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Crónicas Giovanni: La última cena

1. El arte del buen comer

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14/09/2019, 00:24

Sofia sonrió a su hermana, habían ganado el primer asalto y la oponente estaba reculando, parecía que la batalla la había calmado finalmente, que no fuese a las gemelas con aires de grandeza, que tenían lenguas afiladas y muy venenosas, o eso decían de ellas.

Sonia asintió a Sofia con la cabeza, luego ambas miaron serias (como pocas veces) a Anna, una mano la cogió Sofia y la otra Sonia y esta última habló -Anna.... lo sentimos muchísimo, no sabíamos lo de tu hermano.... de verdad lo sentimos- las dos la miraban esta vez sinceramente, el amor fraternal era algo que entendían a la perfección, de hecho una gemela no podría existir sin la otra.

Luego ambas intentaron sonreír mas sinceramente que anteriormente, y asintió, Sofia hablo esta vez -Claro, presentanos a esa dama de la que hablas- dijo desviando el tema, por si Anna no quería hablar de lo de su hermano.

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14/09/2019, 01:26
Anna Katarzyna Zaleski

¿Dama?

Algo en mi interior me decía que no era un adjetivo adecuado para ella, pero una cosa eran mi intuición y otra bien distinta que no usara aquel blasón. Aún así me incorporé mientras me seguían sujetando las manos para demostrar que en verdad no deseaba pelear, seguramente con ninguno de los presentes porque aunque todos tendrían sus propios motivos para haber asistido, no había ninguno que pudiera relacionarlo con Tarlo.

- Creí que a estas alturas ya habríais aprendido a observar antes de morder, no obstante, es un buen momento para practicar.

Les sugerí por si eran capaces de ver lo mismo que creía haber descubierto, solo que yo tenía la ventaja de haber sido de las primeras en llegar y había podido encajar la presencia de cada invitado. Más no había prisa y tal y como había sugerido, fui a la mesa donde ahora se encontraba doña María acompañada de los dos pintores, la extraña niña gitana, su pariente, el musulmán y uno de los protectores de la duquesa.

- Doña María, permítame presentarle a dos amigas de la infancia, Sonia y Sofía di Soldi. Tengo la sensación de que pueden llevarse muy bien.

Sonreí educadamente a la señora porque si terminaba por fijarme en algún otro era probable que terminara asqueada.

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14/09/2019, 02:02
Nathaniel Fontana- pj muerto

Tras escuchar a Allan, Nathaniel se gira de espaldas a la barra, para que todos le vean y le escuchen. O todos los que lo quieran hacer, al menos. 

—Yo tampoco pinto nada en una batalla. Pero no creo que nos hayan llamado a todos, desde tan lejos para algo así. Estoy seguro de que el señor Giovanni puede encargarse de conseguir a personas dispuestas a batallar por él. No creo que desee lo mismo de todos los presentes, y por mucho que intentemos adivinar, hasta mañana no sabremos la verdad. Disfrutemos de esta noche pues, e intentemos no matarnos antes unos a otros.

Aún con una copa en la mano, ve cómo un religioso clama contra el anfitrión de casi todos los presentes.

—Si eso dicen de él, más ganas hay de conocerle, no menos.—se sonríe, mientras guarda silencio.

Cuando Robert saca al hombre de la posada, pierde su interés en esa bronca. Alguien que simplemente desea montar gresca diciendo cuatro paparruchas, no merece mucha más atención. Ni la de Robert, aunque se lo haya tomado mal. 

Se fija en el pequeño que casi cae al suelo al querer acercarse al cura. 

—Pequeño, ven antes de que te tiren. ¿Cenas con nosotros? —Se dirije a Marco, y señala a Allan y a él mismo cuando dice de cenar juntos. 

