Partida Rol por web

Comandos de la libertad

El Valle de Kothal

Cargando editor
02/10/2013, 17:51
Director

Cuando Garv se levantó, muy temprano, con la primera luz, pudo ver por su ventana que también la vela de Venpaulo estaba encendida. Para cuando salió el bardo, con un aspecto fresco, pulcro y descansado, esperaba sentado en una mecedora en el porche de su lujosa - para un lugar lejano, salvaje y apartado como aquel - vivienda, repasando los apuntes que Cerebro les había entregado. 

Estaba revisando la lista de contactos en la región, que era un tanto exigua. Mucho, si se comparaba con las primeras misiones que había desarrollado para los comandos, aunque más larga que la última que emprendió, cuando no había lista de contactos al marchar al norte inexplorado.

El paladín la repasó mentalmente, pues él ya se la había aprendido:

· Madame Petra y su trouppé itinerante: Madame Petra es una firme partidaria de la causa que ha ayudado habitualmente a Venpaulo en misión de espionaje e infiltración. Ella puede contactar conmigo en un plazo de unos siete días y, una vez, en caso de extrema necesidad, en un plazo de una hora. Dispone de un poco de curación mágica y puede servir como fuente de recursos adicionales hasta 200 monedas de plata, en caso de necesidad. Habitualmente hace servicio itinerante por el Norte y el Este, pero mientras dure la misión se establecerá en Monstrum, una ciudad especializada en safaris extremos justo antes del río Rápido. Es lo más lejos que podemos desplazar con seguridad nuestros contactos y el punto más lejano de contacto que tendréis fuera de la Hermandad del Roble Plateado una vez crucéis la frontera.

· Archidruida Emelda Tae: Será vuestro contacto principal en el asentamiento de la Hermandad, es una mujer mayor de unos sesenta años pero con una vitalidad de hierro. Es muy respetada en todo el Valle de Kathol, en Cinegis y entre los elfos. Mis informaciones son que prodiga a los animales todo el cariño que escatima a las personas, no es fácil de tratar y tampoco diplomática. Es una persona sencilla y de trato directo, muy fiable en su palabra pero poco dada a entregarla.

· Brunilda Tae: Una de las integrantes del círculo interno de la Hermandad, hija de la archidruida. Se trata de una mujer de unos treinta años, conocida de Venpaulo. Su trato es más amable y educado, notablemente más sociable y de espíritu más ligero que su madre, pero menos fiable y más veleidosa. Es más sensible a la manipulación, pero no está indefensa en ese aspecto a su vez.

· Andrille Caminaplanos: El nombre humano de uno de los druidas elfos que integra el círculo interno de la Hermandad. Es muy viejo, aunque su aspecto sea el de un hombre maduro. Se sabe que su sobrenombre no es ningún invento, es el más propenso a utilizar poderes mágicos desconocidos para nosotros(*), es educado pero muy cabezota y no sabe hablar común.

· Feodor Trinchante: Un druida muy peculiar, pues abraza una filosofía más cercana a la del cazador que a la del protector. Aunque tiene unos criterios muy estrictos de lo que es una buena caza y lo que es una matanza sin sentido, suele ser el que más se deja ver por los asentamientos humanos y el encargado de controlar que no se desmanden. También es miembro del círculo interno.

· Ashai Wel: Una joven druida conocida de Venpaulo cuyo mayor interés es que parece particularmente vulnerable a las artes de nuestro espía. Por si pudiera ser de utilidad en algún momento si él participa en la misión.

· Elvariel Tirocertero: Nombre humano de un druida elfo al que conoce Beshaabel, un jovencito, le definió, aunque mis indagaciones dicen que tiene, al menos, doscientos años. Podría ser una fuente de información valiosa si ella participa en la misión pues mantienen una gran amistad (mis fuentes han comprado que el elfo comparte ésta perspectiva con Beshaabel)

Pensándose a qué vendría exactamente esa última anotación se acercó al bardo, que le recibió con una sonrisa echando mano de una mochila, no mucho mayor que la que llevaba Beshaabel, pero decididamente más lujosa y recargada. Llevaba un cómodo atuendo de viaje, repujado y brillante, que debía costar al menos un par de monedas de oro y, aunque no era evidente a simple vista, a Garv le quedó claro que se había puesto la armadura debajo.

Notas de juego

(*) recuerda las limitaciones de la magia en ésta ambientación. Toda la magia druida es casi un secreto de druidas.

Cargando editor
09/10/2013, 08:47
Garv Sevatar

Tras los rezos antes del alba cuando las sombras aún se alargan por la tierra, metáfora poco sutil de su Orden, Garv finalizó de preparar el equipaje y salió al aire libre. Respiró con fuerza el olor a bosque y asumió que iba a poder disfrutar de ese pequeño placer en el futuro cercano pues el objetivo de la misión así parecía requerirlo.

Pocos metros más allá se encontró con Venpaulo al que saludó con educación y cortesía. Aún no había camaradería, pues no habían compartido fatigas, pero sus recelos eran menores tras la conversación con Kristaff. Decidió mantener la mente abierta y dejarle hacer, por algo había seguido su instinto cuando le había escogido como compañero.

-Buenos días, preparado ya por lo que veo-con tono aprobatorio, pasando por alto la ostentosa vestimenta. Si había decidido llevarla sería porque estaría preparada para aguantar largas marchas-He estado repasando los contactos, ¿algo que añadir? Mi experiencia con los druidas es prácticamente nula-creía haber visto uno una vez, y no le importaba aceptar sus propias carencias pues era el primer paso para superarlas.

Ciertamente había estado razonando y cavilando sobre qué enfoque daría a la aproximación al Cónclave druídico. ¡Si alguno ni siquiera hablaba común! Intentar manipular a la hija de la líder no le parecía ni ético ni buena idea, por lo que quedaba descartado en favor de un enfoque más directo y franco. Lo que su experiencia decía era que la gente que habitaba zonas más agrestes reaccionaba de forma más positiva ante esta característica. Sin embargo, una vez más, eran druidas y podrían reaccionar de formas extrañas e incomprensibles para él.

Cargando editor
09/10/2013, 21:09
Venpaulo

-“Sí” – contestó Venpaulo, echando mano de su mochila y poniéndosela al hombro para empezar a caminar – “tengo todo lo que necesito en éste macuto. Es mucho más grande por dentro que por fuera” – señaló rebuscando en su interior, mientras avanzaba hacia la salida del campamento, hasta dar con un saquillo de monedas que lanzó al paladín.

-“He pasado por donde Cerebro a por los fondos para gastos de la misión. He pensado que mejor los lleves tú. Habitualmente me hago cargo de mis propios gastos, porque los fondos de provisión son ridículamente escasos por aquí.” – Venpaulo comentó lo del dinero con una sonrisa que daba a entender que aquello no le preocupaba demasiado – “Seguro que tú tienes de sobra con ellos, supuestamente dan para dos de nosotros, aunque yo suelo gastarlo en unos días.” - el saquillo contenía unas 40 o 50 monedas variadas, desde oro a bronce por un total de unas 200 monedas de plata.

Tras salir de la empalizada emprendieron el largo camino que les llevaría hasta el portal por el que podrían llegar a San Tomaszc mientras Garv preguntaba sobre los druidas.

-“Sólo conozco a Brunilda y a Ashai, poco más tengo que añadir sobre ellas la información que te dio Cerebro es mía, de hecho... salvo que quieras algún detalle de sus gustos… hasta donde mi caballerosidad me permita contar, claro” – Venpaulo le hizo un guiño pícaro con la última frase – “Brunilda es muy inteligente, aunque veleidosa; es factible ganarla con lisonjas y halagos pero no es mala detectándolos y tiene mucho carácter. Ashai en cambio es muy dulce y confiada, fácil de manipular, aunque es buena persona de modo que no debería ser necesario hacerlo.”

