Partida Rol por web

Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

III - Contra viento y marea

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28/11/2014, 07:42
Todler

El puñetazo del gigantesco hombretón calvo fue tan fuerte que le hizo vomitar por segunda vez, sin embargo esta vez fue algo más que el exiguo desayuno de esa mañana. Con suma dificultad el Capitán Hasler tomó aire, o más bien lo intentó, pero sus pulmones se resistían a ello, era como si no le perteneciesen. Aquello debía ser es sueño, es más, tenía que serlo. El siguiente golpe en el costado izquierdo, el más castigado y el que con total seguridad a esas alturas contaba con varias costillas rotas, le recordó que no estaba soñando. Aquellas personas que tenía delante eran para su desgracia muy reales.

Venga Hasler, no me jodas. ¿Tanto te pagan que estás dispuesto a morir por esos desgraciados? - Preguntó el semielfo al reo. Piénsalo bien. Yo podría pagarte el triple por tus servicios como capitán de una de las naves de mi ejército. ¡Qué digo el triple! !Diez veces más! - Añadió con una sonrisa fría, glacial, sin brillo alguno en sus ojos. - ¿No te has parado a pensar en lo poco que va a servirte el oro si mi camarada te parte el cuello? - Preguntó susurrando al oído del capitán del Trueno del Mar y tirando de pelo de éste hacia atrás. Ante la terca negativa de éste por colaborar, Todler tiró con todas sus fuerzas arrancando un abundante mechón de pelo de la cabeza del hombre encadenado. ¿Cómo eres tan terco capitán? - Preguntó con sorna recuperando de nuevo la compostura. Un chasquido de dedos fue suficiente para indicar a uno de sus subalternos diese una vuelta más a la rueda que servía para tensar la cadena del techo a la cual llevaba encadenado el capitán varias horas. El preso gritó de forma desgarradora, más como animal que como hombre.

Venga, no ha sido para tanto Hasler...- Unos dientes amarillos y afilados asomaron por encima del labio superior. - Esto es innecesario. - Hizo una breve pausa. - Como bien sabes, aquí mi amigo, - dijo señalando hacia la esquina más oscura de la habitación, allí donde los cansados ojos de Hasler Nazyr sólo podían distinguir una esbelta silueta envuelta en una túnica -  podría sacarte toda la información que necesito por otros medios, pero quiero que seas tu quien me lo cuente, digamos que por...¿camaradería?. - El semielfo giró sobre sí mismo en lo que dura un parpadeo; y una cimitarra apareció por arte de magia en sus mano cubierta con un aterciopelado guante rojo. Las vísceras cayeron al suelo tan pronto la hoja refulgente abrió el vientre del pobre infeliz que permanecía colgado junto al Capitán Hasler. Fyumir Hesseral, primero de a bordo del Trueno del Mar e inconsciente desde hacía largo rato, murió al instante sin ver la cara de su asesino.

¡NOOO!¡HIJO DE MIL PADRES!¡TE MATARÉ!¡POR ÚMBERLI TE JURO QUE MORIRÁS DELANTE DE MI TODLER! - Gritó el capitán saliendo por fin de su mutismo. Ignorando el agudo dolor de sus hombros debido a la tensión que provocaba el estar colgado por las muñecas del alto techo, aquel que había traído a los compañeros hasta el atolón se revolvió e impulsó echando mano de las pocas fuerzas que atesoraba. Consiguió elevarse varias pulgadas sobre el suelo antes de que un un nuevo puñetazo, ésta vez en la mandíbula, lo sumiese en las oscuras pero al menos tranquilas tinieblas de la inconsciencia.

 

¿Quién te ha dicho que le golpeases estúpido humano? - Preguntó una voz invisible por encima del semielfo al grandullón de torso desnudo y ensangrentado con la sangre del capitán Hasler. 

No pasa nada... Acabará hablando. Tomémonos un descanso. - Se apresuró a interrumpir Todler, para quitar hierro al asunto.


 

La delgada hilera de casas construidas en la plataforma habían sido levantadas mucho tiempo atrás, cuando aún había espacio para alojar a todas las tripulaciones en el interior de la caverna y los planes de Steznag no habían sido desvelados aún y distaban mucho de convertirse en la realidad que ahora eran. La mayoría se trataba casas de una sola planta carentes de ventanas y de estructura tan tosca como aquellos que las habitaban. No estaba claro quien vivía en cada una de ellas puesto que la mayoría de las veces quienes allí dormían era debido a que no disponían fuerzas para levantarse después de ingerir grandes cantidades de alcohol. Eso fue durante mucho tiempo, y de hecho seguía siéndolo, pero ahora emborracharse estaba mucho más controlado. Desde que la invasión había sido puesta en marcha y sólo tripulaciones concretas podían vivir en el interior de la Boca de la Sirena, el control sobre los marineros se había vuelto más férreo, y los castigos por indisciplina mucho más crueles.

Sin embargo aún existían lugares en los que la disciplina se relajaba y sus dueños se lucraban pese a tener que pagar fuertes sumas de dinero para seguir manteniendo sus actividades. Ninguno de aquellos avariciosos posaderos era consciente de que por mucho dinero que acumulasen, no eran más que cautivos como los miles que vivían allí, y que hasta que Steznag no quisiese, no podrían abandonar el atolón.

