Partida Rol por web

Aquel había sido un día intenso en el Mercadona de la calle Prosperidad. Un día intenso que tocaba a su fin, después de numerosas acusaciones, mensajes secretos, insinuaciones veladas y otras guarreridas españolas, euskeras y chinas. La canción de la megafonía volvía a sonar, anunciando el cierre de puertas. El confuso jaleo de fuera parecía aminorar. E invariablemente, tal y como todos esperaban, el Bulldog terminó por aparecer entre los pasillos, junto a sus dos armarios. 

Aún tenía mala cara, y sus ojos estaban cuajados, pero parecía algo satisfecho, resarciéndose quizá con la idea de poder echar a la calle a alguien más y así aliviar su evidente enfado. Una vez más mandó a que le trajesen la urna, y comenzó a apilar los votos en pequeños montones, según los nombres, recitando en voz alta, y arrugando el ceño con desagrado cada vez que alguien votaba en blanco.

Esta vez había menos variedad dentro de la urna, y tan sólo aparecían los nombres de Iker, Kanaka e Hipólito, votados por dos personas, y por último el de Miriam, cuyo montón superaba en altura a los demás, de manera considerable. La mayoría de clientes y trabajadores había señalado a la asiática como infiltrada del competidor, de manera que, en cuanto el Bulldog terminó de contabilizar los votos, procedió a frotarse las manos de gusto, y señalar a la mujer para que los dos armarios se la llevasen a la salida de almacenes.

Pero alguien no estaba dispuesto a dejar pasar aquello. Kanaka, el compañero racial, y presuntamente sentimental de Miriam, se interpuso entre ella y los armarios, con una salchicha en cada mano- ¡¿Jodós?!- dijo, esbozando una esforzada sonrisa, pero los guardias se cruzaron de brazos, haciendo protuir los imponentes músculos de sus brazos apolíneos, y provocando que el pobre chino de los congelados tuviese que tragar saliva para enfrentar aquello. China ella y chino él, se dieron la mano ante semejante estampa, se miraron, y asintieron. Y con resignación, comenzaron a caminar hacia los almacenes, seguidos de cerca por los armarios. 

El encargado, que se había quedado mirando a la infeliz pareja con una sonrisa sádica de oreja a oreja, salió entonces de su ensimismamiento, y recogiendo los blocks y los lápices que había dejado allí por la mañana, se fue, silbando, como si ver un amor inmigrante destruido le causase una satisfacción inusitada.

Un carro de patatas solitario había quedado abandonado en el supermercado, como único testigo inmutable de la presencia asiática en el Mercadona de la calle Prosperidad. Un carro, que quizá no volvería a ser conducido a través de los pasillos de la frutería al día siguiente. Y aquel runrun característico que los llenaba, se perdería, arrebatándole identidad a aquel supermercado que parecía ahora más vacío que nunca. 

Según parece, empezaba a hacerse de noche. No lo hubiese imaginado de no ser por la aparición del Bulldog a contar los votos.

Lo de Tanaka me pilla por sorpresa.

Cierto es que Eva habló del chusqui flusqui que se montaron ambos asiáticos en el cuartito de mantenimiento, pero no creí que llegase a querer irse con ella.

— Entonces... ¿él tambien era un infltrado? —pregunto arqueando una ceja cuando el Bulldog se ha ido.

Mauricio asintió a la salida de los chinos, una infiltrada y un loco menos, de seguro que dentro de poco todo esto acabaría de una vez por todas.

-¡NAH! El chino se ha pirado con la China aprovechando que salia, pa\'moja el churro con ella sin miradas discretas de esas.-Le contesto al mariquita.

En eso que le llego un tufillo amargo y de cuadra y buscando cerca de donde se encontraba, se dio cuenta al fin que salia de su cuerpo, normal 2 días encerrado en un mercadona empiezas a oler y a saber desde hace cuantos días atrás tampoco se había aireado la sobaquera.

