Partida Rol por web

Una luz atraviesa tus ojos en la mitad de la noche y aunque es molesta en un principio, luego se hace cálida y tranquilizadora.

Llegas a un lugar donde un ángel de hermosas alas ardientes tiene su dominio y en el cual, él gobierna como creador de éste. Él es su arquitecto y creador pero todo es niebla al llegar con la única certeza de su presencia. Allí es donde su belleza se desplega en todo su esplendor y hace estremecer el corazón de quienes le observan por esa forma tan perfecta y reluciente que ha adquirido. Un lugar para él y sus adeptos de la oscuridad.

Al aparecer en ese nuevo lugar mis ojos tardaron unos segundos en acostumbrarse a la luz. Acostumbrada como estaba ya a los sitios cerrados este en cambio era diferente. Al darme cuenta de cómo había llegado aquí una expresión de calma tomó forma en mi rostro y me acerqué a Alec para darle un largo abrazo.

- Esto es genial. - Le dije. - Todo esto. Tu poder... - Continué, sin saber describir cómo me sentía. - Eres increíble. - Luego me dirigí a April y, sentándome en el suelo, hice un gesto para que se sentase cerca de mí.

- Ven. - Le pedí. - Tenemos que hablar.

Alec recibió el abrazo de Esther con gusto, mientras estiraba sus alas en aquel nuevo lugar que había creado. Era perfecto. Gracias, Esther. Dijo al final, encantado con su obra. Miró a April y sonrió mientras le tendió una mano. Ven April, hay muchas cosas de las que tenemos que hablar. No estarás sola nunca más.

Me siento desconcertada al encontrarme en este sitio ¿Era real? ¿Había muerto y estaba en el cielo? La figura de Alec me vuelve a asombrar como ayer cuando me resucito, noto como mis emociones se entrecruzan. Me quedo tan absorta ante el ángel que volvía a ver que ni siquiera me percato de la presencia de Esther hasta que ella me habla pero sigo atónita sin poder racionar mientras mi mente intenta entender todo esto en vano.

Escucho las palabras de Alec repitiendo la llamada de Esther ¿Tenemos que hablar? ¿A que se refieren? Mi corazón sabía lo que debía hacer pero mi mente le asaltaba con preguntas a cada segundo. Era el sitio ideal para encontrar la calma pero el lugar que había venido me había hecho mella, aun así notaba que el el momento para compartir esto.

- Alec... albergo inmensas de ganas de contarte como me sentí ante tu revelación pero no encuentro palabras para poder expresarlo. No me atreví a decirlo allí, este sentimiento es nuevo para mi.... nunca antes había sentido nada igual.

Sonreí ante las palabras de April. Sabía de sobra a lo que se refería, y no era para menos. Entonces hice un gesto a Alec, pidiéndole que se sentase también conmigo. Todo sería más fácil si lo hablábamos de manera calmada. Era difícil saber por dónde empezar, la verdad.

- A ver cómo te digo esto... - Comencé entonces, tensando un poco los músculos de la cara en una leve mueca de indecisión. - Alec y yo sabemos lo que te ha pasado. - Le dije de manera clara. - Cómo has cambiado ahora que estás de vuelta. Y puedes estar tranquila: no vamos a votarte. Los tres estamos juntos en esto, y es una suerte que podamos compartir este lugar para hablar de ello con libertad.

- Lo que sí es verdad es que necesito saber por qué esta noche no has matado a nadie. Y te pido que no me mientas: no voy a juzgarte, ni mucho menos. Podrías haber ido a por Alicia si hubieras querido acabar con las muertes, pero no lo has hecho. - Expliqué, frunciendo un poco el ceño. - La situación está así: sabes que Alec y yo confiamos en ti, y no vamos a delatarte ni nada parecido. En este lugar no nos espía nadie... Pero necesitamos entenderte y ponernos de acuerdo para poder salir los tres de aquí. - Expliqué con voz suave, dejando algunos segundos para que pudiera asimilar mis palabras. - Tampoco se me escapó cómo advertiste a Alicia que Alec estaría protegido. - Dije, sin ningún rastro de rencor o reproche. - Así que supongo que intentabas darle alguna pista para colaborar con ella. Así que o bien las dos fuisteis a por Amanda, o no entiendo qué ha pasado. - Aclaré encogiéndome de hombros. - Por favor, explícate.

