Partida Rol por web

Cuando Sicarius entró resoplando en la estancia y dió la mala nueva un nuevo escalofrío recorrió el cuerpo del desesperanzado inquisidor, que durante un breve instante se volvió a plantear si ya valía la pena salir a combatir aquel horror, si seguir luchando solo significaria dilatar una dolorosa espera para el tormento que ya había llamado a la puerta de los ravengritas.

A pesar de la leve vacilación sus manos no fallaron en tomar rápidamente el mango de su alabarda, que había dejado apoyada en la pared, y correr hacia la posición de Sicarius, momento en el que a escaso espacio del guerrero confrontó con este una fugaz mirada.

¿Será este impulsivo guerrero realmente de fiar? En cualquier caso su determinación es innegable.

Acto seguido se giró al resto de los vengadores: -¡Aprisa!-. La posibilidad de tener una nueva oportunidad encontrar al culpable de todo aquello y vengar a su padre y a Lorrimor era lo único que le impulsaba a mantenerse combativo.

Erzsen no lo pensó dos veces. Sus pies volaron hacia la escalera que llevaba a las habitaciones que les habían facilitado. Saltando los escalones de tres en tres, el joven entró en su cuarto como un torbellino y se abalanzó sobre su equipo desparramado por el suelo de la alcoba. Cojió su petate y se lo echó al hombro, con un pié enlazó la canana con sus multiples dagas y la lanzó al aire para metersela por el otro hombro en su caida, mientras se agachaba al mismo tiempo y agarraba su coracilla de cuero. Con el mismo movimiento, canana y justillo acabaron donde él queria, y sin siquiera echar un vistazo por si se dejaba algo volvió como un vendabal escaleras abajo. Al llegar a la sala donde estaban todos echó el cinto y el petate al suelo y empezó a enfundarse su ligera armadura. Desde que Sic acabase de explicar la tragedia hasta que Erzsen empezase a ponerse la coraza habían pasado quince segundos.

Ishaya estaba a punto de darle una réplica a Jarik sobre todo lo que se estaba comentando. No estaba buscando que le diera la razón así como así. Esperaba el frío y desapasionado análisis del pistolero de siempre, pero no lo encontró. No entendía ahora su aparente marcha atrás. Si tan seguro estaba de su versión de los hechos...¿No debería haberse mostrado más firme en sus afirmaciones?

Desde luego toda aquella situación les estaba afectando demasiado, hasta el punto de enfrentarlos tan enconadamente que en cualquier momento podía saltar la chispa, la última gota que colmase el vaso de la paciencia de ambos guerreros. Sólo esperaba que recordasen la advertencia que les lanzó unos días antes, que recordasen su compromiso para con sus hermanos... Ishaya las recordaba perfectamente, y a pesar de que habían formado parte de un chantaje emocional estaba dispuesto a cumplir sus amenazas si la situación se desbordaba...

La intervención de Kendra parecío poner a Jarik en su sitio, le hizo reflexionar... Seguramente conseguiría la misma reación en Sic en cuanto le hablara... El hombre era un ser básico, y no podía luchar contra el poder de la belleza femenina... Quizá el clérigo pharasmita había dado con la clave de aquel enfrentamiento fraticida... Sólo esperaba que la hija de Lorrimor supiera ponerle freno a la insensatez.

Iba a empezar a hablarle a todos sobre cómo centrarse en el asunto que les ocupaba, a debatir los próximos movimientos del grupo cuando Sic entró como un vendaval en la estancia... Ishaya se puso tenso pues creyó que el curtido guerrero había decidido empezar la confrontación final con Jarik. Pero no era el caso, lanzó un pequeño suspiro y levantándose de la mesa cogió el petate que estaba apoyado en la silla y con un ímpetu nacido de la urgencia exclamó:

Por Pharasma, no nos demoremos

Erszen y Desther ya se habían puesto en marcha. No dudaba de que Lyria y Jarik lo hicieran en breve. En la acción no había lugar para los enfrentamientos... estaban unidos en contra del mal que asolaba aquellas tierras y no descansarían hasta ver Ravengro libre de la amenaza del mal.

Todo acabo. Ya tendría tiempo de analizar todo lo que pasaba por su cabeza. De momento, lo importante era lo que pasaba con la senda.

Subíó y se colocó su armadura lo más rápido posible. se colocó sus armas y salió como una exalación. No era tan rápido de como Erzsen, pro se aproximaba bastante.