Venpaulo bajó el tono de voz cuando salieron a la espesura, caminaba mucho más atento al entorno que a su narración o a su compañero y había cesado de rasguear el arpa de vez en cuando en suaves armónicos de sonido alegre y claro. Era obvio que desconfiaba profundamente de los seres del bosque y los animales mágicos que allí habitaban.

Aún así, entre pausas para otear y escuchar, fue desgranando la información general que tenía de los druidas.

-“Esa gente es muy aislacionista, son una banda bastante primaria, poco sociable y nada diplomática.” – pausa cuando un animal, tal vez un jabalí o ciervo terrible, emitió un gruñido cerca suyo – “Incluso tienen su propio idioma secreto y no se cortan a la hora de emplearlo entre ellos delante de ti, groseramente, dejándote in-albis.” – se mantuvo callado para cruzar un claro, muy atento a los árboles de alrededor – “Es gente ruda y desconfiada, no es fácil engañarles y se lo toman muy a mal si te descubren; pero a cambio son sinceros y hablan claro, también son muy extremistas.” – hizo otra pausa mientras atravesaban un riachuelo por un sendero de piedras, observando desconfiado el agua – “Es mejor que cojas provisiones antes de abandonar Monstrum y evitemos cazar mientras permanezcamos en el valle, también deberíamos evitar cortar leña mientras estemos allí y asegurarnos de apagar bien las fogatas.” – para ese momento el camino se hacía un poco más ancho y despejado, pero Venpaulo seguía desconfiado – “Ten en cuenta que, para ellos, sus ideas naturalistas toman un cariz religioso, tan fuerte como el tuyo con tu filosofía inquisitorial o el de Kristaff con la libertad del individuo. Creo que sus poderes místicos tienen naturaleza espiritual como – si me permites decirlo así – los de los clérigos.” – remató su frase con un rasgueo de arpa que aportó un matiz misterioso e intrigante a sus últimas palabras.

El bardo siguió desgranando información, con abundantes pausas exploratorias, durante la hora de trayecto que les llevó alcanzar el portal a San Tomascz. Ninguna de ella parecía vital, pero aún así podría resultar útil en los próximos días. Para ser un tema tan raro y fuera de su especialidad parecía tener algunos conocimientos.

Notas de juego

No se si te has fijado que en ambientación te puse unas breves entradas sobre Cinegis y Kothal, por  si quieres saber cosas para ambientar tus posts futuros o tienes preguntas adicionales que hacerme.

Tras tu conversación con Venpaulo sobre druidas puedes suponer que Garv conoce las generalidades básicas respecto a ellos típicas de otras ambientaciones.

No se si querrás hacer algo durante el camino o prefieres un post narrando el viaje y empezar ya en el valle de Kothal con la parte más importante.

 

Cargando editor
14/10/2013, 09:03
Garv Sevatar

Garvo cogió al vuelo el saquito de monedas y lo puso a buen recaudo mientras escuchaba los detalles que el bardo le contaba. Se encogió de hombros tras finalizar éste, tendría que valer la escasa información sobre los esquivos druidas. Ya era más de lo que sabía hacía unos minutos.

-Coincido-a pesar de que su rostro estaba oculto por la celada del casco, puesto tan pronto como abandonaron el campamento-Prefiero ir directo y con la verdad por delante, abre muchas más puertas de las que se podría esperar-Garv quedó unos instantes pensativo en silencio-Aún así algunos de los contactos pueden ser problemáticos, por ejemplo-hizo memoria-uno de los druidas no habla la lengua común...¿tendremos alguna posibilidad de comunicación con él? O, sin ir más lejos-con un gesto hizo clara referencia a si mismo-Puedo y voy a poner todo de mi parte, pero la fama de la Inquisición, por no mencionar el Flagelo, podría generar cierto rechazo. Espero que como dices sean ecuánimes y vean que pretendemos ayudar-

Pasó un rato sin más sonido que el caminar y el traqueteo de las armaduras-De todos modos Venpaulo, hay una cosa que me sorprende-la voz sonaba clara, con el leve toque metálico por el yelmo-Suponía que tu ámbito era más la sociedad urbana, el juego político.-alzó las manos, por si hubiera algún malentendido-No es que no aprecie tu compañía, al contrario, estoy seguro que ambos podemos aprender mucho del otro, es tan solo que... me sorprende-lo decía con sinceridad, como charla leve de camino.

Con total honestidad, el Inquisidor no podía imaginar los motivos que podían llevar a alguien con toda la apariencia de estar acostumbrado, y disfrutar, de la buena vida a acompañarlo a uno de los lugares más remotos y desconocidos del continente.

Notas de juego

En un par de posts tal vez ya podríamos hacer cinemática de movimiento, a lo Indiana, pero habiendo poca prisa tampoco me importa narrar

Cargando editor
14/10/2013, 16:42
Venpaulo

Venpaulo seguía muy atento mientras cruzaban el bosque, aún así respondía las preguntas mostrando que sí prestaba atención a la conversación, aunque no cesaba de otear la espesura y escuchar atento los sonidos que los rodeaban.
 
-“No te preocupes por el idioma, llegado el caso de que tuviéramos que hablar con él yo se hablar elfo, o cualquier otra lengua convencional, si llegase a hacer falta.” – se paró unos segundos a comprobar el hueco de un árbol.
 
“Sería más problemática la personalidad que deja translucir el dichoso elfo, intuyo que tendríamos que esforzarnos para que hable con nosotros, me temo que las estimaciones de Beshaabel de cómo de ‘amable y simpática’ es la gente resultan extremadamente subjetivas.” – Venpaulo hizo una pausa mientras escuchaba atento la espesura – “Y ese subjetividad, cuando la valoración parte de alguien tan adorable - cuando quiere - como nuestra común amiga, resulta muy difícil de validar para los dotados del carisma limitado de los mortales comunes.”
 
Venpaulo se encogió de hombros por las reservas de Garv sobre su posible acogida.
 
-“Bueno, al fin y al cabo, son ellos los que nos han llamado ¿no? Si no colaboran… son sus animales los que están desapareciendo…”

Cuando el paladín mostró su extrañeza con su oferta para acompañarle fuera de la civilización, el bardo se giró para dirigirle una sonrisa.
 
-“No te voy a negar que prefiero los palacios y las ciudades, no veo nada de malo en aprovechar los lujos cuando los tienes al alcance. Pero el trabajo aparece donde le parece, no donde tú le quieras.” – hizo otra pausa mientras escuchaban los rugidos de algún animal de gran tamaño, no suficientemente lejos para su gusto; quizá un oso mágico. Venpaulo no siguió hablando hasta que el animal no se alejó.
 
-“Me gusta especialmente el trabajo de corte y de infiltración social, es cierto. Pero tengo muchas habilidades, se hacer casi de todo, tal vez no tan bien como los más expertos, pero no hay nada que no pueda hacer razonablemente bien. Y soy la mejor fuente de conocimiento portátil que tenemos, al fin y al cabo, no se puede llevar a Meelock y su sabiduría a ningún sitio.” – volvió a escuchar confirmando que el animal monstruoso hubiera seguido su camino – “Me gusta ofrecerme como apoyo a todas las misiones, estoy convencido de que mis dones siempre son útiles y entiendo que los jefes de misión saben cómo quieren planearlas, de modo que si me eligen es porque tienen en mente algo para mi. Mis… poderes, llamémoslos así, son muy adaptables, incluso para el campo y la espesura; en el pasado participé en no pocas monterías y cacerías de postín por toda Cinegis, y en otros lugares no menos peligrosos.” – bajando la voz, como quien hace una confidencia y con una sonrisa de broma añadió – “Las damas se pirran por un buen cazador, sobre todo si le queda bien el traje de cuero.”
 
