Partida Rol por web

Castillos de arena

Tinta tus sueños

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05/03/2016, 05:29
Austin Garret-Jolley

Asiento a sus primeras palabras, aunque soy consciente de que luego haré lo que me dé la gana. No premeditadamente, claro, pero si se me ocurre un plan lo suficientemente bueno no sé si me acordaré de esperar tanto. Luego, cuando vuelve a insistir a lo de empezar a contar desde el lunes, me planteo si es que ya tiene algo pensado y necesita alargar el plazo. Sin embargo no le ha dado tiempo, ¿no? Al final acabo por ladear la cabeza antes de responder.

—Mmmm... —murmuro—. Venga, vale —acabo por asentir antes de abrir mucho los ojos, poniendo una cara que nunca ha funcionado por adorable, sino más bien por graciosa—. Pero me dejas ir a tu clase de mañana. Tengo siete tiovivos que montar. Y me portaré bien —prometo al final, por si hiciera falta después de la última vez que estuvimos con los chavales.

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05/03/2016, 05:53
Nicole Nazar

En cuanto acepta amplío mi sonrisa y vuelvo a girarme hacia el mar, inclinándome un poco de más por la barandilla. Intento ver más bichos terribles, aunque sea por debajo del barco, pero deben estar demasiado abajo.

Y cuando dice lo de la clase le dedico una mirada sorprendida y me encojo de hombros. 

—Claro. Puedes venir siempre que quieras —respondo—. Bueno, menos cuando tengamos examen. Los chicos estarán encantados, se lo pasaron genial el día que viniste.

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05/03/2016, 06:06
Austin Garret-Jolley

Recibo la respuesta de Nicole, y mi rostro muestra que eso no es lo que creía.

—¿Y las zanahorias? —pregunto entonces, aunque no me entretengo mucho en ese punto por si se arrepiente y paso a asentir de inmediato—. Pues mañana cuenta conmigo —le digo zanjando el asunto—. Llevaré galletas —afirmo antes de especificar—. Sin maría.

Después de eso dedico a Nicole una sonrisa y desvío mis ojos hacia el frente. Al ver que Anna se ha quitado el neopreno no tardo en darme cuenta de que hace verdadero frío ahora con él puesto. Me pongo en pie y, con mi mejor ejercicio de equilibrio, empiezo a quitármelo. Me quedo un momento en bañador, pero de inmediato cojo de mi mochila una toalla enorme, casi capaz de envolver a tres personas como yo y servir aún para confeccionar un albornoz. Me envuelvo en ella un instante antes de hacer un gesto a Nicole, ofreciéndole mi ayuda por si quisiera hacer lo mismo.

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05/03/2016, 13:09
Nicole Nazar

Tardo un instante en comprender por su expresión que no pensaba que le dejase volver y me río mientras sacudo la cabeza.

Lo de las zanahorias te lo dije de broma —aclaro primero—. Puedes venir cuando tengas ganas. No molestas y a ellos les motivó bastante tener visita. Si en algún momento veo que es contraproducente o que les distrae más que les ayuda, te avisaré, ¿vale?

Entonces hago una pequeña pausa y lo miro, enarcando las cejas con aire divertido.

—Aunque... Ten en cuenta también que como sigan viéndote conmigo van a empezar a volar los rumores. Y Mary Anne terminará por hacerme vudú por las noches.

Y mientras él se va hacia su mochila, yo me quedo en la barandilla un poco más, aguzando la vista y pensando en si debería sacar el móvil para poder hacer una foto si veo alguno. 

Cuando me quiero dar cuenta, ya soy la única que todavía lleva el neopreno y me doy cuenta de que me estoy empezando a quedar helada. Así que cuando llega el gesto de Austin, asiento con la cabeza y empiezo a buscar el cierre de la parte de arriba con la mano buena. Al menos quitarlo será más sencillo que ponerlo.

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05/03/2016, 16:09
Austin Garret-Jolley

Recibo con alegría la respuesta de Nicole, un poco sorprendido por no ser una especie de premio para sus alumnos y tener libertad total. Y debo prometerme a mí mismo que, para no agobiar, iré sólo de vez en cuando. Los viernes antes de ir al laboratorio de danza, por ejemplo.

—Claro —respondo claramente ilusionado a lo de que me avisará si molesto, decidido a que eso no llegue a pasar. Además seguro que las galletas ayudan.

Luego, al ver cómo cambia la expresión de su cara por un momento me planteo que vaya a decir algo malo. Sin embargo al escuchar que dice lo de los rumores río con ganas.