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14/09/2019, 02:30
Paul

El soldado tullido se sienta con vosotros agradeciendo la comida, viéndolo de cerca os dais cuenta de que apenas tiene veinteaños

-Combatí en la batalla de... -el soldado se ve interrumpido por el espectáculo de Robert al intentar sacar al monje a punta de pistola de la posada

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14/09/2019, 02:33
Hermano Clemente

-Soy el hermano Clemente -responde a quien se lo pregunta, cuando está a punto de contar cosas sobre vuestro anfitrión, Robert lo agarra del cuello e intenta sacarlo a punta de pistola, el hermano Clemente patalea y se zafa del agarre-. Si queréis matadme hacedlo aquí delante de todos, si queréis llamar al alguacil aquí lo estaré esperando, pero no me callaréis -se dirige a todos los presentes y comienza a hablar-. En la mansión Giovanni se llevan a cabo sacrificios diabólicos, donde el Diablo es ensalzado mediante una burla blasfema a la Última Cena. ¡No acudáis! ¡Rechazad al Diablo!

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14/09/2019, 02:37
Lothar

Las puertas de la posada vuelven a abrirse , un hombre bien vestido y de complexión delgada, cuyas aristocráticas facciones están estropeadas por una profunda cicatriz que recorre todo el lado de la cara, desde el cuero cabelludo hasta la barbilla. Viene acompañado de un joven alto y rubicundo vestido con ropa de cuero de cochero, que lleva un gran crucifijo de madera en torno al cuello. También junto a ellos van dos soldados con el emblema de los Giovanni.

-Soy Sir Lothar, mayordomo del Señor Giovanni. Fui yo quien os seleccionó a vosotros de entre las masas para conocer al Amo. Éste es el cochero cuya misión será llevaros mañana a la mansión del Amo.

Se acerca a cada uno de vosotros para daros la bienvenida

-Sé bienvenido a las tierras del señor Claudius Giovanni. Me complace que nos honres con tu visita, y espero que tu estancia sea grata y memorable.

El discurso es el mismo para todos, os da la mano a todos y la retiene más del tiempo estipulado, pero en varios casos su actitud es aún más escalofriante, pues al saludar a Albert, Allan, Anton, Luigi, Nicolae y las gemelas, chupa su mano por un instante, mientras que a Bilyana, Enzo, Piero, Pietro y Robert comienza a olerlas.

A la última en dirigirse es a la duquesa María Borgia, pero no se dirige a la que está sentada en la mesa, sino a un criado de ésta que está en la barra junto a otra de sus criadas

-No esperaba verla así vestida duquesa, pero me alegra que haya podido venir -agarra la mano de "Mario" y la olfatea

Vuelve a dirigirse a todo el grupo:

-Me alegro que estéis reunidos. Nuestro señor espera ansioso el placer de serviros en la cena de mañana. Sois muy afortunados de haber captado su atención: éste es un día que vuestros seres queridos recordarán durante mucho tiempo

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14/09/2019, 03:00
Director

La anciana está sentada sola en un oscuro rincón de la posada, con una pequeña escudilla de mendigo sobre la mesa. Está comiendo en silencio un tazón de sopa. Alza la vista hacia ti al verse observada, pero no dice nada, ni hace gesto alguno

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14/09/2019, 03:04
Director

Recuerdas haber visto anteriormente a Lothar en tu ciudad, la primera vez que lo viste te llamó la atención por su llamativa cicatriz, recuerdas que estuvo preguntando por ti

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14/09/2019, 03:06
Director

Recuerdas haber visto anteriormente a Lothar en tu ciudad, la primera vez que lo viste te llamó la atención por su llamativa cicatriz

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14/09/2019, 03:07
Director

Recuerdas haber visto anteriormente a Lothar en tu ciudad, la primera vez que lo viste te llamó la atención por su llamativa cicatriz, recuerdas que estuvo preguntando por ti

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14/09/2019, 03:09
Director

Recuerdas haber visto anteriormente a Lothar en tu ciudad, la primera vez que lo viste te llamó la atención por su llamativa cicatriz, recuerdas que estuvo preguntando por ti

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14/09/2019, 03:10
Director

Recuerdas haber visto anteriormente a Lothar en tu ciudad, la primera vez que lo viste te llamó la atención por su llamativa cicatriz

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14/09/2019, 03:09
Nicolae Dobrich

La reacción de Robert interrumpe las conversaciones pero no logra acallar al hermano Clemente. Aunque en parte responde a mi pregunta, sus palabras no parecen más que las de un loco. Aún así me resultan extrañas.

