Partida Rol por web

Escuche lo dicho por Anatolius sin decir ninguna palabra ya que el resultado de todo aquello era bien conocido para mi persona, pues estuve amarra en una escueta silla durante gran parte de su conflicto con los goblins… tuve la suerte aquella vez de poder liberarme y esconderme hasta que terminase todo sino con toda seguridad hubiese muerto como aquel hombre llamado Tulkas, creo que incluso mi muerte hubiese sido peor.

- Creo que no tengo muchas preguntas que hacer… quiero decir, estuve atada en aquella zona – digo tras asentir con la cabeza.

La Goliat arrugó el ceño, pues al parecer ni siquiera estaban cerca del poblado de la misión. Al parecer unos pequeños goblins les atacaron. Seguramente su padre se habría reído al pensar que unos verdosos y gritones seres podrían ser una amenaza. Pero su tío le explico que incluso las grandes montañas son destrozadas por el paso del agua. El metal mas duro se dobla con algo de calor y golpes precisos… no era bueno confiarse de nada.

Suponía que no tienen muchos más datos o pistas, solo el rumor y la descripción de quien haya encontrado el poblado así. Esperaba que no fuera algo muy complicado de esclarecer, no le gustaba dar vueltas, era más bien alguien directo… como un golpe.

-¿Nos vengaremos de esos goblins? -preguntó con seriedad pero también algo de ambigüedad, como si fuera algo que podría estar de pasada. Luego se encogió de hombros, como descartando esa idea al instante-. Supongo que ustedes estarán a cargo…

Asintió nuevamente, como si ya se hubiera respondido a si misma y eso era realmente así: aquello último fue una afirmación mas que una duda. Como fueron ellos los primeros en aceptar el encargo, ganando algo de experiencia que deberían tener en cuenta para completarlo, veía correcto que ellos decidieran cosas… aunque no dudaría en dar su opinión su algo no le cuadraba.

Por la imaginación de Niyi corrían una marea de bichejos verdes, de tres palmos de altura, corriendo sin ton ni son, sin concordia alguna, llevando en volandas al compañero finado. Eso le hacía tener dudas. Dudas de su equipo. Entre dientes maldijo la situación y protestó: - No tendré bastantes flechas para todos ellos. Es como si estuviese segura de que les atacaría un tsunami de ellos y los tendría que rechazas cazándolos como pavos.

-¿Nos vengaremos de esos goblins? -preguntó con seriedad pero también algo de ambigüedad, como si fuera algo que podría estar de pasada. Luego se encogió de hombros, como descartando esa idea al instante-. Supongo que ustedes estarán a cargo…

.-No hará falta, dejamos un buen número de cadáveres de los suyos y de varios lobos para que supieran quién había sido. Y a menos que fueran parte de un grupo más grande, parecía que fueran todos.-contesté lo mejor que supe dadas las circunstancias:-Supongo que si, al ser los veteranos.-añadía continuación.- 

Kerion y Iskaria fueron llamados aparte por Jask que les hizo señas.

Cuando estuvieron los tres el oficial procedió a explicar. Su tono, que no su acento era áspero, como si estuviera enfadado por alguna razón ajena a los recien admitidos.

Se os ha includio para reforzar una misión de asesinato. -Pausa dramática. - El almirante tenía dudas al principio dados vuestros perfiles pero insistí en que sois los menos malos para ayudar al grupo que ya está en marcha. Se requiere sutileza y sigilo y esos dos grandotes no pueden aportarla. (Thyra y Zadur)

Si sirve de consuelo o motivación estamos hablando de un hombre que le ha pegado varias palizas a su reciente esposa y en un casi la mata. Pero hay alta cuna por medio y no se quiere formar escándalo como es común en esas familias... asi que se arreglará con un cuchillo en la noche.

Y le daréis justicia a esa joven. 

El semielfo sigue al Oficial de Derrota, confirma que sus sospechas eran acertadas. Un asesinato. Así es como el servidor de Waukeen da su primer paso como mercenario, no dejando ningún lugar a dudas sobre la rudeza del camino que acaba de elegir. ¿Qué he hecho? 

Se fuerza a no quitar de su cabeza la imagen suya sobre una pila de oro y rodeado de bellas jovenes elfas y hombres musculosos a su alrededor, disfrutando de placeres que hoy le son inalcanzables. Eso, y el énfasis de Jask en cómo la víctima se merece ese destino, hace que se relaje y acepte lo que está por venir.

- Cada acto tiene sus consecuencias - murmura de modo reflexivo, lo cual aplica tanto para el marido golpeador como para el comerciante que quiere ser mercenario. Que así sea mi señora, seré instrumento de vuestra justicia.