 

Notas de juego

Os encontráis la plataforma superior de la parte oeste. La vida que se desarrolla allí es la misma que podríais encontrar en los barrios bajos de Athkatla a altas horas de la noche, con la salvedad de que en el interior de la Boca de la Sirena es una madrugada eterna.

Hay mucha gente por la calle, la gran mayoría piratas, aunque hay esclavos, prostitutas y mercaderes empujando sus carros de mano, repletos de las mercancías que han salido a la venta provenientes de las bodegas del Trueno del Mar y de otro barco interceptado hace un par de días.

La Boca de la Sirena es toda vuestra.

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28/11/2014, 15:35
Morwing

El hecho de encontrar allí el Trueno del Mar saqueado era algo que descuadró y desmotivo gravemente al grupo. Su vía de escape al igual que la tripulación había sido capturada por el ejército pirata.

- No os desaniméis, encontraremos otra forma de salir de la isla. Debemos continuar…, comentó el hechicero tratando de mejorar la moral del grupo.

El descenso a la ciudad no tuvo mayores consecuencias. La vestimenta del grupo parecía no llamar la atención sobre los ciudadanos de la ciudad pirata y esto daba la posibilidad al grupo para recopilar algo de información.

Cuando un mercader pasó cercano al grupo arrastrando una carretilla, Morwing, seguro de sí mismo le llamó la atención:

-¡Eh tú!, ¡Sí, sí…tu!, dijo con tono de superioridad a pesar de su físico enclenque, - Dime dónde podemos echar un trago y matar el tiempo mis compañeros y yo antes de zarpar… ¡pero por aquí cerca eh!, dijo intentando poner un tono grosero. 

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28/11/2014, 16:25
Kormack Quebrantahuesos

Ya sabes el dicho... Perra ladradora... Poco satisfecha está... dijo a Ogna con una sonrisita, levantando las cejas en dirección a Losse. Al ver como Ogna se ponía de rodillas y abría la boca el enano se palmeaba los muslos mientras vociferaba una risotada. Antes de bajar frenó a Cuinthere. Eh... dijo con una cálida sonrisa No escuches a la ojeras. dijo refiriéndose a Ogna, ese mote le haría que perdiese el miedo. Está desequilibrada. Perdí un medallón ¿y qué? Los medallones no hablan. Y sobre el lobo que murió era de Traishor, no era mío le dije que tuviese cuidado, que me esperara... que no fuese, no pude salvarlos. No estaban cerca mía, así que quédate cerca mía... En cuanto a lo de que he muerto dos veces... Es una mujer que habla a un estoque, está desequilibrada. JA! Sólo se puede morir una vez. dijo palmeando la espalda del lagarto. Y yo aún no me he ganado ese privilegio... dijo apretando los labios. Frunció el ceño y siguió escaleras abajo.
El enano al ver como enclenque hablaba con aquel pirata también se acercó para apoyarle en su demanda. Enclenque no tenía cuerpo... JA! Y arrrrmas... decirrrrme donde hay arrrmas! aunque quería intimidar al pirata un gallo le hizo parecer menos hombres. Cosas de la humedad en las cuevas...

- Tiradas (1)
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28/11/2014, 17:29
Ogna

La joven y escuálida pirata se acercó a sus compañeros que hablaban ahora con un desconocido. Llegó con aires de quien se sabe importante, de ser superior al resto de mujeres de la isla, pues lo normal es que todas fueran putas y esclavas.

- Los enanos siempre tan impacientes por entrar en la batalla. Si no le damos alcohol pronto se pondrá a dar mamporros al primero que se cruce en su camino.- Dijo en referencia a las palabras de Morwing.- Hay mucho movimiento y todos estamos algo inquietos. ¿Sabes si es verdad que han apresado a los a que atacaron la Torre de las Drizzas?- Preguntó realmente curiosa. Sabía por la batalla en la fortaleza que los rumores del ataque a la torre ya habían llegado a la isla y, además, sabía que El Trueno del Mar debía haber sido capturado ese mismo día.-¿Tiene que ver con ese nuevo barco que ha llego hoy a la Boca? No me parece haberlo visto nunca.

- Tiradas (1)
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28/11/2014, 18:06
Zanc Piesligeros

Finalmente habían logrado salir de aquel túnel, el Gnomo estiró sus músculos mientras observaba la ciudadela pirata desde su privilegiada posición, el aviso de Davros le hizo mirar en la dirección donde estaba el Trueno del Mar. -Mierda....- Pensó por un momento, el plan de escape de aquella isla infestada iba a resultar mucho mas difícil de lo que tenían pensado. Mientras bajaban hasta la ciudad el pequeño Zanc no dejaba de pensar en como iban a hacer, necesitaban habilitar las cadenas  que custosiaban la entrada de la caverna para salir de allí en cuanto lograran hacerse de nuevo con el barco... Si es que lo conseguían.

El pequeño Zanc se acomodó su improvisado parche, en donde sólo quedaba una cicatriz producto del corte de uno de los piratas que encontraron en la torre donde encontraron a Mieleri, por poco perdió un ojo en esa ocasión, pero ahora lo utilizaría para parecer uno mas de esos piratillas. Con su fiel daga-espada en la empuñadora y su mano en el pomo de esta, contemplaba la idea que había propuesto Ogna, el ir a explorar aquellas torres que custodiaban la cadena no parecía mala idea, al menos si veía como funcionaba aquel mecanismo se le ocurriría alguna de sus ideas.