—Uy, pues deberías tener cuidado —le digo como si fuera una advertencia real—. El vudú es terrible, y el de Mary Anne más. Conociéndola seguro que alimenta a tu muñeco con bollería industrial sólo para que te pongas como un tonel —afirmo bromeando. Es evidente que lo de los rumores me importa más bien poco, y lo del peso de cualquiera también.

Mientras tanto voy ayudando a Nicole a quitarse el neopreno. Con total naturalidad, como si fuera mi propio cuerpo y ella no fuera una tullida, desabrocho cremalleras, saco velcros y tiro de prendas. Para quitarle los escarpines me arrodillo delante de ella, con las dos rodilas sobre la cubierta, y una expresión suave aparece en mi rostro. La miro por un instante, casi en otro mundo, y dibujo una sonrisa que dura hasta que termino.

Una vez está sólo con el bañador no dudo en envolverla con mi toalla para que no pase frío y me siento a su lado, en bañador y con mi mochila abierta delante de las piernas.

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05/03/2016, 16:33
Nicole Nazar

No puedo evitar reír al imaginar a la muchacha atiborrando a un muñeco vudú con cara de maligna. Y la verdad es que con ayuda no tardamos demasiado en conseguir quitarme el traje dejando al aire mi muñeca envuelta en la funda que cosió Austin. 

Mi piel se eriza al contacto con la brisa y le dedico una sonrisa agradecida cuando me envuelve, pero no tardo en arrodillarme para sacar mi propia toalla —o la de Ted, para ser más exactos— y mi ropa. Le devuelvo entonces la suya, poniéndosela directamente sobre los hombros para que no se congele.

Entonces es cuando empiezo a desarrollar un espectáculo digno de Benny Hill. Primero me pongo la camiseta, ancha y gris y desde debajo de ella doy tirones con una mano a las cintas del bañador hasta desatar ambos nudos, el del cuello y el de la espalda. Después de eso me envuelvo la toalla en la cintura, termino de quitarme el traje de baño y haciendo equilibrios con la toalla me pongo la ropa interior. Y por fin puedo desembarazarme de la toalla y terminar de vestirme. 

Tras varios minutos me dejo caer a su lado y suspiro más agotada después de lograr ponerme la ropa de lo que he estado con las inmersiones. Me suelto el moño con una mano y sacudo la cabeza, quedándome el elástico en la muñeca y dejando que el viento vaya secándome el pelo. 

—Lo he logrado —anuncio, echando un vistazo al interior de su mochila—. Ey, tú no me has enseñado lo que traes —añado entonces, protestando con un fingido tono de queja.

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05/03/2016, 16:52
Austin Garret-Jolley

En cuanto Nicole empieza a cambiarse de esa forma tan rara me siento a observar. Si necesitase mi ayuda se la daría sin siquiera preguntar, pero la verdad es que parece apañarse de una forma extraña y curiosa. La miro con los ojos brillantes, entre sorprendido por las vueltas que da y asombrado por su maña.

Mientras tanto en algún momento yo echo un vistazo hacia Anna y Ahab, que parecen estar charlando tranquilamente, y aunque alguno pueda desviar la vista hacia nosotros yo no lo dudo. Me quito el bañador, quedando desnudo, busco mis calzoncillos y empiezo a vestirme.

Una vez termina la miro asintiendo.

—Sí, lo has hecho —le digo casi felicitándola. Luego, cuando dice eso arrastro mi mochila en su dirección con el pie—. No es gran cosa —enuncio— tiene mucho que envidiar a la tuya.

En cuanto ella comience a mirar en mi mochila podrá ver las pocas cosas que he traído. Libreta, lápiz y boli, como no podría ser de otra forma, una muda de ropa de repuesto que en realidad era para ella, por si acaso, la toalla y mi teléfono apagado, además de un libro de Asimov. Al fondo también hay una bolsa con cuatro tuppers que la verdad es que con la emoción había olvidado por completo. En uno de ellos hay revuelto de setas y gambas, en otro arroz con pollo y otras cosas y en cada uno de los otros dos pedazos de tarta de manzana. También hay una botella de agua y otro de zumo de naranja.

—Ostras —digo al darme cuenta de cómo se me había ido la castaña—. Con la emoción y todo eso no te he dicho que teníamos comida, ¿cómo andas de hambre? —pregunto ladeando un poco la cabeza, con una sonrisa. Entonces cojo una de las fiambreras con tarta y me levanto.

