Eres un cobarde. grito. matame a mi desgraciado, pero a él no te toques un pelo, y tras decir eso me levanto con intensión suicida de caerle encima y golpearlo, ya no me importaba nada, me habia quitado todo.
Motivo: agilidad
Habilidad: 11
Tirada: 13 (Fracaso)
MMM mmm que fracaso es esta mujer.
Entre otras disculpa, no he tenido cabeza, yo ya te habia advertido, pero bueno, espero que pueda continuar.
El camino hacia su habitación era muy bien conocido por Susan, por lo que no tardó en llegar al lugar. ¿Qué recuerdos infantiles y alegres le esperarían allí?
La mujer puso una mano en el picaporte y girándolo empujó ligeramente la puerta. La oscuridad en el interior era densa, por lo que Susan no lo pensó dos veces para palpar por la pared a su izquierda hasta que pudiera encontrar el interruptor de luz. Palpó y palpó hasta que unos segundos después su mano sintió la textura y la forma del accionador de luz. La Fox hizo funcionar éste y pronto la habitación donde una vez hubiera pasado su infancia se llenó de luz.
Pero Susan, al ver aquello, pronto se dio cuenta de que aquel lugar estaba muy lejos de que el que presentaran sus recuerdos. El lugar estaba practicamente destrozado. Los muebles estaban volteados y rascados, habían papeles esparcidos por todas partes, la pintura se descascaraba de las paredes y la alfombra mostraba manchas y huecos que antes no tenía. Había cierto vahó allí, un olor que a Susan se le hizo desconocido al principio, pero que luego hizo surgir las pesadillas en su mente.
Su habitación olía a sangre, y era tan fuerte el olor, que parecía que hubiese sido derramada allí recientemente.
Al fin te respondo. Perdón todo el retraso.
La voz que anteriormente le hubiera hablado a Leonard hizo silencio por unos minutos, causando una sonrisa sarcástica en el rostro del policía, que se borró inmediatamente como aquel ser volvía a expresarse.
- Sí, tal vez sea cobarde, que tenga miedo de entregarme a muerte. Pero tengo algo por lo que luchar, ¿sabes? Algo por que enfrentarla. ¿Tú, allí parado, sin nada que perder, te consideras más valiente que yo? Teniendo el poder de redimir tus culpas, los errores que te llevaron a ser el hombre que eres ahora. ¿No es de cobardes entregarse a la muerte cuando nuestra alma no está totalmente limpia?
+1 por lo de cobarde al circense xD
Un nuevo bofetón mandó a la señora Johnson de nuevo al suelo. Frente a ella Daniel se retorcía y parecía querer gritar que se detuvieran, pero nadie le escuchaba. Nadie tampoco quería escuchar lo que tenía que decir la señora Johnson. ¿Es que estaban todos locos?
La señora Johnson intentó alzar su voz, pero en vano. Ante ella, los hombres de la secta y su maligno jefe, alzaron a Daniel Johnson por el cuello y ante la mirada impávida de su esposa cercenaron la zona de una sola pasada de cuchillo.
Nicole quería llorar, acurrucarse y llorar hasta que toda aquella pesadilla pasara. Y mientras tanto, en el entarimado, su esposo con la garganta abierta sentía los últimos signos vitales escaparsele, mientras su sangre corría y corría....
No importa que postees dos líneas mientras estés poniendo todo lo que quieras poner ^^
Si bien Susan estaba preparada para ver lo que fuera al momento no solo de entrar a su habitación sino directamente al momento de entrar a su casa, el encontrar el lugar donde se había criado y donde tan gratos momentos había pasado en un estado tan deplorable le produjo bastante tristeza.
Ni siquiera el olor a sangre ni las manchas consiguieron impresionarla demasiado, la angustia que le oprimía el pecho era más fuerte. Miró hacia atrás para asegurarse de seguir estando sola y para llenar los pulmones de aire un poco más puro.