- Gracias Oficial por tenernos en cuenta - dice recuperando el entusiasmo - Entiendo que haga falta sutileza y discreción para un caso así. Si nos brinda la información sobre el equipo y dónde encontrar al hombre de nuestro encargo, ya mimso nos pondremos en marcha - ¹

Mira a su compañera por si tiene algo que agregar y luego continúa - Tengo dos preguntas. La primera sobre las condiciones del asesinato, en el encargo pide que el cuerpo se exponga dando un mensaje contundente, lo cual dista de la sutileza de un chuchillo por la noche. Se considera cumplido si nos movemos con esa discreción? - 

Hace silencio por si Jask prefiere responder primero - La segunda, entiendo que la recién casada heredará las posesiones del agresor ¿Es realmente así? Porque cualquier indicio de que su padre dispuso el asesinato podría interpretarse como un medio de obtener riquezas, y sin duda terminará en la intervención de las autoridades de Neverwinter, más tratandose de familias de alta cuna - se lleva la mano al mentón pensativo - A la larga puede traer una mala reputación de los Dragones Rojos entre los nobles, algo que me gustaría evitar -

- Si me permite una sugerencia, podemos dejarle claro a nuestra víctima el motivo del asesinato y que todos sus bienes pasarán a su esposa como para saciar la sed de venganza de nuestro contratista, pero simular que la muerte tiene otro origen, para que no haya sospechas sobre la joven viuda y hagamos un trabajo limpio y confiable. Le parece adecuado? - pregunta sin saber si el malhumorado humano tiene un carácter peor que el drow.

Sean sigilosos hasta llegar hasta él y acabar con su vida, luego a su manera y forma deben dejar algo mas que un corte en el cuello, algo espectacular o macabro. Algo que inspire miedo suficiente para zanjar el asunto ahí y no haya una escalada de violencia. 

Contundencia es la palabra

Frunció el ceño ante la segunda cuestión, estaba bien tener miras a largo plazo pero no en este caso concreto. 

La herencia y las consecuencias. Eso son por menores que no nos incuben, para que la sangre no salpique a la organización no llevarán insignia alguna y si les capturan no esperen ayuda por nuestra. Una vez terminado el trabajo y recibido todos el pago lo que suceda después nos es ajeno.

¿Comprendido?

Kerion asiente pensativo, que sus palabras fueran escuchadas de buena manera es más de lo que esperaba, incluso la solución que brinda al problema planteado es eficaz para la Compañía. El único problema es que las condiciones que propone Jask son demasiado exigentes  - La solución entonces es que nosotros pongamos el cuerpo, arriesguemos la vida, corramos los riesgos, sin poder pedir ayuda a la Compañía... qué conveniente, no? Ambos sabemos que es mi primer misión en la vida como mercenario y que no se me da el subterfugio, es muy probable que algo no salga bien, en cuyo caso me llevo el desprestigio en mi iglesia y en mis negocios, puede que una condena a prisión o incluso la muerte, y todo eso por...- hace una cuenta en el aire - casi siete monedas de oro, que es mi parte descontando la comisión - niega con la cabeza. 

- Negocios son negocios, es un lenguaje que tanto un comerciante como un mercenario entienden muy bien. Su oferta es mucho riesgo por poca ganancia, es consciente de ello? - dice sin disimular la frustración -Preferiría elegir una misión más redituable y menos riesgosa - 

La maga continúa en silencio, sabrán los dioses qué pensará al respecto. Suspira inseguro, se rasca la cabeza, indeciso - Mire Jask, quiero empezar con el pie derecho en los Dragones Rojos, y me gustaría causarle una buena impresión a usted que parece un hombre razonable. Simplemente soy cauto y me gusta hacer buenos acuerdos para ambas partes, eso no habla mal de mi... tomaré el encargo pero le pido si Sky puede venir conmigo, ella puede enseñarme varias cosas. Desde ya pagaremos por sus servicios, eso delo por hecho. Si es aceptable para usted, partiré de inmediato - dice luego, extendiendo su mano para sellar el acuerdo, como suele hacer con sus clientes.

—Así es. Bienvenido a los Dragones Rojos —dijo con una sonrisa ladeada, taimada y condescendiente.

—No necesitas subterfugios para este encargo, recluta. Solo que no te vean. Por tu propio bien.

—Cuando escuchó la palabra "conveniente", Jask la repitió con frialdad, como si, entre todas las quejas lanzadas, esa fuera la que realmente le hubiera tocado un nervio.

—¿Conveniente? —su sonrisa desapareció por completo.

Se acercó sin prisa, invadiendo el espacio personal con la deliberada intención de recordar silenciosamente quién estaba por encima de quién. Habló en voz baja, con un tono áspero y una agresividad bien contenida, medida al milímetro.

—Si vas a hacer una acusación, hazla formalmente. Mientras tanto, ahórrate los sollozos y compórtate como un miembro de esta compañía.

