Partida Rol por web

Cuando el chico abrió la puerta la sonrisa de Sebastian se desvaneció para convertirse en una mueca de disgusto

"¿¡que coño a sido de la superfiesta post fiesta!? estos jóvenes de hoy en día no saben dosificarse

Sebastian paso hasta el salon y observó con desdén el grupo que estaba delante

-bien chicos...somos los ayudantes del profesor critias estamos buscando a Chris Coolidge...se a saltado muchas clases y el profesor esta preocupado-barrio con la mirada a los estudiantes con expresión cansada-¡donde esta ese muchacho? y mas importante...¿donde esta la facultad de las animadoras?-aquella ultima pregunta era la importante y se hizo notar ya que estaba hecha con el mismo tono que lo haría al preguntar "¡donde esta la comida!"

-¿Hitchcock? ¿Ese es el presidente de la hermandad o nos hemos equivocado de edificio?- Pregunto Reese en un susurro a su compañero mientras entraban a la casa.

-¿Pero que mierda de fraternidad es esa? ¿Solo en casa, en serio? Pero si la ponen todos los putos años. Esto era deprimente.-Reese se anima a probar sus trucos vampíricos intentando terminar con esto cuanto antes.

Se acerca a ellos y se sienta en el suelo, cerca del uno de los safás fingiendo prestar atención a la pelicula. -Mi trampa favorita es la de los cochecitos de juguete, tenía unos muy parecidos de crio. Un día de acción de gracias los deje delante del dormitorio de invitados. La hermana de mi abuela se llevó un buen “tozolón”. Creo que patino dos metros y medio de pasillo antes de caerse. No veáis como juraba con ese acento de Indiana del este. El castigo mereció la pena. ¿Podéis decirnos algo del muchacho? Os lo agradeceríamos mucho.

Uno de los chicos el que parecía mas mayor fue el primero que hablo. ¡Frank! ¿Por qué cojones has dejado pasar a esos tipos? Pero Frank, “el mayordomo”, ya estaba roncando en uno de los sofás. El chico lanzo un largo suspiro de desesperación. No sé dónde está “Carapan” hace días que no lo veo. Falto a la fiesta de anoche y a la fiesta anterior y a la anterior de la anterior, pero eso es normal en Carapan. Solo Estudia. Solo sale de su habitación para ir a clase o para comer. ¡Es un empollón! Si queréis podéis subir a su habitación y comprobar si no está pegado a la pantalla del ordenador.

En cuanto a la segunda pregunta la contestación fue más animada. La facultad de animadoras está a en Michiga, hay que cruzar a nado el lago, y hoy las estarán cansada. Entonces otro de los estudiantes grita. ¡Les dimos hasta no poder más! Dudo que puedan volver a saltar. Las riasa de los chicos resuenan por todo el salón.

Por otro lado Resse había conseguido que unas cuantas chicas del salón le prestaran atención, puede que fuera la melena rubia y los bíceps bien definidos lo que llamo la atención de las féminas del grupo o puede que fueran sus poderes vampiros. Las chicas rieron la curiosa anécdota del policía.

“Carapan” nunca sale de su cuarto es un aburrido. Contesto una chica rubia

Si es un aburrido y un pervertido. Contesta otra chica que lleva un escote hasta la altura del obligo. Siempre está mirándome las tetas.

Os acordáis el día que le vino a visitar esa chica. Contesto otra chica de tez morena.

¡Si, un puton! Contesta la chica que lleva el escote mas amplio. Imagínate una tía pálida, llena de tatuajes y vestida como si fuera a Halloween todos los días.

Bueno, una gotica. Contesto la chica de tez morena con desdén.

Aquella no estaba siendo una noche muy agradable, primero la destrucción de su mercedes, luego la decepción de la fiesta y ahora un invecil le decia que no podía entrar a un lugar...y a todo eso estaba hambriento, quería sangre y darle una lección a esos universitarios maricas pero los nuevos datos que le llevaban eran incluso mejores...

una gótica, con tatuajes y pálida....quizás, sea el ultimo cabo suelto con cristal...

pensar en la rubia hizo que pensara en su sire, a la cual volvía a querer ver por alguna razón que no entendía y de su sire paso a pensar en las animadoras, quizás debiese comprarse una barca para alcanzar nuevos horizontes pero ahora tenía que conformarse con lo que había.

