Partida Rol por web

¡Puto imbécil!- Dice Luis, apretándose la frente, en el lugar en el que pronto le saldría un chichón. Con la adrenalina por las nubes y un cabreo importante, empieza a ensañarse con el asiático a patadas en la cara.-¡Imbécil! ¡Malparido! ¡Cabrón!-

Termino de golpear y vaya, todo ha acabado. Los japoneses están fuera de combate. ¿Pero que demonios hacían japoneses en este sitio? No entendía nada, pero también intuía que, si seguíamos (trago saliva) vivos, las encontraríamos. ¿Por qué yo? No entendía nada, quizá después del combate esas preguntas comenzaron a aflorar de nuevo por mi cabeza.

Bien....antes de continuar, o decidir que hacer. ¿No os parece extraño todo esto? ¿Concurso de superivivencia? ¿Habrá cámaras? Estaba bastante nervioso, y las últimas palabras las balbuceaba de forma incontrolada. De nuevo un bajón. Necesitaba algún tipo de respuesta con sentido, y lo necesitaba ya.

Vuelve el viejo sonido chirriante del altavoz...

¡Vaya! Uno de nuestros universitarios es un chico listo de veras. Bien por ti Daniel, pero ahora... el reloj esta contando. Os quedan 60 segundos para salir de aquí contando desde... ¡YA!

Y cuando termina de decir esto, podeis notar como la temperatura del vapor empieza a subir, convirtiendo en lugar en una sauna.

Alarmado, escucho la voz que proviene de todos lados. Parece llegar desde algún tipo de altavoz...o altavoces. Con un respingo, miro con desesperación a Jack. Sí, seguía pensando que todo eso era algún tipo de concurso...pero ¿por qué yo? No paraba de darle vueltas a esa pregunta. Agarro el brazo de Jack con urgencia. Tonterías las mínimas con esas preguntas cuando ese maldito vapor había comenzado a ascender por todos lados. ¡Vamos Jack! ¿Por donde diablos cogemos? - le insto con urgencia.

Parecía que habíamos, sí, superado la "primera" prueba. O quizá, solo fuesen cosas mías.

 Iara miró en todas las direcciones, es decir, no sabía a dónde ir, aquella niebla era tan espesa...Se puso nerviosa. Incluso más que cuando estaba en el contenedor.-¡Tenemos que movernos!-exclamó desesperadamente. Se puso a caminar lentamente en la niebla. no sabía adónde iba, pero tenían que salir de aquel lugar antes de que fuese demasiado tarde. 

Tira de su brazo brucamente al ver que se lo coge Daniel un tanto desesperado.

-Dame un respiro ¿vale?- dice un tanto cabreado.Se vuelve a pasar su mano por la zona de su boca, quitándose la sangre que surgía de su nariz y boca, arrastrando algunos restos, lo que más habían permanecido en su piel.

-Intentemos alejarnos de estas escaleras andando hacia afuera, hasta que encontremos alguna pared o algún modo de salir de este infierno, tiene que haber alguna salida por alguna parte- dice avanzando entre la niebla, con un brazo delante y otro detrás por si se topaba con algo.

-Ah, y cuidado con los cables o cualquier tipo de trampa, a ver si este cabronazo ha puesto más por aquí...- les advierte sin dejar de avanzar.

Cuando escucha un claro ¡Crack! procedente del cuerpo, Luis se tranquiliza un poco e intenta respirar el aire denso y caliente que le oprimía el pecho. Comienza a andar junto con sus compañeros y dice- Tened cuidado, no os separeis, o nos perderíamos.-

Iara, una vez pasado el ataque de pánico inicial te viene a la mente lo que viste antes de la pelea, y sabes instintivamente que hay que moverse en linea recta hacia el lado opuesto de la nave.

 Fue como un ladrillo, un golpe del destino que le acomodó las neuronas. De repente, Iara recordó lo que había visto y se calmó. Se dio vuelta y dijo:-Si seguimos derecho, desde esta escalera,-señaló la escalera por la que habían bajado.-llegaremos a otra plataforma, como esta.-señaló la plataforma de donde habían bajado. No sabía si los otros eran capaces de verla, pero seguro que la podían oír.-¡Rápido! No tenemos mucho tiempo.-se dispuso a continuar en el trayecto que había propuesto, pero muy lentamente.