Venpaulo hizo una mueca pícara y risueña en su dirección cuando añadió:
 
-“Eso, por no mencionar lo divertido que es ver la cara de Beshaabel cuando me eligen a mi en lugar de a ella.” – Garv estaba casi convencido de que el bardo bromeaba, pero el hecho de que se le notase tanto cuando habitualmente sus pensamientos reales eran tan difíciles de intuir dejaba un amago de duda en la convicción. En cualquier caso parecía un comentario infantilmente fuera de lugar.
 
-“Además, si nos damos prisa en descubrir el paradero de los animalitos del bosque, tal vez aún me pueda apuntar a esa fiesta. No creo que Shail elija esa misión y, tal vez, hayan encontrado algo que haga que Xera parta a otra misión más prioritaria. A los patronos se les puede dar largas otros cuantos meses sin problema.” – se quedó callado un rato, pero no escuchando ni acechando, más bien parecía perdido en sus pensamientos, antes de añadir – “Y eso que… Xera y Beshaabel en una fiesta compitiendo por llamar la atención… Vaya, ¡eso sí es algo que pagaría por ver!” – la cara de Venpaulo superó la picardía al hacer ese comentario para entrar de lleno en el terreno de lo libidinoso, aunque duró sólo unos segundos antes de distenderse en un gesto de diversión y broma. Hasta que punto hablaba en serio o en broma, no podía asegurarlo.
 
 

Cargando editor
16/10/2013, 14:15
Garv Sevatar

Garv escuchó con atención las explicaciones de Venpaulo, a fin de cuentas le proporcionaban una aproximación a un compañero con el que nunca había coincidido. Y, con honestidad, sus oscilaciones entre la seriedad y lo superficial eran bastante reveladoras; incluso considerando que la mitad de lo dicho fuera mantener el personaje

-Estoy de acuerdo que actuamos donde nos envían y donde debemos, no podemos permitirnos el lujo de elegir-y algunos menos incluso que otros en su opinión-era sólo curiosidad. Si todo va como debe tal vez puedas cumplir tus intenciones o, en el peor de los casos, informarte de los resultados-A decir verdad Garv apenas había tratado con Xera, pero como su carácter se pareciese al de la elfa alada aquello sería una invitación al desastre.

Tampoco se le pasó por alto al Inquisidor las miradas nerviosas de su compañero a los bordes del camino. Tal vez por mucha cacería que hubiera realizado no estaba tan acostumbrado a moverse por el camino en grupos pequeños. Nada preocupante, a todo se habituaba uno.

-Relájate-dijo con calma-No es lo común, pero tampoco sería tan raro que algún animal mágico habitase estos bosques-en realidad algo le escamaba un poco pero no podía determinar qué-Si no nos ataca no haremos nada que le pueda molestar, y si estima que somos un peligro para él...-se encogió de hombros con sonido metálico. Aquel gesto ya era bastante revelador de lo que opinaba Garv que podría llegar a pasar-Además, deberíamos acostumbrarnos a la posibilidad de su existencia habida cuenta de hacia donde nos dirigimos, ¿no te parece?-una pequeña puya no haría daño y tal vez le diera una perspectiva nueva al extrovertido acompañante.

Notas de juego

Con calma, cuando tengas tiempo si quieres saltamos ya al destino por no dar vueltas una y otra vez sobre lo mismo.

Cargando editor
17/10/2013, 21:47
Director

Atravesaron las tierras de los hombres sin complicaciones en poco más de una semana, Rasphora había contratado unos caballos que podrían dejar a Madame Petra en Monstrum cuando el camino se hiciera demasiado boscoso para las bestias, lo que les permitió un ritmo muy alto.
 
Venpaulo trazó una ruta que les llevó con rapidez hasta el confín de los reinos humanos y, aún así, les permitió pernoctar cada noche en posada. Algunas veces tenían que dormir en alojamientos de camino, los elegidos siempre estaban dotados de excelente comida y habitaciones limpias y acogedoras dentro de su humildad, excelentes en opinión de Garv, aunque el bardo solía decir ‘Hoy tendremos que hacer un esfuerzo y alojarnos humildemente’. La mayoría de las veces el camino, acortándolo o estirándolo una o dos horas, les dejaba en una ciudad, en ellas el bardo ofrecía a Garv consejo sobre posadas tan buenas como las del camino, aunque le recomendaba que siguiera su ejemplo y le acompañase a otras ‘más acogedoras’, que eran en las que él permanecía, y que costaban por noche casi una cuarta parte de los fondos que Cerebro les había asignado – para ambos, aunque Venpaulo hubiera renunciado a ellos - para toda la misión. No es que Garv no pudiera completar con su propio dinero si lo deseaba esos costes, pero parecía un derroche innecesario, tampoco habían tenido ningún problema que justificara seguir al bardo en sus dispendios por estar cerca uno del otro.
 
A medida que el entorno empezó a tornarse más salvaje, boscoso y desierto supieron que se acercaban a la frontera de las tierras humanas. Monstrum apareció en lontananza tras coronar una colina, comenzando como un paisaje de dispersas mansiones señoriales rodeadas de bosque por toda la ladera de esa y de las colinas circundantes, las cuales daban paso, ya en el valle que formaban, a un terreno de granjas y praderas de pasto claramente robado al bosque que cubría el entorno.

Hasta que no pasaban por el camino que atravesaba entre las granjas no distinguieron cómo las ciudad en sí aparecía, una urbe caótica de edificios de madera, llena de establos, hoteles de tres y cuatro plantas, teatros, restaurantes y todo tipo de espectáculos. Mas allá de la ciudad sólo se veían árboles, más y más altos cuanto más se alejaba la vista, un mar verde que sólo se interrumpía en el punto en que la vista empezaba a hacerse insuficiente para distinguir con claridad unas montañas, que debían estar a unos 50 kilómetros.
 
Pasaron por el espectáculo de variedades de Madame Petra, aprovechando que debían hacer noche en la ciudad antes de continuar en dirección a los confines de las tierras de los hombres. La función teatral, un vodevil mezclado con revista, resultó demasiado atrevida para el gusto clásico de Garv, pero en realidad su asistencia era una excusa para contactar con la patrona de la trouppe, dejarla los caballos y establecer contacto. Madame Petra (VN 2 si quieres incluir escenas en tu narración) resultó ser una mujer madura bastante atractiva, de intelecto afilado, lengua larga y carácter alegre y abierto, tras asegurarles que permanecería en el lugar hasta que ellos volvieran y después de entregarles un cuervo amaestrado con el que podrían hacerle llegar un mensaje en un par de días, se despidió recordándoles que tenían a su disposición 200 monedas de plata, si les eran necesarias, e insinuando con descaro que si lo deseaban, ella y algunas de las chicas estarían encantadas de ayudar a gastarlas a tan atractivos caballeros. Y cosa curiosa, al decirlo parecía mirar más la poderosa figura que dejaba intuir la armadura de Garv que el contenido de evidente calidad del traje de seda y terciopelo que había sacado de algún lugar Venpaulo para la noche de teatro.
 
Al día siguiente salieron tarde, debían aprovisionarse adecuadamente para permanecer un tiempo indefinido alejados de la civilización. El bardo le recordó que convenía que llevase tanto alimento como pudiera, ofreciéndose a llevar unos cuantos kilos para Garv si no tenía suficiente almacenamiento y, por su parte, se dedico un buen tiempo a asegurarse un suministro suficiente de raciones de calidad y de botellas de vino y licor que costaban todo el sueldo de un trabajador de media semana.
 