-¡JODO! Menudo olor. Creo que toca lavarse-Lo anuncio a los cuatro vientos pero sin hablar con nadie en particular. Y ahí que iba hacia la zona de la limpieza y el water, en donde se hizo con un paquete de toallitas húmedas y se quito camisa y camiseta para empezar a restregarse en su orondo cuerpo, sin olvidar las partes importantes como el circulo de la muerte de su espalda, las asilas y donde no pega el sol, por delante y por detrás, eso sin sin quitarse los pantalones que el oler es pudoroso, o puede que respete la sensibilidad del prójimo quien sabe.
-Po\' meno ma, que tien toallitas de estas con olor a lemon que sino ya me veia yo to el dia oliendo a chuminococido.-Y mientras se daba la ducha de los montañeros no podía faltar una buena cancion.-Vamos... chica... lo que tienes que limpiarrrrrrr.-En ese momento tuvo que mantener el tono, porque estaba concentrado en las partes mas sensibles.

-Bue y ahora con una cenica ya taria too listo.-Terminado el baño y con la camisa y camiseta aun sin poner se acerco a la Asun, tenia hambre pero tambien una idea.
-Oyes rebonica, ¿Me pudieras hechar un ojos al Lejia esta noche? Vamos que hagas tu magia pillando infiltraos y le mires al pescadero, que junto con la china era al único que defendio esta hoy nuestro dia, el xino digo y ya se sabe que mintio mas que un loro.-Le hablaba descamisado y cerca, muy cerca. Lo bueno es que olía a limón, lo mal es que... bueno lo obvio.

Asombrado por lo ocurrido con ambos chinos y mas aun con la incultura general miro a todos con cara de pocas palabras,

A ver... cuando hay manifestaciones siempre dicen gora eta,gora euskadi, con lo cual el vasco se ha autoinculpado,no seais cortitos y votadlo,por otro lado os dire que el pobre Joel quiere volver dentro y que el setas realmente era un infiltrado y esta haciendo trabas fuera para intentar confundirme y confundiros,pido disculpas al crio por que pense en su momento que era una trastada de el, Paquito perdona tio! 

Tras más de una hora intentando desbloquear el móvil que su nieto le regalo por su cumpleaños de cual sólo sabía dar al botón verde para responder a la llamada, sólo necesito otra más para encontrar el botón del famoso internete y dos más para encontrar una página en la que se decía que podía, según decía, traducir todos los idiomas. Hipólito estupefacto ante el conocimiento allí contenido y dándose cuenta del poder que tenía en sus manos solo necesito una hora más para teclear lo que había oído a Iker tras su confesión. Lo que leyó le hizo salir de dudas. Se quedó con las palabras claves. Arriba el rojo, arriba el Eroski y arriba el Día…

Escucho el comentario de Manuel aliviado, al parecer no era el único que se había dado cuenta de lo obvio.

Señores, estoy chocheando o Iker sí es un infiltrado? –Pueden comprobarlo ustedes también. Seguro que se le dan los temas de los teléfonos inalámbricos estos mejor que a mí.  Comento Hipólito a sus compañeros de encierro.

-Además, ahora hemos perdido la oportunidad de quitarnos dos infiltrados de un plumazo, por eso utilice mi papel con Iker porque ya todos sabíamos que uno de ellos era la china e iba a salir en las votaciones. Ahora solo nos queda un infiltrado que descubrir. Bueno, si queréis de una vez daros cuenta que Iker es uno de ellos. Dijo indignado mirando a la señorita Sara ante el boicot que había sufrido por parte de esta.

Maldita rubia oxigenada! Justina seguía fuera de sí. Pero como puedes ser tan tonta! Y luego dicen que la juventud de hoy en día está sobradamente preparada! Busca en el internete ese lo que significa gora! Acabas de salvar a un infiltrado del día y a un ETArra!

Justina se acercó a ella, enfadada y le intentó dar un capón.  Incluso a nosotros nos han enseñado a usar internete en los cursillos para la gente mayor, corta, que eres corta! Gora en euskera es arriba, ánimo! Ha confesado y tú le has salvado! Maldita sea con la niña esta! Yo conseguí que cantase, lo hizo por mí. Le obligué con esta mirada inquisitiva que tengo. O por ser tan pesada, pero eso ella no lo sabía, o no quería saberlo. 

De repente los ojos de Justina se abrieron de par en par. Espera... Acaso... Tú no estarás con él, ¿no? Lo entendió todo. Tú están con él y por eso lo has salvado a sabiendas de que era uno de ellos. Puede que sepas que le queda muy poco al mozalbete. Se rió, con su habitual risa estridente. Si tienen alguna excusa triste más para intentar salvarlo nos encantaría oírla. Nos dará más idea de lo que escondes bajo esas escasas ropas. Mujer de mala vida. Murmuró, mientras se alejaba.

