Partida Rol por web

Bien, querido público, gracias por esta breve pausa. ¿Que por qué no narro la noche? Oh, porque hasta los cuentacuentos necesitan dormir y los espectadores necesitan no saber todo para que una buena narración llegue a buen puerto. 

Como os decía... aquella noche antes de amanecer me fijé que una de las luces del pueblo no se había apagado ni su puerta permanecía cerrada. El burdel de Castronegro estaba abierto y tal vez alguien se ausentara en el futuro de la reunión para estar guarecido entre lo que fuera que se cociera allí. Pero aquella noche nadie lo visitó*

La siguiente en despertarse fue la alcaldesa, Inés, quien resignada cortó parte del cuerpo colgante, aún caliente, de mi amigo el flautista. Con su carne y huesos lo dejó en un pequeño corral para que aquel que no era ni lobo ni hombre, saciara su hambre y no fuera víctima del encantamiento licántropo.**

Poco a poco se fueron reuniendo todos en la plaza bajo mi visión: Yo iba contándoles a todos pero faltaba gente. 

¡Y no faltaba uno sino dos! ¡Horror y consternación cuando fueron mirándose todos a los ojos con temor confirmando que aún no habían llegado BEATRIZ BOCANEGRA y su lazarillo PABLO

¿Pero cómo era posible que aquellos monstruos hubieran dado con dos cuerpos en vez de uno? ¿Por qué esa mujer no dejó morir al chiquillo o el niño escapado de su cruel ama? 

Todo se explicó cuando entraron por una de las ventanas de la casa y descubrieron a los dos despedazados y abrazados en el mismo lecho. ¡Nadie hubiera dicho que aquella ciega dejara dormir en su propia cama a aquel chico ni que el lazarillo tuviera verdadero afecto a su señora. Como una madre y un hijo. Como dos ENAMORADOS***

Todos guardaron un minuto de incredulidad y de honda pena. Aquel pueblo había despertado a la envidia y la sospecha. Pero entre ellos había habido verdadero hueco para el amor real. Aquellas dos personas, pese a ser AMBOS SIMPLES ALDEANOS, tenían una relación especial. 

Y ahora ese amor también había sido destruido. 

Solo quedaban diecisiete de ellos. 

El Capitán apenas dio tiempo para que se diera sepultura a los muertos, así que solo hubo tiempo para una tumba. Pero casi que aquello fue un gesto simbólico para los dos caídos. 

- ¡Entre la persona que herimos ayer, el flautista inocente y estos dos, llevan cuatro tantos anotados los lobos! Será mejor que tengáis más tino o vuestro pueblo está sentenciado. 

Dadme un nombre antes de que acabe este día

Inés estaba horrorizada por el transcurso de los hechos... 

¡Así que esa pareja formada por la anciana y el joven coincidían tanto por estar enamorados! Al conocer este hecho, Inés sintió cómo su corazón se estremecía al recordar a su amado desaparecido... Lo que mueve el amor, pensó. 

Pero no se permitió arrasar por las emociones. No estaban para eso, necesitaban reaccionar deprisa. Bueno, como he dicho antes*, creo que coincidiremos en hacer públicas las votaciones, dado que no se nos pueden escapar más cosas ya... Pero dado que prometí escuchar y no quiero hacer dictadura, quiero comentarlo con vosotros, si bien en un rato haré firme mi decisión, ya que también se me ha pedido más dirección.

- Disculpadme, penso di votaré por l'opzione pública, pero llevo molto rato dormido, desde que el capitán me quitó il mio poder de protegeros he dormido un poco de más... así que primero le pediré las actas al buon capitano. Mi scusi.

Gracias, Inés, por cumplir sin demora con tu papel de alcaldesa... Según está el panorama otro lobo más ahora mismo nos hubiera machacado. Gracias también por elegir las votaciones públicas. Confío en que eso nos ayude a que esta ronda sea menos caótica. Adela contempló de lejos los escasos restos que quedaban del pobre flautista. Nunca terminó de darle impresión aquel chico, era una lástima. Pero le gustase o no, tenía que ir acostumbrándose a ese tipo de escenas macabras, pues para algo había decidido quedarse en Castronegro. Por otro lado, no me sorprende lo de la vieja ciega y el pobre Lázaro... Si había que buscar un par de candidatos enamorados ellos dos conformaban la combinación más evidente: ella ciega y él lazarillo, desde el principio se notó cierta conexión especial entre ambos. Me pregunto si quizás alguien le dio una pista a los lobos al mencionar su complicidad en alto. O quizás ellos mismos, los lobos, ya habían observado que algo raro sucedía entre Beatriz y Lázaro... Adela, aún pensativa, se sentó en una roca de granito que algún día había servido para atar a los animales a la entrada de la plaza.