Intentando contener el aire lo más posible se detuvo en las manchas de sangre, ayudándose con la linterna de ser necesario. Quería seguir el rastro para descubrir de dónde venía o hacia donde iba. La habitación de sus padres debería esperar, a menos que la sangre la llevara hacia allá.
Leonard volvió a sonreír.
-Mi alma está limpia y en paz. Por eso puedo entregarme a la muerte con total tranquilidad. Se a donde apuntas, pero te equivocas. ¿Crees que me siento culpable por la muerte de mi mujer? Te equivocas, hice lo correcto en todo momento. No fue mi culpa que ella muriera, fue culpa de una aberración casi tan grande como tu y tus hijas. ¿Dices que tienes algo por lo que luchar?- la sonrisa del policía se amplio y dejó lugar a una carcajada -Pues yo no lo creo. Lo único que te impulsa a luchar es el miedo, la ignorancia y el egoísmo. Tarde o temprano, si no lo has hecho ya, comprenderás el daño que le has hecho a tus hijas, comprenderás cuanto las has lastimado y la condena que has lanzado sobre ellas y ¿Por qué? ¿Por intentar hacer de este un lugar mejor? no, por supuesto que no. Simplemente por miedo, ignorancia y egoísmo. ¿Sabes? Me das pena. Tu ignorancia no te permite ver la futilidad de tus hechos y tampoco te permite comprender que ya te he derrotado- el policía volvió a reír -¿Y ahora qué?-
Aquella situación me tenía confuso- que demonios ha pasado... co... como coño he llegado hasta aquí... que te pasa Patricia... y los niños. -
Miles de pensamientos y imágenes confusas golpeaban mi mente y no me dejaban pensar con claridad.Los gestos de los presentes no auguraban nada bueno y mi estómago hecho un nudo me torturaba con dolor y nerviosismo.
La habitación del hospital se me ofrecía extraña y un tanto irreal después de lo vivido en la mansión circense . Las puertas,la oscuridad,los zombis... esos espejos malditos,habían pervertido mi conciencia hasta dejarme pasivo,vacío en medio de la incomprensión de los sucesos y de esa sala llena de rostros amigos que por desgracia no ayudaban ni consolaban mi ser.
Ahora me incorporo lentamente en mi camilla,con dificultad... palpo mi cuerpo comprobando que no tengo ninguna herida evidente.Solamente un cansancio terrible e inexplicable me obliga a moverme lento,frágil y tembloroso.
Mirando el llanto de Patricia no puedo evitar entristecerme y aumentar ,aún mas si cabe, las dudas y preguntas sobre aquel terrible episodio vivido. Había sido real todo aquello?... porque si había sobrevivido estaban todos tan alterados??...
- Patricia... no te imaginas lo que ha pasado en ese lugar... era todo tan extraño y terrible... -
A pesar de las dudas y el montón de preguntas que asaltan mi cabeza, solo puedo ejecutar la orden de la enfermera como si de un acto reflejo se tratara.
Procuro ponerme en pie lentamente,tanteando mi estado.En ver que mis piernas responden aunque con cierta flaqueza me alzo y comienzo a andar siguiendo a la enfermera con cierta dificultad.
Bueno aquí mi estreno con Ian
NOoooooooooooo
Me toco desesperada la cabeza. No puede ser, mi esposo, al que amo, lo han matado y no he podido hacer nada. Mis acciones son mas torpes trato de llegar hacia él para dañarle, pero no logro nada. Me encuentro desesperada... y al ver mis multiples fracasos, y darme cuenta que si no tengo a mi esposo ni a mi hijo no tendra la vida sentido, busco la forma de suicidarme.
Tomo el cuchillo con el que intente tantas veces dañar al hombre y trato de clavarlo en mi vientre. Mis lagrimas no pueden más, simplemente, no soy conciente de nada.
Motivo: ataque desesperado
Habilidad: 13
Tirada: 17 (Fracaso)
Supongo que es lo único que ella puede hacer en esa circunstancia. Sí hay alguna cosa que ella pueda hacer, se matará. Llego a su límite, ya esta loca de por sí.