Hizo una pausa. Un segundo de silencio que pesaba.

—¿Quieres empezar con el pie derecho? Bien. Cumple esta misión. Es una orden directa del Almirante. Hazlo bien, y te ganarás los colores. Hazlo mal, y los entregarás tú mismo antes de que te los arranquen.

Se giró un poco, como si ya hubiese terminado… pero lanzó una última estocada.

—Llévate a la mocosa si tanto te has prendado de ella -Dejó caer sutilmente que el clérigo tenia intenciones ocultas con la pequeña semielfa . Y ponte algo más oscuro. —Le quitó con un gesto brusco del hombro un polvo que no estaba ahí, un movimiento innecesariamente seco, casi insultante.— O vete desnudo, seguro que ayuda más que esas telas de noble aburrido.

La primer frase del oficial deja claro todo, esto que sucede no es una excepción, así se comportan siempre los Dragones Rojos. Casi nunca se arrepentía de sus decisiones, pero esta vez lo hizo. Tendré que hablar seriamente con Lucio.

Claro que es conveniente para ustedes!! piensa indignado mientras las venas de sus ojos se empiezan a hacer visibles. Kerion inició ese día con una oración por un miembro caído, luego se repartieron equipos para reforzar dos grupos que sin ellos tendrían el mismo destino, y ahora mandan a un novato a matar gente y jugarse el pellejo dejándolo a su suerte. Vaya sitio elegí para comenzar.

La mención a la "orden" del Almirante no puede importarle menos, para él se trata sólo de negocios, no ha entrado a un orden militar. Sin embargo esas palabras ahondan en su mente mucho más de lo esperable, y le dan una nueva perspectiva. ¿Y si esos tablones son sólo la ilusión de una falsa libertad? ¿Y si esta compañía es la fachada de una milicia sin escrúpulos dirigida por inexpertos negligentes que mandan al muere a sus nuevos miembros? - Tenía otra idea de los Dragones Rojos... gracias por dejarme claro el verdadero espíritu de este lugar -

La idea tácita de dobles intenciones con la semielfa le parece entretenida y lo saca de su malestar, pero meterse con su ropa le resulta algo excesivo, después de todo su buen gusto con la vestimenta esta fuera de discusión - Si prefiere verme desnudo lo tendré en cuenta para nuestro próximo encuentro - dice a modo de broma con tono divertido, tratando de romper el hielo que Jask había creado. Luego se despide con un saludo marcial.

La idea de estar ambos desnudos se le vino a la cabeza y no le desagrada, pero entre copas y en un ambiente más cálido y ameno. Jask no parece tener una alegría en mucho tiempo a juzgar por sus reacciones, él estaría dispuesto a ayudarlo con eso, pero hacerlo sonreír parece ser más difícil que la misión de asesinato. De a un paso a la vez, Kerion.

Sin esperar a la maga, se dirige hacia Sky para ponerla al tanto de la misión.

Buscó a Sky y le pidió que lo guie a su habitación, allí dejó la capa y el broche de los Dragones Rojos, dejó también su escudo y su mazo - A Jask no le gusta mi ropa, prefiere verme desnudo - le comenta entre sonrisas - Tu opinas igual? - dice con complicidad, abriendo una puerta que hasta el momento estaba cerrada, sin adentrarse en ella.⁰

- Creo que nuestro primer encuetro no ha sido el mejor, me gustaría cambiar eso con él, y me has dicho que sabes todo lo que pasa aquí. Dime Sky, cómo debiera tratarlo para sacarle una sonrisa? Hay algo que le guste, como el alcohol, el arte, las armas, o algo para autoflagelarse? Si me orientas con eso te estaré agradecido, y te llevaré a la próxima misión también - habla primero de este tema como si tuviese más importancia que la misión que está a punto de emprender, que puede costarle la vida.¹

- Necesito que me acompañes en mi primer misión, no se nada de mercenarios y menos aún de pasar desapercibido, no es mi estilo. Y no quiero morir. Tampoco quiro matar, y al Almirante se le ocurrió que soy adecuado para clavar un puñal - niega con la cabeza mostrando frustración - Lo cierto, es que tú puedes ayudarme. Se que tiene un trato con la Compañía sobre tus ingresos, pero como esto es un pedido mío, te ofrezco el veinte porciento de lo que encuentre de valor en la mansión, para compensarte por las molestias - el acuerdo le parece justo, espera que ella lo ve del mismo modo. 2

- Acompáñame a elegir un vestuario apropiado para esta tarea, algo discreto que no me quede muy mal - sale de la habitación hacia el puesto de la comerciante de la compañía junto a la semielfa, en busca de ropa oscura con la cuál cubrir su armadura. ³