Desde Monstrum el camino se hacía estrecho, rodeado casi todo el tiempo por árboles y era muy irregular, en sentido ascendente. Pasaba ya el mediodía, aunque no habían avanzado demasiado por haber salido tarde y la dificultad del nuevo trayecto, fuera de los mapas y conocimientos geográficos de Venpaulo, cuando superaron la cresta de la ascensión, el paisaje verde inundó hasta donde abarcaba su vista, en una hondonada de decenas de kilómetros de ancho y aún más larga. Apenas habían empezado a descender hacia ella cuando un extraño águila comenzó a acecharles, dando vueltas sobre ellos durante varios minutos antes de descender y posarse enfrente suyo para, inmediatamente, transformarse en una mujer joven de pelo castaño suelto y trenzado vestida con capa de viaje y ropas de piel y cuero bien trabajado pero poco refinado. Su cuerpo estaba en forma y bronceado en las zonas que la piel quedaba al descubierto, las cuales estaban más pensadas para la comodidad y el confort a la hora de moverse y estar en el campo que para resultar sexy o preservar la modestia. En conjunto podía decirse que era bastante bonita, aunque en un estilo salvaje y poco delicado.
 

Cargando editor
17/10/2013, 21:56
Ashai Wel

La chica-águila se lanzó hacia Venpaulo con una sonrisa y, sin cruzar palabra, le plantó un beso húmedo en la boca con descaro, sin la más mínima vergüenza se volvió hacia Garv para presentarse con voz un poco aniñada pero bastante bonita:
 
-“Hola. Soy Ashai. Tú debes ser el inquisidor o el clérigo del Espíritu Indomable, supongo. Emelda me envía para servirosss” – estiró esa palabra mirando a Venpaulo lánguidamente y con tono sensual, antes de seguir hablando de forma normal, ya mirando a Garv – “como guía hasta el campamento. Seguidme y evitad salir de los caminos que os marque, incluso si hay cosas que os llamen la atención, cruzaremos territorios… complicados. Preguntad por cualquier cosa que os llame la atención antes de ir a por ella.
 
Cogió la mano de Venpaulo, que se había limitado a sonreír coqueto y acariciar la cintura de la chica mientras le besaba, y tironeo para hacerle seguirla fuera del camino mientras indicaba a Garv con la mano que fuera con ellos. Tras pasar por unos arbustos incómodos llegaron a una pequeña senda, invisible desde fuera, muy cómoda de transitar.

Pasaron de una senda escondida a otra, pasando entre medias por zonas especialmente agrestes y, a menudo, cruzando por caminos con aspecto de estar más concurridos pero que serpenteaban por el bosque y los obstáculos de la orografía; cruzaron ríos caudalosos por vados difíciles de prever o, incluso, de reconocer muchas veces viendo a lo lejos, a kilómetros de distancia, puentes largos, peligrosos o muy altos que hubieran requerido horas de desvío para tomarles. Las montañas del fondo se acercaban a un ritmo mucho más rápido por aquellas sendas de lo que habían previsto tras estudiar de lejos el serpenteante e irregular camino principal.

Cuando anocheció y montaron el campamento las montañas parecían a otra jornada de viaje, aunque Ashai les dijo que no iban en esa dirección, sino que tornarían al norte al día siguiente y que llegarían al asentamiento por el mediodía. Ashai se encargó de la cocina ese día, en unos minutos de expedición por el bosque volvió con hojas, raíces, bayas y setas que le permitieron hacer un estofado delicioso, casi parecía obra de magia lo rápido que había conseguido más comida de la que los tres podían engullir.
 

Notas de juego

He preferido dejar el turno aquí en parte porque ya es un bloque de post considerable, permitirte narrar tu visión del viaje y dar oportunidad de que interrogues a Ashai durante la acampada previa a llegar a Emelda si lo crees oportuno. Si quieres detallar más el viaje o el encuentro con Madame Petra, hazlo a tu gusto, no hay grandes desafíos en ningún caso de modo que puedes (dentro del VN 2 de la trouppe de Madame Petra) resolver cualquier conflicto que quieras crear de forma coherente a tus habilidades (y las de Venpaulo, que es un bardo de nivel 12)

Cargando editor
22/10/2013, 09:12
Garv Sevatar

Tras agradecer con cortesía la hospitalidad de Madame Petra, incluso llegando a dudar durante un instante el ofrecimiento pues era innegable el encanto de la mujer, los dos Comandos se adentraron en los confines de la civilización una vez más. No habían avanzado mucho cuando un ruido extraño alertó al Inquisidor, que por señas avisó a Venpaulo. Y no un instante antes, pues un virote se estrelló en el pectoral de su armadura al tiempo que unas pocas figuras asomaban entre los arbustos, contrariadas por la pérdida de la sorpresa.

-Bandidos...-dijo algo exasperado echando mano al espadón. Aún así antes de nada, siempre daría la oportunidad de que se rindieran sin mayores daños-Depongan las armas y no tendré en cuenta el agravante de asaltar a un Inquisidor-la frase cayó como una losa sobre los asaltantes que se pudo ver cómo dudaban. Sin embargo el que parecía el cabecilla les imprecó de forma que volvieron a avanzar. Sin embargo Garv ya había identificado al responsable. 

Confiando en que el bardo podría hacerse cargo de si mismo unos instantes saltó hacia adelante, desenvainando el arma mientras cargaba contra el jefecillo. Ignoró deliberadamente los torpes esfuerzos de los demás por golpearle aunque alguno consiguió rozarle, más por suerte que por habilidad, antes de que alcanzase su objetivo. Con una plegaria y sabiéndose justificado decretó su juicio mientras el mandoble descendía con potencia hendiendo al líder casi de lado a lado. Acto seguido se giró fulminando con la mirada a los dubitativos asaltantes -Último aviso...-aquello bastó para que arrojasen las armas y se entregaran. Sin embargo no estaba en disposición de entregarles a autoridades pertinentes, ni de perder tiempo. 

Fue Venpaulo el que propuso una solución de compromiso, que pagaran su falta trabajando gratis para la troupe de Madame un tiempo. Eso no les haría perder más que unas pocas horas. Relativamente satisfecho con la propuesta del bardo ambos retrocedieron y, tras las explicaciones pertinentes a la itinerante compañía retomaron su camino.

Ahora ya sin incidentes se internaron en los bosques hasta que una figura les abordó presentándose como Ashai. La misión había comenzado oficialmente. -Saludos Ashai, soy el Inquisidor Sevatar-dejó la familiaridad del nombre de pila para el bardo si había juzgado correctamente la forma en que fue recibido-Te seguimos. Aunque agradecería si pudieras explicar un poco a qué te refieres por territorios complicados-dado que los druidas valoraban los modos directos, Garv no se iba a cortar en preguntar, eso sí, desde el respeto y la educación. Por lo demás dejó hacer a si guía, maravillándose de la velocidad por la que se movían por rutas desconocidas. ¡Cuánto ganarían los Comandos con este tipo de habilidades entre sus filas! Las posibilidades eran ilimitadas...

La parada y alimentación corrieron a cuenta de Ashai nuevamente, demostrando una habilidad impecable en ella. Como buen huésped el Inquisidor agradeció los dones que les eran ofrecidos y se mantuvo en silencio reflexivo permitiendo que fuera su compañero quien llevara el peso de la socialización. Tampoco es que se fuera a quejar, y posiblemente durmiera poco, pero él no era quien para juzgar actitudes siempre que no influyeran en el resultado final ni complicasen las cosas. Eso sí, tras la cena, antes de retirarse sí realizó una pregunta -Ashai, antes de llegar al campamento, ¿hay algo que sientas que debes contarnos respecto a la situación? Me gustaría tener las opiniones de todo el mundo antes de actuar, para evitar incorrecciones-tampoco quería obligar a la muchacha a decir algo que no quisiera y entendería que no hubiera respuesta por su parte. Por lo demás, la jornada siguiente sería larga

Notas de juego

Unos bandidos de nivel 1 con jefe de nivel 3 tampoco serían mucho más problema

Cargando editor
22/10/2013, 18:02
Ashai Wel

La druida sonrió divertida cuando el inquisidor le interrogó sobre los peligros del camino, echando a andar, mientras a su paso se apartaban arbustos y enredaderas que ellos tenían que atravesar o retirar con las manos, contestó a la pregunta.

