Partida Rol por web

Todo lo que ocurre es bastante como para que Beth pierda la cabeza, estaban matando a su amiga Gillian y estaba todo lleno de sangre. Aunque Gillian parece que no había perdido el conocimiento y podría salvarse. Pero su falta de reacción a tiempo y que Beth no llega a quitarle el hacha a aquella tipa gorda, hace que llegue otro hachazo por parte de la conserje y acabe así con la vida de Gillian.

Betsy grita triunfante cuando acaba con Gillian.

-¡Sí! ¡Ahora te toca a ti- señala a Beth con el hacha y se mueve poco a poco hacia ella, con intenciones de hacerla papilla de animadora.

Las tres sufrís algunos daños por la explosión, pero lo más importante parece ser encontrar wifi de nuevo un teléfono. Que falte parte del equipo, perdido entre los árboles, o a saber, no era importante. Caminar hasta las cabañas de nuevo os lleva un rato, pero finalmente encontráis una de las cabañas que sirven de oficinas.

La luz por suerte parece funcionar y veis que el interior es un caos. Desde luego Kim no era muy limpia que digamos, ser un robot-animadora-asesino no te daba concepto de orden al parecer.

En las paredes hay trozos de animales muertos, que eran de todo menos vegan friendly. Allí hay un teléfono de esos de línea fija, porque el 5G no aparece ni tras haber acabado con aquella zorra.

Al descolgar da tono y la línea de tierra parece funcionar.

-Oh, sí, coge ese dulce y afilado trozo de metal...

-dice la voz en tu cabeza, mostrándote exactamente dónde recogerlo.

-Guárdalo, el momento llegará-

—¡Nooooo Gilly! —volvió a gritar Beth. Chillido tras chillido. La verdad era que el espectáculo había sido dantesco. Hachazo tras hachazo contra su amiga —¡Ahora nunca descubrirás que fui yo la que te hizo esas fotos!

Bueno, ella y la jefa, pero la jefa llevaba siendo idiota muchas horas, y no las había sacado de allí.

—Bueno, cerda de mierda, ahora somos tú o yo... —exclamó y se lanzó a por ella. Ya estaba más allá del bien y del mal. Sólo podía acabar con ella o morir en el intento. 

Que era lo más probable que sucediera, pero al menos no viviría para recordar ver a su amiga despedazada. 

Una llegaron a la cueva oficina de Kim y una sensación de asco le produjo a Eleanor, pero lejos de decir nada revisó con la mirada cada detalle entre la mugre y el desorden. Su objetivo era un teléfono y aquel patito le vino de perlas, así que aprovechó a acercarse con tal de dar aviso. 

—Es momento de que nos vengan a buscar chicas, esto tiene tono—comentó y agregó—. Después buscaremos a las chicas, nos aseguramos primero de que venga alguien. ¿Les parece bien?

Sin más comenzó a discar el número del móvil de su padre, era el único que recordaba y esperó paciente a que le coja la llamada. 

Y todo parece indicar que has muerto, pero no. Tus esfuerzos y rezos y velas negras parecen haber tenido su efecto en algo. Tu alma no llega ni al cielo, ni al infierno, sino que queda flotando en una oscuridad que te da la bienvenida. Estás rodeada de cosas que acojonarían a cualquiera, pero claro, tú habías cerrado afters y habías visto terrores que no tenían nombre. Aquellas cosas que ves ahora son un paseo por un parque infantil.

Una luz azul llama tu atención y ante ti aparece tu señor. Porque sí, al que hacías pequeños sacrificios no era Satán, por favor, ese es un aficionado. Ante ti tienes al mismísimo Cthulhu ¿Por qué elegir un mal menor? 

-Gillian, te devuelvo a tu cuerpo-

dice la voz en tu cabeza, porque habla directamente en tu cabeza.

-Pero tendrás que acabar con aquella que llaman Alyana, quiere impedir que entremos en vuestra realidad-

Y con todo dicho despiertas. Tu cuerpo es tu cuerpo, pero a la vez no, porque hay muchas cosas que no sientes. Quiero decir, estás muerta. Por tu pierna no parece que puedas hacer mucho, pero no te duele, ni sangras y eso es un avance. Tu pelo azul ha cambiado un poco, de hecho en lugar de mechas azules tienes unos tentáculos muy cucos que bailan y se mueven a su propio son.

Aquella voz en la cabeza daba buenos consejos, sin duda. Agarró discretamente el trozo de metal afilado y se lo guardó en el escote. El único sitio donde estaba a buen recaudo. Siguió a sus compañeras hacia la cabaña de Kim.

Una vez allí, dejó que las chicas llevaran la iniciativa buscando medios para comunicarse con el resto del campamento. Jennifer aguardó, con la mirada perdida, a que la voz le dijera cuándo era el mejor momento para actuar.