Serafín se acercó al surco de tierra donde se habían depositado los cuerpos, en el camino hizo un gesto de agradecimimiento con su cabeza a la alcaldesa, pues, por el momento los lobos no contaban con nadie más en su bando.

Al contemplar los cuerpos una punzada de dolor invadió su vieja alma. Parece que para los lobos tampoco fueron pasadas por alto las muestras de complicidad que existían entre la pareja. Más allá de la materia física, los misterios del amor se escapaban a los conocimientos alquímicos del viejo "flamenco"...un misterio para él fascinante que transpasaba barreras como la edad... Hoy había tenido un deselace trágico.

-Nos espera otro largo día-dijo girándose. -Señora alcaldesa, a su pregunta sobre las votaciones, al igual que usted, pienso que públicas es lo más aconsejable.

Bueno, dado que nadie más decide intervenir y se acaba el plazo, no quiero correr riesgos. Así que hago oficial la elección de las próximas votaciones: PÚBLICAS

Madre del amor hermoso!! A este paso esto se acaba en dos días!! Vamos a ver! Mi resumen del día de ayer es el siguiente. Hubo mucho desacuerdo, hubo mucho individualismo de "yo voto a quien me de la gana y hago lo que me sale del mismisimo". Hubo vecinos que acusaron a otros convencidísimos de su culpabilidad y en menos de veinticuatro horas, hubo ataques, hubo desidia y una alcaldía pobre de espíritu. Por supuesto me incluyo en todo eh!! Pero esta dinámica la tenemos que cambiar ya! 
Primero, Ines, gracias por salvarnos del perruno y gracias por comunicarnos que vas a coger al toro por los cuernos. Te necesitamos.
Segundo, vamos a acusarnos, vamos a sacar posibles argumentos pero no nos volvamos locos creyendo nuestras propias teorías como ciertas y únicas. 
Tercero, estamos obligados a llegar a acuerdos en común a la hora de votar para que no nos pasé lo que ocurrió ayer, que por no saber a quien votaron los demás hubo un empate y el anciano perdió una de sus dos vidas.
Os pido que respiremos profundamente y hagamos autocrítica de lo ocurrido ayer. Muchas gracias!!
 

El horror se cierne sobre nuestro pueblo. La muerte de tres simples aldeanos, tres plebeyos, pero aldeanos a fin de cuentas, humanos hijos del altísimo y no bestias del averno como esos malnacidos lobos, siembra de sangre los surcos entre los adoquines de la plaza.

- Los lobos han ganado la batalla del primer día, pero ha buen seguro perderán la guerra. - me prometo a mi misma.

Asiento a las palabras de la alcaldesa electa.

- Bien hecho - digo en referencia a la alimentación del perro - Y sí, las votaciones han de ser públicas. De aquí y por siempre, así han de ser. -

Hago una pausa.

- Las gentes de bien hemos recibido un duro golpe esta noche. Tres de nosotros ya no caminan en este mundo, y la discordia sembrada ayer entre las partes ha beneficiado al enemigo sobremanera. Es mandatorio que hoy nos pongamos de acuerdo, que nos mantengamos unidos. Ayer las votaciones fueron secretas, pero hubo un empate que costó al pueblo un seguro en la herida del Anciano. Creo que dicho empate refleja un voto en bloque. Cuatro lobos inclinando la balanza hacia un lugar, el de el pobre Ramón. Pero ¿significará eso que el otro empatado era lobo y por tanto ellos decantaron su bloque hacia el aldeano? Y de ser así ¿quién sería dicho segundo más votado? ¿O es todo fruto de la perra diosa fortuna? - Demasiadas preguntas. Pocas respuestas.

- Es... ha sido mi culpa... - musitó Rodrigo aquella mañana sentado en el poyete del pozo comunal. - Creí a ciencia cierta que el flautista era can por su manera de disentir con mis ideas... Mi soberbia y arrogancia se llevaron por delante a un chico inocente... y tan joven...

El ebanista se sujetaba el rostro con las manos, apoyando los brazos en las rodillas. Su voz estaba quebrada, nada del aplomo del día anterior queda en ella.

- Y para hacer de esto más macabro espectáculo esas bestias dan muerte a la señora Bocanegra y, con ella a su enamorado... ¡otro joven! ¡El chico Pablo! De seguro para aumentar mi tormento... Y voto a Dios... que lo están consiguiendo... - las últimas palabras escaparon de sus labios sin apenas fuerzas. - Hoy... entenderé que se me ajusticie... no me atrevo a proponer idea ni acusación alguna... ni manera tengo de defender mi inocencia tampoco. Perdónenme pueblo... no importa si muero hoy, que mi alma ya la condené ayer al mandar a Ramón con el Creador...