-bien chicos...-dijo a todos en general mientras se ponia delante del televisor y sacaba su billetera-comencemos de nuevo-y saco un fajo de billetes-Me llamo sebastian Lacroix y como imaginareis chicas este hombre tan cañon y yo somos los de las fiestas tan famosas de Gary-el vastago les tiró el contenido de la billetera a los jóvenes clavados en el sofá-así que esta noche sera la fiesta de las fiestas y correr la voz de que "Sebastian esta aquí y da una fiesta" por todas las fraternidades-dijo dandoles patadas a los chicos-venga vagos ¡para algo inventaron las drogas!.

y traeros unas pocas...que las mías están en el coche.

Sebastian debía tener hambre. ¿Cada vez que se alimentaba tenía que liarla? Pero esta vez parece que no está en sus cabales. Se levanta y lo aparta un poco, susurrándole algo para que los demás no le oigan. –Oye ¿No crees que, si hacen correr la voz con tu nombre y apellido, el que nos mandó a los italianos en moto nos mandara a más gente? Esto podría ser una batalla más que una fiesta. Y patear a la gente no me parece la forma más correcta de motivarla.

Algún día Reese iba tener que comenzar “la charla” con Sebastian. Pero era muy difícil decirle a alguien que las drogas le hacían ponerse muy antipático cuando estaba con el mono y que por su propio bien debería dejarlas. Además Sebastian no era un vulgar drogota, para sus chutes tenía que inducir a una persona a drogarse y luego beberle la sangre. Era más inmoral si cabe.  

El Psiquiatra miró al poli largamente hasta que al final este cedió-llevas razón...pero aún así debemos montar esta fiesta...eso les dará a Los italianos un lugar donde no estaremos...ademas...necesito unos cuantos tragos estoy seco.

-En lo de la sed estamos igual.- Asintio Reese. -Vamos a ver que montan estos críos, tomamos unos sorbos durante la preparación y nos vamos a buscar a la tipeja pálida. Pero primero vamos a registrar su dormitorio. ¿Si nos llevamos su disco duro, sabrás investigar que hacía con su ordenador tantas horas? Reese sabe un poco de informática, usuario básico. Pero lo suficiente para saber que los secretos de un tipo que pasa horas y horas delante del pc estarán más que protegidos. Quizá alguno de los muchos contactos de Sebastian pueda sacar algo. Pueden llevarse las tripas del pc en una bolsa y dejar la carcasa para que nadie se de cuenta.

Luego se vuelve al grupo -Mientras empezáis a preparar la fiesta que mi generoso amigo ha costeado, vamos a ver si está en su cuarto. ¿Nos acompaña alguien?- Esto último lo dice con una sonrisa a una de las chicas. Registrar la habitación y alimentarse, dos pájaros de un tiro.

Sebastian miro a Resse con el ceño fruncido-puedo echarle un vistazo...también podría llamar a mi secretaria para que me ayudara y perder menos el tiempo, clonamos el disco y listo-por su rostro paso una fugaz señal de preocupación-es posible que nuestra amiga sea la que iba con Merlín la ultima vez.

cuando Resse hizo la petición el psicogologo dudo en si ayudar o no, pero al ver la reacción de las chicas desecho la idea y subió detrás de ellos, dando conversación si cabia para ayudara a su Bro.

Las caras de los chicos era todo un poema, no sabían quién era Sebastian Lacroix y cuales eran esas famosas fiestas de Gary ¿pero cómo era eso posible? Puede que fuera cuestión de edad y dinero, los universitarios no solían visitar los casinos o al menos estos no. También parecía que no estaban con muchas ganas de fiesta, alguno remoloneo en su sofá pero ninguno se levantó. Lo máximo que consiguió Sebastián fue que uno de los chicos le indicara que las cervezas están en la nevera de la cocina. Los universitarios ya no eran lo que eran. ¿Es que no tenían drogas?

Por su parte Resse estaba teniendo más suerte en la pesca, una de las chicas se mordió el labio y se puso en pie cuando el policía pregunto si alguien quería subir a la habitación. Todo el mundo sabía a qué se refería el tío chacas con “subir a la habitación”. La chica no era una supermodelo, era una chica normal que seguramente no tuvo la despedida de año que esperaba y quería solucionarlo con una buena entrada de año.

Cuando suben arriba Reese pregunta sutilmente lo que quieren saber: -Dinos cual es el cuarto del chico y mi compañero se encarga… y mientras… no sé… ¿me enseñas el tuyo?- añade en tono “traviesito”.  En cuanto entren al cuarto, Reese le comera la boca. Al minuto se separará de ella para bajar las cortinas. -lo siento soy un poco timido- y volverá a besarla, esta vez bajando al cuello.