-Buena idea Ele -aquella chica siempre había tenido cerebro. Aunque le faltaba un poco más para suponer una amenaza para su liderato del grupo-. Danni, usa el micro -siempre te ha gustado coger cosas con forma de falo-. Dile a todas las animadoras que se encierren en sus cabañas y no salgan. No sabemos si el resto del personal del campamento es igual que Kim.

En aquellos momentos reveladores, alcanzo a comprender dos grandes realidades.

La primera, que ese era el Dios con el que me había sentido conectada desde el principio. Aunque se muestre ante mi como otra cosa que no esperaba, como algo que ni yo misma conocía... Pero es Él. Algo en mi cabeza lo sabe y lo siente. Reconozco la energía vibrante que tantas veces me había recorrido el cuerpo, cual Santa Teresa de Jesús pero con acceso ilimitado a mdma.

La segunda de las realidades es que había habido algún tipo de malentendido en la búsqueda de Google y que las oraciones no eran para Satanás:

Ph’nglui mglw’nafh Cthulhu R’lyeh wgah’nagl fhtagn

Al volver en mi siento una gran paz y la satisfacción de haber encontrado el sentido a mi existencia. No era casarme con Josh, ni conseguir hacer un garganta profunda con algo más de práctica. Tampoco lo era demostrar que el ayuno intermitente es mucho más efectivo si se combina con dieta keto. Mis cometido era servirle a Él.

Mi garganta gorgotea, emitiendo de primeras un quejido gutural cuyas notas emanan sensaciones procedentes de un pozo de locura y depravación. Un sonido que inspira horrores insondables. La pituitaria capta de inmediato olores que se antojan tan adictivos como el Axe de Josh después de ducharse o el aroma de un fajo de billetes recién salido del banco. En esta ocasión el nuevo olor sabe a necesidad y tengo que poner mucho de mi parte para distinguir entre carne de gorda y carne arpía. 

Me arrastro por el suelo, lenta pero inexorablemente, mientras la gorda trata de atacar a Beth y Beth trata atacar a la gorda. La Gillian del pasado temería por su amiga, por si se queda atrapada en alguno de eso pliegues de sebo. Pero la de ahora... CARNE. Fresca y viva.

- Gorda traicionera... - digo en voz gutural y muerdo con fuerza uno de los atocinados tobillos de Betty.

Danni se sintió irremediablemente atraida por el micrófono como mosca a la mierda. Ese era su territorio. Llamar la atención.

Obviamente, no era como su Sony C-800G. Y por supuesto, no era como el FS Pro II con el que hacía sesiones de ASMR de lamer cipotes orejas como si fueran pollas orejas en bragas.

Pero algo es algo. Lo encendió y le dio un par de toquecitos a la rejilla para comprobar que sonara por los altavoces. Se sintió súper profesional. Había nacido para los medios. Carraspeó ligeramente y acercó los labios al micro.

—¡¡¡OoooooliiiiiiiiiSssssSsssss Danniellers!! —dijo, melosa y cómplice con su audiencia.— ¿Me echabais de menos, cariñitos? Tengo taaaaaaantas cosas que contaros, quedáos conmigo porque vais a flipar. Pero antes, ya sabéis: dadle a like, suscribíos a mis canales y mirad todas las novedades de la danniwhislist. Papitos, zorras, hoy vamos a pasarlo muuuuuuy bien y ya podéis ir quitánd...

Espera, no. No era eso.

Se apretó el entrecejo, concentrándose. No, no era eso.

Kim, vieja, cirugía extrema, kaboom, amiga muerta, abogados, demanda.

Sí, eso sí.

—Joder.

Se recompuso en unos segundos. Tomó aire.

—Y todo eso es lo que tendremos cuando salgamos de aquí, chicas. Pero antes: ¡ATENCIÓN TODAS! ¡ATENCIÓN, JODER! ¡Se acabó el juego y el puto campamento! ¡Todas de vueltas al centro! ¡A las cabañas! ¡Están pasando cosas muy raras! ¡La Kim y su gente son hijas de puta y está muriendo gente! ¡Dannielers, volved a las cabañas, que hay que elegir a la reina!

Tragó aire.

—¡¡¡TÍASSSSS!!! ¡BETH, GILLI! ¡VOLVED CORRIENDO, TÍAS! ¡QUE HAN MATADO A YANET!

—¡¡¡REPITO!!! ¡SE ACABÓ ESTA MIERDA! ¡REUNIÓN DE TODAS LAS ANIMADORAS! ¡HAY QUE REPARTIR HOSTIAS!

Se giró a Jenni y Eli, sonriente.

—Bueno, pues ya está arreglado. Ya saben todas dónde estamos. TODAS.