-“Este bosque es muy antiguo y puro. Tanto como el Bosque Mágico del Sur, del que tal vez estéis más acostumbrados a oír los civilizados.” – a Garv no se le escapó la ironía de que la chica se refiriera, sin saberlo, precisamente al lugar donde estaba la base secreta de los Comandos de la Libertad – “Hay peligros y criaturas hostiles. Arenas movedizas, charcas de lodo capaces de tragarse a un hombre, grietas en el suelo cubiertas de maleza, enredaderas asesinas, plantas carnívoras y venenosas, así como depredadores peligrosos y bestias de todo tipo, muchas de ellas expertas cazadoras con gran habilidad para el camuflaje.” – hizo una pausa y lanzó un beso a Venpaulo que estaba animando la narración de terrores disponibles con una inquietante nota sostenida repetida con su laúd – “Por si fuera poco, aunque para vosotros, los civilizados, esto sea un territorio salvaje y anárquico, sí tiene sus propias reglas y muchas criaturas: fatas y seres maravillosos, reclaman porciones del bosque como sus territorios personales y no se toman a bien los intrusos. Nosotros tenemos nuestro propio estatus en ésta sociedad y nuestras sendas seguras que cruzan por todo el Valle… Y más allá.

Para la noche, ciertamente, habían podido ver algunas de esas maravillas y peligros en las inmediaciones del camino por el que siguieron. Una vez acampados, Ashai se había dedicado a coquetear y cotorrear con Venpaulo casi toda la velada, sentada muy cerca del bardo. Su compañero parecía alternar el corresponder discretamente los avances de la chica con canciones y poesías que parecían más destinados a distraer su atención, como si dudara de dar rienda suelta a sus deseos y complacer los de la druida.

Garv recordó que, de acuerdo al dossier de Cerebro, la hija de la archidruida tenía con Venpaulo una relación parecida a la que Ashai daba por sentado que tenía con el bardo. Aquello podía entrar dentro de la categoría de “complicaciones”, aunque el trovador parecía estar navegando cómodo por aquellas aguas, por el momento.

La druida sonrió a Garv cuando se dirigió a ella explícitamente, dejó de acurrucarse a Venpaulo y se sentó en su tocón de árbol, pero su expresión cambió a una de profunda pena mientras relataba:

-“No se demasiado de las desapariciones, me consideran demasiado joven para las misiones de ese tipo.” – su molestia al respecto era patente y su ceño se frunció – “he oído que no queda ni un polluelo de las nidadas de búhos gigantes de los picos del norte. Es una tragedia. Una tragedia terrible, yo les visité hace unos años, eran unas criaturas espléndidas: nobles, bellas, elegantes, muy inteligentes y tan sabias... Dicen que ahora no queda ninguno y que algo o alguien las ha hecho algo. Eran seres pacíficos, no hacían daño a nadie… Cazaban su comida, como todas las personas, pero eran buenos y clementes.” – su voz se quebró hacia el final y sonaba claramente al borde del llanto. Venpaulo se acercó a reconfortarla y ella se dejó mimar unos minutos, a Garv le parecía que no estaba fingiendo, aunque tal vez sí extendió su malestar un poco más de lo estrictamente necesario para prolongar los cuidados un minutillo más. Al paladín no le pasó por alto que la mujer se refiriera a los búhos como personas.

Cuando por fin recuperó la compostura. Siguió con sus palabras:

-“También hay problemas ahora con los osos mágicos en el Sur. Están muy hostiles y sólo los druidas más veteranos han conseguido hablar con ellos. A mi no me cuentan nada, sólo me mandan a hacer de guía. Pero he oído que entre ellos también han empezado las desapariciones y que eso les ha vuelto hostiles y huraños. Ellos no son criaturas amables e inteligentes, son animales astutos y tranquilos pero con muy malas pulgas y terribles en la furia, capaces de abrir en canal a un soldado veterano con piel de metal en un abrir y cerrar de ojos. Los magos de antaño los crearon con magia a partir de osos normales, su propósito era servir en la guerra y en ella no tienen igual.”

Siguió a su disposición para resolver cualquier cuestión hasta que Garv se iba a retirar ya a su tienda. Unos momentos antes, de repente, la druida saltó enérgicamente a su tocón y aulló como un lobo, un aullido que, si no la estuviera viendo, hubiera tomado por el de un animal y que se extendió por el bosque kilómetros a la redonda; apenas se había extinguido el sonido en su garganta lanzó un ulular, como el de un búho, no menos intenso y no menos exacto. Con una sonrisa saltó de nuevo al suelo y se dedicó a manosear un poco a un dubitativo Venpaulo, que parecía más interesado en componer canciones al bosque y la naturaleza que en los avances de la chica, aunque sus odas tenían la suficiente calidad para atraer su atención y no ofenderla.

Garv no había terminado de quitarse su armadura cuando ruidos de animales les sobresaltaron, salvo a Ashai, cuando un lobo de buen tamaño y un búho real llegaron, casi a la vez, al campamento y se ubicaron junto al fuego y en una rama respectivamente, dedicándose a comer los sendos conejos que traían como si aquello fuera su casa. La druida les sonrió y dejó unos minutos a Venpaulo para dedicar sus caricias y besos a los animales recién llegados, antes de tranquilizar a Garv para que se fuera a la cama:

-“Esta noche vigilarán mis amigos. Dormid tranquilos. El bosque no nos hará daño y cualquier otro enemigo hará que ellos den la alarma.”

Al paladín le pareció que lo último que veía fue a Ashai entrar en la tienda de Venpaulo, que ella misma había aconsejado que ubicara un poco lejos de la del paladín “para evitar la fría brisa matutina que venía del río”.

Cargando editor
22/10/2013, 18:12
Director

El camino del día siguiente no fue muy diferente del anterior. Tal vez la vegetación más densa y lujuriante, con árboles más altos y más sonidos e indicios de vida animal.

En cierto tramo pudieron distinguir misteriosas y bellas luces, siempre entre los últimos troncos visibles. “Luces de hada”, las llamó Ashai, advirtiéndoles que no las siguieran si no querían convertirse en el juguete de las fatas o, peor aún, encontrarse al volver con que habían pasado años.

Otra vez, durante kilómetros, se sintieron observados y bajo escrutinio, aunque no podían detectar a nadie. La druida les tranquilizó diciéndoles que pasaban por el territorio del Señor del Robledal de Lago Hondo, un unicornio muy antiguo, que no se dejaría ver por ellos ni ya, desde hacía algunos años, por ella. Lanzó una mirada traviesa a Venpaulo al decir aquello.