Cuando iba a proponer que Losse le acompañara, se vio interrumpido por un comerciante, al que apresuradamente fueron a abordarlo para sacarle alguna información, el Gnomo se mantuvo bajo el cobijo de la sombra que le proporcionaba la pared de una de las casas mientras esperaba en silencio y observaba a sus alrededores.

- Tiradas (2)
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28/11/2014, 19:54
Theodor "El cojo"

Bufff - Resopló pesadamente Therodor dejado reposar el pesado carro. El hombre, un varón de cincuenta y muchos con cara de pocos amigos y con una ligera cojera al andar, llevó sus manos a los riñones y aprovechó para estirar la espalda. Sacó del bolsillo frontal de su camisa una pipa apagada y la colocó en su boca, sin embargo se contentó únicamente con ello, pues no llegó siquiera a encenderla. Echó un vistazo a los tres compañeros que le habían salido al paso. ¿Ya os han llamado eh? ¿Supongo que para mañana o pasado no? Vaya época para viajar, yo no apostaría porque vuestro barco llegue de una pieza a donde diablos quieran mandaros. Pero bueno, eso no es motivo para no hacer negocios antes de zapar ¿no? - Preguntó y rió a carcajada limpia de forma muy semejante a como Kormack solía hacer.

Sí, hombre sí. Allí tenéis un buen lugar donde tomar un trago. Dijo señalando a la primera casa al otro lado de una pasarela. Era una edificación de dos plantas con base de piedra y planta superior de madera, de las pocas con dos plantas en la Boca de la Sirena que no fuese un edificio de tropas o un fuerte. Pero ya se sabe, regar el gaznate en aquel lugar era mucho más seguro que empuñar la espada y eso hacía que el dinero, entre los pocos sitios donde podía gastarse, terminase irremediablemente allí. Preguntad por Blogar y decid que vais de parte de Theodor, os atenderá bien.

Ah, si queréis comprar armas...os sugeriría se lo preguntéis a un hombre que merodea mucho ese sitio también. No conozco el nombre pero Blogar sí. Es un tío extraño, pero tiene cosas interesantes. - El hombre tomó de nuevo el manillar del carro. Iba a comenzar a andar cuando la muchacha preguntó acerca de lo ocurrido en la Torre de las Drizas. Theodor miró a ambos lados con evidente incomodidad. 

Sí, bueno, he escuchado algo de que hubo una pelea allí sí, y que hubo varios muertos. - Evidentemente sabía mucho más de lo que contaba pero no estaba dispuesto a compartirlo con el primero que pasase por allí. Ya conocía como terminaban los agoreros o los charlatanes en aquel sitio. Creo que se marcharon tan pronto...finalizaron el trabajo. Ya sabéis.... KKsshhhhhhhh - Hizo el gesto con los dedos imitando una espada degollándole. Creo que los atraparon más tarde y los mataron.  - Comentó con un encogimiento de hombros como si aquello ya fuese agua pasada o que se trataba de algo de lo que era mejor no hablar.

Sí, ese barco lo han abordado esta mañana temprano. No me acuerdo del nombre del capitán pero dicen que sí, que fue ese bastardo quien trajo a los aventureros aquí. No me gustaría estar en su pellejo. - Escupió al suelo, gesto muy cotidiano entre los piratas para alejar a la mala suerte.

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29/11/2014, 02:44
Losse

Losse se acercó al hombre y le interrumpió - A las buenas - Aproximándose un poco más y utilizando el iluskano, idioma utilizado por muchos de los piratas de La Costa de la Espada, volvió a sacar a la luz el tema que el hombre pretendía enterrar para no contar más de lo que sabía - Perdona que dude de tu historia, pero por ahí se rumorea que Urthgal, ese bárbaro semiorco, ha caído también hace poco tiempo en extrañas circunstancias. Ya sabrás que pocos en esta isla serían capaces de hacerle frente. ¿Estás seguro a cien por cien de que murieron? Ya se sabe que en lugares como éste uno no puede relajarse pero, aún así, no me gustaría llevarme ninguna sorpresa. - Pero el elfo quería continuar abordándole, quien sabe si en aquel lugar podría estar la joven Mieleri, pese a tener pocas esperanzas de ello - Ah, por cierto, ¿no sabrás de algún otro buen burdel? Estoy cansado de que siempre me la coman las mismas cerdas y tanto tiempo transportando a esos mineros no me han dejado casi tiempo para conocer más a fondo este sitio - Y con un guiño, una palmada en la espalda y una sonrisa aguardó su respuesta.

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29/11/2014, 03:09
Theodor "El cojo"

El hombre pareció sentirse más cómodo con la intervención del elfo que acababa de acercarse, era raro encontrar a un Calishita que hablase Iluskano, lo cual fue una alegría para él que se dirigiesen a él en su idioma natal. ¡Eo! ¡Quien iba a decirme a mi que aquí conocería al primer Calishita que escucho hablar sin acento, no ya sólo común si no Iluskano! - Exclamó ciertamente sorprendido. 

¿Urthgal? ¿El semiorco? ¡Eso sí que no me lo esperaba! - Comentó con los ojos abiertos de par en par a la vez que sacudía la pipa apagada, señal de que le interesaba el rumor. ¿Cuándo? ¿Dónde? Qué hijos de puta... - Negó con la cabeza con incredulidad.