Susan situó el haz de la linterna sobre lo que considero el inicio del rastro de sangre y ayudada por la luz siguió ésta a lo que resultó ser una puerta al final de la habitación. Susan se sintió sorprendida pues estaba segura de que nunca había visto aquella en su vida.
¿Sería aquella una ilusión?... Parecía lo más probable... pero aún así...
Perdón lo corto, pero hasta que no me des tu aprobación, o al contrario tu negación (¿?), de pasar por esa puerta, no puedo seguir. Es tu decisión :P
Aquella voz empezó a reír, primero pausadamente hasta convertirse ésta en una risa maligna, que no paró hasta varios segundos después.
Cuando habló, aquélla sonaba divertida, como si las palabras del policía no le hubieron hecho mella, o, si le había trastornado, por lo menos no parecía demostrarlo, al menos no abiertamente.
- ¡Vaya descaro! Lindas palabras de un hombre que es tan culpable como yo... Bueno, exagero, quizá un poco menos, pero claro está que la culpabilidad se cierne sobre tu conciencia. ¿Qué no fuiste culpable de la muerte de tu esposa? ¡Sí, claro! Quizá no la hayas matado con tus propias manos, pero el desliz de haber dejado a su asesino suelto le costó la vida a ella y a su hijo no nato... y si eso no es ser culpable, no sé con qué otra palabra llamarlo. Y te atreves a hablar de mis hijas, del daño que les hecho, cuando ellas saben todo el bien que les he proporcionado. ¿Puedes decir lo mismo? ¿Puedes poner el palabras tus acciones para salvar a seres queridos? Creo que no, ¡eres demasiado egoísta para ayudar a alguien! Ni siquiera te importa el familiar que ha sido capturado. Un niño, ¿no? Inocente, ¿verdad? Y le vas a dejar morir por tus propias ganas de darte por vencido. ¿Y yo soy el cobarde? ¿Y yo soy el que te doy lástima?
Aquella voz volvió a reír maligna por unos segundos más antes de continuar:
- ¡Tú sí me das lástima!... Y es verdaderamente un fastidio porque te consideré un hombre digno, alguien especial para compartir mi alma contigo... Aunque después de todo, quizá no seamos tan distintos...
Ian siguió a la enfermera dejando atrás a Patricia y compañía. La mujer delante de él se movía con agilidad y soltura, por lo que Brown tuvo que aumentar el paso a pesar de sus miembros dormidos. Aún no entendía lo que pasaba, pero no quería preguntar. Tenía el presentimiento de que pronto todas sus preguntas tendrían respuesta.
La enfermera camino varios metros hasta llegar a una escalera larga y bastante tortuosa, que Ian se apresuró a bajar, aunque sujetándose firmemente de las barandas para no caer. La mujer seguía bajando aquella escalinata que no parecía tener fin, y el hombre se encontraba perdiendo la paciencia cuando de pronto unas puertas grandes y metálicas se presentaron ante él. La joven que le indicaba el camino abrió éstas y Brown pasó, reconociendo inmediatamente el lugar. Se trataba de una morgue.
- Por aquí, señor Brown - dijo la enfermera.
Brown asintió con la cabeza y la siguió hasta un par de camillas que había al fondo de la habitación. Bajo las sábanas se vislumbraban las formas de figuras pequeñas; y cuando la enfermera removió éstas, Ian entendió el porque. Allí, muertos, yacían sus hijos. Fríos, pálidos y sin vida, como siempre temió verlos, como se juró nunca imaginarselos.
¡Excelente! Tu primer post ha sido buenísimo
Nicole intentó suicidarse al ver la forma de su esposo, allí muerto, pero el cuchillo que tenía en sus manos escapó, dejándola sin medio para hacerlo. La mujer, haciéndose un ovillo, empezó a llorar, a balbucear, a llamar a su hijo y a su esposo alternativamente, como si sus fantasmas pudieran sacarla de aquella pesadilla.