Para cuando caía el sol y las sombras de los árboles hacían oscuro el camino empezaron a ver mucha de la vida animal que antes sólo sentían: águilas, búhos, cuervos, lobos, ciervos, zorros, tejones, osos, jabalíes, serpientes y otros animales se hacían visibles, iban y venían tranquilamente, sin asustarse por su presencia ni amenazarse mutuamente. Quince minutos después el grupo entraba a un claro en el bosque, lleno de chozas y cabañas de piedra, barro y ramas secas con tejados de paja y helechos muertos. Los edificios eran de diferente tamaño, desde casas comunales que podían albergar banquetes de cien personas hasta pequeñas cabañas probablemente unipersonales. Unas docenas de personas de aspecto montaraz, casi salvaje, se ocupaban de atender fuegos muchos de los cuales ardían sin combustible, preparaban comidas, cuidaban animales – bastantes de ellos salvajes – y realizaban otras actividades propias de comunidades muy primitivas. Los animales de todo tipo vagaban libremente aunque, curiosamente, el lugar estaba razonablemente limpio (para ser un trozo habitado de campo en mitad de un bosque) y olía mejor que la mayoría de ciudades que Garv hubiera conocido. No había cultivos ni corrales, aunque sí un batán cerca del río junto al que se curtían algunas pieles.

Ashai, saludando a todo el que se encontraban que les miraban con curiosidad, unos ceñudos, otros amables, les llevó hasta una de las cabañas de mayor tamaño; invitándoles a entrar tras ella, les dirigió hasta una mujer de aspecto robusto y sano, aunque entrada en edad, probablemente había sido hermosa siendo más joven, pero sobre todo había tenido – y conservaba – un aspecto digno y serio, el propio de una líder entre los hombres. Sus ojos transmitían sabiduría, aunque su mirada era acerada y no parecía que sus labios supieran sonreír.

Cargando editor
22/10/2013, 18:14
Ashai Wel

Ashai, la joven druida, se adelantó y se inclinó ante la anciana antes de decir:

-“Archidruida, he cumplido mi misión. Aquí están sanos y salvos el ‘Inquisición’ Sevatar y el ‘Parón’ Venpaulo, enviados de parte de los civilizados para ayudarnos en nuestra hora de necesidad.” – la chica había puesto un tono solemne, que no perdió a pesar de no ser capaz de recordar correctamente los títulos de Inquisidor ni de Barón, algo que obviamente no había notado y que la anciana, si lo hizo, pasó por alto completamente.

Cargando editor
22/10/2013, 18:15
Emelda Tae

La archidruida se levantó de su asiento, que parecía ser parte del tronco de un árbol junto al que se alzaba la cabaña y les dio la bienvenida.

-“Bienvenidos. Soy Emelda Tae, archidruida de los Valles de Kathol. Me alegra ver que las promesas de Cerebro no eran vacías, aunque sus frutos lleguen más tarde de lo que nos hubiera gustado. Si el resto de ellas son ciertas, seréis criaturas excepcionales con dones más allá de los que los comunes de los mortales tenemos.” – hizo una pausa, que aprovechó para despedir a Ashai con un asentimiento de cabeza amable que provocó una sonrisa en la joven – “Recibid nuestra hospitalidad, humilde pero sincera, podéis encontrar comida en la cabaña central y cocinarla en cualquiera de los fuegos que hay encendidos. Tengo entendido que los civilizados estáis acostumbrados a ciertos lujos, si deseáis calentar agua para asearos casi cualquiera de los druidas de fuera podrá ayudaros. Pedid también cualquier equipo que podamos ofreceros. Simplemente tened en cuenta que somos gente en sintonía con Gaia y no manipulamos el metal ni el mineral.” – hizo una pausa mirándoles con severidad – “Soy consciente de que caminar por nuestra espesura resulta agotador para los no acostumbrados, de modo que podéis descansar lo poco que queda de tarde y ésta noche antes de tratar temas más apremiantes y severos.”

Cargando editor
22/10/2013, 18:16
Venpaulo

 

Venpaulo compuso una seductora sonrisa, Garv se fijó en que se había retrasado unos segundos antes de entrar detrás suyo y, cuando lo hizo, el polvo y la suciedad del camino habían desaparecido de él, de su atuendo y de su pelo. Tenía un aspecto tan radiante como después de salir de una de sus caras posadas.

Con una elegante y florida reverencia se adelantó un paso y con verbo fácil y un tono de barítono que resultaba seguro y reconfortante dijo:

-“Mi señora Tae, es un auténtico honor conocer por fin a la ilustre matriarca de las tierras nororientales. Vuestra fama os precede. Como ya ha dicho nuestra adorable Ashai, soy el Venpaulo, Barón de la Canaletta. Aunque mi compañero, el Alto Inquisidor Sevatar, Azote de Sombras, es el agente principal de la misión, no he podido evitar anticiparme para deciros que ansiaba conoceros, puesto que vuestra honorable hija, Brunilda, a quién tuve el placer de conocer en el pasado, no cesaba de hablar de vos. Debo reconocer que el parecido es innegable, pero si no hubiera sabido quién sois habría dicho que erais su hermana mayor, en lugar de su madre.” – con una último floreo de su sombrero y una sonrisa aún más ancha, el bardo volvió a dar un paso atrás.

La mujer no se mostró especialmente impresionada, aunque bajó la mirada a la vez que asentía en señal de aprobación a su presentación. Garv pensaba que los halagos de Venpaulo habían tenido mayor impacto del que la mujer quería dejar translucir, y un breve guiño de complicidad de su compañero mientras la mujer no miraba, se lo confirmó. Aún con todo la expresión de la archidruida no mostró ni por un momento que la zalamería del bardo la hubiera ablandado.

- Tiradas (1)

Motivo: Diplomacia

Tirada: 1d20

Resultado: 6(+22)=28

Notas de juego

Divido el post en varios para hacerlo más legible y separar claramente quien dice qué. He preferido parar aquí por si quieres hacer algo en el campamento antes de pasar a tratar la misión con la archidruida, hacer planes previos o lo que sea.

Cargando editor
24/10/2013, 08:28
Garv Sevatar

La información que la joven druida les había proporcionado mantuvo ocupada la mente de Garv, a pesar de lo cual no pudo evitar una sonrisa por la distribución de las tiendas y los movimientos furtivos nocturnos. Tan sólo esperaba que aquel escarceo no complicase las cosas por la relación de Venpaulo con la hija de la archidruida. Pero, como decía su mentor, escala una montaña de cada vez.

El resto del viaje transcurrió sin incidentes hasta llegar al lugar oculto pero sorprendentemente cómodo de los druidas. No era en absoluto nada como lo que Garv hubiera podido imaginar, aunque ni él mismo tenía claro qué se había figurado. A la vista del lugar podía comprender sin demasiado esfuerzo por qué había gente que elegía llevar esa vida. Había una pureza de propósito y un equilibrio justo en lo que le rodeaba. Y aunque no lo compartía era más que capaz de apreciarlo en su justa medida.

Finalmente, acompañados de varias miradas curiosas, fueron llevados hasta la presencia de Emeralda. Una figura imponente por su severidad y porte; no cabía duda quién mandaba allí, aunque fuera un hipotético consejo. Garv contempló, algo asombrado como Venpaulo tomaba la iniciativa con un elaborado saludo que penetró algo en la coraza de imperturbabilidad de la archidruida. Tal vez menos de lo que él estaba acostumbrado con las mujeres pero algo había conseguido. Y, obviamente, era su turno ahora. Con gesto calmado se quitó el yelmo, sujetándolo bajo el brazo

-Saludos archidruida-mantuvo la mirada fija y serena durante unos instantes antes de inclinar la cabeza en señal de respeto. Reconocer la primacía del líder en su casa era una actitud sabia-Soy Garv Sevatar-a pesar de haber sido presentado ya en dos ocasiones repitió su nombre de viva voz, siendo él el único que habría omitido sus títulos. Ya hablarían sus obras.-Es cierto que los caminos son difíciles pero contábamos con buena guía-un reconocimiento merecido a la joven que aún pululaba por el lugar.

