Partida Rol por web

Kotk-am-Toatl apareció con uno de sus pasos donde el hermano con el que más veces había discutido le esperaba, a él y a todos los demás. Se había sorprendido bastante con lo ocurrido a Sharashiel y ese ser de sombras, pero no lo mostraba mucho, pues tenía que permaneces impasible y con el juicio atento.

-¿Qué quieres, hermano? -preguntó en cuanto apareció.

Nith-Rah sintió la perturbación de Sharashiel desde la habitación de Ruth-adum, y en las leyes notó como algunos de los Ithazi se separaban del flujo de energía del mundo, y morían. El dios del Orden temió, pues sus sospechas se habían hecho realidad.

-Esperaba que pudiéramos al menos llevar esa criatura de un lado a otro. Pero tal y como sospeche en un principio, aquello que no hemos creado nosotros mismos no puede ser controlado. Ni tan siquiera al nivel más básico.

-Ahora se nos presenta un dilema… volver a enfocar la investigación actuando directamente sobre Heris, o bien dejar el tema hasta descubrir el modo de interaccionar directamente con los Incorpóreos.

El dios de luz soltó un suspiro resignado.

-No importe por donde lo mire, la lógica de la realidad me dice que deberíamos inclinarnos a la segunda opción, si no queremos sufrir una perdida innecesaria de nuestro poder para obtener resultados dudosos.

-Meditadlo mientras hablamos con nuestro hermano… veamos que quiere.

Dichas estas palabras, la forma de Nith-Rah se difumino en un haz de luz para ir hasta Atharon.

El dios del Orden apareció con su característico fulgor dorado ante el dios de la Vida y aquellos que se presentaran a la llamada.

-Aquí estamos hermano… ¿querías hablar de algo?

Los orbes de Eon parecían chisporrotear ante lo sucedido con su hermana. No sólo sus fuerzas se habían visto visiblemente mermadas, sus criaturas habían sufrido una oleada de pánico y muerte, y esos seres habían ignorado deliberadamente a Sharashiel.

- Estoy de acuerdo con mi hermano - dijo, tenebroso - Parece ser que aquello que no hemos creado deliberadamente, está lejos de nuestra manipulación. Ante esta revelación, se nos plantea otra duda: ¿cómo han surgido? Si fuera por el exceso de poder que usamos al influenciar sobre Heris, serían parte de nuestro poder, pero no es el caso... hay sombras que acechan en nuestro Conocimiento.

La figura nebulosa de Eon se encontraba en la ventana, observando el fascinante y maravilloso despliegue de colores que hacía gala Candrana. Sentía que sus hijos, llevados por la curiosidad, grababan en sus cristales lo sucedido estos días, de forma que se pudiera registrar el intervalo de tiempo la próxima vez que sucediera. Si tuviera sentimientos, diría que estaba orgulloso de ellos.

Ziltath apareció en la sala de los tronos desde un rincón de la habitación, como si nunca hubiera abandonado el mirador del cosmos, aún le daba vueltas en su cabeza al incidente con Sharashiel, seres como aquellos desafiaban su comprensión, pero lo que más la asustaba no era el desafío que suponían aquellos seres para su poder, su auténtico temor radicaba en el desafío que supondría para sus hijos como raza mortal.

Sharashiel apareció notablemente debilitada en el gran salón de los tronos. Arrastró los pies hasta el suyo y se dejó caer allí. De nuevo el tiempo la cubrió como si de una manta se tratase. No dijo nada de lo ocurrido. No miro a nadie. Simplemente esperó a que su hermano, que los habia llamado alli se pronunciase.

- Mientras vosotros investigabais, yo he realizado otras pesquisas. De modo que Loof ¿Puedes mostrarnos ahora ese otro cuarto, por favor? - Contesté en un tono cortes a mis hermanos mientras hacía una señal con la mano a Loof para que procediera.

Mientras esperaba a que Loof mostrase lo que fuese que habian encontrado Sharashiel notó el influjo de su hermana. Con una mirada, un asentimiento y unas palabras- Gracias Hermana, tu acto altruista no sera olvidado. Tus momentos de debilidad ahora tambien seran los mios- Agradeció aquel acto.