Sabía que no podía ser coincidencia estar aquí, Alicia y ese hombre ya se habían preocupado de divulgar que había otro lobo. Ayer ya comprendí que era inútil luchar pero al menos había guardado la esperanza de poderme haber escondido un poco más ¿Para qué ocultarlo a estas alturas? Yo ya estaba condenada... así que comencé con mi relato

- Cuando me resucitó Alec fui a la habitación doble que compartía con Hikari, en ella me invadió un sentimiento de tristeza al comprender que ella ya no estaba conmigo, que estaba sola. En ese momento mis lagrimas se tiñeron de negro, aquel pesar se convirtió en odio y me transformo en esto. -El tono triste había cambiado por uno más furioso. Tras decir estas palabras abro mis brazos y me miro, como queriendo ver dentro de mi para mostrar aquello que era ahora.- Este lugar uso mi odio para convertirme en esto, un hombre lobo albino. Entonces comprendí que en el momento decisivo nadie había creído en mi después de todo lo que hice. Criticaron la lista, me condenaron en las votaciones, tuve que soportar las duras palabras de Keelin en la casa de madera... pero una cosa no podía perdonar: por la culpa de los demás no estuve al lado de Hikari cuando murió.

Siento en ese momento todo ello. No sabía si contarlo me iba a hacer sentir mejor, yo no había pedido esto. Condenada a pagar por los errores de los demás, no era justo, nunca hubiese deseado esto. Continuó mi relato para explicar lo que había sucedido anoche.

- En ese momento se me revelo la intención de esa oscuridad que está dentro de mi: acabar con todos para salir yo sola. Anoche estaba confusa, retraída en mis lamentos saboreando el amargo sabor del fracaso. Todos mis esfuerzos serían inútiles, no quiero hacerle daño a Alec. Esto que siento me impide atacarle y él resucitaría a cualquiera que matase yo, ¿qué me quedaba por hacer?. -Recordaba la sensación de impotencia.- Rehusé de salir de atacar cuando comprendí esto, pensé en matar a Alicia. Es también culpa de los malditos lobos que yo allá acabado así, incluso puede que fuese ella la que mató a Hikari pero si me vengaba las próximas votaciones llevarían mi nombre.

Mientras April hablaba mi rostro no reveló lástima, ni tampoco resentimiento. Sólo una profunda pena.

- Lo siento, ya te lo dije. - Susurré. - Yo no quería lo que te pasó, ni tampoco lo de Hikari. Defendí vuestra inocencia. - Le recordé. - Supongo que todo habría sido más sencillo si ella realmente hubiera matado a alguien para tomar su poder, pero no lo hizo. - Dije, estirando la mano para tratar de tomar la de ella. - Prefirió mantenerse inocente, y ahora está muerta.

- Yo entiendo que los culpes. Me sentí frustrada las dos veces que morí, y más cuando en ninguna tuve oportunidad de defenderme. Supongo que como te pasó a ti. Pero no te equivoques: yo creí en ti, y aunque Alec dudase durante un momento también lo hace. Sino no te habría traído de vuelta.

- Creo que podremos encontrar una solución. - Propuse entonces. - Salgamos de aquí los tres. Tú y yo tenemos un café pendiente, y no estoy dispuesta a dejar atrás a Alec. - Argumenté con voz tranquila. - Yo ya te digo: no voy a delatarte, ni ahora ni en el futuro. Estamos juntos en esto. Te he apoyado todo el tiempo, y seguiré haciéndolo, más que nada porque entiendo de sobra cómo te sientes. Andy ni siquiera se esfuerza en mantener a la gente informada, e incluso hizo que Amanda matase a Alec, Michelle no colabora ni lo más mínimo... y eso es sólo por poner un par de ejemplos. Mientras otros hemos muerto y resucitado varias veces, dejándonos la piel porque pudiéramos sobrevivir el mayor número de personas posible. Nos han insultado, disparado, difamado... No es necesario que salgas de aquí sola. Pero sobre todo porque no estás sola. 