Rodrigo, cada uno es dueño de su voto. Tú le criticaste, pero eso no le condena necesariamente, pues eso puede mostrar tu intención de voto, pero no obliga al resto a seguirte. Yo de hecho también me dirigí a él, no con intención de acusarle, pero sí para que aclarara ciertos movimientos que habían resultado, cuanto menos, extraños.

Por otra parte, al ser votaciones secretas, dudo que los lobos esperasen a ver el empate para organizarse, pues no pudieron llevar la cuenta de las votaciones. Otra cosa es que se hubieran organizado la noche anterior y puesto en común para votar a uno, que bien pudo ser Ramón o pudo ser otra persona. Incluso puede que hubiera varios empates.

Y estoy con Lázaro, tenemos que pensar todo bien, sin demorarnos demasiado.

Lázaro, aplaudo y suscribo cada una de tus palabras... Tenemos que intentar hacer autocrítica y, sobre todo, tratar de mantener la calma. Solo de esa manera tenemos alguna posibilidad de sobrevivir.

Ayer los lobos tuvieron poco tiempo para ponerse de acuerdo antes de arrancar con la jornada, pero no pudieron dialogar una noche entera como ha sucedido hoy, y me cuesta creer que nadie imaginase a esas alturas que la primera ronda de votaciones fuese a ser secreta... Por tanto es muy posible que los lobos se hubieran organizado pero no en bloque, sino de alguna forma más disimulada de cara al resto y finalmente terminasen votando cada uno a quien consideraban que más posibilidades tenían de salir elegido.

Fuese como fuese, yo empiezo a tener alguna sospecha más firme que las de ayer, pero me gustaría que se pronunciase todo el mundo antes de comenzar con las acusaciones.

Bueno, pues que empiece la fiesta... Voy a lanzar mi pensamiento. Ya sé que aun tenemos calientes los cuerpos de nuestros compañero pero no debemos caer en la desesperación y en torturarnos Don Rodrigo. No será el primer error que cometamos. Bien. Por mi parte tengo que continuar con mis sospechas sobre Don Miguel de León. He vuelto  releer nuevamente toda la elección a la alcaldía y lo lamento mucho pero su comportamiento, ese día, no hay por donde cogerlo. Usted, después de que el pobre Pablo le votara dijo: "si votara por mi mismo, el único en quien confío plenamente, por obvias razones, solo forzaría un triple empate". Pues esto es lo que me escama. Si solo confiaba en usted "plenamente", ¿como se desmarca del triple empate y no pelea por ser alcalde? A mi, perdóneme, pero aun no me convence. Si sale ejecutado y es inocente, lamento decirle que usted mismo se cavó su propia tumba, y si es un lobo... Bingo!! 
Espero de nuevo su defensa, pero por ahora mi voto irá sobre usted. 
 

- Yo... votaré lo que se decida. - comentó Rodrigo. No tenía ni el ánimo ni las fuerzas para pensar ideas o estudiar sospechas, al menos de momento. ¿Para qué? ¿Para mandar a otro inocente a la tumba? Mejor dejar a los vecinos con más criterio y disposición razonar de manera eficiente en este problema, y poner su voto en sus manos.

Sin embargo, un pequeño detalle sostenía las fuerzas del ebanista evitándo que se derrumbasen. Nadie había puesto sobre sus hombros la carga de ser el verdugo de Ramón (aparte de él mismo). Lo lógico sería que los vecinos le condenasen por ello, pero no... El hombre no entendía bien el motivo de esto, si era confianza en su persona u otro motivo, pero era algo que sin duda le reconfortaba. Él se habría apresurado en señalar como lobo si hubiera sido otro el que hubiera cometido ese fallo.

- Pues ya me imaginaba yo, don Lázaro, que las acusaciones irían contra mi. Sé que hay pocas posibilidades de que me salve del linchamiento, así que intentaré poner mis cosas en orden.

Me habré cavado mi propia tumba, como ud. dice, entonces. Las razones por las que voté a Inés para desempatar ya las dí. Es verdad que por obvias razones sólo confiaba en mi "plenamente", aunque la forma en que contó los votos doña Inés me dieron confianza por su transparencia. No quise seguir dispuntando el puesto porque no ansiaba la posición de poder. Pues mis razones son esas, y evidentemente al pueblo no le alcanzan, pues bien, seré linchado por ese error. Felicitaciones a los lobos ya que sobrevivirán otro dia todos ellos, mientras que nosotros seguimos cayendo. 

Como dije antes, tenía información útil, pero lamentablemente se trataba de los pobres Beatriz y Pablo, ahora devorados. 

Lo único que puedo pedirles a todos, es que cuando se compruebe mi inocencia se analicen con detenimiento a mis acusadores.

