Partida Rol por web

hoy hace un buen día para pasear por el patio con mi dócil y maravilloso cachorro, nose pero me da la sensación de que la gente cuando me ve y estoy cerca de ellos se apartan rápidamente, hay algunos que van como pollos sin cabeza de un lado para otro si aparente sentido, hola, niño que tal el día?? mierda el niño sale corriendo gritando GUARDIA, GUARDIA UN GIGANTEE , yo miro para todos lados para ver donde esta ese gigante vaya se ha debido de esconder bien porque no lo veo

esta es la armadura que llevo

el arma que llevo en mi mano, esta echa a mi medida es un mangual de 2 manos (mias) y en el cinto una maza de una mano

mi pequeña mascota de guerra

solo mira la cadena que lleva

tamaño: altura a la cruz 90 cm

peso: 90 kilogramos

Aparencia general: es un perro poderoso, pesado, de buena estructura ósea. Impresionante, de apariencia solemne.
Cabeza: bastante ancha, pesada y fuerte. De adulto puede tener algunas arrugas en la cabeza, que se extienden desde arriba de los ojos hacia abajo hasta las comisuras de los labios.
Mandíbulas y dientes: mandíbulas fuertes con mordida en tijera perfecta.
Cuello: fuerte, bien musculoso, arqueado Cubierto por una melena de pelo espeso e hirsuto.
Espalda: recta, musculosa

Extremidades

Miembros anteriores: rectos, bien cubiertos de pelo denso en toda su extensión.

Hombros: bien inclinados, musculosos y de osamenta fuerte.
Metacarpos: fuertes, ligeramente inclinados.
pelaje:gran pelaje.

leal, agresivo, violento, perro de guerra, entrenado para matar, solo obedece a su dueño, es inteligente

John atendio al airado caballero lo mejor que supo, intentando calmar la situación anterior.
Una vez hecho todo lo posible volvió sobre sus pasos para encontrarse una mole de carne y hueso que le sobrepasaba la cabeza. John era un hombre alto pero no llegaba a los dos metros cuando aquel hombre los pasaba en mucho.
La gente se hacia a un lado intimidada mas no John, tal vez no por valor puro o gusto por las peleas, simplemente por el hecho de no soportar ver un gallo nuevo alborotando el gallinero y aterrando niños.
Con su habitual cara de pocos amigos se dirigió en dirección a aquel hombre, al que mas le valía sujetar a su caniche si no quería verlo despellejado y servido en brochetas para la cena.
- Buen día, señor.- saludo caminando erguido hacia aquella montaña hecha hombre.- Siento importunarle pero su... mascota...- dijo por llamarle de alguna manera.- Debería portar un bozal si quiere pasearla dentro de los dominios de mi señor. Le preocupare una adecuada, no se preocupe, es una mera cuestión de seguridad.
La voz de John sonó segura y autoritaria. Le era imposible corregir un tono destilado durante años, aunque se esforzaba por parecer cortes cuando en realidad lo que estaba pensando era.- Por seguridad para tu bestia, ya que si tu animal se cruza con mi hija y la muerte, engraso a tu caballo y te lo meto por tu ojo ciego, el cual seguramente te entrara bien.

Antes de que Kyle pudiera continuar con la broma ante su amigp Evan, Lord Rhys apareció para hablarles en tono confidente. Sus palabras preocuparon a los dos amigos, pues vieron que el cansancio que le notaban se trataba de algo más serio Se preocupa por que alguna de sus hijas acabe escogiendo a Ser Mordred como futuro esposo. Es comprensible, yo tampoco lo querría para mi hermana

El jefe de cazadores permaneció en silencio mientras su amigo y su Señor hablaban. Él nunca se había sentido cómodo hablando sobre intrigas y politiqueo, no se le daba muy bien esos temas, y menos cuando se volvía todo tan serio. Quería ver a su Señor más relajado, así que cuando los dos se quedaron callados, habló con un tono más alegre

- Lord Vaelys, no se preocupe por Ser Mordred. Sus hijas son muy inteligentes como para elegirlo de pretendiente.

El señor de la casa intervino cuando vio a oso erguido pasear con su mascota... esa mole junto a la bestia daban un aspecto más que aterrador en la fortaleza. Nunca había visto a un hombre de aquel tamaño, y eso que en el torneo se presentaron los mejores pero aquel señor venía de tierras muy lejanas. Tanto que no se sabía de su procedencia y tuvo que acercarse a indagar.

