Partida Rol por web

Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

V - El Preludio

Cargando editor
21/05/2015, 09:42
Ogna

Ogna respiró más tranquila al recibir la recompensa por un trabajo bien hecho. Más aún al ver que Morwing se hacía con el anillo. Hasta Kormack había ayudado, sin pretenderlo, a hacerse con el curioso objeto. Lástima que el ambiente se fuera caldeando por momentos. Las sutilezas de las que solían hacer gala Morwing y Ogna no estaban hechas para un enano de las nieves. Ogna reculó ligeramente para pasar desapercibida.

Pero si algo sorprendió a la porta-antorchas era la perspicacia que demostraba Davros cada vez que hablaba. No era simple y llanamente una picadora de carne, que también, sino que tenía algo dentro de la sesera. Después de tantas vivencias juntos recordaba cuán diferente concepto de él se había formado el día que se conocieron. Su intervención inspiró a la mujer que volvió a dar un paso adelante, pasando se las miradas reprobatorias de Heomar y algunos de sus compañeros por el forro del mismísimo coño, dicho pronto y mal.

- Totalmente cierto.- Dijo con respecto a las intenciones del susurrante y el peligro de que toda la información sobre las defensas de Crímmor estuviera ya en manos del ejército enemigo.- Si nuestra misión principal, la que nos adjudicó Lunther Kerredan, ha sido descubierta por las argucias de ese demonio susurrante, sería de vital importancia ponerlo en conocimiento del General. Su vida podría correr un grave peligro. ¿Qué no estará pasando en la capital?- Quizá los magos encapuchados de los que hablaba Heomar pudieran ponerles al corriente. Desde luego Ogna no iba a quedarse a comprobarlo.- No creo en las coincidencias. Si los Cryptrapper han abandonado el fuerte...- Dejó la velada acusación a medias. Durante su estancia en Crímmor se habían devanado los sesos tratando de desentrañar la madeja de intrigas formada entre los nobles de la ciudad. Ya había desistido, visto lo visto, de aclararlo, pero el abandono de las defensas por parte de la familia de nobles le parecía un golpe de efecto de los más oportuno para el enemigo.

A pesar de lo que había expresado públicamente, Ogna tenía ganas de abandonar la ciudad lo antes posible. Quería llegar a Athkatla para completar su misión y para visitar a Klarisse. Así se lo haría saber a Losse en cuanto tuviera ocasión. Había cogido manía a aquella ciudad que tan sólo les había traído problemas y muerte. La imagen de Losse chamuscado como una salchicha puesta al fuego demasiado tiempo aún le hacía dar vuelco al corazón. 

Al igual que Allen salió de su ensimismamiento con la subidas de tono de Kormack, la bardo hizo lo propio al escuchar el discurso de su beato compañero.

Es verdad.- Pensaba Ogna sobre la remuneración extra.- Con el anillo nos vale...por ahora.- Haciendo un rápido cálculo y, considerando por las palabras del paladín que no querría participar de dinero con origen tan "sucio", saldrían casi a la misma cantidad de monedas de oro que lo que había propuesto Kormack.

- No creo que haga falta que esperemos todos para hablar con esos magos encapuchados.- Se veía a la bardo ligeramente incómoda por la idea.- Así que yo me iré adelantando para hacer unas compras.- Dijo mientras sopesaba el cntenido de la bolsa que les había dado Heomar.- Y de paso puedo acercarme a por esos planos.- Miró a Morwing por si quería acompañarla. Sabía que el hechicero era reacio a dar explicaciones acerca del crothual.

Notas de juego

Ogna a por los planos

Cargando editor
21/05/2015, 14:36
Losse

Losse se sentía avergonzado con la actitud mostrada por sus compañeros. Por suerte, Allen intervino a tiempo para hacerle ver que no todos eran iguales en ese variopinto grupo. - Lo siento mucho, no era mi intención faltarle con el trato que le había dado. Por norma general, aquellos que llegan a puestos de importancia en una ciudad suelen ser nobles. Veo que rehuyes tanto como yo a esas formalidades. - Losse metió la mano en uno de sus bolsillos y sacó un manojo de llaves. - Aquí le entrego estas llaves. Pertenecen a las celdas de una tribu ahora ocupada por esos orcos que buscan invadirles. Supongo que con este ataque habrán vaciado el lugar. Antiguamente se trataba del lugar de residencia de antiguos sirvientes del malvado dios Cyric. Quizá, si sobreviven a este día, pueden organizarse junto a Nashkel para darle otro uso a ese lugar y poder combatir a sus enemigos desde otras posiciones tácticas. Si quiere, puedo indicarle en un mapa su posición aproximada. De todas formas, si, finalmente, se ponen de acuerdo con los miembros de Nashkel, pregunten por Rissen "Gota Fría", ahora se ha convertido en uno de los soldados más famosos del pueblo. Él sabrá guiarle hasta allí. - Losse extendió su mano hacia el hombre para despedirse con un apretón de manos. - Le deseo lo mejor y esperemos volver a vernos cuando todo acabe. Hasta la próxima. -

