Partida Rol por web

Menos mal que me controlé antes de lanzarme contra esos dos mutantes, por lo que estaban hablando entre ellos parecían realmente poderosos por separado, mucho más si unían sus fuerzas y actuaban conjuntamente.

Tenía que reconocer que mi armadura no estaba preparada para combatir a esas dos cosas a la vez.

Decidí seguir a la escucha, necesitaba más datos.

Miré al señor Smith de arriba a abajo con una ceja levantada, se notaba a la legua en la expresión de mi cara que no me agradaba y no lo oculté -Teniendo en cuenta lo difícil que es la vida de los nuestros es normal que desconfíe- gruñí levemente -además no le conocemos... como podemos estar seguros de que no puede contra nosotros... un hombre como usted seguro que está bien protegido... además ¿cómo demonios tiene información del accidente del hombre de la armadura de metal?- aquellas palabras eran las que más me habían impactado porque aquella vez estaba segura de que nadie nos había visto, si sabía eso ¿también conocería donde se encontraba la casa de Ángel?
Respiré profundamente intentando tranquilizarme pues sabía que Em nos estaba viendo y escuchando desde el otro lado de la calle y no quería asustarla -Vamos a hablar cara a cara... estoy dispuesta a escucharle... pero con la verdad por delante... ¿qué es lo que sabe de nosotros?-

-Mi organización se encarga de monitorizar y controlar todo movimiento mutante que ocurre en Nueva York. Desde  hace años estamos estudiando el fenómeno mutante. Su amigo -dijo señalando a Ángel- no ha pasado desapercibido. Ha ayudado a la gente y la gente habla. El único que ha salido a la luz pública ha sido el mutante conocido como Llama.

-Es cierto, conozco algo sobre él -asintió Ángel.

-Como ve, tenemos dinero y tenemos equipamiento. No es muy difícil seguirles el rastro. Sobre todo si se enfrentan contra otros mutantes. Sin embargo, lo que nos preocupa son los mutantes que se pasan al otro bando. Los que cometen crímenes. Porque, desgraciadamente, ellos están organizados y nosotros no. Nuestra finalidad es conseguir que los chicos buenos trabajen todos como equipo. Tenemos nuestros motivos. El tiempo apremia y ya hemos empezado a reunir un grupo. Quiero que vosotros también entreis a formar parte de dicho grupo. 

La cosa parecía ponerse empalagosa. La mujer atrajo a Llama hacia ella como si fuera a besarle. Sin embargo no te dejaste engañar. De alguna manera parecían haberse dado cuenta de que estabas por allí. Incluso te parece que los ojos de la mujer pasan por encima de ti en un par de ocasiones.

Recordé entonces a la mujer con la que me había encontrado, la que había atracado aquella joyería frente a mis ojos. 

-No voy a negar que han pasado muchas cosas extrañas últimamente...- tragué saliva intentando relajarme -TAmbién se habla mucho el periódico de un "asesino de las dagas"... ¿se trata también de un mutante?-Me costaba mucho creer que los de mi especie fueran tan agresivos, aunque después de haber visto mi reacción inconsciente en aquel callejón me resultaba más sencillo

-Entonces...si monitarizáis todo movimiento mutante...-  dije con el ceño fruncido -...de los que hemos permanecido en las sombras ¿sabéis algo?- estaba ansiosa por saber qué era lo que sabía de mí. Estaba segura de que había pasado desapercibida todo aquel tiempo pero si en realidad no había sido así, me cabrearía mucho.

¡Mierda, me han visto! - dije al comprobar que la chica me había descubierto.

Si algo tenían los mutantes "buenos" eran que no me atacarían si yo no lo hacía primero. Y en estos momentos no pensaba aún hacerlo. No mientras estuvieran juntos.

Encendí mis propulsores y volé hasta donde estaba la parejita.

Hola, ¿interrumpo? - les pregunté - Parece que estáis en mitad de una cita. Os habéis adelantado con la androide, estaba tras su pista desde que lo del asalto al banco.

Como no. Esto es lo que pasa cuando haces estas cosas sin haberlas hecho antes en tu vida. Supongo que tendré que entrenar o algo.

El tipo está alerta. Y los ha alertado a ellos. No importa, la zona sigue a oscuras. Me lanzaré a por él y me lo llevaré conmigo. Pero si me esquiva, volaré a ras de suelo, entre los edificios, y me acercaré a los guardias que queden aislados. Al fin y al cabo, todos vendrán hacia aquí, pero siempre se deja a alguien vigilando. O por lo menos eso pasa en las películas. Joder, lo que daría por un sistema de apuntado. Un par de misiles resolverían esto mucho más rápido que toda esta parafernalia, pero temo lanzarlos y que acaben impactando contra algún transeunte, paloma o cualquier otra cosa excepto mi objetivo.

-Sólo monitorizamos a los mutantes activos, señorita. Los que permanecen en segundo plano, sin llamar la atención, no representan un peligro -respondió Smith mirándote como si fuera capaz de leerte el pensamiento- ¿Eso la tranquiliza, señorita...? -dejó la pregunta en el aire esperando a que le dijeras tu nombre.