Vamos, no apostaría mis cojones a que esos tíos estén muertos, pero es lo que dicen algunos de los que lucharon esa noche allí. Según dicen  una bola de fuego los hundió en el fondo del mar como un chivato con una losa atada al cuello. Al menos eso es lo que dicen algunos de los que llegaron ayer por la mañana. Theodor golpeó su frente con la palma abierta como si hubiese recordado algo. ¡Hombre! Ahora que lo dices, resulta que hicieron una buena escabechina con algunos paisanos tuyos allí. ¿No serán tus camaradas no? 

¿Eres de los que vive en el pueblo de la playa sur? - El hombre dio como afirmativa la respuesta a su pregunta y continuó. ¡Qué rápido buscáis las comodidades de la Boca de la Sirena! - Theodor rió entre dientes y golpeó el hombro de Losse con confianza haciendo que una nube de polvo saliese de sus sucias ropas.Sí hombre, mira, es por allí, detrás de aquella casa. Cuesta cinco piezas de oro entrar pero merece la pena, créeme. - Finalizó con un guiño cómplice. Agarró su carro de nuevo listo para seguir con su camino cuando de pronto se detuvo antes de dar un solo paso. ¿Todos vosotros estáis en el mismo barco? - Preguntó levantando una ceja un tanto extrañado. 

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29/11/2014, 11:50
Losse

Al igual que Losse abordó al pirata con sus preguntas, ahora las tornas cambiaban de bando y, si no querían que sospechasen de ellos, debía de ser muy cuidadoso. De nuevo se acercó al pirata y le respondió en su idioma natal sin llamar mucho la atención - Dicen que lo encontraron decapitado en el antiguo campamento que hay junto al templo. Bien sabrás que podríamos sospechar de otras cosas extrañas que se rumoreaban de aquel lugar, pero una decapitación es bastante mundano. El que haya acabado con ese semiorco, si es que es cierto, debe ser muy, muy peligroso. Por eso te digo que no me quedo muy tranquilo sabiendo que esos rumores pululan por ahí. - El servidor de Mielikki se llevó la mano al pecho para responder por sus "paisanos", mientras una apesadumbrada voz salía de su garganta - Cierto es que no tenía una estrecha relación con muchos de ellos, pero con Lebter era diferente, él fue uno de los grandes valedores de que estuviéramos en este lugar... - De nuevo se detuvo momentáneamente en su narración y le soltó una pequeña "perla" para seguir obteniendo toda la información posible. - ... bueno, Lebter y el mediano de Cherrybroof. No sé si lo conocerás... -

Abandonando ya ese tono apesadumbrado, el joven elfo se frotó las manos ante la información del burdel, para después rascarse sus partes nobles - ¿Sólo 5 monedas? Creo que me pasaré por la piedra a más de cinco, ¡JA! - Sin duda había aprendido bastante de la actitud de Kormack y esa última risa que le dedicó al pirata bien podría haber provenido de la boca del enano.

Y, de nuevo, el pirata apuntilló al grupo, solicitándoles nueva información, pero Losse quiso obviarlo aparentando gran ilusión por conocer a nuevas mujeres. - No me hables más del barco o los barcos. ¡Estas monedas no van a gastarse solas! ¡Me has caído bien... - le dijo esperando saber su nombre, hasta que éste se lo proporcionó - ...Theodor! ¡Deja que te invite a un buen polvo! - Y agarrándolo del hombro tiró de él para que le siguiera mientras instigaba a sus compañeros a que le siguieran con un gesto con la cabeza.

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30/11/2014, 07:57
Theodor "El cojo"

Theodor sacó un pañuelo usado y descolorido de la parte de atrás de su pantalón y se secó unas invisibles gotas de sudor de la frente. Sin lugar a dudas, de ser cierto lo que aquel sureño comentaba, era algo para pensarse muy seriamente el tomar medidas, la primera de ellas informarse acerca de la veracidad de la misma. Conocidas eran las historias de aventureros metomentodos que no paraban hasta poner patas arriba aquello que se les metía entre ceja y ceja. 

El hombre salió de sus ensoñaciones con un escalofrío recorriéndole la nuca. No llegué a coincidir con él - dijo refiriéndose a Lebter y con aire distraído - pero traer a varias naves desde el lejano Puerto Calim no debe ser fácil. ¿La liebre del Desierto no? - Preguntó refiriéndose al barco insignia de los tres que los Calishitas habían aportado a la causa. ¿El mediano de Cherrybroof? No sé de quien me hablas. Contestó arruando el ceño. Ha pasado mucha gente por aquí ¿sabes? Es difícil quedarse con el nombre de... ¡Ah! ¡Ya sé quien dices! Sí, ya sé de qué mediano hablas. - Sonrió. No recuerdo su nombre, pero sí, lo vi muchas veces durante un tiempo, solía rodearse muy bien. Hace tiempo que no le veo. ¿Sigue en la isla? Desde luego no tenía pinta de ganarse la vida trepando al palo de la mayor. Supongo que... bueno, ya sabes, que se dedica a otras cosas menos sucias. ¿Me equivoco? - Preguntó para salir del paso.