Una vez Losse se despidió, salió a la siguiente estancia para esperar por una nueva entrevista. Mientras tanto, alertó a sus compañeros. - Un quasit reposaba junto a Lord Hembelan no hará ni 30 minutos. Estad atentos y agudizad vuestros oídos por si escuchamos el revoloteo de alguno de esos demonios. Debemos seguir pendientes con esos cambiaformas, quizá haya alguno por aquí todavía. -

Notas de juego

- Le entrego el manojo de llaves de las celdas de cuando rescaté a Rissen.

Cargando editor
21/05/2015, 19:05
Heomar de Silaría

No soy yo quien debe perdonarlos señor Allen. - Contestó al paladín tras su ofrecimiento. Pero no me gustan las mentiras y mucho menos los ladrones. - Dejó caer de forma certera sobre el grupo. Siempre suelo dar una segunda oportunidad sobre todo a aquellos a los que no han sido tocados por la maldad, pero si aún así siguen en su firme deseo de seguir aferrados a sus tentaciones...no tendré piedad con ellos. - Expresó mirando a la cara a Ogna y Morwing. ¿De verdad me está diciendo que ese anillo tiene un aura malvada en su interior? - Preguntó sin rodeos a hechicero elfo. 

Como ya le he dicho hermano. - Retomó de nuevo la conversación con el paladín. Son libres de hacer lo que quieran, no me deben nada. Ya he tomado la decisión de mandar a una patrulla al Fuerte Nuevo a ver qué ha sucedido allí. No se preocupen por eso. Gracias por el ofrecimiento. - Comentó con gesto serio. No se preocupe por Limpodel, seguro que estará escondido en algún lugar del palacio y si no removeré cada piedra en esta ciudad para encontrarlo. Tenga usted un buen día.

El general recibió con agrado las llaves de las celdas que había retenido hacía un par de días atrás a Rissen en la fortaleza de las montañas. Me aseguraré de que su consejo sea comunicado al próximo gobernador para que no se quede en el olvido esa fortaleza de las montañas. Creo al igual que usted que debería ser limpiada y dedicada a un buen fin. Viendo lo visto hemos sido unos ilusos al no tener más vigilados los Picos Nublados. Muchas gracias siervo de Mielikki. Hasta la próxima. - Tras la despedida del elfo, el hombre dejó que el resto del grupo abandonase la habitación, no obstante, cuando Morwing pasaba por su lado lo detuvo agarrándolo por el hombro. ¿De verdad vas a decirme que ese anillo tiene un aura maligna en su interior? - Su guantelete metálico desprendía una luz blanquecina al igual que sucedía con Allen cuando éste buscaba rastros de maldad.

Vayan al salón y esperen al enviado de los magos encapuchados, tras ello son libres de ir a donde quieran. Las puertas permanecerán abiertas para ustedes hasta una hora antes de que se ponga el sol. Buenos días. 

 

Notas de juego

Detectar el mal el grupo a medida que van pasando.

Cargando editor
21/05/2015, 20:03
Ogna

- Pfff.- Resoplaba Ogna mientras se cruzaba de brazos y golpeaba impaciente el suelo con la suela de sus botas antes la insistencia del Heomar.

Será pesado...- Si no hubiera conocido a Walven en el islote de la Sirena Muerta hubiera apostado su mano derecha a que el general de las tropas de Crímmor era el hermano raptado de Allen. El espíritu rebelde de Ogna no entendía la tozudez de Heomar. ¿Sería capaz de enfrentarse a un grupo de aventureros que había demostrado ser lo suficientemente capacez como para derrotar a peligrosos seres demoníacos pro un simple anillo, por muy mágico que fuese? Dejó que Losse hablara, con ese porte y ese saber hacer, para ir acercándose disimuladamente a la puerta. Cuál fue su sorpresa cuando Heomar, que sesultaba ser paladín de Helm, volvió a la carga.