Voy a estar fuera el fin de semana, el proximo turno será el lunes. Procurad postear todos vuestras acciones ;-)

Continuo avanzando con mis compañeros sin mediar palabra. Estaba absorto en mis pensamientos. Todavía no entendía a que se debía toda esta farsa...¿aunque quien podía decir farsa? Tragando saliva, me coloco el último, aunque voy a buen ritmo. No tenía mucho que añadir. Estaba deseando salir de esta gran sala llena de plataformas, ascensores, vapores mortales y japoneses locos suicidas. No sabía si escaparía o no de esto, pero si la cosa seguía así, lo que me iba a dar era un verdadero soponcio. Me meto las manos en la chaqueta como puedo, antigua costumbre de cuando estaba nervioso, y miro a todos lados en alerta. En cualquier lugar, en cualquier momento ¿no?

Después de un rato de andar siguiendo a Iara, la cual parece muy decidida, llegais a la base de unas escaleras metálicas, que conducen a una plataforma elevada. En lo alto de la plataforma hay cinco "puertas" de gran tamaño, por las que entra aire fresco, una bendición con el calor infernal que estais sufriendo. En la plataforma, hay cuatro cuerpos inertes, dos chicos y dos chicas que apenas pasan de la veintena, cosidos a puñaladas de una forma salvaje.

Bueno ¿que vais a hacer?

Miro con alternancia entre las puertas. A primera vista, me parecían todas iguales. Una suave brisa inundaba la zona, rebajando algo mi extenuante dolor de cabeza. Suspirando con indecisión, miro al resto del grupo.

Bien, ya estamos al menos en un sitio más claro. El problema es que hay cinco puertas...¿por cuál cogeremos? Me encojo de hombros. A mí me parecen todas iguales, desde luego. Contemplo a los demás con una mirada interrogativa.

Sube las escaleras estableciéndose en aquella plataforma.Observa aquellas puertas y a esas personas horriblemente asesinadas.

Algún loco habrá pasado por aquí piensa para volver a mirar las puertas.

-No sé, puede que alguna nos lleve un paso hacia adelante y otra nos retrase aún más...- se fija en las puertas para intentar descifrar algo.

Aparte de lo obvio, Jack, no consigues ver nada que sirva de ayuda.

Luis, calculando todas las posibilidades, suelta una patada brutal en la mejilla de uno de los cadáveres, escuchando un sonoro crack procedente del cuello. Mirando a sus compañeros les dice- No podemos fiarnos de nada.- A continuación mira hacia las entradas e intenta distinguir alguna señal para proseguir el camino.

 Iara estaba feliz, aterrada y aliviada, todo al mismo tiempo. ¿Feliz? Por lo menos había guiado bien a los muchachos en aquel lugar horrible. ¿Aterrada? Obviamente por los cadáveres. ¿Aliviada? Por el aire fresco.

Subió las escaleras y miró las puertas, buscando algún indicio de por dónde seguir.

Luis, te das cuenta que por las dos ultimas puertas (empezando por la izquierda) apenas entra aire, mientras que las tres primeras huelen a brisa fresca. Asimismo, ves brillar algo en la mano del cadaver de uno de los chicos: se trata de una pequeña navaja automática, apuntate un arma que hace 1d6 de daño letal.

Iara, pese al cansancio y el dolor de tu mandibula, puedes oler perfectamente el aire fresco en las tres puertas de la izquierda, mientras que en las dos de la derecha, apenas se mueve el aire, asimismo, por la puerta del centro, puedes oler un fuerte olor a vegetal y tierra humeda.

 -Mmmmm...-Iara reflexionó un momento. Se volvió a sus compañeros y dijo.-Las tres puertas de la izquierda liberan aire fresco. Las dos de la derecha no liberan prácticamente nada. Por la puerta del centro...-señaló la puerta.-...huelo pasto y tierra húmeda. Quizá un patio. Yo digo que sigamos por la del medio.-luego se sentó y revisó la remera, los jeans hasta las botas.-Sé que no es el momento más apropiado pero...¿No tienen fuego y un cigarrillo?.-dijo, un tanto incómoda y con tono lastimero.