La señora Johnson se hubiera quedado allí llorando si no fuera por el súbito ruido de algo golpeando contra ella. La mujer se acurrucó más en sí misma hasta que se empezaron a oír los ruidos de miles de pedazos de cristal cayéndose.
Sin saber qué ocurría, Nicole abrió sus ojos y casi no pega un grito de sorpresa. Ya no se encontraba en aquel culto maldito, ni siquiera dentro del espejo donde su conciencia la hubiera dejado horas antes. Frente a ella se extendía una habitación negra, llena de espejos, y parada cerca de su figura estaba la pelirroja aquella que había venido a ayudarles.
Scarlett estaba templando de pies a cabeza. Su cabello rojo, que antes estuviera fluyendo tranquilo tras su espalda, se mostraba ahora arremolinado, y la señora Johnson dudó por un momento si aquella era la misma mujer que le hubiera ayudado a pelear con los zombis.
De repente la chica deslizó por su mano una llave, que fue a parar a manos de Nicole, y con gestos erráticos y con la respiración aún más alterada, la muchacha alzó su brazo derecho en dirección a una sección de la pared negra, diciéndole:
- ¡Por allí! ¡Por allí! Allí, una puerta. ¡Abrála y corra! ¡Agarre todo lo que pueda y salga corriendo de aquí! Yo salvaré a los demás.
Sonrió era inútil, estaba corrompido y no entendería nada de lo que decía. No tenía ni idea de lo que decía.
-Blah, Blah, Blah-
Se limitó a responder
Con el arma en una mano y la linterna en la otra, Susan se acercó hacia esa misteriosa puerta que sabía que no debía estar allí. Sin dudas ése era el fin de la tranquilidad y el comienzo de los problemas. ¿Estarían tras esa puertas los cuerpos de sus padres, lanzándose sobre ella? ¿Debería dispararles?
Era una situación límite pero ella se sentía preparada. Había conseguido vencer con esfuerzo su temor a las armas y estaba dispuesta a usar la que tenía en la mano. Al fin y al cabo algo estaba claro. Sus padres estaban muertos y lo que fuera que estuviese tras esa puerta no sería real y mucho menos amigable.
Abrió la puerta pero sin atravesar el umbral. Primero quería iluminar la estancia desde afuera con su linterna para evitar posibles sorpresas.
no hay problema. De hecho prefiero los posts cortos y más seguidos que posts largos pero espaciados.
Mi rostro se deforma ante la visión de los cuerpos sin vida de mis pequeños.De mis ojos brotan lágrimas de dolor incontenibles .El impacto del suceso es tan fuerte que mi cuerpo cae desfallido,de rodillas ante las camillas que alojan los delicados y penosos restos de mis hijos…
-Dios mio… noooooo!!! – un grito indescriptible,desesperado y aterrado ahoga mi garganta y entrecorta un profundo y doloroso llanto irrefrenable…Ahora miro alrededor buscando consuelo… Patricia que ha pasado que .. quien …
Mi cabeza barre el lugar de un lado a otro,desesperado y atormentado me avalanzo sobre la fria piel de los pequeños,abrazándolos con fuerza y incredulidad… - nooooo … ooooohh .. mis pequeños… nooooo!!! Maldita sea!!-
Ahora la bestia que habita mi interior aflora empujada por la rabia,la frustación y el agudo dolor.Me incoporo violento y todos los objetos que me rodean pagan las consecuencias de mi reacción.Golpes,patadas,los lanzo contra las paredes con ira irrefrenable,mientras mi cara refleja el más devastador de los sentimientos que un ser humano puede sentir en este mundo… … nadie deberia ver morir a sus hijos…
- Porque!!! Porque ellos… no es justo… maldita sea ¡!!porqueeee eeh eee… - Vuelvo a incar las rodillas en el suelo,abatido,inconsolable… vencido.
Gracias por el cumplido.Ian está en un momento muy dramático,se lo merece.