Despues miro a Kotk y levanto el dedo hacia el mapa de la mesa- Hermano. La enviada para las enseñanzas de la alta magia ya esta a las puertas de tu ciudad. Tan solo con que lo desees, entrara para ponerse en contacto con los tuyos-

Sin mayor protocolo que sus clásicos pasos adelante Loof, asintió con la cabeza una vez todos los dioses estaban presentes.

-Sois libres de seguirme -dijo, la misma formula que empleó cuando os acompaño por vez primera a la sala principal de Ruth-adum.

El avatar de la casa del cosmos comenzó a caminar pasillo a pasillo, seguido por los dioses. Aunque poca importancia tenia el espacio en aquellas paredes. Bien podía estar moviéndose todo Ruth-adum alrededor de los dioses y el resultado seria exactamente el mismo.

Ante ellos una puerta, palpitaba ante la presencia divina, una puerta que a pesar de sus curiosidades no había sido vista por ninguno de los presentes hasta aquel momento, tan solo Sharashiel la habría podido deslumbrar en alguna linea del tiempo o Zilath en uno de sus amados secretos.

-Raghul.

Era el nombre de la estancia, no cabía duda. La puerta se abrió, dando lugar a una sala de grandes dimensiones. La entrada de la sala parecía la única salida de la misma y se extendía de forma escalonada y ascendente. Cada escalón era de proporciones suficientes como para albergar cómodamente varios pedestales. El numero de pedestales variaba de un escalón a otro todos contenían entre 5 y 9 pedestales, muy pocos había que tuviesen menos o mas de estos números. 
La mayoría de pedestales parecían haber sufrido el paso del tiempo y se encontraban en condiciones pésimas. Otros sin embargo estaban en perfectas condiciones y se podía leer un nombre y sobre estos últimos se podían ver poderosas estatuas impávidas ante el paso del tiempo que contenían esencia divina, un residuo mínimo tan leve que no lo habíais percibido hasta llegar a la propia sala. Pero sin duda las estatuas que permanecían tenían algo de divino por poco que fuera.

A nivel de suelo había siete pedestales, mantenían las estatuas pero su forma estaba distorsionada y parecía imposible adivinar su forma o leer su nombre.

-Esta lugar ya existía cuando llegasteis -Aclaró Loof.

El Señor de los Muertos siguió a Loof y sus compañeros y, cuando vio esa sala no pudo evitar sorprenderse por completo. En ese lugar había grandes misterios y secretos que debían ser revelados si querían poder saber que hacían allí en realidad. Observó el lugar con detenimiento, incluso se acercó a esas estatuas que parecían estar casi sin terminar, viendo que eran siete y teniendo una ligera sensación de mortalidad, pues algo le decía que esas estatuas serían ellos cuando desaparecieran.

Con curiosidad comenzó a caminar por las estatuas que mantenían su elegancia y su nombre, sobretodo porque quería saber quienes eran esos seres o dioses, ¿reconocería a alguno? ¿habría algún otro dios de los muertos y la justicia? ¿o simplemente eran estatuas? ¿o quizás...?

Demasiadas preguntas se arremolinaban en su cabeza y no pudo evitar preguntarle a Loof- ¿Éstas estatuas fueron dioses en otro momento?

-Es bastante obvio… ¿Por qué habríamos de ser los originales… o los primeros hijos?... Como todo en el Orden, existe un ciclo que tiende a repetirse una y otra vez… ¿por qué habríamos de ser una excepción? ¿Por qué no ser un eslabón más del ciclo?

El dios del Orden camino entre las estatuas, iluminándolas con su fulgor dorado, sus ojos brillantes se centraban de tanto en cuando en algunos de los nombres y estatuas, con curiosidad pero no excesivo interés, como si una parte de él ya esperase encontrar algo asi, mas aun sorprendido por haber dado con semejante lugar.

-Ya hace tiempo me imagine que no seriamos los primeros, mas este lugar lo confirma. La energía y el éter que nos formo se adaptan formas nuevas y cambia… Que antes fuera un único ente, o nueve, es indiferente. Mas este lugar nos da mucha información… y  muchos enigmas.

