Partida Rol por web

- En fín, quien está de acuerdo con esa idea?- preguntó Machorys refiriéndose a las palabras de Robbin, levantando una mano en señal de que él si que lo estaba- podríamos organizarnos mientras las mujeres preparan la comida y luego, aprovechando que nuestros estómagos estén llenos y recobradas las fuerzas, podríamos empezar sin más pérdida de tiempo. Robbin- le dijo a éste antes de que se despidiera en dirección al castillo- Digale a nuestro señor que necesitaremos más manos y víveres para poder aguantar estos días- su gesto ahora era serio - nosotros vamos a hacer todo lo que podamos...que no nos dejen de lado...

En tanto, amodorrado por el sol que le da en la cara, el borrachín sigue con su autoimpuesta tarea... terminar de consumir el contenido de su bota antes de que la comida esté lista.

Sin analizar si participará de las tareas de reconstrucción, de hecho sin ninguna intención de hacerlo, descansa al sol, esperando que las cocineras llamen a comer a todo el mundo.

Bien...así lo harédeja pasar unos segundos...que decís los otros?

Ante la pregunta Tibbe se aparta un momento de William y contesta:

Para mi lo prioritario ahora mismo es encontrar a mi hijo. Después ya veremos. No tengo nada mejor que hacer, pero mi familia va primero.

Luego se gira de nuevo hacia su aprendiz.

Te entiendo Tibbe, pero no eres el único que busca familiares...si nos organizamos podemos buscar a los desaparecidos y enterrar los muertos.

Luego de rezar largo rato junto al padre, me doy cuenta de que el buen Obe se ha acercado para decirme unas palabras de consuelo, con gran agradecimiento le tomo las manos y le beso la mejilla

ya no hay nada mas que puedas hacer por mi, Gracias, a partir de ahora debo seguir mi camino sola, tu deberias poner de tu parte para reconstruir el pueblo...

Acercandose a Tibbe suerte de encontraros bien maestro... no os sulfuréis, tengo que daros una mala noticia, he estado buscandos todo este tiempo para contaroslo... hace una ligera pausa y traga saliva... su hijo Leo está muerto, su cuerpo está ahi fuera, le he traido yo mismo en brazos, vaya a verle y a llorarle, pero deberíamos como dicen ellos ayudar a recoger el resto de cuerpos y enterrarlos.

Las dos mujeres trabajan concienzudamente, y prueban aquel potaje, y siguen mezclandolo hasta que deciden que ya está listo para ser digerido.

Yo estoy con mi amigo Marchoris grita alto Estamos perdiendo todo el día! pongamonos manos a la obra

al ver que la gente no tiene nada mas que añadir Robbin mira a Dwirm Hölgut

entonces me acompañara a hablar con nuestro señor? mientras el resto busca a la gente desaparecida?

-Señor, - intenta llamar la atención de Dwirm Hölgut - ¿podría dejarnos el carro? Nos sería muy útil para recoger a los muertos.

El monaguillo se limita a seguir al Padre como un "perrico" sin abrir la boca... Al fin y al cabo es un niño.

Al oír de la muerte de Dewekiuns me quedo unos instantes de pie, turbado y con la vista perdida.

Cita:

Sí...le acompañare de inmediato, solo hay una cosa que debo comprobar primero... contesto a Robbin sin con la mirada aún perdida y tras hacerle una señal con la mano para que espere aquí un momento, me dirijo hacia donde el mendigo me ha apuntado en busca del cadáver de Dewekinus para certificar su muerte.
De camino me intercepta un aldeano

Cita:

Si, si, no hay problema...quédenselo... Le digo sin mirarle mientras sigo andando.
Al llegar junto al cuerpo compruebo que esté muerto mientras le pregunto a Denid Que ha ocurrido? Sabeís algo?

Tras cruzas aquellas palabra con Obe, me dirijo hacia donde se encontraban las taberneras para ayudar en alguna cosa, pensando que, tras haber ayudado a servir y haber comido, partiria al castillo de inmediato, un pálpito en el corazón me indicaba que debia ir a prisa...

Mientras el resto se iba organizando, Wessel iba terminando su autoimpuesta tarea, disfrutar con calma el vino que "milagrosamente" había llenado su bota.

EL olor era cada vez más agradable y el olfato del borrachín disfrutaba por anticipado del gusto que tendría el guisado.

Perfectamente acomodado tras bajo el árbol, permanecía atento a la "llamada a comer" mientras esperaba que nadie reparase en el. Era facil. Lo había conseguido durante toda su vida. El "pobre borracho" había pasaba desapercibido lo quisiera o no... y no pensaba que las cosas fueran a cambiar. O por lo menos esperaba que así fuera.