Relajó algo su postura, sin sonido metálico esta vez, aunque se mantuvo de pie - Agradecemos mucho su hospitalidad y aceptamos las normas del lugar-aún estaba siendo formal, pero lo veía necesario. -aunque si no os fuera molestia preferiría que fuéramos puestos cuanto antes en antecedentes. Como bien habéis indicado el tiempo corre y cuanto antes podamos comenzar a investigar la situación tanto mejor-no tenía intención de salir corriendo a tontas y a locas por un bosque desconocido en medio de la noche, pero si por la tarde eran puestos al día, por la noche podrían planificar el curso de actuación y partir al alba.

- Tiradas (1)

Motivo: Diplomacia directa

Tirada: 1d20

Resultado: 12(+14)=26

Notas de juego

Dejo la tirada hecha por si aplicase aunque Garv está siendo más directo que Venpaulo.

Cargando editor
24/10/2013, 18:39
Director

El rostro de la archidruida apenas cambió con las palabras de Garv, pero el paladín tenía una capacidad casi sobrenatural para captar a las personas y supo que estaba complacida. Tal vez más que con Venpaulo incluso. Desde luego su estilo directo y menos recargado, así como su disposición a trabajar de inmediato le habían causado buena impresión.
 
Emelda asintió a las últimas palabras de Garv y les señaló unas raíces del árbol que parecían haber crecido con la única finalidad de servir de asiento en torno a una mesa que era, básicamente, una piedra circular sobre otra cuadrada. Ella misma se levantó de su propio asiento y se dirigió hacia allá, ocupando uno de los lugares alrededor de la mesa.
 
Ordenó en voz alta que trajeran comida, mientras ella extendía un pergamino sobre la mesa, prensando las esquinas con guijarros. Era una copia del que les había mostrado Cerebro, aunque carecía de muchas de las anotaciones, mientras que las que sí que tenía estaban hechas con una caligrafía menos pulcra y cuidada que la del líder de los Comandos. Ashai y otro druida joven entraron con una fuente de carne asada, una bandeja de bayas con miel y una jarra de agua fresca con tres tazas, todo el menaje estaba hecho de barro. Tras dejar las viandas en una esquina volvieron a salir, provocando un respingo en Venpaulo cuando Ashai pasó por detrás de él.
 
Emelda, ceñuda, pasó de inmediato a explicar la situación en el mapa, que acababa en las montañas del norte, según Venpaulo allí había tribus de gigantes, que extendían su dominio hasta el reino de los enanos que Garv había atravesado con Beshaabel hacía unas cuantas semanas. Las marcas en el mapa mostraban cuatro puntos en la primera cuerda de sierra de las cinco que mostraba el plano.
 

Cargando editor
24/10/2013, 18:40
Emelda Tae

-“Nuestros primeros problemas, cuando empezamos los contactos con Cerebro, fueron con desapariciones de las colonias de búhos gigantes en los altos del Norte. Llevaban anidando en esas montañas siglos, pero ahora no queda ninguno. Sé que a los moradores de ciudades os cuesta entenderlo, pero para nosotros no hay diferencia entre esto y la destrucción de poblados en la frontera.” – hizo una pausa alzando la vista del mapa para mirar muy seria a los ojos de sus interlocutores – “A pesar de los prejuicios que tengáis, os aseguro que esas criaturas no son animales, son seres de con capacidad de raciocinio. Que no se entienda su lenguaje y parezca a oídos profanos el ulular de los animales no significa que lo sean ni que no tengan una expresividad y profundidad de pensamiento tan grande como la nuestra.” – volvió la mirada al mapa señalando las marcas de las colinas – “En estos cuatro puntos habitaban los búhos, algunos de los nuestros vigilaban esas tierras con su ayuda. Durante un tiempo los guardianes del norte se retrasaron en sus visitas a nuestro poblado, finalmente regresaron algunos de ellos, hablaban de soldados de piel de hierro que estaban secuestrando búhos. Civilizados, con clérigos y magos poderosos, que habían matado a varios de los nuestros, la Hermandad había tenido que retirarse de las estribaciones del norte porque los enemigos eran muchos y demasiado fuertes, sus pieles de metal lucían el símbolo del guantelete que llamó vuestra atención.”
 
A continuación fue marcando diversas señales, de la zona que daban la impresión de ser movimientos tácticos de una escaramuza a medida que los explicaba:
 
 – “Preparamos un contraataque, un grupo de élite con algunos de nuestros druidas más poderosos. Pero perdieron la batalla, algunos murieron, otros escapamos heridos. Fue cuando confirmamos que los extranjeros estaban asaltando las colonias de búhos, ayudados por elementales esclavizados por sus magos. Entonces lanzamos una ofensiva total, invocamos a nuestros aliados y marchamos a la guerra, pero antes de poder entablar combate prendieron fuego a las estribaciones del bosque con la ayuda de su magia y sus elementales de fuego, nuestros animales huyeron y algunos de nuestros aliados también. Tardamos días en conseguir salvar el bosque y atravesar la cortina de llamas, para ese momento el enemigo ya se había retirado, las colonias estaban arrasadas y no quedaba ni un polluelo.” - hizo otra pausa dejando de lado el mapa.
 
-“No encontramos restos, ni demasiados cadáveres de búhos, aunque sí los de algunos de nuestros hermanos desaparecidos; los secuestradores dejaron atrás, a parte restos de sus campamentos, jaulas de gran tamaño y equipo de caza, viales con restos de venenos adormecedores y restos de flechas untadas con ellos. Suponemos que su intención era secuestrar a los búhos y llevárselos vivos a algún lugar desconocido, tampoco sabemos con qué intenciones. Había restos de magia que no entendemos, pero de sus soldados sólo quedaban algunos cadáveres y restos de equipo.” – su tono se había apagado un tanto y parecía melancólica al narrar aquello, aunque sólo gracias a su experta psicología, Garv pudo notarlo. Su tono volvió a su dureza habitual para concluir:
 
“No hay ya nada que podamos hacer allí, pero hemos restaurado nuestra organización en la medida de lo posible. Uno de nuestros compañeros más poderosos, un elfo al que llamamos Andrille, vigila las estribaciones del norte y se asegura de que no haya más problemas. Si deseáis investigar algo más Ashai puede guiaros, hasta los mismos nidos si es necesario, con total seguridad. Una vez que los enemigos se han retirado, la zona está bajo control.” –
 

La archidruida pasó entonces a señalar en el mapa posiciones marcadas en la zona sur del bosque, algo más cerca del poblado en que se encontraban, pero en medio de la espesura del bosque, dentro de una zona demarcada de forma amorfa que parecía contener, vagamente, el terreno entre un lago y un desnivel que debía ser el cañón de un río.
 