Finalmente con la entrada de Sir Lothar comienzan a despejarse algunas dudas.

- Agradezco la invitación y la hospitalidad de su señor, Sir Lothar. Es un honor - callo al verme interrumpido por su saludo. Me desagrada no sólo por lo extraño sino sobretodo por la sensación al haber chupado mi mano. Por un momento no reacciono, no sabiendo si retirarla o no. Algunas culturas tienen extrañas costumbres al saludar, pero nunca había oído de algo como esto. Me toma completamente por sorpresa. Consigo hacer un esfuerzo y opto por no retirarla pensando que podría llegar a resultar un insulto.

Por lo demás, mi curiosidad tendrá que esperar.

Es un gesto inconsciente pero disimuladamente froto mi mano con mi ropa para secar los restos de saliva que me parece ha dejado Sir Lothar mientras él atiende a los demás invitados de la misma manera o, en otros casos, olisqueando como un sabueso.

También llama mi atención cuando Sir Lothar revela el engaño de la duquesa descubriéndola sin esfuerzo bajo su disfraz. Casi sonrío ante lo acertado de la duquesa, pues es una buena precaución al viajar por unos caminos como éstos.

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14/09/2019, 06:56
Duquesa María Borgia

          - ¡Por supuesto que yo trataría de defender le si me es posible señorita Katarzyna, ... sin embargo es mayor a mi la responsabilidad que tengo con mi señora! -    Responde Pietro tratando de mantener su frialdad ante la propuesta un poco atrevida de la bella y joven noble dama frente a su señora justo cuando ve aparecer al par de bellas gemelas que parecen conocer a Ana, entonces Mario parece darse cuenta de que la mirada de Allan Beiker se ha clavado por un momento en su señora, que parece no haberse fijado aún en el justo cuando el artista Piero Mantenga, quien estaba hasta hace un momento pintando junto a Enrico a la gitana Albina de pronto se dirige al sarraceno Amr con quien hablaba para fijarse en la duquesa Borgia, quien estaba del otro lado de la posada .. entonces cuando se dirige a ella y cuestiona su identidad, antes de que Pietro pueda reaccionar a interrumpir su paso como pensaba hacer es Mario quien le toca al hombro al artista para decirle:

         - Yo mismo he sido quien le ha llevado las imágenes que le mando mi señor el finado Duque Sforza, así que puedo atestiguar la fidelidad de dichas imágenes caballero, pero si me permite mas adelante con mas confianza le puedo explicar el porque de las diferencias que usted dice encontrar! -    Cuando Mario daba esas explicaciones, La duquesa escucha y le responde a Albert:

        - ¡Buenas noches doctor Mctagger!   Le ....agradezco mucho su halago, aunque sinceramente no recuerdo su nombre relacionado con mi finado marido, pero tal vez desee y pueda ayudarme cuando me entreguen su cuerpo en las tierras del Conde Giovanni, claro si no le importuno con mi pedido! -   Responde la duquesa antes de que aparezcan Marco y después Paul, a quienes Ana y Pietro les sonrieron, acercándose un momento a ellos para tratar de socorrerlos, justo un momento después aparece el hermano Clemente vociferando blasfemias o acusaciones hacia su anfitrión, el Conde Giovanni, acusándolo aún sin pruebas de ser un organizador de actos enormemente sacrílegos, pero cuando iba a acercarse para cuestionar le como los otros cuando Anna se le acerco para presentar le a las gemelas Di Soldi, entonces se giró con una sonrisa y les dijo:

          - !Buenas noches señoritas!    Me da un enorme placer conocer a un par de tan bellas amigas de lady Anna Katarzyna, yo soy la duquesa María Borgia, viuda de Sforza y como veo ustedes también han sido invitadas a la reunión del Conde Giovanni, supongo que desde las misma tierras lejanas del norte que Lady Anna, así que de igua manera que con ella me será muy grato ... conversar y conocer las un poco más durante el trayecto ... ¿Si les parece bien? -    Responde con un sonrisa la duquesa al par de gemelas mientras que acerca su mano enguantada para abanicar se un poco mientras que cruza mirada con ellas y entonces mira de reojo como su criada y guardias el altercado entre Robert y el hermano Clemente, entonces Pietro y Mario a instancias de la duquesa se interponen en el paso del hombre armado mostrando sus propias armas sin desenvainar las para tratar de intimidar al hombre que jala al religioso, pero cuando aparece sir Lothar, Pietro parece  no saber si regresar con la duquesa o quedarse y tarda un momento en reaccionar mientras que el noble hambre habla con el resto hasta llegar con Mario y cuando toma su mano el guardia se interpone en un gesto gallardo y decidido para que la suelte mientras que la olfatea, entonces Mario sorprendido estornuda y se descubre como la genuina duquesa María Borgia, Viuda de Sforza para decir:

         - ¡Buenas noches sir Lothar!     ¿A que se refiere con lo de habernos elegido entre las masas para conocer a su amo?    Yo no he venido a una frívola fiesta, por muy noble que sea su anfitrión, sino para recoger el cuerpo de mi marido para poder ofecer le santa sepultura y algunos de sus papeles como me ha sido notificado por su emisario.   ¿Usted podría ayudarme por favor con mi situación caballero para poder respetar mi ... luto? -    Dijo una mujer muy similar a la supuesta duquesa que hasta el momento se había presentado ante los presentes, aceptando la realidad ante la imposibilidad de mantener por mas tiempo la charada 

Notas de juego

        Es impresionante la cantidad de mensajes con tantos personajes que una se puede perder con un par de días de vida real que te impidan participar ... espero no haberme saltado a nadie, pero si es así pido oportunidad de completarlo en mi siguiente mensaje ... un beso chicos!

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14/09/2019, 09:41
Bilyana Strakovski

La masa de gente que hablan, se enfrentan o se piropean me tiene asombrada. Si esto es así en una posada, ¿cómo será en una corte? Me pierdo gran parte de lo que dicen, así que decido concentrarme en el cura. Y a punto estoy de desenvainar mi espada. ¿Cómo se atreve a decir algo como eso? Pero no soy la única a la que molesta, parece ser. Miro a Robert con curiosidad. Hubiera dicho que es un mendigo, algo como la muda de aquella mesa, pero ¿un mendigo portando un arma de fuego?

La entrada de Lothar interrumpe mis pensamientos. Le miro con una sonrisa, aunque su forma de olisquearme me hace apartar la mano. No me gusta ese gesto.

Así que Lothar, ¿hum? Bien, me encontraste al final. Pero no soy más que una soldado, ¿cómo pudo el señor Giovanni saber de mí hasta el punto de buscarme por mi nombre? Curioso.

Sé que mis palabras pueden resultar extrañas a alguno, pero mi mente simplemente piensa cosas que me cuesta expresar.

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14/09/2019, 10:33
Enrico di Empoli- pj muerto

Continúo dibujando, ajeno en parte a las conversaciones, hasta que entra el mayordomo. Entonces veo que tras saludar a algunos de los presentes se dirige a mi. Me da la mano y suelta ese discurso que parece aprendido.

¿El Señor Giovanni nos va a servir EN la cena? Debe de ser o una costumbre de aquí que el señor sirva a sus huéspedeso bien un error del lenguaje.-Sonrío-O bien nosotros somos la cena jeje.

-Nuestros seres queridos recordarán esta cena... ya. Gracias por la bienvenida. ¿Podría decirnos a que se debe esta celebración, Sir Lothar?-Pregunto cuando me toca el turno y aparto mis enseres de dibujo para que mi mano sea estrechada -al menos no me chupa la mano- pienso extrañado ante tal rara costumbre.