Sintiéndolo en el alma no tenía tiempo ni fuerzas para echarle un “polvo de año nuevo” a aquella pobre chica. Tendría que buscar otra forma de superar el trauma de que un año de mierda había pasado para dar lugar a otro año de mierda. Así que tras tomar unos tragos rápidos con regusto a sudor, champan y coctel de gambas, la deja en la cama. Se vuelve hacia el cuarto de “Carapan” Donde posiblemente Sebastian este empleando sus poderes de cabezologo para hacer un perfil del alumno brillante.

El cuarto es pequeño, apneas cabe la cama, el escritorio y el armario. Las paredes están llenas de poster de grupos de músicas “Pop” y fotos de paisajes. La chica no pone objeciones correr las cortinas y se deshace en tus brazos, el mordisco es tan placentero como un orgasmo, o mejor, has oído le leyendas de que muchos humanos se vuelven adictos al beso. La sangre apaga tu sed poco a poco, pero no es suficiente, bebes sin preocuparte de la chica tienes mucha sed, la pelea con los moteros te ha dejado exhausto. Solo un poco más y la dejo. Piensas, pero ese poco más puede suponer la muerte para la chica. De repente la vibración y el tono de llamada del móvil te obligan a parar de beber. ¡Maldito móvil! Las nuevas tecnologías te han fastidiar un bonito trago o puede que le haya salvado la vida a la chica.

En la pequeña pantalla del teléfono brilla un nombre: “JAMES”.

Rápidamente Reese le da una lamida en el cuello que cierra los dos agujeritos por los que hasta hace poco manaba la vida caliente de la joven. Casi agradecido porque una llamada le haya interrumpido. -Esto no puede repetirse- se recrimina a si mismo. Con suavidad deposita a la muchacha en la cama.

Si esta chica conoce a carapan, y esta chica conoce a James, entonces quizá carapan y James se conozcan. Eso  de coger dos frases y sacar una conclusión tenía un nombre que ahora no recordaba. Con ese pensamiento se animó a coger el teléfono.

-Hola, James supongo. No te asustes, es que la dueña del teléfono se lo ha dejado en el salón. Me llamo Ree… Rick. Espera que se lo subo.

La chica te indica una puerta con una mano mientras que con la otra arrastra a Resse a otro cuarto. Antes de cerrar la puerta de su habitación la chica cuelga un sujetador del pomo de la puerta con una sonrisa de satisfacción. Hoy el grandullón ha triunfado sin necesitar ayuda.

Abres la puerta del cuarto de Chris Coolidge, alias Carapan, que da a una habitación pequeña donde apneas cabe la cama, el escritorio y el armario. Todo está pulcramente ordenado, la cama está hecha, todos los bolis están dentro del estuche y los apuntes en montones perfectamente alineados en el escritorio junto a un ordenador. Colgada de la pared solo hay una foto dentro de un marco de madera, la foto de tamaño cuartilla muestra a una familia feliz un hombre y una mujer de unos 60 años y un chicho de veintipocos años. El chico debe de ser  Chris.

Rápidamente Reese le da una lamida en el cuello que cierra los dos agujeritos por los que hasta hace poco manaba la vida caliente de la joven. Casi agradecido porque una llamada le haya interrumpido. -Esto no puede repetirse- se recrimina a si mismo. Con suavidad deposita a la muchacha en la cama.

Al ver que se trata del grafitero descuelga inquieto, saliendo de la habitación, dirección a la de carapan para reunirse con Sebastian. -¿Qué pasa James?... ¿Cómo va todo?...- pregunta inquieto sin saber hasta dónde puede decir, y esperando que sus amigos estén sanos. Habían sido unos locos por montarse en un helicóptero al rallar el amanecer.

Sebastian dejo a su compañero disfrutar de la universitaria y observó como se lo llevaba a su habitación con una sonrisa, cuando entró a la habitación de "carapan" se llevo una grata sorpresa al ver el orden,

"así será mas fácil buscar"

rebuscó en todos los sitios que pudo, cajones armarios, en busca de diarios, notas o cualquier cosa que pudiera albergar algún tipo de información sobre el aparte de con que se la pelaba entre tema y tema.

finalmente miró en el escritorio del ordenador y lo encendió, lo mas seguro es que si había algo que buscar estaría ahí, se sentó en la silla y busco mientras esperaba a Resse.

Rebuscas por toda la habitación y aparte de la foto y un numero de teléfono apuntado en la primera hoja de un cuaderno no encuentras nada mas de interés, al lado del numero de teléfono aparece el nombre “Abraham DuSable”.

Estas aporreando el teclado del ordenador, no hay nada de interés solo porno, cuando aparece Resse hablando por el teléfono en la habitación.