-“Actualmente nuestros problemas más acuciantes se dan en el sur. Este territorio es un bosque mágico, mutado por magia arcana de la éra de la Guerra de los Magos, allí gobierna Padre Oso y es territorio de los osos mágicos. No están dotados de la inteligencia de los humanos, pero son seres astutos y tampoco son animales irracionales totalmente. Tradicionalmente hemos mantenido buenas relaciones con ellos, son seres tranquilos y pacíficos aunque solitarios y ariscos. Pero también son terribles en la furia y muy agresivos cuando se enfadan, además de muy territoriales. Sabemos que tienen un conflicto abierto, hemos encontrados trozos de cadáveres de los mismos soldados de piel de hierro marcada con el guantelete en auténticos campos de batalla. Incluso hemos visto magos entre los muertos.” – dejó de señalar en el mapa para volver a dirigirles su dura mirada:
 
-“Muy pocos de los nuestros son capaces de controlar a esos animales, ellos son muy suyos y, desde que están en guerra se muestran suspicaces y desconfiados. Su organización es muy laxa e individualista, les cuesta colaborar incluso entre ellos, como para buscar nuestra ayuda. Son orgullosos, y guerreros muy poderosos. Han aislado su territorio y se muestran agresivos a todos los extranjeros. No sabemos con seguridad qué está pasando con ellos, no hemos detectado campamentos grandes ni grupos de tropas. Pensamos que la táctica de vuestro Puño de Hierro es diferente aquí, con pequeños grupos de elite, tal vez sólo uno, mixto de guerreros, cazadores y magos o clérigos que cazan a los osos de uno en uno y que utilizan su magia arcana para esconder sus campamentos.” – la archidruida se alejó de los planos para servirse una taza de agua antes de rematar:
 
-“El territorio está totalmente fuera de control, es muy peligroso. Sólo un druida de poder excepcional podría acercarse a la zona, la situación con los osos tiene exaltada a toda la población de los alrededores. Mi hija Brunilda está infiltrada en la zona, os daremos un reclamo que al hacerlo sonar una vez alcancéis el territorio la atraerá para que os sirva de guía en el lugar. Es la única con ese nivel de poder que podemos mantener en ese lugar tan peligroso, también hemos tenido nuestrs pérdidas, no somos una organización tan jerárquica como las que soléis tener los civilizados y tenemos abiertos otros frentes menores en los que no tenemos nada en común con vosotros. Ashai os puede llevar hasta relativamente cerca, pero deberéis viajar al menos un día vosotros solos por territorio hostil, entendemos que es posible que tengáis que hacer daño a algunas criaturas que habitan la zona y que podrían atacaros por el cáos actual, pero os rogamos que minimicéis los daños en la fauna y población local. Los nervios y el miedo les pueden.”
 
 

Cargando editor
28/10/2013, 09:13
Garv Sevatar

La situación era ciertamente preocupante y Garv se alegró de haber escogido esta misión, la posibilidad de un ejército de Bestias Mágicas al servicio del Puño no era cosa ligera. Definitivamente era una amenaza más inmediata que la que podía gestarse en salones de baile. Escuchó en silencio, haciéndose una imagen de la situación general apoyándose en la información que Emelda les estaba dando y reforzándola con vistazos al mapa. Cuando finalizó se mantuvo en silencio, dando vueltas a las posibles vías de actuación.

-Los búhos ya son un caso perdido, tal vez se puedan rescatar más adelante, pero partimos con mucho retraso. Además todo el tiempo que invirtamos ahí retrasaría la intervención en el asunto de los osos...- no había tantas opciones y, acabó percatándose, sólo había un posible camino para salir airosos. La mirada que intercambió con Venpaulo le indicó que el bardo había llegado a una conclusión similar y que le gustaba más bien tirando a poco, pero no había alternativa.

-Archidruida, si la zona de los búhos ya está asegurada iremos allí en segundo lugar.-señaló por su parte la zona del bosque mágico en el que habitaban los Grandes Osos-lo prioritario es evitar que sigan causando bajas entre los Osos. Entiendo que no contaremos con su ayuda de inicio y que es una zona de alto riesgo; aún así tiene nuestra palabra de que contra los animales tan solo actuaremos en defensa propia y de forma no letal siempre que sea posible. -Entendiendo que las últimas palabras en realidad eran un gran esfuerzo por su parte se lo hizo saber-Agradezco su comprensión en este tema-

No era tema baladí tener que tratar con un hipotético grupo de élite del Puño que se especializaba en ocultarse. Aunque tal vez una inspección a pie de terreno podría conseguir localizarlos... esa duda le llevó al tema de la guía

-¿Hasta qué punto su hija nos apoyará en esta expedición?-quería hacerse una idea de los efectivos con los que iban a contar-¿Tareas de exploración y guiado o, usted que la conoce, cree que querrá intervenir en combate?-el Inquisidor ya daba por hecho que los iban a encontrar. No sería tarea fácil pues seguramente tuvieran que tratar con las bestias mágicas para intentar ganar su apoyo o al menos su no intervención; pero era lo que había que hacer y Garv ya estaba decidido.

Cargando editor
28/10/2013, 16:33
Emelda Tae

- “Brunilda es temperamental y valiente. Os hará de guía y permanecerá a vuestro lado, por si necesitáis comunicaros con los seres del bosque, si es posible hacerlo; no hay mejor guía para ese ramal del valle. Su deseo será luchar a vuestro lado, es una druida poderosa, miembro del círculo interno por derecho. Si se lo permitís luchará, pero os advierto que, si lo que dice Cerebro es cierto, ella no está a vuestra altura. Casi nadie está a vuestra altura." * – aunque lo ocultaba muy bien a Garv no se le pasó por alto su preocupación, lógica preocupación de madre, supuso. En cualquier caso no parecía que fuera a oponerse o a limitar el riesgo que su hija debía correr
 
– “Aún así es, tal vez, la mejor luchadora de que dispone la Hermandad. Sus poderes de transformación son superiores a los de cualquier otro, desconocidos incluso para los demás de nosotros. Aunque los dones de Gaia fluyen de ella con menos fuerza de lo que sería habitual para alguien de su poder.”
 

 

Notas de juego

* Respecto a la clase de personaje y nivel te recuerdo lo que dijimos en el trasfondo sobre los niveles y clases de la gente en general. Vamos que la gente normal es de nivel 3 a 5, pero muy pocos pasan del 9 y, cuanto más subes, menos hay. En términos de reglas lo que dice Emelda es que Brunilda tiene una clase de prestigio y su nivel estará entre 8 y 10. Casi todo el que tiene clase de prestigio tiene puntuaciones de característica de élite (15,14,13,12,10,8) o heroicas (28 puntos como vosotros)

Cargando editor
30/10/2013, 08:36
Garv Sevatar

El Inquisidor reconoció el cumplido e inclinó la cabeza como muestra de agradecimiento. Entendía la preocupación de la archidruida a pesar de no ser él mismo padre de familia había tenido que tratar con bastantes personas devastadas por la pérdida de sus hijos. Se sintió obligado a comprometerse con sus palabras

-Archidruida, agradecemos más allá de toda medida el apoyo que nos brindan incluso estando en situación de apuro. Llegaremos al fondo de esta situación y haremos cuanto esté en nuestra mano para detenerla.-por ahora todo muy formal, lo que se esperaba de ellos. Pero como alguien acostumbrado a confortar a aquellos que buscan apoyo añadió-protegeremos a Brunilda, evitaremos que corra riesgos innecesarios-

En su opinión la reunión ya poco más podía dar de si por lo que tras un breve intercambio de formalidades como despedida Garv y Venpaulo abandonaron la residencia de Emelda en dirección a los aposentos a los que Ashai debería guiarles. No fue una sorpresa que la joven druida que iba a guiarles siguiera tonteando con el bardo; y éste no era de piedra. Puesto que tampoco tenía sentido retener a su compañero más de lo debido únicamente le llamó un instante aparte.

-Venpaulo, quiero saber tu opinión sobre todo esto, ¿cómo lo ves?-aquella puesta en común no debería durar mucho y, a juzgar por las leves miradas de reojo que se echaban mutuamente era probable que el bardo durmiera poco aquella jornada también. Bueno, tendría que recuperar durante el viaje o eso acabaría pasando factura. Y luego estaba lo que indicaban los informes de inteligencia respecto a la relación de su compañero con la propia Brunilda... ojalá no fuera una fuente de problemas.

Una vez su compañero respondió Garv se acercó a Ashai nuevamente-Supongo que la Archidruida te haya informado, partiremos mañana al alba a las tierras del Gran Oso y creo que parte del tiempo nos acompañarás como guía.-con una sonrisa amable añadió-Yo me retiro a descansar-Tampoco creía que fuera casualidad que existiera una distancia razonable de separación entre los lugares de descanso de los compañeros.