocurre por la cabeza de Clara, necesito que llegue el día siguiente, necesito más de esta droga.

Caterina, tu dulce confidente, te encontró bajo el árbol, un viejo ciruelo que ya no daba apenas fruta, y se acercó dulcemente a tu lado. Aunque inicialmente preferías estar sola, su presencia te es siempre agradable: Caterina no era la persona más inteligente del mundo, ni la más sabia ni la más recta, pero era una buena persona. Tenía esa cualidad del espíritu que le permitía escuchar durante horas a los demás sin por ello mostrar signos de cansancio o aburrimiento; a Caterina le importaba la gente.

-- Prima --no era lo correcto estrictamente, puesto que no eras su prima sino su sobrina. Ella era consciente, pero le parecía más cercano dirigirse a ti de esa manera--, prima. Te noto triste y meditabunda. Había conseguido permiso para salir del castillo a la aldea. Ya sabes, ventajas de ser invisible. Aunque --y ahora baja la voz-- mi idea inicial era dirigirme hacia el bosque, a un pequeño cementerio situado entre la maleza. Me lo descubrió la tía Joana --esto tampoco era correcto estrictamente: Joana era tu tía, sí, pero era su hermana. Sin embargo, dada la gran diferencia de edad entre ambas, Joana tuvo que ejercer prácticamente de madre de la pobre Caterina, olvidada por todos--. Es un lugar de mucha paz.

>> ¿Quieres venir?

Te he dejado un mensaje en Escena II: La sombra del pasado, en relación a tus investigaciones.

-No sé que pensar todavía. -y era cierto, el hombre era un recién llegado y con dos palabras cruzadas aún no cabía formarse una opinión. -Pero para eso cuento con vos, mi buen Pèire, y con vuestro discípulo. Sed mis ojos en este castillo. Invitadle a tomar una copa de dulce vino y luego venid a contarme que os ha parecido, si es un buen conversador, si es tan solemne y santo como parece o si sus intenciones son otras.

Mis preocupaciones inmediatas eran otras. Alós había pasado un invierno tranquilo, sin más noticias de aquellos misteriosos asaltantes, excepción hecha de algún viajero imprudente, desaparecido en el camino, pero la llegada de sus ilustres invitados, así como de mercaderes y comerciantes, podía avivar de nuevo la llama de aquellos indeseables, sus ansias de sangre y de ruina. Debía tratar de aquellos asuntos con Manel, pero se me había vuelto a escapar marchándose a Dios sabe dónde.

Di por concluido el desayuno sin más, dando permiso a Pèire y a mi hijo para retirarse. Todo el mundo tenía muchos preparativos que hacer en aquellos días y más valía ponerse en ello cuanto antes.

Miro a mi tía Caterina con una ligera sonrisa. La verdad es que ella había sido mi mayor apoyo, mi cabo a la cordura, mi salvaguarda para no volverme loca entre aquellas frías paredes de piedra... 

- Claro, siempre es un placer acompañarte... Además, si vamos las dos juntas no podrán decirnos que fuimos solas, ¿no?

Le dedico una sincera sonrisa. Me levanto, limpio un poco de tierra del vestido y la acompaño en su paseo, ahora nuestro. 

- Sabes, estuve hablando con tío Manel... Había olvidado lo mucho que me agradaba conversar con él... Madre siempre intenta que no esté muy cerca de mí... Parece no gustarle su presencia... Hemos estado hablando... De la corte, de sus gentes, de aventuras e intrigas... De amores prohibidos - se sonroja un poco - Y amores imposibles... ¿Por qué hablaría de cosas así el tío Manel? Y... ¿Por qué no está casado? Es un hombre atractivo, dulce y noble... ¿Por qué hay siempre tanto afán en encontrarnos esposo a nosotras? ¿Por qué nuestras cadenas están atadas tan cortas? - Su aspecto es meditabundo - Tía... El hombre del que me hablaste... ¿Es tu amor prohibido o imposible? 

habla con Manel y con Rodrigo en mensajes diferentes. Mete a Pèire en alguna, si puedes.