- ¡Tsk!- Ogna se frenó en seco, metiendo el cuello entre los huesudos omóplatos, cual niña pequeña pillada "in fraganti". ¿Y si la detenían en las mazmorras de Crímmor? No le gustaba demasiado el aire libre pero tampoco estar encerrada a pan y agua. Su sangre zíngara, proveniente de la familia materna, le hacía ser un culo inquieto. Su madre, muy tradicional en sus costumbres, siempre le decía que era una pecadora.¡Ay si la viese ahora fornicando con un elfo sin haberse casado primero! Eso le trajo a la mente la angustia de tener que presentar a Losse a su familia. 

Con ese anillo en nuestro poder podría decirles que es mi anillo de pedida.

Y peor aún. ¿Y si estaba embarazada de veras? Si dejaba pasar el tiempo, lo justo para que la relación se afianzase, a su madre podría darle un pasmo al verla llegar con un bombo. Agitó la cabeza para ahuyentar los pensamientos negativos mientras pasaba por delante del paladín con su mirada inquisidora. La muchacha sonrió nerviosa a Heomar sudando como un pollo. ¿Y si podía ver todas las putadas que les había hecho a sus hermanos? ¡Habían sido en defensa propia! Aunque quizá Heomar considerara que podía definirse mejor como "venganza". Un sentimiento supuestamente maligno. ¿Y si podía ver dentro de lo más profundo de su ser que había vendido su cuerpo por unas monedas de plata? Pero había pasado mucha hambre cuando huyó de casa. ¿Eso lo sabría también? Mentía más que hablaba, como lo del amuleto de Spujnur, o la promesa que le hizo a Mielikki. Se dio cuenta de que tampoco había cumplido la que le había hecho a Klarisse y se puso roja por un momento. Además si tenía que mear en público no se cortaba, escupía como un macho y, si para conseguir de los hombres lo que quería debía enseñar algo de carne, no le importaba hacerlo. ¿Comprendería que la necesidad la obligaba?

¡Qué angustia! Son muchas cosas.

No claro. Estaba segura de que los paladínes todo lo veían o blanco o negro, pero la vida, al menos la que Ogna había vivido, no era así. CUando pasó al otro lado respiró aliviada. NO había sido para tanto. Ahora debía salir de allí antes de que llegaran los magos encapuchados.

 

Cargando editor
21/05/2015, 20:55
Morwing

A Morwing comenzaba a cansarle el desprecio con el que aquel paladín se dirigía al grupo, una cosa era aguantar a Allen y toda su parafernalia, pero a este otro personaje al que acaba de conocer terminaba resultándole muy pesado.

Algunos de los componentes lidiaban contra la más que compleja situación tratando de reconducirla con buenas palabras, mejores intenciones y un sinfín gestos para ofrecer su ayuda… sin embargo, Heomar ya tenía sentenciado al grupo y la firme decisión de invitarlos abandonar la casa y, por qué no, la ciudad.

Con paso sereno, el hechicero se dirigió a la salida, con la mirada gacha tratando de evitar la mirada con el guerrero y evitar así conflictos mayores... pero Heomar tenía que decir la última palabra.

Morwing suspiró profundamente tras el bloqueo, miró hacia la mano que le sujetaba el hombro y después miró a los desafiantes ojos del paladín. – Ya veo…, dijo con un tono casi inaudible y tratando de echar mano de una bolsa en su equipo algo olvidada ya…

-¡Toma!*, dijo tirándola a sus pies consiguiendo con un movimiento de cuerpo evitar seguir en contacto con él. El saco, que desprendía un horrible hedor, golpeó los pies de la armadura del paladín y al caer terminó abriéndose dejando escapar uno de los numerosos tentáculos que había en su interior – Dale tú mismo esto a tus amigos encapuchados. Suerte con esos bichos…, concluyó con rostro serio para continuar su camino**.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Le tiro la bolsa de tentáculos xD

**Salgo de la casa

Cargando editor
21/05/2015, 21:23
Losse
- Tiradas (1)
Cargando editor
21/05/2015, 21:23
Heomar de Silaría

Maldito... - La cara del general se encendió por semejante insolencia. Viendo que la oportunidad dada al hechicero oportunidad no había servido para nada y después de tal desprecio, Heomar, no pudo contenerse más. Quiso abrir en canal a aquel individuo y hacerle ver que allí no se consentían tales comportamientos. Dio un paso adelante para intentar sujetar a Morwing por el cuello de la túnica pero el elfo, que puede que ya esperase una reacción así, fue más rápido que él.