- Desde mi punto de vista de anoche asesinar a Andy era tirar piedras sobre mi propio tejado: tiene a la gente desinformada, desconfía de todos, ha estado cambiando constantemente de postura y lo mejor es que sigue creyendo que hace lo correcto. -No puedo disimular una sonrisa.- Mis poderes eran de risa comparados con los de algunos pero aun así no han aportado casi nada... varios han ayudado mucho a los lobos.

No tenía ganas de desahogarme relatando todos los fallos que habían tenido el resto porque la conversación era muy larga. Todo lo que había sucedido en el pasado no podía simplemente enterrarlo pero me interesaba mucho más el presente venidero.

- ¿Qué tenéis planeado hacer? Que me rinda no cambia mi condición, no dejo de ser el enemigo y estoy al acecho de una oportunidad. -Las palabras sonaban poco tranquilizadoras pero me encojo de hombros.- Siento que suene así pero es la verdad, no creo que podáis devolverme a mi estado anterior y el tiempo corre en nuestra contra. -Miro al horizonte con el ceño fruncido mientras maldigo mi destino.- Es cuestión de tiempo que alguien más me descubra y no puedo asegurar que la próxima noche no me lleve a alguien.

- No hay nada que tengamos planeado del todo. - Aclaré antes de emitir un suspiro. - Al menos, no completamente. Pero este sitio que Alec nos ha dado puede ser nuestra salvación.

- Mira, esto es lo que podemos hacer. - Propuse mientras me echaba un poco hacia adelante. - No es un plan perfecto, y aún falta rematar algunos detalles, pero puede servir para empezar.

- No creo que quieras dañar a Alec. Ni aunque quedarais sólo vosotros dos, la verdad. Él te ha traído a la vida como a mí, y todo mi ser me insta a no dañarle, así que creo que él está a salvo contigo. En cuanto a mí... Se me está ocurriendo una manera, aunque no es seguro que vaya a funcionar. Podemos intentarlo, y si no funciona ir a por otra cosa. - Expliqué, antes de colocarme el pelo detrás de las orejas.

- Esto es lo que te propongo: votemos hoy tú y yo a Michelle. Si la habilidad de Alicia funciona más de un día la muñequita probablemente caerá en estas votaciones. Si entonces tomo su poder de proteger a la gente de ser votada, podría hacer lo que ella hizo con Ian, protegerte al día siguiente y formar un vínculo entre nosotras. Así ya seríamos un equipo por completo. - Concluí satisfecha. - Contando con que esta noche mueran dos personas mañana después de las votaciones quedaríamos sólo cuatro o cinco. Con nosotros tres unidos seríamos invencibles. - Añadí al final, antes de mirarla con una pequeña sonrisa.

- ¿Qué me dices? Aunque haya cosas que retocar, ¿merece la pena intentarlo, no?

Alec no parecía tener miedo con lo que le acababa de contar April, al fin y al cabo no podía hacerle nada. Asintió, mostrando su acuerdo. No lo des todo por perdido, April. Esto no ha acabado para ti. Me niego a creer que te traje de vuelta para acabar matándote. Si queréis yo también puedo votar a Michelle. De esa forma serían 3 votos, suficientes para que fuera la segunda en las votaciones y que de esa forma cayera si el poder de Alicia no es de un solo uso.

Se sentó junto a las chicas. Saldremos de aquí y nos olvidaremos de todo lo que ha pasado. Es posible que hoy venga una chica más con nosotros. Lisseth. He decidido traerla a ella de vuelta. Tal vez no podamos hablar tan libremente mientras ella esté por aquí, pero creo que podremos pasarnos mensajes sin que ella se entere. Tenéis algún inconveniente? Preguntó.