—Dame un momento —le digo, presto a llevarle su postre a nuestros guías. Sin embargo sólo he dado un par de pasos cuando vuelvo y le digo casi en un susurro—. ¿Sabes que no dejan traer nada con maría ni alcohol? Lo ponen en el folleto y todo —le informo antes de marcharme, mientras caigo en que quizá tendría que haberlo hecho antes. Quién sabía si Nicole iba a traerse un buen surtido de porros, por ejemplo.

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05/03/2016, 17:17
Nicole Nazar

Al ver los tuppers mis tripas reaccionan haciéndome consciente de que quizá se nos ha pasado la hora de la comida hace rato. Aunque con las emociones no me había dado cuenta hasta ahora mismo. Me llevo una mano a la tripa y lo miro, soltando una risita.

—Digamos que tengo un poco, sí. 

Y me río de nuevo con su aclaración sobre la maría, aunque tiene lógica, tratándose de una actividad de riesgo. Mientras se aleja, yo busco mi móvil y compruebo que no tengo cobertura para llamar a Ted, así que aparto esa idea hasta el momento en que volvamos a la civilización pero antes de guardar el aparato aprovecho para hacer algunas fotos. 

El resto del viaje lo dedicamos a comer y comentar la experiencia entre risas. Estamos un rato solos y otro rato con el viejo y la chica y para cuando llegamos de vuelta a tierra me siento cansada pero feliz, con la adrenalina apaciguada en el fondo de mis venas. 

Despido a los dos con la mano buena cuando nos dejan en el muelle y se marchan con el barco y me giro hacia Austin, con el teléfono ya en la mano y las llamadas perdidas de Ted empezando a llegar.

—¿Compartimos taxi de vuelta? —pregunto, sin saber hacia dónde querrá ir él ahora y si la ruta que pase por la casa de Ted encajaría.

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05/03/2016, 17:31
Austin Garret-Jolley

Al escuchar las tripas de Nicole rugir con fuerza río con ella de una forma espontánea y natural. La verdad es que ahora cada vez tengo más hambre yo también, no sólo por las horas que hace desde el gofre, sino por toda la energía gastada durante ellas.

Durante el tiempo que pasamos en la barca me siento contento, disfrutando aún de los últimos coletazos de la adrenalina y sin dejar que el cansancio arrastre mis músculos. En el rato que pasamos con los otros acabo por explicarle a Ahab el por qué de su nombre, y cuando fruto de la conversación Anna nos enseña el tatuaje en la base de su espalda yo no tardo en enseñarle el mío y prácticamente empezar a mostrar los de Nicole, encantado.

Para cuando llegamos y nos despedimos de ellos ya les he dado mi teléfono, por si alguna vez uno de ellos quisiera ponerse bajo la aguja. Encuentro los ojos de Nicole en el muelle, a solas por primera vez desde que el chico de la cabaña nos interrumpió, y asiento con la cabeza.

—Yo iba a ir andando al laboratorio, pero me vale —acepto con una sonrisa. Sin embargo no pasan ni dos segundos antes de que mi expresión cambie un poco—. A no ser... —empiezo a dejar caer de manera cómplice mirándola a los ojos de manera elocuente y esperando que sea ella la que complete mi frase. La verdad es que así, con la tontería, me he quedado con ganas de completar el tatuaje que falta.

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05/03/2016, 17:54
Nicole Nazar

Asiento levemente, aunque no tengo ni idea de dónde estará el laboratorio ese. Y ya que me pongo tampoco tengo muy claro qué se hace allí. Sin embargo, con el cambio en su expresión no llego a preguntar más y una sonrisa empieza a nacer como respuesta a su frase inacabada.

Espero un par de segundos por si la termina, escrutando su mirada como si pudiera averiguar en ella qué es lo que se le pasa por la cabeza. Y viendo que parece dispuesto a dejarla en el aire, termino por preguntar yo.

—A no ser... ¿qué?

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05/03/2016, 17:57
Austin Garret-Jolley

Mi sonrisa se va ensanchando al mismo tiempo que la de Nicole mientras el brillo de mis ojos aumenta. Me siento expectante y contento, encantado con la situación. Y cuando pregunta a punto estoy de proponer cualquier otro plan, como hacer alguna locura o quién sabe qué, pero al final las ganas por igualar su cuerpo y su cuadro se imponen.

Me acerco entonces, juguetón, a ella, y sin decir nada acerco mi oreja a su hombro. Llevo entonces un dedo a sus labios, pidiéndole silencio a pesar de que el ruido de la ciudad nos rodee.

—¿No lo oyes? —le digo conteniendo la risa—. Chssss... Escucha bien—enuncio después, antes de empezar a apartarme poco a poco y hacer un gesto hacia su hombro.