- Tiradas (1)
Cargando editor
21/05/2015, 21:41
Allen Shesar
- Tiradas (1)
Cargando editor
21/05/2015, 22:00
Davros Zokk
- Tiradas (1)

Notas de juego

Cargando editor
21/05/2015, 22:28
Morwing

Ese bastardo debía ser muy estúpido si pensaba que el hechicero le iba a dar la espalda con tanta facilidad. De tal modo que cuando se abalanzó a atacarle, Morwing ya estaba más que preparado y acelerando rápidamente el pasó consiguió esquivar el ataque del enfurecido paladín. –¡WOWWWWW! No seas necio, muchacho, y reserva tus fuerzas para nuestro verdadero enemigo..., dijo intentando entrar en razón al antiguo Helmita*.

No obstante el hechicero no querría correr ningún riesgo, y aunque tenía esperanza de que todo aquel asunto no terminase en un baño de sangre, prefirió desaparecer de la vista de su nuevo perseguidor ejecutando velozmente uno de sus conjuros de invisibilidad.

Desde luego Morwing ya comenzaba a acostumbrarse a ser acosado. El heredero, seres del abismo, el mismísimo Belial y ahora para colmo paladines. ¿Habría algún lugar en Amn donde encajase este desgraciado elfo?

- Medítalo seriamente, Heomar, no es necesario un derramamiento de sangre teniendo la verdadera amenaza frente a las puertas de tu pueblo… recapacita…, dijo la voz invisible antes de alejarse del paladín. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Acción: Conjuro de Invisibilidad (Descontado: Quedan 0)

Movimiento: Me pego a la pared sur

 

*Guiño ;) xD

Cargando editor
21/05/2015, 22:44
Ogna
- Tiradas (1)
Cargando editor
22/05/2015, 07:45
Allen Shesar

Allen, algo decepcionado por haber perdido la buena relación con el gobernante de Cimmor a causa de los gestos de sus compañeros, salió de la habitación asintiendo con la cabeza cuando pasó a la altura del joven Heomar como gesto de despedida. Ahora deberían actuar por su cuenta, algo a lo que estaban acostumbrados pero siempre había sido por razones diferentes.

Cuando le tocó el turno a Morwing, el hechicero tuvo su último desaire para con Heomar. Éste pareció insistir en algo que al elfo no le sentó nada bien y como resultado, con desprecio, soltó en los pies del regente la bolsa con los restos de la última batalla en el islote contra Bealedur y el susurrante.

La reacción por parte del servidor de Helm no se hizo esperar. Un rápido gesto de Morwing evitó que fuese agarrado por el cuello e instantáneamente lanzó un conjuro de invisibilidad, algo que enfureció más si cabe al joven helmita.

Allen no daba crédito a lo que ocurría. En un principio no sabía qué ocurría pero las últimas palabras del muchacho no dejaban lugar a dudas, -maldita sea Morwing, ¿qué has hecho?-. El paladín se apresuró a contener en la medida de sus posibilidades a Heomar. -¡Tranquilícese, no es momento de pelear entre nosotros!-, intentaba apaciguar los ánimos sin éxito.

El gesto de Morwing no era de recibo. Por mucho que quisiese conseguir ese anillo el modo en que lo estaba intentando dejaba mucho que desear. -¡Morwing, por todos los dioses ¿qué estás haciendo?!-, gritó indignado, -¿qué clase de persona roba a un fallecido en su propia casa?, recapacita y larguémonos de aquí-. El servidor de Tyr no quería que corriese la sangre entre sus compañeros y el nuevo gobernante de Cimmor, aquello mancharía para siempre la reputación del grupo y salpicaría por ende a la del paladín. Pero comprendía la reacción de Heomar, él seguramente habría reaccionado de la misma manera si estuviese en su pellejo.

Se interpuso en la trayectoria que deberían seguir tanto Heomar como los soldados para llegar hasta el invisible Morwing y pidió al hechicero una última reflexión. -Si ese anillo es tan importante, deja que los magos se encarguen de él y yo mismo volveré a por la información que hayan podido extraer, ¡por favor termina con esta locura!-. Terminó implorando al hechicero con la intención de que entrase en razón y pudiesen abandonar de una vez por todas ese lugar sin verse en la tesitura de tener que elegir entre hacer lo correcto o ayudar a su compañero*.