Buenas gentes, he estado repasando lo hasta ahora acaecido y quisiera dejar por aquí algunos datos que he observado y que quizás puedan ser de utilidad. Espero perdonen de antemano la extensión de mi intervención:

• Durante la ronda de elecciones a la alcaldía hubo gente que no votó y sobre los que creo que deberíamos encender un foco de atención. Estos fueron: Bartolomé de Castro, Francisco Fernández de Córdoba, Fray Olegario, María de Vellí, Pedro Montes, Rodrigo Belmonte y Rodrigo de Pies Oscuros.
• Por otro lado, durante la primera ronda de votaciones, aunque se propuso decir públicamente el voto de cada uno, hubo ciertas personas que no lo hicieron así. Estas fueron: Inés de Suárez, Bartolomé de Castro, Beatriz Bocanegra, Catalina Rodríguez, Fray Olegario, María de Vellí, Mireille de Remu, Rodrigo Belmonte y Rodrigo de Pies Oscuros.
• Por tanto, si hacemos coincidir ambas listas, hubo ciertas personas que han logrado evitar posicionarse públicamente. Esto puede ser producto bien de la desidia, bien de la oculta intención de ocultar algo. Las personas que nunca han emitido un voto de manera pública son: Bartolomé de Castro, Fray Olegario, María de Vellí, Mireille de Remu, Rodrigo Belmonte y Rodrigo de Pies Oscuros.

Más datos recopilados de las votaciones de ayer. Estos datos están sacados de las intervenciones públicas, por tanto no tienen por qué ser verídicos, pero quizás nos puedan resultar de utilidad:

Por lo tanto, y a falta de 9 votos por constatar, supuestamente los resultados quedan así: Rodrigo Belmonte (3), Miguel de León (3), Ramón Gutiérrez (2), Adela Lastra (2), Catalina Rodríguez (1). Sin embargo, sabemos que se produjo un empate entre Ramón Gutiérrez y otra persona cuya identidad desconocemos.

Rodrigo levanta la cabeza extrañado tras oir a Adela. Sin mucho ímpetu comenta:

- Pero señora, yo si dije que iba a votar. Anuncié que iba a votar al flautista Ramón y así lo hice, recuerde mis palabras...

Que el pueblo vote a Ramón, el flautista que podremos ver que es más can que persona, ¡seguro! Al menos nueve de nosotros debemos acordar públicamente que lo haremos, y los aldeanos honrados así lo harán. Yo camino en este instante a hacerlo.

Y dicho esto Rodrigo entra en la caseta del Capitán para depositar su voto.

Hasta aquí los hechos. Ahora quisiera aportar mi humilde opinión de costurera:

• Por el momento creo que debemos descartar el caso de Bartolomé de Castro, quien parece haberse encontrado indispuesto hasta el momento.
• Por otro lado observo que este cruce de listas me aporta unos nombres que casualmente coinciden con los sospechosos que mi intuición me señalaba. Me explico: desde el principio he observado que tanto Fray Olegario como María de Vellí han sabido pasar de puntillas por todos los temas. Ninguno de los dos ha llegado a mojarse públicamente y sus aportaciones se han centrado en temas tan banales en estos críticos momentos como son la diferencia de clases o la religiosidad. Pero nunca han llegado a señalas a nadie públicamente.
• También aparece el nombre de Rodrigo Belmonte, sobre quien ya me pronuncié en la ronda anterior. Cierto es que resulta un poco necio comportarse de ese modo si tu identidad oculta la forma de un lobo, pero también es cierto que, aunque arriesgada, esta podría ser una estrategia muy rentable si logras no morir en la primera ronda de votaciones. ¿Por qué, don Rodrigo Belmonte, si acusaba con tanto ímpetu y sin apenas pruebas, no hizo público su voto? ¿Por qué, si fue usted el que propuso públicamente unificar los votos de un amplio grupo de aldeanos, después decidió no especificar clara y abiertamente a quién votó? Y después de que un aldeano haya muerto por su inquina e insistencia durante la ronda pasada, ahora usted agacha la cabeza y se autocastiga públicamente, cuando de sobra sabía usted ayer que no tenía pruebas suficientes contra nadie. No comprendo los vaivenes en su comportamiento ni su cambio de actitud, don Rodrigo.
• Por último, aparecen también los nombres de Mireille de Remu y de Rodrigo de Pies Oscuros. A la primera creo que en estos momentos le salvan sus aportaciones al debate común y sobre el segundo no tengo ninguna opinión al respecto, la verdad. Solo quisiera señalar sus escasas apariciones públicas y que sus sospechosos se ciñeron a los que ya estaban acusados anteriormente por otras personas (Ramón, Rodrigo, Miguel y yo misma).

*Actualizo: tiene usted razón, don Rodrigo Belmonte. Ruego que alguien ponga al día los datos más arriba publicados, estoy agotada. En cualquier caso, y aunque en menor medida, yo sigo sospechando de usted y de su actitud cambiante.