Partida Rol por web

Casa de Muñecas - HLCN

Habitación 304

Cargando editor
07/04/2014, 23:26
Lisseth Lefebvre

Notas de juego

Si si, lo tengo en mente :D

Cargando editor
10/04/2014, 21:46
Lisseth Lefebvre

Notas de juego

Resucita a Alec, cuando pasen las elecciones, porfa.

Cargando editor
10/04/2014, 21:56
Narrador

Usando el poder de la misma manera que lo hiciste con Kenneth, tratas de rastrear el alma de Alec en ese terrible lugar. Aquella parte de ti que se conectaba con los muertos viajaba a través de las barreras invisibles para llegar hasta allí y encuentras la energía de Alec pero su alma parecía seguir ligada a su cuerpo. Había algo extraño allí y no podías llevarlo de vuelta porque parecía no estar totalmente atrapado en la muerte.
 

Cargando editor
10/04/2014, 22:09
Lisseth Lefebvre

Notas de juego

Osea, o ya lo han resucitado, o no está muerto del todo, no?

Cargando editor
10/04/2014, 22:10
Directora

Notas de juego

Exacto :).

Cargando editor
12/04/2014, 21:11
Directora

Notas de juego

Recuerda que igual puedes revivir a alguien :)

Cargando editor
15/04/2014, 13:46
Lisseth Lefebvre

Notas de juego

Resucitame a Amanda, porfa.

Cargando editor
15/04/2014, 18:01
Directora

Notas de juego

Estoy esperando una respuesta para responder a tu post :)

Cargando editor
15/04/2014, 18:02
Lisseth Lefebvre

Notas de juego

Oki, tranqui, sin prisas. El día es largo :D

Cargando editor
16/04/2014, 01:15
Narrador

Concentras todo tu poder y recuerdas aquella visión que tuviste cuando la joven apareció en tu habitación. Cuando menos te das cuenta, eres de nuevo la diosa de la muerte. Una mitad de tu cuerpo se encuentra en estado cadavérico, mientras que tu mitad vive sigue como siempre.

Debías adentrarte en los dominios de la muerte y atravesarlos, mas para alguien como tú, no sería problema porque eran tus dominios.

Subes a la azotea y tocas una de las figuras de Anubis para conectarte por segunda vez con tu verdadero ser. Un aura negra te rodea pero sientes el poder invadiéndote y empiezas a rastrear el alma de Amanda, hasta que das con la pequeña casa de muñecas hecha de madera donde hasta hace poco se encontraba Alec igualmente. Sabías que su alma estaba allí, así que con tu mano cadavérica la tomas y la arrastras hasta ese lugar. Se materializa en la azotea como un esqueleto en primer lugar, para luego envolverse poco a poco en músculos, tejidos, articulaciones y por último, su piel. Escuchas un gemido salir de su boca cuando el proces finaliza y en primer lugar, su piel es grisácea, oscura como ese lugar y sus ojos son completamente negros.

El alma se va acoplando a su cuerpo y poco a poco, va recuperando su color, hasta que Amanda parece incorporarse en el lugar. Reconoce el entorno y te mira, sabiendo lo que has hecho por ella y reconociéndote como ama y señora de la muerte. Su ama y señora.

Cargando editor
22/04/2014, 08:40
Narrador

Te vas a dormir tranquila, aunque poco cómoda pero un extraño sentimiento te levanta en la noche. Abres los ojos un momento y ves una figura con una amplia sonrisa apuntándote con un cuchillo. No eres capaz de decir una sola palabra y aunque no sabes el motivo, te entregas a la muerte.

Algo extraño sucede porque el cuchillo no es capaz de atravesar tu piel. No entiendes el por qué pero antes de poder analizar mucho la situación, aquel asesino se marcha y te deja allí, asustada pero viva.

Cargando editor
29/04/2014, 21:20
Narrador

Te vas a dormir de cierta manera segura por tener a tus dos lacayos contigo. Te habían mantenido a salvo hasta el momento y eso te reconfortaba un poco pero te sentías inquieta por alguna razón. Había algo extraño en el ambiente, algo que no te dejaba descansar con tranquilidad, un aire diferente en esa noche que no habías visto hasta el momento.

A pesar de ese incómodo sentimiento, logras conciliar el sueño después de ser vencida por el agotamiento, pero algo interrumpe tu sueño. Al principio no logras asociarlo bien pero luego, te despiertas y te das cuenta que no puedes respirar. Tienes una almohada sobre tu rostro pero por más que luchas porque te suelte, no lo logras. Se te hace cada vez más difícil respirar y tus extremidades pesan cada vez más. Un extraño sopor te invade y pierdes la conciencia de tu propio cuerpo de a poco, hasta que reaccionas y te das cuenta dónde te encuentras. Estás en la casa de muñecas de la cual antes habías salvado a Kenneth y a Amanda pero ahora, morabas una de esas muñecas maltratadas y viejas y sólo un humano se encuentra entre ustedes: Andy. Miras alrededor y como lo sospechabas, Kenneth y Amanda han compartido tu destino.

Cargando editor
29/04/2014, 21:55
Lisseth Lefebvre

Notas de juego

Vaya, por impaciente me matan... U.u...

Cargando editor
08/05/2014, 21:45
Narrador

El sueño de la muerte era algo a lo que te habías habituado pero aún te aferrabas a la esperanza de salir. Cuando sientes la luz del pequeño Alec, sientes algo diferente en ella. Parece ser más brillante, más cálida, más hermosa... Robaba el aliento de sólo contemplarla y tu alma la siguió, a través de los muros, las paredes, todo hasta llegar a tu cuerpo. Entras una vez más en él y éste lucha por regresar a la vida, por respirar. Poco a poco, tu corazón comienza a latir, tus pulmones reciben aire y tu sangre corre nuevamente.

Cuando abres los ojos, una visión te impresiona. No sabías si estabas ya con todos o no pero sin duda, él estaba allí. Alec se veía diferente: de apariencia mayor, con una piel tersa y blanca, su cabello era brillante pero aquello que te dejaba completamente perpleja eran sus alas. Alas de ángel de color gris a causa del fuego y aún las puntas llameantes. Era la  visión más maravillosa que habías visto y su apariencia frágil y hermosa te enternece, causando en ti un sentimiento nuevo. Jamás podrías herir a una criatura tan frágil como esa, era simplemente perfecta.

Alec se te acerca con una sonrisa y te da un beso tierno en la mejilla, en parte para cerrar el contrato contigo. Sabías sus intenciones y en parte, habías accedido sin problema.

Por la admiración a su figura, pierdes la capacidad de votarlo en las votaciones, ni de hacerle ningún daño.

Alec desaparece de tu vista y te das cuenta que te encuentras aún en tu habitación. Pareces estar intacta nuevamente, sin rastro de las heridas que te habían causado la muerte.