Partida Rol por web

Agarras las muñecas de la mujer y las apartas de tu cuerpo antes de comprobar si es capaz de ensartarte. En el mismo instante, tus ametralladoras vuelven a desplegarse apuntando a la mujer. Esta se desprende de tu presa y salta hacia atrás dando vueltas como una gimnasta en unas olimpiadas. Las ráfagas intentan alcanzarla pero es rápida. El asfalto se levanta en pequeños surtidores y algunos proyectiles impactan en los restos del camión. Sin embargo, un gemido ahogado te indica que al menos uno de tus balas ha dado en el blanco.

Vaya, es ágil. Se ha zafado de mi presa con relativa facilidad. Pero no es tan ágil como para esquivar las balas, por suerte para mí.

Ahora está herida. La adrenalina hará que no note el disparo hasta dentro de unos momentos. Entonces es cuando empezará a moverse más despacio y a notar el dolor. Tengo que aprovecharme de eso. Salto hacia ella con las dos manos abiertas, disparando energía por mis manos, de forma que si fallo al menos no se quedará quieta esperando a apuñalarme, lo cual me beneficiará si su herida es grave.