Partida Rol por web

Después del enésimo comentario de Larkin dejando claro que es un soldado sin ningún tipo de cerebro, respondo parsimoniosamente a su pregunta:

Puedo asegurarte que tengo un buen par de pelotas, pero también tengo cerebro, algo que tú debes haber olvidado en alguna taquilla del último campo de instrucción al que fuiste. Sigue comportándote como el perfecto soldado Don Nadie en una guerra que ni siquiera nos importa, que cuando vuelvas mutilado ya verás que tus pelotas no van a poder empujar la silla de ruedas.

Dicho esto, me dirijo al Teniente:

Señor, no quiero dar a entender que no voy a cumplir las órdenes, pero espero que tenga toda la información de la operación, incluída la extracción y no nos las esté ocultando. Sería un mal comienzo, señor.

McCann rompió su silencio:

- Eh Larkin, ser valiente, tener dos pelotas como ruedas de camión, no significa ser un suicida descerebrado, quiero decir, es buena pregunta la de Caparso.

Al escuchar a Caparso decir esto, asintió. Y miró al teniente.

Tras los dos ultimos comentarios asiento lentamente y me mantengo trankilo. Larkin reflexiona el motivo que les llevo a estos hombres a alistarse en los comandos...

Si no tienes cerebro, en los comandos no entras, eso esta claro, todo estamos aqui... por lo que todos lo tenemos, pese a las ideas de mis compañeros. ¿Por que sera que esperan regresar con vida?. Tal vez... nose...quien sabe las causas... quizas sea que ellos tienen un lugar al que volver, recuerdos a los que aferrarse... Me planteo, si hubiera que elejir sus vidas o la mision que es lo que elijirian... Lo que esta claro es que sera muy dificil salir con vida de todas nuestras escaramuzas...

Con gran pesar tras el comentario de mis compañeros, me doy cuenta de que no comprenden, o no quieren coprender, que vamos a ir, teniendo un punto de salida, o sin tenerlo, personalmente no me preocupa especialmente no tenerlo, porque con cabeza, y cerebro, siempre puedes encontrar una forma de salir de toda situacion...

La gente confunde habitualmente las cosas... no es lo mismo no tener cerebro, que confianza, en uno mismo y sus capacidades, en los oficiales, en sus compañeros...

En posicion de firmes me mantengo a la espera de las ordenes.

Master espero tu respuesta para responder a estos impacientes muchachos xD

Ahora que los muchachos parecían enzarzarse, Carrick mira al teniente. Éste era el momento adecuado para demostrar quien era el oficial del grupo, y si podía permitirse que sus muchachos cuestionaran las condiciones de la misión.

Sin duda, domar a este comando no iba a ser tarea fácil.

Carrick se mantiene en silencio esperando palabras por parte del teniente.

Observo a los dos sargentos discutir, y me me empezaban a hinchar los cojones, vale qué estuviesen nerviosos para la misión pero no iva a permitir insubordinaciónes en mi unidad aqello había qué cortarlo de raiz

-!!Cerrad el pico de una puta vez!! O os juro qué me ecargare de joderos hasta el día del jucio final !!¿Entendido?!!

Mi voz suena tajante cortando la acalorada discusión de aquellos dos sargentos y apoyando mis dos manos en la cintura mindoles inquisitivmente

- El metodo de extracción aún no nos a sido desvelado hasta nueva orden y ahora si la señoritas no tienen ganas de tocarme más los cojones vamos a ponernos a hacer nuestro trabajo.

Tras decir esto observo a todos nuevamente para estudiar sus rostros, no podía permitir quñe cundiese el desanimo en mi unidad

Joder, que puto gallinero, si lo se no abro la boca.

Piensa José mientras los ve discutir a todos. Al final el teniente pone algo de orden en el grupo.

- ¿Subimos a bordo, mi teniente?- inquiere el ex-republicano al oficial.

A ver si nos ponemos en marcha y se tranquiliza el ambiente.

Los gritos del Teniente y la constatación de que no tiene ni pajolera idea de como sacarnos del berenjenal al que nos lleva sin remisión me producen un estupor que intento acallar con el siempre recurrente:

Señor, sí señor.