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14/09/2019, 11:11
Robert Popescu

El anciano se revuelve y escapa, cuando voy a engancharlo para sacarlo de nuevo a la fuerza las puertas se abren... Robert detiene su intento y escucha al tal Lothar. Cuando le olfatea la mano no puede sino retirarla con cierto repelús.

Robert entonces miró al hermano Clemente y de nuevo a Lothar, guardando su arma donde estaba. Por un momento querría haber puesto al monje en una situación comprometida, pero sin la información que quería haber obtenido decidió simplemente esperar.

- ¿Cual es el motivo de que el señor Giovanni haya convocado a tan variopinto grupo? - Dijo señalando a la sala detrás de él. - Supongo que no querrá simplemente alimentarnos y entretenernos. - Señaló al pintor que acababa de preguntar lo mismo que él.

- Como ve, estamos ansiosos por saber... - 

 

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14/09/2019, 16:39
Nezayem Vaduva

La joven zíngara guardó con sumo cuidado los dos bocetos que de ella habían hecho los pintores, y se lo agradeció con una tentativa de reverencia que por su edad y condición resultaba graciosa. Se marchó de nuevo con los suyos, con una sonrisa iluminando su rostro. Nunca antes la habían dibujado, y por mucho que la infancia fuera un lujo de quienes podían permitírsela, se sentía extrañamente feliz. Por lo demás, simplemente se mantuvo en segundo plano, disfrutando de la comida con sus parientes y hablando con ellos en su extraña lengua. Ignoraron al joven soldado, y con más razón al sacerdote con sus calumnias (por mucho que curiosamente no estuvieran enfocadas hacia ellos, y ella en particular)

Hasta que Lothar entró en escena...
Nezayem se inclinó hacia uno de sus hermanos y murmuró algo por lo bajo, inaudible, lo cual alertó a los demás. Lo había visto antes, en las proximidades de Vilna, cuando la carta del señor Giovanni no estaba aún en su poder. ¿La vigilaban? La niña no suponía amenaza alguna, los hurtos -y otros actos de dudosa nobleza- no eran significativos
Hizo un ademán con la mano y absolutamente todos sus parientes guardaron silencio. Giraron las cabezas hacia el criado de Giovanni y lo observaron con gesto adusto. Cuando la saludó no soltó palabra, y un escalofrío recorrió su pequeña espina dorsal. Poco a poco el grupo recuperó tibiamente la sonoridad y algarabía anteriores, pero la niña se mantuvo atenta a cada palabra de los invitados y del propio Lothar

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14/09/2019, 17:16
'Amr-Bashîr 'ibn Al-As

Apenas si pudo responder la pregunta del compañero pintor. – Si no es molestia, me gustaría que fuese un óleo sobre tela. De este modo no sólo se vería mejor sino que podría perdurar por algunas generaciones, es lo que creo. – Le indicó, con una leve sonrisa que ocultaba la preocupación de no tener nada qué dejarle o con qué ser recordado por su familia en los años por venir.

Las cosas sucedían de una forma muy acelerada como para que el musulmán las pudiera procesar propiamente, tanto, que decidió ignorar lo extrañamente distinta que se veía la duquesa Borgia de como la recordaba. Lo del monje loco lo descolocó por unos instantes, pues hablaba sobre rituales diabólicos que se llevaban a cabo puertas adentro de la mansión a la que habían sido invitados. Era algo que le costaba creer, pero tampoco para tomarse a la ligera, después de todo, era un hombre de fe y a su modo de ver, sus palabras valían algo. Intervino en defensa del monje cuando fue atacado por Robert, interponiéndose entre él y el arma de fuego, aunque fuera por breves momentos, antes de que aquel sujeto lograra zafarse de su agarre. – Os ruego que no hagáis eso ante mi presencia de nuevo, señor Robert. Este es un hombre de Dios y por muy locas que suenen sus palabras, trata de advertirnos algo. No es posible que seáis tan obtuso de no verlo. – Respondió con firmeza ante el hombre que fácilmente le doblaba en masa corporal. Era obvio que para las relaciones de vasallaje tan comunes en la época eran ajenas para él.