- ¿Cómo explicamos que los tres hemos votado a Michelle? Porque seguramente haya que explicarlo cuando en las votaciones vean nuestros tres votos hacia ella, estoy segura de que se darán cuenta. Además de explicarlo alguien creo que debería ser Alec, nadie duda de su buena voluntad. -Sobre la resurrección de Lisseth no me gustaba la idea pero esta vez no iba a discutir.- Resucita según tu propio juicio ya que tú eres el ángel y yo una misera loba pero no lo hagas a la ligera si deseas salvarme, sé que vosotros no me traicionareis pero no estoy segura del resto ¿Venderme a mi para tener la posibilidad de salir ya? Creo que muchos ni se lo pensarían dos veces, tampoco les culpo.

Era curiosa la triada que nos habíamos reunido aquí, hace tres días ni me había imaginado trabajando así y mucho menos por este motivo. Aunque todavía había una cosa que me intrigaba.

- ¿Cómo me descubristeis? Comente mis poderes y varias cosas mía a bastante gente pero incluso a mi se me pasó que me podía pasar algo a la muerte de Hikari ¿Lo vistes, Esther, cuando morí en las votaciones? No sé, la otra forma era echar cuentas. Había un lobo cuando Alec nos resucito a los dos, no se han cansado de pregonar que ahora había otro tanto Alicia como ese hombre misterioso... así que debíamos ser Esther o yo ¿De qué forma los supisteis?

- Mi justificación para votar a Michelle está clara. - Anuncié entonces. - Sé que no has sido tú, porque estás aquí y sé que no puedes hacerle daño, pero alguien ha atacado a Alec. Así que esta noche tenemos dos ataques: Alec y Amanda, y ninguno ha sido cosa tuya. Por lo que hay otro asesino además de ti y de Alicia.

- De lo que Michelle puede o no hacer sólo tenemos su palabra. Ni siquiera sabemos realmente si la purificación de Noor funcionó, o si ha cambiado desde entonces. No ha dicho nunca cuál es su segundo poder, mientras que ya conocemos los de todos los demás. Al menos, los de todos los vivos. Uno de los ataques ha tenido que ser cosa suya. Y si yo he podido llegar a esta deducción, también podéis haber llegado vosotros.

- Además, hay otro motivo para votarla. Si todos votásemos a Alicia ella escogería quién muere, como hizo con Noor. Y dejarle a ella ese beneficio es condenar a Alec o a mí, por haber hecho que confesara. Tenemos que hacer que caiga otro. Y puestos a escoger, mejor ella. Nos traicionó al principio y ni siquiera después de que le perdonáramos ha cambiado de actitud.

- Sobre cómo lo descubrí... Tú misma te has dado cuenta: lo supe cuando caíste en votaciones y tu poder vino a mí. Por eso temí el momento en que Hikari murió, por si llegaba una ocasión en la que tuviéramos que acabar contigo para salir de aquí. Por suerte, hemos encontrado otra solución. Pero no te preocupes: nadie sabe nada. Sobre ti dije que mi poder no había funcionado contigo, así que puedes estar tranquila. Sólo Alec y yo lo sabemos.

- Bueno, yo ya he votado a Michelle. - Anuncié con un suspiro de alivio. - ¿Cómo lo lleváis vosotros?

- Además nos ha puesto la excusa a huevo: Si Alec perdió la protección, ella no le estaba protegiendo, es pura lógica. De hecho yo creo que miente, y que ha dicho eso esperando que alguien le hubiera protegido, y se delatara. Esa noche Keelin estaba muerta, así que Michelle y los asesinos debían estar pendientes de quién era el otro protector, porque no imaginaban que Alec lo había hecho solo.

No me sentía nada cómoda después de la última resurrección y eso se notaba. Miraba alrededor temiendo que en un momento a otro apareciese aquí alguien más, daba igual quien pues no confiaba en nadie de los que no estaban aquí.

- ¿Qué se supone que vais a hacer conmigo para ayudarme? Que yo sepa Lisseth no va a poder hacer nada por mi... no lo ha echo ni lo hará ahora. -Entendía lo que Esther estaba comentando pero no sabía en que me iba a ayudar eso y tenía demasiadas dudas.- ¿Si yo muero en esta condición me volverías a resucitar, Alec? Solo soy un problema y sería gastar un día en traerme en vez de a otro inocente ¿Qué haréis conmigo si al final soy la última loba y no hemos encontrado solución hasta el momento? 