Recobrando  la normalidad. se dirigió a la puerta y miró a ssu hermanos.

Cuando querais. Vamos...

Salieron del Demonio Sonriente. El olor a madera quemada aún impregnaba el aire de la localidad, siendo testigo de todo lo que allí aconteció. Aunque sería casi imposible borrar el recuerdo del profesor Lorrimor mancillado, sólo había una posible escapatoria... Seguir hacia adelante.

Muchos eran los que detenían sus quehaceres para saludar a aquellos que hasta hace unos días eran temidos o repudiados. Los Vengadores, salvadores de Ravengro, justicieros del caos... Sonaba bien.

Sicarius guiaba con apremio al grupo. Su paso era intenso, constante, exigente. La dirección estaba clara... El Memorial Hawkran. La aparición de una nueva letra en la estatua conmemorativa, hizo saltar todas las alarmas del grupo... ¿Sería la Senda Susurrante la que volvía al ataque?¿O quizás fuera es orate de Gibs?

Lo que estaba claro, es que esas letras tenían un significado que ninguno llegaba a alcanzar. Un mensaje encriptado que cada día crecía y que a buen seguro, encerraba un oscuro desenlace...

Finalmente, los Vengadores llegaron al memorial. Allí arrodillado delante de la estatua del antiguo alcaide de Harrowstone, se hallaba Benjan Caeller. Portaba su brazo izquierdo en cabestrillo, y usaba una muleta para caminar, pues su pierna derecha estaba demasiado maltrecha por los bocados de los infames zombis.

- No habéis tardado... Esto, parece que va a más...- Aseguró el alguacil al oír como se aproximaba el grupo.

Durante el camino hacia el monumento de Hawkran Ishaya pudo percibir el cambio en la actitud de los habitantes de Ravengro. Lo que antes era desconfianza y rechazo se había tornado casi devoción. Sus actos en aquella noche les había grangeado el favor de aquellas gentes supersticiones.

Pero el trabajo distaba mucho de estar acabado, de hecho el enano estaba convencido que no había hecho más que empezar... El final era incierto pero no cejarían en la labor. Al llegar al lugar ya estaba el alguacil allí. Aún mostraba los signos de la lucha, de hecho, debería guardar reposo para recuperarse completamente... Ishaya se acercó y le hizo un gesto con la cabeza....

Benjan, debería continuar con su recuperación... Qué tenemos aquí?

Y se encaró con el monumento para observar con detenimiento la funesta inscripción ....

Lyria había acompañado directamente a sus hermanos. No había cogido nada, pero tampoco lo necesitaba. Todo lo que requería eran sus renovadas energías interiores y su nuevo objetivo: erradicar el mal que representaba la Senda Susurrante.

No emitió ningún sonido, más que los leves pasos apresurados que hacía siguiendo sus hermanos. Su mirada estaba fija en un punto más allá de su línea de visión. Era fría y calculadora. Representaba la rabia y deseo de venganza en pos del objetivo que hubiese profanado el cuerpo de su difunto padre adoptivo.

Llegaron al monumento en el que habían estado ya hace un día y medio, y se percató del estado del alguacil. Acto seguido miró al resto de sus hermanos y también se dió cuenta de los moratones y heridas que todavía presentaban. Con lo que dirigió una mirada complice a su hermano Ishaya para hacerle ver la situación.

Sin mediar palabra, se adelantó hasta la altura de Benjan y se dispuso a mirar la nueva letra que había surgido en el monumento ....

Benjan se puso pesadamente de pie. En su cara se dibujó una sonrisa desafiante. El hosco alguacil sabía que de no ser de la intervención de los Vengadores, ahora mismo estaría descansando en el vientre corrupto de algún zombi.

- No podía descansar. Estaba harto de estar en la cama. Necesitaba erguirme y salir a que me diera el aire- La respuesta de Caeller dejaba constancia de que era un hombre de acción, y que la estancia en cama era algo que lo mortificaba. Miró a Ishaya y le indicó con su mano la nueva letra dibujada. Al igual que las otras, estaba hecha con sangre, con trazos nerviosos y crispados.

VESO...

Lyria analizó la nueva letra, la O. Era curioso: había nueva sangre en el monumento y había aparecido una única letra más, ...., sólo una. Se giró hacia Benjan y le preguntó:

- Sabemos algo de que haya desaparecido alguien más del pueblo? - Su voz sonó con una carga sombría en ella, ante la posible respuesta.