Por otro lado cuando vio al antiguo maestro de armas John que seguía haciendo la labor de la defensa del castillo... se congratuló de tener hombres como él. El honor de John era algo virtuoso y seguro que para muchos miembros de la fortaleza era un héroe. Pero la realidad no tenía que ver con los libros de caballería donde siempre el héroe salía victorioso de las batallas y se casaba con la princesa. En la realidad los héroes eran los primeros en morir por sus ideales o ser tan heridos que llegaban como su antiguo maestro de armas pero su estado no le disminuía el prestigio conseguido.

Aquel hombre de enorme altura por su indumentaria era un señor en sus tierras, y ver a un hombre como John diciéndole cómo tenía que ir por la fortaleza podía suponer un desafío. Y más sabiendo por qué John le echaba tanta gallardía al asunto. Así que se acercó para intervenir y nadie podía decir que no era el señor de aquella fortaleza ya que sus indumentarias como las filigranas que poseía la vaina de su espada así lo mostraban.

El aspecto del señor era afable aunque en su mirada se veía la de alguien que ya había matado. - Soy Lord Rhys el señor de la casa y sucesor de los Vaelys.

Su voz era firme pero no presentaba autoridad en sus palabras  - me gustaría charlar con vos en mi recibidor. Pero las normas dicen que nadie puede ir armado, y su mascota ya de por sí es un arma como bien sabrá y a pesar de que obedece sus órdenes...

Miraba a la mascota que poseía la misma mirada asesina que sus acompañantes - también vuestros soldados obedecen y tienen que ir sin armas. Por tanto para que la hospitalidad de esta casa se cumpla tiene que llevar bozal. 

Seguía hablando pero esta vez mirando al invitado era como si las palabras las hubiese repetido hasta la saciedad - estará en las perreras será alimentado y bien cuidado durante su estancia. O si vos no lo desea será llevada por alguien de su séquito a las afueras de la fortaleza donde serán conducidos a una posada.

Su faz no representaba ningún gesto que pudiese llevar a saber las intenciones del lord - espero que en las órdenes de mi casa no vea ningún inconveniente pues sois señor de vuestras tierras y tendréis también leyes que se deban de cumplir en vuestros dominios. 

Miró a John - John ve a por el bozal yo me quedaré mientras con Lord... giró otra vez la mirada hacia el guerrero y dejó la frase sin continuar esperando la oportuna presentación del gigante.

Las invitaciones habían llegado muy lejos tan lejos que no sabía qué hombres se presentarían en su casa, sin lugar a dudas oso erguido sería el ejemplo de hasta donde llegaban las noticias.

Evan miró a su amigo Kyle al ver a ese hombre que era como el doble de alto que él. 

-¿Eso es un hombre o los muros se mueven? menuda bestia.- miraba en dirección a su señor y a su amigo John, ese gigante iba armado hasta los dientes, se paseaba en armadura como quien va en pijama, con sus dos soldados guardándole las espaldas y un perro o un oso... no sabía bien qué era, pero era una bola de pelo enorme con cuchillos en su boca. - llegó el otro día montado a caballo. El mozo que lo recibió me aseguró que tocaba el suelo con los pies, creí que exageraba pero viendo esto...- miró a Kyle y enarcó las cejas. -seguro que ha roto la cama y ha tenido que dormir en el suelo, o sobre su perro.-

Evan observaba la escena. Su señor y su amigo John estaban intercambiando unas palabras con un gigante con armadura, por si eso fuese poco iba acompañado de dos soldados que le guardaban las espaldas y un animal enorme con cuchillos en la boca. 

Si la cosa se ponía fea... no sabía si tendría tiempo de ir por un arma, pero desde luego algo tendría que hacer. 

Las últimas estrellas aún titileaban débilmente en el cielo. La claridad del día comenzaba a asomar por el horizonte. Evan cepillaba las espesas y largas colas de Indra y Negrito. Eran los caballos que tiraban de los carruajes de sus señores, dos animales grandes y poderosos, tan fuertes como hermosos. El problema era que no tenían ningún trabajo que realizar si los señores no viajaban en su carruaje y los animales no podían quedarse sin moverse, encerrados en sus cuadras, durante días, semanas o quizás meses. 

Evan sabía que Ginevra tenía sangre de la família Vaelys, la señora era su tía, y era una apasionada de los caballos como él, una amazona experta. Indra y Negrito no disponían de sillas, cinchas ni estribos... no estaban destinados a ello. Por ese motivo debían montarse a pelo si se hacía, y la mejor manera de mantenerlos en forma era esa precisamente, sacarlos a la montaña con sus subidas y bajadas, ir al paso, trote y galope. Además así se evitaba que se acomodasen a la tranquilidad del castillo y se volviesen asustadizos con el exterior. 

