Partida Rol por web

Faltan cuatro horas para el amanecer, gracias a que las noches de invierno son mucho más largas que las de verano, si hubiera sido verano ya hace media hora que deberíais de estar descansando. La berlina del sheriff, con el sheriff en el maletero, continua aparcada donde la dejasteis. El coche arranca y tomáis la carretera Sherilad dirección norte, tras quince minutos pasáis la Zona Norte de la ciudad donde se sitúan las casa de lujo, las mansiones y los puertos deportivos; no os detenéis en medio de este lujo si no que continuáis hasta casi salir de la ciudad y llegar a la zona norte norte, la zona industrializada. Los edificios de la zona recuerda a Gary, naves industriales inmensas, grúas pesadas y chimeneas; pero a diferencia de Gary estas no están cubiertas de polvo y las pintura no se ha descascarillado.

El edificio de Michael Standdown es una estructura de tres plantas construida con láminas de hormigo prefabricadas y techo de planchas de metal, es el típico almacén de pequeño tamaño que ocupa una manzana. En la planta baja hay una puerta de carga para camiones y justo al lado una pequeña puerta de servicio. Las grandes ventanas de los dos pisos inferiores están pintadas con pintura negras, para evitar las miradas de los curiosos, y protegidas con rejas de acero.

James dio unaprimera vuelta de reconocimiento, alejado del edificio y simulabndo que paseaba. Después se acercó para examinar el portón de carga y la puerta lateral.

Sebastian bajo de la berlina paseando la lengua por su boca, miro el edificio sin mucho interés aunque se fijo en las ventanas quizás a James le gustase colarse por ellas durante sus hurtos a la clase media.

Como el resto de mis compañeros doy na vuelta al edifio y me fijo luego en la puerta.

La llegada ala refugio de Standdown no augura nada bueno. Está alejada, tiene muy buena visión y parece una cárcel. Secundo la idea de dar una vuelta antes de entrar. Nunca sabes lo que te vas a encontrar.

No encuentras ninguna medida de seguridad extraordinaria en el edificio. No hay ni cámaras, ni verjas electrificadas, ni perros. Solo hay dos puertas de metal cerradas con cerraduras normales y rejas en las ventanas.

No encuentras ninguna medida de seguridad extraordinaria en el edificio. No hay ni cámaras, ni verjas electrificadas, ni perros. Solo hay dos puertas de metal cerradas con cerraduras normales y rejas en las ventanas.

Algo en tu interior te dice que las dos entradas principales seguramente tendrán alguna trampa o detector. Es como si esta situación ya la hubieras vivido antes, puedes que en tu antigua vida ya pasaras por una situación similar.

No encuentras ninguna medida de seguridad extraordinaria en el edificio. No hay ni cámaras, ni verjas electrificadas, ni perros. Solo hay dos puertas de metal cerradas con cerraduras normales y rejas en las ventanas. Pero podría haber trampas, recuerdas de las películas que cortar el suministro electico es una buena manera de eliminar posibles trampas.

Seguro que hay cámaras escondidas en otros edificios y detectores en las puertas, si  Standdown tiene contactos en el FBI su casa será un auténtico bunker. El FBI lo último en sistemas de alarma y antiespionajes. Es inútil entrar sigilosamente, lo más seguro seria entrar rompiendo las puertas con un coche y liarse a tiros antes de que se den cuenta.

Aunque la estructura parecía contener un sinfín de medidas de seguridad, tras observarla detenidamente pude observar que no tenía nada que controlase el exterior del edificio. Pero algo en mi interior se removía, era como si lo reconociese y sabía que las puertas de entrada tenían algún tipo de trampa. Levanté la mano y miré a los que quedábamos. En mi rostro se dibujaba, sin poder evitarlo, una mueca de concentración. La preocupación que nacía en mi interior no me dejaba mostrarme menos preocupado.
-Dadme un segundo chicos. Creo que las entradas están protegidas por trampas. Esperad a una distancia prudencial...
Me acerqué con cuidado a la puerta y comencé a observarla con detenimiento tratando de localizar y desactivar las trampas que viese o intuyese que habría.

James solto una leve risilla ante la preocupación de Thomas.

Vamos, hombre. Esto no es más que un sarnoso edificio de almacenaje. ¿Qué seguridad va a haber aquí?

Parecía que James no había visto lo mismo que Thomas y esaba bastante tranquilo a su lado mientras examinaba la puerta, a pesar del aviso de Thomas.