Notas de juego

* compañero ladrón xD

Cargando editor
22/05/2015, 14:42
Heomar de Silaría

Heomar se vio obligado a detenerse cuando Allen se interpuso en su camino bloqueando la puerta. Por supuesto, el paladín de Helm, no podía ver a aquel que había robado el anillo de Lord Hembelan, pero por los movimientos de sus compañeros parecía que éste se dirigía hacia la salida del palacio. Señor Allen, por sus votos le creo una persona sensata. - Dijo visiblemente alterado. - Pero no puedo comprender cómo permite que a su lado y bajo la mirada del señor de la Justicia puedan darse tales comportamientos entre sus compañeros.

Los ojos del general iban de un lado a otro de la sala e incluso se giró un par de veces para analizar el comportamiento de Davros y Kormack, por tenerlos a su espalda y no saber hasta qué punto podría ser víctima de un ataque. Que devuelva el anillo y podrá irse de Crímmor, si no no me quedará más remedio que informar a los magos encapuchados de que tenemos un usuario de magia fuera de control. - Los soldados que custodiaban la puerta flexionaron las rodillas e interpusieron las alabardas entre los compañeros y su propia persona. 

Cargando editor
22/05/2015, 15:17
Losse

Losse alucinaba cada vez más, sobre todo con Morwing. Parecía confirmarse la impresión sobre el hechicero tras la reunión con Irithan Plyehar, superando, incluso, sus expectativas. - ¿Pero has perdido el juicio, Morwing? Estate quieto y devuélvelo. - Dijo mientras se preparaba para revelar la posición de su compañero con el frasco de ácido que siempre le acompañaba. El explorador sabía que aquel frasco no conseguiría matar a su compañero, pero sí permitiría anular su invisibilidad.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Paso de 5' diagonal inferior izquierda.

Movimiento: Sacar frasco de ácido

Preparo acción: si escucho que Morwing intenta huir, conjurar o sacar cualquier objeto, le tiro el frasco de ácido.
 

Cargando editor
22/05/2015, 16:49
Kormack Quebrantahuesos

El enano escuchaba al general hablar y sólo quería degollarlo y tirar sus restos por los suelos, que tipo más pedante y estúpido, pero Allen y Losse tenían su peculiar punto de vista. El enano respetó la decisión de ambos y se mantuvo callado -Está bien.- les dijo. Cuando estaban apunto de salir todo se lio. Kormack acostumbrado a ser el último vio como Morwing tendía una de sus triquiñuelas y realizaba una travesura, el enano no podía negar que esa broma pesada le sacó una sonrisa, aquel tipo se merecía un escarmiento y el mago se lo había dado. Parecía que el ambiente se tensaba y Heomer se desesperaba. -¿Me dejas?- le dijo el enano a Heomer para que se quitara de su camino. Lo cierto es que todo el asunto del anillo le daba igual, si tenía maldad como decían sus compañeros debían extremar precauciones, pero si Heomar quería que el objeto se quedase en el castillo estaba en su derecho. Nuevamente Allen administraba justicia con gran criterio. -Si, que inspeccionen el anillo los magos enquiapuchados.- Le decía a Morwing apoyando a Losse y a Allen. Luego se volvió a Heomar. -Nunca... Nunca... Te excedas conmigo.- le dijo con el dedo clavado en su cabeza -Ni se te ocurrrra volverrrr a llamarrrme ladrrrrón.- le dijo con su tono de voz fuerte. Aquel general que derramaba lagrimitas le parecía un bobalicón estúpido. Un humano mediocre que podía encontrar su muerte como volviese a tantear a Kormack. Todo podía haber acabado mucho mejor, Allen y Losse habían convencido al enano, pero aquel estúpido general tenía que dar la nota con muy malas formas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Po toma tirada.

Cargando editor
22/05/2015, 19:39
Davros Zokk

Aquella situación se les había ido de las manos .Aunque ya se le conocía por su picaresca y maestría con el engaño, Morwing, podría estar siendo sincero y llevar razón acerca del anillo, pero estaba claro que Heomar pensaba lo contrario. Parecía poseer la misma habilidad que Allen para conocer la presencia del mal y éste estaba convencido de la triquiñuela del hechicero. De una forma u otra no deseaba dejar ese asunto en las manos de los aventureros y, ante el desafío del elfo al desaparecer, las consecuencias de éste acto podrían ser graves.

Tanto uno como otro, Morwing y Heomar, estaban llevando al grupo a un lugar en el que no desearían estar. Sólo hacía falta reconducir la situación, recordarles lo inolvidable, la inminente guerra, el ejército frente a las murallas, si no entraban en razón, sería una decisión a tomar, pero sea la que fuere saldría del corazón de cada uno.