—Está pidiendo que alguien lo tatúe.

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05/03/2016, 18:03
Nicole Nazar

Me quedo quieta mientras se acerca, con una mirada que se va volviendo expectante poco a poco y en cuanto pega la oreja en mi hombro empiezo a imaginar por dónde van los tiros. Entre eso y su dedo sobre mis labios me es inevitable no pensar en el martes en la galería y el brillo de mis ojos aumenta con el recuerdo de cada una de las sensaciones que nos dejamos allí. 

Mi sonrisa se ladea un poco bajo su dedo y cuando respondo lo hago con un susurro divertido, dejando que mis labios acaricien su piel con cada palabra y sintiendo cómo mi sangre empieza a despertar de nuevo sin que le haya dado tiempo de dormirse del todo.

—Vamos entonces. Si lo está pidiendo no podemos ignorarlo, ¿no?

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05/03/2016, 18:11
Austin Garret-Jolley

Al encontrar de nuevo sus ojos se me hace evidente que me ha entendido incluso antes de que dijera nada. Recibo su respuesta con una expresión satisfecha, aunque no tardo en encogerme de hombros y bromear.

—A ver —le digo—, poder, podemos. Pero te arriesgas a que se canse de ser ignorado y decida dejar de ser tu hombro para ser el de cualquier otro —expongo antes de asentir—. Conozco a alguien que le pasó. —Y con esas palabras me quedo mirándola, disfrutando del momento en que los planes cambiaron para volverse más deliciosos. Probablemente otros ya estarían caminando hacia un taxi, deseando hacer las cosas cuanto antes, y de camino a un coche así está mi espíritu. Pero mi alma y mis ojos, en cambio, se quedan en los suyos unos segundos más antes de que dos palabras prestadas se deslicen por suavidad desde mis labios.

—Vamos entonces.

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05/03/2016, 18:18
Nicole Nazar

Me río una vez más con sus palabras, pero no llego a moverme todavía, sino que ladeo la cabeza y sigo contemplándolo, enganchada a sus ojos. Al menos hasta que parece llegar su confirmación. Ya en el taxi llamo a Ted, pero me salta el contestador así que debe estar en el taller ocupado y le dejo un mensaje.

—Ey, Ted. Que estoy bien y eso, es que Austin me llevó a nadar con tiburones y no tenía cobertura, pero ya estamos en tierra y ahora vamos a ir a su casa a que me haga el último tatuaje y luego ya voy para tu casa, ¿vale? No sé a qué hora llegaré, pero si no estás me paso por el taller a buscarte y te cuento. Yup!

Y todavía de camino empiezo a plantearme lo raro que es haber ido hace dos semanas a por un tatuaje y haber conseguido cinco y casi seis, un puenting, unos tiburones y un cuadro. Le doy vueltas a esa idea durante un par de minutos antes de que mi lengua se libere, poco antes de llegar a casa de Austin.

—Oye —llamo, haciendo un gesto para atrapar su atención—, ¿y tú eres de ese tipo de gente que de repente cuando conoce a alguien se emociona a saco y se pasa el día viéndolo y eso pero de repente un día se le pasa la novedad y luego si te he visto no me acuerdo? —Mi tono no es para nada de mal rollo, ni juzgando, sino sencillamente curioso.

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05/03/2016, 21:52
Austin Garret-Jolley

Sigo a Nicole hacia el taxi, satisfecho con el cambio de planes, y una vez allí escucho el mensaje que le deja a su amigo. La miro de medio lado con exagerado y gracioso escepticismo cuando habla del último tatuaje, y mientras termina me siento a lo indio, mirando por la ventana. Voy moviendo la cabeza al ritmo de una canción que se me ha instalado dentro, observándolo todo, y para cuando ella llama mi atención la miro, esperando lo que quiera que venga después.

Esa pregunta me pilla un poco por sorpresa, pero no en el mal sentido. Frunzo entonces un poco el ceño, pensativo, como si realmente estuviera dándole un par de vueltas al asunto.

—A veces —le digo con sinceridad, valorando sólo de refilón si lo dice con respecto a mí y a ella—, pero la novedad me suele durar sólo dos o tres días. —Después hago una pausa—. Aunque con Freddie también empezó así, y con Areli, y con Orson —enumero antes de encogerme de hombros—. Supongo que depende de la persona. También pasa que muchos desaparecen, o que se aburren —explico con naturalidad, como si fuera algo más que asumido—. ¿Y tú? —pregunto con curiosidad, y no tardo en añadir otra cuestión más—. ¿Y por qué lo dices?