Ains, ¡algunos nacen con suerte! Pero bueno, a cada uno con lo suyo. No cambiaría lo que he vivido por la vida de nadie, pero uno ya no está para esos trotes de saltar de cubierta a cubierta agarrado a una cuerda. Sólo me queda esperar a ver si... ejem....Steznag - Susurró como si la sola mención de su nombre fuese algo peligroso. - nos consigue lo que ha prometido. - Dejó el tema en el aire puesto que, por lo que pudo imaginar Losse, era un tema sobradamente conocido lo que a grandes rasgos se proponía el señor de los piratas.

Bueno...hmmm...de acuerdo, de acuerdo. - Contestó al ofrecimiento de Losse sin oponer mucha resistencia. No hay nada mejor que un buen coño antes ir a comer ¿no? Vayamos... - Theodor levantó el carro, dio media vuelta y se dirigió hacia uno de los tres lugares donde poder descargar tensiones en la Boca de la Sirena.

La Casa de Muñecas de Grendalom Ojotorvo, que era como se llamaba el más que modesto local, se encontraba a escasos metros de la senda por la que os compañeros acababan de descender. Aquello desde luego no era casualidad ya que el dueño, un Sembiano de Selgaunt que decidió probar suerte a éste lado del mundo muchos años atrás, sabía que aquella senda era muy utilizada por los piratas que estaban destacados en los pueblos del interior de la isla y a los que no se les permitía entrar en La Boca de la Sirena. Como cualquiera podía imaginar, el que una persona recorriese los siempre peligrosos caminos de la isla por la noche y se arrastrase durante un par de horas por los angostos túneles de las ratas no lo hacía únicamente para beber unos tragos de vino. Había pagado mucho, más en favores que en dinero, por abandonar la tripulación del Velero Gris y dedicarse por entero al negocio del proxenetismo, sin mencionar el más que inflado coste de aquella casa de mala muerte que ahora era el hogar de de doce prostitutas, nueve niños, los cuales no sabían realmente ni quien era su madre y mucho menos su padre, y de él mismo.

Le rajo las tripas al que toque el carro, ¿me habéis oído? - Amenazó Theodor a los tres hombres que bebían alegremente apoyados en unas cajas y a otro que se traía otros asuntos entre manos con una mujer de protuberantes pechos que lo retenía entre sus piernas y el cual ni siquiera escuchó la amenaza.

Música, voces, risas e insultos escaparon del burdel tan pronto Theodor abrió la puerta e hizo pasar a Losse y a sus acompañantes. Buenas.- Saludó sin más florituras al imponente semiorco que aguardaba sentado en un taburete ridículamente pequeño para su tamaño a un lado de la puerta una vez accedieron al interior.

Uhmm. - Respondió el mestizo sin siquiera levantar la mirada a los acompañantes del asiduo cliente. Ésta tan sólo alargó su enorme zarpa aguardando el dinero de cada uno que pasaba frente a él.

Lo que los compañeros vieron frente a ellos elevaba a la categoría de palacio a la sala comunal de la Corona de Cobre. La estancia principal se hallaba ocupada por una treintena de hombres a cada cual con más cicatrices en su cuerpo y que para Ogna podrían competir en igualdad de condiciones con Kormack en cuanto a olor corporal. Varios de ellos mantenían relaciones sexuales con mujeres que distaban mucho de parecer obligadas a ejercer su oficio. Tan válido era follar sobre una mesa como sentado en una silla y ella a horcajadas encima o directamente contra una pared,  no había habitaciones privadas en donde poder hacerlo y ni el más inocente de los que allí se encontraba iba a escandalizarse por algo que estaban hartos de ver.

¿Queréis beber algo? - Preguntó Theodor a Losse con una sonrisa lobuna. !Guapa prepárate! - Gritó a una mujer añosa, medio desvestida, despeinada, con aspecto taciturno y que pasaba a su lado en dirección a la barra. El piropo fue acompañado con una sonora palmada en las nalgas desnudas. Busquemos un lugar donde sentarnos, aunque yo que tú miraría dónde me siento.

Notas de juego

10 p.o por entrar a Losse.

5 p.o por cabeza a todos los que vayan con él.

 

¿Quienes van a entrar? ¿Los que no entren a dónde van?

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30/11/2014, 17:48
Kormack Quebrantahuesos

El enano miraba a Pelo-nieve dárselas de bribón, había momentos que incluso se creyó su interpretación y pensaba que el tipo era así de gañán. Kormack se atusaba la barba al ver lo depravado que era el chico de los bosques, pero no se sorprendía, total un tipo que prefiere los bosques es raro por naturaleza, es normal que quisiese desfogarse... Hubo partes de la conversación en las que el enano fruncía el ceño por enterarse de lo que hablaban, pero por desgracia hablaban en otro idioma. Un idioma que nunca había escuchado hablar, pero tampoco le importaba mucho. Una parte de la conversación si que pudo entenderla, justo cuando hablaban de ir a un burdel. La risotada del enano fue sonora, iba tras Pelo-nieve y el gañán amigo suyo. Vio como Losse ni dudo para entrar, incluso invitaba a su amigo. El enano se encogió de hombros ¿Porrrr qué no..? Dijo olvidándose de todo y antes de entrar dijo a Ogna. Serrrá mejorrrr que no entrrrres aquí muchacha... No hay nada bueno parra ti. Dijo antes de volverse y entrar.