Evan esperaba que Ginevra acudiese para acompañarle. Siempre era más agradable salir acompañado y el trabajo se hacía en la mitad de tiempo. Indra y Negrito eran como novios, se compenetraban y entendían perfectamente, eso era imprescindible si querían engancharlos juntos. La yegua era más quisquillosa y había que tener habilidad para manejarla. Negrito por su parte, estaba castrado y daba pocos problemas. 

sorry el problema es que hace mas de 20 años sufri un accidente de coche, bueno mejor dicho un coche se salto un stop y se extrello contra el coche en el que yo iba y tuve que empezar todo de cero: caminar,hablar,leer escribir y otras cosas, asi que si cometo errores no es intencionadamente

Kyle se había quedado embobado mirando al gigante con armadura - Nunca pensé que vería un gigante al sur del Muro. ¿De verdad puede montar a caballo? Le extrañaba que hubiera algún caballo capaz de cargar con él - Lo más lógico sería que fuese montado en un Mamut.

Su animal de compañía no era menos llamativo, y Kyle estaba seguro que podría usarlo como montura si se dejara - No se si es un perro, un Huargo o un Oso; lo único que espero es que esté bien domesticado. Kyle tenía miedo de que hubiera algún problema y tuviera que hacer uso de su arco contra él. No le gustaba matar animales si no era para comer.

- Este hombre rompe la cama y rompe el suelo, es verdaderamente colosal. ¿Crees que alguna de las chicas lo escogerá como marido? Dijo sonriendo a modo de borma - Si es así, no quiero perderme el encamamiento.

estoy  buscando ha alguien que me pueda atender, pero todo el mundo se aparta de mí, cuando de repente un individuo rubio de pelo largo se pone delante de mí, me paro y mi adorable perro se para a mi lado y se tumba (si os fijáis esta sujeto por una cadena bien gruesa)

ہیلو جو آپ ہیں? جہاں آپ خاتون ہے? (una voz potente, como si estuviera gritando)

mi guardia personal (van a juego conmigo) ni se han inmutado cuando se ha puesto esa persona delante de mí, pero lo que han echo ha sido acercarse a mi lado

al minuto aparece otra persona que si se identifica diciéndome que es el señor de la casa y que él tiene unas normas que hay que cumplir y bla bla bla. agacho la cabeza y doy un golpe con mi mano en MI pecho como saludo y aprobación

ہیلو مجھے Swann خاکی لارڈ ایوان خاکستری (una voz potente, como si estuviera gritando)

روٹی اور نمک (una voz potente, como si estuviera gritando)

John trato de entender lo que cojones estaba diciendo aquel hombre pero le sonaba a que o bien era extranjero de muy lejos o tenia la punta de la lengua pegada al paladar por algún defecto en su nacimiento.
Dos escoltas se acercaron y John, por puro instinto, se puso delante de su señor hasta que comprendio que no eran una amenaza, al menos no una inmediata.
Miro a Lord Rhys esperando que diera su aprobación para dejarle mientras iba a buscar un bozal. Seguramente si se lo entregaba al tipo entendería lo que querían de el... O no... posiblemente en su tierra ni siquiera supieran que era un bozal. No se perdía nada por intentarlo.
- Señor.- susurro a Lor Rhys esperando que diera el visto bueno para su retirada.
De reojo controlaba que el tipo enorme no hiciera nada raro, desde luego aquella bestia no iba a tocar a las hijas de la casa a la que servía. Semejante animal las partiria en dos en la misma noche de bodas.

Asintió a su antiguo maestre de armas... Ve le respondió.

El señor de la casa lanzó un resoplido que tenía guardado cuando vio que aquel gigante asentía y se presentaba con el nombre de Swann. 

- Lord Swann es un placer tenerle en mi casa.

Se dio cuenta que el hombre hablaba una lengua extraña pero le comprendía - Su séquito no puede estar aquí debe de estar en el patio de armas. No se preocupe, bajo mis muros no tiene que ir escoltado poseo los suficientes soldados para mantener la fortaleza segura.

Mostró un atisbo de amistad  - Si algo sucediese sus soldados lo sabrían, en el patio de armas hay un buen número de mis soldados.

Esperó a que llegase John con el bozal... el tiempo se le hizo eterno pues no podían entablar una conversación hasta que su mascota estuviese a buen recaudo y entonces esperó.