- ¡Devuelve el puto anillo ahora mismo! Nos ha dejado claro que no es nuestra responsabilidad ¿Queréis que nos matemos entre nosotros por un sinsentido con un ejército en las puertas? Has jodido los planes al Heredero, no nos hagas lo mismo a nosotros. !Basta de más muertes estúpidas, no facilitéis el asedio al enemigo! !Todos estamos en el mismo bando! - Gritó esperando que sus palabras tuvieran éxito en su intento de detener aquella locura, no obstante su mano se posó sobre la empuñadura de su espada y su cuerpo se posicionó como acostumbraba en situación de combate, a la espera de los acontecimientos.

No había mucho más que pudiera hacer, Heomar y su inquebrantable honor había dado un ultimátum, si la testarudez de los paladines era igual para todos ellos que la de Allen, Morwing sólo tenía una opción para detener ésta estupidez. Bien sabido era que el hechicero no se tomaba bien esa clase de amenazas, pero tanto Davros como varios de sus compañeros ya habían insinuado que no contaría con su apoyo ésta vez, confiaba en que entraría en razón y no fuese necesario tomar tan complicada decisión.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Estándar: Defensa total

Cargando editor
23/05/2015, 03:33
Morwing

Morwing corrió hasta el fondo de la habitación y una vez allí, pegado a la pared, se giró con la esperanza de que Heomar hubiese recobrado el control. Sin embargo aquel necio era de ideas fijas y no cesaría en su acoso hacia él hasta que devolviese el anillo.

Aquella situación ya estaba totalmente fuera de control del hechicero y con el anillo en mano veía cada vez más clara la idea de devolverlo a su reclamador. Ese artefacto no era tan importante para él, ni siquiera lo consideraba un objeto de mayor valor a los que ya poseía, no obstante pensó que le sería más útil en sus manos que en las de un muerto.

Ya iba a tratar de remendar aquel desastre cuando la intervención de, los que en teórica consideraba compañeros e incluso en algún caso amigos, dieron un vuelco a la situación.

Ni uno sólo de ellos se puso de su lado. Con mejores o peores formas le exigían que se retractase de sus actos, y no les faltaba razón a pesar de lo decepcionante que todo aquello le resultaba a Morwing.

Aunque lo peor estaba aún por llegar. Morwing sería muchas cosas pero jamás habría levantado un arma contra sus supuestos compañeros. Losse, sin embargo parecía estar hecho de otra pasta. A pesar de compartir la misma raza ambos elfos eran como la noche y el día, ya habían tenido pequeñas disputas pero en esta ocasión el explorador tenía la firme idea de atacar a Morwing… quizá fuesen viejas rencillas…

La decepción del rechazo de sus compañeros pasó a rabia contenida… - ¿Qué cojones hago yo con esta gente? , se preguntaba aún incrédulo por la acción de Losse. - ¿No sabéis diferenciar a vuestros propios aliados…? muy bien, que así sea… Recibiré ese frasco con mucho gusto, malnacido…

Morwing abrió la palma de su mano dejando caer entre sus dedos el fatídico anillo, éste cayó al suelo haciendo el silencio en la habitación y fue rodando hasta el centro de la sala. Su mirada se clavó en el siervo de Mielikki esperando su acción y preparando su respuesta, una respuesta que le quitaría las ganas de volver a amenazar al hechicero. Sin embargo, Losse parecía satisfecho con la devolución del anillo y recapacitó a tiempo, aunque si hubiese visto la cara de Morwing no hubiese dudado en acabar con él en aquel mismo instante.

Los ojos del hechicero brillaban de ira, aquel gesto había roto el frágil vínculo que única al hechicero con aquel grupo. – Malditos traidores…, pensaba alimentando su rabia. ¿Cómo podría permanecer en un grupo en el que no dudaban en amenazarlo? Morwing no estaba dispuesto a ser controlado por nada ni nadie. Lo que en un principio era un simple hurto se convertiría tras los acontecimientos en una despedida con los que hasta ahora había considerados sus compañeros, sus amigos, sus hermanos…

-Ahí tenéis vuestro puto anillo…, arrancó a decir aún invisible y claramente enojado, - Al mismísimo Belial pongo por testigo que no tendré que aguantar más vuestros desplantes. Y tú, maldito elfo, ojalá hubieses lanzando ese frasco…ojalá... Suerte con lo que vayáis a hacer…. Y gracias por nada…, sentenció.