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30/11/2014, 18:28
Ogna

- ¡Hombres!- Suspiraba Ogna cuando escuchaba a sus compañeros.-Estamos a punto de vivir un acontecimiento histórico y sólo pensáis en meterla en caliente. El mismo Steznaag tenía que bajar de su alado barco y rebanaros el miembro a todos para que así podáis pensar con la cabeza.- Después del rapapolvo continuó.- Yo me voy a la taberna de Blogar. Cuando acabéis, que no será más de cinco minutos, como siempre, os esperaré allí.- La muchacha se giró dispuesta a marcharse. Cuando pasó junto a Losse se despidió de ellos con su dulce voz.- Pasadlo bien.- La delicada mano de Ogna se posó en el hombro del elfo de cabellos plateados. Cual garra retráctil le clavó las uñas con todas sus fuerzas hasta dejarle su impronta en la fina piel pálida de los de su raza. Sin más se encaminó hacia la otra punta, donde le había indicado el viejo lobo de mar que estaba la taberna. Caminaba nerviosa. Desde luego no era la Boca de la Sirena un lugar de una atractiva muchacha como ella pudiera andar sola. Tenía esperanzas de que al menos Allen se apiadara de ella. El paladín se había negado a pasar un rato en el prostíbulo de Klarisse y eso que era de mucha mejor claridad que aquel nido de ratas donde veía a su amor ya entrando.

Ya se puede desahogar bien allí dentro porque lo que es aquí, entre mis piernas, lo va a tener difícil.

Siguió caminando tratando de no parecer asustada, retrucando en voz alta mientras se alejaba.

- Los tíos no tienen criterio. ¿Cuándo se darán cuenta del valor de las mujeres? Cuando me conozca Todler será mío. Detrás de todo hombre, semielfo o lo que sea, siempre hay una gran mujer y esa voy a ser yo.

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01/12/2014, 00:02
Morwing

Morwing había “roto el hielo” con aquel mercader, pero enseguida Losse lo abordó consiguiendo que otorgase más información de la que en un principio esperaba obtener el hechicero. Estrecharon tanto los lazos que incluso entraron juntos en un burdel cercano como si fueran amigos de toda la vida. – Bien, parece que esto lo tiene controlado, pensó para sí mismo.

- Espera Ogna, yo te acompañaré… un trago nos vendrá bien, dijo acompañando de un guiño a la joven bardo que ya se dirigía hacia una de las tabernas cercanas.

 

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01/12/2014, 02:32
Director

Notas de juego

Kormack y Losse se quedan en el burdel.

No los incluyáis en los futuros post a no ser que estéis contando algo que haya pasado mientras estabais con ellos.

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01/12/2014, 02:34
Morwing

Mientras se dirigían a la taberna, Morwing aprovechó para hablar con Ogna con respecto a algo que había dicho horas antes y le había dejado algo intranquilo.

- Así que… ¿esa espada tuya te puede alarmar de la proximidad de diablillos?, preguntó. Hasta ahora había pensado que lo más probable es que se estuviese volviendo loca hablando con aquel estoque, pero más valía prevenir pues era consciente que la magia podría albergar en armas de formas muy distintas. – De ser así, tienes que avisarnos en cuanto detecte alguno. Ya no es sólo por el medallón… si no porque podría provocar que nos descubran. ¿Tienes idea de a que distancia puede detectarlos?, terminó preguntando cuando ya se encontraban frente a la entrada a la taberna. – Entremos, quizá obtengamos algo de información en este tugurio. Ten cuidado con lo que dices… 

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01/12/2014, 04:23
Losse

Los tíos no tienen criterio. ¿Cuándo se darán cuenta del valor de las mujeres? Cuando me conozca Todler será mío. Detrás de todo hombre, semielfo o lo que sea, siempre hay una gran mujer y esa voy a ser yo.

Las últimas palabras de Ogna retumbaron en la cabeza de Losse mientras el escozor de sus uñas aún permanecía en su hombro. Maldijo su fino oído, puesto que no era lo que más desearía haber escuchado salir de la boca de la humana - Espero que tenga bastante claro cual es mi propósito. Parece mentira que a estas alturas dude de mí, y más si ha escuchado la conversación que he tenido. Si ahora mismo no estamos en un apuro, sin duda algo tiene que ver con mi intervención -

En un principio Kormack fue el único que decidió seguir a Losse, lo cual no era de extrañar sabiendo el destino que llevaban, pero que hacía aún más surrealista la situación, teniendo en cuenta la difícil relación que ambos habían tenido hasta entonces.

- ¡Tienes buena memoria! - exclamó Losse con entusiasmo - El pequeño abandonó la isla y ya no se mancha las manos como antaño hiciera. Seguramente fuera más listo que tú y yo juntos, jaja - Y, tras atravesar la puerta custodiada por ese extraño semiorco que no hacía más que extender la mano, su nuevo acompañante les invitó a refrescar sus gargantas - Claro que sí, Theodor, no nos vendrá mal algo para despegar el polvo de las minas en nuestras gargantas -

A juzgar por el nivel de la clientela y la edad de algunas de las damas que allí se encontraban, estaba claro porqué aquel lugar era el preferido del viejo Theodor. Al hombre, bastante avezado en ese estilo de vida, le gustaban las mujeres que pudieran ofrecerle más experiencia y carne que una que pudiera encajar en el estereotipo que el elfo lunar prefería. - ¿Qué cojones haces aquí, Losse? Está claro que el único que parece disfrutar de este espectáculo a parte de Theodor es Kormack - Pensaba mientras veía como el enano deambulaba por el local plácidamente observando el vaivén de las enormes protuberancias de las mujeres allí expuestas.