Intentas llevártelo contigo pero el guardia es bastante ágil y te esquiva lanzándose al suelo. Te pierdes en la oscuridad mientras el tipo grita llamando al resto y recupera su rifle. Te lanza una descarga que suena como una andanada de truenos en el silencio de la noche. Ninguna de las balas te alcanza. Tal y como suponías, todos acuden al grito. Drill, en un alarde de inteligencia, grita:

-¡Dispersaos, tiene que estar por aquí!

La rusa aparece en la puerta del almacén.

-¿Qué demonios está pasando, Drill?

-¡Nos han atacado! ¡Seguro que es él!

-Cerebro de mosquito -dice ella con crueldad-, déjale y acabemos de cargar el camión. No podrá contra nosotros dos. Le volveremos a vencer como en Vermont ¡Pon a tres guardias fuera y ven aquí de una vez, necesitamos tu fuerza!

Desde que entré a la sala había estado a la defensiva pero aquellas palabras lograron que me relajara un poco y me atreví a contestar, no sin antes meditar lo que le iba a contar y lo que no <Si a él le llama Ángel, a mi me llamará...> -...Sky...- dije con algo de desgana -puede llamarme Sky...- suspiré relajándome un poco, descrucé los brazos abandonando mi posición defensiva y miré a Ángel antes de continuar -supongamos... que nos fiamos de usted y aceptamos ayudarle... ¿usted nos daría órdenes? ¿qué puesto o actitud deberíamos adquirir hacia usted u otros como nosotros?- la idea de recibir órdenes no me agradaba pero sabía que Ángel se moría por ayudar así que intentaba estar abierta a posibles cambios.

-Nada más lejos de mi intención que dar órdenes, Sky -dijo Smith levantando las manos-. Simplemente la organización actuaría de informadora, comunicando las posibles crisis en las que su intervención sería necesaria. En cuanto al organigrama de su grupo, eso ya quedaría a discreción de sus miembros.

Joder, la hostia, que torpe soy. O que bien entrenados están estos maricones. Probablemente sea lo primero.

Van a acabar de cargar el camión. No importa, no saldrá de aquí. Y si sale, pararlo no será ningún problema. Más si tenemos en cuenta que la zona está a oscuras y tendría que dar las luces. No, sería fácil de localizar.

Si Drill entra, yo tendré que sacar algo: Tripas. Apago los propulsores para dar una voltereta en el aire y los vuelvo a encender, volviendo a donde he venido, donde se supone que estarán los tres guardias que se iban a quedar fuera.

Asentí nuevamente -No sé que decir... en realidad la idea no es tan mala...- miré a Ángel momentáneamente buscando alguna expresión que me ayudara en la decición y luego volver a mirar al señor Smith -¿Ha dicho grupo? ¿trabajaríamos junto a otros mutantes?- pregunté con curiosidad. Me gustaba esa idea, así podría conocer a otros como yo.

Regresando hacia el almacén, puedes ver a los tres nerviosos guardias con las armas en ristre apuntando en todas direcciones. Uno de ellos mira ceñudo hacia la puerta por donde ha desaparecido Drill. Dentro, oyes gritos, órdenes y ruido. El motor del camión se enciende. Parece que están a punto de irse.

-Pues claro, señorita... Sky. Esa es la idea de todo el proyecto. Que los superseres que se preocupan por la humanidad puedan luchar juntos por la misma causa. Y de paso que la gente sepa que no están desamparados ante la nueva criminalidad, que sus héroes están junto a ellos y que van a vencer. Todos vosotros por separado tenéis habilidades únicas. Imaginad lo que podéis hacer juntos.

Miré de reojo nuevamente a Ángel y pensé en si debería hablarlo con él antes pero estaba segura de que la idea de ayudar a la gente le agradaba por lo que no habría mucho que discutir

-De acuerdo... creo que podemos hacer la prueba -dije mirando a Smith con el ceño fruncido -pero quiero que conste que no estamos obligados a estar aquí... si en algún momento decidimos que no queremos seguir aquí podremos negarnos... -No quería tener que acatar órdenes toda la vida y la idea de seguir a pie del cañón estando bajo peligro de muerte no me agradaba así que deseé que no nos obligara a seguir si nos negábamos.

Hum, parece que se largan. No puedo entretenerme con estos payasos. Pero sí puedo utilizarlos de munición distractiva. A los demás, tendré que matarlos otro día. De momento, tengo que parar a ese camión. Así pues, bajo en picado hacia los guardias, dispuesto a coger uno y llevármelo, y luego salgo volando hacia donde va a salir el camión, para seguirlo desde arriba y planear que hacer. 

-Por supuesto señorita Sky. Esto no es un contrato con una empresa ni nada por el estilo. Si aceptan, que veo que van a hacerlo, les pondré en contacto con los otros superseres que han mostrado interés en formar parte de nuestra organización. Debemos darnos prisa, el tiempo apremia ¿Tienen alguna otra duda o alguna pregunta que quieran formular?