-¿Que yo he defendido al chino? ¿Y cuándo ha sido eso, despabilao?-la indignación del Lejía hacía que su bigote subiera y bajase furiosamente mostrando sus dientes amarillentos-¡Que yo le voté en la primera ronda y más que le habría votao si no hubiese salido la china a cubrirle o él a cubrirla a ella o como coño sea! En cualquier caso, liquidados esos dos, muerto el chino se acabó la rabia.

Respiró hondo pensando en tabaco:

-Pero, vamos, que ya que la Asun tiene poderes pues que me escanee si se ha de quedar más tranquila pero que quede claro que  si ahora ella desaparece el marrón me lo voy a comer yo aunque sea inocente. Así que cuidadito con buscarme las cosquillas, nene, que del hospital se sale y del cementerio, no. Los del DIA no cogen prisioneros pero la legión tampoco y esto, más que el Mercadona, ya parece Beirut.

Dicho esto, se lamió la punta de un dedo y se arregló delicadamente el pelo:

-Yo no me baño mucho, soy más de colonia.

El chino de los congeladores se fue, y ya hasta notaba Maricarmen un vacío en el pasillo del frío. Por fin los yogures y los magnums Hacendado iban a descansar sin ser apachurrados por el tipo del bigote blanco de los jodós*

-Aún queda gente mala, que si no ya saldríamos de aquí. Tengo sin comer al gato, ya lo dije. A estas alturas seguro que ya me rompió las cortinas- suspiré de impotencia-. Mi nieto el otro día me puso la película esa de los apellidos vascos. Lo de gora lo cantaba el sevillano majo, seguro que es de la ETA. Y por su novia, que trabaja en el ayuntamiento, sé que el Eroski tiene mucho poder, y están muy requemados porque este Mercadona les quitó el solar que ya tenían apalabrado. Verás como metieron a gente aquí para cerrarlo y montar un Eroskicity. Y eso que no me gusta, los yogures Hacendado tienen más calcio y pasas, y los tarritos valen para poner las cosas de costura. ¡Nada de Eroskis!

Mauricio se sobresalto al escuchar los gritos del Lejia.
-¡K¡IA!! ¡que oño dicies pescadero! Yo hablo de que el xino te defendio, el a ti no tu a el, ave si escuchamos con atencio.-Le increpo con el dedo, del resto apenas se entero pero lo ultimo le hizo recordar algo.

-Colonia de marisco seguo.-Pero no recordaba lo que era.

Manuel llevaba todo el dia dandole vueltas a la cabeza,pensaba y fumaba,fumaba y pensaba,ya que nada le parecia logico, sabia que Hipolito y Maricarmen si que le escuchaban,entonces les hablo a ellos,pero tambien para todos a la vez,esperaba que su idea les llegara a todos.

Señores.... y si ese vasko no esta haciendo de vasko? me parece que hace de taliban,el se esta haciendo explotar para que se libre alguien,no tiene sentido que el mismo se inculpe,asi que creo yo que esta tirando de la anilla para salvar a otro terrorista en cubierto,Manuel intenta agrupar a todos y hablar mas bajo.

Creo que o es malo maloso/imbecil  o tiene algo que ganar dentro,obviamente tenemos y voy a votarlo,pero esa actitud suicida es muy rara, quien va a gritar a los cuatro vientos esas cosas feas?

El etarra es taliban y bin laden esta entre nosotros,armemonos de valor y de cuchillos Quittin de la estanteria y formemos un fuerte con las cajas de la fruteria, Aicha que haga cocketeles molotoves ,tu crio pon petardos en los botes de talco!!

Manuel se creia el general Paton en ese momento.

Asun,sabes tesoro que confio en ti,ten la manguera preparada!!, Lejia pon raspas de pescado en las puertas para que nada ni nadie nos sorprenda,

 En una arrebato epico se quita la camisa e intentando imitar a Brave Heart grita

 Nos podran matar, pero nadie nos despedira ni nos quitaran la paga de navidaaaaaaaaaaa!!!

-Se ha autoinculpado porque la señora Justina le obligo a hacerlo, la conozco hace muchos años y se que tiene ese poder. A mi ya me obligo una vez a autoinculparme a mi cuando cojí mas pastas de las permitidas. Solo nos permitia cojer dos pasas y me comi cuatro cuando nos invito a su casa a mi fallecida esposa y a mi a tomar el te. 