El único pensamiento que Losse tenía en mente era salir de aquel lugar cuanto antes, pues bien era sabida la facilidad que tenía el guerrero enano para meterse en problemas y, desde luego, eso es lo que menos les convenía. Sin embargo, necesitaban información y, quizá, debería lanzar otra vez el anzuelo al agua para ver si podrían obtener algo de valor  - Theodor, parece que ya te has repuesto de lo que te he contado afuera. Parecía que no dabas crédito a la muerte de Urthgal. - le mencionó al antiguo pirata con una palmada en la espalda, pero con un tono lo suficientemente elevado para que aquellos que se encontraran cercanos a su posición pudieran escuchar el rumor - Aunque te voy a ser sincero, si eso ha ocurrido como cuentan, creo que quienes menos tenemos que preocuparnos somos nosotros. Carecemos de importancia, no como aquellos que se refugian en sus palacios. Nosotros somos supervivientes y eso es lo único que buscamos, seguir viviendo y de la mejor manera posible pero sin metas elitistas - Fue entonces cuando los avispados ojos del elfo se abrieron de par en par para notar la reacción de los allí presentes y del propio Theodor.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Hay que sumar 4 a cada tirada con humanos. He dejado las dos puesto que no sé que encajará más.

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01/12/2014, 04:39
Zanc Piesligeros

Zanc decidió seguir a Losse, parecía que tenía algo en mente, ademas iban a un burdel y aunque no estaba seguro de que podían encontrar de utilidad allí, quería asegurarse de que Kormack no cometiera algun tipo de estupidez, era mejor andar cerca de el.

El sitio era un antro en todo sentido, el pequeño Gnomo no recordaba haber estado en un sitio así alguna vez, pero siempre había una primera vez para todo, al entrar al lugar depositó las 5 monedas de oro en la enorme mano del semiorco y se sentó en una mesa separada de las demás, en lo posible en una esquina desde donde pudiera tener una mejor perspectiva de lo que allí acontecía, afinando su curioso oído intentando escuchar algun rumor de boca de aquellos sucios piratas... Aunque con todo ese ruido de gemidos, insultos y bullicio, era prácticamente imposible escuchar con claridad alguna cosa.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Voy con Losse y Kormack... Por ahora.

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01/12/2014, 06:26
Theodor "El cojo"

A esta invito yo amigos. - Dijo el viejo pirata al depositar las jarras de cerveza sobre la sucia mesa. No he pedido nada para tu amigo. Ese tan callado. - Señaló con el dedo a Cuinthere, quien se escondía bajo una capucha de tela marrón y no se despegaba de la espalda de Kormack. 

El pirata daba su primer sorbo a la espumosa jarra cuando Losse volvió a sacar el tema del semiorco asesinado a la vez que palmeaba su espalda. Pffffff - Escupió parte de la bebida de nuevo al recipiente de madera. Acabas de quitarme todas las ganas de... nada, olvídalo. 

El viejo se sentó en un taburete sin despegar la vista de aquel Calishita. Agarró una de las lámparas de aceite de la mesa de al lado y aprovechó su llama para encender la pipa. Dio un par de caladas antes de responder. ¿Eso crees? ¿No debemos preocuparnos? Pues díselo a tus camaradas muchacho. Sois vosotros los que estáis entre esos que viven en palacios y esos sucios aventureros. - Bebió otro trago de cerveza. - Así que no, no me he repuesto aún. - Añadió enseñando el brazo desnudo al elfo disfrazado dando a entender que aún sus pelos seguían erizados por la noticia.  ¿Bueno, cambiemos a temas más agradables no? ¿Cómo os las arregláis por allí fuera? - El hombre se esforzaba por llevar la conversación por otros derroteros ya que no era agradable, ni prudente, hablar de esos temas en un sitio así. A ningún pirata le gustaba verse en la piel de una presa, eran cazadores, y no había nada peor que se invirtiesen las tornas sin saber al menos quienes eran los que venían a por ellos.

Aunque el Theodor se esforzaba a base de tabaco y cerveza de eliminar aquella sensación de su cuerpo, hubo otros para los que las palabras de Losse sí que resultaban en cierto modo interesantes. Los cuatro hombres que bebían en una mesa cercana a la que habían elegido Theodor y aquellos extraños personajes no disimularon lo más mínimo el hecho de que seguían con curiosidad la conversación.

¡Ey viejo! - Gritó uno de ellos para dejarse oír por encima del ruido del local tratando de llamar la atención de Theodor. Es verdad eso que dice Cojo. No sólo le han cortado la cabeza al orco ese, también han pasado a cuchillo a varios de los que estaban con él. Justo estábamos hablando de eso...hijos de puta. - No había hecho nada más que callar el primero cuando uno de sus compañeros de mesa continuó. 

Lo estaban comentando hace un rato dos del Skirganden. No habían informado siquiera al Tuerto y ya estaban dándole a la lengua antes de dejar la barca. Algunos esclavos se han esfumado también y no hay ni rastro del ogro ese ni de los piel verde que venían con el que ha perdido la cabeza. Se va a liar una buena, ya verás.