El joven inquisidor se acercó a Ishaya y a Lyria a examinar la nueva inscripción ensangrentada en busca de averiguar alguna nueva pista que aclarara algo sobre el significado y naturaleza de aquella combinación de letras.

Erzsen se inclinó ligeramente para ver aquellas sangrientas letras. Ignoraba por completo a que se referían, si se referían a algo, y el porqué de que cada dia apareciese una. V E S O... que demonios significaba todo aquello? Iniciales de personas? Quizás... El incompleto nombre de alguna criatura o entidad maligna? Pudiere ser... esperaba con impaciencia que alguno de sus hermanos más versados descubriesen algo, puesto que él se encontraba irremediablemente perdido en aquel macabro rompecabezas. Sin pensar, el nombre de Gibs le vino a la mente. Hacía pocos dias, Erodel habría ido a por él y le habria sacado información a puñaladas. Ahora pensaba que quizás la amabilidad o la mayéutica conseguirían mejores resultados...   V E S O... por los senos de Pharasma, que quería decir aquello?

VESO... Qué diantres quería decir aquello....

Ishaya se devanaba los sesos buscando alguna explicación a aquella tétrica inscripción... Iniciales? Parte de un nombre que se irá descubriendo? La sangre pertenece a inocentes o a los locos seguidores de la Senda Susurrante?

Aquel desconocimiento le reconcomía por dentro, máxime si la vida de algún inocente estaba en juego...

Alguna idea, chicos? Decid lo que penséis, aunque parezca absurdo.... Cualquier cosa puede ayudar

El alguacil estaba tan vapuleado como ellos mismos. Bueno, tal vez algo más...
Pero por encima de todo se respiraba en el ambiente una tensión extraña. De no saber bien a que atenerse. Otra letra . Otra victima? esta era la cuestión. Habían sobrevivido toda la noche a una sucesión de eventos terribles para que... Para quedarse atascados en este rompecabezas?
Tranquilidad. Todo a su tiempo. Por no estar tranquilo, casi se había peleado con Sicarius. Esa no era su forma de hacer las cosas. La atención era lo más importante. Y Jarik pensaba que en algo se habían perdido.
Necesitaba repasar todo lo que recordase. Parecía que primero aparecieron tres letra. VES. Y ahora una cuarta y solitaria O... VES O. Todo con sangre.
Jarik se acerco y miró por la zona.
Benjan, hay huellas que podamos seguir? Algun indicio que te haga sospechar algo? Podría significar que tenemos que ir a algun sitio... tan solo eso...

Mientras, Jarik sigue mirando por la zona... y se para un momento y mira a ...

Mientras Jarik  miraba las letras y pensaba en si había algo que pasaban por alto, paso cercas de Sicarius... Sicarius. Ya no pensaba en él como su hermano. Que había pasado entre ellos que ni siquiera el propio pistolero no entendía.... Sospechaba que todo tenía que ver con Kendra. Las miradas que este le tendía a la bella joven no tendría que atenazarle el corazón. Solo era la hija de su benefactor, amiga y ... y que? Que le estaba pasando?

Al igual que Sicarius opinaba que verle combatir debía de ser un magnifico espectáculo, ver la cara de sus hermanos en pleno combate intelectual también lo era para él. Sus bocas se retorcían con muecas, sus ojos agudizaban, rascaban sus cabezas y nada. El guerrero tenía bien asumido su rol de saco de músculos no pensante y aunque no era estúpido prefería gastar sus energías en otros menesteres más belicosos. 

Estaba preocupado por si la sangre era de una nueva víctima y si ésta era de otro niño. No le gustaría que Ángela pudiese ser una nueva letra.

No era su trabajo pensar, pero la sospecha de una nueva presa infantil le mordía el alma con dureza y necesitó opinar:

Creo que Lyria puede tener razón, deberíais investigar los nombre de los antepasados del muchacho que rescatamos y si alguno era guardia de la puñetera prisión. Digo yo, para empezar, bueno vosotros veréis que sois los listillos.

Sicarius lo dejó caer por si colaba, tal vez fuese buena idea y todo, pronto lo sabría, aunque se esperaba más una rotunda negativa del grupo en general, después de todo sus palabras solían ser malinterpretadas o hacian sacar de quicio a la mayoría. Miró al grupo y se encogió de hombros como diciendo "eh, que esperabais, soy tonto, pero por intentarlo no pasa nada, no?".

El alguacil miró a Ishaya. Y tras encenderse un cigarro de tabaco liado, miró el suelo.