-Esa mirada inquisitiva....

Un escalofrio recorrió el cuerpo de Hipólito recordando aquel momento. -Ya le dije que lo siento, por favor no. Con la garrota no por favor. Grito a si mismo mirándose el dedo aun torcido que le quedo de por vida fruto de aquel momento.

Al recibir el caponazo de la vieja, Sara se llevó las manos a la cabeza y se quejó, mirándola con cara de no haber roto en su vida un plato.

- ¡Ayyyy! Joer con la vieja esta. - Le había pillado por sorpresa, desde que se había ido de casa de su padre que nadie le había vuelto a levantar la mano, y allí estaba la Justi, dándole capones porque sí. - Vais muy de listos vosotros, ¿eh? Que voy a tener yo algo con el Iker. Pero si tengo a mi Raúl - . Sus labios se torcieron en una mueca mientras se restregaba la zona donde había recibido el capón.

- Vaya, ahora se ve que todos sois muy listos y sabéis euskeda. Joder con la gente - . Suspiró y se sentó en el suelo. Toda aquella tensión la había mareado. 

Miró hacia Manuel con cara de niña buena. - Manu, diles a toda esta gente que estoy con el Raúl. Sabes que nunca le pondría los cuernos. Sólo que... - Se mordió el labio y volvió a tocarse en la zona en la que había golpeado la Justi. - No me creo que el Iker sea un etarra. Él es buena gente - . 

Arsenio miró fijamente a Manuel mientras se llevaba las manos a los bolsillos de su bata, algo amarillenta ya.

-A mí me da igual que sea vasco, chino, ruso o de Cáceres  mientras salgamos pronto de aquí. ¿Que ahora votamos al vasco? Pues votamos al vasco pero, si me permites la pregunta, tú, ¿qué? Porque hablas, diriges y controlas mogollón pero las que han delatado a la chinorri han sido la de la limpieza y la frutera. Y aquí, hasta que demostremos que somos todos cristianos, todo el mundo cuenta como moro, ¿me sigues?

Traga saliva y mira a Sara:

-Anda, monina, pásame un cigarrico antes de que me fume las gafas...

Asunción escucha a Mauricio y con rostro algo impactado le dice - Oye, yo no soy quien puede hacer las cosas de telepatía friki. Esa es otra persona pero no voy a revelar su identidad, que lo haga ella misma si desea - mira a Lejía y le dice - Por lo tanto, no puedo decir que sí o que no eres culpable, aunque siempre me has dado curiosidad. Donde te vea de noche... - le extiende un dedo y luego se vuelve a Mauricio. - Yo salgo y doy rondas en la noche mientras limpio el desastre que causa el día y como estoy despierta más que todos y tuve entrenamiento de agente secreto en mi juventud, no soy fácilmente descubierta. Eso es todo. Soy solo observadora y el truco de decir cuántos infiltrados quedaban solo lo podía hacer una vez - admite con tristeza. Aunque si Iker era el último infiltrado o lo era Lejía, pues tenían un buen terreno ganado.

Manuel se le acerca y Asunción corre al cuarto de lavado, toma su trapera, pone un poco de jabón azul en barra en su rostro a modo de dos líneas en sus mejillas como los soldados y dice - Claro, cariño. ¡A luchar por nuestro curro! -.

La banda sonora de Braveheart empezó a resonar en mi cabeza.

Cada vez somos menos gente en el super y tan solo tenemos la certeza de que Vladimir era un infiltrado. Quien quiera dudar de lo que digo yo o Asun que lo haga pero luego que nadie venga llorando si pierde su puesto de trabajo. De momento solo me fio de ella. Paquito y Arsenio, para mi son muy sospechosos. El chino apoyó al pescadero igual que a la china. Paquito no sé si mintió, lo voy a averiguar. Esta noche voy a volver a caer frita seguro, no escucharé nada. Dormiré en la carnicería con Carmen y Damián. Mañana rebuscaré entre las cosas del seta. Y si averiguo que es del LIDL tal y como dijo Paquito tendremos que empezar a llevar otra estrategia porque habrán dos grupos de infiltrados interesados en jodernos. Otro tema que me preocupa es la falta de confianza del Mercadona. ¿Por qué yo que soy una empleada fiel no tengo papeles de alejamiento para alejar a los individuos que creo sospechosos?. ¿Alguien mas esta en esta misma situación o soy yo la única?. Lo pregunto porque no quiero quedarme con la duda si me despiden.