- En estas zonas puede encontrar a mis hijas y también a las sirvientas por eso no puede ir acompañado de su escolta. No está permitido que el séquito vea a mi familia creo que lo comprende son normas familiares...

Rió un poco.

-Su corcel está considerado un verdadero héroe en los establos. Todos le admiran aunque no se pondrían en su lugar. Lo lógico sería que esa mole que parece un hombre cargase a sus espaldas con el caballo, y no al revés. -

Parecía que la cosa no se complicaba, John se había alejado, aunque Evan no se quedaría tranquilo hasta ver que ese gigante y Lord Rhys se iban cada uno por su lado tan amigos. Y a ese animal peludo controlado.

-Yo creo que no ha venido por las chicas. Deben gustarle con barba y pelo en la espalda. ¿Conoces alguien con ese patrón por aquí?  La naturaleza tiende ha juntar a cada criatura con otra de su especie- 

levanto la mano hacia atrás ڈیم کی دعوت  e inmediatamente el guardia de su bolsa saca un sobre y se lo da a su señor, una vez en mi mano, extiendo el brazo con el sobre hacia el señor del castillo

Kyle aguantó la risa ante los comentarios de Evan, ya que no quería que el "oso" se diera cuenta de que estaban haciendo bromas a su costa. No eran con maldad, pero viendo que no hablaban la misma lengua, explicarselo podría ser muy dificil y peligroso.

- Podríamos intentar emparejarle con Ser Mordred. Así las chicas estarían a salvo y Lord Vaelys se sentiría mucho mejor.

La situación se estaba calmando, y parecía que por fin, el gigante y Lord Vaelys conseguían entenderse. - Bueno, esto ya está resuelto. Por cierto, ¿Te has planteado cortejar a alguna de las hijas de Lord Vaelys?

Evan no pudo evitar reír un poco ante el comentario de Kyle a cerca de emparejar a Swann y Mordred.

- ¡es una gran idea! Creo que harían una buena pareja, quizás me plantee hacerles de celestina-  Sonrió ampliamente.

Cuándo Kyle preguntó a cerca de cortejar a las chicas Evan balanceó levemente la cabeza haciendo una mueca dubitativa.

- ¿Crees que se nos permitirá?- la pregunta era sincera

- Si yo pudiese... pues quizás sí, son guapas y listas, son unas señoritas. Seguro que las estropearía - rió bromeando -No, en serio, si me permitiesen asistir a la fiesta lo haría. Y porque no, probaría suerte. - Hasta aquí hablaba en serio, pero dicho esto empezó de nuevo con esa sonrisa suya tan característica y esa mirada chispeante que dejaba claro que se avecinaba una broma - Puestos a ello quizás probase suerte con Astrid, más que nada para ser tu señor.-

Lord Swann estaba dejando clara su posición dentro de la fortaleza había entrado acorozado y armado igual que sus guardias, con su bestia y su séquito. Por si fuera poco ahora le extendía un documento para que tuviese que dar un paso y tomarlo sino lo hacía sería un ejemplo de su debilidad como señor, si mandaba a otro de sus vasallos para que lo tomase sería una falta de trato de señor a señor.

Así que tuvo que dar un paso al frente mientras le tomaba el documento y le sonreía. Miraba hacia los lados y vio que los más cercanos eran Evan y Kyle, John estaba tardando en venir. Se separó otra vez guardando las distancias.

¡Evan, Kyle! - Con voz autoritaria hacia sus jefes, - enseñadle a Lord Swann y a su séquito la posada, debe de cambiarse para la fiesta... no está permitido pasearse por la fortaleza con las armaduras que se utilizan para la batalla ni asistir a la fiesta con dichas armaduras.

Lord Swann me guardo su documento para cuando vuelva, vos me lo ha entregado y entonces hablaremos...

Su voz ahora sí que parecía autoritaria, sus soldados mientras tanto iban llegando, por las almenas del castillo se podían ver a una docena de arqueros apuntando.

- Sus hombres se tendrán que quedar en el patio de armas, y se os requisará tanto a vos como a sus hombres vuestras armas. Si sus hombres no saben donde está el patio de armas ni el edificio donde deben de depositar sus armas Evan se los mostrará ahora.

Espero que tenga un buen día nos vemos a la vuelta... 

Evan fijó su vista en Lord Rhys mientras este le hablaba, lo hacía con gran respeto.  Al escuchar lo que les ordenaba le dijo una última frase a su amigo:

-Vaya, nos ha tocado el gordo. Recemos para que no nos maten, ni nos violen-