- Demasiadas huellas... - Dio una bocanada como hastiado, y entonces fue cuando cayó en la cuenta. Con mucho trabajo y esfuerzo, se acercó hasta uno de los laterales de la estatua. Había una minúscula mancha de sangre. Un discreto salpicón, pero por la gracia de Pharasma, en ese momento, ese mínimo detalle se convirtió en algo mayúsculo y evidente.

Cojeó como pudo hasta llegar junto a unas pisadas de adulto. No estaban excesivamente secas, con lo que podían pertenecer al artífice de todo aquello. Unas pisadas más adelante, unas gotas de sangre. Como si el continente en el que transportara la macabra tinta, se le hubiera vertido en un descuido...

Benjan levantó la cabeza. Las huellas se perdían al adentrarse en una zona tupida de matorrales, pero el rastro de hierbas pisadas y aplastadas indicaban que había sido transitado... Por unos instantes quedó en silencio, sopesando todo de forma calmada. Todo ese tiempo había estado ahí...

Ese improvisado atajo conducía a la chabola de Gibs Hephenus...

- Bereth se encuentra mejor. Alguien le golpeó en la cabeza mientras estaba aquí tocando su flauta...- añadió el alguacil mientras volvía a darle una calada al cigarrillo. - Creo que este atajo conduce a la chabola de Gibs... ¿Tal vez deberíais hacerle una visita?- Y tras decir estas palabras retomó el camino hacia la plaza del pueblo, mientras caminaba apoyándose sobre la muleta.

Qué curioso, no? Justo a la persona que habían querido ver todo este tiempo... Ahora era el momento. Con los ánimos tal y como estaban, a la primera de cambio se llevaba un espadazo en la cabeza...

Con todo, estaba claro que todo apuntaba a él. Aún así. Tenían que hablar para como mínimo sacarle toda la información posible.

Tendríamos que tomarnos con calma el ir a por Gibbs. Creo que sería interesante que nos dijese quien más está detrás de esto. Si es necesario ir a la prisión, también nos podría informar sobre que nos podríamos encontrar... eso sí es el culpable de verdad, cosa que parece, claro.

Giiiibs

Con un ligero y casi imperceptible gruñido Sicarius pronunció ese maldito nombre. Su cuello giró y se estiró ligeramente en dirección del rastro a seguir como un perro de caza que señala el camino hacia la presa a su amo. Su puño se aferró con fuerza a la empuñadura de su espada mientras su dedo pulgar acariciaba el pomo de ésta.

Gibs, ya era hora! pero... Sicarius estaba seguro de que debía ajustar cuentas con él, sin duda era culpable de perjurio y agitación de la turba y bien merecía un castigo administrativo, pero tampoco debían precipitarse a lincharlo por lo demás, solo habían sospechas infundadas y poco solidas, huellas y algún rastro... bueno tal vez un ratito a solas con cualquiera de los Vengadores y el viejo cantaría sus pecados.

Vayamos a buscarlo

Sugirió el guerrero.

Gibs. El loco Gibs. Desde que llegaran a Ravengro, aquel asunto les llevaba persiguiendo dia tras dia, noche tras noche. Chivo expiatorio tan solo? Instigador sin más importancia? Agente real de un mal demasiado real? Era imposible saberlo, y tan solo conjeturas vagas y suposiciones basadas en un sentimiento común de rabia y frustración indicaban al, por otra parte, desgraciado aldeano como integrante de la macabra secta. La hora había llegado. Quizás la "visita" a su chabola aclarase muchos interrogantes, o quizás simplemente sacasen de Gibs una sensación de desquite, pues a buen seguro, el desequilibrado acabaría mal aquella mañana. Muerto, o con suerte para el, preso.

- Todos le tenemos ganas al tal Gibs, hermanos, no me cabe duda... pero me parece que la prudencia nos traerá mas recompensas que la ira desenfrenada - dijo Erzsen mientras repasaba los rostros cansados pero resolutos de su familia - Os parece que antes de entrar en tromba me acerque de modo más encubierto a echar un ojo? Puede que el viejo no esté solo, o esté esperando nuestra visita para hacer más daño del que ya ha hecho... . Antes de esperar respuesta, el petate del conde se apoyó contra la base de la estatua y el cuerpo menudo pero implacable de Erzsen adoptó una postura felina, dispuesto a fundirse con el entorno en cuanto sus hermanos (Ishaya) diesen la orden.