Una vez el Rey se retiró, su consejero Cuncius se dirigió a vosotros.
- Lady Iverdek, Ralnin, podéis esperar aquí a que termine la celebración del torneo, mientras tanto conduciré a nuestros campeones al patio para proclamarlos como tal, no sería protocolario que saltasen al patio desde el palco tal y como han hecho para llegar hasta aquí... - dijo sonriendo mientras hacía a los tres campeones una seña para que le siguiesen.
Una vez llegaron al patio, los habitantes de Helience empezaron a aclamar a los campeones. Mientras no pudisteis evitar observar como unos soldados se llevaban a Fundain y Gileon inconscientes, suponéis que a los calabozos junto a los otros dos asesinos.
- ¡Pueblo de Alese! ¡Aquí tenéis a los campeones del torneo! ¡En la ronda individual Tenanye, y en la ronda por equipos Lulurian von Stoomp y Adam!
El pueblo aclamaba con emoción a sus campeones, y más aún sabiendo lo que habían hecho el enano y el semielfo, que podían haber realizado una masacre de no haber estado allí vosotros.
Entre el griterío y los aclamos de la gente Cuncius se dirigió a vosotros: - Presentaos en dos días en la sala del trono, allí os daremos los verdaderos detalles de la misión en la que os veréis envueltos, y también hablaremos de la recompensa allí... - y el viejo consejero abandonó el patio, dirigiéndose hacia el interior del palacio.
Tras dejar a los campeones entre el público del torneo, Cuncius regresó a vuestro lado.
- Lamento mucho el incidente, no nos esperábamos un intento de asesinato tan abierto en medio de un evento así, espero que podáis aceptar nuestras disculpas. - dijo Cuncius apenado por lo sucedido. - Pero por fin tenemos a vuestros compañeros de viaje, y he de reconocer que son muy prometedores, ¿a vosotros que os parecen?
Pagaréis por vuestros crímenes - les dijo a los asesinos apuntándoles con la alabarda que llevaba cogida con fuerza, el tono usado no dejaba dudas a que era una realidad y que estaba convencida de que no habría lugar alguno para la indulgencia.
Miró al Rey con el casco puesto e hizo una señal de asentimiento alegrándose de que el regente estaba vivo y en buen estado; las palabras de Cuncius la hicieron asentir nuevamente - No entiendo por que se disculpa consejero... No creo que todo esto haya sido culpa suya; los enemigos siempre están al acecho, si no hubiéramos estado en alerta lamentaríamos muchas victimas. En cualquier caso, todos estamos bien y el torneo ha acabado.
Son un grupo singular... y defendieron al débil cuando debió ser así... en gran medida tienen mi aprobación aunque claro, la misión aún no ha empezado y desconocemos lo que nos vendrá.
Ralnin quitó hierro al asunto con un gesto de la mano.- No tiene que disculparse, Lord Eckerd. No sois vos quien ha intentado asesinar al rey. ¿Verdad? - Dijo, alzando una ceja en una exagerada e irónica expresión facial de sospecha.- Servirán. Aunque tendría más confianza en ellos si supiese exactamente qué se espera de nosotros. - Se encogió de hombros.- Lo descubriremos pronto. Le dejaré que vuelva con el Rey, Lord Eckerd. Seguro que su majestad aprecia su consejo para preparar la misión.
- Entonces dejo que descanséis, milady, se os informará de la reunión aquí en palacio. En cuanto a ti Ralnin, enviaremos a un emisario en dos días para buscaros.- Tras decir eso, Cuncius os dejó y volvió a sus tareas de consejero, al parecer tendrían mucho trabajo con los preparativos...
Escena terminada.
PX
Tenanye: 53
Adam, Lulurian e Iverdek: 48
Ralnin: 46