-¿Los de la fila más alta serian los primeros en aparecer, o solo los primeros en ser recordados por este lugar?

-¿Existiría este lugar antes de que apareciera el primero de estos… O fue este lugar el que nos creo?

El señor del Orden dirigió su mirada a Loof.

-Deduzco, que Loof sirvió a todos estos antes que a nosotros ¿No es así?

- Desde luego, Nith-Rah. Esto también confirma mis sospechas. Hubo otros dioses, cuya energía divina sigue viva en parte, aunque es tan solo retazos de lo que algún día fue. Quizá esto explique también las sombras, al menos eso me aventuraría a afirmar. Contemplamos la memoria de los ciclos pasados, que llegan hasta nosotros, y que continuarán más allá. Pues llega el día en que hasta los dioses deben morir. - Dije contemplando las siete estatuas sin nombre que presumiblemente serían para nosotros, una vez desapareciéramos. Después avancé entre las demás, estatuas de hermanos y hermanas caídos en otros lugares, otros momentos, otros mundos y universos. Pero todos dioses al fin y al cabo. Me preguntaba cómo serían sus voces, cuáles sus ideas y opiniones. ¿Que ocurría con ellos después? Nosotros designábamos lo que esperaba a nuestros hijos una vez morían ¿Haría lo mismo Padre?

Aquellas preguntas me rondaban constantemente, mientras subía y bajaba los peldaños, caminando entre las estatuas, en busca de nada en particular, aunque quizá, inconscientemente, buscaba a otro parecido a mi.

La diosa observó desde el marco de la puerta. No sabia muy bien que decir o hacer ante aquella situación. Las afirmaciones hechas por sus hermanos le hicieron sentir unas sensaciones escalofriantes ¿y porque no ser los primeros? era lo que pensó la diosa. Era incapaz de ver nada antes de su nacimiento, por lo que ella daba por hecho que no había nada antes de su nacimiento, o no había ocurrido nada antes de este. había visto aquella sala en algún futuro, pero no había sido nada relevante pues muy pocas veces era encontrada.

- Hablas con algo de razón Atharon. Los dioses han de morir, pero tan solo he visto la muerte divina a manos indirectas de otro Dios ¿afirmas quizás que todos los dioses tienen un fin?- Ni aunque intentase vislumbrarlo era capaz de ver la muerte de un dios mas allá de lo que ella misma quizás dicho- Iluminadme con vuestra sabiduría hermanos. Estoy ciega mas allá de lo que el tiempo me enseña-

Observó la sala con la misma curiosidad que podria hacerlo un mortal ante algo desconocido. No entendia aquella sala ni quienes eran los de allí. Otros dioses en otros hogares? ¿dioses antiguos caidos? de ser asi... ¿a manos de quien?

Algunos dioses comenzaron a examinar el lugar, era evidente que esas estatuas despertaban interes en mayor o menor medida. Un rápido vistazo bastaba para comprobar que eran mas los pedestales vacíos que con estatuas y nadie fue capaz de encontrar un escalón que no hubiese, al menos, un pedestal vacio. Incluso algunos que no tenían ni una sola estatua, aunque eran muy extraños. El escalón mas alto, descansaba una única estatua, que rezaba un nombre "Xilea" 

Ella estaba en la parte mas alta, en contra posición a las 7 estatuas borrosas de la parte mas baja, puede que la sala empezará allí o que terminará.

Loof, respondió a las preguntas formuladas, como era habitual con su voz autómata, carente de sentimiento.

-Ruth-adum siempre ha existido, yo solo he servido a los dioses que ahora se encuentran en Ruth-adum. Hasta donde llega mi comprensión esto siempre han sido estatuas.

- Me fascina que tengáis tan claro el funcionamiento o el por qué de esta sala, hermanos - dijo, refiriéndose a Atharon y a Nith-Rah - Cuando no habíais comentado nada al respecto de su existencia, o del hecho de que supiérais que podíamos morir. ¿Cuándo pensábais decírnoslo?

Su figura fantasmagórica pasaba de un lado de otro, observando nombres y rostro, atravesando las estatuas de material desconocido como si no estuvieran ahí.