Notas de juego

Movimiento: doble movimiento al piso inferior.

Idea: salgo de la casa como sea, transposición, volar...no voy a escatimar. Si tengo que postearlo también me lo detallas para facilitarmelo.

Y nada, abandono el grupo chicos, lo he estado hablando con el master y es que no veo solución para llevar al personaje tras este follón. Si me pongo en la piel de mi PJ es que o muero matando ahí o simplemente me piro si quiero ser consecuente.

Gracias por el ofrecimiento de otro PJ, Bena. Este finde te contesto...pero amos...el pase VIP, fijo eh, que quiero saber que pasa al final. ;)

Cargando editor
23/05/2015, 07:36
Zanc Piesligeros

La situación en el palacio se tornaba incómoda, el pequeño Gnomo sólo se limitaba a mirar a todos lados y a escuchar lo que allí se debatía. La situación con Ogna y Morwing intentando despojar al cadáver de sus pertenencias provocó que en su rostro se dibujara una sonrisa. - ¿Quien es la rata ahora?,  ja! - Pensaba para sí recordando aquel incidente en la isla pirata dónde la hipócrita bardo le acusaba falsamente de haberle robado, desde aquél día ya no confiaba en ella y le repugnaba su mera presencia.

Zanc sabia disimular muy bien sus sentimientos y aparentaba que nada le afectaba, creyó que continuando con el grupo lograría alcanzar sus objetivos y se aprovecharía de ello, pero aquel simple acto de desfachatez le había hecho recapacitar. Su objetivo era uno sólo, conseguir fama y riqueza, quería aprovecharse de la situación de la guerra para sacar tajada de ello, pero los constantes roces entre los integrantes del grupo provocaban que poco a poco éste se desintegrara. ¿Podía este grupo de aventureros destacar y conseguir fama en aquella guerra? ¿Debía plantearse la situación y unirse al mejor postor sin importarle nada?. La decisión la tomaría en su momento, por ahora se mantendría allí. Por supuesto que no iba a intervenir en la situación con Heomar así que simplemente siguió su camino y bajo las escaleras hasta llegar a la sala donde esperaría a los magos encapuchados. Quería escuchar qué tenían que decir.

- ¡Los espero en el salón!- Fue lo único que dijo a manera de despedida mientras bajaba los escalones. 

De pronto el sonido de un anillo rodando por el suelo le dijo que Morwing había cedido a las presiones del grupo pero lo que el pequeño gnomo no imaginaba sería la despedida que Morwing diría a sus compañeros antes de pasar a su lado corriendo aún oculto bajo su manto de invisibilidad.

Notas de juego

No posteéis para Morwing porque no se va a detener.

Cargando editor
23/05/2015, 08:08
Heomar de Silaría

Cuando el anillo apareció en el salón el general se detuvo de inmediato cesando por completo su intención de rebasar a Allen, quien aún seguía bloqueando la puerta. En su rostro serio se reflejaba el alivio porque el elfo hubiese decidido hacer lo correcto pese a aquel lamentable espectáculo. Sin embargo, para lo que no estaba preparado fue para la despedida del hechicero. ¿Había puesto a Belial por testigo? ¿Por qué? ¿Por qué alguien juraría en nombre del señor de los demonios de Phlegethos? 

Estoy tranquilo. Estoy tranquilo... - Dijo dando un paso atrás para separarse del paladín y procurando no contestar al enano por su gesto, algo que haría que los ánimos volviesen a caldearse. Sus ojos se posaron en la alianza que había pertenecido a Lord Hembelan y permanecieron allí unos segundos. Tan absorto estaba en sus pensamientos que los soldados que custodiaban la puerta tuvieron que preguntarle tres veces si era necesario salir en persecución del hechicero. No...dejadle, ya hemos tenido suficiente por hoy. Dejad que se vaya... - Contestó un tanto contrariado. Tenemos cosas más importantes de lo que preocuparnos ahora... - Susurró acercándose hacia el anillo para después recogerlo del suelo con respeto. 

Lo siento por su amigo... - Comentó con tono sereno en su voz sin dejar muy claro si lo sentía por el hecho de que Morwing hubiese desaparecido dejándolos allí, o por el hecho de haber sido él el desencadenante de aquel suceso.