 

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01/12/2014, 08:08
Allen Shesar

Tras la conversación con el primer "lugareño" que con el que el grupo se topó, Losse y Kormack decidieron que el prostíbulo era un buen lugar donde conseguir información. El paladín estaba acostumbrado ya a que, aparte de un lugar de lujuria y perversión los lupanares eran sin duda una fuente ingente de información, no obstante prefirió mantenerse al margen y acompañar al grupo que se dirigía a la taberna.

Allen se percató del gesto que la muchacha había dedicado a Losse antes de separarnos, -No te preocupes, sabes que sólo va en busca de información- dijo a Ogna intentando tranquilizarla.

El camino hacia la taberna de Blogar fue como una excursión guiada al mundo de la depravación y el pecado, el paladín no se sentía agusto en aquella situación y esperaba no tener que abrir la boca durante su estancia en aquel lugar. Antes de llegar a la taberna, Morwing habló sobre el poder que tenía la espada de Ogna para detectar aquellos diablillos que buscaban los crothuales. -Sin duda es algo que nos vendrá de perlas. Si algún diablillo de esos anda cerca, es también porque Steznag o todler también lo están, así que estemos atentos-.

Cuando llegaron a la puerta de la posada, pendó en las posibles opciones que tenían, lo que podrían sacar en claro de allí, -intentemos mantener los oidos abiertos más que la boca, podríamos levantar sospechas si se percatan que buscamos información-.

Notas de juego

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01/12/2014, 08:23
Director

Los cuatro compañeros dejaron que el elfo, Kormack, Zanc y un dubitativo y fuera de lugar Cuinthere se adentrasen en aquel burdel, si es que aquello podía llamarse así, acompañando al viejo pirata que acababan de conocer. La imagen de Klarisse Vensatal poniendo el grito en el cielo de haber presenciado aquel antro miserable incluso sin entrar dentro apareció sin mucho esfuerzo en la cabeza de Davros, Morwing, Ogna y Allen, aunque éste último aguantó un suspiro en su interior.

Prefiriendo buscar fortuna en la taberna que Theodor les había indicado, recorrieron el corto trecho que los llevaba hasta allí manteniendo la calma y esquivando miradas que pudiesen dar pie a preguntas incómodas. La taberna de Blogar, al igual que el antro que habían dejado atrás, no se caracterizaba por una trabajo de construcción impresionante. Se trataba de un edificio grande y de una sola planta, construido en piedra y, esta vez sí, con ventanas de distinto tamaño que daban a la oscura bahía. En torno a la puerta se arremolinaban diversos grupúsculos de piratas de diversas tripulaciones fanfarroneando, apostando o midiendo las espadas de los contrarios desde una distancia prudencial, aunque sin llegar a las sangre al mar. Era absurdo negar que aquellos que aparecían flotando en las frías aguas del puerto no habían muerto por caer sobre su propia espada pero sí que era un hecho poco habitual. Normalmente los piratas de distintas tripulaciones, hasta hacía poco tiempo competidores, dirimían sus problemas con algún ojo morado, algún pequeño corte sin importancia o una buena paliza, si al desgraciado lo encontraban sólo por las calles de la Boca de la Sirena, que lo mantenía en la litera durante varios días. Sin embargo había que reconocerle a Todler su organización, ya que procuraba que los marinos no tuviesen demasiado tiempo libre o que permaneciesen sólo lo estrictamente necesario en la pequeña ciudad pirata.

Entraron al salón de agobiante ambiente agachando la cabeza como le gustaba a su propietario ya que la puerta había sido construida intencionadamente para su tamaño. Aquel hecho que pasaba desapercibido para la mayoría y que era una mera molestia divertía enormemente al enano gris, puesto que era como si todo el que entrase en su local se vieses obligado a mostrarle respeto y sumisión. Blogar era un enano duergar y cumplía religiosamente y a rajatabla con todos los estereotipos atribuibles a su raza: Mezquino, malhablado, astuto y extremadamente tacaño. No obstante al enano había que reconocerle una virtud, la única per muy valorada en aquel lugar y por la cual su local rebosaba de gente a diario, ser un excelente maestro cervecero. Su especialidad era una cerveza negra elaborada a base de hongos fermentados y ésta era tan apreciada que corría a raudales en cualquier momento del día; el hecho de que fuese la única bebida del local también influía algo en la decisión sobre qué beber pero no viene al caso ahora mismo.

Tan abundante como las cucarachas que correteaban por el suelo fueron las miradas levantadas por los cuatro compañeros tan pronto cruzaron el quicio de la puerta. Las sonrisas en las caras de la clientela al ver a un hombre con la enseña de Cherrybroof en el pecho resultaba desde luego graciosa en un lugar como aquel. Hubo silbidos,  gritos, brindis y mucha chanza alrededor de la figura de Allen.

¿No podías irte sin despedirte de una negra espumosa eh bastardo? - Gritaba uno.

¡Dejadnos algo al resto! - Añadía otro.

¡Blogar ponte una cerveza gratis para los que van abriendo brecha! - Coreaba otro.

¡Antes muerto! - Respondió al instante el duergar haciendo explotar en carcajadas a los allí presentes.

Sin saber de donde habían salido o quién las había pagado cuatro jarras pasaron de mano en mano hasta acabar en las manos de los amigos. 

Notas de juego