Volvía a sentir inseguridad, anoche me sentía derrotada pero después de esto había vuelto a pensar que podía quedar un futuro para mi. Escuchaba sus palabras de apoyo pero eso no me bastaba. El futuro parecía una lotería y todo era incierto.

- Alec debería explicar lo que Esther quiere que hagamos. Si no luego la gente ser hará preguntas y prefiero evitar eso, no quiero sospechas sobre mi. Seguramente cuando hayan terminado con Alicia se volverán varios de ellos muy amigos y desconfiaran del resto. Amanda, Andy, Keelin y Lisseth se llevan muy bien, ¿quién quedará para votar incluso aunque no tengan motivos? -Me llevo las manos a la cara.- Estoy condenada.

- Tranquila, April. - La apacigüé, extendiendo mi mano hacia ella. - Si conseguimos que Michelle caiga en estas votaciones, estará hecho.

- Entiendo que la gente se haga preguntas: pero no te preocupes, te aseguro que esa parte está controlada. Si Alec, por ejemplo, también la vota, no será sospechoso que tú o yo lo hagamos. Más que nada porque nadie va a poner en duda su voto. Y de todas maneras cuando Michelle caiga ni siquiera podrá explicarse. ¿O es que esperas que lo haga a través de Andy?

- Sobre lo de Lisseth... La verdad es que no ha hecho nada por ti, ni por nadie. Lo cual supongo que nos beneficia. En cualquier caso creo que tenemos un plan, mira: Hoy cae Michelle, esta noche acabamos con Andy y mañana Alec trae de vuelta a Hikari. Sólo con eso ya podremos hacer lo que queramos con las votaciones y todo lo demás. - Expliqué, antes de tomar aire.

- Mira, April. Lo fácil sería delatarte y que si no caes en votaciones Alicia se encargue de ti. Pero creo que te mereces salir de aquí. Los tres lo merecemos. Así que al menos vamos a intentarlo. Si luego vemos que no se puede... - Dije, dejando en el aire las palabras. - Espera, espera. Podemos hacerlo, hay otra solución. Cuando Alec traiga de vuelta a Hikari ella puede intercambiar tu poder con el de otro, ¿no? Podrías librarte de esa oscuridad. Pero para eso tenemos que asegurarnos de que Michelle caiga en estas votaciones y no escoja Alicia quien muere, como hizo ayer. - Concluí con un suspiro y una sonrisa al haber encontrado la clave.

- ¿Qué me decís, chicos? ¿Lo hacemos?

April... no te traje de vuelta para acabar condenándote. Dijo el chico, muy seguro de sí mismo. Cuando llegue el momento contaré todo para que nadie sospeche, pero el momento no es ahora. Si digo ahora en alto que eres una de las que mata por la noche, aunque no hayas hecho nada, todos se cebarán en ti por miedo a la protección de Alicia en las votaciones. No. Negó con la cabeza. Me niego a que pase eso.

Con Hikari de nuestro lado tenemos una posibilidad de cambiar las cosas y a ella le importabas mucho, no te va a abandonar. Vamos a salir de aquí con vida, no te rindas. Hikari cambiará tu poder y podrás ser tú misma de nuevo, sin esa... oscuridad que dices tener. Me levanté y le di un abrazo, algo dubitativo, a April. Debía ser difícil para ella querer matarme y no poder. Sentir que todo estaba perdido para ella. No te vengas abajo. No confié en ti cuando debí hacerlo y ahora estoy intentando redimirme. Por eso te he traído y por eso conseguiré que salgas. Solo nos hace falta Hikari. Hasta entonces, no digas nada o será peligroso para ti.

Asentí con una sonrisa hacia Alec, contenta de que sus palabras apoyasen la iniciativa.

- April, tranquila, incluso si alguien sospechara lo harán de mí antes que de ti. - Afirmé. - Más que nada por cómo me la tiene jurada Keelin.

- Pero lo que está claro es que o vamos los tres a por Michelle o a por Alicia. Yo cuento contigo, pero si no vas a hacerlo avísanos para cambiar el voto y votar a la niña. Que nos conviene que esté viva el máximo tiempo posible para librarte de las votaciones, eso está claro.

