Partida Rol por web

Lenia tomó a Tabatha de la mano, no podía hablar, ya no por su problema de garganta, si no porque el nudo que tenía en la garganta le oprimía esta de tal manera, que no le saldrían las palabras ni aunque quisiera. 

Con los ojos llorosos, hizo un gesto con la cabeza para que la siguiera, tenía que ponerla a salvo, alguien había matado a Fiona, pero no las mataría a ellas. 

Avanzó con paso rápido por los pasillos en dirección al jardín, necesitaba buscar la protección de Galbart.

Los interminable escalones finalmente dejaron de frenar su descenso y pisó el bendito suelo de la Torre, hacía mucho tiempo que había querido salir de allí pero no había podido. Fiona había sido el motivo de su demora, al llegar con la pierna quebrada para que el Maestre la atendiese. Pobre niña. El Septón había logrado animarla y en su conversación se plasmaron ideas mucho mas profundas que efímeras palabras. Ahora el cuerpo sin vida estaba allí, con la cabeza destrozada, un sin sentido inexplicable que acongojaba a Tiziano Era esto necesario? preguntó en silencio a los Siete, sin encontrar explicación.

Detestaba la sangre y no simpatizaba de la muerte, una cosa era orar por los difuntos y otra verlos. Sin embargo décadas de ceremonias de responso le habían dado mayor resistencia a ese tipo de espectáculos. Se acercó a la joven y notó que junto a la sangre había un líquido blanco. Leche de amapola? se preguntó, recordando que Caelus le había dado el frasco. Este Maestre va a matarnos a todos, pensó, recordando que no quiso entablillar a la niña, y conjeturando que el frasco tal vez contenía veneno. Pero todo eso no tenía demasiado sentido, tal vez el líquido era otra cosa, aunque sea lo que fuera no tenía dudas que estaba relacionado con la muerte de la mujer.

- Merol, ayúdame - le dijo mientras se agarraba con fuerza de su brazo y se ponía de rodillas junto al cuerpo. Puso su mano sobre el pecho de la mujer - Que el Desconocido te trate con el mismo amor con que la Doncella y la Madre te han tratado en vida. Descansa en paz, dulce Fiona, tu sonrisa no será olvidada - dijo con los ojos enjuagados en lágrimas. Luego bajó su mano acomodando el cabello manchado de sangre y tras ello se detuvo en la sustancia blanca. La tocó con uno de sus dedos, sintiendo su textura y luego llevó la mano hacia su rostro, olfateando y observando en detalle la gota de líquido.*

Se percató que Evan estaba allí un tiempo después, el soldado lo estaba atendiendo - Muchacho, te encuentras bien?- preguntó con cierta preocupación, mientras trataba de ponerse de pie nuevamente con la ayuda de su asistente - Kyle quedará destrozado. Alguien está detrás de esto,  ya bastante daño nos ha hecho, y si no descubrimos quien es, mas daño aún nos hará - dijo con evidente malestar, y miró hacia arriba de la torre. Caelus, no serás tu quien hizo esto, o si? 

Quedó pálido, con los ojos vidriosos mirando fijamente a Fiona. Recordando todos aquellos momentos que habían compartido, como ella fue su primera amistad, la confianza y coplicidad, sus tartas y bizcochos... ¿Quien podría hacerle daño a una chica tan alegre, tan inocente? Fiona había sido una de las luces que le alumbró en la fortaleza, la primera que lo hizo y brilló desde el primer al último día. Evan sentía como en su pecho un vacío enmenso se iba abriendo camino y fue incapaz de derramar algunas lagrimas silenciosas.

Tiziano:

 - Muchacho, te encuentras bien?- 

Levantó los ojos para mirar al anciano. -Creo que nadie puede estar bien tras esta tragedia. Ella era la persona que menos merecía este final- Miró a Merol como si examinase al muchacho.

Observó también aquel líquido blanco, y buscó restos de alguna jarra, vaso o lo que fuese, no pensaba tocarlo y de hecho se había alertado cuando el septón sí lo hizo, no llegó a articular palabra pero sí alzó una mano como tratando de detener a Tiziano, pero ya era demasiado tarde. ¿Qué debía ser? ¿veneno? ¿leche? 