Cargando editor
23/05/2015, 11:15
Ogna

Ogna se hacía la loca, disimulando lo mejor que podía, dejando que otros se llevaran el protagonismo esta vez. Un fuego que ardía violento y que había sido originado por una chispa generada por ella, una chispa de codicia que a veces brillaba en sus ojos vivarachos.

Callada como una puta, observaba anonadada cómo se desarrollaba la situación. Las airadas reacciones de los presentes no la gustaron nada. Ella había reculado rápido pero no pensaba perdir perdón al meapilas de Heomar. En la cabecita de Ogna no cabía la posibilidad de ponerse de esa manera por un anillo que un muerto no podría disfrutar. ¡Qué descuidada había sido! Ella, que todo lo sabía, no había percibido que Heomar de Silaría era un paladín del puto Helm.

Tonta, tonta tonta.- Se repetiría mucho tiempo adelante por haber cometido un fallo de principiante como aquel. Un fallo que podría haberle costado un dedo, la mano o peor aún, la vida. Ahora lo veía claro. Las buenas maneras, de las que sabía también bastante, hubieran sido una baza muchísimo más inteligente con la mente cuadriculada de un paladín.

Pero si creía que la tensión no podía aumentar más, estaba muy equivocada.

Rodando y cuesta abajo.- Lo veía claro, como una premonición, pero no podía hacer nada para detener todo aquel despropósito. Conocía bien por Allen la testarudez del fanatismo religioso, algo que siempre ella había despreciado. Y no es que Ogna tuviera cariño del hechicero, todo lo contrario. Morwing siempre había levantado sus sospechas y así se lo había hecho saber a sus compañeros. Le había visto disfrutar matando, tenía un pasado convenientemente en el olvido y lo que sabían de ello no era nada esperanzador. Sin embargo todo aquello había cambiado en los últimos días. Morwing se había mostrado mucho más amable con ella, hasta alagando sus habilidades. La bardo hasta había sopesado pedir al hechicero aprender a usar la magia como él lo hacía. Pero lo que había echo un "click" en Ogna respecto al hechicero fueron los acontecimientos con el susurrante y el demonio de fuego. Habían descubierto que El Heredero temía a Morwing por alguna razón y, aunque el hechicero era poderoso y cada vez más, alguna razón tenía que haber oculta. Eso implicaba que lo que sabían de Morwing y su maestro no era lo que había pensado en un primer momento, sino que habían luchado para que el Heredero no regresara a este plano.

- ¡NOO!- Gritó Ogna cuando Morwing abandonó la sala.- Esto es de locos.- Decía llevándose las manos a la cabeza. Escrutó a todos los que consideraba sus compañeros, al menos los que subían más de metro y medio del suelo, con una mezcla en su mirada de rabia e impotencia.- ¿Lo siento?- Repitió indignada las últimas palabras del paladín ya fuera de su alcance.¡Pobre necio! No tenía ni idea de lo que había provocado con su testarudez. Más tarde Ogna reflexionaría sobre su parte de culpa al respecto, pero en aquel momento, no le daba importancia -El palacio del gobernador ha sido un nido de demonios hasta que nosotros llegamos aquí. ¿Qué hacías entonces? Hembelan Findoren llevaba siendo sorbido el seso desde hace un mes y, ¿me dices que no notaste nada al respecto? Con lo avispado que pareces para otras cosas...- Elevó un dedo acusador hacia Heomar de Silaría, paladín de Helm. Sabía que Lord Hembelan no mentía por culpa de no saber que estaba siendo privado de sus recuerdos pero quería humillarlo, hacer que se sintiera mal, mostrar su incompetencia. A Allen le había bastado unos minutos para detectar auras malignas en cuanto llegaron a Crímmor. Estaban por todas partes como habían podido comprobar. No soportaba el aire de rectitud que desprendía Heomar y que pretendía expandir sobre los demás. Esa rectitud dejaba más en evidencia su propio error y no iba a admitirlo ni ahí ni ahora.- Parece que a Helm sólo le interesan las nimiedades.- Disparó el dardo como la flecha que había dado muerte a Bealedur, igual de certera y con la misma inquina. ¿Qué suponía el robo de un anillo en comparación con detener el regreso a este plano del Heredero? Pero Ogna agachó la cabeza rindiéndose ante la imposibilidad de convencer a Allen y Heomar al respecto. Incluso Losse parecía fuera de sí. Ninguno de ellos parecía ver que Morwing podía ser la clave de lo que se llevaban entre manos. Se dirigió rauda a las escaleras para ver si lograba alcanzar a Morwing.

Notas de juego

Ogna sale al exterior.