Agradezco el abrazo de Alec y le mantengo un rato junto a mi. Era indescriptible sentir un gesto de afecto por alguien a quien sentías tal devoción, a pesar de todo el odio de mi interior durante un momento siento un resquicio de calma. Desde que había vuelto ayer, no, desde hacia ya varios días no había sentido nada parecido. No quería soltarme de él pero comprendo que debe ser agobiante un abrazo tan largo aunque sentía que lo necesitaba.

- No me esperaba ese voto de Keelin, ha estropeado en parte lo que teníamos pensado porque no hemos podido comprobar si sigue permanente el poder de Alicia de desviar las votaciones. Además Michelle consiguió cambiar el voto de Alicia... tampoco se podía haber contado con eso. -Miro con un atisbo de preocupación al ángel.- ¿Seguro que esta noche estarás a salvo, Alec? De mi no has de temer pero no sé que parará a Alicia.

Realmente no quería ni saberlo, simplemente confiaba en que mañana siguiésemos aquí y poder seguir con el plan. De todas formas no estaba nada nerviosa por la noche... algo en mi interior llevaba toda la tarde esperando a esto pero todavía quedaban varias horas antes de que nos fuésemos a dormir.

- ¿Qué nos puedes contar de Michelle? -Digo mirando a Esther.- Espero que todo esto haya servido para algo... De todas formas tengo muchas ganas de mañana volver a ver a Hikari y que termine esta situación para mi. También para vosotros, sé que no debe ser fácil llevar esta situación. -Suspiro mientras miro hacía arriba perdida en mis pensamientos.- Una lástima no haberlo podido resolver hoy, espero que la futura April se pueda perdonar lo que voy a hacer esta noche.

Unos segundos después de que las votaciones terminaran mi rostro formó una mueca, torciendo un poco el gesto.

- Parece que de verdad podía proteger por las noches. - Comenté con seguridad. - Lo cual es bueno, porque esta noche podré hacerlo yo.

- De todas maneras no hay nada de qué preocuparse: en cuanto Hikari esté de vuelta entre los cuatro ganaremos casi cualquier votación, al menos si no la dirigen directamente hacia nosotros. Creo que lo mejor sería que esta noche yo protegiese a Alec para que mañana pudiera traer a Hikari de vuelta, y que April atacase a Andy. Así si Michelle se explica sus palabras no llegarán a oírse.

Estaba distraída observando como se resolvían los acontecimientos en la sala principal. Realmente se habían puesto las cosas muy interesantes, estaba con la mirada pensativa perdida en mis pensamientos pero vuelvo a la realidad cuando Esther menciona a quien debería atacar.

- Esta noche me llevará a alguien ¿Pero a quién? Él único que está a salvo de mi es Alec y los que tengan protección. -Digo distraída mientras me froto la barbilla.- Alicia sería eliminar un lobo pero prefiero que la gente tenga claro el objetivo de la siguientes votaciones. Andy se acaba de hacer muy apetitoso ahora que se muestra tan colaborador. -Digo con una sonrisa.- No es mala idea, no. Esther, tú no deberías preocuparte estamos los tres juntos ¿Keelin? Es peligrosa con ese doble voto pero prefiero intentar llevarme bien con ella. Y Lisseth... ella también fue responsable de la votación en la que caí y nunca ha hecho nada por mi.

Sentía como la oscuridad me pedía con más fuerzas aun que la noche anterior matar a uno de los vivos. Pero esta vez no había ninguna pelea interna, ya lo había aceptado y hasta era reconfortante saber que después de cobrarme a mi victima me iba a sentir más aliviada. De todas formas era justa venganza, no me podía sentir mal conmigo misma por hacer esto.

- ¡Creo que me tengo que decidir entre dos opciones! -Anuncio con una sonrisa. El otro día había estado tan confusa que me había cohibido a mi misma pero Alec y Esther me habían devuelto la confianza.- Acabar con Andy o con Lisseth. Ninguno de ellos ha hecho nada por mi y los dos me votaron, ¡es hora de acabar con uno de los dos!