Incluso cuando la presencia del Dragon se esfumó en los cielos, la sensación de incertidumbre no abandonó el grupo. Thyra mantuvo su arma en su mano, incluso cuando decidieron sentarse a descansar un poco. Cada tanto miraba al cielo, al horizonte…
-Creo que meternos en la guarida de un oso hambriento seria menos peligroso- no conocía mucho de los dragones, pero si oyó historias bastantes escalofriantes, como Niyi, sobre ellos. No le molestaría atacar a un ser poderoso, pero los dragones no solo eran poderosos… eran condenadamente listos-. Aunque dicen que coleccionan armas y tesoros…- se permitió soñar con armas poderosas, confeccionadas hace milenios… Claro que ese dragón no debería tener muchas, siendo relativamente joven. Miró a Euclides-. ¿Qué sabes sobre los dragones verdes?
No argumentó nada sobre su interés de entrevistar a un dragón o que quizás no hubiera ningún otro en la historia que lo hiciera justamente porque era una mala idea… o no pudieron volver con las respuestas.