Joder, montemos de una vez en ese puto aparato y acabemos con este circo de una vez.

Ahora que el teniente había pasado la prueba, Carrick comenzaba a autoconvencerse de que quizá sería el tipo adecuado para la unidad. Mientras tanto, seguían allí, esperando la orden para subir a bordo. Les esperaba un largo trayecto hasta llegar a Noruega, y el descenso en paracaídas no iba a ser mucho mejor.

Carrick comprueba mentalmente que todo su equipo está en la mochila y al alcance de su mano. Se le nota nervioso, pero no por la misión, si no porque esos amasijos de hierro flotantes no le ofrecen ninguna confianza.

McCann calla ante las palabras del teniente, ciertamente, si aun no ha sido revelado, de poco servia discutir. Embarcó en el avión con pensamiento de volver sano y salvo junto a sus compañeros, pero algo le decía, que esta, fuese quizás su ultima misión. Se sentó junto a Larkin y Caparso en el avión pensativo antes de decir:

- Eh! Larkin. Siento haberme puesto asi antes contigo compañero, es la tensión del momento... Caparso, saldremos todos de esta, anima esa puta cara amigo - Dijo con una sonrisa enorme en todo momento.- Este teniente tiene dos cojones, confiemos en él.

Cuando este listo el avión es decir a tus ordenes los mando montar, no entiendo por qué Mc cann a posteado qué se subía ya

Los mecánicos acabaron de acondicionar el avión y hablaron brevemente con el Teniente Miller. Este se giró hacia la cabina donde los pilotos ya estaban en sus puestos y uno de ellos levantó el pulgar indicándole al oficial que partirían en cuanto diera la orden.

Revisando mi equipo de combate escucho a mi compañero. Tenía razón, tendíamos que cuidarnos mucho los unos de los otros, cada vez quedábamos mas, una especie en vías de extinción... y no podíamos dejar que nos hicieran desaparecer. Le digo a Angus:

No pasa nada, cada uno tenemos nuestra forma de ver las cosas, sé que no puedo imponeros la mía, se que lo veis diferente, y lo respeto. En lo otro, claro que sí, todos saldremos de esta, debemos cuidarnos. Porque no tenemos a nadie más. Cuando estamos allí, con los tiros volando sobre nuestras cabezas, todas esas jilipolleces de los políticos y las decisiones que no sabemos de dónde vienen se va al garete, solo estamos nosotros y nuestro instinto. Y ambas dos cosas son lo mas preciado que podemos tener.

Con un ágil movimiento, encajo la corredera de la pistola que estaba engrasando y revisando y dejo que con un fluido movimiento vuelva a su posición natura, acciono el gatillo, y se oye un suave click. Todo está en su sitio y el percutor funciona correctamente. De nuevo en marcha para la guerra. Un sonido viene a mi mente, es el de las gaitas de los últimos funerales a los asistí. Murmuro en voz vaja, evocando ese sonido, casi para mi:

Esperemos que las gaitas no suenen esta vez por ninguno...

-Bien muchachos romped filas, tenemos un trabajo qué hacer, al avión

Tras decir esto cogí mi mochila del suelo y la ceñí bien además de tener las armas a punto qué ya las había dejado preparadas mucho antes de qué ellos llegasen,tras estar listo me coloqué a los pies de la escalera del avión esperando a qué de uno en uno subieran al avión quería observar sus caras una ultima vez antes de subir, al fin había llegado el momento esperado la hora de la verdad...ya no había marcha atras aquellos muchachos me necesitaba y no podía fallarles.

Cada vez qué uno subía asentia con la cabeza y le miraba serio al igual qué a mi les deseaba toda la suerte del mundo y los cojones necesarios para llevar acabo está misión satisfactoríamente

- A sus ordenes mi teniente.- contesta el español en cuanto escuha las palabras del oficial.

Sin perder más tiempo, apresta sus enseres y sube al interior del aparato. Allí se sitúa donde buenamente puede esperando que el viaje sea lo más corto posible.

Mierda, otra vez en un avión. No soporto estos malditos trastos.