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05/03/2016, 22:17
Nicole Nazar

Escucho su respuesta sin molestarme en disimular el interés que me genera y después me encojo de hombros con su primera pregunta. 

—Creo que no. Cuando me pasa algo parecido suele ser porque soy demasiado bocazas y de repente digo algo que espanta a quien sea. Pero si no, las cosas suelen ir despacio y ya se va viendo hacia dónde van. O no van. 

Y con su segunda pregunta sonrío de medio lado y miro hacia el exterior un instante antes de volver a mirarlo a él.

—Bueno, es por estar preparada, nada más. Sabiéndolo, seguiré pasándolo bien contigo, pero no dejaré que me domestiques. 

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05/03/2016, 22:49
Austin Garret-Jolley

Me encuentro a punto de hacer algún comentario sobre cómo las cosas van despacio con esta chica, pero la verdad es que no tengo muy claro de a qué velocidad nos estamos moviendo. Es como si fuese la velocidad natural de las cosas, o como si siempre hubieran ido así incluso antes de que viniese a mi casa y en ese momento sólo nos hubiéramos enganchado de forma consciente a ese tren. Mi cabeza sigue dándole vueltas a esa idea mientras escucho sus últimas palabras, y un poco de pena empieza a manchar mi pecho como si fuera pintura con las últimas.

—Lo entiendo —enuncio con sinceridad y una sonrisa, aunque es evidente que me da lástima. Entonces digo algo más, pensativo—. Aunque tampoco creía que pudiera domesticarte.

Mi cabeza sigue mientras tanto pensando en lo de antes, y antes de que pueda enredar mi lengua esta ya está diciendo unas palabras que podrían ser de más.

—Pues yo no tengo ni idea de hacia dónde se va viendo que vamos —digo con una sonrisa, como si eso fuera algo realmente bueno.

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05/03/2016, 22:59
Nicole Nazar

Frunzo el ceño levemente con curiosidad al notar que algo de lo que he dicho le ha apenado y ya puedo escuchar otra vez en mi mente a Cécile diciéndome que soy una bocazas. Pero cuando dice que no creía poder domesticarme, me limito a sonreír para mí misma, con un pequeño encogimiento de hombros y responder directamente a lo último que dice.

—Yo tampoco tengo ni idea —confieso entonces—. Supongo que por eso me planteo este tipo de cosas. Porque es emocionante, pero al mismo tiempo también asusta un poco.

Tamborileo con las uñas en el cristal de la ventanilla mientras me quedo pensativa un instante, pero enseguida hablo de nuevo, recuperando el tono divertido de un rato antes. 

—Bueno, en realidad creo que ahora mismo se va viendo que estamos yendo hacia tu casa. Y luego ya... A saber.

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05/03/2016, 23:08
Austin Garret-Jolley

Sonrío cuando ella dice no tener ni idea. Con sus siguientes palabras, sin embargo, me encojo de hombros y extiendo una mano para tomar la suya. Si se deja la coloco entre las mías, jugando con mis dedos sobre su palma, y miro hacia sus dedos al responder. Antes de eso sin embargo le dedico una breve mirada y una sonrisa encogiéndome de hombros.

—A saber —repito antes de tomar aire y retomar lo anterior.

—Bueno, no tienes nada de lo que preocuparte. Hemos tenido la charladigo, y entonces sí busco su mirada—. Dos veces. Y aunque no se vea muy claro hacia dónde vamos, viendo lo que estamos haciendo creo que es más probable que uno se haga daño por partirse una pierna que por otra cosa —expongo optimista—. O una muñeca.

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05/03/2016, 23:26
Nicole Nazar

Me giro un poco, apoyando el hombro derecho en el asiento para poder mirarlo de lado cuando me coge la mano y sigo su mirada hasta el lugar donde nuestros dedos se encuentran. 

—No estoy preocupada —aclaro, levantando la mirada y dedicándole una sonrisa. Dejo que mis dedos jugueteen con los suyos mientras sigo hablando—. Sólo son cosas que se me pasan por la cabeza, nada más. 

Sin embargo, cuando menciona la muñeca hago una mueca y me miro con una lástima tan exagerada como fingida mi propia muñeca vendada. 

—Bueno, primera misión superada, supongo —digo, levantándola un poco y riéndome antes de decir lo siguiente—. Y lo siento por la parte que te toca, pero paso de romperme la pierna yo también. 

En ese momento el taxi se detiene delante de la casa de Austin y me muevo rápido para pagar yo esta vez. Si se opone le diré que la sorpresa terminó al bajar del barco, así que ya no cuenta.