Atontada y aterrorizada no entiendo lo que esta pasando, las lagrimas salen por mis ojos, y veo a la peliroja realmente aterrorizada. ¿es realmente ella?, miro la puesta y me toco el estomago, lugar donde trataba apuñalarme, me levanto de manera muy torpe, casi como si fuera un zombie abro la puerta y siento el aire de un nuevo ambiente, el corazón me latia a mi, y una canción infantil se escucha en mis oidos.
Al salir no me fijo si hay algún peligro, temblorosa y totalmente psicotica me recuesto en una esquina como sí simplemente esperara la muerte.
Mi vida no tiene sentido,
¿a quien engaño?
Ni siquiera se porque mi esposo esta a mi lado
Harry era mi vida y lo perdi,
lo perdi para siempre, de mi vientre ni habra otro hijo
y todo lo perdi por culpa de ese hijo de perra....
¿a quien engaño?
Ni siquiera se porque estoy viviendo esto,
Ni siquiera se si quiero continuar.
Lloro de manera profunda, mis lagrimas me hunden en mi desgracias mientras me desmorono.
Luego recuerdo la foto del niño que estoy buscando, a los demás no les interesa ese pequeño, a los demás no les interesa que esa mujer este sufriendo...
Miro como cegada lo que hay en frente de mi, perdida en los peligros, este carnaval se a llevado algo dentro de mi.
Me levanto luego de un tiempo, no se si ha pasado cinco minutos o cinco horas, solo ahora me fijo que tengo al frente.
¿qué veo?
La risa se volvió a escuchar en el lugar y sonó por varios segundos hasta que gradualmente fue despareciendo hasta convertirse en la nada, y volver aquel lugar al más puro silencio.
Parecía que Leonard por fin podría salir de allí. ¿Ya qué más quedaba por enfrentar? ¡El policía estaba seguro de haber derrotado al circense en su propio juego! Palabras burdas expresadas por un ser más burdo aún, que sólo quería justicar sus actos. Archer dejo dibujar sobre su rostro una sonrisa complaciente. ¡Qué patético!
Entonces el policía que ya se creía fuera de toda jugarreta del destino, empezó a sentir de nuevo aquella sensación de su cabeza de partía. Cerró los ojos con fuerza y se llevó las manos hacia la parte superior de su cuerpo, sujetándolas ahí como para evitar que en cualquier momento su cerebro se licuace; pero tras unos minutos la sensación se fue mitigando hasta que se devaneció por completo. Abriendo los párpados, Archer se encontró a sí mismo de nuevo en aquella cárcel de espejos.
Ya había escapado de la ilusión, pero ¿cómo haría para liberarse de allí?
Susan abrió un poco la puerta, pasando la linterna que cargaba con ella por el resquicio que había dejado ésta e iluminando lo que se escondía detrás de la división. La habitación, por lo que podía vez por el haz de luz, estaba totalmente a oscuras, y salía de allí un hedor a sangre aún más potente, que hizo a la mujer fruncir la nariz antes de aventurarse más.
La linterna fue pasado por la pared a su izquierda y lo que podía ver de la frontal, y el suelo, pero sin revelar nada más que oscuridad. Si allí había algo, tendría que aventurarse en aquel lugar desconocido y observarlo por ella misma.
Mientras Ian lloraba en el suelo con el corazón partido en dos no podía haber observado como de repente los ojos de sus pequeños se abrían, claucos a la luz de la morgue. Ian Jr. y Giselle se sentaron sobre sus camillas; pero no eran los únicos muertos allí que parecían recobrarse de las manos frías del hada de la muerte. No fue hasta que sintió como varios paredes de pies caían al suelo de manera estrepitosa que Brown se dio cuenta de que algo no andaba bien.
Volteándose sobre su hombro y aún con los ojos lagrimosos, el hombre observó pasmado a los varios cuerpos que se habían levantado, todos ellos pálidos, de ojos vidriosos, con los pechos cocidos algunos, preparados para una etapa en la que no debían estar. Entre aquel grupo de muertos vivientes estaban sus dos pequeños, que se habían estado acercando hasta él con pasos lentos.
¿Qué demonio estaba pasando?...