-¿Sabéis lo que es?- Preguntó al septón cuando olió aquel líquido blanquecino. 

-Quizás debieseis ir preparando un lugar para ella en la capilla, yo la llevaré- No iba a permitir que otro cargase con ella.  

Evan estaba recuperándose del impacto emocional, habían compartido años de servicio y sin lugar a dudas habían forjado una amistad. Asintió a sus palabras pero levantó la palma de su mano - No tan rápido muchacho, no se encontrará ni antes ni después con el Desconocido por mas que nos apuremos - dijo, y caminó alrededor del cuerpo y luego miró las escaleras pensativo.

- Es leche amapola, Evan. La que el Maestre le dio - dijo, pero antes que Evan reaccionase agregó - Me dirás que fue Caelus el responsable, pero fíjate que el líquido está en el piso, no se si llegó a su estómago. Puede que simplemente el frasco se haya roto al caer- señaló las escaleras - Con la pierna en tan malas condiciones no sabría decir si ha sido un accidente o alguien la empujó, pero si lo segundo sucedió, no son tantos los sospechosos, verdad? - miró con severidad al soldado - A quién de la familia has visto subir después de mi? - le preguntó, sin embargo el Septón comenzaba a sospechar de las dos únicas personas ajenas a los Vaelys que había visto en la sala, el jorobado y el soldado. 

-¿Estás seguro de que es leche de amapola?- No es que dudase de la palabra del anciano, pero deseaba estar al cien por cien seguro de que no era otra cosa, como leche normal. Miró alrededor, por si pudiesen ver algo que Fiona hubiese cargado y se hubiese caído con ella. Observó también su tobillo, subiéndole levemente la falda, lo justo para poder ver la herida y si ésta había empeorado o mostraba algún indicio de que hubiese caído por culpa del tobillo afectado. 

Miró a Mero, estudiándolo, observando su rostro y su reacción ante tal acontecimiento. Después miró al guardia.

-¿Y ni vos ni vuestro compañero visteis nada?- La sirvienta yacía justo a los pies de la escalera, era imposible que los guardias no hubiesen visto algo, al menos como ella rodaba hasta abajo, algo tenían que haber visto y quizás oído. Deseaba encontrar al culpable. Fiona... mi dulce Fiona... y volvió a dibujarse en su rostro una mueca de dolor mientras apartaba un mechón de cabello empapado del rostro de la muchacha. ...pagarán por esto. ¡Es injusto!

No podía dejar de pensar también en Kyle, ¿cómo le darían la noticia? Hubiese querido poder decírselo él mismo, pero era imposible estar en ambos lados a la vez.

Estaba aún observando al soldado que permanecía en silencio cuando Evan insistió sobre la sustancia blanca - Si lo es Evan, es inconfundible, mis huesos claman por ella cada tanto y conozco bien su sabor - contestó. El anciano interpretó el silencio del guardia como la vergonzosa ratificación de que no había visto a nadie ni había presencia el hecho. Tiziano volvió a observar las escaleras y su rostro se frunció en un gesto de rabia. - No es Caelus, es otro, y esta demasiado cerca de la familia - dijo al mayordomo sin bajar la voz. Luego se acercó hacia él y le habló en voz baja pero con determinación, de modo que solo Evan y Merol pudiesen escucharlo - Ella nos dijo que estaría bien, y Kyle no la hubiese dejado sola si no hubiese podido caminar... esto es otra cosa-

- Como te dije, no fue la leche de amapola, pues esta dispersa y ambos sabemos que Fiona no iba a probarla por las sospechas acerca del viejo. Y es difícil creer que siendo tan joven haya trastabillado, aún con la herida en la pierna. Me temo que la empujaron, y si fue así, o lo hizo el soldado o lo hizo Sloth - concluyó mirando de reojo al hombre que estaba aún de guardia - Y si este hombre la empujó dudo que fuese tan descuidado como para quedarse aquí. Dime Evan, que tanto conoces a ese jorobado? Es claro que los Siete no lo favorecen - 

El cuerpo joven y frío de Fiona yacía a sus pies, en contraste con su propio cuerpo falto de vitalidad que aún seguía tibio y peleando por vivir un día mas. Los designios de los Siete a veces me resultan incomprensibles, pensó. Se volteo hacia el guardia una vez más - Seré mas concreto, ha visto subir a Sloth después de que yo he subido?- preguntó con cierta preocupación. El Septón sospechaba cual sería la respuesta.