Todas.

TODAS.

—Ehhh...

Y mientras Beth se creía a Gillian muerta y confesaba un secreto máximo entre chicas, su amiga se encontraba en el otro mundo con ese Satanás al que rezaba cada noche, al que ponía velas negras y al que ofrecía pelos púbicos de sus amigas robados en secreto de los vestuarios de chicas.

Así que Beth intenta sacarle el hacha a Betsy, sin mucho éxito. Pero pone en una posición fácil a la conserje para que Gillian le pegue un buen mordisco, arrastrándose desde donde está y llevándose un bocado de la pierna de la gorda.

-¡Hija de puta!- le grita dolorida tratando de darle una patada de vuelta, sin mucho éxito.

La megafonía se enciende antes de que las chicas puedan intercambiar palabras, sobre esas fotos filtradas, sobre Betsy o sobre cómo Gillian ha vuelto de entre los muertos.

—¡¡¡OoooooliiiiiiiiiSssssSsssss Danniellers!! —dijo, melosa y cómplice con su audiencia.— ¿Me echabais de menos, cariñitos? Tengo taaaaaaantas cosas que contaros, quedáos conmigo porque vais a flipar. Pero antes, ya sabéis: dadle a like, suscribíos a mis canales y mirad todas las novedades de la danniwhislist. Papitos, zorras, hoy vamos a pasarlo muuuuuuy bien y ya podéis ir quitánd...

Una pausa de reflexión de aquella voz que pertenecía sin duda a Danni.

—Y todo eso es lo que tendremos cuando salgamos de aquí, chicas. Pero antes: ¡ATENCIÓN TODAS! ¡ATENCIÓN, JODER! ¡Se acabó el juego y el puto campamento! ¡Todas de vueltas al centro! ¡A las cabañas! ¡Están pasando cosas muy raras! ¡La Kim y su gente son hijas de puta y está muriendo gente! ¡Dannielers, volved a las cabañas, que hay que elegir a la reina!

Otra pausa.

—¡¡¡TÍASSSSS!!! ¡BETH, GILLI! ¡VOLVED CORRIENDO, TÍAS! ¡QUE HAN MATADO A YANET!

—¡¡¡REPITO!!! ¡SE ACABÓ ESTA MIERDA! ¡REUNIÓN DE TODAS LAS ANIMADORAS! ¡HAY QUE REPARTIR HOSTIAS!

Y cuando acaba el mensaje y se dan la vuelta, un gruñido llama su atención... 

¡Betsy había vuelto de entre los muertos!

El padre de Eleanor le coge el teléfono, tras varios tonos porque el último petardo que se habían fumado entre su mujer y él había pegado fuerte. Así que se extraña de ver que le llaman a esas horas al móvil. Tiene un pensamiento de no cogerlo y dejarlo sonar, hasta que ve el nombre de su hija.

Habían decidido aprovechar que su hija se iba de campamento para ir a un pequeño festival la semana. No era tan grande como el burning man pero no tenía nada que envidiar en la cantidad de drogas y al final del festival todo el mundo quemaba su ropa interior.

-Dime, cariño. ¿No deberías de estar durmiendo?- pregunta con una voz de ir evidentemente colocado y luego se ríe solo. 

En cuanto Danni suelta el micrófono oyen una marabunta de niñas acercarse a la zona.

-¡Danniiiiiii!! ¡Te queremos!-

Parece que las Dannielers habían acudido a la llamada de su diosa-streamer favorita. Quizás no solo habían acudido las niñas, puesto que la megafonía del campamento era importante para que se oyera en toda aquella orilla del lago. Pero eso no era lo importante, lo importante era que podrían salvar a las niñas o algo.

-¡Danni, ¿dónde estás?!-

-Pero mátalas, ¿a qué estás esperando? ¿A que venga más gente?-

Le increpa su yo interior a Jennifer. No parecía contenta con que aquello se estuviera llenando de niñas.

-Mata a las malditas animadoras estas, ¿a qué esperas? El trozo ese de metal no va a crecer porque te lo metas en el escote-

Llamar a su padre fue una idea quizás estúpida, pero a veces podía ser una iluminación a lo Buda. Así que por ello es que fue el elegido, aunque podía imaginarse cualquier tipo de contestación, le sorprendió que fuera aquella. 

—¡Papiii! Te necesito, sabes... Lo estoy pasando fatal en el campamento. ¿Puedes venir a buscarme?—dijo en un tono algo apesadumbrado—. Por fi, veeeeeeennn. 

Se fio de que su padre dentro de su locura psicodelica podía venir a rescatarla. Aunque eso implique un viaje en van y toda la locura hippie que se trae. Cualquier cosa servía con tal de abandonar el campamento del horror.