No, tiene razon, tiene que estar lleno de trampas y nos deben de estar vigilando el FBI y seguro que mas. Mi tono suena preocupado ante lo que he descubierto. Seguro que el tipo al tener contactos con el FBI es una pieza de cuidado, me parece que esto va a ser como un bunker.

-¡Joder!-escupió el vastago al oir a sus compañeros mientras giraba la cabeza en dirección a la comisaria donde se habían dejado sus armas-tomate tu tiempo Thomas-dijo mientras iba a apoyarse en la berlina del sheriff.

Thomas empieza a trabajar en la puerta de servicio, sin herramientas adecuadas el vampiro nómada tienen que improvisar usando varios clips que llevaba en el bolsillo, un chiche, un poco de papel de aluminio y su chuchillo. El minucioso trabajo lleva más de veinte minutos durante los cuales Thomas parece el protagonista de una película de robos. Finalmente abre la puerta y la alarma no salta.

Una vez abierta la puerta se puede ver que el marco de esta estaba llena de pequeños sensores que Thomas ha inutilizado usando con el chicle y el papel de aluminio. La puerta da a un gran almacén que ocupa toda la planta baja del edifico, en el almacén hay varias cajas, un ascensor y unas escaleras de metal. El ascensor está en otra planta, para subir por el habría que pulsar el botón para que bajara, y las escaleras suben hasta la segunda planta donde hay una puerta de metal cerrada.

James se sorprendió al ver los sensores y soltó un leve chasquido de aprobación para Thomas. Después decidió entrar con sumo cuidado, no sin antes prestar mucha atención a todo lo que le rodeaba, no fuera a ver más medidas de seguridad. Con cuidado se dispuso a registrar la planta, mirando las cajas y, sin abrirlas, intentando comprobar su contenido.

Cuando quiso subir por las escaleras se lo pensó dos veces. Ya había cometido un error antes suponinedo que no había seguridad y no quería cometerlo ahora. Prefería que Thomas subiera primero.

Miro a James y Enarco una ceja, no puedo evitar sonreír ante la situación. Aunque la verdad que hemos tenido un poco de suerte. No se porqué me ha dado este púlpito, pero esta sensación de que reconozco este sitio... me quita el sueño.
En el interior el camino es claro, pero a mi no me convence del toso. Una cámara bien colocada nos podría dar un fuerte dolor de cabeza. Soy más partidario de usar el ascensor, pero no de la forma convencional. Con el cuchillo en la mano, me acerco al ascensor, mira do a ver si hay alguna cámara por si hay que desactivarla, y me dispongo go a abrir la puerta, usando el cuchillo para hacer palanca y así, aplicar el menor esfuerzo para abrirla, usando todo el Sigilo posible.
Todos los ascensores tienen una escalera interior, por mi, subiremos por allí. Es mucho más seguro que ir abriendo puertas y estar en posiciones descubiertas.

Thomas volvió a actuar con precisión milimétrica, el chuchillo no era una herramienta era una parte de su cuerpo, con extrema facilidad abrió las puertas del ascensor dejando a la vista el hueco sin iluminar. En el hueco del ascensor se podía ver que el ascenso estaba en la segunda planta y que había unas escaleras de mano pegadas a una de las paredes. Aunque el ascensor estaba en la segunda planta, el espacio entre el ascensor y las escaleras permitía pasar a una persona, y seguir ascendiendo por las escaleras hasta el tercer piso.

Por su parte el rastafari curioso husmeo por encima las cajas del almacén. Todas ellas llevaban el indicativo de frágil y algunas de ellas estaban numeradas, como si formaran parte de algún lote. Lo más seguro es que las cajas correspondieran el material “científico” que Standdown había comprado y del que hablo el periodista sensacionalista. Pero al abrir las cajas no había útiles científicos, si no barriles de gasolina.

James asintió a modo de aprobación para Thomas. Miró por el hueco de la escalera y le hizo un gesto invitándole a subir primero. Después subiría él con todo el cuidado del mundo.

Viendo que ya se habia elegido el camino me coloque en pos de James para seguirles en su ascenso

Sebastian se colocó en la retaguardia prestando atención pero sin mucho interés, miraba hacia atrás para asegurarse de que nadie le sorprendía con 30 cm de madera de arce. Pese a su apariencia no dejaba de resultarle interesante las medidas de seguridad del recinto, dos posibilidades se barajaban dentro de el 

1. el tio es un paranoico 
2. aquí se guarda algo preciado

fuese cual fuese la razón ahí había magra y no se iban a ir sin descubrir de que tipo.