También estaba lo del mayordomo que recién llegaba a la posada a darles la bienvenida al banquete. Al no ser el italiano su lengua natal y ser éste un idioma tan diferenciado de su árabe materno, había muchas cosas que se perdían en la traducción que hacía en su cabeza. – ¿Acaso dijo servirnos en la cena? – se preguntaba, contrariado por no estar seguro si entendía del todo lo que decía el mayordomo de los Giovanni. El gesto de olfatear e incluso chupar la mano de sus invitados tampoco le hizo gracia, en todas las tierras que había estado, no era ese un saludo convencional. Un beso en la mano, sí, dos besos en la mejilla también, hasta tres dependiendo de donde te encontrases. Pero lamer a alguien de ese modo era impropio desde su punto de vista.

Sin embargo, la cara de Lothar le resultaba algo conocida. Aunque jamás había cruzado palabra con él, su rostro era difícil de pasar desapercibido. Trataba de hacer memoria para recordarlo, tal vez lo había visto entre la multitud en algún mercado turco en Constantinopla o Damasco. Aunque no se diera cuenta al instante, las cosas comenzaban a tomar sentido. – Me habrá visto comerciando con algún otro mercader y habré captado su atención. – Pensó, sin estar seguro de qué fue lo que lo hizo fijarse en él.

En cualquier caso, su desconfianza no hacía más que crecer al ver como se desarrollaba la situación. Su mano no había sido olida ni lamida por el hombre de la cicatriz y se preguntaba, que Allah lo perdone, si aquello era bueno o era malo. – Señor Lothar, la paz de Dios esté con vos, mis disculpas, ¿nos hemos visto antes? – Preguntó, sin más. – Me cuesta un poco entender por qué estamos aquí, pensaba que el señor Giovanni deseaba expandir sus negocios fuera de sus fronteras y por eso me invitó. – Le dijo, esperando de él una respuesta que pudiera satisfacer su curiosidad y en cierto modo calmar su desconfianza.

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14/09/2019, 19:16
Etienne de Bourgogne

Etienne se disponía a escuchar al joven soldado, con más respeto que curiosidad (pues todas las batallas eran parecidas) cuando otro de los huéspedes, un mendigo sin duda, decidió agredir al monje loco... ¡Y nada menos que con un arcabuz!

Al caballero, aquellos artefactos demoníacos le resultaban repugnantes.

 - Si quieres matar a alguien - pensaba - ten al menos los redaños de acercarte, y de mancharte con su sangre.

Sí: su honor rechazaba ese tipo de armas, y, en consecuencia, no albergaba una buena opinión sobre quienes las utilizaban... en este caso, el desarrapado que parecía defender el buen nombre del señor Giovanni.

Etienne sopesó lo que debía hacer: su primer impulso fue arrancar aquel ingenio de la mano de su portador... junto con la mano, si no había más remedio; y, para ello, deslizó los dedos hacia la empuñadura de su daga. Sin embargo, no quería ganar una mala fama entre el resto de invitados, y su escaramuza podía llegar a oídos de Claudius Giovanni... quién sabe con qué consecuencias.

En aquel momento de duda, entró Lothar, apartando la atención de todos los presentes del conato de pelea.

 

Aún mirando de reojo al rufián de la pistola, Etienne estrechó la mano del enviado de su anfitrión, y le rogó parcamente que transmitiera su agradecimiento.

Al observar cómo el extraño sirviente lame la mano de su escudero, Etienne no puede reprimir un gesto de asco, aunque acto seguido mira al muchacho a la cara como si le pidiera que pasara por alto aquella excentricidad.

 - Dudo que esto sea costumbre en el lugar - se dijo - Antes bien, ese espadazo no mató a Lothar, pero le provocó cierta imbecilidad: nunca vi a un ciego comportarse de forma tan extraña.