Shakiro se puso música apropiada y se acercó  bailando a el Lejía.

- Arsenio, puchi. He visto ahí una mancha de humedad que es igual que la cabra de la Legión. ¿Te la enseño?

Trató de llevársele a ver la mancha, cambiando la pista de audio por otra.

-¡No me toques, marrano!-el Lejía aparta a Shakiro de un empujón.

Luego, en un gesto inconsciente al oír el himno de la legión, se lleva la mano a la sien y saca pecho (sigue teniendo bastante más tripa que pechera, todo hay que decirlo).

-¿Y qué pasa con aquí, el colegui?-dice señalando a Shakiro con la otra mano pero impasible el ademán-Porque menudo reportaje está sacando de la Verbena de la Paloma que nos hemos montado. Que no es por nada pero aquí, a la mona Chita callando te la acaban clavando hasta las pelotas y...

Su mirada se cruza con la de Shakiro y se estremece:

-¡Que no me mires así, degenerado! ¡Y quita el puto himno que se me cansa la mano!

Shakiro, de alguna manera sobrenatural, graba su empujón. Ya lo subirá con un subtítulo de "Brutalidad policial". Cuando Arsenio hizo el comentario sobre clavar hasta las pelotas, Shakiro asintió sabiamente. Arsenio tenía un secreto, un profundo y oscuro secreto. Él lo sabía. 

Y ahora tenía poder sobre él: el himno de la Legión. Si conseguía una cabra, le tendría en la palma de la mano.¿Dónde podría conseguir una cabra? Quizá podría montar una, con un bacalao, pegamento y cosméticos...

Cuando vi cómo los de seguridad se llevaban a Miriam y el chino le seguía en el fondo respiré tranquila. No sólo por la sensación de estar más seguros con respecto a los infiltrados, sino también porque ella tirando botes de pepinillos al suelo daba un poco de miedete. Pero ahora ya se había ido, así que a otra cosa.

Mientras los demás empezaban a discutir de nuevo yo empecé a prepararme para hacer la cena de nuevo. Parecía mentira, pero descubrir y echar infiltrados daba un montón de hambre. Ayer Vladimir, hoy la china... Me merecía un buen atracón. Así que cogí una cesta y empecé a llenarla de cosas ricas. Otra empanada como la de ayer, que estaba que te cagas, helado de huevo de chocolate marca Hacendado y algunas bolsas de gusanitos y demás. De beber esta vez cambié la coca-cola por vino rosado y espumoso. Siempre que lo tomaba acababa poniéndome un poco tonta, pero la sonrisa de mis labios me decía que era un buen momento para algo así. Mientras lo hiciéramos con control, no como el primer día, no habría problemas. Aún así cogí algunos refrescos por si Paquito quería acercarse a cenar con nosotros. Sin embargo al pasar por delante de la panadería mis ojos se fijaron en el horno donde Aicha cocía siempre el pan, y una idea surgió en mi mente. Idea que pronto se convirtió en atrevimiento, y atrevimiento que se transformó en acción. Me sentía como infringiendo las normas mientras retiraba algunas de las bandejas de pan para meter después tres pollos de los que ya venían envasados. No sabía cuántos querrían apuntarse, pero si no eran suficientes siempre podíamos hacer más.

No dije nada al resto. En lugar de eso permanecí en mi mundo, tarareando por lo bajo mientras preparaba todo. Por quedarme demasiado empanada se habían quemado un poco, pero al final eso era lo más rico. Y una vez hube terminado lo llevé a la ya recurrente zona de cajas. Desde allí los observé a todos de lejos. Ojalá pudiera dejar a los infiltrados sin cenar. Currarme tanto esto para que los que intentaban echarnos se cebaban no me molaba nada. Pero finalmente decidí dejar eso de lado.

Estuve a punto de acercarme y decirles que podían venir a cenar cuando quisieran. Sin embargo ya había estado bastante rato tomándome mi tiempo sin trabajar en lo que debía, así que cogí mi libretita de notas y, tras revisar algunas hojas, asentí. Me preparé durante unos segundos y cambié cómo apoyaba mi peso, ganando en firmeza.

- ¡Eh, malas perras! - Grité entonces. - ¡A cenar! - Luego le diría a la Justi que nos hiciera su actuación que era algo que había quedado pendiente.