 A quién de la familia has visto subir después de mi? 

 Pues... dijo pensando en la respuesta a tal pregunta, Sebastian quiso entrar pero le dijimos que él tenía prohibido el acceso, quería dar un mensaje a Fiona, temo que quisiera advertirle del peligro que corría, dijo agachando la cabeza, pero la realidad es que no le dejamos pasar, órdenes estrictas del rey sobre la entrada de criados a esta torre. Después ya fue Mira, cuyo grito escuchamos desde aquí abajo y mi compañero se quedó abajo y yo fui con ella a ver qué estaba pasando. Después ya no vi si alguien más se acercó, pues estaba con ustedes en la habitación de Lady Alyra informando del terrible acontecimiento. Concluyó encogiéndose de hombros sin saber en qué podría ayudar eso. Eso sí, Sloth había pasado y sin duda parecía haber esquivado a los guardias. Eso quería decir que ambos soldados estaban juntos en el momento del accidente y que ambos eran la coartada del otro. O ambos eran inocentes, o ambos eran cómplices. ¿Sloth? No, la verdad que yo no le llegué a ver entrar. Pero ya se sabe lo que dicen del Jorobado de Vaelys, que "lleva más tiempo aquí que las piedras de la Fortaleza de Sangre y que la conoce mejor que a su propia joroba". Mencionó aquello como si fuera un dicho propio de la Casa Vaelys.

Tras la intervención del soldado, llegó bajando las escaleras el maestre.

La imagen al bajar las escaleras fue aterradora. Fiona Ironsmith una de las mejores criadas de toda la Casa Vaelys yacía en las escaleras tirada. Algo le había sucedido, pues parecía haber caído por ellas. Tenía la cabeza abierta y en el suelo había un líquido blanquecino mezclado con la sangre que brotaba de su cabeza.

Era horrible, una imagen dantesca para cualquiera que pudiera verla.

Fiona Ironsmith había muerto. Y junto al cadáver estaba Evan, Merol, el septón y el soldado atendiéndolo.

- Disculpen, mis señores. Pero el acceso a estas escaleras está restringido. Tan solo Lady Lenia puede pasar. Al ver el estado en el que se encontraba la miró preocupado. Mi compañero está atendiendo unos asuntos en la torre, en cuanto llegue podrá acompañar él mismo a Lady Lenia.

Cita:

Los ojos del norteño miraron al soldado con enfado-Soldado, no hay tiempo para que estemos esperando a su compañero-dijo con un tono de voz que hasta ahora nadie había escuchado, grave, fuerte, decidido-Mirad a Lady Lenia,
¡Está enferma por los Dioses! Ella no se puede quedar aquí en mis brazos eternamente, en estas escaleras- clavó los ojos en el soldado.

-¿Nos vais a dejar pasar o luego tendré que hablar con vuestro Señor y Señora, comentando lo poco que os importó el estado de su hija dejándola aquí? En éstas húmedas y frías escaleras-dijo amenazante-Sloth y Ser Tyler son testigos- finalicé mirando a mis compañeros para luego mirar a Lenia, blanca como la cera que había perdido su brillo-En vuestra mano está no terminar limpiando mierda de caballo-

Lenia notó como se movían de estancia y Sloth los guiaba hacia su habitación, al llegar al pie de las escaleras, sintió un escalofrío, ¿seguiría allí Fiona?.

Mi compañero está atendiendo unos asuntos en la torre, en cuanto llegue podrá acompañar él mismo a Lady Lenia.

El corazón de la joven Vaelys se aceleró, no, no iba a separarse de Galbart, buscó con debilidad su mano y aunque a ella le pareció un gran apretón, apenas fue una suave y casi imperceptible presión, no iba a separarse de Galbart. Entonces se dio cuenta de ... ¿donde estaba Tabitha? se había quedado sola en el recibidor.

Lenia se removió inquieta, quería volver, no quería ir a su habitación, ni separarse de Galbart, ni dejar sola a su hermana, ¿y si le pasaba algo a ella también?.