- Muchas... muchos nombres...

-Nosotros no podemos morir -añadió el Señor de los Muertos- nosotros no estamos vivos, es algo más, nosotros creamos vida y la damos forma, no podemos morir al igual que no nacemos y crecemos como las criaturas que hemos creado. Solo aparecimos y podemos aumentar los conocimientos, pero no evolucionamos más allá, y creo que no moriremos, simplemente desapareceremos igual que aparecimos.

Miró a Eon- yo no tenía ni idea de que eso pudiera ocurrir, lo que más llegué a contemplar es que si me delibitaba mucho, los trascendidos podrían desaparecer, nada más.

Pasó la mirada a Nith-Rah- Hermano, ¿por qué los de más arriba serían los primeros? Quizás fueran lo más importantes -comentó sin animo de ofender- creo que intentas plasmar en todo tu concepto del Orden, cuando no todos tenemos el mismo. Puede que entre nosotros sea el más acertado al ser tú su representación, ¿pero quien no dice que el que creo esto tuviera un concepto mayor, mejor y más completo del Orden que ni siquiera tú puedes llegar a comprender? -la pregunta era algo que tenía en mente y no quería ofender para nada- ¿quién me asegura que de entre todos estos no hay un dios de los muertos que hizo lo mismo que he hecho yo y se equivocó?

Nith-Rah arqueo una ceja ante la inocencia de sus hermanos

-Todo lo que tiene un principio, tiene que tener un final hermanos, si observáis el cosmos con detenimiento, veréis que tiende a separarse y volverse más caótico de forma natural. Aun con nosotros creando orden en este, este orden no está carente de esta norma, pues nuestra fuerza desaparece para contrarrestar nuestra creación, tal y como exigen las leyes de la entropía del universo…

-Llegara el momento, en que la entropía del universo será tan grande que incluso los materiales más fuertes se disgregara, los enlaces mas íntimos se separaran, y las energías mas intensas se dispersaran, hasta que todo lo que quede sea la nada… ese día, nuestra existencia desaparecerá de seguro… mas es un proceso lento, y que ocurrirá en ese momento aciago, en que todo desaparezca, es inseguro.

-Pero dejando de lado las filosofías que implican el conocimiento del universo, refirámonos a este lugar. Ciertamente mis ideas vienen de suposiciones de la misma observación del cosmos, tarea que he seguido desde que tengo memoria, incluso antes de estar entre vosotros o de llegar al hogar celestial.

-Este lugar nos dice algo claro… no somos los primeros, pues de ser así, todas estas estatuas, todos estos nombres… no existiría ninguno. La única explicación lógica es que antes de nosotros hubiese algo. Y dado que hay siete estatuas informes en la parte mas baja, es decir en un extremo, bajo el cual no existe aun nada, nos indica que debemos ser o bien nosotros o los que estuvieron antes que nosotros… ya que ahora solo nosotros existimos en este lugar y tiempo.

-El hecho de “morir” no significa que la esencia que nos creo desaparezca, y dado que existen estas estatuas, es muy posible que esta esencia cambie y nos forme cuando su anterior forma se vuelve insostenible. El cómo y porque murieron, o lo qui hicieron mientras existieron… no lo sabemos, tal vez decidieran dejar de existir, o tal vez se mataron entre ellos robándose sus fuerzas… ¿Quién sabe?

-Lo que me resulte curioso es que Loof no lo recuerde… tal vez el universo renueva su forma original cuando deja de existir… pero si eso es así ¿Por qué este lugar permanece con el paso del tiempo? ¿Tal vez la misma Ruth-adul esta libre de las leyes de la entropía del universo? ¿O puede que sea algo fijo, que se crea por la misma conformación del universo?

Nith-Rah suspiro ante la anegante cantidad de información, ideas y preguntas que asaltaban su mente.

-Disculpadme hermanos, estoy divagando un poco… este lugar me hace plantearme todo el esquema del cosmos y el ciclo que sigue en su existencia. Al menos ahora conocéis mi opinión… mas como he dicho, me baso en suposiciones y meras observaciones.