Mientras degustaba con entusiasmo su bebida se mantuvo callado, atento, listo para aceptar el almuerzo... e intentar rechazar cualquier tarea que tuviera la mas lejana similitud al "trabajo".

mientras se acercaba el caballero, Dewekinus se movió, parecía más que muerto dormido profundamente. Denid a su lado, también parecía dormir.

¿Donde estará el padre?, se lamentaba para sus adentros Machorys...

Toda esa situación estaba siendo algo caótica, todo el mundo decía que debían organizarse, todo el mundo decía que había que hacer estoy y lo otro pero nadie hacia nada...sin duda, el sacerdote era la persona más indicada que, al parecer del alquimista, allí había para dirigir al gentío, porque era muy respetado en el feudo y todos aceptarían su palabra pero parecía que el pobre hombre estaba muy cansado por todo esto...

- A ver señores!- Machorys tomó de nuevo la palabra- así no vamos a ningún lado, somos demasiados y necesitamos organización- el alquimista moviá los brazos hacía abajo intentando calmar el murmullo de tanta discusión entremezclada- Tengo una propuesta...comeremos todos juntos tranquilamente el guiso que tan amablemente las mujeres están preparando y luego, podríamos dividirnos en grupos, dependiendo del poblado al que pertenezcamos. Así, cada grupo volverá a su aldea y buscará a sus respectivos paisanos que hayan podido sobrevivir allí, enterrando a los que haya recogido Dios en sus brazos.- Machorys se puso de puntillas, intentando ver cuantos de sus paisanos se encontraban allí con él- Yo, con Hake Strobur, Beatrix y su marido, podríamos volver a Woltown con tal fín...pienso que es la mejor forma de hacerlo ya que también de este modo podremos saber el nombre de todos a los que vamos enterrando, ya que desgraciadamente son nuestros propios vecinos, y así podremos elaborar unas listas de los fallecidos y de aquellos desaparecidos que aún puedan estar vivos...- de este modo, el alquimista intentaba conseguir involucrar también a aquellos que seguían buscando a sus allegados.

Bien, ahora deberíamos hacer acopio de platos y cazos para servir esta comida, digo a Agnies una vez el cocido esta en su punto, realmente ha quedado delicioso, ¿no crees?, teniendo en cuenta las circumstancias... De repente, una joven desconocida se acerca a nosotras ofreciendo ayuda, No has podido llegar en mejor momento, jovencita, anda ve y pídele al párroco tantos cazos como platos nos pueda facilitar, le digo con una sonrisa cálida para que vaya a hacer su tarea, tú podrías ir a hacer lo mismo con la gente que está en la iglesia, tal vez alguno de ellos haya traído algo, digo mirando a Agnies de nuevo, yo de mientras serviré en los pocos que ha traído el caballero Hölgut.

¿Leo? No, William, no puede ser que se trate de Leo. Eso es que no te has fijado bien.

Tembloroso, Tibbe sale al exterior de la iglesia y busca un rostro conocido entre los cadáveres. Al encontrar a su hijo se arrodilla y lo toma en brazos, cerrandole los ojos y arreglandole el pelo empapado.

Leo, no puedo creerlo. No puedo creer que seas tú. Siempre sentí miedo de perder a Cearl, pero pensé que a ti nunca te sucedería nada. Sin duda el señor Fineword te enseñó mejores versos de lo que yo pensaba, ya que el Señor te ha llamado a su lado para que le cantes tus canciones. Pobre Leo... ¡Fineword!

Dejando delicadamente el cuerpo de su hijo en el suelo, Tibbe entra apresuradamente en el templo, ignorando las lágrimas que por enésima vez fluyen por su sucia cara.

¡Vecinos de Drillstroke! Ayer dejé al señor Albert Fineword en Watermill, justo antes de empezar a llover de nuevo. Necesito a alguien que venga conmigo a rescatarle a él y al resto de supervivientes, como muy acertadamente dijo el señor Illston.

Las palabras de la posadera, sacaron a Wessel de su distracción y se preparó para levantarse y acercarse a ella. Si había algun plato el tenía toda la intención de ser de los primeros en saborear el guiso.

Sin embargo al ver que alguien solicitaba ayuda, disimuladamente cerró los ojos y esperó que fuera "otro" el que le hiciera caso. Pero que sea rápido pensó ese olor es realmente muy tentador.

Con un gran esfuerzo de voluntad impidió que su mano acercara nuevamente la bota a su boca, para parecer dormido y no llamar la atención. El esfuerzo fue enorme, pero el borrachín, analizando las posibilidad de que lo reclutaran no dudó en hacerlo.