Alargó la mano para intentar que Galbart bajara el rostro y susurrarle. 

Tiziano escuchó la respuesta del Soldado sin mostrarse sorprendido, el anciano solo confirmó lo que había sospechado. Se volteó hacia el Mayordomo y le susurró - Me temo Evan que Sloth ha estado involucrado con esto y puede incluso que sea quien estamos buscando desde temprano - su rostro fue tomando mayor seriedad - Le han dado la tarea de asistir en el comedor, puede que todos los que almorzaron esten expuestos. Alyra, por ejemplo, volvió enferma de allí - para el Septón las cosas se hacían claras, agradeció a la Vieja por asistirlo con la sabiduría que los años traían.* 

El Maestre bajaba las escaleras y Tiziano se incorporó para saludarle 

El Septón estaba hablando con Evan y el soldado, a un lado del cuerpo de Fiona que yacía sin vida cuando desvió su mirada hacia la torre. El Maestre bajaba las escaleras y Tiziano se incorporó para saludarle - Caelus, nos volvemos a encontrar y antes de lo previsto, pero mire en que lamentables circunstancias. Fiona ha muerto, me temo que nada podemos hacer al respecto, pero su mirada crítica puede iluminarnos sobre cómo fue- dijo al recién llegado. Se apoyó en Merol y señaló la cabeza destrozada de la joven desde dónde había sangre mezclada con una sustancia blanca y luego señaló la pierna herida que el Maestre había tratado. - Algunos creen que puede haber ingerido la leche de amapola que usted le dio, pero como eso podría causarle un accidente? Otros dicen que su pierna flaqueó al bajar, pero no la había tratado usted? Yo pensé que la podían haber empujado pero los guardias insisten en que nadie ha subido a excepción de los miembros de la familia. No queremos sacar conclusiones apresuradas, así que le pido que por favor examine usted la escena antes que Lord Rhys llegué y tengamos que explicarle lo sucedido - todo parecía apuntar a un accidente pero nadie realmente creía eso, para peor la chica había sido tratada por el Maestre y el erudito tendría bastante que responder, aún así el tono del Septón era mucho mas conciliador que en el Laboratorio.

Se apartó unos pasos para dejarlo trabajar y dijo a Evan - Démosle tiempo al Maestre a que estudie la situación sin nuestra influencia. Estas muy afectado, muchacho, camina a mi lado y deja que la sabiduría de los Siete calme tu espíritu, luego vendremos por el cuerpo como ordenó Lady Vaelys y lo llevaremos a la Capilla- dijo y tomó el brazo del mayordomo para sostenerse y se soltó de Merol - Caelus, mi ayudante se quedará con usted por si necesita algo más. Por cierto, que fue lo que afectó a Alyra? Es algo grave? - estaba aún inquieto por la salud de la muchacha, aunque la muerte de Fiona había dejado eso a un segundo lugar.

La situación que se presentaba ante los ojos del maestre era espeluznante. El bello cuerpo de Fiona, la criada, yacía sin vida en las escaleras de la Torre del Fénix.-Una chica tan llena de vida. ¿Quién habrá sido el responsable de esto?.

Tiziano ya se encontraba allí cuando Caelus llegó a examinar la escena. El septón, lanzó una nueva sospecha sobre él, aunque en realidad quizá no fuera Tiziano el creador de la nueva acusación, y tan sólo estuviese haciéndose eco de ella.-Es imposible que mi leche de amapola le causara accidente alguno, Septón, por la sencilla razón de que ella declinó tomar nada para el dolor. Pero este hecho quizá fuera desconocido para el asesino, ya que me parecería muy extraño un resbalón fortuito, dadas las circunstancias de la Casa...

-Alyra se encuentra bien pero recomendaré a Lord Rhys que no permita sus asistencia a la fiesta de esta noche. La imagen de unas pústulas tan espantosas causarían el miedo en los demás invitados. Por cierto, Lady Astrid me ha informado de que Lord Vaelys ha desaparecido, se conoce ya su paradero?

El maestre se pone a examinar la escena del crimen, y el cadáver en busca del algún traumatismo e intentando hallar pistas sobre la causa de la muerte de la criada, y guardándose una muestra de la leche vertida sobre el suelo.